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El Reino # 96 – Cristo la Plenitud de Dios.

COL 1:15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, (16) porque
en Él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles: tronos,
dominios, principados, potestades; todo fue creado por Él y para Él, (17) y Él es antes de todas
las cosas, y todo subsiste en Él, (18) y Él es la cabeza del cuerpo, de la Iglesia. Él es el principio,
el primogénito de los muertos, para que en todo tenga Él la preeminencia, (19) por cuanto
plugo que la plenitud de todo habitara en Él, (20) y por medio de Él reconciliar consigo mismo
todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz
por medio de Él, por la sangre de su cruz.
COL 2:9] Porque en Él vive corporalmente toda la plenitud de la Naturaleza Divina,
EFE 3:16] para que os dé, conforme a la riqueza de su gloria, ser fortalecidos con poder
en el hombre interior por su Espíritu; (17) para que habite Cristo por la fe en vuestros
corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, (18) seáis plenamente capaces de
comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, y la altura, y la profundidad,
(19) y así conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de
toda la plenitud de Dios.
EFE 4:11] Y Él mismo dio: unos, apóstoles; otros, profetas; otros, evangelistas; y otros,
pastores y maestros; (12) a fin de adiestrar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, (13) hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento pleno del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo.
Jesucristo fue y ES la plenitud de Dios. Pero ahora Dios también nos ha llamado a ser la
"plenitud de Dios" y la "plenitud de Cristo" el Hijo divino. Desde entonces éste es un
pensamiento tan radical que es necesario buscar fuera lo que esto quiere decir. Fácilmente
podríamos aceptar que Jesucristo, el Hijo Sagrado, fue la plenitud de Dios, el Padre, pero aún
dar a entender que el creyente pueda desarrollarse hasta que pueda ser la plenitud de Dios es
demasiado para considerar. ¿Qué quiere decir esta posibilidad para nosotros personalmente y
cómo podríamos comenzar?
Primero necesitamos comprender que Jesucristo no restringió u obstaculizó a Dios, Su
Padre, de aparecer en manifestación a través de Él. El Padre pudo ambas cosas, hablar y actuar
a través de Jesús. Mientras rápidamente podamos aceptar este hecho acerca de Jesús, podría
esto ser realmente una posibilidad espiritual para nosotros y que podamos también ser llenos
de Cristo aquí en la tierra. Varias Escrituras nos sugieren que esto no sólo es posible sino que
debería ser la normalidad. Si fuéramos la plenitud de Cristo “las mayores obras” de las que
Jesús habló podrían ser normales. No que las obras serían “nuestras” sino la manifestación de
Cristo en nosotros.

En el documento no se pudo traducir totalmente textual porque existieron, a nuestro entender, errores gramaticales
que nos lo impidieron. Rogamos al Señor, que tiene control y dominio sobre todas las cosas, que nos guíe para
realizar la traducción correcta.
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JUAN 14:10 ¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que Yo
os digo, no las hablo por mi propia cuenta; sino el Padre que mora en mí, hace sus obras. (11)
Creedme que Yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed a causa de las obras mismas.
JUAN 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que Yo hago,
también él las hará; y mayores que éstas hará, porque Yo voy al Padre. (13) Y todo lo que
pidáis en mi Nombre, eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (14) Si algo me
pedís en mi Nombre, Yo lo haré.
JUAN 14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía,
sino del Padre que me envió.
¿Es posible que ésta sea una realidad espiritual para cada uno de nosotros en quienes el
Espíritu de Cristo mora? Demasiado de lo que hacemos en nuestras vidas es simplemente una
“formalidad” que no manifiesta una realidad espiritual pero cuando el Reino es completamente
predicado seguramente producirá una realidad que puede quedar manifiesta. El problema es
que no todo lo que oímos o que nos afecta emotivamente puede resultar en “realidad
espiritual”, hasta nuestra experiencia está concernida. Saber algo es una cosa pero creerla y
experimentarla es algo diferente. Este es el gran problema con “los oidores de la Palabra.”
2 COR 13:3 puesto que buscáis una evidencia del Cristo que habla en mí, el cual no es
débil para con vosotros, sino que es poderoso en vosotros.
2 COR 13:5 Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos.
¿O no os reconocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros? ¡A menos que estéis
descalificados!
Nuestro llamado para predicar el evangelio del Reino en cada nación requiere que
prediquemos realidad espiritual. Lo que hace real este “evangelio” es cuando el oyente toca al
Cristo que habla en nosotros y para ellos. ¡Si el Reino no es la realidad espiritual no hay razón
para predicar el Reino!
Intentaré definir “realidad espiritual” con un ejemplo simple del bautismo en agua. ¿Es
Romanos 6 solo un acto de quedar mojado donde el énfasis es sobre el agua o sobre las
palabras habladas? ¿Es un acto físico que aceptamos mentalmente como obediencia? ¿El
“poder” está en las palabras o en el agua?
Pablo vio el bautismo como una “realidad espiritual” donde estamos muertos con Cristo,
por lo tanto sepultados con Cristo pero él no se detiene allí. Él vio que también debe haber una
resurrección con Cristo y una vida enteramente nueva. ¿Es posible mojarse pero experimentar
muy poco o nada? Se muestra que esto es exactamente lo que ocurre cuando ninguna fe es
ejercitada. Algunos de hecho enseñan que nada pasará en el bautismo en agua y que esto es
solo un testimonio. Obviamente Pablo vio y experimentó el bautismo en agua como una
realidad espiritual que tuvo un impacto en su vida y en otros que creyeron. Entender el
bautismo para que sea un sepulcro, pero esa resurrección y nueva vida como si fuera algo
diferente o algo futuro ha errado la realidad del bautismo.
Éste puede ser un ejemplo escurridizo pero eso puede demostrar el punto que
arreglarse los ojos y pensamientos en la mecánica de cosas en vez de la realidad espiritual

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que nos lo impidieron. Rogamos al Señor, que tiene control y dominio sobre todas las cosas, que nos guíe para
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detrás de la acción es intentar comprender realidad espiritual con el intelecto. Esto puede ser
un ejemplo escurridizo pero puede demostrar el punto que para arreglar nuestros ojos y
pensamientos en la mecánica de las cosas en vez que la realidad espiritual detrás de la acción
es tratar de comprender la realidad espiritual con el intelecto. Si usamos el ejemplo de la
Mesa de El Señor pudiera ser más claro. ¿Es la Mesa del Señor solo una acción física de tomar
la copa y el pan o es esta una realidad espiritual que solo puede ser únicamente percibida en el
espíritu? Es el pan “el cuerpo de Cristo” para nosotros y es la copa la “sangre de Cristo” para
nosotros. Sin revelación todo lo que vemos y experimentamos son los elementos físicos. ¿Es la
realidad que el pan “se transforma en el cuerpo de Cristo” o que “el vino se transforma en la
sangre de Cristo?”
1 Cor 10:16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de
Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? (17) Puesto que el pan es
uno solo, los muchos somos un solo cuerpo; porque todos participamos del único pan.
La pregunta es esta: ¿Está la realidad simplemente en los elementos o en eso que los
elementos representan? ¿Es posible tomar el pan y la copa y no tener revelación del cuerpo
que fue dado o en el cuerpo en el cual estamos participando? Por supuesto, esto es un común
y un universal error. Para Pablo nosotros los cuales somos muchos somos una hogaza de pan,
es simbólico y habla de realidad espiritual. Esto no es simplemente una cuestión de arte de
hablar o teología o gramática o intelecto pero Pablo está tocando realidad espiritual dentro de
la Mesa del Señor.
En discutir esta materia de “la iglesia” el mismo principio se aplica. Jesús dijo que la
iglesia que Él está construyendo pateará las puertas del infierno. En Su mente no hay varias
iglesias con doctrinas, valores y teología diferentes. Hay sólo una “iglesia” y esa es la única que
Él está construyendo. Obviamente esto no tiene nada que ver con edificios, tradiciones o
cultura pero es ciertamente una realidad espiritual. Puede, inclusive, no tener nada que ver con
hacer una reunión de personas.
Podríamos preguntar; ¿Qué hay acerca de todas estas denominaciones diferentes y las
diversas tradiciones? ¿Son válidas? Jesús lo más probable solo ve lo que es realidad espiritual
como Su iglesia y todas estas otras cosas es el trabajo del hombre. La “vida y espíritu” de la
iglesia deben ser una realidad espiritual en vez de una cierta forma de sujetar la iglesia o incluso
de adoración. Cualquiera que no tenga Su vida no es lo que él está construyendo. La que Él
está construyendo tendrá una revelación del Constructor.
Como otro ejemplo deberíamos considerar el concepto de liderazgo múltiple como una
fuente de protección para la asamblea en el concejo de muchos líderes. El hecho es que
aunque 10 personas estén de acuerdo que algo es correcto, si no han discutido la realidad
espiritual de la guía del Espíritu Santo la decisión está todavía en la carne. Si uno toma la
decisión o 20 personas toman la decisión, la realidad es que es todavía solo carne si no han
discutido la realidad de la guía del Espíritu Santo. Éste es el peligro de ambos un hombre
ministros y decisiones de pizarrón. El liderazgo múltiple no descarta decisiones en la carne.
La “vida del cuerpo” o la vida verdadera de la iglesia entonces sólo puede ser discutida
en el grado que podamos discutir realidad espiritual porque la iglesia no es un grupo mecánico
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de gente reuniéndose juntos.
Tal vez ahora nosotros podemos ver el problema que los ministros verdaderos
encuentran cuando intentan “ministrar a la iglesia.” Si sólo están ministrando “las palabras” en
vez de realidad espiritual, muy poco es logrado en relación a la eternidad. Dios ES Realidad
Espiritual y nosotros le debemos tocar para recibir esta categoría intangible que estamos
llamando “la realidad espiritual” para ministrar. Sé que el término “realidad espiritual” es
bastante abstracto pero hasta el término debe ser discernido en el espíritu en vez de en el
intelecto y eso hace difícil cualquier explicación.
¡Hagamos otra aplicación antes de que sigamos adelante! La Palabra de Dios es más
que una multiplicidad de palabras naturales que cuentan una historia. La Palabra de Dios, la
Rhema, es Realidad Espiritual la cual debemos tocar si las palabras deben convertirse en
espíritu y vida a fin de que podamos “ministrar” realidad espiritual. La aplicación puede verse
gráficamente en la diferencia entre la Luz del Patio Exterior y la Luz de los siete espíritus de Dios
en el Candelero en el Lugar Santo. Esta luz ilumina los Panes de la Proposición en los cuales
está la “la realidad espiritual.” Podríamos llamar eso la “Palabra” detrás de la palabra.
En esta siguiente restauración el “método del ministerio” debe ser modificado para
incluir “la revelación y el ministerio de esta realidad espiritual.” Podríamos llamar esto el
ministerio de “espíritu” y “vida”. Allí tendrá que ser "revelación y realidad espiritual” en el
ministro antes de que él pueda discutir “realidad espiritual” en la Palabra. Es solo entonces que
él puede ministrar “realidad espiritual” para la congregación. Más opinión humana o más
tradición o más cultura o más mera doctrina o historias agradables no tienen función en el
ministerio de realidad espiritual.
Daré un último ejemplo para dejar claro el principio. Juan 4:23 Pero viene una hora, y
ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque
también el Padre busca a tales que lo adoren. (24) Dios es espíritu; y los que adoran, deben
adorar en espíritu y verdad.
Esto es a lo que yo estoy refiriéndome como “realidad espiritual.” Mientras esto es
abstracto, místico y escurridizo y requiere una forma diferente de entender, este término
identifica una realidad más allá de la adoración física o cualquier cosa a la que estamos
acostumbrados.
Algunos preguntarán: ¿Bien deberíamos arrodillarnos o deberíamos alzar nuestras
manos y deberíamos tener música o estar tranquilos? Esta pregunta pierde todo el significado
porque la adoración verdadera está en el Espíritu y en verdad y no en alguna forma o método.
La adoración en espíritu y en verdad es la “realidad espiritual” de adoración. Podríamos decir
que esa es LA ADORACIÓN detrás de la adoración.
Si podemos discernir estos puntos deberíamos comprender los problemas que
encontraremos en ministrar “la vida, el espíritu y la realidad” del Lugar Santo. Es en el Altar del
Incienso que tocamos y experimentamos la Misma “Realidad” que en el velo rasgado.
Experimentar “la realidad de Cristo” es requisito para equiparnos para ministrar “realidad
espiritual.” Saber la doctrina de “realidad espiritual” nos ayudará muy poco.
Tocar a Cristo que es la plenitud de Dios es tocar “realidad espiritual” así como también
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“la realidad eterna.” Para la iglesia entonces convertirse en la “plenitud de Cristo” en la tierra
quiere decir que deben tocar o deben experimentar la “realidad espiritual” de Cristo en ellos, la
esperanza de gloria. Muchos saben la doctrina pero el cuerpo real de Cristo en la tierra debe
experimentar la realidad de Su plenitud para manifestar Su plenitud.
Mi teoría es que esta siguiente restauración de la vida y el ministerio del Lugar Santo
debe experimentar la “realidad espiritual” de Cristo en nosotros y ministrar a través de
nosotros. En otras palabras la iglesia debe volverse tan “transparente” que no le ponga
barreras a la gloria de Cristo de quedar al descubierto. Para manifestar la “plenitud de Cristo”
la iglesia no puede modificar la imagen de Cristo como ella ministra a Cristo.
Mientras esto suena como hi-pér-bo-las, esos quienes estarán de pie en el ministerio del
Lugar Santo tendrán la revelación de Cristo que sobrepasa conocimiento y opinión humana y
puede ver cosas “tal como son” y no como otra teología.
Con la revelación del Pan de la Proposición trayendo una claridad del rhema de Dios
entonces podemos quemar incienso en armonía con la voluntad de Dios, la cual requerirá una
realidad espiritual de la cual nosotros no sabemos nada al respecto en el tiempo presente.
¿Entonces por qué hablas de tal cosa ahora y traes la confusión para la congregación que es
despreocupada acerca de tales cosas altas y nobles? Porque el anuncio precede la experiencia
y esos que tienen los oídos para oír se pondrán a buscar a Dios para la experiencia.
Desde que hay “espíritu”, “verdad” y “vida” en la palabra de Dios nosotros debemos
percibir estas cosas en nuestro espíritu con una confirmación por el Espíritu Santo. Por
supuesto que estas cosas no pueden ser enseñadas por la sabiduría humana sino sólo por el
Espíritu Santo que debe dar palabras espirituales que lleven a pensamientos espirituales. Por
tanto, el Patio Exterior acostumbrado solo a recibir verdad por la luz lógica y natural caerá en
desuso.
Ser “un ministro de la Palabra” requerirá que comprendamos la palabra que es puesta
por escrito para nosotros. Debemos entender más que las palabras negras en papel blanco por
el método con que leemos otros libros. Debemos discernir los pensamientos espirituales de la
Palabra y ser capaces de seguirlos en la realidad espiritual de lo que está siendo expresado.
Leer sólo un verso y tratarlo de explicar por la lógica y la referencia a otras Escrituras no es la
misma cosa. Esto ha sido popular por largos años pero debemos discutir la realidad espiritual
(la Vida y espíritu) de las Escrituras tocando el espíritu, la vida y la verdad contenida en las
Escrituras.
El principio puede verse cuándo el Verbo se convierte en la palabra en nosotros y hemos
sido disciplinados por Dios a fin de que podamos desatar la “palabra” a otros sin ella ser diluida
o modificada. Mi teoría es que cuando “el ministerio” es solo frases habladas una tras otra,
pero ninguna vida y espíritu es ministrado, el ministerio es irrelevante. El problema puede ser
que el “ministro” está expresándose públicamente desde la carne. Ahora la palabra, “o el
rhema”, puede estar adentro del ministro pero si se queda allí aún después de una hora de
hablar, ningún ministerio ha tenido lugar.
Por lo tanto, si la iglesia debe convertirse en la plenitud de Cristo debe aprender cómo
desatar a “Cristo a través del ministerio.” En otras palabras, ¿qué propósito puede haber para
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ser Su plenitud si Su plenitud en nosotros no tiene manifestación? La meta, me parece a mí, es
remover cualquier restricción que haya en nosotros de manera que la plenitud de Cristo pueda
ser ministrada. El punto que estoy haciendo es que el “ministerio de Cristo” es bastante
diferente a ministrar versos acerca de Cristo. Aunque seamos carnales y llenos de ego y carne
todavía podemos ministrar versos acerca de Cristo muy eficazmente y podemos ganar unos
seguidores de creyentes. No obstante, los oidores nunca pueden tocar la realidad de Cristo por
Ellos Mismos, aún si cosas buenas son habladas sobre Cristo.
Tal vez podríamos usar un ejemplo práctico más. Puedo predicar mensajes maravillosos
y ungidos en contra del orgullo, arrogancia y crítica de otros y ni aun puedo reconocer el mismo
problema en mí. ¿Son las palabras precisas y las Sagradas Escrituras usadas de forma válida?
¡Por supuesto! ¿Entonces qué está mal? El “ministro” entra en la realidad de Cristo de darse
cuenta en el mensaje y el Espíritu Santo no trae convicción así que poco efecto es realizado. Si
la “muerte” de estas cosas hubiera sido experimentada en “el ministro” entonces la vida
pudiera haber trabajado en los oidores.
Pienso que esto es precisamente el por qué la Ofrenda de Consagración precede a la
vida y ministerio del Lugar Santo. La Ofrenda de Consagración es nuestro permiso para que
Dios pueda lidiar severamente con los atributos caídos del Hombre a fin de que la realidad de
Cristo pueda ser desatada en “el ministerio.” Pongo las comillas alrededor del “ministerio” para
indicar que lo que hemos aceptado como “el ministerio” en el pasado cambiará con la
transición desde el Patio Exterior hacia el Lugar Santo.
Algún día la predicación del Patio Exterior que es tan popular hoy se lamentará de
quienes han hecho la transición para el ministerio de “realidad espiritual.” Esto en ninguna
manera crítica estos ministerios que han sido exitosos en el pasado a no ser para anunciar que
estas cosas están quedando obsoletas.
La pregunta para hoy es esta; ¿Expresamos nosotros a Cristo a través del ministerio o
estamos nosotros restringiendo a Cristo en nuestras áreas de responsabilidad? ¿Si no tenemos
ninguna idea de cuál postrer propósito de Dios es para la iglesia cómo podremos nosotros guiar
a la iglesia hacia esta siguiente restauración? ¿Si somos honestos y discernimos que la iglesia
no es aún la “plenitud de Cristo” cómo procederemos desde aquí? ¡Podríamos orar como
Pablo por los Efesios o podríamos encontrar estos ministerios que pueden edificar la iglesia
hasta que ella crezca a la plenitud de Cristo!
Sugeriré que estos “5 ministerios” primero deben ser llenos a toda la plenitud de Cristo
antes de que nos puedan ayudar. Por supuesto ésta ha sido la deficiencia evidente hasta ahora.
Los ministros carnales manifestando carne y promoviendo ego y ministrando para una ofrenda
que produce muy poco excepto un fracaso hacia adentro y una desconfianza del “ministerio de
quíntuple.” Prometiendo libertad mientras ellos son esclavos de las mismas cosas que ellos
están tratando de desatarnos.
Por consiguiente, el ejemplo de orar por los creyentes de Pablo parece respetuoso en
este tiempo.
EFE 3:14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre, (15) del cual toma su nombre
toda familia en los cielos y en la tierra, (16) para que os dé, conforme a la riqueza de su gloria,
En el documento no se pudo traducir totalmente textual porque existieron, a nuestro entender, errores gramaticales
que nos lo impidieron. Rogamos al Señor, que tiene control y dominio sobre todas las cosas, que nos guíe para
realizar la traducción correcta.
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ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; (17) para que habite Cristo
por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, (18) seáis
plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, y la
altura, y la profundidad, (19) y así conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento,
para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Obviamente la revelación es necesaria antes de que podamos ser llenos de toda la plenitud
de Dios. En el verso 15 vemos que necesitamos experimentar “la realidad del Espíritu Santo en
nuestro hombre interior.” Este es un paso más allá del bautismo del Espíritu Santo y el hablar
en lenguas y requiere una comprensión de la anchura y la longitud, la altura y la profundidad y
para saber la realidad espiritual del ágape de Cristo. La plenitud parece seguir esa “realidad.”
Ministrar fuera de la plenitud tiene que llegar a ser muy diferente que ministrar por la
pobreza espiritual. Aún después de “la plenitud” debemos ser transparentes para no esconder
o restringir Su plenitud de tocar las vidas de esos a quienes ministramos. Éste es un tremendo
desafío al “ministro” del día moderno.
Este caparazón duro de carne que restringe a nuestro hombre interior de manifestar la
realidad de Cristo debe ser severamente tratado si vamos a participar en esta siguiente
restauración. La muerte realmente debe surtir efecto en nosotros a fin de que la vida pueda
surtir efecto en otros, es básico para la siguiente restauración. Saber la doctrina de la
crucifixión del hombre viejo es de beneficio pequeño a menos que tengamos la experiencia y
sepamos la realidad de llevar casi en nuestro cuerpo la agonía de Jesús a fin de que la vida de
Jesús pueda quedar manifestada.
El traslado desde el cliché para la realidad puede ser muy doloroso pero el beneficio es
eterno.

En el documento no se pudo traducir totalmente textual porque existieron, a nuestro entender, errores gramaticales
que nos lo impidieron. Rogamos al Señor, que tiene control y dominio sobre todas las cosas, que nos guíe para
realizar la traducción correcta.