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La Dimensión Biológica: Piaget califica su epistemología genética de “naturalista sin
ser positivista” y considera las conductas cognoscitivas como dependientes de un
organismo dotado de estructuras que se manifiestan por su poder de asimilación y
acomodación.
Las primeras conductas de adaptación cognoscitiva en el niño se constituyen mediante
procesos de asimilación funcional a partir de estructuras preexistentes biológicamente.
Las primeras manifestaciones de actividad mental consiste en incorporar (asimilar)
elementos nuevos a estructuras programadas hereditariamente (por ejemplo; chupar
cualquier objeto). Al reproducirse y generalizarse, esta actividad asimiladora conduce
por medio de la diferenciación acomodadora al reconocimiento senso-motores, por lo
tanto es el origen de los primeros esquemas de conocimiento del sujeto. Por medio de
la asimilación recíproca de los esquemas y de su integración, se constituyen
conductas nuevas que no están escritas en las estructuras orgánicas hereditarias.
Punto de vista interaccionista: teniendo en cuenta la dimensión interaccionista,
Piaget determina que el conocimiento debe ser considerado como una relación de
interdependencia, es decir, una interacción entre el sujeto que conoce y el objeto de
conocimiento.
En cuanto al objeto de conocimiento, Piaget dice que este existe y que sólo se lo
puede conocer mediante aproximaciones sucesivas a través de las actividades que
realiza el sujeto, en cierto modo el objeto constituye un estado limitado al que
intentamos aproximarnos sin alcanzar jamás un conocimiento completo.
El conocimiento resulta de la acción transformadora del sujeto sobre el mundo y de la
resistencia que ese mundo ejerce. Cuando Piaget habla de acción, lo hace desde el
punto de vista cognoscitivo, como una actividad que es estructurante desde el primer
momento del desarrollo.
El conocimiento se construye en la interacción sujeto- objeto, hay un movimiento
dialéctico por el cual el objeto con sus propiedades influye sobre el sujeto y éste lo
estructura con su actividad, transformándose mutuamente.
El objeto se construye a la vez que se construye el sujeto y es en la interacción entre
ambos que se desarrolla el conocimiento. Al construirse el objeto de conocimiento, se
construye también el sujeto, dado que éste último modifica su organización cognitiva
en tanto que interactúa con el objeto. Por su parte el objeto se transforma en la medida
que las acciones que lleva a cabo el sujeto lo modifican conceptualmente. Es una
interacción constitutiva, una dialéctica entre el sujeto y el objeto, ni uno ni otro son algo
dado.
Los instrumentos que utiliza el sujeto para conocer, son elementos de formación
biológica y dependen del medio físico.
El proceso de conocimiento se genera por 2 tipos de abstracciones que elabora el
sujeto: Abstracción Empírica: primer encuentro con el objeto. Extrae del objeto sus
propiedades relativas a un conocimiento particular descartando las que no lo son.
Saca la información de los propios objetos. Experiencia física.
Abstracción Reflexiva: puede relacionar el aspecto físico con la estructura cognitiva.
Saca sus informaciones de la coordinación de las acciones que el sujeto ejerce sobre
el objeto. Ni estas acciones, ni estas coordinaciones tienen su origen en el objeto, que
representa solamente el papel de soporte. Experiencia lógico-matemático.
El constructivismo genético: uno de los principales problemas que aborda Piaget es
¿cómo se pasa de un estado de menor conocimiento a otro de mayor conocimiento?
Se plantea este interrogante para explicar la evolución de los conocimientos.
Piaget sostiene que ningún conocimiento humano está preformado, ni en las
estructuras constituidas del sujeto, ni en lo de los objetos.
El conocimiento no está preformado, sino que se construye cada vez que el sujeto se
enfrenta a un nuevo objeto para conocer, es decir, un objeto desconocido.
Toda construcción de un nuevo conocimiento es producto de una compensación con
relación a las perturbaciones que le han dado origen.
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Piaget rechaza por completo el aprendizaje por asociación. Para él el progreso
cognitivo no es consecuencia de la suma de pequeños aprendizajes puntuales, sino
que está regido por un proceso de equilibración o autorregulacion. Considera que el
comportamiento y el aprendizaje humano deben interpretarse en términos de
equilibrio, así el aprendizaje se produciría cuando tuviera lugar un desequilibrio o
conflicto cognitivo.
El desarrollo cognoscitivo es concebido como un proceso sucesivo de estados de
equilibración. Este proceso no es lineal sino que se origina por perturbaciones que
intervienen en la actividad del sujeto y éste intenta compensarlas.
Para conocer la realidad, el sujeto interacciona con los objetos. En estos procesos de
acercamientos sucesivos el sujeto asimila y acomoda los objetos de conocimiento;
pero también pueden generarse perturbaciones por falta de comprensión. Esta falta de
acuerdo, en la teoría psicogenética, se denomina conflicto cognitivo.
La asimilación: es la integración de elementos exteriores a estructuras en evolución o
ya acabadas en el organismo. Proceso por el que el sujeto interpreta la información
que proviene del medio en función de sus esquemas o estructuras de conocimiento
disponible. Pero si el conocimiento implicara sólo asimilación no habría desarrollo ni
aprendizaje, ya que nunca cambiarían esos esquemas o estructuras de conocimientos.
La acomodación: cualquier modificación de un esquema asimilador o de una
estructura, modificación causada por los elementos que se asimilan. La asimilación
supone no sólo una modificación de los esquemas previos en función de la
información asimilada sino también una nueva asimilación o reinterpretación de los
datos o conocimientos anteriores en función de los nuevos esquemas construidos.
La relación sujeto-objeto es entendida como una interacción, donde lo real estimula
constantemente al sujeto, pero éste actúa sólo sobre aquellos objetos que le resultan
significativos. Será significativo todo lo que pueda generar desequilibrio en los
esquemas de conocimiento que el sujeto ha construido. Éste desequilibrio puede
afectar la organización que ha establecido entre algunos esquemas o bien entre los
esquemas y el objeto de conocimiento, es decir, entre las ideas que un sujeto tiene
respecto de un objeto o entre estos pensamientos y el objeto.
La acción del sujeto tiende a restablecer una equilibración cada vez más estable y
móvil entre sus esquemas cognitivos y lo real a partir de procesos de regulación. En
este sentido, el programa Piagetiano, entiende el concepto conflicto cognitivo, como
las contradicciones que movilizan a la acción del sujeto para la resolución de una
situación que ha generado desequilibrio.
El conflicto cognitivo aparece como resultado de la falta de acuerdo entre los
esquemas de asimilación del sujeto y la constatación de los observables físicos
correspondientes, o bien como resultado de las contradicciones entre los diferentes
esquemas del sujeto.
El conflicto socio-cognitivo, plantea que la naturaleza del conflicto se concibe como el
resultado de la confrontación entre esquemas de sujetos diferentes que se produce en
el transcurso de la interacción social.
Para que una situación se transforme en una perturbación para el sujeto y promueva
procesos de regulación, debe mediar una distancia óptima entre los esquemas
asimiladores y dicha dificultad.
Según Piaget habría 2 tipos de respuestas a las perturbaciones o estados de
desequilibrio:
Las respuestas no adaptativas: consisten en no tomar conciencia del conflicto
existente. Al no concebir la situación como conflictiva el sujeto no hará nada por
modificar sus esquemas. La respuesta es no adaptativa porque no produce ninguna
acomodación y por tanto ningún aprendizaje, no ayudando en absoluto a superar el
conflicto latente.
Las respuestas adaptativas: serían aquellas en las que el sujeto es consciente de la
perturbación e intenta resolverla, intenta acomodar sus esquemas, conduciendo a la
reestructuración. Éstas pueden ser de 3 tipos:
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a) Alfa: se produce cuando la regulación de la perturbación no se traduce en el cambio
del sistema de conocimiento, ya sea porque la perturbación es muy leve y puede ser
corregida sin modificar el sistema o porque siendo fuerte se ignora o no se considera.
El sujeto acepta que no puede resolverlo.
b) Beta: se integra el elemento perturbador en el sistema de conocimiento, pero como
un caso de variación en el interior de la estructura organizada. El sujeto emite sólo
respuestas parciales.
c) Gamma: anticipación de las posibles variaciones que dejan de ser perturbaciones
para convertirse en parte del juego de transformaciones del sistema. El sujeto supera
el conflicto dando lugar a un aprendizaje más profundo.
Los errores producidos por los niños durante la adquisición de conocimientos suscitan
una problemática. Por un lado, se trata de una cuestión pedagógica, es el tipo de
actitud que debe asumir el docente entre el hecho del error y con el modo de su
intervención dirigida a corregirlos. Por otro lado, es una cuestión psicológica, en
cuanto es pertinente preguntarse si los errores son hechos aleatorios del aprendizaje o
si tienen sus razones en el mecanismo de adquisición de los conocimientos. Y es
también una cuestión epistemológica, porque el dar significado, o no, al error supone
la adopción de una de las tesis básicas acerca de la constitución del conocimiento. Las
tres cuestiones están relacionadas entre sí, ya que una metodología pedagógica se
formula, explícita o implícitamente, a partir de una teoría psicológica de los procesos
de adquisición de los conocimientos, incluida la concepción del mecanismo especifico
del aprendizaje. Y una psicología de los procesos cognoscitivos implica una opción
epistemológica.
Para Piaget el error es fecundo y positivo. Juega un rol constructivo en la adquisición
del conocimiento. Es entendido como el razonamientos incorrectos de los niños ante
situaciones problemáticas, son indicadores de los límites entre lo que los niños pueden
hacer y lo que no pueden hacer, de acuerdo a la etapa en que se encuentren en
relación a la estructura cognitiva.
Los errores infantiles responden a cierta estructuración de las acciones que podría ser
caracterizada positivamente. Los errores dejan de señalar únicamente una dificultad o
una incapacidad, para der reveladores de una lógica infantil irreductible a la lógica de
los adultos. El examen del rol de los errores en la adquisición de conocimientos debe
incluir, además del enfoque estructural, el que corresponde al proceso genético y
constructivo. El niño a través de aproximaciones, asimila los objetos a sus esquemas
de acción, estos esquemas se acomodan a las características del objeto. Cuando los
esquemas de acción no logran asimilar los objetos por la resistencia que estos le
oponen, se produce un desequilibrio. De modo general, la fuente de los errores reside
en los desequilibrios del funcionamiento asimilador de los esquemas de acción.
La teoría de la equilibración de las estructuras cognoscitivas suministra los
lineamientos del proceso activo por el cual los desequilibrios son progresivamente
compensados. Éste proceso no equivale a un retorno al estado anterior de equilibrio,
sino que procede por un aumento del equilibrio. Esto es, que las compensaciones
activas a las perturbaciones dan lugar a una auténtica construcción o a una
reestructuración caracterizada por nuevas composiciones entre los esquemas.
Los desequilibrios son progresivamente compensados. Cuando los niños descubren la
solución del problema que requiere la elaboración de complejos planes de acción, no
interviene sólo un nivel estructural (nivel estructural que tiene el niño y se va
acomodando a como resuelve el problema), sino también involucra procedimientos
específicos que el niño elegirá para intentar alcanzar el éxito. El niño va eligiendo cada
secuencia de acción, sustituyendo las adaptadas anteriormente, hasta descubrir la
solución.
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progreso de las estructuras cognitivas por procesos de equilibración (adquisición de
instrumentos de conocimiento y comportamientos cognitivos).
El aprendizaje de conocimiento específico depende por completo del desarrollo de
estructuras cognitivas generales.
Ésta posición de Piaget con respecto a las relaciones entre aprendizaje y desarrollo le
lleva a rechazar por completo el aprendizaje por asociación, ya que según él “para
pensar una acción adecuada de aprendizaje hay primero que explicar cómo aprende el
sujeto para construir e inventar, no simplemente como repite y copia”.
El aprendizaje es un proceso constructivo interno, es decir, son las propias actividades
cognitivas del sujeto lo que determina sus reacciones ante la estimulación ambiental.
Por tanto, no basta con una recepción pasiva de una información externa para que el
sujeto aprenda algo sino que debe elaborarla por sí mismo. Lo que el sujeto puede
aprender del medio depende de su nivel de desarrollo. El aprendizaje es un proceso
de reorganización cognitiva.