 Iglesia Pentecostal Unida de Nicaragua “JESUS ES DIOS”

MINISTERIO CELULAR
“Visión y Compasión”

Tema: La sumisión del Creyente 1ra Pedro 2:13-17; 3:1,7-9

En una sociedad donde se insiste en la independencia y la libertad, la idea de la sumisión

no es popular. Para algunos someterse significa ser débil y perder el dominio de las cosas;
sin embargo, la sumisión es una parte necesaria de nuestra relación con Dios y con los
demás.

Cuando nos sometemos a Dios, dejamos que él gobierne nuestras vidas. Someterse no
significa perder el dominio de las cosas, sino reconocer que el Señor Jesús señorea en
todos los aspectos de nuestra vida. La sujeción a Dios tiene consecuencias en nuestra
relación diaria con los demás. Los cristianos tenemos que someternos a nuestra autoridad
por respeto y por amor.

Como miembros del reino celestial, nuestra máxima lealtad se la debemos dar a nuestro
Dios, no obstante como ciudadanos cristianos en la tierra, estamos llamados a someternos
al gobierno humano. La Biblia nos llama a un sometimiento voluntario a toda institución
humana (1ra Pedro 2:13). Los cristianos tenemos que vivir bajo todo tipo de gobierno.
Dios es el que quita, pone y permite que existan los gobiernos (Daniel 2:21)

Por ser creyentes estamos libres de la esclavitud del pecado (Juan 8:33-36). Con todo,
nuestra libertad no es una licencia para que nos complazcamos a nosotros mismos o
hagamos lo que no debemos bajo el pretexto de que todo nos está permitido (1ra Pedro
2:16). Nuestra libertad es para que podamos servir a Dios y cumplir su voluntad
ministrando a los demás.

En el imperio romano, muchos esclavos respondieron positivamente a la libertad prometida

por el evangelio y se hicieron cristianos. Pedro les habla de la actitud que debían adoptar
estos esclavos cristianos hacia sus amos, aún aquellos difíciles de soportar (1ra Pedro 2:18-
25)

Hay quienes enseñan que si los cristianos sufren es por que se hallan fuera de la voluntad
de Dios o les falta fe. El apóstol Pedro presenta una imagen distinta. Los cristianos
pasaremos persecuciones y sufrimientos injustos, sin embargo, no estamos solos. Cristo
sufrió injustamente, Jesús era perfecto y no merecía sufrir, sin embargo, cuando le
maltrataban no amenazó ni se vengó (1ra Pedro 2:21-23)

(1ra Pedro 3:1-7) Pedro trata primero de las responsabilidades de la esposa y después de
las que tiene el esposo. El principio de la sumisión a Dios tiene que ver con todas las
situaciones de la vida. Pedro escribió acerca de la responsabilidad que tiene la esposa de
sujetarse al esposo. La sumisión de la esposa a su esposo podía tener un efecto
evangelistico, el hombre que no cree a la palabra puede ser ganado por la conducta de su
esposa.
La esposa cristiana podía pensar usar las tácticas mundanas para ganar a su conyugue, pero
la mujer cristiana debe de asegurarse de ser hermosa en su interior, la cual Dios usa como
un medio para llegar al espiritu del esposo.

La responsabilidad del esposo en su relación con su esposa es de habitar con ella

sabiamente. Necesita conocer el humor de su esposa, sus sentimientos y necesidades,
temores y esperanzas, necesita escucharla con el corazón. El esposo que es considerado,
cumple con sus deberes conyugales, esto incluye pasar tiempo con su esposa, proveer a las
necesidades físicas y materiales del hogar.

Si la esposa muestra sumisión y el esposo es considerado, si ambos se someten a Dios y

siguen su ejemplo, su matrimonio va a ser enriquecedor.

1. ¿De qué manera las acciones de una esposa cristiana puede ganar a un esposo
inconverso?
La esposa cristiana que muestra pureza y respeto puede influir en su esposo a favor de
Cristo. Dios puede usar sumisión, amor, bondad y paciencia para abrir paso hasta el
corazón del esposo.

2. ¿De qué manera podemos honrar a los demás?

Podemos honrar a los demás amándolos y respetándolos, además, animándole para que
logre convertirse en aquello que Dios quiere que sea.

3. ¿Cómo puede un cristiano responder al trato injusto en el trabajo?

Si un supervisor de trabajo que no es salvo comete alguna injusticia con nosotros, nos
tratan mal, debemos soportar ese trato injustificado, nuestra paciencia puede ser un
testimonio positivo a favor de cristo.

No es fácil someterse a nuestra autoridad cuando estos llevan una vida inmoral, ni tampoco
es fácil someterse en el trabajo cuando nos tratan injustamente. Hasta en el matrimonio
puede ser difícil la sumisión, por que chocan dos personas con voluntades distintas, sin
embargo, Dios nos ha llamado a una vida de sumisión.

Hermano y amigo, si deseamos estar con cristo, reinando por la eternidad debemos
aprender a someternos a nuestras autoridades, a quienes Dios a puesto, y si aun no está
sometido hoy puedes pedirle perdón a Dios y comenzar una nueva vida. Si lo sientes pasa a
este altar y vamos a orar por ti en el nombre de Jesús.

IGLESIA PENTECOSTAL UNIDA DE NICARAGUA

PASTOR: JOSUE GAMALIEL RIVERA