Está en la página 1de 11

ALUMNA: ARELY MICAL CRUZ SANCHEZ

Autores del Corán:


El Corán ha sido revelado por Dios a Muhammad, literalmente, es decir, palabra
por palabra, es muy probable que el único punto de consenso acerca del Corán, es
que éste fue recitado por primera vez por un hombre con el nombre de Muhammad,
nacido en La Meca, una ciudad de Arabia, en el siglo séptimo después de Cristo.
En cuanto a las fuentes del Corán, los eruditos están divididos en tres grupos principales:

1. Aquellos que creen que Muhammad fue el autor del Corán.

2. Aquellos que creen que Muhammad no fue el autor, sino que le fue “inculcado”
por alguien más o por varios otros autores.

3. Aquellos que creen que el Corán no tiene autor humano, sino que es una
revelación, palabra por palabra, de Al-lah.

Evidencias de que Muhammad escribió el corán:


Hay varias opiniones contradictorias sostenidas por algunos orientalistas acerca
de la fuente del Corán. La lista siguiente presenta los “posibles” autores y refleja
las teorías principales:

1) Muhammad.
2) Algún poeta o poetas (árabe/s), estudiosos, etc.
3) Algunos estudiosos no árabes, o poetas o personalidades religiosas.
4) Monjes o rabinos (es decir de la Biblia o las fuentes Judeo-cristianas).
5) Satanás (u otros “espíritus” engañosos o “forasteros”, etc.).
6) Dios.
Ahora, podemos proceder a examinar en un estudio más íntimo el Corán, y la
historia, para comprobar cuan creíbles o no son estas teorías.

Muhammad: iletrado e inculto


El hecho que Muhammad ni supiera leer ni supiera escribir (Corán 29:48) es bien
conocido y no ha sido contradicho, incluso sus contemporáneos no musulmanes
sabían esto y tampoco lo ponen en duda los historiadores actuales. Él no tenía
ninguna instrucción o maestro de ningún tipo. Ni siquiera había sido conocido por
componer poesía de manera oral, ni siquiera una prosa.  El Corán, con sus leyes
omnímodas y su falta de cualquier tipo de inconsistencias en el texto, tiene una
grandeza incluso reconocida por estudiosos no musulmanes.  Sus páginas tratan
la legislación social, económica, política y religiosa, narra eventos de la historia,
muestra ejemplos del universo, habla de los seres vivientes, del pensamiento, de
las relaciones interpersonales de las personas, la guerra, la paz, el matrimonio, el
culto, el negocio, y todo que se relaciona a la vida - sin contradecir los principios
que el mismo Corán sienta.  El Corán nunca ha sido revisado ni corregido porque
este texto nunca tuvo ni tendrá nunca necesidad de ninguna revisión o corrección.
¿Cómo fue que se expusieron cuestiones de tan diversas áreas con tal precisión
por una persona árabe del siglo séptimo, sin educación formal e incluso sin la
habilidad de leer?  ¿Qué material puede haber existido en su ambiente que lo
informara de estos temas?  ¿Dónde y cuándo la historia ha encontrado en un
analfabeto inculto al autor de una escritura?  ¿Acaso esto ocurrió alguna vez?

La Integridad conocida de Muhammad

Muhammad era conocido por su sinceridad, veracidad e integridad, incluso se lo


apodó “Al-Amin” (El Fidedigno) por su propia comunidad antes de que alegara ser
profeta.  No se supo jamás que hubiera dicho una sola mentira, y muchos
orientalistas occidentales modernos han admitido que Muhammad tenía una
convicción profundamente sincera de que el texto le fue revelado por el propio
Dios.

¿Si su integridad hubiera sido puesta en cuestión, y se pudiera haber supuesto


que él actuaba movido por el deseo de la gloria personal al producir el Corán, ¿por
qué entonces él negaría la paternidad literaria y en cambio diría que era un texto
proveniente de Dios?  Sobre todo, cuando los mecanos paganos habían
concedido que nadie pudiera producir una escritura como esa (Corán 2:23-24,
17:88, etc.). Sus enemigos le habían ofrecido del gobierno de La Meca y cualquier
opulencia que él deseara a cambio de lo cual, él dejaría de recitar ese libro. ¿Si
fuera verdad que él deseaba su gloria personal y hacerse poderoso, por qué
rechazaría la oferta cuándo se presentó ante él y en cambio prefiere una vida de
humildad, la simplicidad, la persecución, las sanciones, e incluso el ataque hostil
de parte de aquéllos que rechazaron el Mensaje de Un Solo Dios?

¿Además, sería razonable creer que, si Muhammad escribió el Corán para lograr
poder para sí mismo, se critique algunas de sus propias actitudes en el texto?  Por
ejemplo:
“¡Oh, Muhammad! Frunciste el ceño y le volviste la espalda al ciego cuando se
presentó ante ti. Se refiere a cuando “Abdullah Ibn Umm Maktûm”, que era ciego,
interrumpió su prédica a los nobles de Quraish.” (Corán 80:1-2)

Y también:

“Y recuerda ¡Oh, Muhammad! cuando dijiste a Zaid Ibn Hârizah a quien Allah
había agraciado con el Islam, y tú habías favorecido liberándolo de la esclavitud:
Quédate con tu esposa, y teme a Allah; ocultaste así lo que Allah haría manifiesto
porque temiste lo que diría la gente, pero Allah es más digno de ser temido.
Cuando Zaid termine con el vínculo conyugal y su ex esposa haya concluido con
el tiempo de espera luego del divorcio, te la concederemos en matrimonio para
que los creyentes no tengan ningún impedimento en casarse con las ex esposas
de sus hijos adoptivos si es que éstos deciden separarse de ellas, y sabed que
esto es un precepto de Allah que debe ser acatado.” (Corán 33:37)

Existen otros versículos a los que podemos remitirnos, como capítulo18,


versículos 23-24, y otros. ¿Por qué él se avergonzaría a sí mismo, si hubiera
podido omitir o modificar los versículos del Corán?  Ellos no eran ciertamente para
su ventaja si sus metas hubieran sido poder y prestigio. ¡La existencia de tales
versículos sólo demuestra que Muhammad era de hecho un verdadero y sincero
Mensajero de Dios!

Veracidad del Corán:


Hay dos puntos de vista acerca de la veracidad del Corán y su autor, un punto de
vista seria el dado por un musulmán y el otro por alguien que no lo es, los
musulmanes siempre defenderán la veracidad de su libro sagrado como cualquier
otro religioso defendería su libro sagrado, y por otro lado están los que no siguen
esa religión pero desean investigar más a fondo, a continuación los dos puntos de
vista:
MUSULMAN:

1. Las generaciones se han sucedido una tras otra, recitando el Libro de Allah y
estudiándolo, memorizándolo y consignándolo por rescrito. No han omitido
una simple letra, y nadie puede cambiar aún un punto o un signo en una
simple letra. Escribirlo es sólo un medio para preservarlo; básicamente, esto
significa preservarlo en nuestros corazones.

2. El Corán no ha venido a nosotros por nuestros medios, para que de tal modo
las mentadas alteraciones se produjeran. Más bien la interpretación de sus
versos, el significado de sus palabras, las razones para su revelación, la
gramática de sus palabras y el comentario de su legislación han sido todos
transmitidos. Cuando tales cuidados han sido conferidos a este libro, ¿Cómo
podría alguna mano artera contra la manera de distorsionar aunque más no
sea una letra, o agregar una palabra, o quitar un versículo?.

3. El Corán habla de aspectos ocultos del futuro, los cuales Allah reveló a Su
Mensajero Muhámmad (Paz y bendiciones de Allah sean con él) para
mostrarle que la revelación procedía de Allah. Si un simple ser humano
quisiera escribir un libro, podría describir eventos o exponer puntos de vista,
pero si fuera a hablar de aspectos ocultos para el hombre, en este campo sólo
podría basarse en especulaciones y mentiras. Pero el Corán habla de la
derrota de los romanos por los persas, en tiempos que no había medios de
comunicación para informar a los árabes de estos eventos. El mismo verso
también adelanta que los persas serían derrotados luego de cierto número de
años, lo cual ocurrió. Si las afirmaciones del Corán no hubieran sido precisas,
entonces los idólatras habrían tenido una gran oportunidad para criticar el
Corán.

4. Si lees cualquier verso del Corán, ve a América o Asia, o a las junglas de


África, o a los desiertos de Arabia o a cualquier lugar donde haya
musulmanes, y verás que todos ellos están en posesión de los mismos
exactos versos, memorizados en sus corazones o escritos en sus libros; ni
una simple letra será distinta. 

Entonces… ¿Cuál es la importancia de este desconocido manuscrito en


Yemen, la cual no hayamos visto y que algún ignorante puede haber
adulterado en tiempos recientes, un verso o una palabra? 

¿Tiene algún peso este argumento, cuando es investigado y discutido?


Especialmente cuando cierta gente declara ser cuidadosa y objetiva en sus
investigaciones. 

¿Cuál podría ser su respuesta si recurriéramos a uno de sus más confiables


libros de algún autor bien conocido, un libro del cual haya muchas copias en el
mundo, todas ellas exactamente iguales, y declaráramos que encontramos
una copia en algún país en el que hubo agregados y alteraciones? ¿Qué
probaría esto? ¿Prestarían ellos alguna atención a tal aseveración? 

5. No se puede probar o refutar la autenticidad de las copias manuscritas que


están en posesión de los musulmanes de esa manera tan simplista, porque
nosotros tenemos expertos que conocen la historia de la caligrafía y tenemos
principios y líneas de conducta a través de las cuales podemos determinar si
un manuscrito es genuino, como los nombres y firmas de la gente que lo
copió. Nosotros no pensamos que estas técnicas hayan sido tomadas en
cuenta al investigar dicha copia del Corán en el Yemen o en otros.

6. Nos complace concluir nuestra respuesta con esta historia verídica que ocurrió
en Bagdad durante la era de los califas ‘Abbásidas, cuando un judío quiso
saber cómo son verdaderamente los libros atribuidos por sus seguidores a
Dios, llámese la Tora entre los judíos, el Evangelio entre los cristianos y el
Corán entre los musulmanes.

7. Tomó primero una copia de la Tora, y agregó y quitó unas pocas cosas
menores que no fueran obvias, entonces se lo entregó a un escriba de entre
los judíos y le pidió que hiciera copias de él. No pasó mucho tiempo antes de
que estas copias fueran ubicadas en las sinagogas de los judíos y estuvieran
en circulación entre sus eruditos.

8. Entonces recurrió al Evangelio y agregó y quitó unas pocas cosas como había
hecho con la Tora, la entregó a sus escribas y les pidió que hicieran copias de
él. Y no pasó mucho hasta que fue leída en las iglesias y estuvo en circulación
entre sus eruditos. 

9. Luego recurrió al Corán, y agregó y quitó algunas pocas cosas como había
hecho con la Tora y el Evangelio. Entonces se la entregó a un escriba
musulmán para que hiciera copias de ella.

10. Cuando volvió por sus copias, el escriba se la tiró en la cara y le dijo: ¡Éste no
es el Corán de los musulmanes!

11. De este experimento el hombre descubrió que el Corán es el verdadero Libro


de Allah y que todos los otros libros fueron el trabajo de seres humanos.

12. Si el escriba de los musulmanes pudo determinar que esa copia del Corán
había sido adulterada, entonces ¿Cómo podría haber entrado en circulación
entre los eruditos musulmanes sin ser detectada? 

13. Si usted repite este antiguo experimento hoy en día, arribará a la misma
conclusión que aquél hombre judío, quien luego se convirtió en Musulmán;
usted podría agregar y quitar cosas de estos tres libros y ver lo que sucede
como resultado. 
14. Pero ni siquiera le diríamos de enseñarles su copia a un escriba del Corán,
más bien le diríamos que se lo muestre a nuestros niños musulmanes, ¡Y ellos
le dirían qué y dónde ha sido cambiado en esa copia!

15. Algunos musulmanes afirman tener impresas copias en las cuales hubo
errores, ¡Y los niños jóvenes encontraron esos errores antes que los adultos lo
hicieran! 

Y Allah es la guía hacia el Camino Recto.

NO MUSULMAN:

1. No hay constancia histórica alguna de la muerte de Mahoma,


supuestamente en el año 632, hasta más de un siglo después de esa fecha.

2. Los primeros relatos escritos en pueblos conquistados por los árabes no


mencionan jamás el islam, ni a Mahoma, ni el Corán. A los conquistadores los
llaman "ismaelitas", "sarracenos", "muhayirun" o "hagarianos", pero nunca
"musulmanes".
 
3. En las primeras seis décadas, los conquistadores árabes no mencionan el
islam ni el Corán en sus monedas o inscripciones. Las menciones
a Mahoma no son específicas, y en al menos dos ocasiones van acompañadas
de una cruz. El término podría no ser un nombre propiamente, sino un
distintivo.
 
4. Incluso según los cánones islámicos, el Corán no se estructura de la
manera en que nos ha llegado hasta la década de los 50 del siglo VII. El hecho
de que ni los cristianos ni los judíos de la zona mencionen su existencia hasta
principios del siglo VIII contribuye a arrojar dudas sobre el relato convencional.
 
5. No empezamos a oír hablar de Mahoma, el profeta del islam, y sobre el
propio islam hasta la década de los 90 del siglo VII, en tiempos del califa Abd al
Malik. Las monedas y las inscripciones relacionadas con el credo islámico
surgen también en ese momento.
 
6. A mediados del siglo VIII la dinastía abasí sustituyó a la omeya al frente del
califato. Es en el periodo abasí cuando el material biográfico relativo a Mahoma
comienza a proliferar. La primera biografía completa del profeta del islam
aparece en esta época, al menos 125 años después de la fecha dada de su
muerte.
Estas y otras muchas cosas sugieren que el Mahoma de la tradición islámica no
existió; o que si Mahoma existió fue un tipo sustancialmente distinto de cómo lo
retrata aquélla.

Si las fuerzas árabes que conquistaron tantos territorios a partir de la década de


los 30 del siglo VII no estaban movidas por las enseñanzas y prédicas del nuevo
profeta, ¿cómo se modeló el carácter islámico de su imperio? Si Mahoma no
existió, ¿por qué consideraron necesario inventarlo?

Contradicciones:
¿Existe coacción u obligación en la religión de acuerdo al Corán?

«No cabe coacción en religión. 

La buena dirección se distingue claramente del error. Quien no cree en Allah, ese
tal se ase del asidero más firme, de un asidero irrompible. Allah todo lo oye, todo
lo sabe.» (Sura 2:256).
«Proclama de Allah y Su Enviado, dirigida a los hombres el día de la peregrinación
mayor. Allah no es responsable de los asociadores (Cristianos y Judíos), y Su
Enviado tampoco. Si os arrepentís será mejor para vosotros. Pero, si volvéis la
espalda, sabed que no escaparéis de Allah». 

¡Anuncia a los infieles un castigo doloroso!» (Sura 9:3)

«Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores


(cristianos y judíos) dondequiera que les encontréis.

¡Capturadles! ¡Sitiadles!¡Tendedles emboscadas por todas partes! Pero si se


arrepienten, y hacen oraciones y caridad, entonces ¡dejadles en paz! Allah es
indulgente, misericordioso.» (Sura 9:5)

«¡Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura (de Allah), no creen en


Allah ni en el último Día, ni prohiben lo que Allah y Su Enviado han prohibido, ni
practican la religión verdadera (Islam), hasta que, humillados, paguen el tributo
directamente!» (Sura 9:29).
Note que el primero de los Suras que citamos parece indicar que «No cabe
coacción en religión». Pero aparentemente no podemos tomar la palabra de Alá
en serio, ya que, en los otros Suras, torpemente se contradice.

¿Quién fue el primer musulmán?

¡Necesitamos una decisión! ¿Fue Mahoma, Abraham, Jacob o Moisés?


«Y yo (Mahoma) he recibido la orden de ser el primero en someterse a Él (a Allah
y al Islam)». (Sura 39:12).
«Cuando Moisés acudió a Nuestro encuentro y su Señor le hubo hablado, dijo:
«¡Señor! ¡Muéstrate a mí, que pueda mirarte!» Dijo: «¡No Me verás! ¡Mira, en
cambio, la montaña! Si continúa firme en su sitio, entonces Me verás». Pero,
cuando su Señor se manifestó a la montaña, la pulverizó y Moisés cayó al suelo
fulminando. Cuando volvió en si dijo: «¡Gloria a Ti! Me arrepiento y soy el primero
de los que creen (en Allah y el Islam)» (Sura 7:143).

«Abraham ordenó hacer lo mismo a sus hijos varones, y también Jacob: «¡Hijos


míos! Alá os ha escogido esta religión. Así, pues, no muráis sino sometidos a Él
(a Allah y al Islam) (Sura 2:132).

Quien sea que haya sido el responsable de la composición del Corán, debió haber
pasado desapercibido que Abraham, Jacob y Moisés no pudieron haberse
convertido al Islamismo, porque quien inventó el Islamismo fue Mahoma… ¡Miles
de años después de la muerte del más reciente de los tres héroes bíblicos antes
mencionados! ¡Todos estos personajes habían estado muertos por siglos antes de
la invención de la palabra «Musulmán»!)

¿Perdona o no perdona Alá a aquellos que adoran dioses falsos?

«Allah no perdona que se Le asocie. Pero perdona lo menos grave a quien Él


quiere. Quien asocia a Allah comete un gravísimo pecado». (Sura 4:48 y Sura
4:116).

«La gente de la Escritura (de la Biblia) te pide que les bajes del cielo una
Escritura. Ya habían pedido a Moisés algo más grave que eso, cuando dijeron:
«¡Muéstranos a Allah claramente!» Como castigo a su impiedad el Rayo se los
llevó.

Luego, cogieron (adoraron) el ternero, aun después de haber recibido las pruebas


claras.se lo perdonamos y dimos a Moisés una autoridad manifiesta» (Sura
4:153).

De acuerdo con el Sura 4:48, Alá NO ESTÁ dispuesto a perdonar a aquel que se
le «asocia», o a aquel que sea Cristiano o Judío. Asociadores era como se
llamaba a los cristianos y a los judíos en los tiempos de Mahoma. Hoy día, los
Musulmanes llama Sionistas a los Judíos y Cruzados (por las Cruzadas) a los
Cristianos. Sin embargo, y en abierta contradicción, el Sura 4:153 nos dice que a
«aquellos que adoraron el ternero», o en otras palabras, aquellos que adoraron
otro dios o a otros dioses, Allah los perdonó.

Alterar la Palabra de Dios es algo serio.

Si Alá cambia de parecer, ¿Acaso no se ha equivocado Alá?


«También fueron desmentidos antes de ti otros enviados, pero sufrieron con
paciencia ese mentís y vejación hasta que les llegó Nuestro auxilio. No hay quien
pueda cambiar las palabras de Allah. Tú mismo has oído algo acerca de los
enviados. (Sura 6:34).

«La Palabra de tu Señor se ha cumplido en verdad y en justicia. Nadie puede


cambiar Sus palabras. Él es Quien todo lo oye, todo lo sabe.» (6:115).

«Cuando sustituimos una revelación por otra Allah sabe bien lo que revela dicen:
«¡Eres sólo un falsario!» Pero la mayoría no entienden por qué lo hacemos.».
(16:101).

Aquí vemos un ejemplo de un «profeta» que se da cuenta que se ha equivocado y


para mantener su autoridad alega que ahora «sustituye una revelación por otra».
La gente se reveló, pero entonces acude al uso del alegato de que los adeptos
simplemente «no entienden lo que hacemos».

Faraón, ¿fue ahogado o no fue ahogado?

«Hicimos que los Hijos de Israel atravesaran el mar. Faraón y sus tropas les
persiguieron con espíritu de rebeldía y hostilidad hasta que, a punto de
ahogarse, dijo: «¡Sí, creo que no hay más dios que Aquél en Quien los Hijos de
Israel creen! Y soy de los que se someten a Él (¡A Allah!)». «¿Ahora? ¿Después
de haber desobedecido y de haber sido de los corruptores? Esto no obstante, hoy
te salvaremos (al Faraón) en cuanto al cuerpo a fin de que seas signo para los
que te sucedan». Son muchos, en verdad, los hombres que no se preocupan de
Nuestros signos…» (Sura 10:90-92).

«Dimos a Moisés nueve signos claros. Pregunta a los Hijos de Israel qué pasó,
cuando vino a ellos y Faraón le dijo: «¡Moisés! ¡Yo creo, sí, que estás hechizado!»
Dijo: «Tú sabes bien que sólo el Señor de los cielos y de la tierra ha hecho bajar
éstos como pruebas evidentes. ¡Yo creo, ¡Faraón, sí, que estás perdido!», Quiso
ahuyentarles del país y le ahogamos con todos los suyos.» (Sura 17:102-103).

Por un lado el Sura 10:90-92 nos dice claramente que el Faraón estuvo a punto
de ahogarse, pero por el otro lado el Sura 17:102-103 nos dice que en efecto,
¡Allah le ahogó!. ¿Acaso no es este un error en el Corán?

Como se puede apreciar estas contradicciones ¿Se imaginan ustedes si la Biblia


contuviera contradicciones como éstas? La sección apologética de mis sitios
estuviera exclusivamente dedicada a «explicar» estas contradicciones. Sin
embargo, el Corán ha demostrado que no solamente no es perfecto en lo
absoluto, sino que contiene este tipo de contradicciones vergonzosas, las que a un
ojo pesquisidor pero objetivo resultarían evidencia de que tal vez el Corán no
tenga una procedencia divina en lo absoluto.

Inspiracion en el Corán
En la revelación cristiana, el redactor del texto sacro es al mismo tiempo co-autor
con Dios y escribe bajo el influjo del Espíritu Santo. Se habla entonces, en la
Biblia, de "inspiración". Es decir: "Dios se valió de hombres elegidos, que usaban
todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos,
como verdaderos autores, pusieron por escrito, todo y solo lo que Dios quería"

Cuando un cristiano abre el Evangelio, lee: Evangelio de Jesucristo según Mateo,


Marcos, Lucas o Juan. Este según es esencial y el estilo de uno y otro evangelista
es bien reconocible. En el Islam en cambio, el Corán no es considerado solo un
texto revelado, sino munzal, descendido, sobre Mahoma. El texto seria
simplemente la trascripción literal de un Corán "increado" que se encuentra desde
siempre en Dios, y que es "descendido" bajo la forma de un Corán histórico.

En efecto, en el Corán el "autor humano" está casi "desaparecido". No Mahoma,


sino Allah, habla en primera persona con un plural majestuoso: "¡Nosotros!" Y se
dirige a su maravillado profeta con un imperioso " ¡di!", o sea: "Dile a tus
conciudadanos, este mensaje…". Esto se da desde el inicio hasta el final del
Corán. Nos encontramos ante un largo monólogo divino que no admite ningún
modo de respuestas, el "mudo" interlocutor debe solo escuchar y después "decir",
el mensaje a los suyos. Para los musulmanes la mera idea de que Mahoma pueda
ser autor del Corán es juzgada blasfema.

Por lo tanto, el Corán es un texto radicalmente diverso de la revelación bíblica en


el estilo y en la estructura. En la Biblia es cierto que Yahvé de tanto en tanto habla
en primera persona (por ejemplo en los libros proféticos) pero en general
predomina la narración en tercera persona, y emerge inevitablemente la
personalidad del hagiógrafo.
Hablar de "libro inspirado" por Dios seria para los musulmanes reducir el Corán, a
menos que no se entienda una inspiración directa y literal, al modo de un dictado.
Mahoma no es considerado, por tanto, el autor de este libro, sino el que registra
en su memoria para después recitarlo delante de sus seguidores.

De esta concepción se desprenden varias consecuencias:

Si el Corán es "descendido" no hay ninguna posibilidad de interpretación critica o


histórica. De hecho, en los países musulmanes no está permitido un estudio crítico
del texto Coránico. Una crítica textual, un análisis sobre base histórico-
comparativa, son inconcebibles para la mayoría de los exegetas.

- Es también considerado inadmisible distinguir en el Corán partes


fundamentales y accesorias, verdades eternas y verdades contingentes (que
evidentemente, están ligadas a los usos y costumbres de un contexto
histórico y cultural particular). En el ambiente cristiano se practica la crítica
bíblica porque, si el texto bíblico es revelado por Dios según el modo
humano, esto significa que la palabra de Dios es recibida por los hombres de
acuerdo a las condiciones contingentes en las que se encontraban.

- Los musulmanes tampoco aceptan hablar de "fuentes" del Corán, porque


Allah no tiene otra fuente que sí mismo. Y el hecho de que el Corán recicle
mucho material y personajes bíblicos no cambia en nada sus convicciones:
Allah es en definitiva el autor de cada revelación precedente al Corán, no
puede haber recurrido a otros más que a sí mismo.

Fin

También podría gustarte