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GUIA PRACTICA

DEL EXAMEN
REUMATOLOGICO
Prof. Dr Juan José Scali
Jefe Unidad de Reumatología-Hospital Durand
Presidente del Colegio Iberoamericano
de Reumatología
Coordinador de la Red de Reumatología,
Secretaría de Salud, GCBA
Director sede Hospital Durand del Curso de
Especialización en Reumatología,
SAR-Facultad de Medicina- UBA
Prefacio

Cuando un profesional decide escribir al- que a veces los profesionales, y ésto por
go para otro profesional, es porque tie- múltiples motivos, olvidan realizar en for-
ne algo en mente para mejorar algún as- ma completa. He querido aquí simplificar
pecto de su especialidad que considera estos pasos de la exploración semiológica,
no se le otorga el valor correspondiente con idea de un proyecto de fácil lectura
en la práctica diaria. debido a estar acompañado con numero-
sas imágenes de maniobras o de inspec-
La reumatología, una gran subespeciali- ción, que no puede requerirle al estudian-
dad clínica, cobra a diario nuevos apor- te o médico novel, un tiempo prolongado
tes con el desarrollo de la investigación si se lo sistematiza en forma conveniente
en su campo, tan de actualidad y con un como se realiza en esta entrega.
despliegue tan grande, que ya le es im-
posible a un médico, que no realice esta Con simpleza, humildad y devoción por
especialidad, arrivar al conocimiento mi especialidad, recordando a nuestros
acabado de estos avances, incluso cuan- grandes maestros, y con una experiencia
do hablamos de nuevas técnicas de labo- mayor a las tres décadas tratando pa-
ratorio o técnicas especiales de diagnós- cientes reumáticos, ofrezco desde esta
tico y las implicancias y extensión de la posición una guía práctica para el clínico,
inmunogenética en la actualidad. Pero es para quienes comienzan en la especiali-
justamente en lo más simple , en lo tra- dad y para los estudiantes de Medicina
dicional, en lo menos cambiante donde de la Universidad.
reposa la base de cualquier diagnóstico.
Hablamos de la exploración semiológica Juan José Scali

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Introducción Cientos de diferentes enfermedades


pueden involucrar estas articulaciones o
Las dolencias generales musculoesquelé- al menos manifestarse con síntomas y
ticas son muy frecuentes en la consulta signos artríticos durante su curso.
médica y requieren de una preparación
para su reconocimiento. Las enfermeda- Los síntomas y signos son comunes a to-
des reumáticas, sin embargo, o por lo das ellas y no siempre tienen una presen-
menos aquellas bien definidas sólo se tación tradicional típica que resuelve rápi-
ven en un pequeño número o porcenta- damente el diagnóstico. Por el contrario
je de pacientes que manifiestan dichos muchas veces el diagnóstico diferencial
síntomas. En el ámbito de la clínica, se es complicado o inapropiado a la real en-
verán frecuentemente frente a la necesi- fermedad en cuestión. Sólo quienes a
dad de realizar un buen examen semio- diario realizamos reumatología sabemos
lógico para poder detectar precozmente de estos pormenores, tan importantes y
cualquier evidencia de una enfermedad básicos para establecer un diagnóstico
reumática. La buena historia clínica y el correcto, y lo que es mucho más impor-
examen exploratorio físico del paciente tante, un diagnóstico precoz y por ende
sigue siendo el pilar donde reposa un un tratamiento apropiado y necesario pa-
buen diagnóstico. Los métodos comple- ra lograr la remisión de estos procesos.
mentarios, básicamente imágenes y la-
boratorio, no son menos importantes También es interesante comentar que las
pero en los últimos años, con un desplie- propias enfermedades reumáticas de las
gue tan evidente de nuevas técnicas se que hablamos, pueden en algún mo-
convierten también en aliados para arri- mento de su evolución causar procesos a
bar al diagnóstico preciso de la enferme- nivel multisistémico, algunos de ellos
dad en cuestión. aún con compromiso de la vida, afectan-
do los tejidos extrarticulares .
La reumatología, esencialmente una
subespecialidad eminentemente clínica La artropatía es, sin duda, el mayor signo
abarca en su dominio la mayoría de los o signo princeps de estas enfermedades
órganos, en especial el órgano articular y será el punto que requiera mayor aten-
(es decir la articulación) y los tejidos pe- ción en el examen de los pacientes. Estas
riarticulares, incluyendo a los músculos, enfermedades reumáticas comprenden
tendones, bursas y ligamentos. síndromes de tejidos blandos o periarti-
culares, la enfermedad degenerativa

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(Osteoartritis de los sajones u osteoartro- mos los datos de exámenes complemen-
sis), las enfermedades inflamatorias reu- tarios como las imágenes, con tanto desa-
máticas, generalmente de tipo crónico, rrollo últimamente y tanto valor para un
progresivo y no específicas, procesos mo- mejor esbozo de aquellos patrones de
noarticulares artríticos sean de origen in- afectación citados anteriormente, a los
feccioso o cristálico, y las enfermedades que uniremos el reconocimiento de los di-
del colágeno y vasculares (LES, Vasculitis, ferentes compromisos extraarticulares así
esclerosis sistémica progresiva, polimiosi- como de un laboratorio tanto de rutina
tis/dermatomiositis, etc). como los más específicos rozando desde
lo inmunológico hasta tests de mayor
Fundamentalmente en estos próximos complejidad. El examen clínico compren-
conceptos nos ocuparemos esencialmente derá un momento de recolección de da-
en el reconocimiento de las enfermedades tos generales y un momento semiológico
reumáticas de mayor incidencia, donde el de las estructuras musculoesqueléticas.
acto semiológico es fundamental.
El examen general comprenderá los datos
de peso corporal, de la tensión arterial, de
Acercamiento al diagnóstico la piel de cuerpo (rostro y de cada sector
que se explorará), del cuello (grupos gan-
Con una metódica semiología podremos glionares, tiroides), axilas, mamas (si no
en los siguientes momentos tratar de han sido examinadas el último año), para
abordar de una manera rápida y ordena- luego pasar al abdomen (hígado, bazo,
da, adentrarnos en esas categorías de en- aorta y fosas ilíacas), eventualmente tacto
fermedades reumáticas que citamos más rectal en hombres (si no ha sido examina-
arriba y asumir con una serie de elemen- do en el último años), auscultación del tó-
tos de la semiología que lograremos una rax (cardíaca y pulmonar) y reflejos osteo-
buena recolección de datos que nos ayu- tendinosos en los cuatro miembros. En el
darán a arribar a un diagnóstico correcto. examen musculoesquelético comprende-
Recordemos que estas artropatías desplie- rá la evaluación de la marcha y la postura,
gan signosintomatologías encuadradas y de cada una de las articulaciones, de los
dentro de un patrón de distribución a ni- grupos musculares y de los puntos dolo-
vel de las articulaciones que conocen muy rosos reconocidos para la fibromialgia.
bien los reumatólogos. Comprenderá un Muy probablemente el examen deberá
buen análisis de la signosintomatología extenderse en caso de enfrentarnos a en-
clínica que recogeremos, a las que unire- tidades que superen esta exploración reu-

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matológica, desde el simple hecho de to- granulomatosis de Wegener. Una uveítis


mar la temperatura corporal (infección o aguda nos hará pensar en espondiloartro-
enfermedad sistémica bajo sospecha), patías, cataratas en pacientes cortisona-
palpación de arterias y de presión arterial dos, panuveítis, uveítis posterior y artritis
en ambos miembros superiores (vasculitis de retina en el Behcet y enfermedad de
de grandes vasos o síndrome antifosfolipí- Whipple, etc. Las alteraciones en la nariz
dico), etc. La piel y sus anexos son rele- (nariz en silla de montar, perforación de
vantes en la descripción lúpica (enrojeci- tabique) nos harán pensar en Wegener,
miento malar, etc), el pelo (alopecia, im- Policondritis recidivante, Síndrome de
plante frontal, etc), uñas y cuero cabellu- Sjögren, AR, lepra, adicción a drogas va-
do, lesiones en surcos retroauriculares, soconstrictoras. En la boca el Sjögren re-
ombligo, surco interglúteo, pueden acer- velará sequedad, retracción gingival; en
carnos a una psoriasis; un hipocratismo tanto que la amiloidosis, el mixedema y la
digital (trastornos pulmonares), esclero- acromegalia denotarán una macroglosia;
dactilia (esclerodermia), signo de Gottron si encontramos una lengua con sensación
(Dermatomiositis) o manos de mecánico quemante nos hará pensar en candidiasis
(Polimiositis asociada al anticuerpo anti-Jo). oral o si está aframbuesada en vasculitis
La capilaroscopía ungueal resulta intere- (Kawasaki en pediatría).
sante para el diagnóstico de dermatomio-
sitis, esclerodermia (SD Pattern), revela El mayor partido se extraerá reconociendo
hemorragias subungueales en “astilla” en en detalle los signos y síntomas del pacien-
casos de SAF, endocarditis, etc. La piel de te, demostrando que se trata de un acerca-
miembros inferiores es esencial en la púr- miento muy clínico, siendo los demás ele-
pura palpable de vasculitis de pequeños mentos diagnósticos adicionales una ayuda
vasos, o el hallazgo de una livedo reticula- pero no la base del mismo. Además y debi-
ris (sospecharemos SAF, LES, PAN, Crio- do al carácter de cronicidad que adquieren
blobulinemia, etc) o la aparición de úlce- estas enfermedades reumáticas, muchas de
ras que nos harán recordar procesos vas- ellas incurables, genera en el médico un
culíticos necrosantes, artritis reumatoidea “Challenge” importante para poder esta-
o SAF, lepra, etc. blecer ese diagnóstico precoz tan necesario
en estas enfermedades, para evitar la pro-
El examen de ojos aportará datos impor- gresión y el progreso radiológico.
tantes en casos de AR (Epiescleritis, nódu-
los reumatoideos, coroiditis, síndrome Sicca
asociado), policondritis recidivante, y en la

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Anamnesis ria y laboral, en lo posible apuntando a la
articulación en cuestión. Esto será dirigi-
Esencial resultará mantener una cronolo- do a la movilidad respectiva que puede
gía de los hechos, recordando que las realizar con cada articulación (ejemplo:
causas de dolores son tan extensas y en cadera se preguntará si puede igual
eventualmente compartidas con otros que antes colocarse sus medias o zapa-
campos de diferentes especialidades. El tos, etc).
paciente contará su propia historia mien-
tras que con detalles tomaremos nota de Si el paciente ya concurre con deformi-
lo importante dentro de esta cronología. dades será esencial evaluar el tipo de de-
En nuestra especialidad lo temporal de la formidad y limitación que origina y ade-
signosintomatología es importantísimo y más su cronología, ya que existen patro-
muchas veces la mejor manera de descu- nes aditivos signosintomatológicos que
brir el origen o causas de la afección. pueden de por sí ayudar al diagnóstico y
Siempre insistiremos en el cuándo apare- prevención de nuevas deformidades.
ció la signosintomatología, cómo se de- Preguntar sobre antecedentes febriles y
sarrolló y mensuración en calidad y mon- su permanencia o desaparición. Como
to. Si es agudo, subagudo o crónico, si se en toda historia clínica completaremos
presentó insidiosamente o en forma sola- detalladamente antecedentes personales
pada junto a otros síntomas paralelos, y familiares y muy especialmente los da-
circunstancias donde se produjeron por tos con referencias a tratamientos ante-
primera vez, para descartar traumatis- riores y sus eventuales efectos adversos,
mos, procesos infecciosos, comprobando cualquier tipo de molestias o disfuncio-
dietas del paciente, esfuerzos laborales o nes que refiera el paciente en cualquiera
caseros, y siempre indagando sobre su fuera el área de referencia, así como el
problemática psicológica. Con estos pri- estado general del paciente, y muy espe-
meros datos ya nos acercamos a elemen- cialmente determinar la calidad de vida
tos topográficos del cuerpo con un preci- del afectado, tema muy importante en la
so punto de partida para iniciar la explo- valoración terapéutica.
ración. Preguntaremos sobre rigidez
(matinal, vespertina, etc) y su tiempo de
duración, tumefacción y sus connotacio-
nes anexas y, además, si le provoca disca-
pacidad o limitación al menos, en su mo-
vilidad o en sus actividades de la vida dia-

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Signosintomatología La piel, un órgano exquisitamente iner-


vado con terminaciones nerviosas para el
Los síntomas esenciales principalmente se dolor nos dará datos del dolor superfi-
refieren a dolor y sus características, tu- cial, provocado por estímulos que actúan
mefacción y limitación de la movilidad. en forma directa sobre ella o sobre las
El síntoma más frecuente, lejos , es el do- mucosas. Generalmente es agudo, y
lor, que toma un aspecto casi sinónimo cuando adquiere persistencia puede pro-
para la población general al “reuma” o ducir sensación quemante. Localizable
enfermedad reumática. Este síntoma tie- en forma precisa, acompañado eventual-
ne una sistemática que debemos tener en mente por dolor a la presión palpatoria,
cuenta para recoger el mejor dato semio- hiperalgesia y parestesias.
lógico. El dolor es básicamente una expe-
riencia sensorial desagradable que resulta El dolor profundo es de tipo sordo, difu-
de un daño orgánico o de una enferme- so en general, mal localizado, con carac-
dad, acompañado de un sufrimiento terísticas espaciales de tridimensión y ge-
emocional que matiza dicha experiencia neralmente distante a la estructura enfer-
sensorial, pero que asimismo puede, se- ma. Como su nombre lo indica tiene su
gún los conceptos de Kellgren, ser el re- origen en estructuras profundas: múscu-
sultado de una situación vital dolorosa. los, huesos, articulaciones y vísceras.
Por lo tanto se comprende, desde el co-
mienzo, la complejidad de este fenómeno El dolor referido es una forma de dolor
que se constituye en el problema semioló- profundo que se percibirá en una estruc-
gico por excelencia, planteando al investi- tura diferente de la que le dio origen. Es
gador la localización u origen del mismo, de tipo segmentario, es decir, en el mis-
de este modo diferenciando entre el dolor mo segmento neurológico de la lesión
superficial del profundo sin olvidar el do- que lo originó a la distancia.
lor referido. Se deberá distinguir entre su
presencia a la movilización, a la palpación La proyección en zonas de piel de las zo-
y en el reposo. Distinguiremos si existen nas profundas del organismo pertene-
puntos dolorosos o zonas más extensas y cientes a una idéntica inervación (escle-
siempre comparando si existe simetría rotoma) no coinciden en su totalidad con
con el área contralateral y si fuera bilate- los dermatomas de piel. Así las primeras
ral grado de intensidad en ambas zonas. cervicales refieren el dolor al cráneo y las

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últimas cervicales a hombro, brazo, ante-
brazo, región escapular y región pretorá-
cica (pectoral). Si se origina profunda-
mente en el hombro puede referirse a
brazo e inclusive al antebrazo proximal.
Si se origina en tórax, paredes de tórax o
abdomen no existen mayores inconve-
nientes. El músculo diafragma puede ge-
nerar dos opciones referidas (la parte
central frénica referirá al cuello, en tanto
que las porciones periféricas inervadas
por los seis últimos nervios intercostales
Dolores referidos a algunas vísceras abdominales.
1 y 2, vesícula y vías biliares; 3, árbol urinario;
4, intestino delgado; 5, apéndice; 6, absceso ilíaco;
7, intestino grueso.

Dermatoma en la cara anterior y posterior del cuerpo según Richter

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darán dolor referido al tórax inferior o S4); el hígado, vesícula y vías biliares (D8
bajo e incluso llegar hasta el abdomen. Si a D10); el páncreas (D8 izquierdo), ova-
el origen está en la zona lumbar se obser- rio (D 10); la pelvis renal y uréter (D11 a
vará que las últimas lumbares pueden dar L2), la próstata (S2 a S4), los testículos
dolor referido en un corte horizontal ade- (D10 a D12) y el escroto (S2 a S4), etc.
más de miembros inferiores en sus der-
matomas. En pelvis esto se complica, ya El dolor irradiado debido a irritación de
que las estructuras profundas son mu- vaina nerviosa origina dolores profundos
chas y variadas: las sacroilíacas (Corres- con distribución metamérica pero si agre-
pondencia S2-S3) dan dolor local y referi- ga la afectación de la propia fibra nervio-
do a la parte posterior del muslo origi- sa, suma trastornos de la conducción ge-
nando un cuadro que puede confundir nerando un cuadro de radiculitis o neuritis.
con una ciática verdadera. Puede incluso
llegar a dar dolor a nivel inguinal. El resto Si afecta fibras sensitivas se manifestará
de los miembros inferiores no origina con parestesias, pinchazos, entumeci-
tantos inconvenientes diagnósticos. miento, sensaciones térmicas de frío /ca-
lor con alteraciones de la sensibilidad
El dolor visceral tiene otras connotacio- (desde hiperalgesia hasta anestesia). En
nes ya que, la mayoría de las veces pro- cambio si se afectan raíces nerviosas mo-
viene de las membranas que recubren las toras se observarán calambres, fascicula-
vísceras macizas (ejemplo: hígado, pul- ciones y debilidad musculares, atrofia
món, testículo, páncreas, bazo, riñones). muscular con hiporreflexia o arreflexia. La
Las vísceras huecas resultan sensibles y tumefacción debe ser constatada si es
son especialmente muy sensibles aque- referida por el paciente ya que es real-
llas relacionadas con los emuntorios de mente importante para establecer diag-
excreción tanto sean urinarios, biliares y nóstico cuando se confirma por un mé-
genitales así como las serosas parietales. dico. No presentará dificultad cuando se
El raquis es asiento frecuente para dolo- exploran articulaciones superficiales pero
res viscerales referidos provenientes de puede ser difícil constatarlo en articula-
corazón (D1 a D5), esófago (D5 a D8), ciones profundas (ejemplo: caderas).
estómago (D6 a D10), píloro-duodeno
(D6 a D8 lado derecho), yeyuno-íleon (de Cuando hablamos de tumefacción este
D9 a D11) colon (en segmentos D9 a L1 término se distinguirá en sus tipos, aclaran-
según se trate, del lado derecho o iz- do si hay derrame articular, con o sin tume-
quierdo), colon sigmoide y recto (S2 a facción de partes periarticulares o blandas,

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si se observa engrosamiento sinovial y si es-
ta tumefacción es fría o caliente. Diferenciar
artritis franca articular de las tendinitis, bur-
sitis u otros elementos periarticulares es real-
mente esencial para no atribuir errónea-
mente el proceso a una connotación sisté-
mica. Si hay derrame articular debemos
constatarlo realizando maniobras de la fluc-
tuación y luego de la oleada, tratando de
Fig. 1
detectar con una mano o dedo mientras la
otra mano realiza la pulsión en el caso de
fluctuación y comprobar a posteriori si es lí-
quida con la maniobra de la oleada (despla-
zamiento del líquido articular), maniobras
que deben adaptarse a la articulación que
estemos estudiando (Fig. 1; 2; 3).

Si comprobamos el derrame determinare-


mos cantidad y si tiene o no características
Fig. 2
inflamatorias. Para ello, determinaremos si
hay signos de Celso localmente y compa-
rando con la contralateral siempre. Tam-
bién podremos estudiar el líquido articular
si decidimos realizarlo por centesis de la
articulación, estudio éste esencial cuando
se trata de una artropatía por cristales o
de origen infeccioso. También deberemos
distinguir si este agrandamiento puede
deberse a engrosamiento de la sinovial o
de epífisis articulares (osteofitos). En el Fig. 3

examen debemos comprobar si se produ-


cen crujidos, roces o si hay chasquidos ca-
si siempre relacionados con un proceso
que ya ha originado desgaste articular.

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La movilidad se debe distinguir entre acti- diagnóstico correcto y siempre deben es-
va o pasiva, pero es tan esencial que resul- tudiarse todas las articulaciones aunque el
ta un elemento insoslayable para arribar al paciente no haga referencia a ellas.

Miembro Superior Miembro Inferior

Hombro Grados Cadera Grados


Flexión (elevación anterior) 158 Flexión 113
Extensión (elevación posterior) 53 (para nosotros 130)
Abducción 170 Extensión 28
Rotación interna (codo en flexión) (D8) Abducción 48
Rotación externa (codo en flexión) 68 Aducción 31
Rotación
Codo interna en extensión 35
Flexión 146 externa en extensión 48
Hiperextensión 0
Rodilla
Antebrazo Flexión 134
Pronación 71 Hiperextensión 10(?)
Supinación 84 (para nosotros 0)

Muñeca Tobillo
Extensión 71 Flexión 48
Flexión 73 Extensión 18
Desviación cubital 33
Desviación radial 19 Talón
(articulación subastragalina)
Dedos Inversión 5
I.F.D. Eversión 5
Flexión 80
Extensión 0 Antepie
Inversión 33
I.F.P. Eversión 18
Flexión 100
Extensión 0 Dedo gordo
Interfalángica Flexión 60
M.C.F. Extensión 0
Flexión 90 M.T.F. Flexión 37
Extensión 45 Extensión 63

Pulgar Segundo a quinto dedos


Abducción 58 I.F.D. Flexión 55
I.F., flexión 81 I.F.P. Flexión 38
M.C.F., flexión 53 M.T.F. Flexión 35
Trapezo-metacarpiana, flexión 15 Extensión 40

Tabla 1 - Promedio de la movilidad (en grados) para las articulaciones periféricas

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La movilidad pasiva siempre hará refe- proceso patológico está o no presente
rencia a procesos articulares, en cambio para generar esos síntomas.
la activa puede señalar procesos periar-
ticulares o musculares/tendinosos, o ha- c- La distribución del proceso articular,
cer alusión a procesos neuropáticos o un elemento importantísimo para reco-
tumorales. Hay pacientes que pueden nocer la patología en juego, debe tener-
presentar una mayor movilidad y son los se en cuenta siempre y determinarse fe-
que rotulamos como “hiperlaxos o hi- hacientemente los menores detalles para
permóviles” (Fig. 4). arribar al diagnóstico correcto.

d- La duración y distribución horaria de


la signosintomatología será también un
gran aporte en la búsqueda de un diag-
nóstico.

La práctica médica se ve en los últimos


tiempos acelerada, afectada por diversos
factores sociales y de tiempos acortados
Fig. 4 y son inmumerables los factores de la vi-
da actual que afectan el tiempo para la
Paralelamente el estado muscular debe correcta atención de los pacientes y por
ser evaluado para distinguir hipotrofias, ende alteran la duración suficiente o ne-
o atrofias locales, regionales, así como cesaria en la realización de una acabada
valorar la fuerza muscular que a veces re- exploración.
sulta realmente difícil cuando está acom-
pañada de dolor. Para poder realizar al menos un buen
examen, rápido y eficaz, el paciente debe
El diagnóstico de enfermedad reumática, o quitarse su ropa. Esto simplemente evita
de tejidos blandos, descansa en 3 principios: la posibilidad que hallazgos importantes
en la distribución de la artropatía, ele-
a- Demostrar la reproducción de los sig- mentos de la piel y deformidades locales
nos físicos. o extensas, puedan perderse si el médico
no tiene acceso a ellas, es decir, a visuali-
b- El exámen sistemático y metódico que zar cada parte del cuerpo del paciente.
utilizamos se toma para determinar si el De este modo el examen comienza con

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la observación de la marcha del pacien- milla con los pies colgando, realizando
te, su postura y la facilidad o dificultad una muy detallada inspección especial-
con la cual se maneja, cómo se incorpo- mente de piel y mucosa bucal, para lue-
ra de la silla y de la camilla de examen. go comenzar con la exploración topo-
Se explorará en posición de pie (frente, gráfica para explorar las articulaciones
perfil y de espalda) (Fig. 5; 6; 7) especial- de miembro superior e inferior.
mente valedero para descubrir alteracio-
nes cutáneas y actitudes antálgicas o in- El decúbito prono es especial para corro-
curvaciones de columna (cifosis, escolio- borar características de la cifosis dorsal, y
sis, desaparición de lordosis, hiperlordo- los puntos dolorosos a nivel de las apófi-
sis, incurvaciones laterales, actitud antál- sis espinosas vertebrales y completar la
gica o incurvaciones del eje vertical de exploración de las articulaciones sacroi-
caquis denominadas escoliosis) o acorta- líacas, caderas , rodillas (quiste de Baker),
miento de los miembros inferiores (Fig. 8). tendón aquiliano, deformidades como
Continuará en posición sentada en la ca- tofos o nódulos reumatoides, etc (Fig. 9).

Fig. 5 Fig. 6 Fig. 7

Fig. 8 Fig. 9

13
Miembros superiores miento de la fascia o tenosinovitis de
flexores (Fig. 13 a 19). Nunca debe olvi-
Mientras el paciente permanece sentado darse la estimación de la habilidad del
en el borde de la camilla, examinaremos paciente para realizar el puño, la fuerza
sus manos con una inspección cuidadosa del mismo, y la capacidad de prensión
de la piel en búsqueda de signos vasculíti- de la mano. (Fig 20). La muñeca y la es-
cos, teleangiectasias periungueales, erite- tiloides se examinarán seguidamente.
mas, infartos digitales y la contextura de En muñecas, la limitación dolorosa o no
la uñas (psoriasis artropática). Especial del grado de movilidad a menos de 90°
atención debe darse a las articulaciones de flexión y extensión podría indicar
interfalángicas distales (IFD) (Fig. 10), las presencia de enfermedad inflamatoria
interfalángicas proximales (IFP) (Fig. 11), actual o previa (Fig. 21; 22; 23). La ins-
las metacarpofalángicas (MCF) (Fig. 12) y pección ventral de la muñeca en bús-
la base del pulgar en búsqueda de disten- queda de túnel carpiano debería ser to-
sión sinovial, derrames, agrandamiento mada luego de notar si la eminencia te-
marginal óseo u otras deformidades. nar está selectivamente afectada. Tam-
bién en búsqueda de tenosivitis (T. de
La cara palmar debe examinarse en bús- Quervain) realizando las maniobras de
queda de signos que indiquen engrosa- Phallen y Tinnell (Fig. 24; 25; 26).

Flexión
90º

25º
M.C.F.
Extensión 0º

Fig. 10 Fig.10 bis Fig. 11


I.F.P.
Flexión

120º

I.F.D.
Flexión
Fig. 12 Fig. 13 Fig. 14

80º

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Fig. 15 Fig. 16 Fig. 17

50º


Abducción

35º

Oposición
Fig. 18 Fig. 19

Flexión M.F.C.
70º

Flexión I.F.

Fig. 20 Fig. 21

90º

Flexión
Extensión 70º

90º

25º

Desviación
cubital 60º
y radial
Fig. 22 Fig. 23

Fig. 24 Fig. 25 Fig. 26

15
Codo

Básicamente la búsqueda en codos se


centraliza en la palpación de nódulos
subcutáneos y agrandamientos de la bol-
sa olecraneana (Fig. 27; 28).

Se examinarán para determinar su total


capacidad de movilidad (rango de movi- Fig. 27

lización: ROM), con una extensión nor-


mal de hasta 180° completa. La disten-
sión sinovial de esta articulación se reali-
za mucho mejor en forma directa sobre
el área pequeña que se sitúa entre el olé-
cranon y el epicóndilo lateral del húmero
(Fig. 29).

Una articulación de codo distendida es


Fig. 28
muy obvia en este sitio, además general-
mente unida a mayor temperatura local,
enrojecimiento y dolor palpatorio que re-
medan los signos de Celso.

Mientras estamos examinando todo el


contorno del codo, es conveniente pal-
par directamente sobre el epicóndilo me-
dial y lateral para evidenciar una epicon-
dilitis (codo de tenista) o tendinitis.
Fig. 29

Flexión Pronación
Extensión Supinación

160º

0º 90º 90º

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Hombros Con estas maniobras, el profesional pue-


de determinar la abducción, la rotación
Se podrá realizar una eficaz y rápida exa- externa e interna respectivamente.
minación de la movilidad de hombros si
le preguntamos al paciente las siguientes Se podrá descubrir si existiese una limita-
opciones: ción dolorosa o asintomática de la movi-
a- Que eleve los brazos por detrás de la lidad de hombro. También, en este exa-
cabeza con los dedos que contacten a men, debemos incluir la palpación de la
modo de entrelazarse (Fig. 30; 31; 32). bolsa subacromial, la articulación acro-
b- Que baje los brazos. mio clavicular, el tendón bicipital con la
c- Que lleve y coloque sus manos encima corredera bicipital y la cápsula completa
de la zona lumbar (Fig. 33; 34; 35; 36). anterior y posterior.

Fig. 30 Fig. 31 Fig. 32

Fig. 33 Fig. 34 Fig. 35

Flexión Abducción Rotación


Extensión 180º
Elevación externa
180º 90º

50º

Fig. 36

0º 90º
Rotación
interna

17
Miembros Inferiores

Para su realización se le solicita al pacien-


te extenderse en la camilla. Es la mejor
manera de testear las caderas. Primero
debe ocuparse de caderas. Sus movi-
mientos deben ser testeados para fle-
xión, abducción, y rotación externa con
el test de Farber (Fig. 37). Si se sospecha Fig. 37
algo en cadera, el clínico o reumatólogo,
deben chequear si hay contracturas en 90º

flexión. Sólo son evidentes luego de eli- Flexión


Extensión
minar la lordosis lumbar con la extensión
máxima de la cadera no afectada. Recor-
dando que una inflamación temprana de

cadera puede manifestarse tan sólo co-


mo dolorosa y con pequeña pérdida de
20º
rotación interna o de la extensión máxi-
135º
ma, es conveniente girar al paciente so- Flexión
(Rodilla en
bre el lado para hiperextenderla, sosteni- flexión)

da suavemente y firme. En este momen-


to, los trocánteres deben ser palpados en 0º

búsqueda de cualquier dolor ya que la



bursitis trocantérea, puede generar una 15º
Abducción
Aducción
falsa opinión de dolor en la articulación 45º

de la cadera.

Rotación 0º

45º 45º

18
GUIA PRACTICA DEL EXAMEN REUMATOLOGICO

Rodillas El examinador debe mover a la rodilla del


paciente a una flexión completa y una
A continuación es el turno de las rodillas. extensión que se esperaría fuera de
Inspeccionar la zona directamente sobre 180°, para comprobar la estabilidad arti-
la línea superior o a cada lado de la ró- cular en extensión (tratando de movilizar
tula en búsqueda de hinchazón o disten- la tibia lateralmente con respecto al fé-
sión sinovial, (Fig. 38 y 39). Esto debe in- mur que ha sido fijado) y en 90° de fle-
cluir la palpación de espacio poplíteo en xión con el pie apoyado en camilla (tra-
búsqueda de formación quística poste- tando de movilizar la tibia anterior y pos-
rior, que como todo reumatólogo sabe, teriormente con relación al fémur). En-
puede tener dimensiones grandes y mu- tonces palparemos los márgenes de la
chas veces confundirse con un cuadro articulación de rodillas, la rótula y las zo-
flebítico o muscular. nas de la bursa prepatelar y anserina, en
búsqueda de una afección periarticular.

Flexión
Extensión
130º

Fig. 38

Fig. 39

19
Tobillos

La próxima zona a examinar correspon-


de a los tobillos. El médico debería ins-
peccionar la articulación del tobillo en
búsqueda de tumefacción y palpar el
margen articular para detectar prolifera-
ción sinovial. Se testearán por separado
midiendo el rango de movilidad plantar Fig. 40
y dorsiflexión y la movilidad lateral arti-
cular subtalar. Esto puede hacerse a tra-
vés de una firme tracción de la mortaja
articular astragalina en posición de dor-
siflexión con una mano y tratando de
mover el calcáneo de lado a lado con la
otra mano. (La dorsiflexión como posi-
ción bloquea la articulación verdadera
de tobillo y previene cualquier movi-
miento verdadero al interferir con la exa-
Fig. 41
minación subtalar). Debe prestarse mu-
cha atención a la inserción del tendón
de Aquiles (Fig. A), la bolsa subaquilia-
na, el margen posterior del calcáneo y la
inserción de la fascia plantar en calcáneo
(Fig. 40; 41).

Flexión Eversión
Extensión Inversión

0º 0º
25º 25º
35º 35º

Fig. A

20
GUIA PRACTICA DEL EXAMEN REUMATOLOGICO

Estas zonas son especialmente predis-


puestas a la periartritis, y algunas veces,
a la formación de osteofitos. Es también
importante obtener datos generales del
mediopie o dolor tarsiano por tracción
de la articulación de tobillo con una ma-
no y el pie anterior por otra, y entonces
girar suavemente el complejo entero de
los huesos del tarso (Fig. 42).
Fig. 42

Finalmente, la examinación del pie debe


incluir la palpación de las articulaciones
metatarsofalángicas individuales para
buscar tensión-dolor, tumefacción y su-
bluxaciones articulares (Fig. 43; 44).

Cualquier inflamación individual del de-


do gordo o deformidades (Por ejemplo
hallux valgus) debe ser remarcado en el
Fig. 43
examen semiológico.

Extensión M.T.F.
Flexión M.T.F.

80º

30º

Fig. 44

21
Columna vertebral También recordar en el examen los dolores
referidos de cualquier víscera del cuerpo.
En el análisis semiológico del raquis de-
berán considerarse la movilidad, la pre- En el tono muscular podrán ser valora-
sión de puntos dolorosos, el tono mus- das contracturas musculares y/o atrofias
cular, fuerza muscular, la integridad de musculares presentes en el paciente.
los nervios que proveen la inervación de
la musculatura a través de los reflejos os-
teotendinosos y el examen de la sensibi- Cuello (columna cervical)
lidad. Como en la mayoría de los proce-
sos que comprometen las articulaciones La próxima área de examinación es el
se deberá siempre valorar dolor, tume- cuello para chequear el ROM (grado de
facción y limitación de la movilidad. La movilización de la columna cervical), rea-
movilidad se estudiará en forma activa y lizando la flexión, extensión, rotación y
pasiva, con y sin resistencia valorándola flexión laterales de la misma.
al final del movimiento como rígida,
blanda o elástica. Flexión pasiva (50 a 70°); extensión pasi-
va; examen de la inclinación lateral pasi-
El dolor tendrá que valorarse como dolor va (45°), donde además va incluida la
a la movilización y el dolor a la palpación. observación de la movilidad de la espal-
da opuesta; examen de la rotación pasi-
La presión de puntos dolorosos en gene- va (60-80°) parangonando el movimien-
ral, se debe realizar con una presión to obtenido entre ambos lados, y exa-
aceptable que no sobrepase el umbral men de la rotación pasiva con inclinación
normal de dolor (tema muy importante anterior de cabeza y posterior de la mis-
en la detección de fibromialgia o en pro- ma (Fig. 45; 46; 47; 48; 49; 50).
cesos que afecten directamente la con-
textura de las vertebras) y se adaptará a Se debe palpar la musculatura de la nuca
cada segmento del raquis que se esté va- en búsqueda de puntos dolorosos, pal-
lorando en el examen. pando además las apófisis espinosas y la
musculatura paravertebral cervicales. Se
En la valoración de la sensibilidad tanto palpará el tono muscular directamente en
dolorosa, táctil o termoalgésica se deberá el músculo trapecio, músculo esternoclei-
recordar la distribución metamérica o der- domastoideo y la musculatura paraver-
matomas de las raíces nerviosas. tebral cervical. Debe complementarse

22
GUIA PRACTICA DEL EXAMEN REUMATOLOGICO

con la toma de reflejos osteotendino- abra totalmente la boca. El médico de-


sos profundos: bicipital, tricipital, esti- berá notar cualquier área de tensión
loradial o supinador-reflejo-osteope- en la amplia articulación cartilaginosa
riostico (Fig. 51; 52; 53). Se evaluará la del tórax anterior (Ej. Síndrome de
articulación temporomandibular por Tietze) y de la articulación esternocla-
palpación directa sobre el cóndilo tem- vicular, manubrioesternal y uniones
poral en el momento que el paciente costocondrales.

Fig. 45 Fig. 46 Fig. 47

Fig. 48 Fig. 49 Fig. 50

Fig. 51 Fig. 52 Fig. 53

23
Columna vertebral ferencias entre ellas (Fig. 56). Así se podrá
dorsolumbosacra valorar la corrección de la curvatura del
raquis con una aplicación de un realce en
Finalmente el paciente debe estar parado el apoyo del miembro que consideremos
para examinar la columna y pelvis poste- aparentemente acortado y generando
rior. Se debe proponer una posición erecta una oblicuidad en pelvis.
con el paciente de pie con una visión an-
terior y posterior completas (Fig. 54; 55). El Siempre en posición erecta, se examina-
médico inspeccionará el raquis en búsque- rá la inclinación lateral pasiva, mante-
da de curvaturas (escoliosis, cifosis, etc). niendo fija la cresta ilíaca o la pelvis, to-
mando al paciente por la espalda e incli-
Se palparán las crestas ilíacas y el espacio nándolo hacia lados (35°), donde resul-
intervertebral L4-L5, con valoración del ta de suma importancia observar la si-
aplomo del raquis quizás observando di- metría del movimiento (Fig. 57; 58), el
ferencias en longitud de miembros o una examen de la extensión pasiva, llevando
mayor lordosis lumbar (sacrum acutum,etc). la espalda del paciente hacia atrás, apli-
El médico examinador puede evaluar rápi- cando una leve presión con una mano
damente las discrepancias en medidas de apoyada en la espalda mientras la otra
las piernas colocando sus manos sobre sostiene el sacro (30°), se generará dolor
ambas crestas ilíacas y buscar a ojo las di- en caso de espondilolistesis o hernia de
disco (Fig. 59).

Es momento de realizar un test de Schöber,


que se trata de una medición que refleja
solamente el grado de movilidad lumbar.
En posición neutra se fija un punto a ni-
vel de la L-5 (quinta vertebra lumbar), y
otro punto 10 cm por arriba. A la flexión
máxima (en condiciones fisiológicas) la
distancia entre ambos puntos aumentará
normalmente cerca de 5 cm. Una dismi-
nución de estos valores reflejará even-
tualmente un proceso de espondiloar-
tropatía (Espondilitis anquilopoyética,
Fig. 54 Fig. 55 etc).

24
GUIA PRACTICA DEL EXAMEN REUMATOLOGICO

Palpar a continuación la masa muscular matología). La articulación sacroilíaca


paraespinal y la maniobra del pliegue de debe ser palpada en búsqueda de dolor.
Kibler. La dinámica de la misma debe ser valo-
rada imprimiendo con todo el peso con
Una fuerte presión sobre las apófisis es- las manos sobrepuestas apoyadas sobre
pinosas indica localmente presencia de la región sacra del paciente (Maniobra
áreas dolorosas de la vértebra (diferen- de Illouz y Coste) (Fig. 60; 61; 62).
tes procesos pueden generar esta sinto-

Fig. 56 Fig. 57 Fig. 58

Fig. 59 Fig. 60 Fig. 61

Fig. 62

25
Las áreas de tejidos blandos o puntos ga- El reflejo aquiliano que valora indemni-
tillos deberían ser determinados palpan- dad de S-1 (Fig. 64).
do sobre el subglúteo y bursa isquiática.
No debe olvidarse la palpación del tro- Por último el reflejo medio plantar.
canter mayor especialmente en mujeres
(tienen predisposición a trocantitis muy Un amplio índice de movilidad espinal
dolorosas que son más de una vez con- lumbar puede ser obtenido teniendo al
fundidas con procesos de la cadera co- paciente en flexión hacia delante, tocan-
rrespondiente). do sus dedos gordos mientras mantiene
las rodillas hiperextendidas (Fig. 65; 66).
Con el paciente en posición supina, se
valorará la articulación de cadera. Asimis-
mo se testeará el estiramiento del nervio Finalmente la función de la articulación
ciático (Signo de Lasegue) recordando costovertebral puede ser sondada a tra-
que no se debe sobrepasar los 60° en la vés de la medición de la expansión torá-
maniobra. Si se sobrepasa esta medición cica al máximo esfuerzo inspiratorio (es-
angular puede generar un falso positivo, to debe al menos ser de 2 pulgadas).
inutilizando el valor de la maniobra. Se
continuará con el examen de la motrici- Entonces, si se hace un acercamiento sis-
dad del extensor largo del dedo gordo y temático examinatorio del paciente en
luego la del extensor común de los de- búsqueda de signos y denotando su dis-
dos. Siempre con paciente en posición tribución, el médico es capaz de realizar
supina se realizará el testeo de los refle- un evaluación rápida para determinar fe-
jos profundos osteotendinosos. En pri- hacientemente si padece de una enfer-
mer término el reflejo rotuliano (valora la medad reumática.
raiz L3) (Fig. 63).

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GUIA PRACTICA DEL EXAMEN REUMATOLOGICO

Fig. 63 Fig. 64

Fig. 65 Fig. 66

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