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educar.
Los cinco criterios a tener en cuenta para una disciplina positiva según la
autora Jane Nelsen en su libro “Cómo educar con firmeza y cariño” son:Este
es un elemento de encabezado personalizado
1- Es amable y firme al mismo tiempo (respetuosa y motivadora)
Muchos de nosotros nos sentimos frustrados cuando nos
vemos dando bandazos del exceso de permisividad al exceso de
autoridad. Que se nos “suben a las barbas”, autoritarios. Que
nos pasamos de estrictos y severos y nos sentimos
mal, permisivos.
Jane Nelsen, una de las creadoras de la Disciplina Positiva, se
sentía un fracaso como madre antes de conocerla. Cuando
era permisiva, no soportaba a sus hijos. Cuando era autoritaria,
no se soportaba así misma. Se veía pasando de un extremo al
otro y eso, le hacía sentir mala madre y también
provocaba confusión en sus hijos. La Disciplina Positiva le dio
la simetría entre firmeza y cariño, el centro, el punto de
equilibrio.
Los niños y niñas necesitan límites para crecer adecuadamente.
Aprender cómo gestionar estos límites y la manera de
aplicarlos, será vital y marcará la diferencia en este aspecto.
¿Qué es la Disciplina Positiva?: El equilibrio entre firmeza y
cariño.
La Disciplina Positiva consiste en encontrar el equilibrio entre
las necesidades de los padres, las necesidades de los hijos e
hijas y las situaciones que se nos presenten.
Con esta gráfica vamos a entenderlo muy rápidamente:
Mucho cariño y nada de firmeza, da permisividad.
Mucha firmeza y nada de cariño, da control excesivo
o autoritarismo.
Nada de cariño ni firmeza, es el caos.
Mucho cariño y mucha firmeza, da Disciplina Positiva.
Como ya vimos en el primer post en el que hablamos sobre la
importancia del ejemplo (puedes leerlo aquí), dadas
las circunstancias históricas en España, la manera de educar y
aplicar disciplina, generalmente era muy autoritaria y
restrictiva. Algunas familias a las que nos educaron de esta
manera, tendemos a hacer lo contrario y con ello caemos en
la permisividad.
Volver al centro de equilibrio es un maravilloso regalo que nos
da la Disciplina Positiva. Pero creo que el cambio más
satisfactorio es la sensación de volver a encontrar la
confianza en nosotros mismos como padres y madres y
el sentimiento de capacidad que los otros modelos de crianza y
educación, nos quitaban.
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en mis cursos presenciales que comenzaré este mes en Málaga
(Puedes proponer sugerencias de lugares) y próximamente en
mis talleres online de disciplina positiva.
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Por Francisca Kelly, consultora académica de los equipos
técnicos de inglés y EPC de SEDUC.
“La disciplina positiva es una gran vía de formación, ya que
desarrolla habilidades de vida en los niños y fomenta relaciones
respetuosas entre ellos y los adultos. Es por eso que hay que
trabajarla siempre. Sin embargo, durante estos días de
cuarentena su importancia crece aún más, dado el contexto de
pandemia y de encierro, y la cantidad de tiempo que estamos
pasando con los niños mientras intentamos trabajar, a lo que se
suma que debemos preocuparnos de sus estudios. Por eso,
puede que estemos más estresados y demandados que lo
normal. En ese sentido, las estrategias de disciplina positiva nos
vienen muy bien porque, por un lado, es muy importante que
recordemos el autocuidado de los adultos – ya que estamos
más irritables y perdemos la paciencia más rápido – y por otro
lado, para que tengamos estrategias para promover una
convivencia más sana, respetuosa y agradable, tanto para los
niños como para los adultos.
¿Qué consejos prácticos daría para trabajar la disciplina positiva?
Por el lado de los adultos, la importancia del autocuidado: darse
un el tiempo, aunque sean unos pocos minutos al día, para hacer
algo que disfruten: leer, salir a caminar un ratito en el jardín,
hacer ejercicios, o lo que sea para relajarse. Por otro lado, en
cuanto a la relación con sus hijos, recomiendo que cuando exista
un problema en la casa con algún niño, se sienten con él y con
la familia para buscar soluciones entre todos. Así se entrega
mucha más responsabilidad a los niños en la búsqueda de
soluciones, para que no siempre éstas sean impuestas por los
adultos.
También necesitamos flexibilidad para que todos estemos un
poco más contentos en el encierro, así como la colaboración de
todos para seguir las reglas de la casa. Y es genial si se hace una
reunión familiar, y se decide a través de la opinión de todos, por
ejemplo, cómo mantener la casa limpia o cómo nos vamos a
organizar con el uso de los computadores. En todo lo anterior los
niños deben participar activamente en la búsqueda de
soluciones, para que, reitero, no siempre se impongan las
decisiones de los adultos.
Todo lo anterior es muy importante, porque, con la práctica de la
disciplina positiva, los niños logran desarrollar una gran
autonomía, autocontrol y autoestima, y les permite ser
autocríticos y no necesitar siempre de la valoración del adulto”.