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Advertencias dirigidas a los fieles, Jua_5:5-11.

1Pe 5:5 Asimismo, los que tienen menos experiencia, sométanse a los directores. Además, todos se deben
de revestir de humildad del uno al otro, porque: YAHWEH se opone al arrogante, pero al humilde
le da favor.[Pr 3:34]
1Pe 5:6 Además, humíllense a sí mismos bajo la Mano Poderosa de YAHWEH, para que en el momento
adecuado El los exalte.
1Pe 5:7 Tiren todas las ansiedades sobre El, porque El cuida de ustedes. [39]
1Pe 5:8 ¡Permanezcan sobrios, permanezcan alerta! El enemigo de ustedes, ha satán, acecha como león
rugiente, buscando a alguien a quien devorar. [40]
1Pe 5:9 Resistan firmes contra él, firmes en la confianza de ustedes, sabiendo que nuestros hermanos a
través del mundo están pasando por el mismo tipo de sufrimientos.
1Pe 5:10 Tendrán que sufrir sólo por un poco de tiempo más; después de eso, YAHWEH que está lleno de
favor, el que los llamó a Su Gloria eterna en unión con el Mashíaj, El mismo los restaurará, los
consolidará, los fortalecerá y los afirmará.
1Pe 5:11 A El sea el poder por siempre y para siempre. Amein.

La perspectiva del juicio divino motiva (ομοίως = “igualmente”) las advertencias que siguen. Los
jóvenes, a los que el apóstol recomienda estar sometidos a los presbíteros, serían, según varios autores (De
Ambroggi, Felten, etc.), los ministros de grado inferior en la jerarquía de la Iglesia. Sin embargo, a
nuestro parecer, indicarían más bien los simples oficios, por oposición a los pastores, llamados ancianos
(presbíteros) 23; o también la gente joven, por oposición a los cristianos adultos. Sabido es que los jóvenes
siempre han sido más inclinados a la independencia, y por eso necesitan que se les exhorte a la sumisión.
Sin embargo, es preciso reconocer que aquí no se trata de adolescentes contrapuestos a adultos, como en
Tit_2:6.
Todos los cristianos, tanto los pastores como el rebaño, han de practicar la humildad en el
ejercicio de la mutua caridad, porque, como dice el libro de los Proverbios, “Dios resiste a los soberbios, y
a los humildes da su gracia” 24. Este texto es citado también por Santiago 25 en un contexto que tiene
interesantes paralelos con el nuestro. La idea de la exaltación del humilde y de la humillación del soberbio
es muy frecuente en el Antiguo y en el Nuevo Testamento 26. Han de revestirse, de ceñirse con la
humildad. El verbo έγκομβοΰσ3οα significa “envolverse” en el έγκόμβωμα, que era un vestido corto
propio de los esclavos, el cual se ceñía a los costados mediante un nudo (κόμβος). Es posible que San
Pedro aluda aquí al gesto de Jesús en la última cena, que, ciñéndose una toalla, se puso a lavar los pies de
los discípulos 27.
El apóstol, apoyándose en el texto citado de los Proverbios, concluye de esta manera: Humillaos
bajo la poderosa mano de Dios, aceptando con resignación y paciencia las tribulaciones que os quiera
mandar, para que a su tiempo os ensalce (v.6). Humillarse, en nuestro texto, es aceptar humildemente los
padecimientos inmerecidos, viendo en ellos la voluntad de Dios que así lo dispone. Todo está controlado
por la poderosa mano de Dios, el cual hará cesar a su tiempo los sufrimientos que afligen a los cristianos.
La verdadera exaltación de los humildes tendrá lugar en el día del juicio final, cuando el Señor dará a cada
uno según los méritos adquiridos. Mientras tanto, San Pedro recomienda a los fieles que pongan toda su
esperanza en Dios, abandonándose en sus manos (v.7). Este versículo está formado por una cita tomada
del Sal_55:23, el cual dice: “Echa sobre Yahvé el cuidado de ti,” porque El se preocupa de los hombres 28.
Los salmos invitan con frecuencia a confiar en Dios en medio de las tribulaciones. La doctrina del
abandono en la Providencia divina es inculcada con fuerza por Jesús en el sermón de la Montaña 29.
Pero esta confianza constituiría una falsa seguridad si el cristiano no se mantiene vigilante. La vida
austera y sobria 30 contribuirá a que el fiel no pierda el control sobre sí mismo. Para el cristiano no hay un
solo momento que no sea de peligro, pues el adversario no duerme. Y si el centinela no está alerta, podrá
ser sorprendido fácilmente por el enemigo, que se lanzará sobre él como león rugiente. También Jesucristo
recomienda con insistencia la vigilancia 31, y otro tanto hace San Pablo 32. El enemigo del cristiano es el
diablo 33, que, como león, anda rondando, buscando a quién devorar (v.8) 34. En el Apocalipsis, el
demonio es presentado como “el grande dragón, la antigua serpiente, llamada diablo y Satanás, que
extravía a toda la redondez de la tierra., el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de
nuestro Dios de día y de noche.” 35 En la parábola de la cizaña 36, el demonio se identifica con el enemigo,
que de noche siembra la mala hierba entre el trigo bueno 37. Ante estos peligros, el cristiano ha de resistir
al demonio armado con la fortaleza de la fe, que, como escudo invencible, le defenderá contra los más
violentos asaltos 38. La virtud de la fe activada por la caridad 39, o sea la plena adhesión a Cristo por la fe
viva, echará por tierra todos los planes del demonio.
La comparación del enemigo con un león es una imagen que ya se encuentra en el Antiguo
Testamento40.
La mejor defensa contra este león rugiente, o diablo, es el resistirle permaneciendo firmes en la fe
(V.9). San Pedro sabía por propia experiencia la debilidad del hombre ante los asaltos del enemigo. Por
eso, recordando la exhortación que Cristo le dirigió de confirmar en la fe a sus hermanos 41, y, al mismo
tiempo, para infundir ánimo y confortar a los cristianos, les recuerda que los mismos padecimientos que
ellos soportan los tienen que soportar sus hermanos (lit.: su fraternidad = la Iglesia) esparcidos por el
mundo. El saber que todos los miembros de la Iglesia deben sufrir, lejos de ser un motivo de desaliento,
constituía un motivo más para afianzarse en la fe 42. Las tribulaciones constituyen la suerte inseparable y
común de todos los cristianos. Así lo han enseñado Jesús y los apóstoles en diversas ocasiones 43.
San Pedro añade todavía un motivo más para confortar a los fieles que sufren: Dios, que los llamó
en Cristo a la gloria eterna, después de un breve padecer, los perfeccionará y afirmará, los fortalecerá y
consolidará (v.10)44. Aunque en esta vida tengamos que sufrir siempre algo, hemos de tener confianza en
que la fuerza de la gracia suplirá nuestra debilidad. Y a través de los breves padecimientos de la vida
presente, llegaremos a la vida eterna 45. Además, los padecimientos de este mundo, por graves y
prolongados que sean, serán bien poca cosa ante la gloria que nos espera.
El apóstol termina la epístola con una breve doxología (v.11), como en el capítulo 4:11, de
entonación litúrgica, colocada antes de los saludos finales. Esta doxología va dirigida a Dios Padre, al cual
pertenece la gloria y el imperio por los siglos 46.
Al concluir esta carta de estímulo, Pedro da tres exhortaciones a los santos. Vemos en este capítulo varias
referencias a las experiencias de Pedro en los Evangelios mientras anduvo con Cristo. Pedro presenció los
sufrimientos de Cristo (v. 1); fue comisionado para apacentar las ovejas (v. 2 y véase Joh_21:15-17); vio a
Cristo vestirse como siervo y humildemente lavar los pies de los discípulos (v. 5 y véase Jn 13); y Pedro
sabía lo que era estar desprevenido cuando Satanás andaba al acecho (v. 8 y véase Mar_14:37). Es como si
el Espíritu de Dios hurgara en la memoria de Pedro y usara estas experiencias pasadas para testificarles a
los santos (véase v. 12). Pedro descubrió que la gracia de Dios era adecuada para él y quería que la iglesia
supiera que la gracia de Dios los sostendría también a ellos.
I. Sean fieles (5:1-4)
La exhortación está dirigida principalmente a los pastores. Las palabras «pastor», «obispo»
(supervisor) y «anciano» (líder maduro) se refieren al mismo oficio (Act_20:17; Act_20:28; 1Ti_3:2;
Tit_1:5-7). Pedro no se puso a sí mismo sobre los otros; más bien se llamó «anciano también con ellos» y
deliberadamente se incluyó entre los líderes de la iglesia a los cuales exhortaba. Hubo un tiempo cuando
Pedro se hubiera preocupado por su posición en el reino, pero ese tiempo ya había pasado. Pedro sabía que
los pastores atravesarían mayor sufrimiento como líderes del pueblo, de modo que los animó de dos
maneras: (1) les recordó que Cristo había sufrido por ellos y los sostendría; y (2) les recordó que la gloria
siempre sigue al sufrimiento si nos sometemos al Señor. Los dos temas del sufrimiento y la gloria están
entretejidos en 1 Pedro.
A. Su ministerio: «Apacentar el rebaño».
Los deberes de los pastores incluyen alimentar, dirigir, estimular, discipular, guardar. El pastor debe
asumir la supervisión y ser el líder. ¿Dónde estaría el rebaño si las ovejas dirigen al pastor, o si a cada
oveja se le permitiera salirse con la suya?

B. Su motivo: «No por fuerza, sino voluntariamente».


El pastor debe servir al Señor con un corazón dispuesto debido a que ama a Cristo y al rebaño, y no
simplemente porque tiene un trabajo que hacer. Nunca debe servir por «ganancia deshonesta» (v. 2), sea
esta dinero, prestigio, poder o promoción. Debe estar anhelando trabajar (con ánimo pronto) y no ser
ocioso ni perezoso.

C. Su manera: Liderazgo no significa dictadura.


Los pastores son supervisores, no capataces. «Los que están a vuestro cuidado» significa literalmente
«la porción que se les ha asignado». Todos los creyentes en una localidad dada son parte de la Iglesia,
pero hay pequeños rebaños aquí y allá, bajo la dirección de diferentes ancianos. En ninguna parte del NT
se sugiere que todas las iglesias de una población se unan para formar una sola iglesia. Puede haber unidad
espiritual sin uniformidad denominacional. Los pastores deben ser ejemplo, puesto que al fin y al cabo la
mejor manera de lograr que la gente les siga es mediante el ejemplo personal. El pastor no demanda
respeto; lo consigue a través de su vida piadosa y servicio sacrificial.

D. Su recompensa: En el futuro, no hoy.


Habrá gloria en el cielo. Cada pastor debe someterse al Pastor Principal, Jesucristo. Es más importante
agradarle y glorificarle a Él que a cualquier otro.

II. Sean humildes (5:5-7)


El versículo 5 se refiere literalmente a los jóvenes en la iglesia, pero podemos aplicarlo a todos los
miembros, al seguir estos a sus líderes espirituales (Heb_13:17). Pedro se refiere aquí a aquella noche del
Aposento Alto cuando Jesús les lavó los pies a los discípulos. «Revestíos de humildad» (v. 5) significa
estar controlado por un espíritu humilde, ser un siervo. Dios resiste a las personas arrogantes, egoístas,
pero da gracia a los humildes (Pro_3:34; Jam_4:6). «Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios»,
exhorta. «Permitan que este tiempo de sufrimiento les haga postrarse ante Él y entonces les exaltará
cuando vea que están listos». La maravillosa promesa «Él tiene cuidado de vosotros» nos recuerda la
noche en la barca cuando los discípulos le preguntaron a Jesús: «¿No te preocupa que vamos a perecer?»
(véase Mar_4:38). ¡Por supuesto que Jesús se preocupaba! Satanás hubiera querido que estos cristianos
creyeran que el «fuego de la prueba» era evidencia de la indiferencia de Dios; pero Pedro les recuerda que
pueden echar «toda vuestra ansiedad» (v. 7) sobre Jesucristo de una vez y por todas.

III. Estén vigilantes (5:8-11)


¡Quién mejor que Pedro para saber respecto al merodear de Satanás! Varias veces Jesús le advirtió a
Pedro que Satanás andaba en pos de él, pero Pedro no prestó atención a la advertencia. Demasiados
cristianos se han «puesto a dormir», abriendo el camino para que Satanás obre (Mat_13:25; Mat_13:39).
Satanás es un «adversario», lo que quiere decir «uno que acusa en una corte». La palabra «diablo»
significa «calumniador». Satanás nos acusa ante Dios (Job 1-2; Zec_3:1-5; Rev_12:10) y usa los labios de
los inconversos para acusarnos falsamente (1Pe_2:12; 1Pe_3:16; 1Pe_4:4; 1Pe_4:14). Satanás viene ya sea
como una serpiente para engañar (Gn 3) o como león para devorar. Es mentiroso y homicida (Joh_8:44).
¿Qué pueden hacer los cristianos para derrotar a Satanás? (1) ¡Estar alertas! Debemos tener nuestros
ojos abiertos y no bajar la guardia. Cuando David bajó la guardia y dejó la batalla, cayó en pecado (2 S
11). Cuando Pedro se sintió muy confiado, se durmió y cayó en la trampa de Satanás. (2) ¡Resistir! Esta
palabra trae a la mente a un ejército, irguiéndose unido para oponerse al enemigo. Los cristianos deben
estar unidos contra Satanás (Php_1:27-30). Si hay una ruptura en las filas Satanás, tiene una oportunidad
para atacar. (3) ¡Creer! Le resistimos en la fe, o sea, confiamos en la victoria de Cristo. Satanás usa
mentiras como su principal arma y el creyente debe contrarrestar las mentiras de Satanás con la verdad de
Dios. Jesús usó la espada del Espíritu en el desierto (Mt 4). (4) ¡Recordar! Acordarse de que otros
cristianos atraviesan las mismas pruebas y que usted no está solo. Si Satanás puede lograr hacernos sentir
que estamos solos, que Dios nos ha abandonado, nos desanimará y nos derrotará.
El tema de Pedro ha sido la gracia (5:12), de modo que concluye recordándoles a los santos que su
Dios es el Dios de toda gracia. El cristiano tiene «gracia sobre gracia» ( Joh_1:16). La vida cristiana
empieza con la gracia salvadora (Eph_2:8-10), continúa con la gracia servidora (1Co_15:9-10) y luego
con la gracia santificadora (Rom_5:17; Rom_6:17). Dios también da gracia del sacrificio (2Co_8:1-9),
gracia que canta (Col_3:16), gracia que habla (Col_4:6), gracia que fortalece (2Ti_2:1) y gracia que sufre
(2Co_12:9). «Él da mayor gracia» (Jam_4:6).
El versículo 10 indica que la gracia es provista mediante las disciplinas de la vida. Dios nos permite
sufrir para poder derramar su gracia sobre nosotros. Cuando sufrimos, llegamos a nuestro final y
aprendemos a descansar en Él. La gracia se suple sólo a quienes sienten necesidad de Él. Primero
sufrimos; luego, según sufrimos, Él nos equipa, nos confirma y pone un fundamento bajo nosotros. Las
palabras «os perfeccione» (v. 10) se usan en Mat_4:21 y llevan la imagen de remendar una red. La palabra
griega significa «equipar para el servicio». El sufrimiento no sólo ayuda al cristiano a crecer, sino que
también le prepara para el servicio futuro. Algunas veces la mejor manera que Dios tiene para «remendar
nuestras redes» es ponernos a atravesar sufrimiento.
En su conclusión (5:12-14), Pedro indica que Silas y Marcos están con él. Silas fue uno de los
compañeros de Pablo (Act_15:22 ss); pero si, tal como suponemos, Pablo no estaba en Roma, es de
esperarse que Pedro y Silas trabajaran juntos. La presencia de Juan Marcos indica que el «antiguo
desacuerdo» que involucró a Bernabé, Marcos y Silas, ya estaba perdonado y olvidado. «Babilonia» (v.
13) tal vez sea un nombre en código para Roma; aunque algunos eruditos piensan que Pedro escribió
desde la antigua Babilonia.

5:5 -- "Igualmente". Como los ancianos no deben ser altivos, sino dados a ser ejemplos para los demás,
para recibir la corona de gloria, los jóvenes "de igual manera" (otras versiones así se expresan) tienen sus
obligaciones correspondientes (de ser humildes y sumisos) para recibir la exaltación en el debido tiempo.
--"jóvenes, estad sujetos a los ancianos". A los cristianos jóvenes se les manda estar en sujeción a
los ancianos. En el ver. 1, la palabra "ancianos" se refiere, sin duda, a los obispos o pastores de las
diferentes iglesias; es decir, ancianos en sentido oficial. Por esta razón puede entenderse así el uso de la
misma palabra en este versículo, dada la conexión de contexto. Pero también cabe la interpretación de la
palabra "anciano" en el sentido común de uno de edad mayor, porque es natural el contraste entre
"anciano" y "joven". Véase 1Ti_5:1; compárese Hch_2:17. De todos modos se enfatiza la necesidad de
estar los jóvenes sujetos a los ancianos.
"Sujetar" en griego es juptasso, una palabra compuesta de "bajo" y "ordenar". La sujeción es
ordenarse, o colocarse, bajo otro, subordinarse. Esta palabra se encuentra también en 2:13,18; 3:1. Ahora
más delante en este versículo Pedro va a mencionar a los "soberbios", palabra que en el griego es antitasso
("contra" y "ordenar"; es decir, colocarse en contra de otro, insubordinarse).
--"y todos,... de humildad". Dice la Ver. P.B., "y vosotros todos sujetaos unos a otros, llevad el
traje de humildad". La Ver. Mod. dice, "y todos vosotros ciñíos de humildad para (servir) los unos a los
otros". La humildad, como un artículo de vestuario, debe ser puesto y bien atado al cuerpo (para que no se
le "caiga"), y bien visible a todo el mundo. Compárese el caso de Jua_13:4-5, en que Jesús se ciñó una
toalla para lavar los pies (acto de humildad) de sus discípulos. El acto de vestirse de un modo o de otro es
una figura común en las Escrituras. Véanse 1:13; 3:3,4 de esta carta.
Debemos servir unos a otros. La deferencia (condescendencia, respeto) mutua, y el servicio
mutuo, tienen que caracterizar a todo cristiano. Véanse 3:8; Efe_5:21; Flp_2:3-4; Rom_15:2.
--"porque: Dios... soberbios". Es cita de Pro_3:34, Ver. de los Setenta. En Stg_4:6 vemos la
misma cita de Proverbios. En lugar de "soberbios", otras versiones dicen, "altivos", u "orgullosos". Véanse
los comentarios arriba sobre antitasso. Véanse Mar_7:22; Luc_18:14. "Antes del quebrantamiento es la
soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu", Pro_16:18.
--"Y da... humildes". Véanse Mat_11:29; Mat_18:1-4; Mat_20:25-28; Luc_1:52. La humildad
precede la recepción de los dones de Dios.

5:6 -- "...,pues,..." Otras versiones dicen, "por tanto" o "por lo tanto". En vista de la verdad ya
afirmada, de que Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes, debemos humillarnos.
--"Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios". Sobre humillarse, Véanse Luc_14:7-11;
Flp_2:8 (el ejemplo de Cristo). La frase "la poderosa mano de Dios" apunta a las pruebas y sufrimientos
que Dios permitía y controlaba con referencia a su pueblo (3:17; 4:19). Los hermanos a los cuales escribió
Pedro estaban sufriendo, o estaban a punto de sufrir, grandemente, y en lugar de resistir estas pruebas de
fe que la mano poderosa de Dios enviaba, debían más bien humillarse bajo esa mano. Y, ¿para qué? La
frase siguiente contesta.
--"para que él os exalte". Véanse Mat_23:12; Luc_1:51-52. La prueba es necesaria. Dios quiere
exaltar a los humildes (que mantienen su humildad, y sumisión). Todo sufrimiento es temporáneo. Pedro
nos asegura de que Dios no se olvida de nosotros cuando estamos pasando adversidades, diciendo que
exaltará a los humildes. ¿Y cuándo lo hará? Pedro nos dice:
--"cuando fuere tiempo". Véanse 1:3-10,13; 5:4.

5:7 -- "echando toda... él". Mientras uno está sufriendo pruebas de fe en esta vida, y espera la
exaltación prometida (y Dios no puede mentir, Tit_1:2), debe echar sobre Dios toda la ansiedad. La
gramática del texto griego da a entender que se debe echar "una vez por todas". Véanse Mat_6:25 ("no os
afanéis", y Luc_10:41 ("afanada"); en estos dos pasajes aparece la misma palabra griega que se emplea en
este versículo para decir "ansiedad". Véanse Sal_55:22; Flp_4:6. El cristiano verdadero no necesita de
tranquilizantes. La razón por qué‚ el cristiano verdadero de una vez por todas echa la ansiedad sobre Dios
es dada en seguida.
--"porque él... vosotros". Otra vez consúltense Sal_55:22; Mat_6:25-34. Compárense Mat_10:29-
31; Luc_12:11-12 (una promesa hecha en particular a los apóstoles inspirados), y Heb_13:5-6. El afán y la
ansiedad crónicos evidencian gran falta de fe. El orgullo humano no permite que la persona dependa de
otro; se confía en sí misma. Pero el humilde confía totalmente en Dios. Véase Stg_4:6-7. Dios promete
tener cuidado de él. Considérese el ejemplo de Job en el tiempo de su aflicción (Job_1:21).

5:8 -- "Sed sobrios, y velad". Sobre "sobrios", Véanse 1:13 y 4:7, comentarios. Estos dos verbos,
ser sobrios y velar, aparecen así juntos también en 1Ts_5:6. El sobrio tiene control de sí en toda
circunstancia. La sobriedad es necesaria para la vigilancia.
Aunque Dios tiene cuidado de nosotros (y por eso echamos toda nuestra ansiedad sobre él), al
mismo tiempo nosotros tenemos que ejercer precaución y tomar acción positiva en esta cuestión de no ser
devorados por el diablo.
Sobre "velad", véanse Mat_24:42-43; Mat_25:13; Mat_26:38; Mat_26:40-41; Mar_13:35;
Mar_13:37. Satanás tiene sus maquinaciones (2Co_2:11) y se disfraza como ángel de luz (11:14). Esta
situación demanda una vigilancia continua.
--"porque vuestro adversario". La palabra griega para "adversario" es antidikos, compuesta de anti
(contra) y dikos (juicio o demanda, como en corte civil). Es, pues, como nuestro contrincante en la corte
civil (Mat_5:25; Luc_12:58; Luc_18:3). Véase Zac_3:1. Esta palabra griega significa en general cualquier
adversario. Pero, no nos engañemos; el diablo nos es adverso en todo. Es el "enemigo" (Mat_13:39); es
homicida (Jua_8:44); es tentador (Luc_4:13). El mundo inconverso quiere que nos riamos al mencionarse
el Diablo, para evitar así que lo tomemos en serio. Pero Pedro dice, "sed sobrios y velad".
--"el diablo". "Diablo" es una palabra por transliteración; es decir, ha sido traída literalmente de la
lengua griega, letra por letra, y no por traducción. La palabra griega es diabolos, y traducida viene siendo
"acusador" o "calumniador" (Apo_12:9-10). Mat_4:1 habla de cómo el Diablo vino a tentar a Jesús,
esperando lograr que Cristo hiciera algo de lo cual él podría acusarle. El Diablo tienta al hombre para
tener algo con que poder acusarle delante de Dios.
--"como león rugiente". Cristo es llamado "león" (Apo_5:5), para significar "valor". Este "león"
vino a conquistar. Pero el Diablo es llamado "león" para significar "ferocidad"; él viene diariamente a
herir. Recuérdese que la persecución que fue librada en el tiempo del emperador, Nerón, estaba sobre los
hermanos, o a punto de llegar (dependiendo de la fecha exacta de escribirse esta carta), y se requería
mucha sobriedad y vigilancia de parte de los hermanos, para no ser consumidos por Satanás.
(Aunque Satanás es llamado una "serpiente", para enfatizar su sutileza, aquí Pedro le llama "león",
para enfatizar lo feroz de su ataque).
El león ruge cuando tiene hambre (Jue_14:5; Sal_22:13) y cuando tiene gran ira (Apo_12:12). El
Diablo sabe que el infierno ha sido preparado para él, y para sus ángeles (Mat_25:41), y quiere que el
hombre le acompañe allí. Quiere, pues, "devorarle", por medio de la tentación de la carnalidad y la
subsiguiente caída del hombre en la condenación. Este "león" tiene hambre y tiene ira respecto al hombre.
Otra vez digo: ¡no nos engañemos! No podemos comprometernos nada con el Diablo. No es
nuestro amigo en nada; es puro enemigo; ¡es león rugiente!
--"anda alrededor... devorar". Sobre "andar alrededor", véase Job_1:7; Job_2:2. En Luc_22:31
Cristo dijo a Pedro que el Diablo había pedido a los apóstoles para zarandearles como a trigo.
Dios no ha prometido incondicionalmente guardarnos de los ataques de Satanás; tenemos que ser
sobrios y velar. El no es cualquier enemigo u oponente.

5:9 -- "al cual resistid firmes en la fe". Sobre "resistid", véanse el ver. 5, comentarios; Stg_4:7;
Efe_6:10-18. La palabra griega para decir "firmes" es stereos. Aparece aquí, y en 2Ti_2:19. En forma
verbal aparece en Hch_3:7; Hch_3:16; Hch_16:5. Significa hacer firme, o sólido. Dice Pedro que los
lectores presenten una oposición sólida al Diablo.
La Ver. N.M. dice, "Pero pónganse en contra de él, sólidos en la fe, sabiendo que las mismas
cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda la asociación de sus hermanos en el mundo". Esta
traducción en este caso se apega literalmente al texto griego. Notemos también la Ver. P.B: "resistidle
firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se cumplen por la hermandad vuestra que está en
el mundo". Esta también es excelente.
Algunas versiones dicen, "en vuestra fe" (Ver. ASV.; Ver. B.A.). Pero el texto griego dice nada
más "la fe". Algunos creen que se entiende que la fe referida es la de los hermanos. En este caso, Pedro
exhorta a que los hermanos resistan al Diablo por medio de la solidez que le presentan en su fe (subjetiva,
como en Efe_6:16; Col_2:5). Pero si la frase "la fe" se toma objetivamente (como en Efe_4:5; Col_1:23),
entonces la idea es de solidez en la práctica de la fe de Jesús (Apo_2:13; Apo_14:12), sin negarla
(Apo_3:8; Apo_3:10; o sea, la disposición de morir por esa fe si fuera necesario).
--"sabiendo que... mundo". Pedro consuela a los hermanos con estas palabras. ¡No estaban solos
en esa persecución del "león rugiente"! La misma clase de sufrimientos iba realizándose en ese mismo
tiempo entre otros de la hermandad. Considérese la lección que se saca del libro de Job (Stg_5:11). Y
Cristo es el ejemplo por excelencia para consolarnos (Jua_16:33).
Esta versión, y otras varias, dicen, "vuestros hermanos", pero el texto griego dice "vuestra
hermandad". Sobre "hermandad", véase 2:17, comentarios.
Esta hermandad está en el mundo; o sea, en esta vida. Es la colectividad de todos los hermanos,
vistos como una sola entidad. Es compuesta de "hermanos", y no de iglesias locales. La iglesia en el
sentido universal no es compuesta de iglesias locales, con centrales para obras de "patrocinio", sino de
hermanos individuales. La iglesia universal obra, pues, solamente en que cada miembro (hermano) de ella
obre individualmente. El himno bien conocido dice, "Iglesia de Cristo, reanima tu amor". ¿Cómo hace ella
eso? Solamente en que cada miembro de la iglesia universal reanime su amor.

5:10 -- "Mas el Dios de toda gracia". Los versículos 8 y 9 dan la admonición; éste da la promesa.
Aquellos tratan de la parte del hombre; éste de la de Dios. Este versículo presenta seguridades
consoladoras de parte de Dios para los cristianos perseguidos.
Dios es la fuente de toda gracia (de todo favor no merecido; véase Stg_1:17), y es caracterizado
por la gracia. También es el Dios de toda consolación (2Co_1:3). Toda consolación y toda ayuda
espirituales proceden de él.
--"que nos llamó... en Jesucristo". Hay grande consolación y seguridad en estas palabras para el
cristiano perseguido. El Dios de toda gracia "nos llamó". ¡Siendo Dios, llevará a cabo ese llamamiento!
Dios llama por la predicación del evangelio (1Co_1:21; 2Ts_2:14), y no por ninguna operación directa del
Espíritu Santo, según el calvinismo. En Rom_8:28-32 Pablo consuela a sus lectores con pensamientos
semejantes. Dios, quien no puede mentir (Tit_1:2), llevará a los suyos a su gloria eterna; eso les asegura a
los que sean fieles. La esfera en que Dios llama al hombre para esa gloria es "en Cristo". Esta gran obra
(de salvación) es hecha en conexión con Cristo.
--"después que... tiempo". Sobre “un poco de tiempo", véase 1:6, comentarios. Compárese
2Co_4:17-18.
--"él mismo...establezca". Ahora Pedro, usando del tiempo futuro, presenta tres verbos (o cuatro,
según el texto griego aceptado) que nos dicen lo que Dios promete hacer en el caso. Dice la Ver. B.A., "El
mismo os perfeccionará, confirmará, fortalecerá y establecerá". (Al margen dice, "Algunos mss. antiguos
omiten: establecerá"). La versión que empleo en estas notas usa el tiempo presente, modo subjuntivo; pero
el texto griego emplea el tiempo futuro. La Ver. B.A. lo expresa bien.
La frase "él mismo" apunta al interés personal de Dios y a su energía en esta obra que ahora
promete hacer a favor de los cristianos perseguidos (que cumplan con las admoniciones de los versículos 8
y 9). Estas cosas Dios las puede hacer, y las hará. Son éstas:
1. Perfeccionará. La palabra griega empleada aquí no es teleioo, que se traduce "perfeccionar", en
el sentido de madurar o completar. Es una que significa reparar, unir o restaurar. Se emplea en Mat_4:21
("remendaban"); 21:16 ("perfeccionaste"); 1Co_1:10 ("perfectamente unidos"); Gál_6:1 ("restauradle").
Por medio de las pruebas Dios repara, restaura, y perfecciona, para que la persona pueda cumplir su obra
de servicio a Dios.
2. Confirmará (o, afirmará, Ver. Mod.). La palabra griega en este caso se emplea también en
Luc_22:32 ("confirma"). Compárense 1Ts_3:13; 2Ts_2:17; Stg_5:8; Apo_3:2. Dios promete afirmar, o
sostener (Ver. P.B.), para que los santos no sean movidos de la fe (ver. 9).
3. Fortalecerá. La palabra griega empleada aquí no se usa en otros pasajes del Nuevo Testamento.
Compárese Efe_3:16. Dios promete dar la fortaleza necesaria para resistir todos los ataques del Diablo.
4. Establecerá. La idea es de ser bien situado, o consolidado.

5:11 -- "A él... de los siglos". Véase 4:11, comentarios.


Siendo así el caso como está expresado en el versículo 10, Satanás no tiene ningún poder
verdadero y duradero, ni aun en la persecución de los santos. ¡Dios es quien lo tiene todo! La persona,
recipiente de la gracia de Dios (ver. 10), perfeccionada, confirmada y fortalecida, de todo corazón adscribe
a Dios estas palabras de Pedro en alabanza y adoración.
--"Amén". Véase 4:11, comentarios sobre esta palabra. Esta doxología expresa una certeza
(Amén).

6. bajo la poderosa mano—que os aflige (Jam_3:15): “aceptad” sus castigos, y volveos al que os
hiere. El deprime a los soberbios y ensalza a los humildes. cuando fuere tiempo—“a tiempo”: esperad
humildemente y con paciencia el propio y debido tiempo de él. Un manuscrito antiguo y la Vulgata dicen,
“en la estación de la visitación”, es decir, su visitación en misericordia.
7. Echando—una vez por todas: así expresa el aoristo griego. solicitud—“ansiedad”, “congoja”. La
ventaja resultante de humillarnos bajo la mano de Dios (v. 6) es la firme confianza en su bondad. La
liberación de la congoja acompaña a la humilde sumisión a Dios. tiene cuidado de vosotros—El cuidado
es una carga que la fe quita al hombre y echa sobre su Dios. Comp. el Psa_22:10; Psa_37:5; Psa_55:22, a
los que Pedro alude; Luk_12:22, Luk_12:37; Phi_4:6.
8. Pedro tiene en mente la amonestación que le hizo el Señor de cuidarse de Satanás, olvidando lo cual
cayó. Sed templados y velad—La “solicitud”, o sea, la congoja, embriaga al alma; por tanto, sed sobrios,
moderados. Sin embargo, esta libertad de la congoja no debe llevar a la seguridad falsa, pues agrega:
“velad” contra “vuestro adversario”. Sea ésta vuestra preocupacion: Dios provee, por tanto, no os
acongojéis. El diablo procura, por tanto, velad, sed vigilantes [Bengel]. porque—Omitido de los
manuscritos más antiguos. Las sentencias cortas y sin ilación son más férvidas y fuertes. Lúcifer de
Cagliari dice como nuestra versión. adversario—lit., contrincante en la corte de justicia (Zec_3:1).
“Satanás” significa contrario; “diablo”, acusador o calumniador (Rev_12:10). “El enemigo” (Mat_13:39).
“Homicida desde el principio” (Joh_8:44). El contrarresta el evangelio y sus agencias. “El tentador”. león
rugiente—Expresivo de su violenta insaciable sed de presa. como de un león hambriento. Por el pecado
del hombre él logró la justicia de Dios por su parte en contra de nosotros; pero Cristo, nuestro Abogado,
con cumplir todas las exigencias de la justicia por nosotros, ha hecho que nuestra redención sea del todo
consecuente con la justicia. anda alrededor—(Job_1:7; Job_2:2). De modo que los hijos del inicuo no
pueden reposar. Se dice en 2Pe_2:4 y Jud_1:6, que los espíritus malos ya están en las cadenas de
oscuridad y en el infierno. Probablemente significa que tal es su condenación final; condena ya
comenzada en parte; aunque se les permite vagar por el mundo (del que Satanás es el príncipe),
Especialmente en el aire oscuro que rodea la tierra. De ahí acaso que el miasma del aire asciende a veces,
como el mal moral y fisico íntimamente unidos. devore—enredar en los “cuidados” mundanos (v. 7) y en
otras trampas, para al fin destruir. Comp. Rev_12:15-16.
9. (Luk_4:13; Eph_6:11-17; Jam_4:7). firmes—Comp. “confirmados en la verdad” (2Pe_1:12). El
poder de Satanás existe solamente respecto a los incrédulos; a los creyentes no los puede dañar
(1Jo_5:18). La fe da fuerza a la oración, el gran instrumento en contra del enemigo ( Jam_1:6, etc.).
sabiendo—“animación para que no os desmayéis en las aflicciones”: vuestros hermanos padecen lo
mismo; nada de más allá de la suerte común de todos los cristianos os sucede ( 1Co_10:13). Es señal del
favor de Dios más bien que de su desagrado, que se le permita a Satanás que os ultraje, como hizo a Job.
Vuestros hermanos en la fe tienen las mismas luchas de fe y oración en contra de Satanás. han de ser
cumplidas—griego, “se están cumpliendo”, de conformidad con la ordenación de Dios. en el mundo—
que yace en el inicuo, y por lo tanto el escenario de necesidad de la “tribulación” (Joh_16:33).
10. Seguridad consoladora de que Dios al fin “perfeccionará” su obra de “gracia” en ellos, cuando
hayan pasado las necesarias aflicciones previas. mas—Sólo velad vosotros y resistid al enemigo: Dios
hará lo demás [Bengel]. de toda gracia—(comp. el 4:10.) El Dios a quien, fuente de gracia, toda gracia ha
de referirse, que en gracia cumple lo que en gracia comenzó. Desde el principio “os” (así los manuscritos
más antiguos, en vez de “nos”) llamó para su eterna gloria. El no dejará fracasar su propósito antes de
terminarlo. Si cumple su propósito en el castigo, cuánto más en la gracia. Las tres cosas se coordinan bien:
el llamamiento, la gloria a la que son llamadas, y el camino (por el padecimiento); la cuarta es la base del
llamamiento, a saber, la gracia de Dios en Cristo. por—“en”. Es Cristo en virtud de quien, y en unión con
quien los creyentes son llamados para la gloria. Lo opuesto es “en el mundo” (v. 9; Joh_16:33). un poco
de tiempo sufrido—“Os llamó a vosotros que sufristeis un poco.:” el padecimiento como preliminar
necesario para la gloria, era contemplado en la vocación de Dios. un poco—de tiempo corto e
inconsiderable en comparación con la gloria. perfeccione. etc.—griego, “os perfeccionará …” Los dos
manuscritos más antiguos, las versiones Vulgata y Cóptica dicen, “perfeccionará (de modo que no quede
nada defectuoso en vosotros), confirmará, corroborará”, y omiten “establecerá” (lit., “cimentará”) Alford
lo acepta a pesar de los manuscritos más antiguos. Yo prefiero la autoridad de éstos: además el clímax
parece requerir un verbo que exprese la terminación de la obra de gracia más bien que éste, que significa
la fundación de ella. El griego dice que “él mismo os perfeccionará”: aunque os toca velar y resistir al
enemigo, Dios mismo debe en verdad hacerlo todo en vosotros y por medio de vosotros. El mismo Dios
que comienza debe él mismo terminar la obra. El griego por “confirmar” (afín de ser “firmes” en la fe, v.
9) se halla en Luk_22:32, “Confirma a tus hermanos”, palabras que Pedro tiene ahora en la mente. Su
exhortación concuerda con su nombre de Pedro, “Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia”.
“Corroborar”, de modo que no titubeen.

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