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Acerca de los delitos que exigen calidades especiales de su autor, han sido clasificados
por la doctrina como delitos especiales, para diferenciarlos de los comunes,
definiéndolos “como aquellos donde se describe una conducta que sólo es punible a
título de autor si es realizada por ciertos sujetos, de modo que los demás que la
ejecuten no pueden ser autores ni de éste ni de ningún otro delito común que castigue
para ellos la misma conducta” (ver Der. Penal Parte General Mir Puig).
El caso es el siguiente:
En lo que aquí nos interesa, el hecho consistió en lo siguiente: Fabio Farchetto era el
único titular de una cuenta corriente bancaria con la cual podía emitir cheques. Tenía
un hermano, Mauro Farchetto que le manejaba su chequera, ya que se encontraba
inhibido de ejercer el comercio. En estas circunstancias, éste último, y con el objetivo
de realizar un negocio con un tercero, Perulero, a quién luego estafaría con la
maniobra, le entregó un cheque perteneciente a la cuenta de su hermano Fabio y
suscripto por éste último, recibiendo como contraprestación una disposición
patrimonial. Luego, y con la finalidad frustrar el cobro del cheque, Mauro, manifestó
falsamente ante la autoridad policial, que el referido valor había sido extraviado.
Muñido de ésta constancia, y desconociendo su falsedad, Fabio Farchetto solicitó a la
entidad crediticia que, presentado que fuera el cheque al cobro, no se pagara, ya que el
mismo había sido extraviado. A su turno, Perulero presentó el cheque, y, ante la
denuncia de Fabio Farchetto, la entidad crediticia se negó a pagarlo. Hasta aquí los
datos del hecho que son de relevancia. El Tribunal de juicio lo condenó a Mauro
Farchetto como supuesto partícipe necesario del delito de Frustración maliciosa de
cheque (art. 302 inc. 2 del CP).-
III. Advertencias:
1. Fabio Farchetto fue sobreseído por el Juzgado de Instrucción ya que consideró
que había actuado en error sobre uno de los elementos del tipo objetivo,
debido a que se comprobó que desconocía sobre la falsedad de la denuncia de
extravío del cheque, trama que había sido urdida por su hermano Mauro.
3. La figura, en el tipo objetivo exige dos actos, por un lado la emisión del cheque
por parte del titular de la cuenta, y por el otro, la contraorden de no pago
efectuada por la misma persona a la entidad bancaria a la cual pertenece la
cuenta. Sobre estas cuestiones típicas, se ha manifestado: “…Es un delito
especial propio, toda vez que la contraorden de pago sólo puede ser dada por el
librador del cheque”. En tanto que sobre la acción típica se sostiene: “el tipo
objetivo está estructurado por dos momentos: librar un cheque y dar la
contraorden de pago (ver Codigo Penal Comentado y Anotado Andres D’alessio
Director Parte Especial pag. 1023).
4. Del relato del hecho dado por cierto por el Tribunal de sentencia, surge
claramente que quien era el titular de la cuenta bancaria y había suscripto el
cheque, por lo tanto el que reunía las calidad exigidas por el tipo penal, era
Fabio Farchetto mientras que, el que manejaba la cuenta de hecho, había
entregado el título a Perulero y realizado la falsa denuncia de extravío ante la
autoridad policial, era Mauro Farchetto. Además, Fabio Farchetto,
desconociendo la falsedad de la denuncia, había solicitado a la entidad bancaria
que el referido valor no se pagara cuando fuera presentado por el ocasional
tenedor a su cobro. Dicho desconocimiento le valió el sobreseimiento del Juez
de Control en la etapa investigativa, toda vez que, había actuado en error sobre
ésta última circunstancia que exige el tipo delictivo.-
Luego, a diferencia de lo que sostiene el defensor, dice que en el caso en análisis, éste
presupuesto se ha dado, toda vez que el titular de la cuenta corriente Fabio Farchetto
ha cometido un hecho ilícito, esto es, típico y antijurídico, más no lo ha hecho con el
dolo específico exigido por la figura delictiva, ya que la misma exige que el hecho haya
sido cometido con malicia.
Puntualiza que Fabio Farchetto era el titular de la cuenta, que había suscripto el valor,
pero quien administraba la cuenta era Mauro, su hermano, siendo éste último quien
había efectuado la denuncia de extravío del cheque para, de esa manera imposibilitar
el cobro por parte de Perulero, circunstancia que no le era conocida a Fabio Farchetto.
Concluye que éste último realizó con su conducta todas las exigencias objetivas del tipo
penal previsto en el art. 302 inc. 3 segundo supuesto del CP, no ocurriendo lo mismo
con las exigencias subjetivas de dicha figura penal, ya que actuó con un error que
excluyó su dolo.-
Si bien acuerda con el voto mayoritario acerca de los requisitos de la partición criminal
en cuanto a que ésta es accesoria de un hecho principal antijurídico, en el caso
concreto consideró que éste no existió. Que la sentencia del Juzgado que intervino en
la etapa investigativa y que sobreseyó a Fabio Farchetto, lo hizo en razón que éste tan
solo había emitido el cheque, sin que fuera él quien hubiera efectuado la denuncia de
extravío, con lo cual no se había probado la realización de un ilícito por parte de quién
era el único que reunía las condiciones típicas para llevarlo a cabo, sin llegar a analizar
el contenido subjetivo del actuar, ya que el Juez de Instrucción nunca ingresó en su
análisis la cuestión de la culpabilidad. En definitiva, considera le asistía razón al
impugnante toda vez que no se ha dado el presupuesto que requiere de la existencia
de un ilícito al cual aporta el partícipe.
Mauro Farchetto no era el titular de la cuenta corriente, por ende no reunía las
condiciones que el tipo delictivo exige para ser autor, como requiere la figura prevista
en el art. 302 inc. 3 del CP., entonces no se lo puede responsabilizar como tal por su
conducta. Esa sola circunstancia exigida por el tipo, nos dispensa de mayores
consideraciones en cuanto a distinguir el grado de aporte a un hecho y su calificación,
cuando en el mismo han intervenido más de una persona, como en el presente. De
responder por su aporte, sólo lo podrá hacer a título de partícipe, siempre y cuando se
den las condiciones para ello, esto es la existencia de un injusto.
Bajo éste prisma analicemos el caso. Quien era la única persona que reunía las
calidades especiales para ser autor del delito de Frustración Maliciosa de Cheque (art.
302 inc. 3 del CP), Fabio Farchetto, suscribió el cheque, bloqueó su pago, pero
incurriendo en error, ya que desconocía la falsedad de la denuncia de extravío. Luego,
su conducta, si bien objetivamente contaba con las exigencias típicas, no ocurrió lo
mismo con el aspecto subjetivo, porque actuó en error sobre parte de las
circunstancias típicas. La ausencia de dolo impide considerar la antijuridicidad del
comportamiento.
Sin un hecho ilícito como presupuesto, los aportes que realizan aquellos que no reúnen
la calidad exigida por el tipo penal, en el caso Mauro Farchetto, no resultan posible
subsumirlos en el tipo de participación, ya que, como se dijo, ésta es accesoria de un
hecho típico y antijurídico.
A esta solución se llegó autos “Vitanza/Odi del Tribunal Oral Penal Económico nro. 1 de
fecha 28/10/1998, cuando resolvió: “…si el titular de la cuenta corriente actuó incurso
en un error sobre la legitimidad de la contraorden de pago, porque otro le manifestó
falsamente haber perdido los cheque, se trata de un error de tipo. Existió autoría
mediata de un “extraneus” que había empleado al instrumento cualificado –titular-, y
que por ello no puede responder como autor. Tampoco cabe considerarlos como
instigador debido a la ausencia de injusto en el cuentacorrentista y a la accesoriedad de
la participación (fallo citado en D´alessio pág. 1025).
También habría impunidad si, quien reúne las condiciones que exige el tipo se vale de
quien no las reúne y lo alienta a que lleve a cabo la conducta de manera dolosa. La del
intraneus, porque no tiene el dominio del hecho, en tanto que la del extraneus, porque
no tiene las calidad especiales. No pareciera ser esto lo que ha querido el legislador.
Éste autor propone la siguiente distinción en la construcción de los tipos delictivos, que
luego veremos, tendrá incidencia en el instituto de la Participación, y nos permitirá
ensayar una conclusión distinta a las hasta aquí desarrolladas. Así, reconoce dos
manera que tiene el legislador para atrapar las conductas típicas y respetar el principio
de legalidad.
Una, los delitos de acción, donde la figura central del suceso ocasionado por varias
personas se determina conforme a la teoría del dominio del hecho. Aquí se describen
“las conductas más intolerablemente dañosas socialmente que se pretenden conminar
con pena: los asesinatos, las lesiones, la estafa etc. En este caso se puede hablar de
delitos de acción, en ellos la figura central del suceso ocasionado por varias personas se
determina conforme al dominio del hecho…” (ver Roxin pág 179)
Frente a ellos, proponiendo una segunda forma, el legislador determina el tipo a partir
de los deberes cuya infracción provocan o no evitan la producción del resultado típico
al que se castiga. Así: “…el segundo método consiste en la conexión con deberes
constitutivos del tipo que han experimentado su concreción en los más diversos
ámbitos del ordenamiento jurídico y cuya infracción provocadora o incluso no
evitadora del resultado típico se lo conmina con pena” (ver Roxin pág. 179).
En un hecho delictivo donde han intervenido dos o más sujetos, el distinguir entre el
autor y el partícipe, a diferencia de los delitos de dominio del hecho donde la
importante es la acción, el comportamiento exteriorizado y el dominio que se tenga del
mismo, en los delitos de infracción de deber, “la figura central entre varios
intervinientes es quien infringe el deber pretípico que le incumbe y de este modo
contribuye por acción u omisión al resultado, siendo indiferente la magnitud de la
participación externa en el resultado o el dominio del hecho” (Roxin pag. 180).
Los deberes que fundamentan la autoría no son todos de la misma clase. La mayoría de
las veces describen un injusto especial referido al autor (como la cualidad de
funcionario público o autoridad) o el tener encomendada o confiada la cosa (omisión
de restitución defraudatoria); mientras que la otra manera en que se imponen los
deberes es al solo efecto de delimitar los tipos especializando al autor (como puede ser
el caso que comentamos de frustración maliciosa de cheque) (ver Roxín pág. 180).
Llevado al caso que nos ocupa, si siguiésemos la postura del dominio del hecho como
criterio distintivo entre los varios que intervienen en un suceso, como se siguió en el
punto VI. 2, para distinguir entre autor y partícipe, concluiríamos en la impunidad del
mismo. De Fabio Farchetto, porque, si bien reunía las calidades personales que exige la
figura, no tuvo el dominio del hecho, desconocía la falsedad de la denuncia de extravío.
De Mauro Farchetto porque si bien tuvo el dominio del hecho, no reunía las calidades
especiales del tipo.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA.
ROXIN, Claus “Derecho Penal Parte General Tomo II Especiales forma de aparición del
delito” Trad. Y notas: Diego-Manuel Luzón Peña (Director) José Manuel Paredes
Castañón; Miguel Diaz y Carcía Conlledo; Javier de Vicente Remesal.