Proceso constituyente

y Ciudadanía

Módulo 3t

El debate en la eventual redacción

de una nueva Constitución
Política de la República
 ¿Qué es el

Tribunal
Constitucional?
 La ley, como norma jurídica de rango inferior, no solo debe

¿Qué es el sujetarse formalmente a la Constitución sino también

materialmente, correspondiendo un control de forma y de

Tribunal
fondo de la ley respecto de la Carta Fundamental.
La trayectoria histórica chilena transitó desde un control
político (en el presidente y luego en el Congreso), para luego
optar por un control judicial no especializado en la Corte

Constitucional?
Suprema. Tras la reforma constitucional de 1970, esta
función de control se traspasó al Tribunal Constitucional.
El TC fue concebido en esa época, como contrapeso al poder

presidencial, fruto del Estatuto de garantías institucionales que el Congreso le exigió al

candidato Salvador Allende para ratificarlo, dado que no había conseguido la mayoría
absoluta de los votos.
Con la Constitución de 1980, el Tribunal Constitucional no tuvo el rol de árbitro de los
conflictos entre las instituciones, como fue concebido en 1970. En adelante, su enfoque fue
de protector de los derechos constitucionales en su dimensión formal (mecanismos para
limitarlos), como sustancial (procedencia de su limitación o regulación).

Esa papel se acentuó con la reforma constitucional de 2005, pues asumió la función que
actualmente más emplea, es decir, la de excluir las leyes que fueren potencialmente aplicables a un conflicto jurídico pero que, al
emplearse en su resolución, producen efectos inconstitucionales en el caso concreto
.
Además de dicha competencia, el Tribunal Constitucional es capaz de controlar normas antes y después de su entrada en vigencia
pudiendo declarar inconstitucionales desde reglamentos hasta tratados internacionales, pasando por leyes orgánicas y
reglamentos de los tribunales (autos acordados), asimismo, hay normas que obligatoriamente deben ser controladas por el
Tribunal Constitucional antes de su vigencia, y otras cuyo control es simplemente facultativo de la parte interesada. En algunos
casos ese control es abstracto (es decir, la norma en general) y en otros es concreto (esto es, la norma aplicada al caso
específico). Cabe señalar que el control del Tribunal Constitucional nacional es solo represivo, de tal modo que no puede crear
normas (cuestión reservada a los poderes normadores) sino solo suprimirlas cuando sean contrarias a la Carta Fundamental

El Tribunal Constitucional chileno es integrado por:

4 ministros elegidos 3 ministros elegidos 3 ministros elegidos

por el Congreso Nacional por el Presidente de por la Corte Suprema
la República

Es tan autónomo en su ejercicio que ningún órgano ejerce control sobre sus decisiones y los ministros no son acusables
constitucionalmente por la Cámara de Diputados.

Los grandes debate que existen hoy sobre el control constitucional radican en (i) el órgano que debe ejercer este control y el
modo de generación de sus integrantes, (ii) el momento en el que se controla, (iii) el efecto del control y (iv) el control de las
sentencias del Tribunal Constitucional.

Más allá de toda discusión, la justicia constitucional es necesaria porque constituye un freno para la actividad de los órganos
que gozan de legitimidad democrática formal (las urnas) quienes, por mayoría, están en posición de vulnerar potencialmente el
legítimo ejercicio de los derechos de las minorías.
 Nuestro modelo de Estado es una construcción histórica de más de
doscientos años que tiene el genoma del Estado Moderno Constitucional
que germinó con la revolución francesa y que se cristalizó en la Declaración
¿Cuál es el rol de los derechos del hombre y del ciudadano de 1789, en la que la
Asamblea Nacional francesa (i) reconoció al ser humano como libre y

del Estado
preexistente al Estado, (ii) a sus derechos previos también a la regulación
legal, (iii) asumiendo que la soberanía es de toda la nación y que (iv) nadie
puede atribuirse su ejercicio ni revestir de autoridad alguna que no emane
en la sociedad? de la soberanía nacional. El reconocimiento del invidivuo como sujeto de
derechos y al ciudadano como su faz política, cruzó al liberalismo,
reconociendo como principales derechos la libertad, vida y propiedad.

Asimismo, se consagró el modelo de la democracia representativa,

existiendo derecho a sufragio a elegibilidad de todos los ciudadanos. Para
constituir el Estado se le atribuyó fuerza y la capacidad de cobrar tributos,
pero a la vez un derecho correlativo de todo integrante de comprobar su
gasto, la necesariedad de su recolección y un derecho general a pedir
cuentas de los agentes públicos en el ejercicio de sus cargos.
Chile, durante la primera mitad del siglo XX, abrazó rápidamente las ideas
que llegaban desde europa y concibió al Estado como un conjunto de
servicios destinados a la satisfacción de necesidades de forma regular y
continua a través de lo que conocimos como “establecimientos públicos”
de todo tipo, reemplazando un extendido sistema de benefactoría privada
sobre la que se satisfacían -con sus limitaciones- las necesidades
sociales, publificando en prestación lo que antes era caridad.
Es de esta época, lo que las encíclicas papales llamaron “subsidiariedad
del Estado”, donde el Estado debía actuar en subsidio de los particulares
para asegurar ciertos mínimos, permitiendo que los particulares
construyeran sus máximos.
Sin embargo, la hipertrofia estatal, unida a la ausencia de una
Administración del Estado capaz de cumplir su objetivo con un uso
eficiente de sus recurso para la satisfacción de necesidades públicas,
hizo crisis pues se traslapaban competencias de órganos públicos y en el
que el gasto en burocracia superaba la prestación misma.
Las crisis sucesivas de un modelo a otro han dejado grandes aprendizajes
y rastros orgánicos en nuestro Estado, el cual, frente a un eventual
proceso constituyente, podría revisar sus bases y su edificación,
definiendo el modelo de Estado que se pretende, para lo cual, no debe
desoír su historia y aprendizajes