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diversos investigadores afirman desde una postura biología o cognitiva la existencia de docenas de

emociones, sin embargo, el debate recae en si algunas emociones son más fundamentales que
otras, se puede decir desde una posición intermedia que cada emoción proviene de una familia de
emociones interrelacionadas, el enojo es una emoción básica, pero se enlaza con la hostilidad, ira,
furia, indignación, molestia, resentimiento, envidia y frustración. Existe un número limitado de
estas familias de emociones básica enraizadas en la biología y la evolución de igual modo también
existen diversas variaciones en estas debido al aprendizaje, la socialización y la cultura, algunos
investigadores llegaron a la conclusión que el conocimiento de la emoción implica cinco prototipos
básicos: enojo, temor, tristeza, alegría y amor, los individuos al momento de crecer y desarrollarse
aprende a distinguir cada tipo de emoción y sus variantes, se requiere aprendizaje, experiencia y
socialización para comprender las variedades de por ejemplo: el temor que viene siendo : alarma,
conmoción, susto, espanto, terror, pánico, histeria, mortificación.

EMOCIONES BÁSICAS

Debido a que existe un límite de estas emociones requiere un cierto nivel de especificidad, las
emociones se consideran en un nivel general y las emociones llamadas básicas son aquellas que
cumplen con los siguientes criterios:

1. Son innatas más que adquiridas o aprendidas a través de la experiencia o socialización.


2. Surgen de las mismas circunstancias para todos los individuos (la pérdida personal hace
que todos nos sintamos tristes, sin importar edad, género o cultura).
3. Se expresan de maneras únicas y distintivas (como a través de una expresión facial
universal).
4. Evocan una pauta de respuesta fisiológica distintiva y sumamente fácil de predecir.

TEMOR

El temor es una reacción emocional que surge de la interpretación que hace una persona acerca
de si la situación que enfrenta es peligrosa y constituye una amenaza para su bienestar. El temor
motiva la defensa. Funciona como señal de advertencia de un daño físico o psicológico próximo
que se manifiesta en la activación del sistema nervioso autónomo (como en la parte de huida de la
respuesta de pelea o huida). El individuo tiembla, transpira, mira alrededor y siente tensión
nerviosa que le inclina a protegerse. Es a través de la experiencia de temor que nuestro sistema
emocional nos informa de nuestra vulnerabilidad, En consecuencia, el temor nos advierte de
nuestra vulnerabilidad y también facilita el aprendizaje y activa el afrontamiento

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