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4141.05.

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Santiago de Cali,

Doctor
MIGUEL YUSTI MARQUEZ
Secretario de Gobierno, Convivencia y Seguridad
Presente

ASUNTO: OFICIO No. SCSC-513-05-F DE SEPTIEMBRE 8 DE 2005.

Se ha radicado en esta dirección, el oficio de la referencia mediante el cual la


doctora Franceline Plaza Serrato profesional de la Subsecretaría de Convivencia
y Seguridad Ciudadana, solicita concepto jurídico en el sentido de establecer la
legalidad en la emisión del certificado de seguridad expedido por el Cuerpo de
Bomberos Voluntarios a los establecimientos comerciales y si es potestad de esa
entidad el reglamento de las tarifas para el cobro del mismo.

De acuerdo a su requerimiento, este despacho conceptúa en los siguientes


términos:

Los Cuerpos de Bomberos Voluntarios surgen como desarrollo del derecho de


asociación consagrado en el artículo 38 de la Constitución y están definidos
legalmente como asociaciones cívicas, sin ánimo de lucro, de utilidad común y
personería jurídica, organizadas para la prestación del servicio público de
prevención y atención de incendios y calamidades conexas. (Art. 7 de la Ley 322
de 1996).

En efecto, la ley es clara en señalar que esas entidades asociativas se desarrollan


para la prevención de incendios y calamidades y como tal se encargan de un
servicio público ya que tienen una función específica en relación con las
emergencias derivadas de incendios, explosiones y calamidades conexas.
Actividad que debe ser desarrollada por personal dotado de unas capacidades y
conocimientos especiales para garantizar la eficiente prestación del servicio.

Dicha actividad bomberil, se encuentra consagrada en el artículo 12 de la Ley 322


de 1996, señalando que los Cuerpos de Bomberos entre otras funciones, tienen
las de “Servir de organismo asesor de los distritos, municipios, territorios
indígenas, áreas metropolitanas y asociaciones de municipios, en seguridad
contra incendios y calamidades conexas” y “Colaborar con las autoridades en el
control de las necesidades obligatorias de seguridad contra incendios y desarrollar
su supervisión y control en los demás casos en que se figure delegación”.
Por su parte, la Ordenanza 145 A de enero 9 de 2002, (Código Departamental de
Policía) en desarrollo de la referida ley, establece en el artículo 47 que:

“Los Cuerpos de Bomberos serán las instituciones encargadas de la supervisión y


el control de las medidas obligatorias de seguridad contra incendios o demás
calamidades, en las industrias, establecimientos educativos, edificios u oficinas
públicas, establecimientos abiertos al público y en todas aquellas actividades y
eventos que por su objeto requieran el cumplimiento de tales medidas, conforme a
lo establecido en esta norma”.

Estableciendo dicha disposición en sus artículos 52, 54 y 55, que en las industrias
o establecimientos comerciales o públicos, conjuntos residencias,
establecimientos educativos, edificios u oficinas públicas, deben existir sistemas
de protección contra incendios en perfecto estado de funcionamiento y que los
Cuerpos de Bomberos de la Municipalidad determinarán el diseño, la calidad y el
tamaño de los mismos, respetando las normas internacionales de seguridad
humana.

Por último, establece el artículo 55 que los Cuerpos de Bomberos revisarán


periódicamente los aparatos e instalaciones destinadas a combatir incendios y
ordenarán las reparaciones y mejoras necesarias, de acuerdo a las tarifas
establecidas para ello.

Tarifas que fueron establecidas siguiendo los lineamientos del artículo 16 de la


Ley 322 de 1996 al señalar que los Cuerpos de Bomberos no podrán cobrar suma
alguna a la ciudadanía o exigir compensación de cualquier naturaleza en
contraprestación a los servicios de emergencia, definiendo ésta como aquellos
servicios que atiendan una situación de desastre incendiario y conexos, real o
inminente.

Nótese entonces, que la prohibición de la norma trascrita es expresa, al indicar


que el cobro no procede tratándose de aquellos servicios de emergencia y cuando
la ley es clara y precisa es decir que no presenta equivoco alguno en su
interpretación es imperativa y de estricto cumplimiento, siendo por tanto,
procedente el cobro de los certificados de seguridad que no tienen otra finalidad
cual es ejercer la supervisión y el control de las medidas obligatorias de seguridad
en materia de incendios que deben contemplar los establecimientos industriales y
comerciales acorde con lo dispuesto en el Código Departamental de Policía.

En este aspecto, la Corte Constitucional ha expresado que el poder de policía , o


“la facultad de hacer la ley policiva mediante la expedición de normas jurídicas
objetivas de carácter general e impersonal dictadas por el órgano representativo
con el fin de limitar los derechos individuales en función del bienestar general”,
radica como regla general en cabeza del Congreso de la República, y que dentro
del marco normativo que éste señale, las corporaciones de elección popular en
los cuales el constituyente radicó expresa y específicamente la atribución de dictar
normas de policía en ciertos ámbitos, pueden dictar normas generales y
abstractas siempre que las mismas no excedan ni modifiquen lo establecido en la
ley nacional.

Así las cosas, las normas antes referidas están íntimamente relacionadas con la
actividad bomberil consagrada en la Ley 322 de 1996, cuya única finalidad es
asegurar el orden público, pues las medidas adoptadas en la citada Ordenanza
no son otra cosa que procurar la conservación y restablecimiento del orden público
que resulta de la prevención y eliminación de las perturbaciones en sus aspectos
de seguridad, tranquilidad, salubridad, moralidad, etc, en cumplimiento de los fines
esenciales del Estado.

Atentamente,

MIGUEL ANGEL ARIAS BAQUERO


Director Jurídico Alcaldía
Proyectó: Claudia Patricia Vargas O.
Revisó: María Ximena Román García
Radicación No. 3546 de 9 de septiembre

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