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Esquizofrenia

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Para otros usos de este término, véase Esquizofrenia (desambiguación).
Esquizofrenia
Cloth embroidered by a schizophrenia sufferer.jpg
Una paciente esquizofrénica bordó por sí misma esta tela, lo que nos da cierta idea
sobre su desarreglo mental. Pieza que actualmente se expone en el Glore Psychiatric
Museum.
Clasificación y recursos externos
Especialidad psiquiatría
psicología clínica
Tratamiento psicoterapia
CIE-10 F20
CIE-9 295
CIAP-2 P72
OMIM 181500
DiseasesDB 11890
MedlinePlus 000928
eMedicine med/2072 emerg/520
MeSH F03.700.750
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St. Elizabeths Hospital. Reproducciones realizadas por un paciente, un caso


perturbado de Dementia praecox, en donde usó alfileres o uñas para rascar la
pintura de la pared, capa superior de pintura de color chamariz, superpuesta sobre
una capa de color rojo ladrillo de pintura. Las imágenes simbolizan eventos en la
vida pasada del paciente, y representan un estado leve de regresión mental. Sin
fecha, pero probablemente principios del siglo XX.
La esquizofrenia (del griego clásico σχίζειν schizein ‘dividir, escindir, hendir,
romper’ y φρήν phrēn, ‘entendimiento, razón, mente’) es un diagnóstico psiquiátrico
que abarca un amplio grupo de trastornos mentales crónicos y graves, caracterizado
a menudo por conductas que resultan anómalas para la comunidad y una percepción
alterada de la realidad.1 La esquizofrenia causa además alteraciones en varios
aspectos del funcionamiento psíquico del individuo, principalmente de la
consciencia de realidad, y una desorganización neuropsicológica más o menos
compleja, en especial de las funciones ejecutivas, que lleva a una dificultad para
mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción
social. Entre los síntomas frecuentes, están las creencias delirantes, pensamiento
confuso, alucinaciones auditivas, reducción de las actividades sociales y/o
aislamiento.

El concepto de esquizofrenia tuvo un inicio histórico en el término «demencia


precoz» de Bénédict Morel a mediados del siglo XIX. En 1898 Emil Kraepelin deslindó
dentro de la «demencia precoz» varios trastornos como la hebefrenia y la catatonia.
Precisamente, debido a la posibilidad de múltiples combinaciones de síntomas, se ha
sugerido que la esquizofrenia serían varios trastornos y no uno solo; por este
motivo, Eugen Bleuler, cuando acuñó el nombre en 1908, prefirió usar el plural
schizophrenias para referirse a esta patología. A pesar de su etimología semejante,
la esquizofrenia no es lo mismo que el trastorno de identidad disociativo (antes:
«trastorno de personalidad múltiple», o de «doble personalidad»), con el que se la
confunde frecuentemente.2 Existe una amplia variedad de modelos categoriales y
dimensionales que tratan de abordar y explorar los síntomas de la esquizofrenia y
su diagnóstico.34

Los síntomas de la esquizofrenia suelen comenzar en adultos jóvenes y


aproximadamente 0,4-0,6 % de la población se ve afectada.56 Una persona con
esquizofrenia, por lo general, muestra un lenguaje y pensamientos desorganizados,
delirios, alucinaciones, trastornos afectivos y conducta inadecuada.7 El
diagnóstico se basa en las experiencias que relata el propio paciente y la conducta
vista por el examinador. Se suele considerar que todo tipo de exploración o prueba
psicométrica o de psicopatología precisa una información detallada de su alcance y
objetivos, y la obtención previa de un consentimiento por parte del paciente. No
existen actualmente pruebas de laboratorio diagnósticas de la esquizofrenia y
ninguno de los síntomas es patognomónico o exclusivo de esta enfermedad, lo que
dificulta el diagnóstico cierto.

En los pacientes esquizofrénicos, se ha detectado disfunción de los sistemas de


neurotransmisores y anomalías anatómicas cerebrales, así como anormalidades del
sistema inmunitario. No obstante, no se conocen con certeza las causas de la
esquizofrenia. Los estudios sugieren que los principales factores de riesgo son la
predisposición genética y factores perinatales. Además, algunas circunstancias
socio-ambientales, el aumento de la edad de los padres,8 ciertos medicamentos y el
uso recreativo de drogas9 parecen provocar o empeorar los síntomas. En un subgrupo
de pacientes esquizofrénicos, la enfermedad celíaca o una anomalía en la absorción
intestinal, podrían ser causantes del desarrollo de la esquizofrenia.1011

Aparece en el 1 % de la población mundial; están afectados un 30-40 % de las


personas sin hogar.12 La prevalencia en los países considerados menos desarrollados
es significativamente menor.8

El tratamiento farmacológico de primera línea son los medicamentos antipsicóticos,


que fundamentalmente actúan suprimiendo la actividad de la dopamina. Las dosis de
los antipsicóticos empleados son generalmente más bajas que en las primeras décadas
de su uso. La psicoterapia y la rehabilitación profesional y social también son
importantes. En casos más graves, donde hay riesgo para el mismo paciente y para
otros a su alrededor, puede ser indicada la hospitalización involuntaria, aunque la
estancia hospitalaria es menos frecuente y por períodos más cortos que en tiempos
pasados.13 Por lo general, los trastornos de la cognición contribuyen a problemas
persistentes de la conducta. Los pacientes esquizofrénicos suelen tener otros
problemas de salud, incluyendo drogodependencia, depresión y trastorno de
ansiedad,14 así como problemas sociales como desempleo, pobreza y baja calidad de
vida. La esperanza de vida de los pacientes con esquizofrenia es inferior en 10 a
12 años a los individuos sin la enfermedad, debido a otros problemas de salud y a
una mayor frecuencia de suicidio.1516

Índice
1 Clasificación
2 Historia
2.1 Antes de 1800
2.2 Demencia precoz
2.3 Esquizofrenia
2.4 Síntomas positivos y negativos
2.5 Presente
3 Epidemiología
3.1 Prevalencia mundial
3.2 Antecedentes familiares
3.3 Morbilidad y mortalidad
3.4 Factores demográficos
3.4.1 Género
3.4.2 Edad
3.4.3 Socioculturales
3.4.4 Alimentación
4 Etiología
4.1 Hipótesis multifactoriales
4.2 Aspectos genéticos
4.3 Factores prenatales
4.4 Factores sociales
4.5 Drogodependencia
4.6 Conexión intestino-cerebro
4.7 Otras hipótesis
5 Patogenia
5.1 Anormalidades de la neurotransmisión
5.1.1 Dopamina
5.1.2 Serotonina
5.1.3 Glutamato
5.2 Hallazgos neuropatológicos
5.2.1 Hallazgos de neuroimagen
5.2.2 Hallazgos histopatológicos
6 Cuadro clínico
6.1 Abordaje clínico
6.2 Semiología de la esquizofrenia
6.2.1 Síntomas negativos
6.2.2 Síntomas positivos
6.2.3 Síndrome de desorganización
6.3 Evolución natural
6.3.1 Fase premórbida y prodrómica
6.3.2 Fase de progresión
6.3.3 Fase de recidivas estables
6.4 Trastornos asociados
7 Diagnóstico
7.1 Síntomas característicos
7.2 Disfunción social/ocupacional
7.3 Duración
7.4 Otros criterios
7.5 Controversias sobre el diagnóstico
8 Tratamiento
8.1 Farmacología
8.1.1 Antipsicóticos
8.1.1.1 Antipsicóticos típicos
8.1.1.2 Antipsicóticos atípicos
8.1.2 Benzodiazepinas
8.2 Rehabilitación
8.3 Psicoterapia individual
8.4 Terapia electroconvulsiva
8.5 Educación familiar
8.6 Terapia de grupo
8.6.1 Grupos de autoayuda
8.7 Derechos del paciente psiquiátrico
9 Pronóstico
9.1 Desempeño social
9.2 Prognosis de remisiones y recidivas
9.3 Comorbilidad y esperanza de vida
10 Véase también
11 Referencias
12 Bibliografía
13 Enlaces externos
Clasificación
Históricamente, la esquizofrenia en Occidente ha sido clasificada en simple,
catatónica, hebefrénica o paranoide. El Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales (DSM) contiene en la actualidad cinco tipos de esquizofrenia y
la CIE describe siete. El DSM-V (2013), ha eliminado la distinción de subtipos
dentro de la esquizofrenia. Eran:

(F20.0/295.3) Tipo paranoide: predominan los sentimientos de persecución, delirio


de grandeza, este más característico de la enfermedad bipolar, y alucinaciones
auditivas —el DSM exige que no haya desorganización en el lenguaje ni afectividad
inapropiada o plana—.17
(F20.1/295.1) Tipo desorganizado o hebefrénica: predomina el discurso y
comportamiento desorganizados sin ningún objetivo visible, así como una afectividad
inadecuada o plana.18
(F20.2/295.2) Tipo catatónico: con importantes alteraciones psicomotoras tales como
la flexibilidad/rigidez cérea (como muñeco de cera); puede llegar hasta el estupor
catatónico, lo que produce una incapacidad para cuidar de sus necesidades
personales.19
(F20.3/295.9) Tipo indiferenciado: hay síntomas psicóticos, pero no cumplen
criterios para los tipos paranoide, desorganizado o catatónico.
(F20.5/295.6) Tipo residual: donde los síntomas positivos están presentes tan solo
a baja intensidad.
Las cifras entre paréntesis indican los códigos CIE/DSM respectivamente.

La Organización Mundial de la Salud reconoce además los tipos:

(F20.4) Depresión post-esquizofrénica: trastorno de tipo depresivo, a veces


prolongado, que surge después de un trastorno esquizofrénico. Durante él pueden
persistir algunos síntomas esquizofrénicos, pero no predominan en el cuadro
clínico. Raramente tienen tanta importancia como para realizar un diagnóstico de
depresión grave (Requiere un mínimo de dos semanas de afectación funcional y
anímica notorias).
(F20.6) Esquizofrenia simple: su desarrollo es insidioso, no manifiesta
alucinaciones ni delirios, es menos psicótica y muestra fundamentalmente síntomas
negativos.
El psiquiatra español Ramón Sarró Burbano, discípulo directo, aunque disidente, de
S Freud, 'prefiere que le consideren respecto a Freud más como un parricida',
estudió y clasificó la temática de los delirios endógenos en 20 'mitologemas', o:
'Unidades de contenido mítico-religioso presentes de forma reiterada en los
delirios endógenos'.20
Historia
Véase también: Historia de la depresión
El concepto de locura ha existido desde tiempos antiguos. Los primeros datos que
pueden tener relación con síntomas psicóticos datan del 2000 a. C. en el Libro de
los corazones, parte del antiguo Papiro de Ebers. Sin embargo, una reciente
revisión de la literatura de la Antigua Grecia y Roma comprobó que, mientras la
población general probablemente tenía conocimiento de los trastornos psicóticos, no
había en aquellas comunidades ningún cuadro definido que fuese equiparable a los
criterios modernos de diagnóstico de esquizofrenia.21

Antes de 1800

Philippe Pinel (1755-1826), a quien se debe esta precisa descripción de los


pacientes bipolares: « ... nada más inexplicable y sin embargo nada más comprobado
que las dos formas opuestas que pueden tomar las melancolías. Es a veces un orgullo
excesivo y la idea de poseer riquezas inmensas o un poder sin límites, en otras el
abatimiento más pusilánime, una consternación profunda hasta la desesperación».22
Son muy escasos los registros en la historia de antes del 1800 de testimonios de
cuadros parecidos a la esquizofrenia, aunque sí eran frecuentes los relatos sobre
conductas irracionales, incomprensibles, o descontroladas.23 Se ha producido una
breve interpretación citando que las notas en el Papiro Ebers del Antiguo Egipto
pueden significar esquizofrenia,24 pero otros estudios no han podido certificar
dicha conexión.25 Una revisión de la literatura de la Antigua Grecia y Roma indica
que si bien se describió la psicosis, no son relatos que describan algo de forma
que cumpla los criterios diagnósticos de la esquizofrenia.26 En la literatura
médica árabe y en la psicológica de la Edad Media se anotaron creencias y
comportamientos raros, psicóticos, parecidos a algunos de los síntomas de la
esquizofrenia. Por ejemplo, en el Canon de la Medicina, Avicena describe un cuadro
parecido a los síntomas de la esquizofrenia, al que llamó ŷunūn mufriṭ (locura
grave), y que diferenció de otras formas de locura (ŷunūn), como la manía, la rabia
y la psicosis maníaco-depresiva.27 Sin embargo, nunca se llegó a describir algo que
se parezca a la esquizofrenia en la Cirugía Imperial por Şerafeddin Sabuncuoglu, un
importante libro de texto médico islámico del siglo XV.28 Dadas las escasas
evidencias históricas, la esquizofrenia, al menos con la frecuencia con que se
encuentra hoy, puede que sea un fenómeno moderno, o, como otra posibilidad, puede
haber estado oculta en los textos históricos dentro de conceptos afines, como la
melancolía o la manía.

Se suelen considerar como los primeros casos de esquizofrenia de la literatura


médica y psiquiátrica del pasado.23un informe detallado de 1797, del caso de James
Tilly Matthews, y también las descripciones publicadas por el francés Philippe
Pinel (1755-1826) en 1809.

Demencia precoz
En realidad, la historia de la esquizofrenia como entidad nosológica es muy
reciente. En 1853, el psiquiatra francés Bénédict Morel acuñó el término: demence
précoce, en francés «demencia precoz», para describir un trastorno mental que
afectaba a adolescentes y adultos jóvenes y que con el tiempo evolucionaba a un
deterioro del funcionamiento mental, y a la incapacidad del sujeto (Ese deterioro
es a lo que se refiere la palabra 'Demencia').,29 en contraposición con la demencia
clásica, asociada a la senilidad. Posteriormente, en 1886, con el alienista alemán
Heinrich Schule, y más tarde, por Arnold Pick en 1891, se utilizó el término:
dementia praecox en un informe sobre un caso de trastorno psicótico. En 1871 Ewald
Hecker definió al mismo síndrome de demencia juvenil como hebefrenia, destacando su
rápida evolución hacia la «estupidez, embrutecimiento y desorganización de las
funciones psíquicas».30 Tres años más tarde Karl Kahlbaum observó otra forma de
alienación mental caracterizada por trastornos motores, sensoriales y mutismo que
denominó catatonia.31

El enfoque contemporáneo del concepto de esquizofrenia se inició en 1887 con Emil


Kraepelin, que estableció una amplia separación en la clasificación de los
trastornos mentales entre la dementia praecox y los trastornos de estado de ánimo
(llamados maniaco-depresivos, que incluían tanto la depresión unipolar como la
bipolar), originada en un proceso sistémico quiescente, y llegó también a la
conclusión en 1898 de que la hebefrenia y la catatonia eran subtipos de una sola
enfermedad.323334 Después de abundantes observaciones de sus pacientes, consiguió
sistematizar una buena cantidad de entidades psicopatológicas que estaban confusas
hasta entonces y distinguió una forma de «demencia» que aparecía en los jóvenes,
separándola de otras formas de enfermedad mental, como la psicosis maníaco
depresiva, incluyendo tanto la depresión unipolar como la bipolar. Describió el
curso a lo defectual y el temprano inicio de esta forma de dementia praecox. Le dio
mayor importancia a los síntomas «negativos» como «debilitamiento de la voluntad» y
la falta de un «desarrollo personal».35
Kraepelin creía que la dementia praecox era fundamentalmente una enfermedad del
cerebro,36 un tipo específico de demencia, que se distingue de otras formas de
demencia, como la enfermedad de Alzheimer, que suelen incidir en edades más
avanzadas.37 La clasificación de Kraepelin fue ganando aceptación poco a poco. Hubo
objeciones a la utilización del término «demencia», pese a los casos de
recuperación, y apologética a favor de algunos de los diagnósticos que sustituyó,
tales como la locura del adolescente.38

Esquizofrenia

Dementia Praecox, de Bleuler.


Años más tarde se puso de manifiesto que el trastorno descrito como «demencia
precoz» no conduce necesariamente a un deterioro mental, ni solo afecta a personas
jóvenes,30 y en 1908 el psicólogo suizo Eugen Bleuler sugirió que el nombre era
inadecuado, porque el trastorno no era una «demencia», es decir, no llevaba
necesariamente a un deterioro de funciones mentales como en la demencia senil tipo
enfermedad de Alzheimer; muchos pacientes sí mejoraban y además, ocasionalmente se
iniciaba en personas maduras.39 Bleuler sugirió la palabra «esquizofrenia» para
referirse a una escisión de los procesos psíquicos consistente en la pérdida de
correspondencia entre el proceso de formación de ideas y la expresión de emociones
y para diferenciarlo de la enfermedad maníaco-depresiva, en donde la expresión de
las emociones de los pacientes refleja con precisión sus pensamientos mórbidos.32
Hizo hincapié en que el trastorno fundamental era el deterioro cognoscitivo y lo
conceptualizó como una división o «escisión» en la capacidad mental y propuso
entonces el nombre con el que se conoce el trastorno hasta hoy.3140

Sugirió también dos divisiones con respecto a la sintomatología de la


esquizofrenia: la primera constituida por síntomas fundamentales, básicos,
específicos o permanentes que estaban presentes en todos los pacientes y durante
toda la evolución del trastorno, denominados: 'principales', y la segunda agrupaba
los síntomas accesorios.30 Los síntomas fundamentales de Bleuler constituyen «las
cuatro aes»:(Afecto embotado, Autismo, Disgregación en las Asociaciones de ideas, y
Ambivalencia):4142

A Disgregación en las Asociaciones de Ideas


Afectividad aplanada
Ambivalencia y
Autismo

Asistentes a auditorio escuchando una disertación académica en Bogotá-Colombia, año


2011. En primera fila se observa a una mujer junto a su inseparable y querida
muñeca, en actitud un tanto extraña, y desentonando con el resto de los
espectadores.43
Los síntomas accesorios incluían las ideas delirantes o delirios, alucinaciones,
alteraciones del lenguaje y la escritura y los síntomas catatónicos, entre otros.30
Destaca que aquellos síntomas que llaman más la atención —como los delirios y las
alucinaciones— Bleuler los considera «accesorios». Esa distinción es adecuada,
porque la gravedad del trastorno tiene relación precisamente con las
características de laxitud en las asociaciones, embotamiento afectivo y autismo,
los síntomas fundamentales para Bleuler.31

Bleuler también agrupó a los síntomas de la esquizofrenia en primarios —producidos


directamente por la esquizofrenia— y secundarios —que se deberían al intento del
organismo para adaptarse a los síntomas primarios—.42

Síntomas positivos y negativos


Existe debate sobre si la división clásica entre síntomas negativos y positivos la
formuló primero John Russell Reynolds o John Hughlings Jackson.4442 En 1853
Reynolds, estudiando la epilepsia, publicó un artículo en la que distinguía entre
síntomas positivos que consideraba como «meras acciones vitales modificadas», y
negativos, que consideraba «como la negación de propiedades vitales».424546 Por
entonces, en 1875, y para Jackson, en el mundo de la neurología, los síntomas
negativos eran producidos por una lesión, mientras que los síntomas positivos eran
ocasionados por tejido no dañado que trataba de compensar las pérdidas, ocasionando
en último término un desequilibrio.4246

De Clérambault introdujo por primera vez en el ámbito psiquiátrico la clasificación


que distinguía entre síntomas negativos y positivos en 1942. Clérambault solía
considerar los síntomas positivos como fenómenos intrusivos (alucinaciones y
delirios) y a los síntomas negativos como fenómenos inhibitorios (deterioro del
pensamiento y la atención).444246 Durante la primera mitad del siglo XX esta
clasificación se mantuvo discretamente, y solo en la década de los 80, gracias a
los trabajos de Tim Crow, se volvió a dar difusión a los conceptos que distinguen
entre síntomas negativos y positivos.4647

Presente
El término «esquizofrenia» se suele interpretar mal, dándole el sentido de que las
personas afectadas tienen una «doble personalidad». Aunque algunas personas con
diagnóstico de esquizofrenia pueden escuchar voces y pueden vivir las voces como
personalidades distintas, la esquizofrenia no se trata de una persona que va
cambiando entre distintas personalidades múltiples. La confusión surge en parte
debido a los efectos del significado que le dio Bleuler a la esquizofrenia,
literalmente «escisión» o «ruptura de la mente». El primer uso indebido del
término, dándole la interpretación de «doble personalidad», fue en un artículo del
poeta T. S. Eliot en 1933.48

Durante la primera mitad del siglo XX, la esquizofrenia se consideró un cuadro


genético, y en muchos países los pacientes fueron sometidos a eugenesia. Cientos de
miles fueron esterilizados, con o sin consentimiento —la mayoría en la Alemania
nazi, los Estados Unidos y los países nórdicos—.4950 Muchos con diagnóstico de
esquizofrenia fueron asesinados en el régimen nazi junto a otras personas
etiquetadas como «mentalmente ineptas» como parte del programa Aktion T4.51

Desde la semiología, Klaus Conrad hizo un gran aporte, al publicar en 1954: La


esquizofrenia incipiente, donde distingue, y aún hoy se mantiene en uso, ciertas
fases del curso de la patología bajo el concepto de esquizofrenia incipiente. En
algunos trabajos sobre drogas, se han apuntado cosas como que: 'Quienes tienen
predisposición a la esquizofrenia no deben consumir Cannabis' —u otros alucinógenos
—, pero nunca ha existido una definición operativa de las personas: 'Predispuestas
o en riesgo de padecer esquizofrenia', y la etiqueta diagnóstica: 'Pre-
esquizofrenia', ha desaparecido de la gnosología psiquiátrica vinculada a los
manuales DSM. Sin embargo, en los años 1950 y 1960, la literatura psiquiátrica
estaba llena de artículos que sugerían que las causas de la psicosis se
relacionaban con, interacciones complicadas entre el id-superyó-ego, la debilidad
del yo, la regresión, y perturbadas relaciones madre-hijo.52

A principios de los años 1970, los criterios diagnósticos de la esquizofrenia


fueron objeto de una serie de controversias que eventualmente llevaron a los
criterios operativos utilizados hoy en día. Se hizo evidente después del estudio
diagnóstico UK-USA de 1971 que la esquizofrenia se diagnosticaba en mucha mayor
medida en los Estados Unidos que en Europa.53 Esto se debió en parte a los
criterios de diagnóstico más flexibles en los EE. UU., donde se utilizó el manual
DSM-II (1968) y siguientes, o los RDC (Research Diagnostic Criteria) de finales de
los 70, en contraste con Europa y su CIE-9. El estudio realizado por David Rosenhan
en 1972, publicado en la revista Science con el título Sobre estar cuerdo en
centros para locos, llegó a la conclusión de que el diagnóstico de esquizofrenia en
los EE. UU. es a menudo subjetivo y poco fiable.54 Estos son algunos de los
factores conducentes a la revisión no solo del diagnóstico de esquizofrenia, sino
de todo el manual de DSM, lo que conllevó a la publicación del DSM-III en 1980.55
Desde la década de 1970 se han propuesto y evaluado más de 40 criterios de
diagnóstico para la esquizofrenia.4

También en la Unión Soviética utilizaron el diagnóstico de esquizofrenia con fines


políticos. El notorio psiquiatra soviético Andrei Snezhnevsky creó y promovió una
nueva sub-clasificación de la esquizofrenia, la de progresión lenta. Este
diagnóstico se utilizó para desacreditar y encarcelar rápidamente a los disidentes
políticos, con el fin de prescindir de un proceso judicial potencialmente
incómodo.56 Una serie de disidentes soviéticos denunciaron esta práctica ante los
occidentales en 1977, la Asociación Mundial de Psiquiatría condenó la práctica
Soviética en el Sexto Congreso Mundial de Psiquiatría.57 En lugar de defender su
teoría de que una probable forma latente de la esquizofrenia causaba que los
disidentes se opusieran al régimen, Snezhnevsky rompió todo contacto con el
Occidente en 1980, renunciando a sus cargos honoríficos en el extranjero.58 El
profesor J. L. Ayuso, de la UAM, afirmó que efectivamente, había que estar loco
para ejercer la oposición política en la URSS.

Epidemiología

Años de vida potencialmente perdidos por la esquizofrenia por cada 100 000
habitantes en 2002.
sin datos
≤ 185
185–197
197–207
207–218
218–229
229–240
240–251
251–262
262–273
273–284
284–295
≥ 295
Se cree que la esquizofrenia afecta principalmente a la cognición, pero también
suele contribuir a la aparición de problemas crónicos de comportamiento y emoción.
Las personas con esquizofrenia pueden tener trastornos adicionales, incluyendo
depresión y trastornos de ansiedad.14 Aproximadamente entre el 5 % y el 40 % de los
pacientes esquizofrénicos han consumido drogas al menos en una ocasión durante sus
vidas.59606162 En estos enfermos son corrientes ciertos problemas sociales, como el
desempleo de larga duración, la pobreza y la falta de hogar.

Prevalencia mundial
La prevalencia de la esquizofrenia —la proporción de personas en una población en
las que se diagnostica una enfermedad— se ha establecido que es de alrededor del 1
% de la población,63 con escasas variaciones entre los países.64 Sin embargo, una
revisión sistemática de numerosos estudios encontró en 2002 una prevalencia de vida
de 0,55 %.6 Desde entonces, también se ha documentado una prevalencia menor de
esquizofrenia en países en vías de desarrollo.5 Los inmigrantes a los países
desarrollados muestran un aumento de las tasas de esquizofrenia, riesgo que se
extiende a la segunda generación.8 El análisis de un total de 1.721 estimaciones de
188 estudios que abarcan 46 países, calculó la mediana de las estimaciones de
prevalencia en 4,6 por 1000 para la prevalencia puntual, definida como la
prevalencia durante cualquier intervalo de menos de un mes; 3,3 para la prevalencia
de período, definida como la prevalencia durante un período de 1 a 12 meses; 4,0
para la prevalencia de vida o la proporción de individuos en la población que
alguna vez manifestará la enfermedad y que están vivos en un día determinado; y el
7,2 de cada 1000 individuos para el riesgo mórbido de por vida, el cual intenta
incluir toda la vida de una cohorte de nacimientos, tanto del pasado como del
futuro, e incluye a los fallecidos en el momento de la encuesta. Estas cifras
sugieren que el estimado de 0,5-1 % para la prevalencia publicada en muchos libros
de texto es una sobreestimación. El análisis sistemático de la realidad sugiere que
es algo inferior, y los autores sugieren que es más preciso decir que alrededor de
7 a 8 por cada 1000 personas se verán afectadas.65 Más aún, algunos estudios han
demostrado que la prevalencia de la esquizofrenia varía dentro de los países66 y a
nivel local y de suburbios.67

Antecedentes familiares
La prevalencia de la esquizofrenia se incrementa al 10 % en los parientes de primer
grado de sujetos con esquizofrenia, índice aún más alto en familias con varios
miembros que presentan la enfermedad.68 La incidencia de la esquizofrenia aumenta
cuando la consanguinidad es más estrecha; cuando la similitud genética es del 50 %,
la incidencia oscila entre 8 % y 14 %; pero cuando la similitud es mayor, la
incidencia se eleva hasta alcanzar entre 39 % y 47 %.6869 Hay evidencia de que la
heredabilidad genética de la esquizofrenia está por aproximadamente el 80 %.706871
72 Se ha propuesto que en la descendencia de dos esquizofrénicos, un tercio serían
esquizofrénicos, otro tercio 'excéntricos' y solo un tercio 'normales' (UCM).737475

Morbilidad y mortalidad
Se sabe que la esquizofrenia es una de las principales causas de discapacidad. En
un estudio de 1999 de 14 países, la psicosis activa ocupa el tercer lugar después
de la parálisis cerebral y la demencia, y por delante de la paraplejía y la
ceguera.76

Las personas con esquizofrenia tienen un riesgo de suicidio del 10 %. La mortalidad


también aumenta a causa de enfermedades médicas, debido a una combinación de
estilos de vida poco saludables, los efectos secundarios de la medicación, y una
baja calidad de atención sanitaria. Debido a estos factores, la esperanza de vida
de estos pacientes es de 10 a 12 años inferior a la de la población sana (véase
epígrafe sobre pronóstico).15

Factores demográficos
No hay pruebas claras de la influencia del género o de la etnia en la incidencia de
la enfermedad,63 mientras que el clima, la cultura o la clase social pueden
influenciar la aparición de esquizofrenia en sujetos genéticamente susceptibles, y
en algunas características de su cuadro clínico.77La mayor tolerancia de la
comunidad frente a la enfermedad mental en el medio rural, ya de por sí menos
estresante y con unos requisitos más sencillos para la vida cotidiana, influyen en
la prevalencia y sintomatología de estos procesos.

Género
La esquizofrenia tiene más prevalencia en hombres que en mujeres (relación
1,4:1).78 A su vez, existen evidencias de que el pronóstico es mejor en mujeres,
relacionándose este dato con una tendencia a un inicio más tardío en ese sexo,
probablemente por el efecto antidopaminérgico del estrógeno.63 Generalmente aparece
antes en los hombres: el pico de aparición son las edades 20-28 años para los
hombres y 26-32 años para las mujeres.7 Las mujeres también suelen tener mejor
respuesta a los tratamientos.

Edad
Los niños mayores de cinco años pueden desarrollar esquizofrenia, pero es muy raro
que esta enfermedad se presente antes de la adolescencia,79 como lo es también su
inicio en la tercera edad.80 Algunos niños que desarrollan esquizofrenia tienen
peculiaridades de la personalidad o del comportamiento que preceden a la
enfermedad. Los síntomas comunes en los adultos, las alucinaciones y los delirios,
son extremamente raros antes de la pubertad.63
Socioculturales
Un hallazgo estable y reproducible demostró una asociación entre vivir en un medio
ambiente urbano y el diagnóstico de esquizofrenia, incluso después de controlar
factores de sesgo estadístico tales como el uso de drogas, el grupo étnico y el
tamaño del grupo social.81

En los países desarrollados los pacientes con esquizofrenia suelen tener niveles
socioeconómicos bajos.42 Igualmente suele pronosticarse la mala adaptación social a
largo plazo en aquellos pacientes que perciben que su red social se está
desintegrando, sea cierto o no.82 Ronald D. Laing, que en el título de su obra: El
yo dividido. Estudio de la cordura y la locura, de 1960, ISBN 84-375-0022-2,
repitió el concepto más arcaico sobre este trastorno, y Morton Schatzman,
resumieron estos factores comunitarios en un librillo que en español se llamó:
Esquizofrenia y presión social (Tusquets ed, 1972, ISBN 84-7223-528-9).

Alimentación
Durante la Segunda Guerra Mundial, decayó el consumo de trigo y otros cereales como
consecuencia de la escasez de suministros. El análisis de las admisiones en
hospitales psiquiátricos de cinco países demostró un descenso en los ingresos por
esquizofrenia, que se correlacionó con el porcentaje de disminución en el consumo
de trigo. Por el contrario, en los Estados Unidos, donde hubo un incremento en el
consumo de trigo, las admisiones por esquizofrenia aumentaron, por lo que se
formuló la hipótesis de que la esquizofrenia es poco frecuente si el consumo de
cereales es raro.1183

Esta hipótesis fue corroborada posteriormente por un estudio antropológico en las


Islas del Pacífico Sur, que demostró que la prevalencia de esquizofrenia era baja
en países con bajo consumo de trigo y aumentó con la introducción del trigo, la
cebada, la cerveza y el arroz en las dietas.1183

Actualmente, se ha demostrado la relación de la esquizofrenia en una parte de


pacientes con el consumo de gluten, independientemente de la predisposición
genética, es decir, tanto en celíacos como en no celíacos.8485

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