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FACULTAD DE PSICOLOGIA

Evaluación y medición

Angie Zharick León Herrera

20251917497

Prof. Paula Garcia

EVALUACIÓN Y MEDICIÓN PSICOLÓGICA INFANTIL Y EN ADOLESCENTES

Ibagué (Tolima)

EVALUACIÓN Y MEDICIÓN PSICOLÓGICA INFANTIL Y EN ADOLESCENTES

CARACTERÍSTICAS A TENER EN CUENTA AL ATENDER A UN NIÑO O A UN


ADOLESCENTE:
1. Conocer las causas y factores que intervienen en el origen, desarrollo y
configuración del problema. Esto es muy importante a la hora de conocer a fondo lo
que al paciente le afecta como miedos, fobias y ansiedades.

2. Conocer el desarrollo psicobiológico del niño. Cuáles son los signos, síntomas,
síndromes o enfermedades que presenta o ha presentado ya que esto involucra
factores como desarrollo emocional, social y físico del niño. Para ello es necesario la
recogida de datos mediante la entrevista y cuestionarios para los padres. El niño va
a desarrollar sus cambios más evidentes son los exteriores, aunque también
internos, ya sea funcionales o psicológicos, estos son más difíciles de notar, pero
que van a marcar distintas etapas o períodos en su vida.

3. La edad del paciente es un factor que hace que la terapia o intervención cambie
totalmente ya que el pronóstico evolutivo del trastorno varía en función de las
diferentes edades en las que se ha iniciado el mismo, condicionando, a su vez, la
gravedad y posible cronicidad de los síntomas, en este aspecto podemos ver cómo
las diferentes etapas de desarrollo pueden cambiar muchas percepciones y
procesos psicológicos, para esto se necesita preparar muy bien la terapia y saber
manejar el entorno en donde se hará para así manejar mejor la situación.

4. Es importante tener en cuenta tres principios generales para abordar con éxito la
evaluación e intervención dentro de esta población. Estos principios se agrupan bajo
las siglas CAP (Creatividad-Asesoramiento-Prudencia). En cuanto a estos principios
o factores se pueden manejar en intervenciones tanto con niños como con
adolescentes ya que de este modo lograremos crear un entorno confiable y didáctico
que brinda la posibilidad de un acompañamiento ameno, todo va de la mano con el
buen asesoramiento, pautas claras desde el principio y la prudencia que
demostremos.

5. No forzar las situaciones, el buen ambiente debe ser fluido y confiable, si forzamos
al paciente a compartir una experiencia o problema que le dificulta abordar o
expresar, será mucho más difícil de manejar. Si un niño no desea dibujar o realizar
cualquier actividad lo mejor es no obligarlo o si un adolescente no quiere compartir
un pensamiento o idea, no es bueno forzarlo.
6. El juego, como medio comunicativo, acompañado de diálogo donde el niño puede
expresarse a partir de dibujos, objetos o juguetes es especialmente útil, con los
niños la intervención cambia mucho, para ellos el expresar las cosas puede ser muy
difícil a la hora de guardarse problemas por temor (si el problema involucra una
tercera persona como un acusador), es por eso que mediante los juegos o dibujos
los niños dejan salir sus temores y problemas más fácilmente, solo hay que saber
interpretar lo que vemos pero no escuchamos.

7. Saber escuchar y comprender su punto de vista. Desarrollo de la empatía. Debemos


ser sensibles a su percepción de las cosas y procurar entender los factores que
producen y/o mantienen el problema. Para los niños y adolescentes ver que un
adulto terapeuta crea empatía con él puede verse como vínculo fraternal o como
obstáculo, el saber escuchar y comprender todo tipo de cosas y situaciones por las
que pasen es algo que debemos aprender a manejar, de esto dependerá nuestra
intervención y nuestras metas con nuestro paciente.

8. Establecer una relación de cordialidad y franqueza. Sin sermones, sin reproches. No


le vamos a obligar al "cambio". Como lo aclaré anteriormente, no somos los padres
del paciente, no podemos obligarlos a que hagan o piensen como queramos.
9. Entorno de Privacidad. El adolescente puede informarnos de situaciones que no
desea sean conocidas por sus allegados, el hecho de que le entreguemos nuestro
silencio a cambio de información, no significa que nos guardemos todo, si la
situación por la que pasa no es peligrosa no podemos divulgar lo que nos ha
confiado.

10. La Complicidad. Dependiendo del problema, puede hacerse necesario recurrir a


algún amigo o persona de su confianza, principalmente aquellos que sean de su
misma edad, para colaborar en la dinámica terapéutica.
11. Programar sesiones cortas y frecuentes (sesiones diarias de 15 minutos), esto
puede ser al principio, cuando la confianza y la empatía este recién fluyendo así
logramos que no sea tan jocosa y aburrida la intervención.
JUEGO (CASA DE MUÑECAS)

El juego en la casa de muñecas puede ser muy útil y factible ya que las muñecas llenan
cierta cantidad de roles, los niños pueden jugar de manera realista tomando distintos
escenarios y personajes que tengan como rol el de algún familiar o persona allegada, de
esta manera podemos brindarle ciertos vínculos que le hagan salir de su zona de confort o
que nos exprese situaciones que sean difíciles de interpretar.

Con este juego se pueden manejar muchas cosas, el hecho es que estemos conectados
con su forma de jugar y llevemos siempre el mismo ritmo que el paciente, así el sentirá que
es dueño de su juego y que nosotros somos un simple acompañante o amigo de juegos
como más lo sienta cómodo.

Entre más escenarios y muñecos o personajes mejor interpretación habrá, mientras que el
niño sienta que un vínculo con lo que ve y juega mejor será para nosotros la evaluación
psicológica.

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