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GUÍADEPRODUCTOSOBSERVABLESDELAS Código : PP-G-02.

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Versión : 06
EXPERIENCIAS CURRICULARESEJEDELMODELO Fecha : 29.10.2019
DEINVESTIGACIÓN Página :2 de 16

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE DERECHO

Autor(es):

Bravo García, Cinthya

Pérez Serquén, Javier

Ponce Alvarado, Claudio

Sánchez Núñez, Felicita

Torres Alarcón, Roger

Vigo Ibáñez, Mariana

Asesor:

Dr. Villalta Campos Jose Manuel

Chiclayo-Perú

(2019)

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INDICE

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INTRODUCCION

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SANEAMIENTO CONTRACTUAL.
1. DEFINICIÓN.
En primera impresión, se entiende por Saneamiento Contractual a toda Obligación
natural que posee todo transferente de un bien o derecho, de garantizar al adquiriente
el disfrute de los mismos, vale decir, que su adquisición debe ser jurídicamente
segura o que, dicho bien o cosa, cumple con los propósitos por el cual se adquirieron.
Se encuentra regulado en el artículo 1484 y siguientes del Código Civil.

Torres (2016), acota que el saneamiento:

“Se trata de una responsabilidad del transferente del derecho de propiedad, uso o
posesión de bien, una vez que ha ejecutado su prestación y con independencia de
su buena o mala fe, por no poder el adquirente destinar ese bien a la finalidad para
la cual lo adquirió, o sea, es una responsabilidad objetiva poscumplimiento del
contrato.” (p.4)

Acota a su vez el referido autor, que el Código Civil de 1984, adopta esta figura en
una división de contenido, que a su vez se distribuye en disposiciones generales (a
partir del art. 1484°), saneamiento por evicción (Art. 1491° al Art.1502°),
saneamiento por vicios ocultos (Arts. 1503° al 1523°) y por último, saneamiento por
hecho propio del transferente (Arts. 1524° al 1528°).

Entonces, y en pocas palabras, podemos considerar al saneamiento contractual como


una garantía propia del Derecho Contractual, la cual es a la vez, la obligación que
asume el vendedor frente al comprador de responder de cualquier defecto que haga
impropio el uso de la cosa vendida o disminuya su uso (ej.: maquinaria defectuosa).

Es pertinente agregar además, que nuestro Cuerpo Normativo Civil enmarca un


concepto específico, y un concepto general, comprendidos en los Artículos 1484° y
1485°.

Artículo 1484°. Opción para Saneamiento.


“Hay lugar a saneamiento en los contratos relativos a la transferencia de la
propiedad, la posesión o el uso de un bien.” (p. 312)

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Podemos apreciar en este precepto legal una concreta interpretación del tema en
desarrollo, la cual, de manera vaga, nos hace intuir la subsistencia tanto de las partes
contractuales ya conocidas por nosotros, como del objeto y las prerrogativas que el
adquirente podría ejercer sobre el bien.
Art. 1485°. Saneamiento.
“En virtud del saneamiento el transferente está obligado a responder frente al
adquirente por la evicción, por los vicios ocultos del bien o por sus hechos propios,
que no permitan destinar el bien transferido a la finalidad para la cual fue adquirido o
que disminuyan su valor.”
Este artículo hace hincapié, además de las facultades u obligaciones, tanto del
transferente como del adquirente; a las causales por las que se pueden llevar a cabo la
institución del saneamiento contractual; tales como la evicción, vicios ocultos
contenidos en el bien, que no se han podido percibir con anterioridad, o por hechos,
propio del transferente.
Ahora bien, el Código Civil contempla aspectos de inmediata continuidad, o que
pueden ser utilizados, para casos particulares como en la totalidad de los casos, como
teneos el Destino Normal del Saneamiento (Art. 1486° CC.) desatino que se va a
presumir según las características del bien dado como derecho de propiedad,
posesión o para su uso; en caso que las partes contratantes no hayan especificado su
utilidad o su uso específico. Por ejemplo si A vende a B un vehículo automotor
(camión) tipo furgoneta, se presume que el uso de dicho bien, es para el transporte de
material pesado en la tolva, por ende, su soporte debe ser de una cantidad
considerable de objetos.
El siguiente artículo (1487° C.C.) menciona la Transmisibilidad del Saneamiento, en
el cual las prerrogativas, tanto del transferente como del adquirente, en caso de
fallecimiento, son transmitidas a sus herederos, según la posición contractual de los
sujetos que han sido parte interviniente.
Este artículo halla complemento con el 1488°, artículo que establece que el
adquirente puede exigir el saneamiento tanto a su inmediato transferente como a los
anteriores a éste, en la medida que éstos hubieran estado obligados a ello con
respecto a sus inmediatos adquirentes. Cabe recalcar además que los plazos de
caducidad de las acciones de saneamiento contra los transferentes anteriores al
inmediato se cuentan a partir de la celebración de sus respectivos contratos.

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Nuestro Ius Civile nos da además, la facilidad de que tanto adquirente como
transferente, puedan llegar a un Acuerdo sobre Saneamiento (Art. 1489° C.C.) en el
cual los contratantes tienen la facultad de ampliar, restringir o suprimir la obligación;
pero ejerce un límite, el cual está contemplado en el 1528° del Mismo Libro
Normativo. El antes mencionado, nos habla sobre la nulidad de los pactos de
Saneamiento, en el caso que esta Institución hay sido causada por un hecho
voluntario del transferente; salvo juicio del juez, cuando la justificación se halle
contemplada en el Contrato.
Por último, se nos presenta la posibilidad de una venta forzosa realzada por
autoridades entidades autorizadas por ley (Art. 1490° C.C.), en donde el saneamiento
solo comprenderá la restitución del precio de la transferencia.

2. CAUSALES.
El saneamiento significa la obligación del transferente de responder o resarcir al
adquirente, si el bien objeto del contrato, no cumple con la finalidad para el cual fue
adquirido, o disminuya su valor, por cualquiera de las siguientes causas: evicción,
por los vicios ocultos del bien o por sus hechos propios.

1. SANEAMIENTO POR EVICCIÓN.


Art. 1491°. Saneamiento por Evicción.
“Se debe el saneamiento por evicción cuando el adquirente es privado total o
parcialmente del derecho a la propiedad, uso o posesión de un bien en virtud de
resolución judicial o administrativa firme y por razón de un derecho de tercero,
anterior a la transferencia.”
Evicción proviene del latín “evictios”, derivada del verbo latino evincere que
significa vencer en juicio.
La evicción es una situación jurídica que se caracteriza por la privación total o
parcial de una cosa, sufrida por su adquirente, en virtud de una sentencia judicial
o administrativa. Por la evicción se priva al adquirente de todo o parte del
derecho sobre el bien adquirido (por contrato oneroso o gratuito), por efecto de
una resolución judicial o administrativa firme que reconoce un derecho de
tercero, anterior a la transferencia.

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2.1.1. REQUISITOS.
Según el análisis realizado al artículo 1490° del Código Civil, se deducen
los siguientes:
Que el comprador sea privado del todo o parte de la cosa comprada a
consecuencia de un derecho que intente un tercero sobre la cosa.
Que la privación que sufre el comprador tenga una causa anterior a la
transferencia.
Que la evicción se produzca por sentencia judicial o administrativa.

2.1.2. TIPOS.
Se distinguen dos grandes Grupos:
Evicción Total, en el cual el adquirente se ve privado de todo el
derecho adquirido, quedando sin título alguno.
Evicción Parcial (Art. 1501° C.C.); mediante la cual  el
adquirente tiene el derecho de recibir el valor de la parte del bien
cuyo derecho se pierde. Es oportuno resaltar que el adquirente se
encuentra en toda la facultad de resolver el contrato, si esa parte es
de tal importancia con respecto del todo que la haga inútil para la
finalidad de la adquisición.

2.1.3. DERECHOS EN SANEAMIENTO. (Art. 1495° C.C.)


El adquirente tiene el derecho a pedir al transferente:
El valor del bien al momento de la evicción.
Los intereses legales desde la evicción.
Los frutos devengados.
Las costas del juicio de evicción.
Los tributos y gastos del contrato que fueron pagados por el
adquirente.
Las mejoras hechas de buena fe por el adquirente.
La indemnización de daños y perjuicios ocasionados al adquirente. 

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2.1.4. PÉRDIDA DEL DERECHO (Art. 1500° C.C.)
El adquirente pierde el derecho de exigir el saneamiento en los siguientes
casos:

Si no pidió y cuidó que se citara al transferente con la demanda del


juicio de evicción.
Si se sometió la causa a arbitraje sin asentimiento del transferente.
Si transigió el juicio sin anuencia del transferente.
Si conocía que el bien era litigioso o ajeno.
Por caducidad (después de un año).

2.1.5. NATURALEZA JURÍDICA.

Torres (2016), explica que “La obligación de saneamiento por evicción es


un elemento natural del contrato, está en la naturaleza misma del contrato
de transferencia de la propiedad, uso o posesión de un bien, pero no es de
su esencia; es una obligación impuesta al transferente por ley. Para algunos
códigos el saneamiento por evicción es una obligación de garantía de
posesión pacífica del bien” (p. 35)

2. SANEAMIENTO POR VICIOS OCULTOS.


Art. 1503°. OBLIGACIÓN DE SANEAMIENTO POR VICIOS
OCULTOS.
“El transferente está obligado al saneamiento por los vicios ocultos existentes al
momento de la transferencia.”
Torres (2016), manifiesta que “en su sentido lato, los vicios redhibitorios son los
defectos, imperfecciones, anomalías, deterioros, averías, existentes en el bien al
momento de la transferencia (art. 1503), no susceptibles de ser apreciados a
simple vista por el adquirente actuando con diligencia de acuerdo con su aptitud
personal y con las circunstancias (art. 1504), que disminuyan su valor o que lo
hagan inútil para la finalidad para la cual fue adquirido (art. 1485).”
Spota (1979): “el vicio redhibitorio es un defecto oculto de la cosa, o sea, que se
opone al vicio aparente. El defecto de la cosa no es “oculto” si el adquirente lo
conocía; o aún, si en razón de “su profesión u oficio” debía conocerlo; esto
último porque la ley exige una buena fe-diligente, es decir, procediendo el
contratante “con cuidado y previsión”.

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Vicio oculto es el que existía al momento de la transferencia pero que no era
visible o conocido por el adquirente. Una de las condiciones más importantes
para que tenga cabida esta figura es que los vicios ocultos deben existir al
momento de la transferencia. Y es lógico que sea así, pues el transferente está
obligado de transferir el bien libre de defectos que comprometan su uso idóneo.
El Art. 1504 del C.C. establece que no se consideran vicios ocultos los que el
adquirente pueda conocer actuando con diligencia exigible al momento de
recibir el bien.
2.2.1. CLASES DE VICIOS.
Vicios físicos.- La noción del vicio oculto está ligada a la
existencia de deterioros, anomalías y defectos físicos del bien no
susceptibles de ser apreciados a simple vista y que de alguna
manera afectan el derecho del adquirente a su adecuada
utilización.
Falta de cualidades.- Hay lugar al saneamiento si el bien carece
de las cualidades prometidas que le dan valor al bien o lo hacían
apto para la finalidad de la adquisición.
Vicio jurídico.- Hay lugar al saneamiento cuando existan cargas,
limitaciones o gravámenes ocultos y de los que no se dio noticias
al celebrarse el contrato.

2.2.2. NATURALEZA JURÍDICA.

Torres (2016): “En cuanto a su naturaleza jurídica, al igual que el


saneamiento por evicción, el saneamiento por vicios ocultos es un
elemento natural de todo contrato, oneroso o gratuito, por el que se
transfiere la propiedad, uso o posesión de bien, pero no es de la esencia del
contrato por lo que la obligación puede ser incrementada, disminuida o
suprimida.”(p.68)

Es importante agregar que el tema de la prueba de demostrar la mala fe del


transferente, es de cargo del adquirente.

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2.2.3. REQUISITOS.

Para que se lleve a cabo el Saneamiento Contractual por actos Ocultos, es


necesario la intervención de:

Que los vicios sean Ocultos; es decir, que los defectos antes
mencionados, que van a perjudicar la utilidad del bien materia de
trasferencia, no hayan sido advertidos por el adquirente al
momento de la celebración del Contrato.
Que dichos vicios sean anteriores o concomitantes a la
transferencia; es decir, los vicios ocultos que dan lugar al
saneamiento son los existentes con anterioridad o simultáneamente
con la transferencia de la propiedad, uso o posesión del bien,
puesto que el transferente está obligado a transferir un bien que se
encuentre libre de vicios que afecten la finalidad para la cual es
adquirido.
Que la transferencia del bien sea en propiedad, uso o posesión;
En cuanto al tercer requisito, la transferencia del bien puede ser no
sólo en propiedad, sino también en uso o posesión. A diferencia del
Código de 1936 en el que el saneamiento por vicios ocultos tenía
lugar en la transmisión a título oneroso, en el Código vigente, la
obligación de sanear existe tanto en las transferencias a título
oneroso como en las a título gratuito.
Que los vicios no permitan destinar el bien a la finalidad para
la cual fue adquirido o que disminuyan su valor; establece que
no cualquier vicio genera la obligación de sanear, sino solamente
los que revisten cierta gravedad, la cual es regulada desde dos
perspectivas: 1) que los vicios no permitan destinar el bien a la
finalidad señalada en el contrato o, a falta de ésta, al destino, que
según la apreciación general, se da normalmente a los bienes
semejantes; o 2) que deprecien el valor del bien.

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En este punto nos detenemos para agregar que es importante también qué
sucede cuando el bien que se promete no es concordante con el que se
transfiere. Pues bien, el artículo 1505° del Código Penal establece que sí se
puede llevar a cabo un saneamiento contractual, ya que existe un engaño
respecto a el bien que se ofrece o a las cualidades que lo hacían apto ´para
la actividad para la que se iba a designa.

2.2.4. EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN.

El Código Civil dota al adquirente de la prerrogativa de solicitar la


resolución del contrato, en relación a la obligación de saneamiento del
transferente. (Art. 1511° C.C.)

La resolución a que se refiere el artículo 1511 impone al transferente la


obligación de pagar al adquirente:

El valor que tendría el bien al momento de la resolución, si es que


no existiera el vicio que lo afecta, teniendo en cuenta la finalidad
de la adquisición.
Los intereses legales desde el momento de la citación con la
demanda.
Los gastos o tributos del contrato pagados por el adquirente.
Los frutos del bien que estuviesen pendientes al momento de la
resolución.
La indemnización de daños y perjuicios, cuando el transferente
haya incurrido en dolo o culpa respecto de la existencia de los
vicios.

Nos parece acertado también, acotar lo concerniente a la Acción


Estimatoria, en la cual el adquirente, y en razón del saneamiento
contractual realizado por el transferente, pide que se le pague lo que el
bien vale de menos.

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3. SANEAMIENTO POR HECHO PROPIO DEL TRASFERENTE.
Art. 1524°. SANEAMIENTO POR HECHO PROPIO DEL
TRANSFERENTE.
“El transferente está obligado al saneamiento por hecho propio que disminuye el
valor del bien, lo hace inútil para la finalidad de su adquisición, o reduce sus
cualidades para ese efecto.”
En este recepto se habla de una acción cometida por el transferente, la cual hace
que el bien materia de transferencia reduzca su valor, por lo tanto, haciendo casi
inservible para la finalidad para lo cual fue adquirida.
Parafraseando a Aníbal Torres Vásquez, para que el Saneamiento Contractual
por esta causal, se lleve a cabo, es necesario un presupuesto, es decir la buena fe
lealtad, que no es más que impone al transferente el deber de abstenerse de toda
clase de perturbaciones de hecho y de derecho que menoscaben el derecho del
adquirente de destinar el bien, útil y pacíficamente, a la finalidad de su
adquisición, o que reduzcan sus cualidades para esa finalidad, o que disminuya
su valor.
Torres (2016), entonces, refiere que “Si el transferente viola éste deber
contractual de abstención surge para él, y sus herederos a título universal, la
obligación de sanear. La obligación de saneamiento por hecho propio del
transferente se debe al adquirente y a todos los que adquieran de éste el bien, sea
a título universal o particular, oneroso o gratuito.” (p. 122)
2.3.1. ACCIÓN RESOLUTORIA Y ESTIMATORIA. (Art. 1525° C.C.)
En concordancia con esta actividad, el adquirente, en razón del
saneamiento del transferente, puede ejercer la Acción Resolutoria, y la
Acción Estimatoria, acotando además que las acciones tomadas por el
adquirente son excluyentes, es decir, solo debe primar a elección, una de
las acciones, para que la otra no tenga ya ningún tipo de efecto.
2.3.2. CADUCIDAD. (Art. 1526° C.C.)

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La acción resolutoria y la quanti minoris caducan a los tres meses si se
tratan de bienes muebles y a los seis, si son inmuebles. Por ser estos plazos
de caducidad, el juez los puede declarar de oficio o a petición de parte (art.
2006).

2.3.3. EXCEPCION DE SANEAMIENTO. (Art. 1527).


Si el transferente demanda judicialmente con el fin de enervar cualquiera
de los derechos que el mismo ha transferido mediante un contrato, el
adquirente tiene la facultad de deducir la excepción de saneamiento, como
un medio de defensa de fondo, con el fin de poner término definitivamente
al proceso judicial.

3. FINALIDAD.

La finalidad del Saneamiento Contractual es que el transferente esté obligado a


responder frente al adquirente, por la evicción, por los vicios ocultos del bien o
por sus hechos propios, siempre que el bien adquirido no cumpla
la finalidad para la cual fue adquirido o que disminuya su valor.

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4. CONCLUSIONES

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5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Torres, A. (2016). Teoría General del Contrato. Tomo II. Lima: Gaceta Civil
Spota, A. (1979). Instituciones de Derecho Civil: Contratos. Buenos Aires:
PALESTRA.
Decreto Legislativo N° 295(1984). Código Civil. Diario Oficial “El Peruano.”: Lima.

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