aproximadamente el año 3000 a.C., donde el hombre ya conoce el fuego, viste su cuerpo, aunque ahora va reemplazando progresivamente los cueros por tejidos, ornamentando su figura con collares, ajorcas y brazaletes, y construye sencillas viviendas.
Esta es la etapa de la piedra pulida, y en la que el
hombre elige el sedentarismo como forma de vida, al crear técnicas para el cultivo de los suelos, y la domesticación de animales que le aportaron carne y leche.
Sin embargo, no se dio en todo el mundo, el mismo desarrollo evolutivo. Sólo se
experimentó este progreso, en un principio en una pequeña parcela de Eurasia, mientras en otros lugares de Europa, vivían en un gran retraso, muchas veces motivado por razones climáticas, como por ejemplo, en África, donde encontraron escollos por la sequedad y el calor del desierto de Sahara, y la humedad y calor de la jungla inexpugnable.