Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
La mirada respecto de la globalización que hace el profesor Herrera Valencia (2005), enmarcada
en el análisis a través de las ciencias económicas, inicia con una aproximación histórica que llega
hasta los años finales del siglo XV, cuando Europa con sus navegantes y comerciantes llega a
tierras de América y África, alcanzando también al medio y lejano Oriente, y consolidando una
extensa red mundial de comercio que alcanzó un 80% del mundo en el siglo XIX (Herrera
dominación, desde España e Inglaterra hasta Holanda y Alemania, pasando incluso por Portugal,
se han alternado por periodos la posición de potencia mundial. Lo que si se puede afirmar es que
tal hegemonía europea resultó ser el trampolín que elevó al viejo continente a la obtención de
recursos casi ilimitados con los que ha sostenido su supremacía incluso hasta nuestros días.
Entra también a explicar Herrera Valencia (2005), que a partir del siglo XIX (y tras la revolución
industrial), el proceso de aparición de la Economía – mundo, supuso un gran cambio que integró
personas alrededor del orbe y para el segundo, una reubicación geográfica de los flujos de capital
que se habían concentrado inicialmente en Europa y que arrojaron como resultado primario una
división internacional del trabajo, que obligó a su vez a una nueva repartición del mundo y del
poder que sobre éste habían ejercido las potencias. Al mismo tiempo que surge el concepto de
Estado de Bienestar como respuesta a las múltiples crisis en las que se habían sumido los países
Unión Americana, que basó la fuerza de su economía naciente en el campo agrícola e industrial,
lo que lo convierte en un dinamizador de la economía de finales del siglo XIX y comienzos del
XX. Posteriormente aparece las grandes guerras mundiales y en mitad de ellas la gran depresión
del 29, que marcó un cambio en el paradigma económico del mundo. Las guerras y la crisis
económica asentaron la tesis de que el mercado por sí solo no podía regular la economía del
mundo, por el contrario, necesitaba de la presencia de un Estado fuerte, que regulara los
desequilibrios presentes en cada uno de los países. Aun así, el Estado Benefactor tampoco
mostró ser la solución a los problemas planteados por la economía; no tardó mucho tiempo para
que los Estados que habían acogido este modelo de bienestar se quebraran, en razón a los
A partir de la década de los 50, el mundo se dividió entonces en dos polos: los países productores
de materias primas y los países productores de manufacturas. Con la llegada de los años 80 y 90,
la división materia prima versus manufacturas fue sustituida por la de los países de centro y los
telecomunicaciones y las información han producido la mas reciente de las globalizaciones, que
economía a gran escala, lo que caracteriza al actual proceso de globalización como agresivo, ya
que llega hasta aspectos más internos de las economías nacionales, influyendo a través de las
nuevas tecnologías sobre los valores mismos de las personas, sus creencias, sus costumbres y
hasta su identidad.