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Joaquı́n Pérez Muñoz

Curvas y Superficies
Introducción

Estos son los apuntes de la asignatura Curvas y superficies, obligatoria de 6


créditos en el tercer curso del Grado de Matemáticas de la Universidad de Granada. Son
de libre distribución, y pueden bajarse de la página web
http://www.ugr.es/local/jperez/
Están basados en apuntes previos del mismo autor, correspondientes a la asignatura Geo-
metrı́a de Curvas y Superficies, obligatoria de 12 créditos en tercer curso de la extinta
Licenciatura de Matemáticas por la UGR. En estas notas encontrarás los enunciados y
demostraciones de los resultados contenidos en el programa de la asignatura, distribui-
dos por temas tal y como ésta se estructuró y aprobó en Consejo de Departamento. Hay
además material adicional que no aparece recogido en el programa de la asignatura, y que
puede resultar útil para aquellos alumnos que quieran profundizar más en algunos temas.
Algunas veces, las demostraciones están resumidas y dejan que el lector compruebe
los detalles como ejercicio. Además de éstos, al final de cada tema hay una relación de
ejercicios propuestos.
Como siempre en estos casos, los apuntes no estarán libres de errores, y es labor con-
junta del autor y de los lectores mejorarlos, un trabajo que nunca se termina. Si encuentras
algún error, por favor envı́a un e-mail a la dirección de correo electrónico jperez@ugr.es
Todo lo que se dice en los apuntes puede encontrarse, a menudo explicado con más pro-
fundidad, en numerosos textos básicos. Son recomendables los siguientes:
A. M. Amores Lázaro, Curso básico de curvas y superficies, Edit. Sanz y
Torres, Madrid, 2001 (ISBN: 84-88667-77-9).
M. P. do Carmo, Geometrı́a diferencial de curvas y superficies, Alianza
Universidad Textos, 135. Alianza Editorial, Madrid, 1992 (ISBN: 84-206-8135-0).
L. A. Cordero, M. Fernández y A. Gray, Geometrı́a diferencial de curvas y
superficies (con Mathematica), Addison-Wesley iberoamericana, Wilmington,
1995 (ISBN: 0-201-65364-8).
A. F. Costa, M. Gamboa y A. M. Porto, Notas de Geometrı́a diferencial de
curvas y superficies, Edit. Sanz y Torres, Madrid, 1977 (ISBN: 84-88667-29-9).

i
ii Introducción

W. Klingenberg, Curso de geometrı́a diferencial, Edit. Alhambra, Madrid,


1978 (ISBN: 84-205-0395-9).

A. MONTESINOS y J. Lafuente, Estelas y Siluetas, UNED, Madrid, 1998


(ISBN: 84-362-3756-0).

S. Montiel y A. Ros, Curvas y Superficies, Proyecto Sur de Ediciones, Granada,


1997 (ISBN: 84-8254-095-5).

J. Oprea, Differential Geometry and its aplications, Prentice Hall, Inc.


Simon & Schuster / A Viacom Co., Upper Saddle River, New Jersey, 1997 (ISBN:
0-13- 340738-1).

D. J. Struik, Geometrı́a diferencial clásica, Aguilar de ediciones, Madrid, 1973


(ISBN: 84-03-20146-X).

Granada, julio de 2014


Joaquı́n Pérez Muñoz
Índice general

1. Regularidad de curvas. 1
1.1. Curvas parametrizadas. Traza de una curva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Curvas regulares. Recta tangente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.3. Longitud de una curva. Parámetro arco. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

2. Datos de Frenet y curvaturas de curvas. 9


2.1. Curvatura de curvas en el plano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
2.2. Diedro de Frenet. Teorema fundamental de curvas planas. . . . . . . . . . . 12
2.3. Material adicional sobre curvas planas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2.4. Curvatura y torsión de curvas en el espacio. Triedro de Frenet. . . . . . . . 15
2.5. Teorema fundamental de curvas en el espacio. . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2.6. Curvatura, torsión y triedro de Frenet para curvas no p.p.a. . . . . . . . . . 20
2.7. Material adicional sobre curvas en el espacio. . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.8. Ejercicios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

3. Superficies en el espacio 29
3.1. Definición de superficie. Ejemplos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
3.1.1. Grafos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
3.1.2. Superficies en forma implı́cita. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
3.1.3. Superficies de revolución. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.2. Funciones y aplicaciones diferenciables. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.3. Plano tangente. Primera forma fundamental. . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
3.4. La diferencial de una aplicación diferenciable. . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
3.5. Recta normal. Orientabilidad. Aplicación de Gauss. . . . . . . . . . . . . . . 45
3.6. Material adicional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
3.7. Ejercicios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

4. Curvaturas en una superficie. 55


4.1. El operador de Weingarten. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

iii
iv

4.2. Segunda forma fundamental. Curvaturas principales. . . . . . . . . . . . . . 56


4.3. Curvatura de Gauss y curvatura media. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
4.4. Lı́neas de curvatura y direcciones asintóticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
4.5. Aplicación de Gauss y curvaturas en coordenadas locales. . . . . . . . . . . 64
4.5.1. Curvaturas normales y fórmula de Euler. . . . . . . . . . . . . . . . 65
4.6. Material adicional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
4.7. Ejercicios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70

5. Curvas geodésicas. 77
5.1. Distancia intrı́nseca de una superficie. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
5.2. Variaciones de una curva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
5.3. Puntos crı́ticos de la longitud. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
5.4. Geodésicas: definición, propiedades y ejemplos. . . . . . . . . . . . . . . . . 84
5.5. Flujo geodésico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
5.6. La aplicación exponencial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
5.7. Superficies completas. Teorema de Hopf-Rinow. . . . . . . . . . . . . . . . . 92
5.8. Material adicional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
5.8.1. El lema de Gauss. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
5.8.2. Propiedades locales minimizantes de las geodésicas. . . . . . . . . . . 95
5.8.3. Coordenadas polares geodésicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
5.8.4. El Teorema de Minding. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
5.8.5. Geodésicas estables. Teorema de Bonnet sobre el diámetro. . . . . . 101
5.8.6. El Teorema de rigidez de Bonnet. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
5.8.7. El teorema egregium de Gauss. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
5.8.8. Teorema de rigidez de la esfera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
5.8.9. Entornos totalmente normales. Demostración del Teorema de Hopf-
Rinow. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
5.9. Ejercicios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Capı́tulo 1

Regularidad de curvas.

1.1. Curvas parametrizadas. Traza de una curva.


Una idea intuitiva de curva es la trayectoria en el espacio de una partı́cula en mo-
vimiento. En cada instante la partı́cula estará en un lugar concreto, lugar que depende
de un parámetro (que podemos ver como la variable tiempo), y la trayectoria es suave.
Con más rigor, una curva diferenciable (parametrizada) es una aplicación diferenciable1
α : I ⊂ R → R3 , donde I es un intervalo abierto de la recta real (I podrı́a ser no acotado).
Diremos que la curva α es plana cuando exista un plano afı́n Π de R3 que contenga a
la imagen de α (también llamada traza de α), a la que denotaremos por Im(α). En este
último caso, salvo un movimiento rı́gido podemos suponer que Π = {z = 0} y entonces α
puede verse como aplicación α : I → R2 , omitiendo la tercera componente.
Volvamos al caso general. Escribiendo α en componentes, tenemos

α(t) = (x(t), y(t), z(t)), t ∈ I,

donde x, y, z son funciones reales de variable real, infinitamente derivables en I. La variable


t se llama el parámetro de la curva. El vector tangente o velocidad de α en t ∈ I es

1
α0 (t) = (x0 (t), y 0 (t), z 0 (t)) = lı́m (α(t + h) − α(t)) ∈ R3 .
h→0 h

La recta tangente a α en t es la recta afı́n de R3 que pasa por α(t) en la dirección de α0 (t),
es decir {α(t) + λα0 (t) | λ ∈ R} (para que esto sea una recta debemos imponer α0 (t) 6= 0).
Esta recta afı́n es la mejor aproximación lineal de α en el punto α(t).
Ejemplos.
1
Por diferenciable entendemos de clase C ∞ .

1
2 CAPÍTULO 1. REGULARIDAD DE CURVAS.

Figura 1.1: Hélice circular.

1. Recta afı́n. Dados p, v ∈ R3 , v 6= 0, consideremos la curva diferenciable α : R → R3


dada por α(t) = p + tv, t ∈ R. La traza de α es la recta afı́n de R3 que pasa por p
en la dirección de v, y α recorre esta recta a velocidad constante v. Nótese que si
cambiamos v por 2v, entonces β(t) = p + 2tv tiene la misma traza que α, pero se
recorre al doble de velocidad: β 0 (t) = 2v = 2α0 (t), para todo t ∈ R.

2. Circunferencia. Dados c ∈ R2 y r > 0, sea α : R → R2 la aplicación dada por


α(t) = c + r(cos t, sin t). α es una curva diferenciable plana, cuya traza es la circun-
ferencia de centro c y radio r.

3. Hélice circular. Sean a, b ∈ R − {0}. Consideremos la curva diferenciable α : R →


R3 dada por α(t) = (a cos t, a sin t, bt). Notemos que la proyección de α sobre el plano
(x, y) es una circunferencia de radio |a|, mientras que su tercera componente crece
linealmente, proporcionalmente a b. Otra propiedad geométrica de α es que las rectas
tangentes a α forman un ángulo constante con una dirección fija del espacio, en este
caso con la dirección vertical. Véase la Figura 1.1.

4. Consideremos la curva α(t) = (t2 , 0, 0) definida en I = R. Es claro que la traza de α


es el semieje {(x, 0, 0) | x ≥ 0}, y que el punto α(t) recorre dicho semieje viniendo
desde (+∞, 0, 0) (para t = −∞) para acercarse a (0, 0, 0) = α(0) perdiendo velocidad
(porque α0 (t) = (2t, 0, 0)). En el instante t = 0 la curva cambia de sentido y vuelve
a marcharse en dirección a (+∞, 0, 0) cuando t → +∞, adquiriendo cada vez más
velocidad.

5. Consideremos ahora α(t) = (t3 , t2 , 0), t ∈ R, que es una curva diferenciable plana
contenida en Π = {z = 0}. La traza de α es el conjunto {(x, y, 0) | y = x2/3 }, véase
1.2. CURVAS REGULARES. RECTA TANGENTE. 3

Figura 1.2: Traza de la curva α(t) = (t3 , t2 , 0), t ∈ R.

la Figura 1.2. Este ejemplo muestra que aunque α sea diferenciable, su traza puede
presentar picos. Esto ocurre exactamente para α(0) = (0, 0, 0), donde α0 (0) = 0.

6. Una curva puede tener autointersecciones, como le pasa a la curva plana α(t) =
(t3 − 4t, t2 − 4), t ∈ R de la Figura 1.3.

7. Aunque una curva carezca de intersecciones, no tiene porqué ser un homeomorfismo


sobre su imagen. Esto  es lo que le ocurre al folium de Descartes α : (−1, ∞) → R2 ,
3t 3t2
α(t) = 1+t 3 , 1+t3 (Figura 1.4).

Terminaremos esta sección con un enlace a una página web donde pueden encontrarse
multitud de ejemplos de curvas planas, con explicaciones y gráficos:
http://www.xahlee.org/SpecialPlaneCurves dir/specialPlaneCurves.html

1.2. Curvas regulares. Recta tangente.


Definición 1.2.1 Una curva diferenciable α : I ⊂ R → R3 se dice regular si α0 (t) 6= 0
para todo t ∈ I. Para este tipo de curvas, la recta tangente a α en un punto α(t) es
r = {α(t) + λα0 (t) | λ ∈ R}.

Si α : I ⊂ R → R3 es una curva diferenciable y h : J → I un difeomorfismo (en


particular, J ha de ser otro intervalo), entonces la aplicación β = α ◦ h : J → R3 vuelve a
ser una curva diferenciable, a la que llamaremos reparametrización de α (a h se le llama
cambio de parámetro). Observemos que las trazas de α y de β coinciden y que

(1.1) β 0 (t) = h0 (t)α0 (h(t)),


4 CAPÍTULO 1. REGULARIDAD DE CURVAS.

Figura 1.3: Curva con autointersecciones.

Figura 1.4: Folium de Descartes.


1.3. LONGITUD DE UNA CURVA. PARÁMETRO ARCO. 5

Figura 1.5: Poligonal inscrita en α|[a,b] .

para todo t ∈ J. De (1.1) se deduce que α es regular si y sólo si β es regular, y que la


recta tangente a α en h(t) coincide con la recta tangente a β en t. La reparametrización
se llama directa si h0 (t) > 0 para todo t ∈ J (equivalentemente, si existe t ∈ J tal que
h0 (t) > 0) e inversa si h0 (t) < 0 para todo t (o para algún t). Al ser h un difeomorfismo y
J conexo, sólo puede darse una de estas dos posibilidades.

1.3. Longitud de una curva. Parámetro arco.


Sea α : I ⊂ R → R3 una curva diferenciable y [a, b] ⊂ I. Queremos definir la longitud de
α en el intervalo [a, b] y para ello vamos a medir la longitud de poligonales que aproximen
a α|[a,b] de una forma natural. Consideremos todas las poligonales inscritas en α|[a,b] , es
decir, obtenidas uniendo puntos α(ti ) en la traza de α mediante segmentos, donde los
valores ti del parámetro se mueven en una partición de [a, b] (ver Figura 1.5). La longitud
de cada una de estas poligonales es fácil de calcular: simplemente sumaremos kpi − pi−1 k,
donde pi−1 , pi son cualesquiera vértices consecutivos de la poligonal. Cuanto mayor sea el
número de puntos de la partición, mejor será la aproximación de α por poligonales. Cuando
el número de segmentos tienda a infinito, las longitudes de las poligonales convergerán a
un número real, que será la longitud de α. Veamos todo esto rigurosamente.
Sea P = {t0 = a < t1 < . . . < tn = b} una partición del intervalo [a, b]. Denotemos por
n
X
L(α, P ) = kα(ti ) − α(ti−1 )k, kP k = máx{ti − ti−1 | 1 ≤ i ≤ n}.
i=1

Sea P el conjunto de la tales particiones de [a, b]. Notemos que si P1 , P2 ∈ P y P1 ⊂ P2 ,


entonces L(α, P1 ) ≤ L(α, P2 ).

Definición 1.3.1 En la situación anterior, se define la longitud de la curva α desde a


hasta b como
L(α)ba = sup{L(α, P ) : P ∈ P}.
6 CAPÍTULO 1. REGULARIDAD DE CURVAS.

Para que la definición de longitud tenga sentido, debe existir el supremo anterior (es decir,
debe ser finito).
Proposición 1.3.1 Si α : I ⊂ R → R3 es una curva diferenciable y [a, b] ⊂ I, entonces
L(α)ba existe y vale
Z b
(1.2) b
L(α)a = kα0 (t)k, dt.
a

Demostración. Primero veamos que L(α)ba es finito. Dada una partición P ∈ P, la regla
de Barrow nos permite escribir

X n Z ti X n Z ti
0
(1.3) L(α, P ) = α (t) dt ≤ kα0 (t)k dt.


ti−1 ti−1
i=1 i=1

Como kα0 (t)k es continua en el compacto [a, b], existe M ≥ 0 tal que kα0 (t)k ≤ M para
todo t ∈ [a, b]. Usando esto en (1.3) tenemos
Xn Z ti
L(α, P ) ≤ M dt = M (b − a).
i=1 ti−1

Como la desigualdad anterior es cierta para cualquier P ∈ P, deducimos que L(α)ba existe
y es menor o igual que M (b − a).
Ahora veamos que (1.2) se cumple. Primero notemos que la integral de la derecha de
(1.2) tiene sentido ya que kα0 k es continua en el compacto [a, b]. Basta probar la siguiente
Afirmación 1.3.1 Dado ε > 0, existe δ > 0 tal que si P ∈ P cumple kP k < δ, entonces
Z b
0

L(α, P ) − kα (t)k dt < ε.

a

Demostración de la afirmación. Consideremos la función f : I 3 → R dada por


p
f (t1 , t2 , t3 ) = x0 (t1 )2 + y 0 (t2 )2 + z 0 (t3 )2 .
Como f es continua en el compacto [a, b]3 ⊂ I 3 , f es uniformemente continua. Por tanto,
dado ε > 0, existe δ > 0 tal que si (t1 , t2 , t3 ), (t01 , t02 , t03 ) ∈ [a, b]3 , entonces
ε
(1.4) |tj − t0j | < δ ∀j = 1, 2, 3 ⇒ |f (t1 , f2 , t3 ) − f (t01 , t02 , t03 )| < .
b−a
Por otro lado, el teorema del valor medio aplicado a x(t), y(t), z(t) nos da
kα(ti ) − α(ti−1 )k2 = (x(ti ) − x(ti−1 ))2 + (y(ti ) − y(ti−1 ))2 + (z(ti ) − z(ti−1 ))2
= x0 (βi )2 (ti − ti−1 )2 + y 0 (γi )2 (ti − ti−1 )2 + z 0 (δi )2 (ti − ti−1 )2
= f (βi , γi , δi )2 (ti − ti−1 )2
1.3. LONGITUD DE UNA CURVA. PARÁMETRO ARCO. 7

para ciertos βi , γi , δi ∈ [ti−1 , ti ]. Por tanto,


n
X
(1.5) L(α, P ) = f (βi , γi , δi )(ti − ti−1 ).
i=1

Por otro lado, el teorema del valor medio para integrales podemos escribir
(1.6)
Z b n Z ti
X n
X n
X
kα0 (t)k dt = kα0 (t)k dt = kα0 (ξi )k(ti − ti−1 ) = f (ξi , ξi , ξi )(ti − ti−1 )
a i=1 ti−1 i=1 i=1

para cierto ξi ∈ [ti−1 , ti ], 1 ≤ i ≤ n. Tomemos ahora P ∈ P tal que kP k < δ. En particular,


ti − ti−1 < δ para todo i, de donde |βi − ξi | < δ, |γi − ξi | < δ, |δi − ξi | < δ para todo i.
Tras sustituir (1.5),(1.6) tenemos:
Z b n

X
0

L(α, P ) − kα (t)k dt =
(f (βi , γi , δi ) − f (ξi , ξi , ξi )) (ti − ti−1 ) .


a i=1

Aplicando la desigualdad triangular y (1.4), lo anterior es menor o igual que


n n
X ε X
|f (βi , γi , δi ) − f (ξi , ξi , ξi )| (ti − ti−1 ) < (ti − ti−1 ) = ε.
b−a
i=1 i=1

2
Veamos algunas propiedades de la longitud de curvas.

Proposición 1.3.2 Sea α : I ⊂ R → R3 una curva diferenciable y [a, b] ⊂ I.

1. La longitud es invariante por movimientos rı́gidos: si φ : R3 → R3 es un movimiento


rı́gido, entonces L(φ ◦ α)ba = L(α)ba .

2. La longitud es invariante por reparametrizaciones: si h : J → I es un difeomorfismo


con h([c, d]) = [a, b], entonces L(α ◦ h)dc = L(α)ba .

3. kα(b) − α(a)k ≤ L(α)ba (la curva más corta uniendo dos puntos de R3 es la lı́nea
recta).

Demostración. 1 es consecuencia de que si φ(x) = Ax + b con A ∈ O(3) y b ∈ R3 , entonces


Rb Rb
(φ◦α)0 (t) = Aα0 (t) luego L(φ◦α)ba = a kAα0 (t)k dt = a kα0 (t)k dt = L(α)ba . El apartado 2
es consecuencia directa de la fórmula de cambio de variable en integración. Por último,
Z b Z b
0
kα0 (t)k dt = L(α)ba .

kα(b) − α(a)k =

α (t) dt
a a
8 CAPÍTULO 1. REGULARIDAD DE CURVAS.

2
Si α es una curva que cumple kα0 (t)k = 1 para todo t, entonces la longitud de α entre
a y b cumple Lba (α) = b − a. Es razonable decir en este caso que α está parametrizada por
el arco (p.p.a.). Es natural plantear las siguientes dos cuestiones:
¿Puede toda curva ser reparametrizada por el arco? ¿Cuantas reparametri-
zaciones por el arco admite una curva?
Es claro que si una curva presenta valores del parámetro en los que el vector tangente se
anula, entonces no podrá ser reparametrizada por el arco. Ası́ que necesitaremos imponer
a nuestra curva que su vector tangente no se anule en ningún punto, es decir, que la curva
sea regular.

Proposición 1.3.3 Sea α : I ⊂ R → R3 una curva regular. Entonces, existe una reparame-
trización por el arco directa de α. En concreto, si h : J → I es el difeomorfismo dado por
Z t
−1
h (t) = kα0 (r)k dr, t ∈ I
a

donde a ∈ I, entonces β = α ◦ h está p.p.a.

Demostración.
Rt 0 Notemos que al ser r ∈ I → kα0 (r)k continua, entonces su primitiva φ(t) =
1 0
a kα (r)k dr existe y es de clase C . Como α es regular, r ∈ I → kα (r)k es diferenciable
luego también lo es φ en I. Como φ0 > 0 en I, φ es estrictamente creciente luego es un
difeomorfismo. Ahora h = φ−1 tiene sentido. Notemos también que φ(t) = L(α)ta , aunque
estamos abusando de la notación porque t podrı́a ser menor que a. Que β está p.p.a. se
deduce de la ecuación (1.1). 2
En cuanto al número de parametrizaciones por el arco de una curva regular dada, si β1 (s),
β2 (τ ) son reparametrizaciones por el arco de α = α(t), entonces β1 es una reparametri-
zación de β2 , es decir existe un difeomorfismo h tal que β1 (s) = β2 (h(s)). Derivando y
tomando normas tendremos |h0 (τ )| ≡ 1 luego h(τ ) es, salvo un signo, una traslación. Es-
to nos dice que salvo traslaciones o cambios de sentido, el parámetro arco de una curva
regular es único.
Las parametrizaciones por el arco de la recta afı́n, la circunferencia y la hélice circular
(con la misma notación usada anteriormente) vienen dadas por:
v
1. α(t) = p + t kvk , t ∈ R.

2. α(t) = c + r (cos(t/r), sin(t/r)), t ∈ R.


 
t t bt
3. α(t) = a cos √ , a sin √ ,√ , t ∈ R.
a2 + b2 a2 + b2 a2 + b2
Capı́tulo 2

Datos de Frenet y curvaturas de


curvas.

2.1. Curvatura de curvas en el plano.


Sea α : I ⊂ R → R2 una curva plana. Queremos medir lo que la traza de α se curva
en el plano, asignando a cada uno de sus puntos un número (por tanto, queremos definir
una función κ = κ(t) del parámetro de α que mida la curvatura en α(t)). Es lógico pedir
que κ sea constante cero en el caso de una recta, y constante no cero en el caso de una
circunferencia. Una buena aproximación para definir κ es comparar la variación de longitud
de α alrededor de α(t) con la de su imagen esférica, es decir la longitud de la imagen en
la circunferencia unidad de α0 /kα0 k (necesitamos para ello que α sea regular).
Denotaremos por J : R2 → R2 al endomorfismo dado por J(x, y) = (−y, x) (giro de
90o en el sentido contrario a las agujas del reloj).

Proposición 2.1.1 Sea α : I ⊂ R → R2 una curva plana y regular. Entonces, para cada
t0 ∈ I se tiene
 t0 +δ
α0
L kα0 k t −δ
0
|hα00 (t0 ), Jα0 (t0 )i|
(2.1) lı́m = .
δ→0 L (α)tt00 +δ
−δ
kα0 (t0 )k3

Demostración. Veamos primero que podemos reducirnos al caso en que α sea parametri-
zada por el arco. Supongamos que β es una reparametrización por el arco directa de α.
Ası́, existe un difeomorfismo h tal que α = β ◦ h y h0 > 0. Entonces α0 = h0 β̇(h) de donde
α0 0
kα0 k= β̇(h) = kβ̇(h)
β̇(h)k
, es decir, kαα0 k y kβ̇(h)
β̇(h)k
coinciden salvo una reparametrización. Como la
longitud es invariante por reparametrizaciones, deducimos que el miembro de la izquierda

9
10 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.

de (2.1) no cambia si sustituı́mos α por β. En cuanto al miembro de la derecha, notemos


que α00 = (h0 )2 β̈(h) + h00 β̇(h). Por tanto, hα00 , Jα0 i = h(h0 )2 β̈(h) + h00 β̇(h), h0 J β̇(h)i =
(h0 )3 hβ̈, Jβi(h) luego el miembro de la derecha de (2.1) tampoco cambia al sustituir α por
β. Por tanto, en lo que sigue supondremos que α está p.p.a. En tal caso,
 t0 +δ
α0
L kα0 k t −δ L (α0 )tt00 +δ
Z t0 +δ
−δ 1
lı́m 0
= lı́m = lı́m kα00 (t)k dt = kα00 (t0 )k.
δ→0 L (α)tt00 +δ
−δ
δ→0 2δ δ→0 2δ t0 −δ

Por otro lado, derivando en kα0 k2 = 1 obtenemos hα0 , α00 i = 0 luego α00 = λJα0 donde
λ = hα00 , Jα0 i es derivable en I. Por tanto,

|hα00 (t0 ), Jα0 (t0 )i|


= |λ(t0 )| = kα00 (t0 )k.
kα0 (t0 )k3
2
Por tanto, es razonable definir la curvatura de una curva regular α en t0 ∈ I (con la
00 (t ),Jα0 (t )i|
notación de arriba) como |hα kα 0
0 (t )k3
0
0
. Como este número es el valor absoluto de otro,
parece razonable dotar a la curvatura de un signo:

Definición 2.1.1 Sea α : I ⊂ R → R2 una curva plana y regular. La curvatura de α en


t ∈ I se define como
hα00 (t), Jα0 (t)i
κ(t) = .
kα0 (t)k3
De la demostración de la Proposición 2.1.1 se deduce que si α = β ◦h con β p.p.a., entonces
las curvaturas κα de α y κβ de β están relacionadas mediante

κα = ±κβ ◦ h,

según que el cambio de parámetro h sea directo o inverso. Es fácil probar que una recta
(con cualquier parametrización) tiene curvatura nula, y que una circunferencia de radio r
tiene curvatura constante 1/r dependiendo de que la parametrización la recorra en sentido
contrario o favorable a las agujas del reloj.
Estudiemos ahora algunas propiedades de la curvatura.

Proposición 2.1.2 Sea α : I ⊂ R → R2 una curva plana y regular.

1. Si φ : R2 → R2 es un movimiento rı́gido y β = φ◦α entonces κβ = ±κα , dependiendo


de que φ sea directo o inverso.

2. Si la curvatura κ de α es constante, entonces la traza de α es un segmento de recta


o un arco de circunferencia, dependiendo de κ sea cero o distinta de cero.
2.1. CURVATURA DE CURVAS EN EL PLANO. 11

Demostración. Supongamos que φ(p) = Ap + b es un movimiento rı́gido, es decir A ∈ O(2)


y b ∈ R2 . Entonces β 0 = Aα0 y β 00 = Aα00 luego
hAα00 , JAα0 i (?) hAα00 , AJα0 i hα00 , Jα0 i
κβ = = ± = ± = ±κα ,
kJα0 k3 kJα0 k3 kα0 k3
donde en (?) hemos usado que J ◦ A = (det A).(A ◦ J) (ejercicio 2).
En cuanto al apartado 2, supongamos que κ es constante. Por el apartado 1, podemos
también suponer que α está p.p.a. Ası́, kα0 k ≡ 1 luego hα00 , α0 i = 0 y α00 = κJα0 . Si κ = 0,
entonces α00 = 0 luego α es una recta afı́n. Si κ 6= 0, entonces definimos la función derivable
1 0
c(t) = α(t) + Jα (t), t ∈ I.
κ
Entonces, c0 = α0 + κ1 (Jα0 )0 = α0 + κ1 Jα00 = α0 + κ1 J(κJα0 ) = 0, luego c(t) = c0 es constante
en I. Ahora consideremos la función derivable
f (t) = kα(t) − c0 k2 , t ∈ I.
Entonces, f 0 = 2hα0 , α−ci = −2hα0 , κ1 Jα0 i = 0, luego f es constante. Si f es idénticamente
cero entonces α será constante c0 , contradicción. Por tanto, f ≡ r2 para cierto r ∈ R+
luego la traza de α está contenida en una circunferencia centrada en c0 de radio r. 2
En la interpretación del signo de la curvatura juega un papel importante la función
distancia (con signo) a la recta tangente. Si R es la recta afı́n en R2 que pasa por un punto
p con dirección v (kvk = 1), dicha función viene dada por
f : R2 → R, f (q) = hq − p, Jvi.
Ası́, f −1 (0) = R, f > 0 en el semiplano abierto con borde R hacia el que apunta Jv y
f < 0 en el otro semiplano abierto.
Sea α : I ⊂ R → R2 una curva plana y p.p.a. Consideramos la restricción a los puntos
de la curva de la función distancia a la recta tangente en t0 ∈ I:
h : I → R, h(t) = hα(t) − α(t0 ), Jα0 (t0 )i.
Es claro que h(t0 ) = h0 (t0 ) = 0 y que h00 (t0 ) = κ(t0 ), siendo κ la curvatura de α. Por
tanto:
1. Si κ(t0 ) > 0, entonces existe δ > 0 tal que α(t0 − δ, t0 + δ) está contenida en el
semiplano cerrado determinado por la recta tangente a α en t0 hacia el que apunta
Jα0 (t0 ).
2. Si κ(t0 ) < 0, entonces existe δ > 0 tal que α(t0 − δ, t0 + δ) está contenida en el
semiplano cerrado determinado por la recta tangente a α en t0 hacia el que apunta
−Jα0 (t0 ).
12 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.

Claramente, las conclusiones anteriores son válidas para una curva regular, sin que tenga
que estar p.p.a.
Volvamos al caso kα0 k = 1 y estudiemos con mayor detalle el caso κ(t0 ) > 0 (el caso
κ(t0 ) < 0 es análogo). Definimos para cada λ ∈ R la función gλ : R → R dada por

gλ (t) = kα(t) − c(λ)k2 ,

donde c(λ) = α(t0 ) + λJα0 (t0 ). Es claro que gλ es derivable, gλ (t0 ) = λ2 , gλ0 (t0 ) = 0,
gλ00 (t0 ) = 2(1 − λκ(t0 )). Por tanto:

1. Si λ < 1/κ(t0 ), entonces existe δ > 0 tal que α(t0 − δ, t0 + δ) está fuera del disco
abierto de centro c(λ) y radio |λ|.

2. Si λ > 1/κ(t0 ), entonces existe δ > 0 tal que α(t0 − δ, t0 + δ) está contenida en el
disco cerrado de centro c(λ) y radio λ.

El valor λ = 1/κ(t0 ) es especial en el sentido de la discusión anterior, en el sentido que


determina la mejor aproximación de α por una circunferencia que pasa por α(t0 ) tangente
a la recta tangente a α en ese punto: se llama a λ = 1/κ(t0 ) el radio de curvatura de α
en t0 . Al punto α(t0 ) + (1(κ(t0 ))Jα0 (t0 ) se le conoce como el centro de curvatura de α
en t0 y a la correspondiente circunferencia la llamaremos circunferencia osculatriz de α en
α(t0 ).

2.2. Diedro de Frenet. Teorema fundamental de curvas pla-


nas.
Vamos a introducir una nomenclatura que también será útil para curvas espaciales.
Sea α : I ⊂ R → R2 una curva plana y p.p.a. Representaremos por

T (t) = α0 (t), N (t) = Jα0 (t)

al vector tangente a α y una elección (de las dos posibles) de normal unitario, ver Figu-
ra 2.1.
Es fácil comprobar que {T (t), N (t)} es una base ortonormal positivamente orientada
de R2 para cada t ∈ I (llamaremos a esta base el diedro de Frenet), y que cumple las
ecuaciones de Frenet:
T 0 = κN, N 0 = −κT,
donde κ es la curvatura de α. Una forma de medir cómo α se curva es observar cómo
el diedro de Frenet cambia conforme variamos el parámetro. Esto puede comprobarse
escribiendo T = eiθ donde θ = θ(t) es cierta función derivable; derivando, α00 = T 0 =
2.2. DIEDRO DE FRENET. TEOREMA FUNDAMENTAL DE CURVAS PLANAS. 13

Figura 2.1: Diedro de Frenet.

iθ0 eiθ = θ0 N luego κ = hα00 , Jα0 i = hθ0 N, N i = θ0 , es decir, θ es una primitiva de κ y ésta
nos informa de la velocidad a la que el diedro de Frenet cambia. También notemos que

κ = hα00 , Jα0 i = det(α0 , α00 ),

luego el signo de κ tiene el siguiente significado:

1. Si κ(t0 ) = 0, entonces α0 (t0 ) (velocidad) y α00 (t0 ) (aceleración) llevan la misma


dirección.

2. Si κ(t0 ) > 0 (resp. < 0), entonces la velocidad de α y su aceleración forman una base
positiva (resp. negativa) en t0 .

Teorema 2.2.1 (Teorema fundamental de las curvas planas) Sea κ : I ⊂ R → R


una función derivable definida en un intervalo abierto I. Entonces, existe una curva plana
y p.p.a. α : I → R2 cuya función curvatura es κ. Ademas α es única salvo movimientos
rı́gidos directos.

Demostración. Empecemos con la unicidad. Supongamos que α, β : I → R2 son curvas


planas p.p.a., con κα = κβ = κ. Sean {Tα , Nα }, {Tβ , Nβ } los diedros de Frenet respectivos.
Consideremos la función derivable χ : I → R dada por

χ(t) = kTα (t) − Tβ (t)k2 + kNα (t) − Nβ (t)k2 .

Usando las ecuaciones de Frenet para α y β se tiene χ =0 0 en I, luego χ es constante.


Salvo un movimiento rı́gido directo, podemos suponer que α(t0 ) = β(T0 ), Tα (t0 ) = Tβ (t0 )
y Nα (t0 ) = Nβ (t0 ). Ası́, χ(t0 ) = 0 luego χ se anula idénticamente. En particular, α0 = β 0
en I. Como α(t0 ) = β(t0 ), tenemos α = β en I.
14 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.

Veamos ahora la existencia. Por la discusión previa a este teorema tiene sentido em-
pezar definiendo, dada κ : I → R una función derivable, la función (derivable) θ : I → R
dada por
Z t
θ(t) = κ(s) ds,
t0

donde t0 ∈ I es cualquier punto. Elijamos una base ortonormal positiva {T0 , N0 }, un punto
p0 ∈ R2 y un valor t0 ∈ I. Definimos
Z t Z t
α(t) = p0 + cos θ(s) ds · T0 + sin θ(s) ds · N0 ,
t0 t0

que es una curva plana y diferenciable. Claramente, α0 (t) = cos θ(t) · T0 + sin θ(t) · N0 .
De aquı́ deducimos que α está p.p.a., que N (t) := − sin θ(t) · T0 + cos θ(t) · N0 es un
campo normal unitario a α, y que {α0 (t), N (t)} es una base ortonormal positiva de R2
(luego éste es el diedro de Frenet de α). Por lo tanto, la curvatura de α viene dada por
hα00 , N i = θ0 = κ. Nótese que α(t0 ) = p0 , α0 (t0 ) = T0 y N (t0 ) = N0 , luego en realidad
hemos probado un enunciado (sólo aparentemente) más fuerte: Dada κ como función
curvatura prescrita, podemos encontrar una curva plana p.p.a. que la tiene por función
curvatura, prescribiendo además un punto de R2 por el que pase en un instante dado con
una dirección tangente unitaria. 2

Nota 2.2.1 El apartado 2 de la Proposición 2.1.2 es ahora consecuencia inmediata del


Teorema 2.2.1.

2.3. Material adicional sobre curvas planas.


Supongamos que α : I ⊂ R → R2 es una curva plana y p.p.a. Si κ(t) > 0 para todo
t ∈ I, a la curva formada por todos los centros de curvatura, e(t) = α(t) + (1/κ(t))Jα 0 (t),
0 0 1 0 0 1 00 1 0 0
 
se le llama la evoluta de α. Notemos que e = α + κ Jα + κ Jα = κ Jα , luego
ke0 k = |(1/κ)0 | = |κ0 |/κ2 . Esto nos dice que

1. Si κ es no decreciente en [a, b] ⊂ I, entonces


Z t  0
t
κ0
Z
1 1 1
L(e)ta = dt = − dt = − , ∀t ∈ [a, b].
a κ2 a κ κ(a) κ(t)

1 1
2. Si κ es no creciente en [a, b] ⊂ I, entonces L(e)ta = − .
κ(t) κ(a)
2.4. CURVATURA Y TORSIÓN DE CURVAS EN EL ESPACIO. TRIEDRO DE FRENET.15

Proposición 2.3.1 Sea α : I ⊂ R → R2 una curva plana y p.p.a., con curvatura κ


positiva y no decreciente. Dado a ∈ I, se tiene
1
kα(t) − e(a)k ≤ para cada t ∈ I ∩ [a, ∞),
κ(a)
donde e es la evoluta de α. Por tanto, α(I ∩ [a, ∞)) está contenida en el disco osculatriz
de α en a.

Demostración. Dado t ∈ I ∩ [a, ∞),


 
1 0 1
kJα0 (t)k

kα(t) − e(a)k = e(t) −
Jα (t) − e(a) ≤ ke(t) − e(a)k +
κ(t) |κ(t)|
1 1 1
= ke(t) − e(a)k + ≤ L(e)ta + = .
κ(t) κ(t) κ(a) 2

2.4. Curvatura y torsión de curvas en el espacio. Triedro de


Frenet.
Sea α : I ⊂ R → R3 una curva p.p.a. Denotaremos por T (t) = α0 (t) al vector tangente
(unitario) a α. En el plano tenı́amos sólo dos opciones para elegir el vector normal a α en
cada t ∈ I, lo que producı́a una noción de curvatura con signo. En este caso de curvas en
R3 tenemos toda una circunferencia unidad de posibles elecciones para el vector normal
N (t), por lo que no es lógico definir la curvatura usando N (t). Se define la curvatura de α
en t como
κ(t) = kT 0 (t)k, t ∈ I.
Luego a diferencia con la situación para curvas planas, la curvatura de curvas espaciales
siempre es no negativa.
Por ejemplo, si α(t) = p + tv es una recta afı́n (p, v ∈ R3 , kvk = 1) entonces T (t) = v
y κ(t) = 0 para todo t ∈ R. Recı́procamente, si α : I ⊂ R → R3 es una curva p.p.a. con
curvatura idénticamente nula, entonces el vector tangente T = α0 es contante, luego la
traza de α es un segmento de recta afı́n.
Supongamos ahora que κ(t) > 0 para cada t ∈ I; en tal caso la función κ es derivable
y tiene sentido definir
T 0 (t) T 0 (t)
N (t) = 0
= , t ∈ I,
kT (t)k κ(t)
que es un vector unitario y ortogonal a T , llamado el vector normal a α en t. De esta
forma, la ecuación
T 0 (t) = κ(t)N (t)
16 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.

Figura 2.2: Triedro de Frenet.

se cumple trivialmente (comparar con la situación para curvas planas). Al plano generado
por {T (t), N (t)} se le llama plano osculador.
¿Qué relación hay entre la curvatura de curvas planas y espaciales? Si α : I → R3 es
una curva p.p.a. y plana, es decir, con traza contenida en un plano Π de R3 , entonces
tiene sentido la curvatura κ e de α como curva plana. Usando las ecuaciones de Frenet para
curvas planas se tiene
(?)
κ(t) = kT 0 (t)k = ke
κ(t)N (t)k = |e
κ(t)|,

(nótese que en (?) no precisamos que la curvatura κ(t) sea positiva para hablar de vector
normal).
Para continuar estudiando curvas espaciales necesitamos tener curvatura estrictamente
positiva (y con ello, existirán el vector normal N y el plano osculador en cada instante).
En este caso, definiendo B(t) = T (t) × N (t) tenemos que

{T (t), N (t), B(t)}

es una base ortonormal positivamente orientada de R3 . A B(t) se le llama el vector binormal


a α en t y a la anterior base, el triedro de Frenet de α en t, ver Figura 2.2.
Queremos medir ahora lo que la curva α “dista” de ser plana, asignando una función
real τ = τ (t) que se anule idénticamente en el caso de que α sea plana. Dar B(t) equivale
a dar el plano osculador a α en t, luego B 0 (t) nos informa de cómo este plano osculador
cambia. Pero B 0 = (T × N )0 = T 0 × N + T × N 0 = κN × N + T × N 0 = T × N 0 , luego B 0
es ortogonal a T . También B 0 es ortogonal a B, por ser B unitario. Esto nos dice que

B 0 (t) = τ (t)N (t), t ∈ I,

para cierta función diferenciable τ = hB 0 , N i en I. A τ se le llama la torsión de α.


Claramente, una curva con curvatura estrictamente positiva tiene torsión idénticamente
2.5. TEOREMA FUNDAMENTAL DE CURVAS EN EL ESPACIO. 17

nula si y sólo si su plano osculador es constante B0 ∈ R3 (kB0 k = 1), y es fácil probar que
esto ocurre si y sólo si la curva está contenida en un plano ortogonal a B0 , es decir, si y
sólo si la curva es plana.
Ahora calculamos N 0 (t), t ∈ I. Como el triedro de Frenet es una base ortonormal,
tenemos

N 0 = hN 0 , T iT + hN 0 , N iN + hN 0 , BiB = −hN, T 0 iT − hN, B 0 iB = −κT − τ B.

En resumen:

Proposición 2.4.1 (Ecuaciones de Frenet) Sea α : I ⊂ R → R3 una curva p.p.a. con


curvatura κ(t) > 0 para todo t ∈ I y torsión τ : I → R. Entonces:
 0
 T = κN
N 0 = −κT − τ B
 0
B = τ N.
 
t t bt
La curvatura de una hélice circular α(t) = a cos √ , a sin √ ,√ ,
a2 + b2 a2 + b2 a2 + b2
a b
t ∈ R, es κ(t) = a2 +b 2 (a > 0) y su torsión es τ (t) = − a2 +b2 (Ejercicio 14). Recı́procamente,
si una curva tiene curvatura y torsión constantes, entonces ha de ser una hélice circular
(esto se deducirá del teorema fundamental de curvas espaciales de la próxima sección).
Notemos que hemos definido curvatura y torsión para curvas p.p.a. (con curvatura
estrictamente positiva). Podemos relajar la condición kα0 k = 1 pidiendo que α : I → R3
sea una curva regular. Entonces, la curvatura y la torsión de α en t ∈ I se definen como
la curvatura y la torsión de una reparametrización por el arco directa1 β(s) = α(h(s)) en
el punto s = h−1 (t), . Al final de este capı́tulo veremos expresiones para la curvatura y la
torsión de curvas regulares, sin pasar por una reparametrización por el arco.

2.5. Teorema fundamental de curvas en el espacio.


Teorema 2.5.1 (Teorema fundamental de las curvas alabeadas)
Sean κ, τ : I ⊂ R → R dos funciones derivables definidas en un intervalo abierto I, tales
que κ(t) > 0 para todo t ∈ I. Entonces, existe una curva p.p.a. α : I → R3 cuyas funciones
curvatura y torsión son respectivamente κ y τ . Además α es única salvo movimientos
rı́gidos directos.

Demostración. Si ya tuviésemos nuestra solución α, entonces su triedro de Frenet {T, N, B}


cumplirı́a las ecuaciones de Frenet. Escribiendo T = (T1 , T2 , T3 ), N = (N1 , N2 , N3 ) y
1
Es decir, con h0 > 0.
18 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.

B = (B1 , B2 , B3 ), se tendrı́a
 0
 Ti = κNi
(2.2) N 0 = −κTi − τ Bi
 i0
Bi = τ N i .

para i = 1, 2, 3. Esto puede verse como un sistema de 9 ecuaciones diferenciales ordinarias


(EDO) con 9 incógnitas. Como dicho sistema es lineal (con coeficientes no necesariamente
constantes), la teorı́a general de EDO nos asegura la existencia de una única solución para
cada elección de condiciones iniciales.
Ahora empezamos la demostración de existencia. Elijamos una base ortonormal positi-
va {T0 , N0 , B0 } de R3 y un instante t0 ∈ I. Entonces, existen únicas funciones vectoriales
diferenciables T, B, N : I → R3 que cumplen el sistema (2.2) (no debemos llamarlo aún las
ecuaciones de Frenet porque no tenemos curva) con condiciones iniciales

(2.3) T (t0 ) = T0 , N (t0 ) = N0 , B(t0 ) = B0 .

Veamos que para cada t ∈ I, {T (t), N (t), B(t)} forma una base ortonormal positiva de
R3 :
(kT k2 )0 2hT 0 , T i = 2κhN, T i

 =
hT, N i0 hT 0 , N i + hT, N 0 i = κkN k2 − κkT k2 − τ hT, Bi



 =
hT, Bi0 hT 0 , Bi + hT, B 0 i = κhN, Bi + τ hT, N i

=

(2.4)

 (kN k2 )0 = 2hN 0 , N i = −2κhT, N i − 2τ hB, N i
hN, Bi0 = hN 0 , Bi + hN, B 0 i = −κhT, Bi − τ kBk2 + τ kN k2




(kBk2 )0 2hB 0 , Bi = 2τ hN, Bi

=

(2.4) puede verse como un sistema de 6 EDO en las incógnitas kT k2 , hT, N i, hT, Bi,
kN k2 , hN, Bi y kBk2 , definido en el intervalo I. Ese sistema tendrá solución única para
cada elección de condiciones iniciales. Si elegimos la condición inicial

(kT k2 )(t0 ) = 1, hT, N i(t0 ) = 0, hT, Bi(t0 ) = 0,



(2.5)
(kN k2 )(t0 ) = 1, hN, Bi(t0 ) = 0, (kBk2 )(t0 ) = 1,

entonces sabemos que la única solución del problema de valores iniciales (2.4)+(2.5) es
la 6-upla de funciones escalares correspondiente a las funciones vectoriales T, N, B que
aparecieron antes. Pero las funciones

(kT k2 ) ≡ 1, hT, N i ≡ 0, hT, Bi ≡ 0,




(kN k2 ) ≡ 1, hN, Bi ≡ 0, (kBk2 ) ≡ 1,

forman una solución de (2.4)+(2.5), y por tanto coincide con la anterior, es decir, {T (t), N (t), B(t)}
d
es una base ortonormal de R3 para cada t ∈ I. En particular, t ∈ I 7→ det(T (t), N (t), B(t))
2.5. TEOREMA FUNDAMENTAL DE CURVAS EN EL ESPACIO. 19

es continua y valuada en {±1}. Como {T0 , N0 , B0 } es una base positiva, es d(t0 ) = 1 luego
concluı́mos que {T (t), N (t), B(t)} es una base positiva para cada t ∈ I. En particular,
B = T × N en I.
Ya podemos definir la curva α : I → R3 : elegimos p0 ∈ R3 y definimos
Z t
(2.6) α(t) = p0 + T (s) ds.
t0

Ası́, α0 = T luego α está p.p.a. Calculamos la curvatura κα de α usando la primera ecuación


de (2.2):
κα = kT 0 k = kκN k = |κ| = κ.
Por tanto, el normal unitario Nα a α viene dado por

T0 T0
Nα = = = N,
κα κ

donde hemos usado de nuevo la primera ecuación de (2.2). Como B = T × N , concluı́mos


que B es el binormal a α. Usando la tercera ecuación de (2.2) tendremos que la torsión de
α es
τα = hB 0 , N i = τ,
lo que termina de probar la existencia. En cuanto a la unicidad, supongamos que β : I → R3
es otra curva p.p.a. con curvatura κβ = κ y torsión τβ = τ . Consideremos el triedro de
Frenet {Tβ , Nβ , Bβ } asociado a β. Como {T0 , N0 , B0 } y {Tβ (t0 ), Nβ (t0 ), Bβ (t0 )} son dos
bases ortonormales positivas de R3 , existe una única matriz A ∈ SO(3) tal que ATβ (t0 ) =
T0 , ANβ (t0 ) = N0 ,ABβ (t0 ) = B0 . Consideremos el movimiento rı́gido directo φ : R3 → R3
dado por φ(p) = Ap + b, donde b ∈ R3 se calcula imponiendo que φ(β(t0 )) = p0 = α(t0 ).
Entonces, φ ◦ β es una curva p.p.a. con la misma curvatura κ y la misma torsión τ que β
(Ejercicio 18). De las ecuaciones de Frenet para φ ◦ β deducimos que el triedro de Frenet
{Tφ◦β , Nφ◦β , Bφ◦β } de φ ◦ β cumple el mismo problema de valores iniciales (2.2)+(2.3) que
cumple el triedro de Frenet {T, N, B} de α. En particular, (φ ◦ β)0 = α0 en I luego φ ◦ β y
α se diferencian en una constante. Esta constante es cero por cómo hemos elegido la parte
en traslación de φ, lo que termina de probar la unicidad. 2

Corolario 2.5.1 Sea α : I → R3 curva p.p.a. con curvatura κ ≡ κ0 > 0 y torsión τ ≡


τ0 ∈ R. Entonces:

1. Si τ0 = 0, entonces α es un arco de circunferencia.

2. Si τ0 6= 0, entonces α está contenida en una hélice circular.


20 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.

Una hélice circular definida en el Ejemplo 3 de la Sección 1.1 tiene la propiedad de


que sus rectas normales son perpendiculares al vector (0, 0, 1). En general, se define una
hélice como una curva p.p.a. espacial con curvatura estrictamente positiva, cuyas rectas
normales son perpendiculares a una dirección dada de R3 .

Teorema 2.5.2 (Lancret) Sea α : I → R3 una curva p.p.a. con curvatura κ estricta-
mente positiva y torsión τ . Entonces, α es una hélice si y sólo si τ /κ es constante.

Demostración. Sea {T, N, B} el triedro de Frenet de α. Supongamos primero que α es


una hélice. Ası́, existe v ∈ R3 − {0} tal que hN, vi = 0 en I. Por las ecuaciones de
Frenet, hT, vi0 = hT 0 , vi = κhN, vi = 0 luego hT, vi es constante. Análogamente, hB, vi0 =
hB 0 , vi = τ hN, vi = 0 luego hB, vi es constante. Por último, 0 = hN, vi0 = hN 0 , vi =
−κhT, vi − τ hB, vi luego τ /κ es también constante.
Recı́procamente, supongamos que τ /κ es constante. Ası́, B 0 = τ N = κτ T 0 luego B − κτ T
es un vector constante de R3 , al que llamamos v. Claramente, v 6= 0 y hN, vi = 0 en I
luego α es una hélice. 2

2.6. Curvatura, torsión y triedro de Frenet para curvas no


p.p.a.
Para finalizar este capı́tulo, veremos expresiones para curvatura, torsión y triedro de
Frenet de una curva α : I → R3 regular, no necesariamente p.p.a. Si β = α ◦ h : J → R3 es
una reparametrización por el arco directa de α (es decir, h0 > 0 en J), entonces se define
la curvatura de α como
κα (t) = κβ (h−1 (t)), ∀t ∈ I.
Y si κα > 0 en I, entonces se define la torsión de α y su triedro de Frenet como

 Tα (t) = Tβ (h−1 (t))



−1
τα (t) = τβ (h (t)), Nα (t) = Nβ (h−1 (t)) ∀t ∈ I,
Bα (t) = Bβ (h−1 (t))

donde los subı́ndices hacen referencia a la curva. A veces, no es posible calcular explı́ci-
tamente el cambio de parámetro que pasa de α a β, por lo que serı́a deseable contar con
expresiones de la curvatura, torsión y del triedro de Frenet de α sin tener que pasar por
su reparametrización por el arco β.
Proposición 2.6.1 Sea α : I → R3 una curva regular. Entonces, su curvatura viene dada
por
kα0 × α00 k
(2.7) κα = .
kα0 k3
2.6. CURVATURA, TORSIÓN Y TRIEDRO DE FRENET PARA CURVAS NO P.P.A.21

Y si κα > 0 en I, entonces
det(α0 , α00 , α000 )
1. La torsión de α es τα = − .
kα0 × α00 k2
2. El triedro de Frenet de α viene dado por

α0 α0 × α00
Tα = , Bα = , Nα = Bα × Tα .
kα0 k kα0 × α00 k

Además, Nα también puede calcularse como el normalizado de kα0 k2 α00 − hα0 , α00 iα0 .

Demostración. Sea β = α ◦ h : J → R3 una reparametrización por el arco directa de α.


1 = kβ̇k = ḣkα0 k (hemos usado que la parametrización es directa), luego ḣ = 1/kα0 k.
Llamando φ = h−1 , entonces φ0 = kα0 k y α = β ◦ φ. Derivando esta última ecuación:
0
 α0 = φ (β̇ ◦ φ)

(2.8) α00 = φ00 (β̇ ◦ φ) + (φ0 )2 (β̈ ◦ φ) ...


= φ000 (β̇ ◦ φ) + 3φ0 φ00 (β̈ ◦ φ) + (φ0 )3 ( β ◦ φ).
 000
α

Por tanto,

α0 × α00 = (φ0 )3 (β̇ ◦ φ) × (β̈ ◦ φ) = kα0 k3 (Tβ × Ṫβ ) ◦ φ = kα0 k3 (Tβ × κβ Nβ ) ◦ φ

= kα0 k3 (κβ ◦ φ)(Bβ ◦ φ) = kα0 k3 κα (Bβ ◦ φ).


Tomando normas se tiene directamente (2.7). En cuanto al apartado 1, de (2.8) tenemos

0 00 000

0 0 2 0 3
... 
det(α , α , α ) = det φ (β̇ ◦ φ), (φ ) (β̈ ◦ φ), (φ ) ( β ◦ φ
" ! #
˙ {
z }| h   i
= kα0 k6 det Tβ , κβ Nβ , κβ Nβ ◦ φ = kα0 k6 κ2α det Tβ , Nβ , Ṅβ ◦ φ

= kα0 k6 κ2α [det (Tβ , Nβ , −τβ Bβ ) ◦ φ] = −kα0 k6 κ2α τα .


Sustituyendo (2.7) en la última expresión tendremos probado el apartado 1 de la propo-
0
sición. En cuanto al apartado 2, la fórmula Tα = kαα0 k es trivial. Veamos ahora que Nα es
el normalizado de kα0 k2 α00 − hα0 , α00 iα0 . Por definición,

1 d(Tα ◦ φ−1 ) 1 dφ−1


     
1 dTβ dTα
Nα = Nβ ◦ φ = ◦φ= ◦φ = ◦φ
κβ ds κα ds κα ds dt
 0 
1 d α 1
kα0 k2 α00 − hα0 , α00 iα0 ,

= 0 0
= 0 4
κα kα k dt kα k κα kα k
22 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.

lo que implica que Nα es el normalizado de kα0 k2 α00 − hα0 , α00 iα0 . Veamos ahora que Bα =
α0 ×α00 0 0 0 2 00 0 00 0
kα0 ×α00 k : Primero notemos que α × Nα no tiene ceros, luego α × (kα k α − hα , α iα ) =
kα0 k2 α0 × α00 tampoco tiene ceros. De aquı́ deducimos que α0 × α00 tampoco los tiene, luego
la fórmula que queremos probar tiene sentido. Observemos que α0 × α00 es ortogonal a Tα .
También α0 × α00 es ortogonal a Nα , ya que este último es paralelo a kα0 k2 α00 − hα0 , α00 iα0
y hα0 × α00 , kα0 k2 α00 − hα0 , α00 iα0 i = 0. Esto nos dice que {α0 , kα0 k2 α00 − hα0 , α00 iα0 , α0 × α00 }
es una base de R3 . Veamos que es positiva y tendremos la fórmula que queremos para Bα :

det(α0 , kα0 k2 α00 − hα0 , α00 iα0 , α0 × α00 ) = kα0 k2 det(α0 , α00 , α0 × α00 ) = kα0 k2 kα0 × α00 k2 > 0,

con lo que la fórmula para Bα está probada. Por último, Nα = Bα × Tα se deduce de que
{Tα , Nα , Bα } es una base ortonormal positiva de R3 . 2

2.7. Material adicional sobre curvas en el espacio.


Como la curvatura y la torsión determinan a las curvas p.p.a. espaciales salvo movi-
mientos rı́gidos directos, es razonable pensar que si una curva está sometida a una ligadura
(como por ejemplo tener su traza contenida en una esfera) entonces su curvatura y torsión
deberán estar relacionadas. En esta lı́nea tenemos los Ejercicios 20 y 21. Veamos otro
resultado para cuando la ligadura es una esfera:

Proposición 2.7.1 Sea α : I → R3 una curva p.p.a. con curvatura κ estrictamente posi-
tiva y torsión τ , cumpliendo κ0 6= 0 y τ 6= 0 en I. Entonces, la traza de α está contenida
en una esfera de radio r > 0 si y sólo si

1 (κ0 )2
(2.9) + = r2 .
κ2 τ 2 κ4

Demostración. Supongamos que α está contenida en una esfera de radio r. Como (2.9) es
invariante frente a traslaciones de la curva, podemos suponer que la esfera está centrada
en el origen, es decir kαk2 = r2 en I. Derivando tres veces y usando las ecuaciones de
Frenet:
hα, T i = 0,
1 + κhα, N i = 0,
κ0 hα, N i + κhα, −κT − τ Bi = κ0 hα, N i − κτ hα, Bi = 0,
donde, como siempre, {T, N, B} es el triedro de Frenet de α. Ası́,
2 2
κ0 hα, N i −κ0
 
2 2 2 2 1 2 1
r = kαk = hα, T i + hα, N i + hα, Bi = 0 + 2 + = 2+ ,
κ κτ κ κ2 τ
2.7. MATERIAL ADICIONAL SOBRE CURVAS EN EL ESPACIO. 23

que es (2.9). Recı́procamente, supongamos que (2.9) se cumple. Derivando y simplificando


0
2 κκ2 (aquı́ usamos que κ0 no tiene ceros):
0
κ0

1 1
− + = 0,
κ τ τ κ2

que puede reescribirse


  0 0
τ 1 1
(2.10) + = 0.
κ τ κ
1 0
Ahora definimos una curva diferenciable β : I → R3 mediante β = α + κ1 N − 1

τ κ B.
Derivando,
 0   0 0
1 1 0
 
0 1 1 1 1
β =T+ N + (−κT − τ B) − B− τ N = 0,
κ κ τ κ τ κ

donde hemos usado (2.10) en la última igualdad. Ası́, β es cierta constante p0 ∈ R3 y


 0 2   0 2
1 1 1
2 = 1 + 1 1 = r2 ,

kα − p0 k = N − B
κ τ κ κ2 τ κ

y la traza de α está contenida en una esfera centrada en p0 de radio r. 2


24 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.

2.8. Ejercicios.
1. La espiral logarı́tmica es la curva plana α(t) = et (cos(t), sin(t)), t ∈ R. Representar
gráficamente la traza de α. ¿Es α parametrizada regular? Calcular la longitud L(α)ba ,
donde [a, b] ⊂ R. Deducir que aunque la traza de α se enrolla infinitas veces alrededor
del origen cuando a → −∞, la longitud L(α)0−∞ = lı́ma→−∞ L(α)0a es finita. Calcular
el parámetro arco y la curvatura de la espiral logarı́tmica. Probar que en una espiral
logarı́tmica, el vector de posición forma ángulo constante con el vector tangente. ¿Cuál
es la familia de curvas planas con esta última propiedad?

2. Sea J(x, y) = (−y, x) y A ∈ O(2). Probar que J ◦ A = (det A).(A ◦ J).

3. Comparación de curvas.
Sean α : I → R2 , β : J → R2 dos curvas p.p.a. con diedros de Frenet respectivos
{Tα , Nα }, {Tβ , Nβ }. Supongamos que existen t0 ∈ I, s0 ∈ J tales que α(t0 ) = β(s0 ) =
(0, 0), Tα (t0 ) = Tβ (s0 ) = (1, 0), Nα ≡ Nβ (s0 ) = (0, 1). Probar que

a) Si κα (t0 ) > κβ (s0 ), entonces α está estrictamente por encima de β en un entorno


de (0, 0), es decir, α, β pueden reparametrizarse como grafos α1 (x) = (x, f (x)),
β1 (x) = (x, h(x)) de funciones derivables alrededor de x = 0 con f (0) = h(0) = 0,
y f (x) > h(x) para cada x 6= 0 en un entorno de cero.
b) Si α está por encima de β en un entorno de (0, 0), entonces κα (t0 ) ≥ κβ (s0 ).

(Indicación: una vez reparametrizadas α, β como grafos α1 , β1 , considerar la función


g(x) = f (x) − h(x), que cumple g(0) = g 0 (0) = 0, g 00 (0) = κα (t0 ) − κβ (s0 )). Nótese
que este principio de comparación generaliza las comparaciones con la recta tangente y
con la circunferencia osculatriz contenidas en la teorı́a.

4. Probar que si todas las rectas afines tangentes a una curva plana p.p.a. pasan por un
punto de R2 , entonces la curva es segmento de recta.

5. Probar que si todas las rectas afines normales a una curva plana p.p.a. pasan por un
punto p0 ∈ R2 , entonces la curva es un arco de circunferencia centrada en p0 .

6. Usar el principio de comparación de curvas para probar que si α : I → R2 es una curva


p.p.a. que alcanza su distancia máxima al origen en t0 ∈ I, entonces su curvatura κ
cumple
1
|κ(t0 )| ≥ .
kα(t0 )k
7. La cicloide. La cicloide es la trayectoria que describe un punto sobre una circunferencia
que rueda a lo largo de una recta. Encontrar una parametrización de la cicloide; para ello,
suponer que la recta es el eje OX, que la circunferencia que gira siempre tangente al eje
2.8. EJERCICIOS. 25

OX tiene radio 1, que en instante t = 0 la circunferencia está centrada en (0, 1) y que el


punto que describe la cicloide es (en t = 0) el origen (solución: c(t) = (t−sin t, 1−cos t)).

8. Sean α, β : I → R2 dos curvas p.p.a. de forma que sus respectivas curvaturas cumplen
κα = −κβ en I. Probar que existe un movimiento rı́gido inverso φ : R2 → R2 tal que
β = φ ◦ α.

9. Sea α : I → R2 una curva p.p.a. con 0 ∈ I, simétrica respecto a α(0). Relacionar la


curvatura de α con la de la curva β : I → R2 dada por β(t) = α(−t).

10. Supongamos que α : (−ε, ε) → R2 es una curva p.p.a. cuya función curvatura es par.
Demostrar que la traza de α es simétrica respecto a la recta afı́n normal a α en t = 0.

11. Supongamos que α : (−ε, ε) → R2 es una curva p.p.a. cuya función curvatura es impar.
Demostrar que la traza de α es simétrica respecto al punto α(0).

12. Sea α : I → R2 una curva p.p.a. y t0 ∈ I tal que κ(t0 ) 6= 0. Demostrar que existe un
ε > 0 tal que para todo t ∈ (t0 − ε, t0 + ε), la recta afı́n normal a α en el instante t
corta a la recta afı́n normal a α en t0 , y que dicho punto de intersección converge a
e(t0 ) = α(t0 ) + κ(t10 ) Jα0 (t0 ), el correspondiente punto en la evoluta de α.

13. Sean α : I → R2 , β : J → R2 dos curvas planas p.p.a. con trazas disjuntas. Supongamos
que la distancia entre las trazas de α y β se alcanza en α(t0 ) y β(s0 ), donde t0 ∈ I y
s0 ∈ J. Probar que las rectas tangentes a α en t0 y a β en s0 son paralelas.
 
t t bt
14. Sea α(t) = a cos √ , a sin √ ,√ , t ∈ R, una hélice circular.
a2 + b2 a2 + b2 a2 + b2
a b
Demostrar que la curvatura de α es κ(t) = a2 +b 2 y la torsión es τ (t) = − a2 +b2 .

15. Probar que si todas las rectas afines normales a una curva (espacial) p.p.a. con curvatura
estrictamente positiva pasan por un punto p0 ∈ R3 , entonces la curva es un arco de
circunferencia centrada en p0 .

16. Probar que no existe ninguna curva p.p.a. con curvatura estrictamente positiva tal que
todas las rectas afines binormales (es decir, con la dirección del vector binormal en cada
punto) pasan por un punto p0 ∈ R3 .

17. Sea α : I → R3 una curva p.p.a. y p0 ∈ R3 −α(I). Probar que la traza de α está contenida
en una esfera centrada en p0 si y sólo si para cada t ∈ T , el vector tangente α0 (t) es
ortogonal al vector de posición α(t) − p0 respecto del origen p0 .

18. Sea α : I → R3 una curva p.p.a. φ : R3 → R3 un movimiento rı́gido y β = φ ◦ α.


Demostrar que las curvaturas κα , κβ coinciden y que si éstas son estrictamente positivas,
26 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.

entonces la torsiones se relacionan por τβ = ±τα , donde − se da si y sólo si φ es inverso.


Recı́procamente, si α, β : I → R3 son curvas p.p.a. con curvaturas κα = κβ > 0 y
torsiones τα = −τβ , probar que existe un movimiento rı́gido inverso φ : R3 → R3 tal que
β = φ ◦ α (el caso τα = τβ está cubierto por el Corolario 2.5.1).

19. Relacionar la longitud, curvatura y torsión de una curva cuando le aplicamos una homote-
cia de razón λ > 0 (dado p0 ∈ R3 , la homotecia de razón λ y centro p0 es H : R3 → R3 ,
H(p) = p0 + λ(p − p0 )).

20. Sea α : I → R3 una curva p.p.a. con curvatura positiva. Demostrar que α es un arco
de circunferencia si y sólo si tiene curvatura constante y su traza está contenida en una
esfera.

21. Sea α : I → R3 una curva p.p.a. con curvatura κ positiva. Probar que si la torsión de
α es constante τ0 ∈ R y la traza de α está contenida en una esfera, entonces existen
a, b ∈ R tales que
1
κ(t) = , ∀t ∈ I.
a cos(τ0 t) + b sin(τ0 t)

22. Sea α : I → R3 una curva p.p.a. con curvatura estrictamente positiva. Probar que existe
una curva diferenciable ω : I → R3 tal que las ecuaciones de Frenet de α se escriben

T 0 = ω × T, N 0 = ω × N, B 0 = ω × B,

donde {T, N, B} es el triedro de Frenet de α. A la curva ω se le llama la velocidad


angular de α. Demostrar que α tiene velocidad angular constante si y sólo si es un arco
de circunferencia o de hélice circular.

23. Otra interpretación de la circunferencia osculatriz.

a) Sea v : I → R2 una aplicación diferenciable, definida en un intervalo abierto I que


contiene al origen, con v(0) = (0, 0). Demostrar que en un entorno de (0, 0) se
tiene
st(t − s) 
det(v 0 (0), v 00 (0)) + R(s, t)

det(v(s), v(t)) =
2
donde R(s, t) ∈ R tiende a cero cuando (s, t) → (0, 0).
b) Sea α : I → R2 una curva plana y p.p.a. Supongamos que en la curvatura k de
α no se anula en un instante t0 ∈ I. Usar el apartado a) para probar que existe
ε > 0 tal que para cualesquiera s, t ∈ (t0 − ε, t0 + ε) − {t0 } con s 6= t, los puntos
α(s), α(t), α(t0 ) no están alineados.
2.8. EJERCICIOS. 27

c) Por el apartado b), para cada s, t ∈ (t0 − ε, t0 + ε) − {t0 } con s 6= t existe


una única circunferencia C(s, t) que pasa por α(s), α(t), α(t0 ). A partir de ahora,
normalizaremos la situación fijando α(0) = (0, 0) y α0 (0) = (1, 0) (siempre puede
conseguirse esto tras un movimiento rı́gido directo). Probar que el centro p(s, t) =
(a(s, t), b(s, t)) de C(s, t) está dado por

det(V (t), V (s)) det(W (t), W (s))


a(s, t) = , b(s, t) = ,
2 det(α(t), α(s)) 2 det(α(t), α(s))

donde V (t) = (kα(t)k2 , y(t)), W (t) = (x(t), kα(t)k2 ) y α(t) = (x(t), y(t)).
d) Usar el apartado a) para probar que cuando s, t ∈ −(ε, ε) − {0} tienden a cero
entonces C(s, t) converge a la circunferencia osculatriz de α en α(0).
28 CAPÍTULO 2. DATOS DE FRENET Y CURVATURAS DE CURVAS.
Capı́tulo 3

Superficies en el espacio

3.1. Definición de superficie. Ejemplos.


Intuitivamente, una superficie es un subconjunto de R3 donde cada punto tiene un
entorno similar a un trozo de plano que ha sido suavemente curvado. Ejemplos triviales de
superficies son un plano, una esfera y cilindro, un toro de revolución... (Figura 3.1). Pero
antes de definir rigurosamente qué es una superficie regular, quizás convenga comentar
qué no es una superficie, es decir, qué patologı́as no admitiremos (la razón principal de
estas exclusiones será que queremos aplicar el Análisis para estudiar superficies, lo que
exige ciertos mı́nimos de diferenciabilidad, esto no dice que nuestra definición de superficie
sea la única posible).
Por ejemplo, no admitiremos que una superficie tenga picos, como le ocurre en un
poliedro, en un cono o en el conjunto {(x, y, z) ∈ R3 | y 2 = z 3 } representado en la Figura 3.2
derecha. Tampoco admitiremos como superficies aquellas que tengan autointersecciones,

Figura 3.1: Algunas superficies sencillas.

29
30 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

Figura 3.2: Algunos conjuntos que no admitiremos como superficies.

Figura 3.3: La figura de la izquierda no se admitirá como superficie regular, pero las otras
dos sı́.

como la de la izquierda en la Figura 3.3. Sı́ serán admisibles figuras de topologı́a complicada
(Figura 3.3 derecha) o no compactas (Figura 3.3 centro, nótese que sólo se representa una
parte de la superficie).

Definición 3.1.1 Una superficie (regular) es un subconjunto S ⊂ R3 tal que cada p ∈ S


tiene asociado un abierto U ⊂ R2 , un entorno abierto V de p en R3 y una aplicación
diferenciable X : U → R3 que cumple
1. X(U ) = V ∩ S.

2. X : U → V ∩ S es un homeomorfismo.

3. La diferencial de X en cualquier punto q ∈ U , dXq : R2 → R3 , es un monomorfismo.

A X se le llama parametrización de S alrededor de p. Decir que X = X(u, v) = (x(u, v),


y(u, v), z(u, v)) es diferenciable equivale a que las funciones x, y, z sean de clase C ∞ . Ya
3.1. DEFINICIÓN DE SUPERFICIE. EJEMPLOS. 31

Figura 3.4: Parametrización de una superficie.

que X : U → R3 es diferenciable, en particular es continua luego X : U → V ∩ S es


continua. Es decir, la condición 2 anterior sólo exige que X : U → V ∩ S sea biyectiva y
que X −1 : V ∩S → U sea continua. La condición 3 equivale a exigir que los vectores ∂X∂u (q),
∂X
∂v (q) sean linealmente independientes para todo q ∈ U . A las variables u, v de X se les
llama coordenadas locales de S, y a las curvas espaciales u 7→ X(u, v0 ), v 7→ X(u0 , v),
curvas coordenadas de la parametrización, ver Figura 3.4. Una forma intuitiva de ver las
parametrizaciones es como asignaciones de coordenadas bidimensionales en un trozo de
superficie, como hacen los mapas con una extensión de terreno.
Uno podrı́a decir que las superficies son el análogo bidimensional de las curvas espa-
ciales; sin embargo, hay notables diferencias entre la forma de tratar cada caso: las curvas
eran aplicaciones mientras que las superficies son subconjuntos de R3 , las primeras podı́an
tener picos o autointersecciones, pero las segundas no.
Como primer ejemplo de superficie, consideremos la aplicación X : R2 → R3 , X(u, v) =
(u, v, 0). Entonces, X es una parametrización y su imagen, el plano {z = 0}, es una
superficie. Es fácil probar que si S ⊂ R3 es una superficie y O ⊂ S es un abierto suyo,
entonces O es también una superficie. También es fácil demostrar que si φ : O1 → O2 es
un difeomorfismo entre dos abiertos de R3 y S es una superficie contenida en O1 , entonces
φ(S) es también una superficie de R3 . En particular, cualquier plano afı́n de R3 es una
superficie.
Un ejemplo algo más elaborado es el helicoide. Consideremos una hélice circular α(u) =
(cos u, sin u, au), a > 0. Por cada punto α(u) de la hélice trazamos la recta horizontal que
une ese punto con el eje OZ, {(v cos u, v sin u, au) | v ∈ R}. El conjunto de puntos formado
de esta manera se llama un helicoide:

(3.1) S = {(v cos u, v sin u, au) | u, v ∈ R}.


32 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

La aplicación X : R2 → R3 dada por X(u, v) = (v cos u, v sin u, au) es una parametrización


de todos los puntos del helicoide, por lo que éste es una superficie.
Lema 3.1.1 Sea X : U ⊂ R2 → R3 una aplicación diferenciable, donde U es un abierto
de R2 . Supongamos que q0 ∈ U cumple que dXq0 : R2 → R3 es inyectiva. Entonces, existe
un entorno abierto W de q0 con W ⊂ U y una proyección ortogonal π : R3 → R2 sobre
alguno de los planos {x = 0}, {y = 0} ó {z = 0} tales que
1. (π ◦ X)(W ) es un abierto de R2 y φ := π ◦ X : W → W 0 := (π ◦ X)(W ) es un
difeomorfismo.
2. S = X(W ) es una superficie de R3 y X es una parametrización (global) de S.

Demostración. Por hipótesis, la matriz Jacobiana


 
xu (q0 ) xv (q0 )
dXq0 ≡  yu (q0 ) yv (q0 ) 
zu (p0 ) zv (q0 )
tiene rango 2. Ası́, uno de sus menores de orden tendrá determinante distinto de cero.
Supongamos que
xu (q0 ) xv (q0 )
6= 0
yu (q0 ) yv (q0 )
(los otros casos son análogos). Consideremos la proyección π : R3 → {z = 0} ≡ R2 ,
π(x, y, z) = (x, y), y la aplicación diferenciable π◦X : U → R2 , (π◦X)(u, v) = (x(u, v), y(u, v)).
Entonces, la diferencial de π ◦X en q0 es regular luego el teorema de la función inversa ase-
gura que existen abiertos W ⊂ U conteniendo a q0 y W 0 ⊂ R2 conteniendo a (π ◦ X)(q0 )
tales que (π ◦ X)(W ) = W 0 y π ◦ X : W → W 0 es un difeomorfismo, lo que prueba el
apartado 1.
Para probar el apartado 2, basta ver que X : W → X(W ) = S es una parametrización
de S. Esto se tendrá si probamos que
X : W → X(W ) es un homeomorfismo, y
La diferencial dXq es inyectiva en cada punto q ∈ W .
Consideremos el difeomorfismo φ = π ◦ X : W → W 0 . Entonces, Y := X ◦ φ−1 : W 0 → R3
es diferenciable y se escribe
Y (a, b) = (a, b, f (a, b)), ∀(a, b) ∈ W 0 .
para cierta función (diferenciable) f : W 0 → R. Como X e Y se diferencian en un difeo-
morfismo, los dos puntos anteriores se tendrán para X si y sólo si se tienen para Y , y que
Y los cumple es trivial. 2
Cambiando X por Y en el último lema, tenemos el siguiente resultado:
3.1. DEFINICIÓN DE SUPERFICIE. EJEMPLOS. 33

Corolario 3.1.1 Dado cualquier punto en una superficie S, existe una parametrización
de S alrededor de p como grafo de una función diferenciable:

X(u, v) = (u, v, f (u, v)) ó bien X(u, v) = (u, f (u, v), v) ó bien X(u, v) = (f (u, v), u, v).

Como el origen en una de las hojas del cono {z 2 = x2 + y 2 , z ≥ 0}, no admite una
parametrización diferenciable de tipo grafo, concluı́mos que tampoco una de las hojas del
cono es una superficie alrededor del origen.

A continuación veremos algunos ejemplos de superficies.

3.1.1. Grafos.
Sea O un abierto de R2 y f : O → R una función diferenciable. Consideremos el grafo
de f ,
G(f ) = {(u, v, f (u, v)) | (u, v) ∈ O}.

Se define ahora X : U = O → R3 mediante X(u, v) = (u, v, f (u, v)). Es fácil comprobar


que X es una parametrización de G(f ) alrededor de cualquier punto p ∈ G(f ). Por tanto,
G(f ) es una superficie. Por ejemplo, un paraboloide elı́ptico S = {(x, y, z) | z = x2 + y 2 }
y un paraboloide hiperbolico S = {(x, y, z) | z = x2 − y 2 } son superficies.

3.1.2. Superficies en forma implı́cita.


Otro método general de construir superficies es de forma implı́cita: Si O es un abierto
de R3 , F : O → R una función diferenciable y a ∈ R, ¿Cuándo S = F −1 ({a}) es una
superficie? Desde luego, habrá que imponer alguna condición adicional ya que el cono
está dado por la ecuación implı́cita x2 + y 2 − z 2 = 0 y no es una superficie. En este
caso particular lo que falla es la condición 3 de superficie, y este fallo procede de que la
diferencial de f en (0, 0, 0) se anula. En esta lı́nea, tenemos el siguiente resultado:

Proposición 3.1.1 Sea O un abierto de R3 y F : O → R una función diferenciable.


Si a ∈ R es un valor regular de F , es decir, para todo p ∈ F −1 ({a}) la diferencial
dFp : R3 → R es no nula y F −1 ({a}) 6= Ø, entonces S = F −1 ({a}) es una superficie.

Demostración. Sea p0 = (x0 , y0 , z0 ) ∈ S. Como la diferencial de F en p0 no es nula, alguna


de las derivadas parciales de F no se anula. Sin pérdida de generalidad, supondremos
∂F 3
∂z (p0 ) 6= 0. Consideremos la aplicación diferenciable H : O → R dada por

H(x, y, z) = (x, y, F (x, y, z)).


34 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

Entonces, la matriz jacobiana de H en p0 es una matriz regular:


 
1 0 0
 0 1 0 ,
Fx (p0 ) Fy (p0 ) Fz (p0 )

donde como siempre Fx = ∂F ∂x , etc. Por el teorema de la función inversa, existe un entorno
abierto O1 de p0 contenido en O y un entorno abierto O2 de (x0 , y0 , a) tal que H : O1 → O2
es un difeomorfismo. Su inversa es del tipo

H −1 (u, v, w) = (u, v, f (u, v, w)), (u, v, w) ∈ O2 ,

para cierta función diferenciable f : O2 → R. Esto nos dice que H transforma O1 ∩F −1 ({a})
en O2 ∩ {(u, v, a) | (u, v) ∈ R2 }. Como O2 ∩ {(u, v, a) | (u, v) ∈ R2 } es una superficie de
R3 y H es un difeomorfismo, concluı́mos que O1 ∩ F −1 ({a}) también es una superficie, lo
que termina la demostración. 2
Todo grafo {z = f (x, y)} puede escribirse de forma implı́cita, sin más que escribir
F (x, y, z) = f (x, y) − z, que tiene a 0 como valor regular. Veamos algunos ejemplos más
interesantes de superficies que pueden escribirse como imagen inversa de un valor regular:

1. La esfera. Dados p0 ∈ R3 y r > 0, la esfera S2 (p0 , r) = {p ∈ R3 | kp − p0 k =


r} puede escribirse como F −1 ({r2 }) para F : R3 → R, F (p) = kp − p0 k2 , y r2 es
valor regular de F , luego S2 (p0 , r) es una superficie. También es posible recubrir
S2 (p0 , r) por imágenes de parametrizaciones: dos proyecciones estereográficas desde
puntos antı́podas, o bien seis proyecciones ortogonales de hemisferios en los discos
coordenados.
x2 y2 z2
2. El elipsoide. Dados a, b, c > 0, S = {(x, y, z) | a2
+ b2
+ c2
= 1} = F −1 ({1})
x2 y2 z2
donde F : R3 → R, F (x, y, z) = a2
+ b2
+ c2
y 1 es valor regular de F .

3. El cilindro. S = {(x, y, z) | x2 + y 2 = 1} = F −1 ({1}) donde F : R3 → R,


F (x, y, z) = x2 + y 2 y 1 es valor regular de F .

4. El paraboloide elı́ptico. S = {(x, y, z) | x2 + y 2 = z} = F −1 ({0}) donde


F : R3 → R, F (x, y, z) = x2 + y 2 − z y 0 es valor regular de F .

5. El paraboloide hiperbólico. S = {(x, y, z) | x2 − y 2 = z} = F −1 ({0}) donde


F : R3 → R, F (x, y, z) = x2 − y 2 − z y 0 es valor regular de F .

6. El hiperboloide reglado (o de una hoja). S = {(x, y, z) | z 2 + 1 = x2 + y 2 } =


F −1 ({1}) donde F : R3 → R, F (x, y, z) = x2 + y 2 − z 2 y 1 es valor regular de F .
3.1. DEFINICIÓN DE SUPERFICIE. EJEMPLOS. 35

Figura 3.5: Toro de revolución.

7. El hiperboloide elı́ptico (o de dos hojas). S = {(x, y, z) | z 2 − 1 = x2 + y 2 } =


F −1 ({−1}) donde F : R3 → R, F (x, y, z) = x2 + y 2 − z 2 y −1 es valor regular de F .

8. El cono menos el origen. S = {(x, y, z) ∈ R3 − {(0, 0, 0)} | z 2 = x2 + y 2 } =


F −1 ({0}) donde F : R3 − {(0, 0, 0)} → R, F (x, y, z) = x2 + y 2 − z 2 y 0 es valor
regular de F (podemos extender diferenciablemente F al origen con F (0, 0, 0) = 0,
pero entonces 0 ∈ R deja de ser valor regular de la extensión).
p
9. El toro de revolución. Sean 0 < r < a y S = {(x, y, z) ∈ R3 |p ( x2 + y 2 − a)2 +
z 2 = r2 } = F −1 ({r2 }) donde F : R3 −{ eje z} → R, F (x, y, z) = ( x2 + y 2 −a)2 +z 2
y r2 es valor regular de F (ver Figura 3.5).

10. El helicoide. Sea a > 0. Llamando x = v cos u, y = v sin u, z = au a las compo-


nentes de un punto cualquiera del helicoide (3.1), tenemos x sin(z/a) = y cos(z/a).
Definimos F : R3 → R mediante F (x, y, z) = x sin(z/a) − y cos(z/a). Entonces, 0 es
un valor regular de F y F −1 ({0}) es el helicoide.

11. Sabemos que el cubo no es una superficie (no es diferenciable a lo largo de sus
aristas), pero puede aproximarse por superficies compactas: Dado n ≥ 1, sea Sn =
{(x, y, z) | x2n + y 2n + z 2n = 1}. Entonces, Sn = Fn−1 ({1}) para F (x, y, z) = x2n +
y 2n + z 2n y 1 es valor regular de Fn . Puede probarse que cuando n → ∞, Sn tiende
al cubo [−1, 1]3 (ver Figura 3.6).

3.1.3. Superficies de revolución.


Uno de los ejemplos anteriores es el toro de revolución, obtenido al girar alrededor del
eje OZ la circunferencia en el plano {x = 0} centrada en (0, a, 0) de radio r. Este ejemplo
sugiere que también podremos construir superficies rotando alrededor del eje OZ ciertas
36 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

Figura 3.6: La superficie compacta Sn para n = 4 está próxima al cubo unidad.

curvas en el plano {x = 0}. Pero debemos imponer ciertas condiciones sobre las curvas
generatrices para que al rotarlas se obtengan superficies de R3 .
Tomemos una curva plana regular α : I → {x = 0} ⊂ R3 , que vendrá dada por
α(t) = (0, f (t), g(t)), t ∈ I. Supongamos que f (t) > 0 para todo t ∈ I y que una de las
dos condiciones siguientes se cumple:
1. α es inyectiva.

2. I = R, α es periódica de perı́odo mı́nimo T > 0 y α es inyectiva en [0, T ).


El conjunto obtenido al rotar α alrededor del eje OZ es

S = {(f (t) cos θ, f (t) sin θ, g(t)) | t ∈ I, θ ∈ R}.

Para comprobar que S es una superficie, definimos parametrizaciones. Sea X : I × R →


R3 la aplicación diferenciable dada por X(u, v) = (f (u) cos v, f (u) sin v, g(u)). Entonces,
X|I×(0,2π) y X|I×(−π,π) son dos parametrizaciones de S (Ejercicio 1). Como las imágenes
de X|I×(0,2π) y X|I×(−π,π) recubren a S, deducimos que S es una superficie, llamada de
revolución.
Como ejemplos podemos citar:
1. α(t) = (0, cos t, sin t), t ∈ R, produce la esfera unidad.

2. α(t) = (0, 1, t), t ∈ R, produce el cilindro vertical de radio 1 centrado en el eje OZ.

3. α(t) = (0, cosh t, sinh t), t ∈ R, produce el hiperboloide reglado.

4. α(t) = (0, sinh t, ± cosh t), t ∈ (0, ∞), producen las dos hojas del hiperboloide elı́pti-
co, cada una menos el punto de corte con el eje OZ.
3.2. FUNCIONES Y APLICACIONES DIFERENCIABLES. 37

Figura 3.7: Cambio de parámetros.

5. α(t) = (0, t, ±t), t ∈ (0, ∞), producen las dos componentes del cono menos el origen.

6. α(t) = (0, r(a + cos t), r sin t), t ∈ R, produce el toro de revolución de parámetros
0 < r < a.

7. α(t) = (0, cosh t, t), t ∈ R, produce la catenoide S = {(x, y, z) | x2 + y 2 = cosh2 z}


(a la generatriz α se la llama catenaria).

En el material adicional de este capı́tulo (Sección3.6) podrás encontrar información


sobre otra familia destacada de superficies, las superficies regladas.
Terminaremos esta sección con un enlace a una web con gran cantidad de ejemplos de
superficies:
http://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Surfaces

3.2. Funciones y aplicaciones diferenciables.


El principal objetivo de esta sección es estudiar el concepto de diferenciabilidad para
funciones definidas en superficies, para poder extender el cálculo diferencial a objetos
más generales que abiertos de un plano. Para ello, necesitamos probar que el cambio de
parámetros en una superficie es un difeomorfismo.

Teorema 3.2.1 (Los cambios de parámetros son difeomorfismos)


Sean Xi : Ui ⊂ R2 → R3 , i = 1, 2, dos parametrizaciones de una superficie S tal que
O = X1 (U1 ) ∩ X2 (U2 ) 6= Ø. Entonces, el cambio de parámetros X2−1 ◦ X1 : X1−1 (O) →
X2−1 (O) es un difeomorfismo entre abiertos de R2 (Figura 3.7).
38 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

Demostración. Por definición de parametrización, φ := X2−1 ◦ X1 : X1−1 (O) → X2−1 (O) es


un homeomorfismo entre abiertos de R2 . Por tanto, basta probar que φ es diferenciable
alrededor de cada punto p0 ∈ X1−1 (O) (y luego aplicaremos el mismo argumento cambiando
los subı́ndices). Por el Lema 3.1.1 aplicado a la parametrización X2 |X −1 (0) : X2−1 (0) → R3
2
alrededor de φ(p0 ), existe un entorno abierto W de φ(p0 ) con W ⊂ X2−1 (0) y una proyección
ortogonal π : R3 → R2 sobre alguno de los planos {x = 0}, {y = 0} ó {z = 0} (supondremos
que es este último) tales que (π ◦ X2 )(W ) es un abierto de R2 y π ◦ X2 : W → (π ◦ X2 )(W )
es un difeomorfismo. Como φ es un homeomorfismo, φ−1 (W ) es un entorno abierto de p0
en X1−1 (0) y en este entorno podemos escribir

φ = X2−1 ◦ X1 = (π ◦ X2 )−1 ◦ π ◦ X1 .

Luego φ|φ−1 (W ) es composición de tres aplicaciones diferenciables, y es por tanto diferen-


ciable. 2
Ya podemos pasar la noción de diferenciabilidad del Análisis a la Geometrı́a Diferencial
de superficies.
Definición 3.2.1 Sea f : S → R una función definida sobre una superficie S. Dado p ∈ S,
diremos que f es diferenciable en p si para toda parametrización X : U ⊂ R2 → R3 de S
alrededor de p, función f ◦X : U → R2 es diferenciable en el punto q ∈ U tal que X(q) = p.
Diremos que f es diferenciable en S cuando sea diferenciable en todos los puntos de S.
En la definición anterior, podemos cambiar “para toda parametrización” por “existe una
parametrización”, gracias al Teorema 3.2.1. A continuación usaremos la definición anterior
para extender el concepto de función diferenciable a un contexto más general.

Definición 3.2.2 Sea S una superficie.


1. Diremos que una aplicación F = (f1 , . . . , fn ) : S → Rn es diferenciable si fi : S → R
es diferenciable para todo i = 1, . . . , n.

2. Sea O un abierto de Rn y F : O → S una aplicación. F se dice diferenciable si


i ◦ F : O → R3 es diferenciable, donde i : S → R3 es la inclusión.

3. Sea Se otra superficie. Una aplicación F : S → Se se dirá diferenciable si i ◦ F : S → R3


es diferenciable (ahora i es la inclusión de Se en R3 ).

Veamos algunas propiedades prácticas de la diferenciabilidad.


Proposición 3.2.1 1. Toda aplicación diferenciable es continua.

2. Sea O un abierto de R2 y f : O → R una función. Entonces, f es diferenciable en el


sentido de la Definición 3.2.2 si y sólo si lo es en el sentido del Análisis.
3.2. FUNCIONES Y APLICACIONES DIFERENCIABLES. 39

3. La restricción de cualquier aplicación diferenciable definida en una superficie a un


abierto suyo es diferenciable.

4. Sea S una superficie, F, G : S → Rn aplicaciones diferenciables y λ ∈ R. Entonces,


las aplicaciones F + G, λF : S → Rn y hF, Gi : S → R son diferenciables. Si n = 1
y G(p) 6= 0 para cada p ∈ S, entonces F/G : S → R es diferenciable. Si n = 3,
entonces F × G : S → R3 es diferenciable.

5. Sea O un abierto de R3 y S una superficie con S ⊂ O. Si F : O → Rn es una


aplicación diferenciable, entonces F |S : S → Rn es diferenciable. En particular, la
inclusión i : S → R3 , la identidad 1S : S → S y las aplicaciones constantes definidas
en S son diferenciables.

6. Si X : U ⊂ R2 → R3 es una parametrización de una superficie S, entonces las


aplicaciones X : U → S y X −1 : X(U ) → U son diferenciables.

7. Si F : S1 → S2 y G : S2 → S3 aplicaciones diferenciables donde S1 , S2 y S3 son


superficies o abiertos de un espacio Euclı́deo, entonces G ◦ F : S1 → S3 es diferen-
ciable.

Demostración. Ejercicio. 2
Hay algunas funciones diferenciables especialmente importantes desde el punto geométrico,
como la función altura o la función distancia (al cuadrado) para una superficie S ⊂ R3 .

1. Dado Π un plano afı́n con vector normal a ∈ R3 − {0} y p0 ∈ Π, la función altura


respecto a Π es la aplicación h : S → R dada por h(p) = hp − p0 , ai, p ∈ S. Cuando
kak = 1, entonces h mide la altura (con signo) de los puntos de S relativa al plano Π.

2. Dado p0 ∈ R3 , la función distancia al cuadrado respecto a p0 es la aplicación f √


:S→
R dada por f (p) = kp − p0 k2 , p ∈ S. Cuando p0 ∈ / S, la raı́z positiva d = f es
diferenciable,y se llama la función distancia a p0 .

Definición 3.2.3 Un difeomorfismo entre dos superficies S1 y S2 es una aplicación di-


ferenciable y biyectiva F : S1 → S2 tal que F −1 : S2 → S1 también es diferenciable. La
identidad es un difeomorfismo, la inversa de un difeomorfismo vuelve a ser difeomorfismo,
lo mismo que la composición. Diremos que dos superficies S1 y S2 son difeomorfas cuando
exista un difeomorfismo φ : S1 → S2 (ésta es una relación de equivalencia). Un resultado de
Topologı́a Diferencial, que excede los contenidos de este curso, asegura que dos superficies
homeomorfas son siempre difeomorfas.

Proposición 3.2.2
40 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

1. Si X : U ⊂ R2 → R3 es una parametrización de una superficie S, entonces X : U →


X(U ) es un difeomorfismo.

2. Si S es una superficie contenida en un abierto O de R3 y φ : O → Oe es un difeomor-


fismo de O en otro abierto Oe de R3 , entonces φ|S : S → φ(S) es un difeomorfismo.

Demostración. Ejercicio. 2

3.3. Plano tangente. Primera forma fundamental.


A continuación veremos el concepto de vector tangente a una superficie en un punto.
Esto nos permitirá hablar de la diferencial de una aplicación diferenciable y de poder
estudiar la geometrı́a de una superficie por medio del cálculo diferencial.

Definición 3.3.1 Sea p un punto en una una superficie S ⊂ R3 . Un vector v ∈ R3 se dice


tangente a S en p si existe una curva diferenciable α : (−ε, ε) → S ⊂ R3 con α(0) = p y
α0 (0) = v.

Es decir, los vectores tangentes a una superficie son los vectores tangentes a curvas espa-
ciales cuyas trazas están contenidas en la superficie. El que el dominio de α en la definición
anterior sea (−ε, ε) no es relevante, podrı́a ser cualquier intervalo abierto.
A continuación definimos el mejor objeto lineal que aproxima una superficie en un
punto suyo (algo similar se hizo con curvas y sus rectas tangentes). Se define el plano
tangente a S en p ∈ S como

T pS = {v ∈ R3 | v es un vector tangente a S en p}.

Lema 3.3.1 Sea S una superficie, p ∈ S y X : U ⊂ R2 → R3 una parametrización de S


alrededor de p = X(q), q ∈ U . Entonces,

Tp S = dXq (R2 ).

En particular, Tp S es un subespacio vectorial de R2 con dimensión 2, y {Xu (q), Xv (q)} es


una base de Tp S.

Demostración. Sea w ∈ R2 . Consideremos el segmento β : (−ε, ε) → U , β(t) = q + tw.


Para ε > 0 suficientemente pequeño, la traza de β está contenida en U luego α = X ◦ β
es una curva diferenciable con traza contenida en S, y w = β 0 (0) tiene como imagen por
dXq a α0 (0) ∈ Tp S. Por tanto, dXq (R2 ) ⊆ Tp S.
Recı́procamente, sea v = α0 (0) ∈ Tp S, donde α : (−ε, ε) → S es una curva diferenciable.
Por continuidad de α, podemos tomar ε > 0 suficientemente pequeño de forma que α(−ε, ε)
3.4. LA DIFERENCIAL DE UNA APLICACIÓN DIFERENCIABLE. 41

está contenida en X(U ). Ahora definimos β = X −1 ◦ α, que es una curva diferenciable


plana con β(0) = q y v = α0 (0) = (X ◦ β)0 (0) = dXq (β 0 (0)), ası́ que Tp S ⊆ dXq (R2 ). 2
Con la notación anterior, si un vector w ∈ R2 tiene coordenadas (a, b) en la base usual,
entonces las coordenadas de v = dXq (w) ∈ Tp S respecto a {Xu (q), Xv (v)} son las mismas:
v = dXq (w) = dXq (a∂u + b∂v ) = a · dXq (∂u ) + b · dXq (∂v ) = aXu (q) + bXv (q).
Veamos algunos casos particulares de superficies y sus planos tangentes.
1. Si S es una superficie, p ∈ S y S1 ⊂ S es un abierto de S conteniendo a p, entonces
Tp S1 = Tp S.
2. Si S es una superficie y φ : O1 → O2 es un difeomorfismo entre abiertos de R3 con
S ⊂ O1 , entonces Tφ(p) φ(S) = dφp (Tp S), para todo p ∈ S.
3. Si una superficie S se escribe como imagen inversa S = F −1 ({a}) de un valor regular
a ∈ R para una función diferenciable F : O → R (aquı́ O es un abierto de R3 ),
entonces dado p ∈ S es
Tp S = ker(dFp ) = h(∇F )p i⊥ ,
ya que la inclusión Tp S ⊂ ker(dFp ) es evidente y luego sólo hay que razonar por
dimensiones.
4. El plano tangente a un plano afı́n Π = {p ∈ R3 | hp − p0 , ai = 0} (aquı́ a ∈ R3 − {0}
es un vector normal a Π) en un punto p ∈ Π es el plano vectorial paralelo a Π,
Tp Π = {v ∈ R3 | hv, ai = 0} (usar que Π = F −1 ({0}) para F (p) = hp − p0 , ai y el
apartado anterior).
5. El plano tangente a una esfera S2 (p0 , r) en un punto p ∈ S2 (p0 , r) es Tp S2 (p0 , r) =
{v ∈ R3 | hv, p − p0 i = 0} (usar que S2 (p0 , r) = F −1 (r2 ) para F (p) = kp − p0 k2 y el
apartado 3).
Dada una superficie S y un punto p ∈ S, se define la primera forma fundamental de S
en p como la métrica euclidea
Ip : Tp S × Tp S → R, Ip (v, w) = hv, wi.

3.4. La diferencial de una aplicación diferenciable.


Sea S una superficie y f : S → Rn una aplicación diferenciable. Dado un punto p ∈ S,
define la diferencial de f en p como la aplicación dfp : Tp S → Rn dada por

0 d
dfp (v) = (f ◦ α) (0) = (f ◦ α)(t),
dt t=0
42 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

donde α : (−ε, ε) → S es una curva diferenciable con α(0) = p, α0 (0) = v.


Ası́, en el caso de que S sea un abierto del plano, la diferencial coincide con la del
Análisis.

Proposición 3.4.1 En la situación anterior:

1. dfp (v) está bien definida, i.e. no depende de la curva α que representa al vector v.

2. Sea X : U ⊂ R2 → R3 una parametrización de S alrededor de p = X(q), q ∈ U . Si


(a, b) son las coordenadas de v ∈ Tp S respecto a la base {Xu (q), Xv (q)}, entonces

(3.2) dfp (v) = d(f ◦ X)q (a, b).

3. dfp : Tp S → Rn es lineal.

Demostración. Tomemos una parametrización X como en el apartado 2. Dado v ∈ Tp S,


tomemos una curva diferenciable α : (−ε, ε) → S con α(0) = p, α0 (0) = v. Tomando
ε > 0 suficientemente pequeño, podemos suponer que α(−ε, ε) ⊂ X(U ). Llamemos β =
X −1 ◦ α : (−ε, ε) → U , diferenciable. Entonces,

(?)
(f ◦ α)0 (0) = [(f ◦ X) ◦ β]0 (0) = d(f ◦ X)q (β 0 (0)),

donde en (?) hemos usado la regla de la cadena para aplicaciones diferenciables entre
abiertos de espacios Euclı́deos. Según vimos tras la demostración del Lema 3.3.1, las coor-
denadas del vector β 0 (0) ∈ R2 respecto a la base usual de R2 son las mismas que las
coordenadas (a, b) de v respecto a la base {Xu (q), Xv (q)} de Tp S. Es decir,

(f ◦ α)0 (0) = d(f ◦ X)q (a, b),

con lo que (f ◦ α)0 (0) no depende de la curva α (ni de la parametrización X), sino sólo de
f y de v. Esto prueba los apartados 1 y 2. El apartado 3 se deduce de (3.2) y de que la
diferencial del Análisis y la aplicación que a cada v ∈ Tp S le asigna sus coordenadas (a, b)
respecto a la base {Xu (q), Xv (q)} son lineales. 2
Veamos algunos casos particulares de funciones y sus diferenciales.

1. Si S es una superficie, p ∈ S y S1 ⊂ S es un abierto de S que contiene a p, entonces


d(f |S1 )p = dfp (recordemos que Tp S1 = Tp S).

2. Si S es una superficie, O ⊂ R3 un abierto conteniendo a S y F : O → Rn es una apli-


cación diferenciable, entonces la diferencial de F |S : S → Rn es d(F |S )p = (dFp )|S ,
para todo p ∈ S.
3.4. LA DIFERENCIAL DE UNA APLICACIÓN DIFERENCIABLE. 43

3. Si f : S → Rn es constante, entonces dfp = 0 para todo p ∈ S. Recı́procamente, si


dfp = 0 para todo p ∈ S y S es conexa, entonces f es constante.

4. Si i : S → R3 es la inclusión y p ∈ S, entonces dip es la inclusión de Tp S en R3 .

5. Función altura. Si p0 ∈ R3 y a ∈ R3 − {0}, la diferencial de la función altura


h : S → R, h(p) = hp − p0 , ai es

dhp (v) = hv, ai, ∀p ∈ S, v ∈ Tp S.

6. Función distancia al cuadrado. Si p0 ∈ R3 , la diferencial de la función distancia


al cuadrado f : S → R, f (p) = kp − p0 k2 es

dfp (v) = 2hv, p − p0 i, ∀p ∈ S, v ∈ Tp S.

7. Función distancia. Si p0 ∈ R3 −S, la diferencial de la función distancia f : S → R,


h(p) = kp − p0 k es

hv, p − p0 i
dhp (v) = , ∀p ∈ S, v ∈ Tp S.
kp − p0 k

A continuación estudiamos la diferencial de aplicaciones que llegan a superficies, pri-


mero partiendo de un abierto de un espacio Euclı́deo y luego partiendo de una superficie,
y con ello completaremos las posibilidades.
Sea f : O ⊂ Rn → S una aplicación diferenciable de un abierto O de Rn en una
superficie S. Tras componer f con la inclusión i : S → R3 , obtenemos una aplicación
diferenciable f : O → R3 . Su diferencial dfp : Rn → R3 está entonces bien definida en el
sentido del Análisis para cada p ∈ O, es lineal y cumple

d
(3.3) dfp (v) = (f ◦ α)(t),
dt 0

donde p es cualquier punto en O, v ∈ R3 y α : (−ε, ε) → O es una curva diferenciable


con α(0) = p, α0 (0) = v. Dados tales p, v, α, se tiene que t ∈ (−ε, ε) 7→ (f ◦ α)(t) es una
curva diferenciable valuada en S, y por tanto (f ◦ α)0 (0) ∈ Tf (p) S. Como v es arbitrario,
deducimos que dfp (Rn ) ⊂ Tf (p) S. Ası́, podemos considerar la restricción (lineal)

dfp : Rn → Tf (p) S,

que será la definición de diferencial de f : O → S en p ∈ O.


Ahora supongamos que f : S1 → S2 es una aplicación diferenciable entre superficies.
Componemos f con la inclusión de S2 en R3 , obteniendo una aplicación diferenciable
44 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

f : S → R3 , que por tanto tiene una diferencial dfp : Tp S1 → R3 bien definida, lineal y
que cumple (3.3) para cada p ∈ S1 , v ∈ Tp S1 y α : (−ε, ε) → S1 curva diferenciable con
α(0) = p, α0 (0) = v. Razonando como arriba llegamos a que la imagen de dfp : Tp S1 → R3
está contenida en el plano Tf (p) S2 . Por tanto, dado un punto p ∈ S1 se define la diferencial
de f : S1 → S2 en p como la restricción dfp : Tp S1 → Tf (p) S2 , que es lineal y viene dada
por
dfp (v) = dfp (α0 (0)) = (f ◦ α)0 (0) ∈ Tf (p) S2 , ∀v ∈ Tp S1 .
Sabemos que la composición de aplicaciones diferenciables vuelve a ser diferenciable
(apartado 7 de la Proposición 3.2.1). Una vez definida la diferencial de una aplicación
diferenciable en los tres casos posibles, extenderemos la regla de la cadena del Análisis a
esta nueva situación.

Teorema 3.4.1 (Regla de la cadena) Sean f : S1 → S2 , g : S2 → S3 dos aplicaciones


diferenciables, donde S1 , S2 , S3 son superficies o abiertos de espacios Euclı́deos. Dado p ∈
S1 , se tiene
d(g ◦ f )p = dgf (p) ◦ dfp : Tp S1 → T(g◦f )(p) S3 .

Demostración. Ejercicio. 2
Si φ : S1 → S2 es un difeomorfismo entre superficies, entonces la regla de la cadena
aplicada a φ◦φ−1 y a φ−1 ◦φ implica que para cada punto p ∈ S1 , la diferencial dφp : Tp S1 →
Tφ(p) S2 es un isomorfismo de espacios vectoriales y que

(dφ−1 )φ(p) = (dφp )−1 .

El recı́proco local es cierto, y es la versión para superficies del Teorema de la función


inversa del Análisis.

Teorema 3.4.2 (Teorema de la Función Inversa) Sea f : S1 → S2 una aplicación di-


ferenciable entre superficies y sea p ∈ S1 . Si dfp : Tp S1 → Tf (p) S2 es un isomorfismo de
espacios vectoriales, entonces existen entornos abiertos V1 de p en S1 y V2 de f (p) en S2
tales que f (V1 ) = V2 y f |V1 : V1 → V2 es un difeomorfismo.

Demostración. Sean Xi : Ui → R3 , i = 1, 2, parametrizaciones de S1 alrededor de p y de


S2 alrededor de f (p), de forma que f (X1 (U1 )) ⊂ X2 (U2 ). Sean qi ∈ Ui , i = 1, 2, tales que
X1 (q1 ) = p, X2 (q2 ) = f (p). La aplicación X2−1 ◦ f ◦ X1 : U1 → U2 es diferenciable, y su
diferencial en q1 es un isomorfismo de espacios vectoriales ya que

d(X2−1 ◦ f ◦ X1 )q1 = (dX2 )−1


q2 ◦ dfp ◦ (dX1 )q1 ,

y cada una de las tres diferenciales del miembro de la derecha es un isomorfismo. Aplicando
el Teorema de la función inversa del Análisis encontramos abiertos Wi ⊂ Ui con qi ∈ Wi
3.5. RECTA NORMAL. ORIENTABILIDAD. APLICACIÓN DE GAUSS. 45

(i = 1, 2) de forma que (X2−1 ◦ f ◦ X1 )(W1 ) = W2 y (X2−1 ◦ f ◦ X1 )|W1 : W1 → W2 es un


difeomorfismo. Ahora basta definir Vi = Xi (Wi ), i = 1, 2, para tener el enunciado. 2
A partir del teorema anterior es razonable decir que una aplicación diferenciable
f : S1 → S2 entre superficies es un difeomorfismo local si para todo p ∈ S1 existen en-
tornos abiertos V de p en S1 y W de f (p) en S2 tales que f (V ) = W y f |V : V → W es
un difeomorfismo.
En el siguiente resultado se estudian algunas propiedades de los difeomorfismos locales.

Proposición 3.4.2 Sea f : S1 → S2 una aplicación diferenciable entre superficies.

1. f es un difeomorfismo local si y sólo si dfp : Tp S1 → Tf (p) S2 es un isomorfismo de


espacios vectoriales para todo p ∈ S1 .

2. Si f es un difeomorfismo local, entonces f es una aplicación abierta.

Demostración. Ejercicio. 2

Corolario 3.4.1 Si S1 , S2 son dos superficies y S1 ⊂ S2 , entonces S1 es un abierto de


S2 .

Demostración. Consideremos la inclusión i : S1 → S2 , diferenciable. Dado p ∈ S1 , la


diferencial de i en p es la inclusión de Tp S1 en Tp S2 = Tp S1 , y por tanto es la identidad.
Por el teorema de la función inversa, existen entornos abiertos V de p en S1 y W de p en
S2 tales que i(V ) = W (luego V = W ) y i|V = 1V : V → V es un difeomorfismo. Esto nos
dice que V es abierto en S2 y por tanto, p es interior a S2 . Como p ∈ S1 es arbitrario,
deducimos que S1 es un abierto de S2 . 2

Definición 3.4.1 Sea f : S → R una aplicación diferenciable definida en una superficie


S. Un punto p ∈ S se dice punto crı́tico de f si dfp = 0.

3.5. Recta normal. Orientabilidad. Aplicación de Gauss.


Sea S ⊂ R3 una superficie. Un campo de vectores (diferenciable) en S es una aplicación
diferenciable V : S → R3 . Si Vp := V (p) ∈ Tp S para todo p ∈ S, diremos que V es un
campo tangente a S. Si Vp ⊥ Tp S para todo p ∈ S, diremos que V es un campo normal a
S. Un campo unitario es aquel que cumple kVp k = 1 para todo p ∈ S, ver Figura 3.8).

Definición 3.5.1 La recta normal a una superficie S ⊂ R3 en un punto p ∈ S es la recta


afı́n que pasa por p y es ortogonal a Tp S.
46 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

Figura 3.8: Campos normales en un plano y una esfera.

Dado p ∈ S, existen exactamente dos vectores unitarios perpendiculares a Tp S. Pero


¿hasta dónde podemos variar esta elección de forma suave? Si X : U ⊂ R2 → R3 es una
parametrización de S, entonces existe un campo normal unitario definido sobre el abierto
X(U ), a saber:

Xu × Xv
(3.4) NX = ◦ X −1 : X(U ) → S2 .
kXu × Xv k

Si S es conexa y admite un campo normal unitario N : S2 , entonces −N es otro campo


normal unitario global. Además, estos son los únicos campos normales unitarios posibles:
si N1 : S → S2 es otro campo normal unitario, entonces consideramos el conjunto A =
{p ∈ S | (N1 )p = Np }. No es difı́cil ver que A es abierto y cerrado, luego A = Ø ó A = S,
por ser S conexa. En el primer caso, N1 = N mientras que en el segundo, N1 = −N .

Definición 3.5.2 Una superficie S ⊂ R3 se dice orientable si admite un campo normal


unitario global N : S → S2 . A este campo N se le llama aplicación de Gauss. Es claro
que una superficie orientable conexa admite exactamente dos aplicaciones de Gauss, que
también suelen llamarse orientaciones de la superficie. Si elegimos una orientación en una
superficie orientable, diremos que la superficie está orientada.
Si S está orientada por una aplicación de Gauss N : S → S2 y p ∈ S, entonces una base
{v1 , v2 } de Tp S se dice positivamente orientada si det(v1 , v2 , Np ) > 0. En caso contrario
diremos que la base está negativamente orientada.

Toda superficie es localmente orientable, y es orientable si admite una parametrización


global. Por ejemplo, los planos afines y los grafos de funciones diferenciables son orienta-
bles. Si una superficie S = f −1 ({a}) es imagen inversa de un valor regular a ∈ R por una
aplicación diferenciable F : O → R (aquı́ O es un abierto de R3 ), entonces S es orientable:
3.6. MATERIAL ADICIONAL. 47

basta considerar la aplicación de Gauss


∇F
N= : S → S2 ,
k∇F k
donde ∇f = (fx , fy , fz ) es el gradiente euclı́deo de f . Por ejemplo, las esferas, cilindros, y
todas las cuádricas son orientables.
Como ejemplo de superficie no orientable podemos citar a la cinta de Möbius definida
en la Sección 3.6: Si prolongamos una elección cualquiera de normal unitario de forma
continua sobre la cinta, el recorrerla una vez por su curva central llegaremos al opuesto del
vector unitario originalmente elegido. Una demostración rigurosa de la no orientabilidad
de la cinta de Möbius puede verse en las páginas 71–75 del libro de Montiel y Ros, Curves
and Surfaces, Graduate texts in Mathematics 69, AMS-RSME 2005.
Aunque no lo demostraremos, toda superficie compacta de R3 es orientable; incluso
puede debilitarse la hipótesis de compacidad exigiendo sólo que la superficie sea un cerrado
de R3 .

3.6. Material adicional.


Definición 3.6.1 Una superficie S ⊂ R3 se dice reglada si por cada punto de S pasa una
lı́nea recta contenida en S. Más concretamente, una superficie reglada es aquella en la que
cada punto admite una parametrización del tipo

(3.5) (t, v) ∈ I × R 7→ X(t, v) = α(t) + ve(t)

donde I es un intervalo abierto, α : I → R3 es una curva diferenciable con traza contenida


en la superficie, y e : I → R3 es una curva diferenciable regular con traza contenida en la
esfera unidad. Ası́, {α(t) + ve(t) | v ∈ R} parametriza la recta afı́n que pasa por α(t) con
velocidad e(t).

Los ejemplos más simples de superficies regladas son el plano, el cilindro y el cono. Un
poco más elaborados son el hiperboloide reglado o el helicoide.
Supongamos que la aplicación X definida en (3.5) es una parametrización. Entonces,
evaluando en (t, 0) las igualdades Xt = α0 + ve0 y Xv = e deducimos que α0 (t), e(t) son
linealmente independientes en cada t ∈ I. Veamos que
(?) Para cada t ∈ I, {α0 (t), e(t), e0 (t)} es una base de R3 .
En efecto, si en un instante t0 ∈ I los vectores α0 (t0 ), e(t0 ), e0 (t0 ) son linealmente depen-
dientes, entonces e0 (t0 ) = λα0 (t0 ) + µe(t0 ) para ciertos λ, µ ∈ R. Omitiendo el punto (t0 , v)
en lo que sigue, tenemos:

0 6= Xt × Xv = [α0 + v(λα0 + µe)] × e = (1 + λv)α0 × e,


48 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

Figura 3.9: Cinta de Möbius reglada.

luego 1 + λv 6= 0 para todo v ∈ R, y ası́, λ = 0. Esto implica e0 (t0 ) = µe(t0 ), lo cual es


imposible por ser e0 (t0 ) 6= 0 ortogonal al vector unitario e(t0 ).
Recı́procamente, supongamos que α, e : I → R3 son curvas diferenciables tales que
ke(t)k = 1 y la condición (?) se cumple. Fijemos (t0 , v0 ) ∈ I × R. Como Xt (t0 , v0 ) =
α0 (t0 ) + v0 e0 (t0 ) y Xv (t0 , v0 ) = e(t0 ) son linealmente independientes por la condición (?),
entonces la diferencial dX(t0 ,v0 ) es inyectiva. Por el Lema 3.1.1, existirá un entorno abierto
W de (t0 , v0 ) en I × R tal que S = X(W ) es una superficie de R3 y X : W → R3 es una
parametrización de S. Por supuesto, S es entonces una superficie reglada. En conclusión,
(?) caracteriza localmente a las superficies regladas.
Veamos algunos ejemplos de superficies regladas.

1. α(t) = (t, 0, 0), e(t) = (0, 1, 0) produce el plano {z = 0}.

2. α(t) = (cos t, sin t, 0), e(t) = (0, 0, 1) produce el cilindro {x2 + y 2 = 1}.

3. α(t) = (0, 0, 0), e(t) = √12 (cos t, sin t, 1) produce el cono {x2 + y 2 = z 2 } (hay que
quitarle el origen para que sea una superficie).
1
4. α(t) = (t, 0, t2 ), e(t) = √ (1, ±1, 2t) son dos familias de rectas distintas pasan-
2(1+t2 )
do por cada punto del paraboloide hiperbólico.

5. α(t) = (cos t, sin t, 0), e(t) = √12 (− sin t, cos t, ±1) son dos familias de rectas distintas
pasando por cada punto del hiperboloide de una hoja.

6. α(t) = (cos(2t), sin(2t), 0), e(t) = (cos t cos(2t), cos t sin(2t), sin t) produce la cinta de
Möbius (Figura 3.9).
3.6. MATERIAL ADICIONAL. 49

Una superficie se dice doblemente reglada si a través de cada punto pasan dos rectas
distintas contenidas en la superficie. Por ejemplo, el paraboloide hiperbólico y el hiperbo-
loide de una hoja son superficies doblemente regladas. El plano es la única superficie que
contiene tres rectas distintas a través de cada uno de sus puntos.
Las propiedades de ser reglada o doblemente reglada se conservan por un tipo especial
de transformaciones de R3 , llamadas transformaciones proyectivas. Por ello, las superficies
regladas son importantes en Geometrı́a Algebraica.
50 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

3.7. Ejercicios.
1. Probar que las restricciones X|I×(0,2π) y X|I×(−π,π) de la aplicación (u, v) ∈ I × R 7→
X(u, v) = (f (u) cos v, f (u) sin v, g(u)) definida en la Sección 3.1.3 son parametrizacio-
nes de la superficie de revolución obtenida al rotar la curva t ∈ I 7→ α(t) = (0, f (t), g(t))
alrededor del eje OZ (se supone que α cumple las hipótesis que aparecen en la Sec-
ción 3.1.3).

2. Cuádricas.

(A) Dada una matriz simétrica A de orden 4, se define


   
1
SA = p ∈ R3 : (1, pt )A =0 .
p

Supongamos que SA 6= Ø y que para cada p ∈ R3 , (1, pt )A 6= 0. Probar que


SA es una superficie. Esto unifica los ejemplos de esferas, elipsoides, hiperboloides,
paraboloides y cilindros.
(B) Sea B ∈ M3 (R) una matriz simétrica real, b ∈ R3 y c ∈ R. Consideremos el
conjunto
S(B, b, c) = {p ∈ R3 | hBp, pi + 2hb, pi + c = 0}.
Relacionar SA con S(B, b, c). ¿Para qué matrices B, vectores b y números reales c
es S(B, b, c) una superficie? Cuando S(B, b, c) sea una superficie, calcular el plano
tangente en un punto arbitrario p ∈ S(B, b, c).

3. Probar que dado un punto p en una superficie S, existe un abierto O ⊂ R3 con p ∈ O


y una función diferenciable f : O → R tal que S ∩ O = f −1 ({0}) (Indicación: usar una
parametrización como grafo).

4. Demostrar la Proposición 3.2.1.

5. Demostrar la Proposición 3.2.2.

6. Probar que las siguientes parejas de superficies son difeomorfas: Un plano y un parabo-
loide elı́ptico; un hiperboloide de una hoja y un cilindro; un cilindro y una catenoide; un
plano y un helicoide.

7. Sea C = {p ∈ R3 | kpk2 − hp, ai2 = r2 } el cilindro de radio r > 0 y eje la recta vectorial
de dirección a ∈ R3 , kak = 1. Probar que dado p ∈ C,

Tp C = {v ∈ R3 | hp, vi − hp, aiha, vi = 0} = (p − hp, aia)⊥ .

Concluir que todas las rectas normales a C cortan el eje del cilindro perpendicularmente.
3.7. EJERCICIOS. 51

8. Calcular el plano tangente en cualquier punto al helicoide H = {(v cos u, v sin u, au) | u, v ∈
R}, donde a > 0.

9. Probar el Teorema 3.4.1.

10. Probar la Proposición 3.4.2.

11. Demostrar que cualquier esfera es difeomorfa a cualquier elipsoide.

12. Demostrar que S2 (1) − {(0, 0, ±1)} es difeomorfa al cilindro {(x, y, z) | x2 + y 2 = 1}.

13. Sea S una superficie que no pasa por el origen. Consideremos la aplicación F : S → S2 (1)
dada por
p
F (p) = , p ∈ S.
kpk
Probar que F es diferenciable, calcular su diferencial y demostrar que dado p ∈ S, dFp
tiene núcleo no trivial si y sólo si la recta vectorial que pasa por p es tangente a S en p.

14. Sea S = {(x, y, z) | x2 + y 2 = 1} el cilindro vertical de radio 1 y eje OZ. Probar que
la aplicación F : R2 → S dada por F (x, y) = (cos x, sin x, y) es un difeomorfismo local.
¿Son R2 y S difeomorfos?

15. Sea A ∈ M3 (R) una matriz simétrica. Consideremos la aplicación f : S2 (1) → R,


f (p) = hp, Api.

(A) Probar que f es diferenciable y calcular su diferencial.


(B) Demostrar que p ∈ S2 (1) es punto crı́tico de f si y sólo si p es vector propio de A.
(C) Probar que si λ1 , λ2 ∈ R son dos valores propios distintos de A y p1 , p2 ∈ S2 (1)
son vectores propios de A asociados a λ1 , λ2 respectivamente, entonces p1 y p2
son ortogonales. En este caso, sea p3 ∈ S2 (1) ortogonal a p1 y a p2 . Probar que p3
también es un valor propio de A.
(D) Concluir que A admite una base ortonormal de R3 formada por vectores propios.

16. Sea a ∈ R3 − {0}. Probar que un punto p en una superficie S ⊂ R3 es crı́tico para la
función altura h : S → R dada por h(p) = hp, ai si y sólo si a es normal a S en p (es
decir, Tp S es ortogonal a a).

17. Sea p0 ∈ R3 . Probar que un punto p en una superficie S ⊂ R3 es crı́tico para la función
distancia al cuadrado f : S → R dada por f (p) = kp − p0 k2 si y sólo si p = p0 ó bien
p − p0 es normal a S en p. Si p0 ∈ R3 − S, demostrar que los puntos crı́ticos de la
función distancia a p0 coinciden con los de la función distancia al cuadrado a p0 .
52 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO

18. Sea S una superficie compacta, que admite una función diferenciable con a lo más tres
puntos crı́ticos. Demostrar que S es conexa.

19. Sea S una superficie en R3 .

(A) Demostrar que si S en compacta, entonces dado a ∈ R3 − {0} existen al menos


dos puntos en S tales que a es normal a S en esos dos puntos, y que desde cada
punto de R3 puede trazarse al menos una recta normal a S.
(B) Demostrar que si S es conexa y todas las rectas normales a S son paralelas, entonces
S está contenida en un plano.
(C) Probar que si S es conexa y todas las rectas normales a S pasan por un mismo
punto p0 ∈ R3 , entonces S está contenida en una esfera centrada en p0 .

20. Sea S una superficie compacta y conexa. Admitiendo que todo homeomorfismo local
F : S → S2 (1) es un homeomorfismo1 , probar que si existe un punto p0 ∈ R3 − S desde
el cual no puede trazarse ninguna recta tangente a S, entonces S es difeomorfa a una
p−p0
esfera (Indicación: considerar la aplicación F : S → S2 (1) dada por F (p) = kp−p 0k
).
2 2 2
21. Dado a > 3, se define Sa = {(x, y, z) ∈ R3 | ex + ey + ez = a}. Demostrar que Sa
es una superficie y encontrar un difeomorfismo entre Sa y S2 .

22. Sea S una superficie, p0 ∈ S y Π = p0 +Tp0 S el plano afı́n tangente a S en p0 . Tomemos


un vector a ∈ S2 (1) perpendicular a S en p0 .

(A) Probar que la proyección ortogonal sobre Π, f : S → R3 , f (p) = p − hp − p0 , aia,


cumple f (S) ⊂ Π. Tiene pues, sentido considerar la restricción f : S → Π.
(B) Demostrar que la diferencial de f : S → Π en p0 es la identidad.
(C) Concluir que existen entornos U de p0 en Π y V de p0 en S tales que V es el grafo
de una función diferenciable h : U → R.

23. Probar que si una superficie S es unión de dos abiertos suyos orientables y con intersec-
ción conexa, entonces S es orientable.

24. Sea F : S1 → S2 un difeomorfismo local entre dos superficies. Probar que si S2 es


orientable, entonces S1 también lo es (en particular, la orientabilidad de superficies es
invariante frente a difeomorfismos).

25. Sea S ⊂ R3 una superficie compacta. Probar que existe una recta afı́n que corta per-
pendicularmente a S en al menos dos puntos.
1
Esto se deduce de teorı́a de recubridores, que no abordaremos en esta asignatura.
3.7. EJERCICIOS. 53

26. Sea S ⊂ R3 una superficie cerrada (no necesariamente compacta). Dado p0 ∈ R3 , probar
que la función distancia al punto p0 alcanza su mı́nimo en algún punto de S.

27. Supongamos que una superficie S ⊂ R3 está completamente a un lado de un plano


afı́n Π. Probar que S y Π son tangentes en cada punto p ∈ S ∩ Π.

28. Probar que si dos superficies compactas son disjuntas, entonces existe una lı́nea recta
que corta perpendicularmente a ambas superficies.
54 CAPÍTULO 3. SUPERFICIES EN EL ESPACIO
Capı́tulo 4

Curvaturas en una superficie.

4.1. El operador de Weingarten.


Sea S una superficie orientable y N : S → S2 su aplicación de Gauss. Siguiendo la mis-
ma idea que se usó para la definición de curvatura de una curva plana, podrı́amos estudiar
cómo se curva la superficie mirando la variación del plano tangente, o equivalentemente,
la variación de la aplicación de Gauss. Por ello consideramos su diferencial en un punto
p ∈ S,
dNp : Tp S → TN (p) S2 = hN (p)i⊥ = Tp S,
que es un endomorfismo de espacios vectoriales. Recordemos que en Tp S tenı́amos una
estructura de espacio vectorial métrico euclı́deo, dada por la primera forma fundamental
Ip (v, w) = hv, wi, ∀v, w ∈ Tp S. Veamos que dNp tiene un buen comportamiento frente a
la primera forma fundamental.

Lema 4.1.1 En la situación anterior, dNp es un endomorfismo autoadjunto de (Tp S, Ip ).

Demostración. Sea X = X(u, v) : U ⊂ R2 → R3 una parametrización de S alrededor de p.


Entonces,

h(N ◦ X)v , Xu i = (hN ◦ X, Xu i)v − hN ◦ X, Xuv i = −hN ◦ X, Xuv i

= −hN ◦ X, Xvu i = (hN ◦ X, Xv i)u − hN ◦ X, Xvu i = h(N ◦ X)u , Xv i.


Usando la regla de la cadena, deducimos que hdNX (Xv ), Xu i = hdNX (Xu ), Xv i. Por bili-
nealidad, ahora es trivial probar que hdNp (v1 ), v2 i = hdNp (v2 ), v1 i, ∀v1 , v2 ∈ Tp S. 2
Dos invariantes asociados a un endomorfismo de espacios vectoriales son la traza y
el determinante. Además, en el caso de endomorfismos diagonalizables (en particular, los
autoadjuntos) en dimensión 2, caracterizan al endomorfismo. Estos dos invariantes tiene un

55
56 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

nombre especial en el caso de que el endomorfismo sea dNp y como es natural, gobiernan la
forma local de una superficie. Dedicaremos el resto de la asignatura a estudiar en qué forma
lo hacen.

Definición 4.1.1 En la situación anterior, se define el endomorfismo de Weingarten de


S en p asociado a la aplicación de Gauss N como Ap = −dNp .

4.2. Segunda forma fundamental. Curvaturas principales.


En un espacio vectorial métrico euclı́deo (V, h·, ·i), hay una biyección Φ : A → B entre el
conjunto A de endomorfismos autoadjuntos y el conjunto B de formas bilineales simétricas:
Dado f ∈ A, se define Φ(f ) = gf ∈ B mediante

gf (x, y) = hf (x), yi, ∀x, y ∈ V,

y dada g ∈ B, se define fg = Φ−1 (g) ∈ A como el único endomorfismo de V que a cada


x ∈ V le asigna el vector fg (x) de V dado por

g(x, y) = hfg (x), yi, ∀y ∈ V.

Volvamos a nuestra superficie S orientada por una aplicación de Gauss N : S → S2 .


Aplicando lo anterior a (Tp S, Ip ), el endomorfismo de Weingarten Ap = −dNp tiene una
forma bilineal simétrica asociada, que se llama la segunda forma fundamental de S en p:

σp (v, w) = [Φ(Ap )](v, w) = −hdNp (v), wi, ∀v, w ∈ Tp S.

Como Ap es un endomorfismo autoadjunto ha de ser ortogonalmente diagonalizable. A los


valores propios k1 (p), k2 (p) de Ap se les llama curvaturas principales de S en p respecto
a la aplicación de Gauss N . Cuando k1 (p) 6= k2 (p), entonces Ap tiene dos subespacios
propios, cada uno con dimensión 1. En este caso, a las direcciones propias de Ap se les
llama direcciones principales de S en p. Si {e1 , e2 } es una base de direcciones principales,
entonces
Ap ei = −dNp (ei ) = ki (p)ei , i = 1, 2.

4.3. Curvatura de Gauss y curvatura media.


Definición 4.3.1 En la situación anterior, se definen la curvatura de Gauss y la curvatura
media de S en p como
1
K(p) = det(dNp ), H(p) = − Traza(dNp ).
2
4.3. CURVATURA DE GAUSS Y CURVATURA MEDIA. 57

Claramente, la curvatura de Gauss no depende de la elección de la aplicación de Gauss


N , por lo que tiene sentido definirla para superficies no orientables. Por el contrario, la
curvatura media H depende de la elección de la aplicación de Gauss, pero H 2 puede
definirse sobre superficies no orientables. Ası́,

1
K = k1 k2 , H = (k1 + k2 ),
2
y la ecuación caracterı́stica queda

(4.1) ki2 − 2Hki + K = 0,

para i = 1, 2. Como la anterior ecuación de segundo grado tiene solución, su discriminante


ha de ser mayor o igual a cero:
K ≤ H 2,

con igualdad en p ∈ S si y solo si k1 (p) = k2 (p). En este caso, p se dice un punto umbilical
(en este caso dNp es un múltiplo de la identidad y la segunda forma fundamental σp en p
es un múltiplo de la primera Ip ).
Un punto p ∈ S se dice elı́ptico (resp. hiperbólico, llano) si K(p) > 0 (resp. K(p) < 0,
K(p) = 0). Dentro de los puntos llanos, se distinguen entre parabólicos (cuando σp 6= 0) y
planos (cuando σp = 0).
Veamos algunos ejemplos.

1. En un plano afı́n Π ⊂ R3 la aplicación de Gauss es constante, luego dNp = 0


∀p ∈ Π. Esto nos dice que k1 = k2 = K = H = 0 en Π. Como todos los puntos son
umbilicales, decimos que un plano afı́n es totalmente umbilical. Por tanto, todos los
puntos de Π son de tipo plano.

2. En una esfera S2 (p0 , r) de centro p0 ∈ R3 y radio r > 0 tenemos dos normales unita-
rios: N : S2 (p0 , r) → S2 , Np = − p−p
r
0
y su opuesto. Con esta elección de aplicación
de Gauss, el endomorfismo de Weingarten es Ap v = −dNp (v) = 1r v, ∀v ∈ Tp S2 (p0 , r)
luego k1 = k2 = 1r = H y K = r12 . Por tanto, S2 (p0 , r) también es una superficie
totalmente umbilical y todos sus puntos son elı́pticos.

3. En un cilindro C = {p = (x, y, z) ∈ R3 | x2 + y 2 = r2 }, los normales unita-


rios son N : C → S2 , Np = − 1r (x, y, 0) y su opuesto. Tomando esta aplicación de
Gauss, el endomorfismo de Weingarten es Ap v = −dNp (v) = 1r (v1 , v2 , 0) para cual-
quier (v1 , v2 , 0) ∈ Tp C. Notemos que {(0, 0, 1), (−y, x, 0)} es base de Tp C y que
Ap (0, 0, 1) = 0, Ap (−y, x, 0) = 1r (−y, x, 0), con lo que k1 = 0, k2 = 1r , H = 2r
1
y
K = 0. Todos los puntos de C son de tipo parabólico.
58 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

Las superficies con K = 0 se llaman llanas, y las que tienen H = 0 se dicen mı́nimas. Por
ejemplo, el plano y el cilindro son superficies llanas, mientas que el plano y la catenoide
(Ejercicio 1) son mı́nimas. En una superficie mı́nima no puede haber puntos de tipo elı́ptico,
y sus puntos umbilicales coinciden con los puntos de tipo plano mientras que el resto son
puntos hiperbólicos.
Las únicas superficies llanas y mı́nimas a la vez son abiertos de planos afines (si H =
K = 0 entonces k1 = k2 = 0 luego dNp = 0 para todo p, suponiendo la superficie conexa,
esto nos lleva a que N es constante a ∈ S2 , lo que implica fácilmente que la superficie
está contenida en un plano afı́n ortogonal a a). Nótese que también hemos probado que si
una superficie tiene segunda forma fundamental idénticamente nula, entonces es un abierto
de un plano afı́n.

Teorema 4.3.1 (Superficies totalmente umbilicales) Las únicas superficies conexas,


orientables y totalmente umbilicales son abiertos de planos afines y de esferas.

Demostración. Sea σ la segunda forma fundamental de una superficie conexa, orientable


y totalmente umbilical S ⊂ R3 con respecto a una elección de su aplicación de Gauss
N : S → S2 . Como S es totalmente umbilical, σ = λh, i para cierta función λ : S → R.
Veamos que λ es diferenciable: Tomemos un punto p ∈ S y una parametrización
X : U ⊂ R2 → R3 de S alrededor de p. Ası́,

(λ ◦ X)kXu k2 = σX (Xu , Xu ) = −hdNX (Xu ), Xu i = −h(N ◦ X)u , Xu i.

Como kXu k2 no tiene ceros en U y kXu k2 , −h(N ◦X)u , Xu i son funciones diferenciables en
U , deducimos que λ es diferenciable en X(U ). Por ser p arbitrario en S, λ será diferenciable
en S.
Veamos ahora que λ es constante en S: Como σ = λ · h, i en S, entonces dNp = −λ1Tp S
para todo p ∈ S. Volviendo a usar la parametrización anterior,

(N ◦ X)u = dNX (Xu ) = −(λ ◦ X)Xu , (N ◦ X)v = dNX (Xv ) = −(λ ◦ X)Xv

en U . Derivando la primera ecuación respecto a v y restando la derivada de la segunda


respecto a u nos queda
0 = −(λ ◦ X)v Xu + (λ ◦ X)u Xv .
Como {Xu , Xv } son linealmente independientes, deducimos que (λ ◦ X)u = (λ ◦ X)v = 0
en U . Tomando U conexo, λ será constante en U . Ahora un argumento sencillo de conexión
de S nos lleva a que λ es constante en S.
Una vez que sabemos que λ es constante en S separamos dos casos: Si λ = 0, entonces
σ = 0 en S y habı́amos visto antes de este teorema que S es un abierto de un plano. Y
4.3. CURVATURA DE GAUSS Y CURVATURA MEDIA. 59

si λ ∈ R − {0}, definimos F : S → R3 por F (p) = p + λ1 Np , diferenciable. Dado p ∈ S y


v ∈ Tp S,
1
dFp (v) = v + dNp (v) = v − v = 0.
λ
Como p ∈ S, v ∈ Tp S son arbitrarios y S es conexa, F es será una constante p0 ∈ R3 . Esto
nos dice que S está contenida en una esfera centrada en p0 de radio 1/|λ|. 2
A continuación estudiaremos el comportamiento local de una superficie alrededor de
un punto elı́ptico o hiperbólico. Para ello nos basaremos en la noción de hessiano de una
función diferenciable definida sobre una superficie, en un punto crı́tico. Este concepto es
una extensión a superficies del correspondiente para funciones diferenciables en el plano,
y nos permitirá estudiar los extremos locales de dicha función.

Definición 4.3.2 Sea f : S → R una función diferenciable definida sobre una superficie
S ⊂ R3 . Si p0 ∈ S es un punto crı́tico de f , se define el hessiano de f en p0 como la
aplicación (∇2 f )p0 : Tp0 S → R dada por

d2

2
(∇ f )p0 (v) = 2 (f ◦ α)(t),
dt t=0

donde α : (−ε, ε) → S es cualquier curva diferenciable con α(0) = p y α0 (0) = v.

Para que la definición anterior tenga sentido debemos probar que no depende de la curva
α elegida para representar al vector v. Supongamos que X : U ⊂ R2 → R3 es una para-
metrización de S alrededor de X(0, 0) = p. Como {Xu (0, 0), Xv (0, 0)} es base, tendremos
v = aXu + bXv para a = u0 (0), b = v 0 (0) ∈ R (omitimos el punto (0, 0) en lo que sigue).
Además, la curva α anterior se escribirá α(t) = X(u(t), v(t)) donde t 7→ (u(t), v(t)) es una
curva diferenciable valuada en U . Entonces,
d2 d2

d 0 0

(f ◦ α)(t) = (f ◦ X)(u(t), v(t)) = (f ◦ X) u · u (t) + (f ◦ X)v · v (t)
dt2 t=0 dt2 t=0 dt t=0

= (f ◦ X)uu · u0 (0) + (f ◦ X)uv · v 0 (0) u0 (0) + (f ◦ X)u · u00 (0)


 

+ (f ◦ X)vu · u0 (0) + (f ◦ X)vv · v 0 (0) v 0 (0) + (f ◦ X)v · v 00 (0).


 

En cada una de las dos últimas lı́neas, el último sumando vale cero porque p es punto
crı́tico de f , luego queda
d2

(f ◦ α)(t) = (f ◦ X)uu · u0 (0)2 + 2(f ◦ X)uv · u0 (0) · v 0 (0) + (f ◦ X)vv · v 0 (0)2
dt2 t=0
  
(f ◦ X)uu (f ◦ X)uv a  
= (a, b) = Hess(0,0) (f ◦ X) (a, b),
(f ◦ X)uv (f ◦ X)vv b
60 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

donde Hess(0,0) (f ◦ X) es el hessiano


del Análisis de la aplicación diferenciable f ◦ X en
d 2  
el punto (0, 0). En particular, dt (f ◦ α)(t) no depende de α y Hess(0,0) (f ◦ X) (a, b)

2
t=0
no depende de X.
El desarrollo anterior también prueba que (∇2 f )p0 es una forma cuadrática sobre Tp0 S,
y podemos trasladar directamente propiedades sobre extremos locales de funciones.
Lema 4.3.1 Sea f : S → R una función diferenciable definida sobre una superficie S ⊂
R3 , y p0 ∈ S un punto crı́tico de f .
1. Si p0 es un máximo (resp. mı́nimo) local de f , entonces la forma cuadrática (∇2 f )p0
es semidefinida negativa (resp. positiva).

2. Si (∇2 f )p0 es definida negativa (resp. positiva), entonces p0 es un máximo (resp.


mı́nimo) local de f .
Ahora estudiaremos el hessiano de dos funciones definidas sobre cualquier superficie, que
contienen importante información geométrica de la misma. En primer lugar, consideramos
un punto p0 de una superficie S ⊂ R3 y el plano tangente afı́n en p0 , cuya ecuación es
hp − p0 , N (p0 )i = 0, donde N una aplicación de Gauss de S. Consideramos la función
altura h : S → R respecto a dicho plano afı́n,

h(p) = hp − p0 , N (p0 )i, p ∈ S.

Entonces, se cumple h(p0 ) = 0, p0 es un punto crı́tico de h (porque dhp0 (v) = hv, N (p0 )i =
0, ∀v ∈ Tp0 S) y dado v ∈ Tp0 S,

d2

d
(∇ h)p0 (v) = 2 hα(t) − p0 , N (p0 )i = hα0 (t), N (p0 )i
2
dt t=0 dt t=0

(4.2) = hα00 (0), N (p0 )i = −hα0 (0), dNp (α0 (0))i = σp0 (v, v),

donde α : (−ε, ε) → S es una curva diferenciable tal que α(0) = p0 , α0 (0) = v.


A continuación consideramos la función cuadrado de la distancia a un punto q0 ∈ R3 ,
f : S → R dada por
f (p) = kp − q0 k2 , p ∈ S.
Si un punto p0 ∈ S es crı́tico para f , entonces 0 = dfp0 (v) = 2hv, p0 −q0 i para todo v ∈ Tp S
luego p0 − q0 es perpendicular a Tp0 S, es decir p0 − q0 = λNp0 para cierto λ ∈ R y en este
caso,
d2

d
(∇ f )p0 (v) = 2 kα(t) − q0 k = 2 hα0 (t), α(t) − q0 i
2 2
dt t=0 dt t=0
= 2 hα00 (0), α(0) − q0 i + kα0 (0)k2 = 2 hα00 (0), λNp0 i + kvk2
 
4.3. CURVATURA DE GAUSS Y CURVATURA MEDIA. 61

Figura 4.1: Izquierda: punto elı́ptico. Derecha: punto hiperbólico.

= 2 −λhα0 (0), dNp (α0 (0))i + kvk2 = 2 kvk2 + λ · σp0 (v, v)


 
(4.3)
Ahora podemos particularizar el Lema 4.3.1 a las dos funciones anteriores. La infor-
mación geométrica obtenida es la siguiente:
Proposición 4.3.1 Sea p0 un punto de una superficie S ⊂ R3 .
1. Si p0 es elı́ptico, entonces existe una esfera S2 (q0 , R) tangente a S en p0 tal que
B(q0 , R) ∩ S es un entorno de p0 en S. En particular, existe un entorno de p0 en
S que está contenido en uno de los dos semiespacios cerrados en los que el plano
p0 + Tp0 S divide a R3 , y el único punto de contacto entre ese entorno y p0 + Tp0 S
es p0 .
2. Si p0 es hiperbólico, entonces en cualquier entorno de p0 en S hay puntos en ambos
semiespacios, ver Figura 4.1.

Demostración. 1. Tomemos una aplicación de Gauss N para S en un entorno de p0 . Como


p0 es elı́ptico, podemos elegir N de forma que las curvaturas principales k1 , k2 en p0 son
ambas positivas. Sea {e1 , e2 } una base ortonormal de direcciones principales en p0 (en rigor,
para hablar de direcciones principales necesitamos que p0 no sea un punto umbilical; si
p0 es umbilical, entonces k1 = k2 también pueden tomarse positivas y elegimos cualquier
base ortonormal de Tp0 S). Sea µ ∈ R − {0} a determinar y q0 := p0 + µNp0 . Entonces, la
función distancia al cuadrado a q0 , f (p) = kp − q0 k2 , tiene un punto crı́tico en p0 y (4.3)
nos dice que la forma bilineal simétrica asociada a (∇2 f )p0 es
(∇2 f )p0 (v, w) = 2 (hv, wi − µ · σp0 (v, w)) , v, w ∈ Tp0 S,
cuya matriz respecto a la base ortonormal {e1 , e2 } es
 
1 − µk1 0
(4.4) 2 .
0 1 − µk2
62 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

Ası́, tomando µ > 0 suficientemente grande como para que 1−µki < 0, i = 1, 2, tendremos
que (∇2 f )p0 es definido negativo luego f tiene un máximo local estricto en p0 . A partir
de aquı́, la primera frase del apartado 1 se obtiene tomando R = µ. La segunda frase del
apartado 1 se deduce inmediatamente de la primera.
2. Razonando por reducción al absurdo, supongamos que en cierto entorno de p0 , la
superficie S se queda a un lado del plano tangente afı́n en p0 . Tomemos un sistema de
referencia en R3 con origen p0 , de forma que el plano tangente afı́n a S en p0 = ~0 es {z = 0}
y nuestra superficie S se queda localmente entorno al origen en el semiespacio {z ≥ 0}. Sea
a = (0, 0, 1) y h : S → R la función altura respecto a a, h(p) = hp, ai. Ası́, p0 es un mı́nimo
local (no necesariamente estricto) para h luego el hessiano (∇2 h)p0 es semidefinido positivo
sobre Tp0 S = {z = 0}}. Elegimos una aplicación de Gauss N para S en un entorno de
p0 , de forma que Np0 = a. Ası́, (4.2) nos dice que σp0 (v, v) = (∇2 h)p0 (v) ≥ 0 ∀v ∈ Tp0 S,
de donde la curvatura the Gauss en p0 es no negativa, contradicción con que el punto sea
hiperbólico. 2
En el apartado 1 de la última demostración vimos que si un punto p0 ∈ S es elı́ptico,
entonces existe un punto q0 ∈ R3 − {p0 } tal que la función distancia al cuadrado a q0 tiene
un máximo local en p0 . Veamos que el recı́proco es también cierto:
Supongamos que p0 ∈ S es un máximo local de f : S → R, f (p) = kp − q0 k2 , para
algún q0 ∈ R3 − {p0 }. Por ser p0 punto crı́tico de f , tenemos que p0 − q0 lleva la dirección
normal a S en p0 o equivalentemente, podemos elegir una aplicación de Gauss N para S
alrededor de p0 de forma que p0 − q0 = λNp0 para cierto λ ∈ R − {0}. Como p0 es máximo
local de f , el hessiano (∇2 f )p0 es semidefinido negativo. Razonando como en el apartado
1 de la última demostración, la matriz de la forma bilineal simétrica asociada a (∇2 f )p0
respecto a una base ortonormal de direcciones principales1 viene dada por
 
1 + λk1 0
2 .
0 1 + λk2

Por tanto, 1 + λki ≤ 0, i = 1, 2, luego 1 ≤ (−λk1 )(−λk2 ) = λ2 K(p0 ) donde K es la


curvatura de Gauss de S. Esto nos dice que p0 es un punto elı́ptico.
Dos consecuencias inmediatas de esta caracterización de los puntos elı́pticos como los
máximos locales de funciones distancia al cuadrado son:

Corolario 4.3.1 Toda superficie compacta de R3 tiene un punto elı́ptico.

Demostración. Sea q0 ∈ R3 − S y f : S → R la función distancia al cuadrado a p0 . Como S


es compacta, f debe tener un máximo p0 ∈ S. Por el desarrollo anterior al este corolario,
p0 es un punto elı́ptico. 2

1
De nuevo tenemos que observar que si el punto p0 es umbilical para S, este paso puede darse.
4.4. LÍNEAS DE CURVATURA Y DIRECCIONES ASINTÓTICAS. 63

Corolario 4.3.2 No hay superficies mı́nimas compactas en R3 .

Demostración. Si S ⊂ R3 es compacta, entonces existe un punto elı́ptico p ∈ S. Como S


es mı́nima, las curvaturas principales en p son opuestas luego K(p) ≤ 0, contradicción. 2

4.4. Lı́neas de curvatura y direcciones asintóticas.


Sea S ⊂ R3 una superficie.
Definición 4.4.1 Una curva C ⊂ S se dice una lı́nea de curvatura si C puede parame-
trizarse por una curva regular α : I ⊂ R → S de forma que α0 (t) define una dirección
principal en α(t), para todo t ∈ I.

Lema 4.4.1 (Teorema de Olinde Rodrigues) Sea S ⊂ R3 una superficie. Una curva
regular α : I ⊂ R → S es una lı́nea de curvatura si y sólo si

(N ◦ α)0 (t) = λ(t)α0 (t), ∀∈I

donde λ : I → R es una función diferenciable. En este caso, −λ(t) es una curvatura


principal en el punto α(t).

Demostración. Ejercicio. 2

Definición 4.4.2 Una dirección asintótica de S en un punto p ∈ S es una dirección en


Tp S para la que la curvatura normal es cero. Una lı́nea asintótica es una curva regular
α : I ⊂ R → S tal que α0 (t) define una dirección asintótica en α(t) para cada t ∈ I.

Lema 4.4.2 Sea S ⊂ R3 una superficie. Entonces:


1. Si p ∈ S es un punto elı́ptico, entonces no hay direcciones asintóticas en p.
2. Si p es un punto parabólico, entonces existe una única dirección asintótica en p, y
coincide con una de las direcciones principales en p.
3. Si p es un punto de tipo plano, entonces todas las direcciones de Tp S son asintóticas.
4. Si p es un punto hiperbólico, entonces existen exactamente dos direcciones asintóticas
en p, cuyas bisectrices en Tp S son las direcciones principales.
5. Si S es una superficie mı́nima, entonces las direcciones asintóticas en cualquier punto
no llano son ortogonales.

Demostración. Ejercicio. 2
64 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

4.5. Aplicación de Gauss y curvaturas en coordenadas loca-


les.
En esta sección obtendremos unas fórmulas útiles para calcular la aplicación de Gauss,
la primera y segunda formas fundamentales y las curvaturas de Gauss y media de cualquier
superficie S ⊂ R3 , en términos de una parametrización X : U ⊂ R2 → R3 de la misma.
Sabemos por (3.4) que

Xu × Xv
(4.5) N ◦X =
kXu × Xv k

es una aplicación de Gauss definida en X(U ). Llamemos


   
E F e f
,
F G f g

a las matrices de la primera y segunda formas fundamentales respecto a la base {Xu , Xv },


es decir:

(4.6) E = kXu k2 , F = hXu , Xv i, G = kXv k2 .

(4.7)
e = σ(Xu , Xu ) = −h(N ◦X)u , Xu i = hN ◦X, Xuu i, f = hN ◦X, Xuv i, g = hN ◦X, Xvv i.

Proposición 4.5.1 En la situación anterior, la curvatura de Gauss K y media H de S


vienen dadas por

eg − f 2 Eg − 2F f + Ge
(4.8) K ◦X = , H ◦X = .
EG − F 2 2(EG − F 2 )

Demostración. Sean v, w ∈ Tp S, donde p ∈ X(U ). Sean vB , wB ∈ R2 las coordenadas de


v, w respecto a la base B = {Xu , Xv }. La igualdad σp (v, w) = −hv, dNp (w)i se escribe
matricialmente
t t
vB · MB (σp ) · wB = −vB · MB (Ip ) · M (dNp , B) · wB ,
   
E F e f
donde MB (Ip ) = , MB (σ) = son las matrices de la primera y segunda
F G f g
forma fundamental respecto a B, y M (dNp , B) es la matriz de la diferencial de N en p
respecto a B. Como lo anterior es cierto para cualesquiera vB , wB ∈ R2 , obtenemos

(4.9) MB (σp ) = −MB (Ip ) · M (dNp , B).


4.5. APLICACIÓN DE GAUSS Y CURVATURAS EN COORDENADAS LOCALES.65

Por tanto,
"  −1  #
E F e f eg − f 2
K = det(dNp ) = det − · = ,
F G f g EG − F 2
" −1  #
1 1 E F e f
H = − traza(dNp ) = traza ·
2 2 F G f g
 
1 Ge − F f Gf − F g Eg − 2F f + Ge
= = .
2(EG − F 2 ) Ef − F e Eg − F f 2(EG − F 2 )
2
Como las funciones E, F, G, e, f, g son diferenciables, de la Proposición 4.5.1 obtenemos
que K y H son también funciones diferenciables. Como las curvaturas principales vienen
dadas por p
ki = H ± H 2 − K
(esto se deduce de resolver la ecuación de segundo grado (4.1), deducimos que k1 y k2 son
funciones continuas en S, y diferenciables en S − {puntos umbilicales}.

4.5.1. Curvaturas normales y fórmula de Euler.


Sea p un punto de una superficie S ⊂ R3 y v ∈ Tp S un vector unitario. Tomemos una
aplicación de Gauss N para S (hacemos esto localmente alrededor de p, lo cual permite
tener siempre una aplicación de Gauss aunque no sea global). Consideremos el plano afı́n
Πv que pasa por p cuya variedad de dirección está generada por v y Np , ver Figura 4.2):

Πv = {q ∈ R3 | hq − p, v × Np i = 0}.

Ası́, {Πv | v ∈ Tp S, kvk = 1} es el haz de planos afines con base la recta normal a S en p.

Lema 4.5.1 En la situación anterior, existe un abierto V de S conteniendo a p y una


curva diferenciable αv : (−ε, ε) → S con αv (0) = p y αv0 (0) = v, tal que V ∩Πv = traza(αv ).

Demostración. Por el Corolario 3.1.1, S localmente alrededor de p como imagen inversa


de un valor regular (que podemos suponer que es cero) por una función diferenciable
F : O → R, donde O es un abierto de R3 que contiene a p. Definimos f : Πv ∩ O → R como
f = F |Πv ∩O , que es diferenciable sobre el trozo de plano πv ∩ O. Además p ∈ Πv ∩ O y
f (p) = F (p) = 0 y dfp = (dFp )|Tp Πv . Si p fuera un punto crı́tico de f , entonces tendrı́amos
Tp Πv ⊂ ker(dFp ) = Tp S, lo cual es imposible porque S y Πv se cortan transversalmente.
Terminaremos la demostración probando que existe una curva diferenciable α : (−ε, ε) →
R3 con valores en F −1 ({0}), con α(0) = p y tal que α parametriza F −1 ({0}) ∩ Πv =
66 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

Figura 4.2: Πv es el plano de vertical en la figura.

f −1 ({0}) localmente alrededor de p. Para ello, tras aplicar un movimiento rı́gido en R3


podemos suponer que p = 0 ∈ R3 y que Πv = {(x, y, z) | z = 0}, al que identificaremos con
R2 . Nuestra función diferenciable f es ahora del tipo f : O1 → R, donde O1 = O ∩ {z = 0}
es un abierto de R2 , y cumple f (0, 0) = 0, df(0,0) 6= 0. Además, el conjunto de ceros de
f corresponde con los puntos del plano Πv ≡ R2 que están sobre la superficie S. Como
df(0,0) 6= 0, podemos suponer fy (0, 0) 6= 0 luego por el teorema de la función implı́cita del
Análisis existe un abierto O2 de R2 con (0, 0) ∈ O2 ⊂ O1 tal que el conjunto de ceros de
f en O2 se parametriza de la forma

f −1 ({0}) ∩ O2 = {(x, g(x)) | x ∈ (−ε, ε)},

donde g : (−ε, ε) → R es una función diferenciable. Reparametrizando la curva α(x) =


(x, g(x)) por el arco tendremos la curva que estábamos buscando. 2
Volviendo a la situación que tenı́amos antes del Lema 4.5.1, podemos parametrizar por
el arco la curva αv : (−ε, ε) → S dada por el Lema 4.3.1 (eso no destruye la condición
αv0 (0) = v porque kvk = 1). Sea κv ∈ R la curvatura de αv como curva plana, donde para
definirla debemos elegir una orientación en el plano Πv ; tomamos aquella que hace que la
base {v, Np } sea positiva. Entonces, κv = hαv00 (0), Np i. Derivando la igualdad hαv0 , N ◦αv i =
0 en t = 0 se tiene

0 = hαv00 (0), Np i + hαv0 (0), dNp (αv0 (0)i = κv + hv, dNp (v)i = κv − σp (v, v),

de donde σp (v, v) = κv nos da una interpretación geométrica de la segunda forma funda-


mental (a esta igualdad se la conoce con el nombre de Teorema de Meusnier). A σp (v, v)
se le llama curvatura normal de S en la dirección de v.
A continuación vamos a obtener la fórmula de Euler, que relaciona las curvaturas
principales con las curvaturas normales. Tomamos una base ortonormal {e1 , e2 } de Tp S
4.6. MATERIAL ADICIONAL. 67

con dNp (ei ) = −ki (p)ei , entonces


 
X2 2
X 2
X
κv = σp (v, v) = σp  hv, ei iei , hv, ej iej =
 hv, ei i2 σp (ei , ei )
i=1 j=1 i=1
= hv, e1 i2 k1 (p) + hv, e2 i2 k2 (p),

que es la fórmula de Euler2 . De esta fórmula se deduce que si k1 (p) ≤ k2 (p), entonces

k1 (p) ≤ κv ≤ k2 (p), ∀v ∈ Tp S, kvk = 1,

es decir, las curvaturas principales son el máximo y el mı́nimo de las curvaturas de las
secciones normales a S en p. En el caso de que p sea un punto umbilical, deducimos
que todas las curvaturas normales coinciden. Esto nos dice que en un punto umbilical, la
superficie se curva de idéntica forma en cada dirección tangente.

4.6. Material adicional.


Los tres teoremas que siguen son de tipo global, y dependen de la continuidad de las
curvaturas principales de una superficie. De ellos, los teoremas de Jellet y Liebmann se
verán en la asignatura optativa de cuarto curso “Geometrı́a Global de Curvas y Superfi-
cies”.

Teorema 4.6.1 (Hilbert) Sea S una superficie orientada y k1 ≤ k2 : S → R las corres-


pondientes curvaturas principales. Supongamos que en un punto p0 ∈ S se cumplen las
siguientes propiedades:

1. k1 tiene un mı́nimo local en p0 .

2. k2 tiene un máximo local en p0 .

3. p0 es un punto elı́ptico.

Entonces, p0 es un punto umbilical.

Demostración. Por reducción al absurdo, supongamos que p0 no es umbilical, y por tanto


k1 (p0 ) < k2 (p0 ). Ası́, tienen sentido las direcciones principales en p0 . Tras un movimiento
rı́gido, podemos suponer que p0 = ~0 es el origen de R3 , el plano tangente en p0 es {z = 0},
2
Ésta es una reformulación en lenguaje moderno del Teorema de Euler, generalizado más tarde por
Meusnier: las curvaturas de las infinitas secciones normales de una superficie en un punto dado no son
un conjunto arbitrario de números, sino que toman los valores de un polinomio de segundo grado en dos
variables.
68 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

las direcciones principales son e1 = (1, 0, 0), e2 = (0, 1, 0) y el normal en p0 es (0, 0, 1). Por
el Corolario 3.1.1, existe una parametrización X : U ⊂ R2 → R3 de S alrededor de p0 de
la forma X(u, v) = (u, v, h(u, v)), donde h : U → R es cierta función diferenciable y U es
un abierto de R2 que contiene a (0, 0). Por tanto,

h(0, 0) = hu (0, 0) = hv (0, 0) = 0.

Calculamos los coeficientes de la segunda forma fundamental de S:


huu huv hvv
(4.10) e= p , f=p , g=p .
1 + h2u + h2v 1+ h2u + h2v 1 + h2u + h2v
Como Xu (0, 0), Xv (0, 0) son direcciones principales de S, (4.10) implica

(4.11) huu (0, 0) = e(0, 0) = σp0 (e1 , e1 ) = k1 (p0 ), huv (0, 0) = 0, hvv (0, 0) = k2 (p0 ).

Consideremos las curvas α(u) = X(u, 0), β(v) = X(0, v), y las curvas espaciales (valuadas
en la esfera unidad)
1 1
E1 (v) = Xu (0, v), E2 (u) = Xv (u, 0).
kXu (0, v)k kXv (u, 0)k
Ası́, E1 (v) ∈ Tβ(v) S y E2 (u) ∈ Tα(u) S. Ahora definimos las funciones

h
h1 (v) = σβ(v) (E1 (v), E1 (v)) = p uu (0, v),
(1 + h2u )
1 + h2u + h2v
h
h2 (u) = σα(u) (E2 (u), E2 (u)) = p vv (u, 0).
(1 + hv ) 1 + h2u + h2v
2

Usando la hipótesis 2 tenemos

h2 (0) = σp0 (e2 , e2 ) = k2 (p0 ) ≥ k2 (α(u)) ≥ σα(u) (E2 (u), E2 (u)) = h2 (u).

De forma análoga, usando la hipótesis 1 deducimos

h1 (0) = σp0 (e1 , e1 ) = k1 (p0 ) ≤ k1 (β(v)) ≤ σβ(v) (E1 (v), E1 (v)) = h1 (v).

Por tanto, h1 tiene un mı́nimo local en v = 0 y h2 un máximo local en u = 0. De aquı́ se


deduce que

(4.12) h002 (0) ≤ 0 ≤ h001 (0).

Ahora derivamos en u en la definición de h2 , para obtener


h 2hv huv hvv hvv (hu huu + hv huv )
h02 (u) = puvv − p − .
(1 + h2v ) 2 2
1 + hu + hv 2 2 2 2
(1 + hv ) 1 + hu + hv (1 + h2v )(1 + h2u + h2v )3/2
4.6. MATERIAL ADICIONAL. 69

Derivando de nuevo, evaluando en u = 0 y usando que hu (0, 0) = hv (0, 0) = 0:


h002 (0) = huuvv (0, 0) − hvv (0, 0) 3huv (0, 0)2 + huu (0, 0)2 .
 

Si ahora simplificamos usando (4.11) tendremos


(4.13) h002 (0) = huuvv (0, 0) − k2 (p0 )k1 (p0 )2 .
Razonando análogamente con h1 se obtiene
(4.14) h001 (0) = huuvv (0, 0) − k1 (p0 )k2 (p0 )2 .
Ahora (4.12), (4.13) y (4.14) implican
0 ≥ h002 (0) − h001 (0) = −k2 (p0 )k1 (p0 )2 + k1 (p0 )k2 (p0 )2 = K(p0 )[k2 (p0 ) − k1 (p0 )],
donde K(p0 ) es la curvatura de Gauss de S en p0 , que es positiva por ser p0 un punto
elı́ptico. Ası́, k2 (p0 ) ≤ k1 (p0 ), contradicción. 2

Teorema 4.6.2 (Jellet-Liebmann) Sea S ⊂ R3 una superficie compacta y conexa con


curvatura media constante y curvatura de Gauss positiva. Entonces, S es una esfera.

Demostración. Sea H ∈ R la curvatura media de S. H no puede ser cero, porque la


superficie es compacta. Además S es orientable por ser compacta en R3 . Consideremos
una aplicación de Gauss para S, y sean k1 ≤ k2 : S → R las curvaturas principales de S
respecto a ésta. Como k1 es continua y S es compacta, existe p0 ∈ S donde k1 alcanza su
mı́nimo. Como k2 = 2H − k1 y H es constante, deducimos que k2 alcanza un máximo en
p0 . Por tanto podemos aplicar el Teorema de Hilbert para concluir que p0 es umbilical.
Tomemos ahora cualquier punto p ∈ S. Entonces,
k2 (p) ≤ k2 (p0 ) = k1 (p0 ) ≤ k1 (p),
luego k1 (p) = k2 (p), es decir p es también umbilical. Esto prueba que S es totalmente
umbilical, luego es una esfera por ser compacta. 2

Teorema 4.6.3 (Hilbert-Liebmann) Sea S ⊂ R3 una superficie compacta y conexa


con curvatura de Gauss constante. Entonces, S es una esfera.

Demostración. Sea K ∈ R la curvatura de Gauss de S. Por ser S compacta admite un


punto elı́ptico (luego K > 0) y S es orientable. Consideremos una aplicación de Gauss
para S, y sean k1 ≤ k2 : S → R las curvaturas principales de S respecto a ésta. Como k1
es continua y S es compacta, existe p0 ∈ S donde k1 alcanza su mı́nimo. Como K = k1 k2
es una constante positiva, deducimos que k2 alcanza un máximo en p0 . Ahora se termina
igual que en la demostración del Teorema de Jellet-Liebmann. 2
70 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

4.7. Ejercicios.
1. Probar que la curvatura de Gauss, la curvatura media y las curvaturas principales de la
catenoide {(x, y, z) ∈ R3 | x2 + y 2 = cosh2 z} son

1 1
K(x, y, z) = − , H = 0, k1 (x, y, z) = −k2 (x, y, z) = .
cosh4 z cosh2 z

2. Probar que la curvatura de Gauss y la curvatura media del paraboloide elı́ptico {(x, y, z) ∈
R3 | x2 + y 2 = 2z} vienen dadas por

1 (1 + z)2
K(x, y, z) = , H 2 (x, y, z) = .
(1 + 2z)2 (1 + 2z)3

Concluir que todos sus puntos son de tipo elı́ptico.

3. Sea A ∈ O(3), b ∈ R3 y φ : R3 → R3 el movimiento rı́gido φ(p) = Ap + b. Si S ⊂ R3


es una superficie Se = φ(S), probar que las curvaturas de Gauss y media de S y Se están
relacionadas por K e ◦ φ = K, He ◦ φ = H.

4. Sea S = S(B, b, c) = {p ∈ R3 | hBp, pi + 2hb, pi + c = 0} la cuádrica definida en el


Ejercicio 2 del tema anterior, donde B ∈ M3 (R) es una matriz simétrica no nula, b ∈ R3
y c ∈ R. Demostrar que
Bp + b
Np = , p ∈ S,
kBp + bk
es una aplicación de Gauss en S, y que la segunda forma fundamental asociada es

1
σp (v, v) = − hBv, vi, p ∈ S, v ∈ Tp S.
kBp + bk

Concluir que un elipsoide tiene curvatura de Gauss positiva en todos sus puntos.

5. Sea a > 0. Consideremos la parametrización global (u, v) ∈ R2 7→ X(u, v) = (v cos u,


v sin u, au) del helicoide S = {(x, y, z) | x sin(z/a) = y cos(z/a)}. Probar que S es una
superficie mı́nima, y que la curvatura de Gauss de S viene dada por

a2
K ◦X =− .
(a2 + v 2 )v 2

En particular, el helicoide no tiene puntos umbilicales y su aplicación de Gauss N es un


difeomorfismo local. ¿Es N un difeomorfismo?
4.7. EJERCICIOS. 71

6. Sea S = {(x, y, f (x, y)) | (x, y) ∈ U } el grafo de una función diferenciable f : U ⊂ R,


donde U es un abierto de R2 . Probar que

1
N=q (−fx , −fy , 1)
1 + fx2 + fy2

es una aplicación de Gauss para S, que su curvatura de Gauss es


2
fxx fyy − fxy
K= ,
(1 + fx2 + fy2 )2

y que la curvatura media respecto a N es

(1 + fy2 )fxx − 2fx fy fxy + (1 + fx2 )fyy


H= .
2(1 + fx2 + fy2 )3/2

7. Probar que la curvatura de Gauss del paraboloide hiperbólico S = {(x, y, z) | z = x2 −y 2 }


es
−4
K= .
(1 + 4x2 + 4y 2 )2
Concluir que todos los puntos de S son hiperbólicos.

8. Calcular la curvatura de Gauss de un toro de revolución. Estudiar qué puntos del toro
son elı́pticos, hiperbólicos y llanos.

9. Consideremos una curva regular α : I → {(x, y, z) | x = 0}, α(u) = (0, y(u), z(u)),
donde y(u) > 0 para todo u ∈ I. Sea X : I × (0, 2π) → R3 la parametrización de la
superficie de revolución S obtenida al girar α alrededor del eje OZ. Demostrar que las
curvaturas de Gauss y media de S viene dadas por

z 0 (u)(y 0 (u)z 00 (u) − y 00 (u)z 0 (u)) z 0 (u) κα (u)


K(X(u, v)) = 0 0
= ,
2
y(u)(y (u) + z (u) ) 2 2 y(u) kα0 (u)k
y(u)(y 0 (u)z 00 (u) − y 00 (u)z 0 (u)) + z 0 (u)(y 0 (u)2 + z 0 (u)2 )
H(X(u, v)) =
2y(u)(y 0 (u)2 + z 0 (u)2 )3/2
0
z (u) 1 κα (u)
= 0
+ ,
2y(u) kα (u)k 2

donde κα es la curvatura de α como curva plana. Concluir que las superficies de revolu-
ción llanas, esto es, con K = 0, son abiertos de planos, cilindros o conos. Probar también
que las superficies de revolución mı́nimas son abiertos de planos o de catenoides.
72 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

10. Sea φ : R3 → R3 , φ(p) = λp, la homotecia de razón λ > 0. Demostrar que φ es un


difeomorfismo de R3 en sı́ mismo, que su inversa es la homotecia de razón 1/λ y que
la diferencial dφp conserva los ángulos entre vectores. Probar que si S es una superficie
de R3 , entonces Se = φ(S) es una superficie difeomorfa a S y que sus curvaturas están
relacionadas por
Ke ◦ φ = 1 K, H e ◦ φ = 1 H.
λ2 λ
p
11. Sea ψ : R3 − {0} → R3 − {0}, φ(p) = kpk2 , la inversión centrada en el origen. Demostrar
3
que ψ es un difeomorfismo de R − {0} en sı́ mismo, que su inversa es la propia ψ y que
la diferencial dψp viene dada por

v hp, vi
dψp (v) = −2 p, ∀v ∈ R3 .
kpk2 kpk4

Deducir que conserva dψp conserva los ángulos entre vectores. Probar que si S es una
superficie contenida en R3 − {0}, entonces Se = ψ(S) es una superficie difeomorfa a S.
Supongamos que S es orientable y que N es una una aplicación de Gauss de S. Probar
que
Neψ(p) = Np − 2 hNp , pi p, p ∈ S,
kpk2
es una aplicación de Gauss de S,
e y que las curvaturas de Gauss y media de S, Se (respecto
a N, Ne ) están relacionadas por

K(ψ(p))
e = kpk4 K(p) + 4kpk2 hNp , piH(p) + 4hNp , pi2 ,

H(ψ(p))
e = kpk2 H(p) + 2hNp , pi.
Deducir que las inversiones conservan puntos umbilicales.

12. Sea S una superficie conexa y orientable y N : S → S2 una aplicación de Gauss. Dado
p0 ∈ R3 , se define la función soporte de S con base p0 como

f : S → R, f (p) = hNp , p − p0 i.

(A) Probar que en una esfera, la función soporte con base en su centro es constante.
(B) Supongamos que existe p0 ∈ R3 tal que la función soporte de S con base p0 es
constante, y que la superficie S no es llana. Probar que S es un abierto de una
esfera centrada en p0 .

13. Sea S ⊂ R3 una superficie compacta y conexa que admite una función soporte constante.
Probar que S es una esfera.
4.7. EJERCICIOS. 73

14. Sea S una superficie compacta y orientada. Probar que la aplicación de Gauss de S es
un difeomorfismo local si y sólo si la curvatura de Gauss de S es positiva.

15. Sea Π un plano vectorial de R3 y α : I → Π una curva regular que es un homeomorfismo


sobre su imagen. Dado un vector unitario a ∈ R3 que sea normal a Π, definimos X : I ×
R → R3 por
X(t, s) = α(t) + sa, t ∈ I, s ∈ R.
A la superficie S = X(I × R) se le llama cilindro recto con directriz α(I). Probar que
S es una superficie llana y calcular la curvatura media de S.

16. Sea S ⊂ R3 una superficie compacta, contenida en una bola de radio r > 0. Probar que
existe un punto p ∈ S tal que K(p) ≥ r12 y |H(p)| ≥ 1r .

17. Supongamos que una superficie S y un plano afı́n Π son tangentes a lo largo de una
curva regular. Probar que todos los puntos de la traza de esta curva son llanos.

18. Probar que si una superficie contiene una lı́nea recta, entonces la curvatura de Gauss de
la superficie es no positiva a lo largo de la recta.

19. Sea p un punto en una superficie S ⊂ R3 . Probar que la suma de las curvaturas normales
en cualquier par de direcciones tangentes en p ortogonales es constante.

20. Prueba el Teorema de Olinde Rodrigues (Lemma 4.4.1).

21. Demuestra el Lema 4.4.2.

22. Indicatriz de Dupin. Sea S ⊂ R3 una superficie. Dado p ∈ S, se define la indicatriz


de Dupin en p como
D(p) = {v ∈ Tp S | σp (v, v) = ±1}.
Probar que

a) Si p ∈ S es un punto de tipo plano, entonces D(p) = Ø.


b) Si p es un punto umbilical no llano, entonces D(p) es una circunferencia centrada
en el origen de Tp S.
c) Supongamos que p ∈ S no es un punto umbilical. Sea B = {e1 , e2 } una base
ortonormal de direcciones principales en p, con curvaturas principales asociadas
k1 , k2 ∈ R. Dado v ∈ Tp S, sean (a, b)B ∈ R2 las coordenadas de v respecto a B,
es decir v = ae1 + be2 . Probar que

D(p) = {(a, b)B ∈ R2 | k1 a2 + k2 b2 = ±1},

que es una cónica en el plano (a, b). Esta cónica puede ser de tres tipos:
74 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.
p
• Si p pes un punto elı́ptico, entonces D(p) es una elipse con semiejes 1/ |k1 |,
1/ |k2 | apuntando en las direcciones principales en p.
• Si p es un punto parabólico, entonces D(p) es un par de rectas p paralelas a una
de las direcciones principales en p, a distancia del origen 1/ |k|, donde k es
la curvatura principal no nula en p.
• Si p es un punto hiperbólico, entonces D(p) es una pareja de hipérbolas√que cor-
√ dados por las direcciones principales en los puntos ±(1/ k2 , 0)B ,
tan a los ejes
±(0, −1/ −k1 )B (hemos ordenado las curvaturas principales en p de forma
que k1 < 0 < k2 ), de forma que esta hipérbolas son asintóticas a las direcciones
asintóticas de Tp S (de aquı́ el nombre de direcciones asintóticas, recordemos
que en este caso las direcciones asintóticas forman ángulos cuyas bisectrices
son los ejes e1 = OX, e2 = OY dados por las direcciones principales).

23. Direcciones conjugadas.


Sea S ⊂ R3 una superficies. Dado p ∈ S, dos vectores v, w ∈ Tp W − {0} se definen
direcciones conjugadas si σp (v, w) = 0 (claramente, esto no depende de los vectores
v, w sino sólo de sus direcciones). Probar que

a) En un punto de tipo plano, todo par de direcciones son conjugadas.


b) En un punto umbilical no llano, todo par de direcciones ortogonales son conjugadas.
c) Las direcciones principales en p son direcciones conjugadas.
d) Las direcciones asintóticas son conjugadas de sı́ mismas.

24. Variación paralela. Sea S una superficie orientable y N : S → S2 una aplicación


de Gauss. Dado r > 0, consideramos la aplicación Fr : S → R3 dada por

Fr (p) = p + rNp , p ∈ S.

Supongamos que Fr (S) es una superficie (llamada superficie paralela) y que para cada
r ∈ (0, ε), Fr : S → Sr es un difeomorfismo, para cierto ε > 0. Fijemos r ∈ (0, ε).

(A) Sea p ∈ S y e1 , e2 ∈ Tp S vectores unitarios y ortogonales tales que dNp (ei ) =


−ki (p)ei , i = 1, 2 (es decir, k1 (p), k2 (p) son las curvaturas principales en p).
Demostrar que (dFr )p (ei ) = (1−rki (p))ei , 1−rki (p) > 0 y 1−2rH(p)+r2 K(p) >
0.
(B) Probar que el plano tangente a S en p ∈ S coincide con el plano tangente a Fr (S)
en Fr (p), y que existe una aplicación de Gauss N 0 para Fr (S) tal que N 0 ◦ Fr = N .
(C) Probar que la recta normal afı́n a S en p ∈ S coincide con la recta normal afı́n a
Fr (S) en Fr (p).
4.7. EJERCICIOS. 75

(D) Probar que las curvaturas principales de S en p ∈ S y de Fr (S) en Fr (p) están


relacionados por
ki (p)
ki0 (Fr (p)) = , i = 1, 2,
1 − rki (p)
y que las direcciones principales coinciden.
Demostrar que las curvaturas de Gauss y media de S y Fr (S) se relacionan mediante

K H − rK
K 0 ◦ Fr = , H 0 ◦ Fr = .
1 − 2rH + r2 K 1 − 2rH + r2 K
1
(E) Supongamos que S tiene curvatura media constante H = 2r . Demostrar que K no
tiene ceros en S y que Fr (S) tiene curvatura de Gauss constante K 0 = r12 .

25. Comparación de superficies en un punto.


Sean S1 , S2 dos superficies orientables tangentes en un punto común p. Tomemos apli-
caciones de Gauss Ni en Si , i = 1, 2, tales que (N1 )p = (N2 )p . Ası́, podemos ex-
presar S1 , S2 localmente como grafos de funciones diferenciables f1 , f2 definidas en un
abierto de Tp S1 = Tp S2 que contiene al origen. Además, salvo un giro y una trasla-
ción‘supondremos que p = ~0 ∈ R3 , Tp Si = {z = 0} y (N1 )p = (N2 )p = (0, 0, 1).
Decimos que S1 está por encima de S2 alrededor de p si existe un entorno del origen
en Tp S1 tal que f1 ≥ f2 en dicho entorno.

(A) Probar que si S1 está por encima de S2 alrededor de p, entonces las segundas formas
fundamentales de S1 , S2 respecto a N1 , N2 cumplen (σ1 )p (v, v) ≥ (σ2 )p (v, v) para
todo v ∈ Tp S1 . En particular, las curvaturas medias cumplen H1 (p) ≥ H2 (p).
(B) Demostrar que si (σ1 )p (v, v) > (σ2 )p (v, v) para todo v ∈ Tp S1 − {0}, entonces S1
está por encima de S2 alrededor de p.

26. Sea S un grafo sobre un disco de radio r > 0 en R2 . Probar que si la curvatura media
H de S cumple H ≥ a para un a > 0, entonces ar ≤ 1.
x2 y2 z2
27. Consideremos el elipsoide de ecuación a2
+ b2
+ c2
= 1, donde 0 < a < b < c.

(A) Sean
2
x2 2
F : R3 → R, F (x, y, z) = a2
+ yb2 + zc2 ,
3 x y z
θ: S → R , θ(x, y, z) = , ,
a2 b2 c2
,
h = k∇F k/2 : S → R
θ
(∇F es el gradiente de F ). Probar que N = h es una aplicación de Gauss para S.
(B) Sea p ∈ S. Demostrar que p es umbilical si y sólo si det(dφp (v), θ(p), v) = 0 para
todo v ∈ hθ(p)i⊥ .
76 CAPÍTULO 4. CURVATURAS EN UNA SUPERFICIE.

(C) Consideremos la forma bilineal simétrica Q : R3 o R3 → R dada por Q(v, w) =


v t · A · w, donde

(a2 − b2 )z (c2 − a2 )y
 
0
A =  (a2 − b2 )z 0 (b2 − c2 )x  .
2 2 2
(c − a )y (b − c )x 2 0

Demostrar que p es umbilical si y sólo si Q(v, v) = 0, para todo v ∈ hθ(p)i⊥ .


(D) Probar que si p ∈ S es umbilical, entonces det(A) = 0 y por tanto una de las
coordenadas de p es cero.
(E) Deducir
 q que los puntosq umbilicales
 del elipsoide S se reducen a los siguientes cuatro:
b2 −a2 c2 −b2
±a c2 −a2 , 0, ±c c2 −a2 .

(Material adicional). Los tres ejercicios que siguen se refieren al material adicional
de este capı́tulo.

28. Sea S una superficie orientable, conexa y con curvaturas principales constantes. Probar
que si S tiene un punto elı́ptico, entonces S es un abierto de una esfera.

29. Sea S ⊂ R3 una superficie compacta y conexa, con curvatura de Gauss positiva. Si H/K
es constante, probar que S es una esfera.

30. Sea S ⊂ R3 una superficie compacta y conexa, con curvatura de Gauss positiva. Si una
curvatura principal de S es constante, probar que S es una esfera.
Capı́tulo 5

Curvas geodésicas.

Estudiaremos en este capı́tulo los objetos fundamentales de la geometrı́a intrı́nseca:


las geodésicas, curvas en una superficie que juegan el papel de las rectas de la geometrı́a
Euclı́dea. Estas geodésicas son el punto de partida del estudio de la geometrı́a intrı́nseca en
abstracto, y pueden generalizarse a “superficies abstractas” (es decir, sin tener que estar
embebidas en R3 e incluso a “superficies de dimensión arbitraria”, llamadas variedades,
sólo requiriendo que en cada punto de las mismas tengamos una métrica euclı́dea definida
sobre el espacio tangente, que cambia suavemente de punto a punto. Este es el punto de
partida de la Geometrı́a Riemanniana, que no veremos en esta asignatura.
En Rn , la curva más corta uniendo dos puntos dado es el segmento de recta con esos
extremos. Nos planteamos ahora qué sentido tiene preguntarse cuál es la curva más cor-
ta uniendo dos puntos en una superficie. Cuando una curva en una superficie tenga esta
propiedad de minimización de longitudes de curvas uniendo sus mismos extremos, se la lla-
mará geodésica minimizante. Es claro el interés de determinar las geodésicas minimizantes
sobre la Tierra, por ejemplo para trazar cartas de navegación aéreas.

5.1. Distancia intrı́nseca de una superficie.


En el caso de una superficie conexa S ⊂ R3 , tenemos dos posibles distancias a consi-
derar; en primer lugar, la restricción a S de la distancia usual du sobre R3 , es decir,
du (p, q) = kp − qk, p, q ∈ S.
Sabemos que du (p, q) es la menor longitud de curvas diferenciables a trozos en R3 que unen
p y q (esta longitud mı́nima es alcanzada por el segmento rectilı́neo que une p y q). La
otra noción natural de distancia consiste en considerar el ı́nfimo de longitudes de curvas
que unan p y q y que estén contenidas en la superficie:
(5.1) d(p, q) = ı́nf{L(α)10 | α : [0, 1] → S curva C ∞ a trozos, α(0) = p, α(1) = q},

77
78 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

donde L(α)L L
0 = Longitud(α)0 . Para que el ı́nfimo anterior tenga sentido, necesitamos el
siguiente

Lema 5.1.1 Dados dos puntos p, q en una superficie conexa S ⊂ R3 , existe una curva
C ∞ a trozos que empieza en p y termina en q.

Demostración. Como S es conexa y localmente arcoconexa, S es arcoconexa1 . Por tanto,


existe una curva continua ∃β : [0, 1] → S con β(0) = p y β(1) = q. Sea

A = {t ∈ [0, 1] | ∃αt curva C ∞ a trozos en S que empieza en p y termina en β(t)}.

A es abierto, sin más que considerar una parametrización X : U ⊂ R2 → R3 de S alrededor


de un punto β(t0 ) con t0 ∈ A, de forma que U sea convexo en R2 (por ejemplo, U puede
ser una bola B(0, δ) ⊂ R2 ). A es cerrado, ya que si {tk }k ⊂ A converge a t∞ ∈ [0, 1],
entonces tomamos una parametrización X : U = B(0, δ) ⊂ R2 → R3 de S alrededor del
punto β(t∞ ) ∈ S. Por continuidad de β, tenemos β(tk ) ∈ X(U ) a partir de un natural, y
ahora no hay más que unir β(tk ) con β(t∞ ) dentro de X(U ) (podemos, por convexidad de
U ) y usar que tk ∈ A para deducir que t∞ ∈ A. Como A 6= Ø y [0, 1] es conexo, deducimos
que 1 ∈ A. 2
Por tanto, d : S × S → R está ya bien definida. Dados dos puntos p, q de una superficie,
el segmento que los une no tiene porqué estar contenido en la superficie; aún ası́, es claro
a partir de la definición (5.1) que

(5.2) kp − qk ≤ d(p, q).

Proposición 5.1.1 En la situación anterior, d es distancia. Es decir, dados p, q, x ∈ S


se tienen

1. d(p, q) ≥ 0, y si d(p, q) = 0, entonces p = q.

2. d(p, q) = d(q, p).

3. d(p, q) ≤ d(p, x) + d(x, q) (desigualdad triangular).

Demostración. La desigualdad en 1 es trivial. Y si d(p, q) = 0, entonces (5.2) implica


que kp − qk = 0, de donde p = q. 2 se deduce de que existe una biyección que conserva
las longitudes, del conjunto de curvas diferenciables valuadas en S que empiezan en p y
terminan en q en el conjunto de curvas diferenciables valuadas en S que empiezan en q
1
Esta es una propiedad de espacios topológicos: si X es un espacio topológico conexo y localmente
arcoconexo, y C es una componente arcoconexa de X, entonces C es abierta. Como X se escribe en unión
disjunta de sus componentes arcoconexas y éstas son abiertas, entonces caso de haber más de una se
contradirı́a la conexión de X.
5.2. VARIACIONES DE UNA CURVA. 79

Figura 5.1: Variación de una curva α en una superficie.

y terminan en p. Para 3 basta conectar curvas que empiezan en p y terminan en x con


curvas que comienzan en x y terminan en q, y luego comparar los ı́nfimos de las longitudes
de estas curvas conectadas con todas las que comienzan en p y terminan en q. 2
Una vez que sabemos que d es una distancia, (S, d) se convierte en un espacio métrico.

5.2. Variaciones de una curva.


Para calcular las curvas en una superficie que minimizan la longitud entre sus extremos,
primero deben minimizar la longitud de entre curvas próximas con los mismos extremos.
Esto nos lleva de forma natural al concepto de variación propia de una curva dada.

Definición 5.2.1 Sea α : [a, b] → S una curva diferenciable sobre una superficie S ⊂ R3 .
Una variación de α es una aplicación diferenciable F : [a, b] × (−ε, ε) → S tal que F0 (t) :=
F (t, 0) = α(t) para cada t ∈ [a, b], ver Figura 5.1.
Las curvas longitudinales de la variación son Fs : [a, b] → S, Fs (t) = F (t, s), ∀s ∈
(−ε, ε). Ası́, la curva central de la variación es F0 = α. Las curvas transversales de F son
Ft : (−ε, ε) → S, Ft (s) = F (t, s), ∀t ∈ [a, b]. La variación se dice propia en a si Fs (0) = a
∀s ∈ (−ε, ε), y se dice propia si es propia en a y en b simultáneamente (es decir, fija los
extremos de α).
El campo variacional de F es la aplicación diferenciable V : [a, b] → R3 dada por
∂F
V (t) = (t, 0), t ∈ [a, b].
∂s
Claramente, V (t) ∈ Tα(t) S, ∀t ∈ [a, b]. Esto es, V es un campo tangente a S.

Si la variación es propia, su campo variacional se anulará en los extremos. A continuación


veremos una especie de recı́proco de la construcción anterior: los campos tangentes a lo
80 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

largo de una curva pueden ser integrados, y si se anulan en los extremos de la curva, la
variación que lo integra puede elegirse propia. Antes de este resultado sobre variaciones
de una curva necesitaremos el siguiente resultado auxiliar.

Lema 5.2.1 (Existencia de entornos tubulares) Sea p0 un punto en una superficie


S ⊂ R3 . Entonces, existe un entorno abierto orientable V de p0 en S y un número δ > 0
tal que el conjunto
T (V, δ) = {p + tNp | p ∈ V, |t| < δ},

(donde N : V → S2 es una aplicación de Gauss) cumple

1. T (V, δ) es un abierto de R3 .

2. La aplicación E : V × (−δ, δ) → T (V, δ) definida por E(p, t) = p + tNp es un difeo-


morfismo.

En estas condiciones, a T (V, δ) se le llama entorno tubular de V de radio δ.

Demostración. Como el resultado es local, podemos suponer que S es orientable y que


N : S → S2 es una aplicación de Gauss para S. La aplicación E : S × R → R3 dada por
E(p, t) = p + tNp es diferenciable (en el sentido de que lo es fijando cada una de sus
variables por separado). En estas condiciones, se puede calcular la diferencial de E en
(p, t) ∈ S × R en analogı́a a las derivadas parciales, actuando sobre (v, 0), (0, 1) ∈ Tp S × R,
sin más que derivar la composición de E con curvas que representen a esos vectores:

d d 
dE(p,t) (v, 0) = E(α(s), t) = α(s) + tNα(s) = v + tdNp (v),
ds s=0
ds s=0


d d
dE(p,t) (0, 1) = E(p, t + s) = (p + (t + s)Np ) = Np .
ds s=0 ds s=0
donde α : (−ε, ε) → S es una curva diferenciable tal que α(0) = p, α0 (0) = v. Ası́, dE(p,0)
es un isomorfismo de espacios vectoriales. El Teorema de la Función Inversa (que también
es válido en esta situación) nos da la existencia de un entorno V de p en S y un δ > 0
tales que E|V ×(−δ,δ) : V × (−δ, δ) → E(V × (−δ, δ)) = T (V, δ) es un difeomorfismo. 2

Proposición 5.2.1 Sea α : [a, b] → S una curva diferenciable sobre una superficie S ⊂ R3
y V : [a, b] → R3 una aplicación diferenciable tal que V (t) ∈ Tα(t) S para cada t ∈ [a, b].
Entonces, existe ε > 0 y una variación F : [a, b]×(−ε, ε) → S de α cuyo campo variacional
es V . Además, si V (a) = V (b) = 0, la variación F puede elegirse propia.
5.2. VARIACIONES DE UNA CURVA. 81

Demostración. Dado t ∈ [a, b], el Lema 5.2.1 nos permite tomar un entorno abierto orien-
table Vt de α(t) en S y un número δt > 0 tal que

T (Vt , δt ) = {p + tNp | p ∈ Vt , |t| < δt }

es un entorno tubular de Vt de radio δt . Moviendo t en [a, b] y usando la compacidad de


α([a, b]) podemos encontrar una partición a = t0 < t1 < . . . < b = tk , abiertos V1 , . . . , Vk
de S y un δ > 0 de forma que:

α([ti−1 , ti ]) ⊂ Vi , para cada i.

T (Vi , δ) = {p + sNp | p ∈ Vi , |s| < δ} es un entorno tubular de Vi de radio δ. Es


decir, T (Vi , δ) es un abierto de R3 y la aplicación Ei : Vi × (−δ, δ) → T (Vi , δ) dada
por Ei (p, s) = p + sNp es un difeomorfismo.

Llamemos π (i) = π1 ◦ Ei−1 : T (Vi , δ) → Vi , ππ (i) (Ei (p, s)) = p, donde π1 es la proyección
sobre el primer factor. Claramente, π (i) es diferenciable.
La primera condición anterior y la compacidad de α([ti−1 , ti ]) implican que dado i =
1, . . . , k, existe ε0i > 0 tal que si p ∈ R3 cumple dist(p, α([ti−1 , ti ])) < ε0i , entonces p ∈
T (Vi , δ). Tomemos ε0 = mı́n{ε01 , . . . , ε‘0k } > 0 y llamemos

ε0
M := máx{kV (t)k : t ∈ [a, b]}, ε= .
(1 + M )

Dado i = 1, . . . , k y (t, s) ∈ [ti−1 , ti ] × (−ε, ε), se tiene

dist(α(t) + sV (t), α([a, b])) ≤ dist(α(t) + sV (t), α(t)) = ksV (t)k < εM < ε0 < ε0i ,

luego α(t) + sV (t) ∈ T (Vi , δ). Ahora podemos definir Fi : [ti−1 , ti ] × (−ε, ε) → S mediante

Fi (t, s) = π (i) (α(t) + sV (t)) ,

que es claramente diferenciable. En la intersección de dos entornos tubulares consecutivos


T (Vi , δ) ∩ T (Vi+1 , δ), las correspondientes proyecciones π (i) , π (i+1) coinciden (llevan cada
punto en su proyección ortogonal sobre la superficie). También podemos suponer que los
distintos Vi sólo se cortan para ı́ndices consecutivos, por compacidad de α([a, b]). De todo
esto se puede deducir que la aplicación F : [a, b]×(−ε, ε) → S definida por F (t, s) = Fi (t, s)
si t ∈ [ti−1 , ti ] está bien definida y es diferenciable. Es fácil ver que F es una variación de
α, cuyo campo variacional viene dado por

∂F d d
(5.3) (t, 0) = (dF )(t,0) (0, 1) = F (t, s) = π (α(t) + sV (t)i) = dπα(t) (V (t)).
∂s ds 0 ds 0
82 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Ahora calculamos la diferencial de π. Dado (p, t) ∈ W × (−δ, δ) y v ∈ Tp S,



v = (dπ1 )(p,t) (v, 0) = d (π ◦ E)(p,t) (v, 0) = dπp+tNp dE(p,t) (v, 0) = dπp+tNp (v + tdNp (v)) ,

luego tomando t = 0 tenemos dπp (v) = v, ∀p ∈ W y v ∈ Tp S. Sustituyendo en (5.3),



∂F d
(t, 0) = (dF )(t,0) (0, 1) = F (t, s) = V (t),
∂s ds 0

luego el campo variacional de F es V . Por último, es inmediato comprobar que cuando


V (a) = V (b) = 0, la variación F ası́ definida es propia. 2

5.3. Puntos crı́ticos de la longitud.


Definición 5.3.1 Sea F : [a, b] × (−ε, ε) → S una variación de una curva diferenciable
α : [a, b] → S sobre una superficie S ⊂ R3 . Se define la función longitud de la variación F
como LF : (−ε, ε) → R,
Z b
∂F
LF (s) = L(Fs ) = longitud(Fs ) = ∂t (t, s) dt.

a

Es claro que para la definición anterior no necesitamos que la curva Fs sea regular, ya que la
longitud es invariante frente a reparametrizaciones. Pero para poder derivar el integrando
∂F
anterior respecto a s necesitamos que s ∈ (−ε, ε) 7→ ∂t (t, s) sea diferenciable en s

para cada t ∈ [a, b]. Como F es diferenciable, lo anterior se tendrá por composición si
aseguramos que ∂F ∂t (t, s) no tiene ceros en [a, b], ∀s ∈ (−ε, ε). Una forma de conseguir esto
es suponer que α es una curva regular, es decir ∂F 0
∂t (t, 0) = α (t) 6= 0 para cada t ∈ [a, b].
Por compacidad de [a, b] y continuidad de ∂F ∂t (t, s), podemos tomar ε > 0 suficientemente
pequeño como para que ∂F ∂t (t, s) no tenga ceros en [a, b] × (−ε, ε). En estas condiciones,
un resultado de derivación de integrales de funciones reales de variable real dependientes
de un parámetro nos asegura que LF = LF (s) es derivable en s ∈ (−ε, ε) y su derivada se
calcula integrando la derivada del integrando anterior, es decir:
b
Z b ∂ 2 F ∂F
h ∂t∂s , ∂t i
Z
∂f (t, s) dt =

L0F (s)

(5.4) = ∂F (t, s) dt.
a ∂s ∂t

a

∂t

Si suponemos que α está p.p.a., entonces


b
∂ 2 F ∂F
Z
(5.5) L0F (0) = h , i(t, 0) dt.
a ∂t∂s ∂t
5.3. PUNTOS CRÍTICOS DE LA LONGITUD. 83

Teorema 5.3.1 (Primera fórmula de variación de la longitud) Sea α : [a, b] → S


una curva diferenciable y p.p.a. con valores en una superficie S ⊂ R3 . Sea F : [a, b] ×
(−ε, ε) → S una variación diferenciable de α con campo variacional V . Entonces,
Z b
(5.6) L0F (0) =− hV (t), α00 (t)i dt + hV (b), α0 (b)i − hV (a), α0 (a)i.
a

Demostración. Usando (5.5) y el Teorema fundamental del Cálculo,


b b
∂F ∂ 2 F
Z Z
∂ ∂F ∂F
L0F (0) = h , i(t, 0) dt − h , i(t, 0) dt
a ∂t ∂s ∂t a ∂s ∂t2
Z b
∂F ∂F ∂F ∂F ∂F ∂ 2 F
=h , i(b, 0) − h , i(a, 0) − h , 2 i(t, 0) dt
∂s ∂t ∂s ∂t a ∂s ∂t
Z b
= hV (b), α0 (b)i − hV (a), α0 (a)i − hV (t), α00 (t)i dt.
a
2
Gracias a la primera fórmula de variación de la longitud podemos caracterizar los pun-
tos crı́ticos de la longitud para variaciones propias. Antes introducimos algo de notación:
Dado p ∈ S y v ∈ R3 , podemos descomponer v de forma única como

v = v T + hv, Np iNp ,

donde Np es un vector unitario perpendicular a Tp S.

Corolario 5.3.1 Sea γ : [a, b] → S una curva regular en una superficie. Son equivalentes:

1. Para toda variación propia F de γ, la función longitud LF de F cumple L0F (0) = 0.

2. La componente tangencial (γ 00 )T de la aceleración γ 00 de γ es colineal con γ 0 , es decir


(γ 00 )T × γ 0 = 0 en [a, b].

Demostración. Primero veamos que la condición (γ 00 )T × γ 0 = 0 es invariante frente a


reparametrizaciones: si β(s) = γ(h(s)) es una reparametrización de γ, entonces β̇ = ḣγ 0 (h)
y β̈ = ḧγ 0 (h) + (ḣ)2 γ 00 (h), luego (β̈)T = ḧ(γ 0 (h))T + (ḣ)2 (γ 00 (h))T = ḧγ 0 (h) + (ḣ)2 (γ 00 (h))T
y h i
(β̈)T × β̇ = ḧγ 0 (h) + (ḣ)2 (γ 00 (h))T × ḣγ 0 (h) = (ḣ)3 ((γ 00 )T × γ 0 )(h),

lo que implica que la condición 2 es invariante frente a reparametrizaciones. También la


condición 1 lo es, claramente. Ası́, en lo que sigue supondremos que α está p.p.a., luego
α00 es ortogonal a α0 . Esto nos dice que (γ 00 )T × γ 0 = 0 si y sólo si (γ 00 )T = 0 (de hecho, es
84 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

inmediato probar que si γ está parametrizada proporcionalmente al arco, esta equivalencia


se mantiene).
Supongamos primero que γ está p.p.a. y (γ 00 )T = 0 en [a, b]. Entonces, dada una
variación propia F de γ, la primera variación de la longitud nos dice que
Z b Z b
L0F (0) =− 00
hV (t), γ (t)i dt = − hV (t), [γ 00 (t)]T i dt = 0.
a a

Recı́procamente, supongamos que 1 se da. Tomemos una función derivable h : [a, b] → R


que se anule en a y b y que sea estrictamente positiva en (a, b). Definimos V : [a, b] → R3
mediante V (t) = h(t)[γ 00 (t)]T . La Proposición 5.2.1 asegura que existe una variación propia
F de γ con campo variacional V . Llamemos LF a la función longitud de F . La primera
fórmula de variación de la longitud y la hipótesis 1 implican
Z b Z b
0 = L0F (0) = − hh(γ 00 )T , γ 00 i dt = − hk(γ 00 )T k2 dt.
a a

Como el integrando anterior es no negativo en (a, b) y su integral es cero, deducimos


que hk(γ 00 )T k2 = 0 en [a, b]. Como h > 0 en (a, b), debe ser (γ 00 )T = 0 en (a, b), y por
continuidad también en [a, b]. 2

5.4. Geodésicas: definición, propiedades y ejemplos.


Definición 5.4.1 Sea S ⊂ R3 una superficie. Una curva diferenciable γ : [a, b] → S se
dice geodésica si su aceleración γ 00 (t) es perpendicular a S:

γ 00 (t) ⊥ Tγ(t) S, ∀t ∈ [a, b].

Toda geodésica está parametrizada proporcionalmente al arco, ya que

d 0
kγ (t)k2 = 2hγ 00 (t), γ 0 (t)i = 0.
dt
En particular:

1. Las únicas reparametrizaciones de una geodésica que siguen siendo geodésicas son
aquellas donde el cambio de parámetro es afı́n, h(t) = at + b con a 6= 0. Esto nos
dice que la propiedad de que una curva sea geodésica no sólo depende de su traza,
sino de cómo se recorre ésta. Desde luego, las curvas constantes son geodésicas, pero
éstas no son interesantes.
5.4. GEODÉSICAS: DEFINICIÓN, PROPIEDADES Y EJEMPLOS. 85

2. Si γ es una geodésica de S, entonces (γ 00 )T = 0, luego por el Corolario 5.3.1, γ


es punto crı́tico de la función longitud para toda variación propia de γ (pero no
necesariamente un mı́nimo). Recı́procamente, si γ : [a, b] → S es una curva regu-
lar parametrizada proporcionalmente al arco y γ es un punto crı́tico del funcional
longitud para toda variación propia de γ, entonces el Corolario 5.3.1 asegura que
(γ 00 )T × γ 0 = 0 en [a, b]. Como γ está parametrizada proporcionalmente al arco,
entonces (γ 00 )T = 0 en [a, b], es decir, γ es una geodésica. En resumen:

Una curva parametrizada proporcionalmente al arco γ : [a, b] → S es una


geodésica si y sólo si es un punto crı́tico del funcional longitud para toda
variación propia de γ.

Incluso antes de ver ejemplos, mostraremos que el concepto de geodésica es natural para
estudiar geometrı́a intrı́nseca de superficies.

Definición 5.4.2 Una aplicación diferenciable F : S → Se entre dos superficies se llama


isometrı́a local si su diferencial en cada punto de S es una isometrı́a vectorial (es decir, 2
se cumple). Si además F es un difeomorfismo, diremos que F es una isometrı́a, y en tal
caso, S y Se se dicen superficies isométricas2 .

Como una isometrı́a vectorial entre dos planos vectoriales es un isomorfismo, deducimos
que toda isometrı́a local es un difeomorfismo local. La composición de isometrı́as locales
es una isometrı́a local. La inversa de una isometrı́a es una isometrı́a, y el conjunto de
isometrı́as de una superficie en sı́ misma es un grupo con la composición. Por el teorema
de la función inversa, si F : S → Se es una isometrı́a local, dado p ∈ S existen entornos
abiertos U de p en S y pe en Se tales que F (U ) = Ue y F |U : U → U e es una isometrı́a.
Por ejemplo, Sea Π = {(x, y, z) | z = 0} y C = {(x, y, z) | x + y 2 = 1}. Entonces, la
2

aplicación F : Π → C dada por F (x, y, 0) = (cosx, sinx, y) es una isometrı́a local, y si la


restringimos a la banda abierta S = {(x, y, z) ∈ Π | 0 < x < 2π} entonces F |S : S → Se es
una isometrı́a sobre el abierto C − ({(1, 0)} × R).
El siguiente resultado caracteriza a las isometrı́as locales e interpreta geométricamente
las mismas.

Proposición 5.4.1 Sea F : S → Se una aplicación diferenciable entre dos superficies.


Entonces, F es una isometrı́a local si y sólo si F conserva la longitud de las curvas, es
decir: Para toda curva diferenciable α : I ⊂ R → S y todo subintervalo [a, b] ⊂ I, se tiene
L(F ◦ α)ba = L(α)ba .
2
“Ser isométrica a” es una relación de equivalencia en el conjunto de las superficies de R3 . Por ello,
siempre que S sea isométrica a S,
e también Se será isométrica a S. Esto nos permite decir simplemente que
ambas superficies son isométricas, sin explicitar el orden.
86 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Demostración. Sea α : I → S una curva diferenciable y [a, b] ⊂ I. Entonces,


Z b
L(F ◦ α)ba = k(F ◦ α)0 (t)k dt.
a

Si F es una isometrı́a local, entonces k(F ◦ α)0 (t)k = kdFα(t) (α0 (t))k = kα0 (t)k de donde
L(F ◦α)ba = L(α)ba . Recı́procamente, sea p ∈ S y v ∈ Tp S. Si v = 0, la igualdad kdFp (v)k =
kvk se da trivialmente. Supongamos v 6= 0 y tomemos una curva diferenciable α : (−ε, ε) →
S con α(0) = p, α0 (0) = v. Por continuidad de α0 podemos suponer que α es regular.
Entonces, dado t ∈ (0, ε),
Z t Z t
0
k(F ◦ α) (s)k ds = L(F ◦ α)t0 = L(α)t0 = kα0 (s)k ds,
0 0

luego derivando en t y aplicando el teorema fundamental del cálculo, k(F ◦ α)0 (t)k =
kα0 (t)k. Evaluando en t = 0 obtenemos kdFp (v)k = kvk. 2

Proposición 5.4.2 Sea F : S → Se una isometrı́a local entre dos superficies y γ : [a, b] → S
una curva diferenciable en S. Entonces, γ es una geodésica de S si y sólo si F ◦ γ es una
geodésica de S.
e

Demostración. De la definición de geodésica se deduce que este concepto es puramente


local, y por tanto nos podemos restringir al caso de que F sea una isometrı́a. Entonces F y
su inversa conservan longitudes y variaciones propias, luego conservan los puntos crı́ticos
de las correspondientes funciones longitud. Como también conservan la propiedad de que
una curva esté parametrizada proporcionalmente al arco, la proposición está probada. 2
Veamos algunos ejemplos de geodésicas.

1. Dados p, v ∈ R2 , la curva γ : R → R2 dada por γ(t) = p + tv es una geodésica.


Además, γ(0) = p, γ 0 (0) = v. Recı́procamente, en R2 (o en cualquier plano afı́n) no
hay más geodésicas que éstas.

2. Dados p ∈ S2 = S2 (1) y v ∈ Tp S2 = hpi⊥ , v 6= 0, la curva γ : R → S2 dada por

v
γ(t) = cos(kvkt)p + sin(kvkt)
kvk

es la geodésica que pasa por p en t = 0 con velocidad v. La traza de γ es un cı́rculo


máximo de S2 .
5.5. FLUJO GEODÉSICO. 87

Figura 5.2: Geodésicas en un cilindro.

3. Dado un punto p = (x, y, z) en el cilindro C = {x2 + y 2 = 1}, el vector v =


(−ay, ax, b) es tangente a C en p, para cualquier (a, b) ∈ R2 − {(0, 0)}. La curva
γ : R → C dada por

γ(t) = (x cos(at) − y sin(at), y cos(at) + x sin(at), bt + z)

es la geodésica que pasa por p en t = 0 con velocidad v. La traza de γ es una


circunferencia horizontal si b = 0, una recta vertical si a = 0 y una hélice circular si
ab 6= 0,ver Figura 5.2.
En los dos últimos ejemplos hemos dicho que γ es la geodésica y no una geodésica que
pasa por p en t = 0 con velocidad v. Esto exige que no haya más de una con estas
condiciones iniciales, lo que será cierto en general (Teorema 5.5.1). No obstante, no es
difı́cil probar directamente que éstas son las únicas geodésicas, sin usar este resultado
general (Ejercicios 1 y 2).

5.5. Flujo geodésico.


Teorema 5.5.1 (Existencia y unicidad de geodésicas) Sea p0 un punto en una su-
perficie S ⊂ R3 y v ∈ Tp0 S. Entonces, existe ε = ε(p0 , v) ∈ (0, ∞] y una única geodésica
maximal γ(·) = γ(·, p0 , v) : (−ε, ε) → S tal que γ(0) = p0 y γ 0 (0) = v.

Demostración. Sean V un entorno abierto orientable de p0 en S y δ > 0 tales que T (V, δ) =


{p + sNp | p ∈ V, |s| < δ} es un entorno tubular de V , siendo N : V → S2 una aplicación de
Gauss (todo ello dado por el Lema 5.2.1). Ası́, T (V, δ) es un abierto de R3 y la aplicación
E : V × (−δ, δ) → T (V, δ) dada por E(p, s) = p + sNp es un difeomorfismo. Consideremos
88 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

la aplicación diferenciable π = π1 ◦ E −1 : T (V, δ) → V , π(p + sNp ) = p, donde π1 es la


proyección sobre el primer factor.
Sea G : T (V, δ) × R3 → R3 la aplicación diferenciable dada por

G(x, y) = −hy, d(N ◦ π)x (y)i(N ◦ π)(x),

y G : T (V, δ) × R3 → R3 × R3 dada por

G(x, y) = (y, G(x, y)),

también diferenciable. Ahora se considera el sistema de ODE de primer orden

(5.7) (x0 (t), y 0 (t)) = G(x(t), y(t)) = (y(t), G(x(t), y(t)) ,

que es equivalente a

(5.8) x00 (t) = G(x(t), x0 (t)).

Aplicando a (5.7) resultados de existencia y unicidad y de dependencia diferenciable de


soluciones de un sistema de ODE en función de las condiciones iniciales, concluı́mos que

1. Dada una condición inicial (a, b) ∈ T (V, δ) × R3 , existe ε = ε(a, b) ∈ (0, ∞] y existe
una aplicación diferenciable ga,b : (−ε, ε) → T (V, δ) × R3 tal que
0 (t) = G(g (t)) ∀t ∈ (−ε, ε),

ga,b a,b
(?)
ga,b (0) = (a, b).

2. ga,b es maximal, en el sentido de que no puede definirse como solución del problema
de valores iniciales (?) en un intervalo simétrico mayor.

3. ga,b depende diferenciablemente de a, b, en el sentido de que el conjunto

D = {(t, a, b) ∈ R × T (V, δ) × R3 | |t| < ε(a, b)}

es abierto (de R7 ) y la aplicación Γ : D → T (V, δ) × R3 dada por

Γ(t, a, b) = ga,b (t)

es diferenciable.

Volvamos a las condiciones iniciales p0 ∈ S, v ∈ Tp0 S del enunciado. Como (p0 , v) ∈


T (V, δ) × R3 , tenemos un ε = ε(p0 , v) > 0 y una solución g = gp0 ,v : (−ε, ε) → T (V, δ) × R3
de (?). Si denotamos por g(t) = (x(t), y(t)), entonces x : (−ε, ε) → T (V, δ) es diferenciable
5.5. FLUJO GEODÉSICO. 89

y cumple (5.8) junto con x(0) = p0 , x0 (0) = y(0) = v. Veamos que t 7→ x(t) es la geodésica
buscada.
Primero veamos que t 7→ x(t) está valuada en S. Usando el difeomorfismo E asociado
al entorno tubular, tendremos

(5.9) x(t) = p(t) + s(t)Np(t) = E(p(t), s(t)),

para ciertas aplicaciones diferenciables t 7→ p(t) ∈ V y t 7→ s(t) ∈ (−δ, δ). Entonces,


p0 = x(0) implica que p(0) = p0 y s(0) = 0. Además, derivando en (5.9) obtenemos

x0 (t) = p0 (t) + s0 (t)Np(t) + s(t)dNp(t) (p0 (t)),

de donde

(5.10) s0 (t) = hx0 (t), Np(t) i,

en particular s0 (0) = hv, Np0 i = 0. Derivando en (5.10),

s00 (t) = hx00 (t), Np(t) i + hx0 (t), dNp(t) (p0 (t))i
(5.8)
= hG(x(t), x0 (t)), Np(t) i + hx0 (t), dNp(t) (p0 (t))i
= −hx0 (t), d(N ◦ π)x(t) (x0 (t))i + hx0 (t), dNp(t) (p0 (t))i = 0

para todo t, luego s es una función afı́n. Como s(0) = s0 (0) = 0, deducimos que s(t) = 0
y ası́, x(t) = p(t) ∈ S para todo t ∈ (−ε, ε). Para ver que t 7→ x(t) es una geodésica,
calculamos T
[x00 (t)]T = G(x(t), x0 (t)) = 0,


Luego t 7→ x(t) es una geodésica. Recı́procamente, si γ(t) es una geodésica con γ(0) = p0
y γ 0 (0) = v, entonces por definición γ 00 (t) es perpendicular a S en γ(t), es decir

γ 00 (t) = λ(t)Nγ(t) ,

para cierta función λ = λ(t) que viene dada por

λ = hγ 00 , Nγ i = −hγ 0 , dNγ (γ 0 )i.

Ası́,
γ 00 = −hγ 0 , dNγ (γ 0 i)Nγ = −hγ 0 , d(N ◦ π)γ (γ 0 )i(N ◦ π)(γ) = G(γ, γ 0 ),
es decir, t 7→ γ(t) es una solución de (5.8). Esto nos dice que las geodésicas de S son
exactamente las soluciones de (5.8) cuyas condiciones iniciales son un punto de S y un
vector tangente a S en ese punto. Ahora el teorema se deduce de las propiedades 1,2,3
anteriores. 2
90 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

La demostración anterior y la dependencia diferenciable de la solución de un problema


de valores iniciales a partir de sus condiciones iniciales, permiten asegurar que si variamos
p0 ∈ S y Tp0 S de forma diferenciable, entonces el número ε(p0 , v) y la geodésica γ(·, p0 , v)
que aparecen en el Teorema 5.5.1 también se mueven de forma diferenciable. A la aplicación
(p, v) 7→ γ(·, p, v) se le llama el flujo geodésico de S. Otra consecuencia directa de la
dependencia diferenciable de las geodésicas en términos de sus condiciones iniciales es el
siguiente resultado:

Teorema 5.5.2 Dado un punto p en una superficie S ⊂ R3 , existen ε, δ > 0 tales que si
B(0, δ) ⊂ Tp S es la bola de centro el origen y radio δ, entonces la aplicación F : (−ε, ε) ×
B(0, δ) → S dada por
F (t, v) = γ(t, p, v)
es diferenciable (estamos usando la notación del Teorema 5.5.1).

Lema 5.5.1 (Lema de homogeneidad) Con la notación del Teorema 5.5.1, se tiene
que para cada λ > 0, ε(p, λv) = λ1 ε(p, v) y
 
1 1
γ(t, p, λv) = γ(λt, p, v), ∀t ∈ − ε(p, v), ε(p, v) .
λ λ

Demostración. Se deduce directamente de que al reparametrizar proporcionalmente al


arco una geodésica volvemos a obtener una geodésica, y de la unicidad de las geodésicas
a partir de sus condiciones iniciales. 2

5.6. La aplicación exponencial.


Del Lema de homogeneidad se deduce fácilmente que existe3 ε1 > 0 tal que si v ∈ Tp S
tiene kvk < ε1 entonces ε(p, v) > 1 luego tiene sentido definir

expp (v) := γ(1, p, v).

A esta aplicación expp : B(p, ε1 ) → S la llamaremos la exponencial en el punto p. Por la


dependencia diferenciable de las geodésicas respecto a sus condiciones iniciales (es decir,
el Teorema 5.5.1 o el Teorema 5.5.2), la aplicación exponencial es diferenciable donde
esté definida. Además, su diferencial en 0 ∈ Tp S está dada por

d d d
(d expp )0 (v) = expp (tv) = γ(1, p, tv) = γ(t, p, v) = v, ∀v ∈ Tp S,
dt t=0 dt t=0 dt t=0
3
ε1 puede definirse ası́: elegimos λ ∈ (0, ε) y definimos ε1 = λδ, donde ε, δ > 0 vienen dados por el
Teorema 5.5.2.
5.6. LA APLICACIÓN EXPONENCIAL. 91

(hemos tomado t > 0 en la lı́nea anterior), luego d(expp )0 = 1Tp S . Por el Teorema de la
Función inversa, existe un entorno abierto U ⊂ B(0, ε1 ) de 0 tal que

expp : U → V = expp (U )

es un difeomorfismo. Al abierto V ⊂ S se le llema entorno normal de p.


Con la notación anterior, si δ1 > 0 cumple B(0, δ1 ) ⊂ U , entonces a B(p, δ1 ) :=
expp (B(0, δ1 )) ⊂ S lo llamaremos bola geodésica de centro p y radio δ1 . Observemos que
expp : B(0, δ1 ) → B(p, δ1 ) es un difeomorfismo. Dado r ∈ (0, δ1 ), a la imagen difeomórfica
S 1 (p, r) por expp de S1 (0, r) = {v ∈ Tp S | kvk = r} se le llama el cı́rculo geodésico de
centro p y radio r. Además dado v ∈ B(0, δ1 ), la geodésica

t 7→ expp (tv)

está definida al menos en [−1, 1], tiene su traza contenida en B(p, δ1 ), y une p (para t = 0)
con expp (v) (para t = 1). Por eso, a t ∈ [0, 1] → expp (tv) se le llama geodésica radial en p.
Veamos algunos ejemplos.
1. El plano R2 .
Como las geodésicas de R2 son las rectas afines parametrizadas proporcionalmente
al arco, tenemos γ(t, p, v) = p + tv para cualesquiera p, v ∈ R2 y t ∈ R. Ası́, para
cada p ∈ R2 la exponencial expp está definida en todo R2 y vale

expp (v) = γ(1, p, v) = p + v, ∀v ∈ R2 .

Como expp es la traslación de vector p en R2 , que es un difeomorfismo de R2 en


sı́ mismo, concluı́mos que el mayor entorno normal de cualquier punto de R2 es todo
el plano, y que las bolas geodésicas existen para cualquier valor del radio y coinciden
con las bolas métricas de R2 para la distancia usual.
2. La esfera S2 = S2 (1).
v
Tenı́amos γ(t, p, 0) = p y γ(t, p, v) = cos(kvkt)p + sen(kvkt) kvk si v 6= 0. Como estas
geodésicas están definidas para todo t ∈ R, tenemos que dado p ∈ S2 la exponencial
expp está definida en todo el plano tangente Tp S2 = hpi⊥ , y
v
expp (v) = cos kvkp + sen kvk , ∀ v ⊥ p.
kvk
Para ver cuál es el mayor entorno normal de p en S2 , empezamos estudiando los
puntos crı́ticos de expp , que son los vectores v ∈ hpi⊥ tales que ker(d expp )v 6= 0.
Como (d expp )0 es la identidad, podemos suponer v 6= 0. Dado w ∈ Tv (Tp S2 ) = Tp S2 ,
 
d d v + tw
(d expp )v (w) = expp (v + tw) = cos kv + twkp + sen kv + twk
dt 0 dt 0 kv + twk
92 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.
 
hv, wi hv, wi sen kvk sen kvk
=− sen kvkp + cos kvk − v+ w.
kvk kvk2 kvk kvk
Como p ⊥ v y p ⊥ w, obtenemos
( )
hv, wi sen kvk = 0 (∗),

ker(d expp )v = w ∈ hpi hv,wi h
sen kvk
i .
kvk cos kvk − kvk v + sen kvkw = 0 (∗∗)

Supongamos que w ∈ ker(d expp )v − {0}. Entonces, (∗) implica hv, wi = 0 ó bien
sen kvk = 0. En el primer caso, (∗∗) implica sen kvk = 0, luego esta última ecuación
es cierta en cualquier caso, y por tanto kvk = kπ, k ∈ N, y de nuevo (∗∗) nos dice
que hv, wi = 0. Por tanto, ker(d expp )v ⊆ {w ∈ Tp S2 (1) | hv, wi = 0}. De hecho,
la expresión general de (d expp )w obtenida arriba nos dice que se la la igualdad en
la inclusión anterior. También deducimos que expp es un difeomorfismo local en
B(0, π) = {v ∈ Tp S2 | kvk < π}. Cuando aplicamos expp a esta bola del plano
tangente, estamos recorriendo las geodésicas radiales en S2 (1) que parten de p hasta
llegar al punto antı́poda −p, pero sin tomar este valor. Es geométricamente claro
que estos medios cı́rculos máximos no se cortan, de donde concluı́mos que expp es
inyectiva en B(0, π). Por tanto,

El mayor entorno normal de p ∈ S2 (1) es B(p, π) = expp (B(0, π)) =


S2 (1) − {−p}.

5.7. Superficies completas. Teorema de Hopf-Rinow.


Definición 5.7.1 Una superficie S ⊂ R3 se dice completa si el espacio métrico (S, d) es
completo (toda sucesión de Cauchy es convergente).

Notemos que si S ⊂ R3 es una superficie cerrada (como subconjunto de R3 ), entonces


S es completa: Consideremos las distancia d sobre S definida en (5.1). Sea {pk }k ⊂ S una
sucesión de Cauchy respecto a d. De (5.2) se deduce que {pk }k es de Cauchy en el espacio
métrico (R3 , du ), que es completo. Por tanto, {pk }k será convergente en (R3 , du ) a un punto
p∞ ∈ R3 . Este punto p∞ tiene que estar en S por ser ésta cerrada, luego {pk }k ⊂ S. Como
la convergencia de sucesiones no depende de la distancia que genera la topologı́a sino de
la topologı́a misma, tenemos que {pk }k es convergente (a p∞ ) en S, luego S es completa.

Teorema 5.7.1 (Hopf-Rinow) Sea S ⊂ R3 una superficie conexa. Son equivalentes:

1. S es completa.

2. Para todo punto p ∈ S, expp está definida en todo Tp S.


5.8. MATERIAL ADICIONAL. 93

3. Existe un punto p ∈ S tal que expp está definida en todo Tp S.

4. La familia de compactos de S coincide con la familia de cerrados y d-acotados.

Además, cualquiera de los apartados anteriores implica que para cualquier par de puntos
p, q ∈ S existe una geodésica minimizante4 que une p con q.

No probaremos ahora el Teorema de Hopf-Rinow, ya que la dificultad de su demostración


excede el nivel de lo desarrollado hasta ahora. En el material adicional de este capı́tulo
veremos una demostración del mismo, entre otras cosas.

5.8. Material adicional.


5.8.1. El lema de Gauss.
Lema 5.8.1 (Lema de Gauss) Sea p un punto en una superficie S ⊂ R3 y v ∈ Tp S tal
que la exponencial expp está definida en v. Entonces:

h(dexpp )v (v), (dexpp )v (w)i = hv, wi, ∀w ∈ T pS.

En particular, las geodésicas radiales partiendo de p son ortogonales a los cı́rculos geodési-
cos centrados en p.

Demostración. Si v = 0, la fórmula es evidente. Supongamos entonces que v 6= 0. Como


la fórmula es lineal en w, basta probarla en los casos wkv y w ⊥ v. Supongamos primero
que w = λv, λ ∈ R. Entonces,
2
h(d expp )v (v), (d expp )v (w)i = λ (d expp )v (v) = λkγ 0 (1, p, v)k2

= λkγ 0 (0, p, v)k2 = λkvk2 = hv, wi.


Ahora supongamos hv, wi = 0. Por tanto, podemos ver w como vector tangente al cı́rcu-
lo S1 (kvk) ⊂ Tp S en el punto v ∈ S1 (kvk). Ası́, existe una curva diferenciable v =
v(s) : (−ε, ε) → S1 (kvk) tal que v(0) = v, v̇(0) = w. Como la exponencial expp está definida
en v, y su dominio de definición en un abierto de Tp S, podemos elegir ε > 0 suficiente-
mente pequeño como para que v(−ε, ε[) esté contenido en el dominio5 de expp . Como
v([− 2ε , 2ε ]) es un compacto contenido en el dominio de expp , existe δ > 0 tal que tv(s)
4
Es decir, una geodésica cuya longitud es d(p, q).
5
Tal y como hemos definido nosotros expp , su dominio es una bola de Tp S luego este paso es innecesario:
v(s) puede tomarse como una parametrización del cı́rculo S1 (kvk); pero hay textos que no definen expp
sobre una bola de Tp S sino sobre su dominio maximal de definición, que sigue siendo abierto de Tp S por
el Teorema 5.5.1.
94 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

también cae en dicho dominio ∀(t, s) ∈ (−δ, 1 + δ) × (− 2ε , 2ε ). Ası́, tiene sentido expp (tv(s))
para todo (t, s) ∈ (−δ, 1 + δ) × (−ε, ε) luego podemos considerar la aplicación diferenciable
f : (−δ, 1 + δ) × (− 2ε , 2ε ) → S dada por

f (t, s) = expp (tv(s)).

Notemos que ∂f d d
+ u, p, v(s)) = γ 0 (t, p, v(s))

∂t (t, s) = du u=0 expp ((t + u)v(s)) = du u=0 γ(t
por el Lema de Homogeneidad. Por tanto,
T
∂2f

(t, s) = γ 00 (t, p, v(s))T = 0.
∂t2

Además,
2
∂f
(t, s) = kγ 0 (t, p, v(s))k2 = kv(s)k2
∂t

que es constante, luego


  2  * 2 T + 
∂f ∂ 2 f ∂f ∂ 2 f
   
∂ ∂f ∂f ∂ f ∂f ∂ f ∂f
h , i = , + , = , + ,
∂t ∂t ∂s ∂t2 ∂s ∂t ∂t∂s ∂t2 ∂s ∂t ∂t∂s

2 !
∂f ∂ 2 f
 
1 ∂ ∂f
= , = = 0.
∂t ∂t∂s 2 ∂s ∂t

Como lo anterior es cierto ∀t, s, tenemos que para s arbitrario, h ∂f ∂f


∂t , ∂s i no depende de t.
Si vemos que h ∂f ∂f
∂t , ∂s i(0, s) = 0 para s arbitrario, entonces tendremos

∂f ∂f
(5.11) h , i=0
∂t ∂s
para cualesquiera t y s. Evaluando (5.11) en t = 1 y s = 0 tendremos

h(d expp )v (v), (d expp )v (w)i = 0,

que es lo que quedaba para deducir el lema de Gauss. Ası́ que todo se reduce a probar que
h ∂f ∂f
∂t , ∂s i(0, s) = 0. Esto se deduce de que

∂f d
(0, s) = expp (0 · v(s + λ)) = 0.
∂s dλ λ=0
2
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 95

5.8.2. Propiedades locales minimizantes de las geodésicas.


De la existencia de entornos normales y del lema de Gauss se deducen algunos resulta-
dos interesantes. El primero, que veremos en esta sección, nos muestra que las geodésicas
localmente minimizan la longitud.

Definición 5.8.1 Una curva α : [a, b] → S valuada en una superficie S ⊂ R3 es diferen-


ciable a trozos si α es continua en [a, b] y existen a = t0 < t1 < . . . < tk = b tales que
α|[ti−1 ,ti ] es diferenciable, para cada i = 1, . . . , k. En particular, existen α0 (a+ ) ∈ Tα(a) S,
α0 (b− ) ∈ Tα(b) S y α0 (t− 0 +
i ), α (ti ) ∈ Tα(ti ) S, ∀i = 1, . . . , k − 1, aunque no tiene porqué darse
+ +
α0 (ti ) = α0 (ti ). Cuando esta igualdad no sea cierta, decimos que ti es un vértice de α.

Teorema 5.8.1 Sea B(p, r) una bola geodésica de radio r > 0 centrada en un punto p de
una superficie S ⊂ R3 . Dado q ∈ B(p, r), sea v el único vector de B(0, r) ⊂ Tp S tal que
expp v = q. Llamemos γ(t) = γ(t, p, v) = expp (tv), 1 ≤ t ≤ 1. Entonces:

1. L(γ)10 = kvk.

2. Si α : [0, 1] → S es una curva diferenciable a trozos con α(0) = p, α(1) = q, entonces


L(γ)10 ≤ L(α)10 , con igualdad si y sólo si α es una reparametrización no decreciente
de γ.

Demostración. 1 es claro. Veamos 2 discutiendo dos casos sobre la curva α.

Caso I: Supongamos α([0, 1]) ⊂ B(p, r).


Sea β = exp−1p ◦α, curva diferenciable a trozos en B(0, r) con la misma partición de vértices
que α y con β(0) = 0, β(1) = v. Entonces existe t ∈ (0, 1] tal que β(t) = 0 y β(t) 6= 0 para
todo t ∈ (t, 1]. En (t, 1]∗ = (t, 1] − {vértices de α}, podemos descomponer

β β
β 0 = hβ 0 , i + β⊥,
kβk kβk

donde β ⊥ es ortogonal a β. Por tanto en (t, 1]∗ se tiene


 
0 0 0 β β
α = (d expp )β (β ) = hβ , i(d expp )β + (d expp )β (β ⊥ )
kβk kβk
y   2
0 2 β 2
0 β + k(d expp )β (β ⊥ )k2
kα k = hβ , i (d expp )β

kβk kβk
   
0 β β ⊥
+2hβ , i (d expp )β , (d expp )β (β ) .
kβk kβk
96 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Como α = exp ◦β, podemos usar el Lema de Gauss en los sumandos primero y tercero.
Como β ⊥ β ⊥ , el tercer sumando se anula. Ası́ obtenemos
β 2 (A) β 2
kα0 k2 = hβ 0 , i + k(d expp )β (β ⊥ )k2 ≥ hβ 0 , i .
kβk kβk
Y de aquı́,
1 1 (C) 1 0 β

(B)
Z Z Z
0 β
L(α)10 ≥ L(α)t1 = kαk dt ≥ hβ , i dt ≥ hβ , idt
t t
kβk t kβk
Z 1
(∗)
= (kβk)0 dt = kβ(1)k − kβ(t)k = kvk = L(γ)10 ,
t
donde (A),(B),(C) se usarán al discutir la igualdad, y (∗) se obtiene aplicando la regla de
Barrow en cada componente de (t, 1]∗ . Si se da la igualdad, entonces se dará la igualdad en
β β
(A),(B),(C) anteriores. De (A) se deduce que β ⊥ = 0 o equivalentemente, β 0 = hβ 0 , kβk i kβk
 0
β
en (t, 1]∗ . Esto implica kβk = 0 en (t, 1]∗ , luego para cada componente I de (t, 1]∗ existe
β
cI ∈ S1 (1) ⊂ Tp S tal que kβk = cI en I. De la igualdad en (B) se tiene α ≡ p en [0, t].
β
Por último, la igualdad en (C) implica 0 ≤ hβ 0 , kβk i = hβ 0 , cI i en I, luego β|I recorre de
β
forma no decreciente en norma un segmento dentro de la semirrecta R+ cI . Como kβk es

una curva continua en (t, 1] , todos los cI deben ser el mismo. Como β(t) = 0 y β(1) = v,
tenemos que β|(t,1] recorre el segmento 0, v ⊂ Tp S de forma no decreciente en norma.
Ahora sólo hay que componer con expp para obtener lo que buscábamos.
Caso II: Supongamos α([0, 1]) 6⊂ B(p, r).
Tomemos t ∈ (0, 1] tal que α(t) ∈ B(p, r) en [0, t), α(t) ∈ ∂B(p, r) (esta frontera es
topológica, no tiene porqué ser una esfera geodésica). Tomemos una sucesión {tk }k ⊂ [0, t)
convergiendo a t. Aplicando el caso I a α|[0,tk ] tenemos L(α)t0k ≥ kvk k, donde vk es el único
vector de B(0, r) ⊂ Tp S con expp vk = α(tk ). Por tanto, L(α)t0 = lı́mk L(α)t0k ≥ lı́mk kvk k.
Veamos que kvk k → r: Podemos suponer tras pasar a una parcial que {kvk k}k tiene lı́mite
l ≤ r. Si l < r, entonces una parcial de vk convergerá a un vector v∞ ∈ B(0, r), luego
expp v∞ = lı́mk expp (vk ) = lı́mk α(tk ) = α(t), de donde α(t) ∈ B(p, r), contradicción. Ası́,
l = r luego L(α)10 ≥ L(α)t0 ≥ l = r > kvk = L(γ)10 y hemos terminado (la igualdad no
puede darse en este caso II). 2

5.8.3. Coordenadas polares geodésicas.


La segunda consecuencia que obtendremos del lema de Gauss es la construcción de
parametrizaciones con buenas propiedades, que se basan en la exponencial. Esta será la
herramienta fundamental para probar el Teorema de Minding en la sección 5.8.4.
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 97

Proposición 5.8.1 (Coordenadas polares geodésicas) Sea B(p, r) una bola geodési-
ca de radio r > 0 centrada en un punto p de una superficie S ⊂ R3 . Sea {e1 , e2 } una base
ortonormal de Tp S. Entonces, la aplicación X : (0, r) × (0, 2π) → S dada por

X(t, θ) = expp (t cos θe1 + t sin θe2 )

es una parametrización de S alrededor de p y cumple:


1. E = kXt k2 = 1, F = hXt , Xθ i = 0, y por tanto la primera forma fundamental
está determinada por la función G = kXθ k2 .
√ √
2. ( G)tt + (K ◦ X) G = 0, donde K es la curvatura de Gauss de X.
√ √
3. lı́m G(t, θ) = 0 y lı́m( G)t (t, θ) = 1, para todo θ ∈ (0, 2π).
t→0 t→0

Demostración. Notemos que para θ ∈ (0, 2π) fijo, γ(t) := X(t, θ) es la geodésica radial
en p con velocidad inicial γ 0 (0) = cos θe1 + sin θe2 = eiθ . Ası́, E = kXt k2 = kγ 0 (t)k2 =
kγ 0 (0)k2 = 1. Por otro lado,
d iθ



(5.12) Xθ (t, θ) = expp (te ) = (d expp )teiθ ite ,
dθ  
(5.13) Xt (t, θ) = (d expp )teiθ eiθ ,

luego el Lema de Gauss nos dice que

F (t, θ) = hXt , Xθ i(t, θ) = heiθ , iteiθ i = 0,

lo que prueba el apartado 1. En cuanto al apartado 2, recordemos de (4.8) que K viene


dada por la ecuación
eg − f 2 eg − f 2
K ◦X = = ,
EG − F 2 kXθ k2
donde e, f, g son los coeficientes de la segunda forma fundamental σ de S respecto a la
parametrización X. Calculamos estos coeficientes:

e = σ(Xt , Xt ) = −h(N ◦ X)t , Xt i = hN ◦ X, Xtt i, f = hN ◦ X, Xtθ i, g = hN ◦ X, Xθθ i,


Xt ×Xθ
donde N = kXt ×Xθ k es una aplicación de Gauss de S. Por otro lado,

√ hXtθ , Xθ i
( G)t = (kXθ k)t = ,
kXθ k

√ (hXtθ , Xθ i)t kXθ k − hXtθ , Xθ i hXkX


tθ ,Xθ i
θk
= kXθ k−3 (hXtθ , Xθ i)t kXθ k2 − hXtθ , Xθ i2
 
( G)tt =
kXθ k2
98 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Luego
√ √
( G)tt + (K ◦ X) G = G−3/2 (hXtθ , Xθ i)t G − hXtθ , Xθ i2 + (eg − f 2 )G−1/2
 

= G−3/2 (hXtθ , Xθ i)t G − hXtθ , Xθ i2 + (eg − f 2 )G


 
(5.14)

Derivando en kXt k2 = 1 respecto a θ obtenemos hXtθ , Xt i = 0 luego Xtθ no tiene compo-


nente en la dirección de Xt al expresarlo en combinación lineal de la base {Xt , Xθ , N } de
R3 . Por tanto,
Xtθ = µXθ + f N,
donde µ = hXtθ , Xθ i/G, diferenciable. Por otro lado, como t 7→ X(t, θ) es geodésica de S,
entonces Xtt va en la dirección de N y por tanto, Xtt = hXtt , N iN = eN . Ası́,

hXttθ , Xθ i = h(eN )θ , Xθ i = heθ N + eNθ , Xθ i = ehNθ , Xθ i = −ehN, Xθθ i = −eg,

luego

(5.15) (hXtθ , Xθ i)t = hXttθ , Xθ i + kXtθ k2 = −eg + kµXθ + f N k2 = −eg + µ2 G + f 2 .

Sustituyendo esto en el corchete de (5.14) tenemos

(hXtθ , Xθ i)t G−hXtθ , Xθ i2 +(eg−f 2 )G2 = (−egG+µ2 G2 +f 2 G)−(µG)2 +(eg−f 2 )G2 = 0,

lo que prueba el apartado 2.


Por último, (5.12) implica
 
lı́m Xθ (t, θ) = lı́m(d expp )teiθ iteiθ = (d expp )0 (0) = 0,
t→0 t→0

luego lı́mt→0 G(t, θ) = lı́mt→0 kXθ k(t, θ) = 0, y

 
hXtθ , Xθ i Xθ
(5.16) ( G)t = (kXθ k)t = = Xtθ , .
kXθ k kXθ k
Pero (5.13) nos da
     
(5.17) lı́m Xtθ (t, θ) = lı́m Xt (t, θ) = lı́m(d expp )teiθ (eiθ ) = eiθ = ieiθ .
t→0 t→0 θ t→0 θ θ

Usando ahora (5.12),

Xθ (d expp )teiθ (iteiθ ) (d expp )teiθ (ieiθ ) ieiθ


(5.18) lı́m = lı́m iθ
= lı́m iθ
= = ieiθ .
t→0 kXθ k t→0 k(d expp )teiθ (ite )k t→0 k(d expp )teiθ (ie )k kieiθ k

Sustituyendo (5.17) y (5.18) en (5.16) tenemos lı́mt→0 ( G)t = hieiθ , ieiθ i = 1. 2
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 99

5.8.4. El Teorema de Minding.


Los apartados 2 y 3 de la Proposición 5.8.1 nos permiten calcular explı́citamente la
función G (y por tanto, la primera forma fundamental) de una superficie de curvatura de
Gauss constante. Recordemos que el Teorema de Hilbert-Liebmann (material adicional del
Capı́tulo 4, Teorema 4.6.3) caracterizaba a las esferas como las únicas superficies compactas
y conexas con K constante. Ahora no necesitaremos la hipótesis global de compacidad para
describir las superficies con K = c constante: √ √
La ODE √ del apartado 2 de la Proposición 5.8.1 es ( G)tt + c G = 0, cuya solución
general es G(t, θ) = a(θ)Sc (t) + b(θ)Cc (t), donde a, b ∈ C ∞ (0, 2π) y las funciones Sc , Cc
viene dadas por

t si c = 0,


√ 1 si c = 0,

1
 √
Sc (t) = √
c
sin( ct) si c > 0, Cc (t) = cos(√ ct) si c > 0,
 √1 sinh(√−ct) si c < 0,
 
cosh( −ct) si c < 0.
−c
√ √
Como 0 = lı́mt→0 G(t, θ) = b(θ) tenemos G(t, θ) = a(θ)Sc (t), luego

1 = lı́m( G)t (t, θ) = a(θ)S0c (t) = a(θ) lı́m Cc (t) = a(θ).
t→0 t→0

Por tanto,

t2

si c = 0,
2

1 2√
(5.19) G(t, θ) = Sc (t) = sin ( √ct)
c si c > 0,
 1 2
−c sinh ( −ct) si c < 0.

Este control de la primera forma fundamental cuando la curvatura de la superficie es


constante tiene como consecuencia el siguiente resultado.

Teorema 5.8.2 (Minding) Sean S, Se ⊂ R3 superficies con la misma curvatura de Gauss


constante. Sean p ∈ S, pe ∈ Se y r > 0 tales que B(p, r), B(e p, r) son bolas geodésicas
de S, S respectivamente. Dada una isometrı́a vectorial I : Tp S → TpeS,
e e la composición
−1
φ := exppe ◦ I ◦ (expp ) : B(p, r) → B(e
p, r) es una isometrı́a. En particular:

Dados dos puntos en superficies con la misma curvatura de Gauss constante,


existen entornos abiertos de esos puntos que son isométricos.

Demostración. φ es C ∞ y biyectiva por composición. Fijemos q ∈ B(p, r) y veamos que


dφq es una isometrı́a vectorial. Basta entonces probar que

(5.20) kdφq (w)k = kwk,


100 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

para cada w ∈ Tq S. Como B(p, r) es bola geodésica, existe un único v ∈ B(0, r) ⊂ Tp S tal
que expp v = q. Consideremos la geodésicas p.p.a.
   
v v
γ(t) = expp t en S, γ
e(t) = exppe tI( ) en S,e
kvk kvk
ambas definidas al menos en [0, kvk]. Notemos que las trazas de γ, γ
e están contenidas
respectivamente en B(p, r), B(e
p, r). Además,
γ(0) = p, γ(kvk) = q,
e = φ ◦ γ, γ
γ e0 (0) = I( kvk
e(0) = pe y γ v
).
Probaremos (5.20) considerando dos casos.
Caso I: w, γ 0 (kvk) son linealmente dependientes.
Pongamos w = λγ 0 (kvk), λ ∈ R. Entonces, dφq (w) = λdφq (γ 0 (kvk)) = λ(φ ◦ γ)0 (kvk) =
γ 0 (kvk). Tomando normas, kdφq (w)k = |λ| = kwk.
λe
Caso II: w, γ 0 (kvk) son ortogonales.
Escribamos v = kvk(cos θ0 e1 +sin θ0 e2 ) en combinación de una base ortonormal {e1 , e2 } que
elegimos en Tp S. Notemos que puede suponerse v 6= 0 (en caso contrario, q = expp 0 = p,
luego dφq = dφp = I que es una isometrı́a vectorial por hipótesis). Ası́ que kvk > 0.
Por el Lema de Gauss, podemos ver w como vector tantente en q al cı́rculo geodésico
S(p, kvk). Consideremos la curva v = v(θ) : (θ0 − ε, θ0 + ε) → Tp S dada por v(θ) =
kvk (cos θe1 + sin θe2 ). Ası́, v(θ0 ) = v y
(expp ◦v)0 (θ0 ) = (d expp )v [kvk(− sin θ0 e1 + cos θ0 e2 )] ∈ Tq S,
que es una base de la recta tangente al cı́rculo geodésico S(p, kvk) en el punto q. Por
homogeneidad de (5.20) en w, podemos suponer w = (expp ◦v)0 (θ0 ).
Como r es radio geodésico en p para S y en pe para S, e podemos considerar coordenadas
polares geodésicas en cada superficie alrededor de p, pe, donde las bases ortonormales ele-
gidas para estas coordenadas locales son {e1 , e2 } en Tp S y {I(e1 ), I(e2 )} en TpeS.
e Es decir,
X : (0, r) × (0, 2π) → S, Xe : (0, r) × (0, 2π) → Se dadas por
 
v(θ)
X(t, θ) = expp (t cos θe1 + t sin θe2 ) = expp t ,
kvk
 
e θ) = exppe t I(v(θ)) = [exppe ◦I ◦ (expp )−1 ](X(t, θ)) = φ(X(t, θ)).
X(t,
kvk
Ası́, X(kvk, θ0 ) = expp (v) = q,

d d
Xθ (kvk, θ0 ) = X(kvk, θ) = expp (v(θ)) = (expp ◦v)0 (θ0 ) = w,
dθ θ=θ0 dθ θ=θ0
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 101

y
X eθ (kvk, θ0 ) = (φ ◦ X)θ (kvk, θ0 ) = dφX(kvk,θ ) (Xθ (kvk, θ0 ) = dφq (w),
0

√ p
luego (5.20) estará probada si vemos que G(kvk, θ0 ) = G(kvk, e θ0 ), donde G = kXθ k2 y
Ge = kX eθ k2 . Como S, Se tienen la misma curvatura constante (pongamos c ∈ R), entonces
(5.19) nos dice que G(t, θ) = Sc (t)2 = G(t, e θ) para todos t y θ, y ya sólo queda evaluar en
(t, θ) = (kvk, θ0 ). 2

Corolario 5.8.1 Dos superficies con la misma curvatura de Gauss constante son local-
mente isométricas.

5.8.5. Geodésicas estables. Teorema de Bonnet sobre el diámetro.


Sabemos que las geodésicas son curvas diferenciables con aceleración intrı́nseca nula
en una superficie, y que minimizan localmente la longitud. Pero ¿hasta dónde minimiza
la longitud una geodésica? Para responder a esta pregunta estudiaremos un poco más de
cálculo de variaciones de geodésicas.
Si una geodésica γ : [a, b] → S en una superficie S ⊂ R3 minimiza la longitud entre
todas las curvas diferenciables a trozos que tienen los mismos extremos que γ, entonces
dada una variación propia F : [a, b] × (−δ, δ) → S se tiene que

LF (s) = L(Fs ) = longitud(Fs ) ≥ L(γ) = LF (0), ∀s ∈ (−δ, δ),

y por tanto L0F (0) = 0 (cosa que ya sabı́amos por el apartado 1 del Corolario 5.3.1) y
L00F (0) ≥ 0. Nótese que para este argumento no necesitamos que γ minimice la longitud
entre todas las curvas con sus mismos extremos, sino sólo entre las curvas “próximas a γ”
con sus mismos extremos, al menos entre las curvas longitudinales de la variación propia F .
Una forma de construir variaciones propias de γ es la siguiente: supongamos que γ
está parametrizada por el arco. Trasladamos el parámetro de γ para que esté definida
en [0, L], donde L = L(γ). Sea N : S → S2 (1) una aplicación de Gauss para S, a la que
supondremos orientable de ahora en adelante. Llamamos

B(t) = γ 0 (t) × Nγ(t) ∈ Tγ(t) S, t ∈ [0, L].

Ası́, {γ 0 (t), B(t)} es una base ortonormal de Tγ(t) S y {γ 0 (t), Nγ(t) , B(t)} es base ortonormal
positiva de R3 para cada t ∈ [0, L]. Dado t ∈ [0, L], la exponencial expγ(t) estará definida
en un abierto de Tγ(t) S que como mı́nimo contiene a una bola B(0, ε(t)) ⊂ Tγ(t) S. Además,
ε(t) depende continuamente de t por la dependencia continua de las geodésicas respecto
a las condiciones iniciales. Esta continuidad de ε(t) y la compacidad de [0, L] nos permite
elegir ε > 0 tal que expγ(t) está definida en B(0, ε) ⊂ Tγ(t) S para cada t ∈ [a, b]. Ahora
102 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

tomemos una función f ∈ C ∞ ([0, L]). Sea M = 1 + máx |f | > 0, que existe por ser f
continua en el compacto [0, L]. Entonces, la aplicación

(5.21) F (t, s) = expγ(t) (sf (t)B(t))


ε
está definida y es diferenciable en [0, L] × (−δ, δ) donde δ = M > 0, ya que ksf (t)B(t)k =
|sf (t)| < |s|M < ε. Además:

1. F es una variación de γ, ya que F (t, 0) = expγ(t) (0) = γ(t), t ∈ [0, L].

2. Si elegimos f de forma que f (0) = f (L) = 0, entonces Fs (0) = expγ(0) (0) = γ(0) y
Fs (L) = expγ(L) (0) = γ(L) para cada s, luego la variación es propia.

Por lo anterior, si γ minimiza la longitud entre curvas con sus mismos extremos, entonces
tenemos L00F (0) ≥ 0. A continuación calcularemos esta segunda derivada en términos de γ,
f y de la geometrı́a de S. Para está segunda derivada no precisaremos que f (0) = f (L) = 0.

Proposición 5.8.2 (Segunda fórmula de variación de la longitud)


Sea γ : [0, L] → S una geodésica p.p.a. en una superficie S, y f : [0, L] → R una función
C ∞ . Consideremos la variación F : [0, L] × (−δ, δ) → S dada por (5.21). Entonces,
Z L
L00F (0) f 0 (t)2 − (K ◦ γ)(t)f (t)2 dt,

=
0

donde K es la curvatura de Gauss de S.

∂F
Demostración. Derivando respecto a s en s = 0 la fórmula (5.4) y usando que ∂t (t, 0) =
γ 0 (t) tiene norma 1, tenemos
L Z L
Z
∂  2 
∂ 2 F ∂F ∂
L00F (0) ∂ F ∂F
k ∂F

= h ∂t∂s , ∂t i dt − h ∂t∂s , ∂t i(t, 0) ∂t k dt
0 ∂s s=0

0 ∂s s=0

Z L Z L Z L 2
∂ 3 F ∂F ∂2F 2 2
∂ F ∂F
(5.22) = h ∂t∂s 2 , ∂t i(t, 0) dt + k ∂t∂s k (t, 0) dt − h ∂t∂s , ∂t i (t, 0) dt.
0 0 0

2
Claramente, ∂F 0 ∂ F 00 00
∂t (t, 0) = γ (t) luego ∂t2 (t, 0) = γ (t) = hγ (t), Nγ(t) iNγ(t) donde hemos
usado que la parte tangente de γ 00 (t) a S es cero por ser γ una geodésica. Por otro lado,
de (5.21) se deduce que el campo variacional de F es

∂F
V (t) = (t, 0) = f (t)B(t),
∂s
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 103

luego

(5.23) V 0 = f 0 B + f B 0 = f 0 B + f σγ (γ 0 , B)Nγ ,

donde hemos usado el Ejercicio 9.


El siguiente paso es comprobar que

∂2F
(5.24) (t, 0) = f (t)2 σγ(t) (B(t), B(t))Nγ(t) , t ∈ [0, L].
∂s2
Para ello consideremos, fijado t ∈ [0, L], la geodésica radial en γ(t) dada por s 7→ Ft (s) =
expγ(t) (sf (t)B(t)). La velocidad de Ft en s = 0 es Ḟt (0) = f (t)B(t), luego kḞt k = |f (t)|,
constante (en s). Si f (t) = 0, entonces Ft es constante γ(t) luego (5.24) se cumple trivial-
mente. Supongamos ahora que f (t) 6= 0. Reparametrizamos Ft por el arco, definiendo
 
u
u ∈ (−δ|f (t)|, δ|f (t)|) 7→ Γt (u) = F t, = expγ(t) (uB(t))
f (t)

(el cambio de parámetro es u = sf (t)). Como Γt es una geodésica parametrizada por el


arco, podemos aplicarle el Ejercicio 9 para concluir que

d2 Γt
 
dΓt dΓt
= σΓt , NΓt .
du2 du du

Por la regla de la cadena, ∂F


∂s (t, s) = ∂F du
∂u (t, u(s)) ds = f (t) dΓ
du (u(s)), y derivando de nuevo
t

∂2F 2
 
2 d Γt dΓt dΓt
(t, s) = f (t) (u(s)) = f (t)2 σΓt (u(s)) (u(s)), (u(s)) NΓt (u(s)) .
∂s2 du2 du du

Evaluando en s = 0,

∂2F
 
dΓt dΓt
(t, 0) = f (t)2 σΓt (0) (0), (0) NΓt (0) = f (t)2 σγ(t) (B(t), B(t)) Nγ(t) ,
∂s2 du du

lo que prueba (5.24).


Calculamos ahora la primera integral de (5.22):
Z L
3
∂ F ∂F
h ∂t∂s 2 , ∂t i(t, 0) dt
0

Z L h iL Z L
∂3F 0 2 2
= h ∂t∂s 2 (t, 0), γ (t)i dt = h ∂∂sF2 (t, 0), γ 0 (t)i − h ∂∂sF2 (t, 0), γ 00 (t)i dt.
0 0 0
104 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Usando (5.24) en cada uno de los dos sumandos del miembro de la derecha anterior el
primero se anulará y el segundo queda
Z L Z L
00
− 2
f σγ (B, B)hNγ , γ i dt = − f 2 σγ (B, B)σγ (γ 0 , γ 0 ) dt.
0 0

La segunda integral de (5.22) es


Z L Z L Z L
∂2F 2 0 2
(f 0 )2 + f 2 σγ (γ 0 , B)2 dt,

k ∂t∂s k (t, 0) dt = kV k dt =
0 0 0

donde hemos usado (5.23). Por último, la tercera integral de (5.22) es


Z L Z L
∂ 2 F ∂F 2
− h ∂t∂s , ∂t i (t, 0) dt = − hV 0 , γ 0 i dt,
0 0

cuyo integrando se anula idénticamente por (5.23). Resumiendo,


Z L
L00F (0) =
 0 2
(f ) − f 2 σγ (B, B)σγ (γ 0 , γ 0 ) − σγ (γ 0 , B)2 dt,

0

y ahora sólo queda comprobar que K ◦ γ = σγ (B, B)σγ (γ 0 , γ 0 ) − σγ (γ 0 , B)2 , lo cual se


deduce directamente de que {γ 0 (t), B(t)} es una base ortonormal de Tγ(t) S, para todo
t ∈ [0, L]. 2
La Proposición 5.8.2 y el desarrollo anterior a ésta sugiere la siguiente definición para
expresar la propiedad de que una geodésica minimice localmente la longitud.

Definición 5.8.2 Sea γ : [0, L] → S una geodésica p.p.a. en una superficie S ⊂ R3 . γ se


dice estable si para toda función f ∈ C ∞ ([0, L]) con f (0) = f (L) = 0 se cumple
Z L
 0
(f (t))2 − (K ◦ γ)(t)f (t)2 dt ≥ 0.

0

Claramente, una geodésica γ que minimice la longitud entre sus extremos es siempre
estable, aunque el recı́proco no tiene porqué ser cierto.
Aplicaremos lo anterior para estimar el diámetro de una superficie a partir de su
curvatura. En lo que sigue, sólo consideraremos superficies conexas. En un espacio métrico
(X, d), el diámetro se define como

diam(X, d) = sup{d(x, y) | x, y ∈ X}.

El diámetro anterior no tiene porqué alcanzarse en un par de puntos (el ı́nfimo anterior
no tiene porqué ser un máximo), como ocurre en el caso de Rn con la distancia usual
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 105

du (x, y) = kx − yk, que tiene diámetro infinito, o en el caso de una bola abierta de Rn con
la distancia inducida por du , donde el diámetro es finito pero sólo se alcanza por puntos
del borde de la bola, que no están en el espacio métrico considerado.
Recordemos que si S ⊂ R3 es una superficie, entonces la distancia d definida en
(5.1) convertı́a a (S, d) en un espacio métrico. Tiene sentido relacionar las bolas métri-
cas Bd (p, r) = {q ∈ S | d(p, q) < r} (aquı́ r es cualquier radio positivo) con las bolas
geodésicas, B(p, r) = exp(B(0, r)), donde p ∈ S y r > 0 es un radio geodésico en p (recor-
demos que B(p, r) es la imagen difeomórfica por expp de B(0, r) ⊂ Tp S). Para conseguir
esta relación necesitamos un resultado previo.

Lema 5.8.2 Si B(p, r) es una bola geodésica en S centrada en un punto p de una superficie
S ⊂ R3 y q ∈ S − B(p, r), entonces d(p, q) ≥ r.

Demostración. Fijemos una curva α : [0, 1] → S C ∞ a trozos con α(0) = p, α(0) = q,


y veamos que su longitud L(α) cumple L(α) ≥ r. Sea r0 ∈ (0, r). Como α es continua,
α(0) = p ∈ B(p, r0 ) y α(1) = q ∈ S − B(p, r0 ), existirá un t0 ∈ (0, 1) tal que α(t0 ) ∈
∂B(0, r0 ) = expp (∂B(0, r0 )) = S(p, r0 ) (cı́rculo geodésico). Llamemos x ∈ ∂B(0, r0 ) al único
vector de B(0, r) que se aplica en α(t0 ) por expp . Como α(t0 ) ∈ B(p, r), el Teorema 5.8.1
implica que L(α)t00 ≥ kxk = r0 , luego L(α) ≥ r0 . Como esto es cierto ∀r0 ∈ (0, r), tenemos
L(α) ≥ r. 2
El Lema 5.8.2 también implica la no degeneración de la distancia, es decir, que si p, q ∈ S
son puntos distintos, entonces d(p, q) > 0 (basta elegir una bola geodésica centrada en
p que no contenga a q). De hecho, esta demostración es puramente intrı́nseca, y puede
generalizarse a geometrı́as más generales.
Como espacio métrico, toda superficie (S, d) admite una topologı́a natural Td de forma
que una base de Td es la familia de bolas métricas Bd (p, R) = {q ∈ S | d(p, q) < R} con p ∈
S y R > 0. Hasta ahora, habı́amos considerado siempre en S la topologı́a usual Tu , es decir,
la topologı́a inducida en S por la topologı́a usual de R3 . De hecho, ambas topologı́as coin-
ciden: Fijado p ∈ S, Td tiene por base de entornos de p a {Bd (p, R) | R > 0}, mientras que
Tu tiene por base de entornos de p a {B(p, r) = expp (B(0, r)) | r es radio geodésico en p}.
Por tanto, Td coincidirá con Tu si comprobamos la siguiente propiedad:

Lema 5.8.3 Sea p ∈ S. Si B(p, r) es una bola geodésica, entonces B(p, r) = Bd (p, r).

Demostración. El Lema 5.8.2 implica que Bd (p, r) ⊂ B(p, r). Recı́procamente, si q ∈


B(p, r) entonces existe v ∈ B(0, r) tal que q = expp v. Por el Teorema 5.8.1, d(p, q) =
kvk < r luego q ∈ Bd (p, r). 2
Como la distancia está construı́da a partir de longitudes de curvas, es claro que las
isometrı́as entre superficies conservan la distancia. Por otro lado, (5.2) implica que el
106 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

diámetro de una superficie cumple

diam(S, (du )|S ) ≤ diam(S, d),

siendo (du )|S la restricción de la distancia usual de R3 a S. Una aplicación sofisticada de


la existencia de entornos totalmente normales es el famoso Teorema de Hopf-Rinow, que
se enunció en el Teorema 5.7.1 y se demostrará en la sección 5.8.9, junto con la existencia
de entornos totalmente normales.

Teorema 5.8.3 (Bonnet) Sea S ⊂ R3 una superficie conexa y completa cuya curvatura
de Gauss cumple K ≥ R12 para cierto R > 0. Entonces, S es compacta y su diámetro
cumple
diam(S, d) ≤ πR.

Demostración. Sean p, q ∈ S. Probemos que d(p, q) ≤ πR y tendremos diam(S, d) ≤ πR.


Como S es completa, el Teorema de Hopf-Rinow asegura que existe una geodésica
p.p.a. γ : [0, L] → S con γ(0) = p, γ(1) = q y L = d(p, q). Consideremos la variación
propia F : [0, L] × (−δ, δ) → S de γ dada por (5.21), donde B = γ 0 × N y f es una función
C ∞ en [0, L] a determinar, con f (0) = f (L) = 0. Aquı́, N es una aplicación de Gauss
para S (al menos, N está definida en un entorno de la traza de γ, ya que ésta no puede
ser cerrada o tener autointersecciones por ser minimizante), y la exponencial necesaria
para definir la variación F (t, s) está definida en todo Tγ(t) S por completitud de S y por
el Teorema de Hopf-Rinow.
Sea LF la función longitud asociada a F . Entonces L0F (0) = 0 por ser γ geodésica
(Corolario 5.3.1) y la Proposición 5.8.2 asegura que
Z L
L00F (0) =
 0 2
f (t) − (K ◦ γ)(t)f (t)2 dt ≥ 0,

0

donde la desigualdad se ha deducido de que γ es estable por minimizar la longitud entre


sus extremos. Como K ≥ R12 tenemos
Z L 
0 2 1 2
(5.25) 0≤ f (t) − 2 f (t) dt,
0 R

para cualquier f ∈ C ∞ ([0, L]) con f (0) = f (L) = 0. Ahora tomamos f (t) = sin Lπ t , que


cumple f (0) = f (L) = 0. Sustituyendo en (5.25),


Z L 2  
π 2 π
  1 2 π
0≤ cos t − sin t dt
0 L2 L R2 L

π2 t 2πt L 2πt L π2
     
L 1 t L L
= 2 + sin − 2 − sin = − ,
L 2 4π L 0 R 2 4π L 0 2L 2R2
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 107

de donde deducimos que d(p, q) = L ≤ πR.


Como p, q son arbitrarios en S, tenemos diam(S, d) ≤ πR. Ası́, S es acotada y por ser
completa, ha de ser compacta (por el Teorema de Hopf-Rinow). 2

5.8.6. El Teorema de rigidez de Bonnet.


Todos los elementos básicos de la geometrı́a de superficies en R3 tienen la propiedad
de ser invariantes por movimientos rı́gidos del espacio, es decir, si S es una superficie y
φ : R3 → R3 es un movimiento rı́gido, entonces las geometrı́as de S y de φ(S) coinciden.
Imaginemos la situación al revés:

Si S1 , S2 son dos superficies en R3 y φ : S1 → S2 es una aplicación, ¿qué tenemos


que imponerle para que φ se extienda a un movimiento rı́gido de R3 ?

A continuación veremos la respuesta en el teorema de rigidez de Bonnet (1867): φ debe


conservar la longitud de las curvas en ambas superficies y sus segundas formas fundamen-
tales. Para entender mejor esto, pensemos que las superficies están hechas de un material
flexible pero inextensible. De esta forma, toda deformación de una superficie conservarı́a
las longitudes de curvas. Pero ¿podemos deformar una superficie de manera que también
se conserven las curvaturas de todas sus secciones normales? La respuesta es no, a menos
que la deformación consista en simplemente mover la superficie por movimientos rı́gidos
en R3 .
Sea φ : R3 → R3 un movimiento rı́gido, esto es φ(p) = Ap + b donde A ∈ O(3) es una
matriz ortogonal y b ∈ R3 un vector. Si S ⊂ R3 es una superficie, entonces Se = φ(S)
también es una superficie de R3 , y la restricción F = φ|S : S → Se cumple:

1. F es un difeomorfismo.

2. La diferencial de F en cualquier punto p ∈ S es una isometrı́a vectorial:

hdFp (v), dFp (w)i = hv, wi, ∀v, w ∈ Tp S.

3. F conserva (salvo el signo) las aplicaciones de Gauss, es decir si N : S → S2 es una


aplicación de Gauss para S, entonces N e = A ◦ N ◦ F −1 es una aplicación de Gauss
para S. Derivando, dNF (p) ◦ A = A ◦ dNp para cada p ∈ S, lo que implica que F
e e
conserva las segundas formas fundamentales asociadas a N y N e : Para cada p ∈ S,

σ
eF (p) (dFp (v), dFp (w)) = σp (v, w), ∀v, w ∈ Tp S.

e ◦ F = K,
En particular, las curvaturas de Gauss y media se conservan también: K
e ◦ F = H.
H
108 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Por tanto, la restricción de un movimiento rı́gido φ a una superficie S ⊂ R3 es una


isometrı́a entre S y φ(S). Este caso particular de isometrı́as se llaman congruencias.
e : U → R3 parametrizaciones respec-
Proposición 5.8.3 Sean S, Se dos superficies y X, X
tivas de S y Se definidas en el mismo abierto U de R2 . Si los coeficientes de la primera
forma fundamental de S respecto a X coinciden con los de Se respecto a X, e entonces
X −1
e ◦ X : X(U ) → X(U e ) es una isometrı́a.

Demostración. F := X e ◦ X −1 : X(U ) → X(U


e ) es un difeomorfismo, ası́ que sólo queda
probar que dado p ∈ X(U ), dFp es una isometrı́a de espacios vectoriales. Esto equivale a
que kdFp (v)k2 = kvk2 , para cualquier v ∈ Tp S. Fijemos v ∈ Tp S. Sea q el único punto de
U tal que X(q) = p, y sea w = (a, b) ∈ R2 el único vector tal que dXq (w) = v. Vimos en la
demostración del Lema 3.3.1 que las coordenadas de v respecto a la base {Xx (q), Xy (q)}
son (a, b) (aquı́ (x, y) son las coordenadas en U ⊂ R2 ). Por tanto,
kvk2 = kdXq (v)k2 = a2 E(q) + 2abF (q) + b2 G(q),
donde E, F, G son los coeficientes de la primera forma fundamental de S respecto a X.
Por otro lado, dFp (v) = d(Xe ◦ X −1 )p (v) = dX
eq (w) tiene coordenadas (a, b) respecto a
la base {X
ex (q), X
ey (q)} de T e Se = TF (p) S,
X(q)
e luego

kdFp (v)k2 = a2 E(q)


e + 2abFe(q) + b2 G(q),
e

donde E,
e Fe, G
e son los coeficientes de la primera forma fundamental de Se respecto a X.
e
Como por hipótesis tenemos E = E, F = F , G = G deducimos que F es una isometrı́a. 2
e e e
Veamos una aplicación de la proposición anterior. Consideremos la parametrización
X(θ, z) = (cos θ cosh z, sin θ cosh z, z)
de la catenoide, definida en U = (0, 2π)×R. Los coeficientes de la segunda forma fundamen-
tal son E(θ, z) = cosh2 z = G(θ, z), F (θ, z) = 0. Ahora consideremos la parametrización
e y) = (y cos x, y sin x, x), (x, y) ∈ (0, 2π) × R del helicoide. Haciendo el cambio de
X(x,
parámetros x = θ, y = sinh z (definido en U ), obtenemos
X(θ,
e z) = (cos θ sinh z, sin θ sinh z, θ).

Los coeficientes de la primera forma fundamental del helicoide respecto a X e son E(θ,
e z) =
2
cosh z = G(θ, e z), Fe(θ, z) = 0. Por tanto, la catenoide y el helicoide son localmente
isométricos (no son isométricos porque la catenoide es topológicamente un anillo y el
helicoide es topológicamente un plano).
Para probar el Teorema de Bonnet necesitamos dos resultados previos. El primero de
ellos sólo se usará para n = 3, pero lo enunciamos en general ya que la demostración es la
misma en este caso.
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 109

Lema 5.8.4 Sea φ : O → O0 un difeomorfismo entre abiertos de Rn , tal que dφx ∈ O(n)
para cada x ∈ O y O se supone conexo. Entonces, φ es la restricción a O de un movimiento
rı́gido de Rn .

Demostración. Por hipótesis hdφx (u), dφx (v)i = hu, vi para cualesquiera x ∈ O, u, v ∈ Rn .
Tomando como u, v los vectores de la base usual, deducimos
 
∂φ ∂φ
, = δij en O.
∂xi ∂xj

Derivando y aplicando la igualdad de Schwarz,

∂2φ ∂2φ ∂2φ ∂2φ


       
∂φ ∂φ ∂φ ∂φ
, =− , =− , = ,
∂xi ∂xj ∂xk ∂xi ∂xk ∂xj ∂xk ∂xi ∂xj ∂xk ∂xj ∂xi

∂2φ ∂2φ ∂2φ


     
∂φ ∂φ ∂φ
= , =− , =− , ,
∂xj ∂xk ∂xi ∂xj ∂xi ∂xk ∂xi ∂xj ∂xk
de donde
∂2φ
 
∂φ
, =0 en O, ∀i, j, k = 1, . . . , n.
∂xi ∂xj ∂xk
∂φ
Fijando i, j y usando que { ∂xk
| 1 ≤ k ≤ n} es una base ortonormal de Rn en cada punto
de O, deducimos que
∂2φ
= 0 en O, ∀i, j = 1, . . . , n.
∂xi ∂xj
Integrando dos veces (o desarrollando en serie) y usando que O es conexo, llegamos a que
e = Ap + b, donde A ∈ Mn (R) y b ∈ Rn .
φ es la restricción a O de una aplicación afı́n, φ(p)
Por tanto, dφp = A luego A ∈ O(n) y φ es la restricción a O de un movimiento rı́gido. 2
Sabemos que ciertos abiertos del plano Π = {(x, y, z) | z = 0} y del cilindro C =
{(x, y, z) | x2 + y 2 = 1} son isométricos. Esta isometrı́a no puede ser la restricción de un
movimiento rı́gido (porque un movimiento rı́gido lleva planos en planos), luego existen
isometrı́as entre superficies que no conservan sus segundas formas fundamentales. Como
adelantamos, el que una isometrı́a entre superficies conserve las segundas formas funda-
mentales es algo muy restrictivo:

Teorema 5.8.4 (Bonnet) Sean S, S 0 ⊂ R3 dos superficies orientables, con S conexa. Si


F : S → S 0 es una isometrı́a local que conserva las segundas formas fundamentales de S y
S 0 , entonces F es la restricción a S de un movimiento rı́gido de R3 , es decir, S y S 0 son
congruentes.
110 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Demostración. Por hipótesis, existen aplicaciones de Gauss N, N 0 en S, S 0 respectivamente,


con segundas formas fundamentales asociadas σ, σ 0 , tales que σF0 (p) (dFp (v), dFp (w)) =
σp (v, w) para cualesquiera p ∈ S, v, w ∈ Tp S. Fijemos un punto p0 ∈ S. Como F es una
isometrı́a local, el Teorema de la Función inversa asegura que existen entornos abiertos V
de p0 en S y V 0 de F (p0 ) en S 0 tales que F (V ) = V 0 y F |V : V → V 0 es una isometrı́a.
Aplicando el Lema 5.2.1, podemos tomar V, V 0 suficientemente pequeños como para que

T (V, δ) = {p + tNp | p ∈ V, |t| < δ}, T (V 0 , δ) = {p0 + tNp0 0 | p0 ∈ V 0 , |t| < δ}

sean entornos tubulares de V, V 0 respectivamente de cierto radio común δ > 0. Ahora


definimos la aplicación φ : T (V, δ) → T (V 0 , δ),

(5.26) φ(p + tNp ) = F (p) + tNF0 (p) , ∀p + tNp ∈ T (V, δ).

Queremos aplicarle a φ el Lema 5.8.4, para concluir que φ es la restricción a T (V, δ) de


un movimiento rı́gido de R3 . Para ello, debemos probar que φ es un difeomorfismo y que
dφx ∈ O(3) para cada x ∈ T (V, δ).
Por definición de entorno tubular, T (V, δ) y T (V 0 , δ) son abiertos de R3 y las aplica-
ciones
E : V × (−δ, δ) → T (V, δ), E(p, t) = p + tNp ,
E : V × (−δ, δ) → T (V , δ), E 0 (p0 , t) = p0 + tNp0 0 ,
0 0 0

son difeomorfismos. Además, (5.26) se traduce en que φ ◦ E = E 0 ◦ (F × 1R ), luego φ


es un difeomorfismo. Dado x = E(p, t) ∈ T (V, δ), la regla de la cadena nos dice que
0
dφx ◦ dE(p,t) = dE(F (p),t) ◦ (dFp × 1R ). Evaluando en (v, 0), (0, 1) ∈ Tp S × R, obtenemos
respectivamente

(5.27) dφx (v + tdNp (v)) = dFp (v) + tdNF0 (p) (dFp (v)),

(5.28) dφx (Np ) = NF0 (p) .

Por otro lado, como F conserva las segundas formas fundamentales,

hdNF0 (p) (dFp (v)), dFp (w)i = −σF (p) (dFp (v), dFp (w)) = −σp (v, w) = hdNp (v), wi

para cualesquiera v, w ∈ Tp S. Como F es una isometrı́a local, el miembro de la derecha


de la última expresión es hdFp (dNp (v)), dFp (w)i. Variando v, w ∈ Tp S obtenemos

(5.29) dNF0 (p) ◦ dFp = dFp ◦ dNp .

Sustituyendo (5.29) en (5.27) queda

dφx (v + tdNp (v)) = dFp (v) + tdFp (dNp (v)) = dFp (v + tdNp (v)), ∀v ∈ Tp S.
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 111

Usando que v ∈ Tp S 7→ v + tdNp (v) = dE(p,t) (v, 0) es un isomorfismo de espacios vecto-


riales, queda

(5.30) dφx (w) = dFp (w), ∀w ∈ Tp S.

Como F es una isometrı́a local de S en S 0 , (5.30) nos dice que la restricción de dφx al
plano Tp S es una isometrı́a vectorial en el plano TF (p) S 0 . Por otro lado, (5.28) nos dice
que la restricción de dφx al subespacio ortogonal de Tp S en R3 es una isometrı́a vectorial
sobre el subespacio ortogonal del plano TF (p) S 0 . Por tanto, dφx es una isometrı́a vectorial
para cada x ∈ T (V, δ).
Aplicando el Lema 5.8.4, existe un movimiento rı́gido φe = φep0 : R3 → R3 tal que
φ|
e T (V,δ) = φ. En particular, φ|e V = F |V . Ahora un argumento de conexión de S nos
asegura que los movimientos rı́gidos φep0 no dependen del punto p0 ∈ S, lo que termina la
demostración. 2

Corolario 5.8.2

1. Sean Π, Π0 ⊂ R3 dos planos afines y F : U → Π0 una isometrı́a local, donde U es un


abierto conexo de Π. Entonces, F es la restricción de un movimiento rı́gido de R3 .

2. Sean S, S 0 ⊂ R3 dos esferas del mismo radio. y F : U → S 0 una isometrı́a local, donde
U es un abierto conexo de S. Entonces, F es la restricción de un movimiento rı́gido
de R3 .

Demostración. Por el teorema de Bonnet, en ambos casos basta comprobar que F con-
serva las segundas formas fundamentales. En el caso 1 esto es trivial porque ambas son
cero. En el caso 2, la umbilicidad de las esferas hace que la segunda forma fundamental
sea proporcional a la primera, con factor de proporcionalidad el inverso del radio de la
esfera. Como ambas esferas tienen el mismo radio, F también conserva las segundas formas
fundamentales en este segundo caso. 2

5.8.7. El teorema egregium de Gauss.


Sabemos por el teorema de rigidez de Bonnet que la clase de transformaciones que con-
servan las longitudes de curvas y las segundas formas fundamentales coincide con la clase
de los movimientos rı́gidos de R3 . Si ahora sólo pedimos que se conserven las longitudes
de curvas, ¿crece mucho la clases de transformaciones con esta propiedad? En lenguaje ac-
tual, una aplicación diferenciable φ : S1 → S2 con la propiedad de conservar las longitudes
de curvas es una isometrı́a local (Definición 5.4.2). Este mismo concepto, en los tiempos
de Gauss, se expresaba diciendo que S1 es desarrollable sobre S2 , en el mismo sentido que
112 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

los topógrafos trazan un mapa y que un cilindro o medio cono menos su vértice pueden
desarrollarse sobre un plano. Volviendo al ejemplo de los mapas, ya en tiempos de Euler
se sabı́a que es imposible trazar un mapa sin introducir distorsiones en las medidas de las
longitudes. También se sabe que la esfera tiene curvatura positiva, mientras que el plano
la tiene idénticamente nula. Ası́ que una cuestión natural es:
¿Hasta qué punto las isometrias locales conservan parte de la geometrı́a de las
superficies?
La respuesta la dará el Teorema Egregium de Gauss (1827): la curvatura de Gauss K
también se conserva. Es decir, K no sólo es invariante por la clase de los movimientos
rı́gidos de R3 , sino por una clase mucho más grande, la de las isometrı́as locales entre
superficies. Para probar esto, veremos cómo K puede calcularse sin usar la aplicación de
Gauss, y en este sentido usamos el término “geometrı́a intrı́nseca”: K no depende de cómo
pongamos la superficie dentro del espacio R3 , sólo dependerá de las longitudes de curvas
(o equivalentemente, de la primera forma fundamental).
Veremos un tercer resultado fundamental relacionado con los dos anteriores: es impo-
sible deformar una esfera preservando las longitudes de las curvas (teorema de rigidez de
la esfera, probado por Liebmann en 1838). De hecho, este resultado de rigidez puede ex-
tenderse a superficies compactas con curvatura positiva (llamadas ovaloides, Cohn-Vossen
1927).
Sea S ⊂ R3nuna superficie y X : U ⊂ R2o→ R3 una parametrización de S. Consideramos
Xu ×Xv
la base B = Xu , Xv , N ◦ X = kX u ×Xv k
de R3 . Siguiendo la idea que se usó con las
ecuaciones de Frenet para curvas, a continuación estudiaremos la variación de esta base
respecto de los parámetros u, v de la carta. Nótese que dado w ∈ R3 , tenemos w =
aXu + bXv + c(N ◦ X), donde a, b, c ∈ R y hw, N ◦ Xi = c. Si tomamos w como Xuu (resp.
Xuv , Xvv , el coeficiente c correspondiente es e (resp. f, g), ver (4.7). Ası́,
Xuu = Γ111 Xu + Γ211 Xv + e(N ◦ X),


Xuv = Γ112 Xu + Γ212 Xv + f (N ◦ X),




Xvu = Γ121 Xu + Γ221 Xv + f (N ◦ X),


(5.31)

 Xvv = Γ122 Xu + Γ222 Xv + g(N ◦ X),
(N ◦ X)u = a11 Xu + a12 Xv ,




(N ◦ X)v = a21 Xu + a22 Xv ,

donde Γkij , aij son funciones diferenciables en el abierto U ⊂ R2 . A las funciones Γkij se
les llama los sı́mbolos de Christoffel de la parametrización. Como Xuv = Xvu , deducimos
que los sı́mbolos de Christoffel Γkij son simétricos en i, j, y podemos eliminar la tercera
ecuación de (5.31). Veamos que los sı́mbolos de Christoffel pueden obtenerse derivando los
coeficientes de la primera forma fundamental:
1 1
kXu k2 u = hXuu , Xu i = Γ111 E + Γ211 F,

Eu =
2 2
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 113

1
Fu − Ev = (hXu , Xv i)u − hXu , Xuv i = hXuu , Xv i = Γ111 F + Γ211 G,
2
que podemos ver como sistema de dos ecuaciones lineales en las incógnitas Γ111 , Γ211 . Re-
solvemos el sistema:
1
2 GEu − F Fu + 12 F Ev EFv − 12 EEv − 21 F Eu
Γ111 = , Γ211 = .
EG − F 2 EG − F 2
De forma análoga pero usando las ecuaciones 2,3,4 en (5.31) se obtienen expresiones que
prueban que
Los sı́mbolos de Christoffel se obtienen a partir de los coeficientes de la primera
forma fundamental y sus primeras derivadas parciales.
Volvamos a (5.31). Derivando respecto a v en la primera ecuación y respecto a u en la
segunda:

Xuuv = (Γ111 )v Xu + Γ111 Xuv + (Γ211 )v Xv + Γ211 Xvv + ev (N ◦ X) + e(N ◦ X)v ,

Xuvu = (Γ112 )u Xu + Γ112 Xuu + (Γ212 )u Xv + Γ212 Xuv + fu (N ◦ X) + f (N ◦ X)u .


Como Xuuv = Xuvu , podemos igualar los miembros de la derecha en las dos últimas
ecuaciones. Son dos combinaciones lineales de vectores donde aparecen Xu , Xv , N ◦ X que
forman base. Eliminamos el resto de vectores sustituyendo (5.31):

(Γ111 )v Xu + Γ111 Γ112 Xu + Γ212 Xv + f (N ◦ X)




+(Γ211 )v Xv + Γ211 Γ122 Xu + Γ222 Xv + g(N ◦ X)




+ev (N ◦ X) + e (a21 Xu + a22 Xv )


= (Γ112 )u Xu + Γ112 Γ111 Xu + Γ211 Xv + e(N ◦ X)


+(Γ212 )u Xv + Γ212 Γ112 Xu + Γ212 Xv + f (N ◦ X)




+fu (N ◦ X) + f (a11 Xu + a12 Xv ) .


Ahora sı́ podemos identificar coeficientes: Para Xu ,

(Γ111 )v + Γ111 Γ112 + Γ211 Γ122 + ea21 = (Γ112 )u + Γ112 Γ111 + Γ212 Γ112 + f a11 ,

para Xv ,
2
(5.32) Γ111 Γ212 + (Γ211 )v + Γ211 Γ222 + ea22 = Γ112 Γ211 + (Γ212 )u + Γ212 + f a12 ,

y para N ◦ X,
Γ111 f + Γ211 g + ev = Γ112 e + Γ212 f + fu .
114 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Sólo usaremos (5.32) en lo que sigue. Primero calculamos aij en función de los coeficientes
de la primera y segunda forma fundamental:

−e = −hN ◦ X, Xuu i = h(N ◦ X)u , Xu i = a11 E + a12 F

y análogamente, −f = a11 F + a12 G. Resolviendo este sistema de dos ecuaciones lineales


con incógnitas a11 , a12 se obtienen

f F − eG F e − Ef
a11 = , a12 = .
EG − F 2 EG − F 2
Razonando análogamente con la última ecuación de (5.31) deducimos que

gF − f G F f − Eg
a21 = , a22 = .
EG − F 2 EG − F 2
Ahora sustituı́mos en (5.32) y pasamos todos los sı́mbolos de Christoffel a un lado:

eg − f 2
(Γ211 )v − (Γ212 )u + Γ111 Γ212 + Γ211 Γ222 − Γ112 Γ211 − (Γ212 )2 = E = E · (K ◦ X),
EG − F 2
donde K es la curvatura de Gauss de S. Esto nos da una expresión la curvatura de Gauss
que sólo depende de los sı́mbolos de Christoffel, sus primeras derivadas y E. Por lo obtenido
antes, K podrá expresarse únicamente en términos de los coeficientes de la primera forma
fundamental y sus derivadas parciales hasta el orden 2. A partir de aquı́ es trivial probar
el siguiente resultado:

Teorema 5.8.5 (Teorema Egregium de Gauss) Sea F : S → S 0 una isometrı́a local


entre dos superficies de R3 , con curvaturas de Gauss K, K 0 . Entonces K 0 ◦ F = K, esto
es: las isometrı́as locales conservan la curvatura de Gauss.

Una consecuencia directa del Teorema Egregium de Gauss es que un abierto de esfera
no puede ser isométrico a un abierto del plano, es decir, no podemos trazar mapas sin
distorsionar las distancias, por pequeña que sea la porción de tierra a representar.

Corolario 5.8.3 Sean S, S 0 ⊂ R3 dos esferas y F : U → S 0 una isometrı́a local, donde U


es un abierto conexo de S. Entonces, F es la restricción de un movimiento rı́gido de R3 .
En particular S, S 0 tienen el mismo radio.

Demostración. Por el Corolario 5.8.2, basta probar que ambas esferas tienen el mismo
radio. Esto se deduce del Teorema Egregium de Gauss, ya que la curvatura de una esfera
es el inverso del cuadrado del radio. 2
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 115

5.8.8. Teorema de rigidez de la esfera.


Hemos visto dos resultados de rigidez (Corolarios 5.8.2 y 5.8.3) donde se veı́a la im-
posibilidad de llevar una esfera en otra conservando las longitudes de curvas, ni siquiera
localmente. En esta sección extenderemos este resultado al caso en que la segunda super-
ficie es arbitraria. A cambio, el resultado deberá ser global en vez de local.

Teorema 5.8.6 (Rigidez de las esferas) Sea F : S2 (r) → S una isometrı́a local entre
una esfera de radio r > 0 y una superficie conexa S. Entonces, F es la restricción de un
movimiento rı́gido de R3 (en particular, S es otra esfera de radio r).

Demostración. Por el Corolario 5.8.3, basta probar que S es una esfera. Como F es conti-
nua y S2 (r) compacta, su imagen F (S2 (r)) es un cerrado de S. Como F es un difeomorfismo
local, es una aplicación abierta luego F (S2 (r)) es un abierto de S. Como S es conexa, debe
ser F (S2 (r)) = S luego S es compacta. Por otro lado, el Teorema Egregium de Gauss
asegura que la curvatura de Gauss de S es constante. En estas condiciones, el Teorema de
Hilbert-Liebmann nos dice que S es una esfera. 2
La rigidez de las esferas significa que la geometrı́a global de una esfera está comple-
tamente determinada por la de su primera forma fundamental. Esta propiedad de rigidez
no es exclusiva de las esferas: también la tienen las superficies compactas con curvatura
positiva (ovaloides), pero la demostración es mucho más complicada (ver por ejemplo las
págs. 214–219 del libro de Montiel y Ros, Curves and Surfaces, Graduate texts in
Mathematics 69, AMS-RSME 2005). Sin embargo, existen superficies compactas que no
son rı́gidas, incluso de revolución: en la Figura 5.3 se muestran dos superficies isométricas,
donde la isometrı́a local fija un abierto no trivial de las superficies (luego no puede ser la
restricción de un movimiento rı́gido).

5.8.9. Entornos totalmente normales. Demostración del Teorema de Hopf-


Rinow.
Terminaremos el material adicional con esta sección, cuya dificultad es superior a las
anteriores. La razón de esta dificultad estriba en que necesitaremos estudiar parte de
la geometrı́a en el fibrado tangente a una superficie, que es una variedad diferenciable
de dimensión 4. Este objeto supone un nivel de abstracción superior al de las curvas y
superficies estudiados hasta ahora, y sólo daremos una idea de cómo trabajar sobre el
fibrado tangente para obtener los resultados deseados, más que exponer demostraciones
completamente rigurosas.
Como siempre, S ⊂ R3 denotará una superficie. Recordemos que dado un punto p ∈ S
la exponencial expp está definida en un abierto A(p) ⊂ Tp S que es estrellado respecto al
origen por el Lema de Homogeneidad. La dependencia diferenciable de la solución de un
116 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Figura 5.3: Dos superficies isométricas pero no congruentes.

problema de valores iniciales respecto a las condiciones iniciales nos permite mover el punto
p en S de forma que los correspondientes abiertos A(p) se mueven diferenciablemente al
variar p. Esto se hace dotando rigurosamente dotando al conjunto

T S = {(p, v) | p ∈ S, v ∈ Tp S}

de una estructura diferenciable 4-dimensional. Aquı́ no vamos a entrar a definir en detalle


esta estructura diferenciable; simplemente apuntaremos que el hecho de que una parame-
trización X : U ⊂ R2 → R3 de S alrededor de un punto p ∈ S produce un difeomorfismo
entre U y X(U ) y que dado q ∈ U , el espacio tangente TX (q)S puede identificarse con R2
vı́a dXq , nos permite identificar localmente puntos de T S con listas en R4 , sin más que
asociar, a cada q ∈ X(U ) y v ∈ Tq S, la lista (x, y, a, b) ∈ R4 tal que X(x, y) = q y

v = aXx (x, y) + bXy (x, y).

A T S se le llama el fibrado tangente a S, y puede dotársele de una topologı́a Hausdorff.


Existe un concepto de diferenciabilidad para aplicaciones E definidas sobre abiertos de
T S, que simplemente se traduce en la diferenciabilidad de la correspondiente expresión
local de E en términos de las coordenadas (x, y, a, b) definida arriba, como función de
cuatro variables reales. Esto es justamente lo que ocurre con la proyección canónica

π : T S → S, π(p, v) = p,

y con la aplicación exponencial

exp : A ⊂ T S → S, exp(p, v) = expp v,


5.8. MATERIAL ADICIONAL. 117

donde A = {(p, v) ∈ T S | v ∈ A(v)}, que resulta ser un abierto de T S. Tanto la proyección


π como la exponencial exp son diferenciables en el sentido local anteriormente esbozado.
Notemos que para cada p ∈ S, (p, 0) pertenece a A.
Como en cualquier variedad diferenciable, los teoremas clásicos del Análisis Real siguen
valiendo en T S. Uno de estos resultados clásicos, el Teorema de la Función Inversa, es la
base de la siguiente propiedad.

Proposición 5.8.4 Dado p ∈ S, existen abiertos V ⊂ A y U ⊂ S con (p, 0) ∈ V y p ∈ U ,


tales que la aplicación

(π, exp) : V −→ U ×U
(q, v) 7−→ (q, expq v)

es un difeomorfismo.

Demostración. Por el Teorema de la Función Inversa aplicado a (π, exp) : A → S×S, basta
probar que d(π, exp)(p,0) : T(p,0) A → Tp S × Tp S es un isomorfismo de espacios vectoriales
(aquı́ T(p,0) A es el espacio tangente a A en (p, 0) ∈ A, que puede identificarse con R4 ).
Esto lo haremos viendo que d(π, exp)(p,0) es sobreyectiva, lo que a su vez será consecuencia
de los siguientes dos puntos:

(A) ∀v ∈ Tp S, (v, 0) está en la imagen de d(π, exp)(p,0) .

(B) ∀v ∈ Tp S, (v, v) está en la imagen de d(π, exp)(p,0) .

Sea v ∈ Tp S y α : (−ε, ε) → S una curva diferenciable con α(0) = p, α0 (0) = v.


Tomemos un campo diferentiable a lo largo de α, es decir, una aplicación W : (−ε, ε) → R3
tal que
W (t) ∈ Tα(t) S, ∀t ∈ (−ε, ε),
elegido de forma que W (0) = 0. Ası́, αe := (α, W ) es una curva diferenciable valuada en
TS y αe(0) = (p, 0) ∈ A luego por continuidad de αe y por ser A abierto podemos suponer
e(t) ∈ A para cada t ∈ (−ε, ε). Además,
α
  d 
0 d 
d(π, exp)(p,0) (e
α (0)) = α(t), expα(t) W (t) = v, expα(t) W (t) .
dt 0 dt 0

Supongamos ahora que α es una geodésica en S (luego necesariamente α(t) = γ(t, p, v))
y que W es de la forma W (t) = f (t)α0 (t), donde f : (−ε, ε) → R es una función C ∞ con
f (0) = 0. Ası́,  
0 d 0
α (0)) = v, expα(t) f (t)α (t) .
d(π, exp)(p,0) (e
dt 0
118 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Por otro lado, β(s) = α(t + s) es una geodésica en S con condiciones iniciales β(0) = α(t),
β 0 (0) = α0 (t), y s 7→ expα(t) sα0 (t) es también geodésica en S con las mismas condiciones
iniciales, luego α(t + s) = expα(t) sα0 (t) siempre que |t + s| < ε y |t| < ε. En particular,

α(t + f (t)) = expα(t) (f (t)α0 (t))

para |t| < δ y para cierto δ > 0. Ası́,


 
d
α (0)) = v, α(t + f (t)) = (v, [1 + f 0 (0)]α0 (0)) = (v, [1 + f 0 (0)]v).
d(π, exp)(p,0) (e 0
dt 0

Si tomamos f ∈ C ∞ (−ε, ε) con f (0) = 0, f 0 (0) = −1, lo anterior prueba que (v, 0) está en
la imagen de d(π, exp)(p,0) ; por último, si tomamos f ∈ C ∞ (−ε, ε) con f (0) = 0, f 0 (0) = 0,
tenemos que (v, v) está en la imagen de d(π, exp)(p,0) . 2
El siguiente resultado nos describe una base de la topologı́a del fibrado tangente. Lo
aceptaremos sin demostración, ya que tampoco hemos definido rigurosamente la topologı́a
subyacente a T S.

Lema 5.8.5 Sean W ⊂ S un abierto que contenga a p y δ > 0. Llamemos

W(δ) = {(q, v) ∈ T S | q ∈ W, kvk2 < δ 2 }.

Entonces, la familia de subconjuntos

B(p,0) = {W(δ) | W ⊂ S abierto conteniendo a p, δ > 0}

es una base de entornos abiertos de (p, 0) en la topologı́a de T S.

Teorema 5.8.7 (Entornos totalmente normales) Dado p ∈ S, existen un abierto


W ⊂ S con p ∈ W y un δ = δ(W ) > 0 tales que

1. Para cada q ∈ W , B(q, δ) es bola geodésica (es decir, expq está definida en B(0, δ) ⊂
Tq S y es un difeomorfismo de B(0, δ) en B(q, δ)).

2. Para cada q ∈ W , W ⊂ B(q, δ).

(A este W se le llama un entorno totalmente normal de p).

Demostración. Por la Proposición 5.8.4, existen abiertos V ⊂ A y U ⊂ S con (p, 0) ∈ V


y p ∈ U , tales que (π, exp) : V → U × U es un difeomorfismo. Por el Lema 5.8.5, existe
un abierto W ⊂ S y un δ > 0 tales que p ∈ W y (p, 0) ∈ W(δ) ⊂ V. Veamos que este W
cumple 1: Sea q ∈ W . Como {q} × B(0, δ) ⊂ W(δ) ⊂ V ⊂ A, entonces expq está definida
en B(0, δ) ⊂ Tq S. Además, la restricción del difeomorfismo (π, exp) a {q} × B(0, δ) es
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 119

(q, v) 7→ (q, expp v) (aquı́ q es fijo), luego expq es un difeomorfismo de B(0, δ) en su imagen
y por tanto B(q, δ) es bola geodésica.
Cualquier abierto W1 ⊂ W que contenga a p cumplirá 1 con el mismo δ. Por tanto, para
terminar bastará probar que existe un abierto ∃W1 ⊂ W con p ∈ W1 tal que W1 ⊂ B(q, δ)
para cada q ∈ W1 . Como W(δ) es abierto de T S contenido en V, la Proposición 5.8.4
implica que (π, exp)(W(δ)) es un abierto de U × U que contiene a (p, p), luego existe un
abierto W1 ⊂ W tal que (p, p) ∈ W1 × W1 ⊂ (π, exp)(W(δ)). Esta última inclusión implica
que dado q ∈ W1 , {q} × W1 ⊂ {(q, expq v) | kvk2 < δ 2 } = {q} × B(q, δ). 2

Nota 5.8.1

1. Un entorno totalmente normal es entorno normal de todos sus puntos.

2. Si W es un entorno totalmente normal de p ∈ S con radio asociado δ > 0 y q1 , q2 ∈ W ,


entonces existe una geodésica γ que parte de q1 y llega a q2 : basta considerar la bola
geodésica B(q1 , δ), que contiene a W . Además, γ es la única6 curva C ∞ a trozos con
esos extremos que minimiza la distancia. γ podrı́a no estar contenida en W , aunque
sı́ lo estará en B(q1 , δ). De hecho, puede conseguirse que γ esté contenida en W sin
más que tomar un entorno estrictamente convexo7 dentro de W , subconjunto que
seguirá siendo un entorno totalmente normal de p con el mismo δ asociado.

Recordemos que una curva continua α : [a, b] → S se dice C ∞ a trozos si existen t0 =


a < t1 < . . . < tk = b tales que α|[ti−1,ti ] es diferenciable, ∀i = 1, . . . , k. Si 1 < i < k,
entonces los vectores tangentes α0 (t− 0 +
i ) y α (ti ) existen pero no tienen porqué coincidir. A
t1 , . . . , tk−1 se les llama vértices de α.

Corolario 5.8.4 Sea α : [a, b] → S una curva C ∞ a trozos y [a, b]∗ = [a, b]−{vértices de α}.
Si L(α)ba = d(α(a), α(b)) y existe un c ≥ 0 tal que kα0 k = c en [a, b]∗ , entonces α es una
geodésica (en particular, α es C ∞ ).

Demostración. Basta probar que dado t0 ∈ (a, b), ∃ε > 0 tal que α|[t0 −ε,t0 +ε] es una
geodésica. Fijemos t0 ∈ [a, b] y sea W un entorno totalmente normal de α(t0 ) con radio
asociado δ > 0. Por continuidad, ∃ε > 0 tal que α([t0 − ε, t0 + ε]) ⊂ W . Por la Nota 5.8.1,
existe una geodésica γ uniendo α(t0 − ε) con α(t0 + ε) que además cumple

L(γ) = d(α(t0 − ε), α(t0 + ε)),

γ es la única curva (salvo reparamerizaciones) con sus mismos extremos y la menor


longitud posible.
6
En el sentido del Teorema 5.8.1.
7
No estudiaremos este tipo de entornos.
120 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Como α|[t0 −ε,t0 +ε] tiene los mismos extremos que γ y minimiza la longitud entre ellos
(porque minimiza de a a b), α|[t0 −ε,t0 +ε] es una reparametrización no decreciente de γ,
i.e. α|[t0 −ε,t0 +ε] = γ ◦ φ donde φ es una función derivable a trozos con φ0 ≥ 0 donde
tenga sentido. Como α0 = (γ ◦ φ)φ0 y kα0 k, kγ 0 k son constantes en [t0 − ε, t0 + ε]∗ =
[t0 − ε, t0 + ε] ∩ [a, b]∗ , existirá un c1 ≥ 0 tal que φ0 = c en [t0 − ε, t0 + ε]∗ (ojo: c1
no depende de la componente de [t0 − ε, t0 + ε]∗ ), luego φ es afı́n en cada componente
de [t0 − ε, t0 + ε]∗ , con la misma pendiente en cada componente. Como φ es continua,
concluı́mos que φ no tiene vértices en [t0 − ε, t0 + ε], luego tampoco los tiene α. Por tanto,
α|[t0 −ε,t0 +ε] es una reparametrización afı́n de γ luego α|[t0 −ε,t0 +ε] es geodésica. 2
Aunque no la usaremos, enunciaremos una importante consecuencia de los entornos
totalmente normales sobre unicidad de isometrı́as locales. Grosso modo, las isometrı́as
locales están determinadas por su valor en un punto y por su aproximación lineal en ese
punto, tal y como les ocurre a las geodésicas.

Corolario 5.8.5 Sean f, h : S1 → S2 isometrı́as locales entre dos superficies, con S1


conexa. Supongamos que existe p ∈ S1 tal que f (p) = h(p) y dfp = dhp . Entonces, f = h
en S1 .

Demostración. Sea q ∈ S1 . Como S1 es conexa, existe una curva continua α : [0, 1] → S1


tal que α(0) = p, α(1) = q. Recubrimos α([0, 1]) por entornos totalmente normales Wα(t)
de cada α(t). Por ser α([0, 1]) compacto, podemos extraer un subrecubrimiento finito
Wα(t1 ) , . . . , Wα(tk ) . Reordenando los ı́ndices, podemos suponer Wα(ti−1 ) ∩ Wα(ti ) 6= Ø y
p ∈ Wα(t1 ) , q ∈ Wα(tk ) . Veamos que f = h en Wα(t1 ) y habremos terminado (basta
repetir el proceso hasta llegar a q): Dado x ∈ Wα(t1 ) , existe una geodésica γ de S1 con
γ(0) = p, γ(1) = x. Como f, h son isometrı́as locales, entonces f ◦ γ y h ◦ γ son geodésicas
de S2 . Además tienen las mismas condiciones iniciales, luego f ◦ γ = h ◦ γ, en particular
f (x) = h(x). 2
Empezamos ya los preparativos de la prueba del Teorema de Hopf-Rinow. A partir
de ahora, S ⊂ R3 representará una superficie conexa, lo que nos permite considerar la
distancia d definida en (5.1). Por tanto, (S, d) es un espacio métrico.

Lema 5.8.6 Sea p ∈ S tal que expp está definida en todo Tp S. Entonces, todo punto q ∈ S
puede unirse a p por una geodésica que minimiza la longitud.

Demostración. Fijemos q ∈ S y sea R = d(p, q). Tomemos r > 0 tal que S(p, r) es un
cı́rculo geodésico. ¿Cuál es la dirección del camino más corto de p a q? Sea f : S(p, r) → R
la función distancia a q, f (x) = d(x, q), x ∈ S(p, r). Como S(p, r) es compacta, existe
un punto x0 ∈ S(p, r) donde f alcanza un mı́nimo. Para este x0 , existe un único vector
v ∈ Tp S con kvk = 1 tal que expp (rv) = x0 . Veamos que γ(t) = γ(t, p, v) es la geodésica
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 121

buscada: primero, γ está definida en todo R por hipótesis. Como γ está p.p.a., tenemos
L(γ)t0 = t para cada t > 0. Basta entonces comprobar que γ(R) = q. Sea

A = {t ∈ [r, R] | d(γ(t), q) = R − t}.

A es cerrado (es el conjunto de coincidencia de dos funciones continuas).

Afirmación 5.8.1 r ∈ A (luego A 6= Ø).

Demostración de la Afirmación 5.8.1. R = d(p, q) ≤ d(p, x0 ) + d(x0 , q) = r + d(x0 , q). Por


tanto, d(γ(r), q) = d(x0 , q) ≥ R − r. Veamos que la desigualdad estricta es imposible: por
reducción al absurdo, supongamos d(x0 , q) > R − r. Tomamos ε > 0 tal que R − r + ε <
d(x0 , q). Como R + ε > R = ı́nf{L(α) | α curva uniendo p, q}, existirá una curva C ∞ a
trozos α : [0, 1] → S con α(0) = p, α(1) = q tal que R ≤ L(α) < R + ε. Por conexión,
existe un punto x ∈ α([0, 1]) ∩ S(p0 , r). Ası́, r + L(α)qx ≤ L(α)xp + L(α)qx = L(α) < R + ε
luego d(x, q) ≤ L(α)qx < R − r + ε < d(x0 , q), lo que contradice que x0 es mı́nimo de f .

Afirmación 5.8.2 sup A = R.

Demostración de la Afirmación 5.8.2. sup A existe porque [r, R] es acotado y por la


Afirmación 5.8.1. Basta probar que dado t0 ∈ A con t0 < R, existe δ > 0 tal que
t0 + δ ∈ A. Elegimos δ > 0 tal que t0 + δ ≤ R y S(γ(t0 ), δ) es un cı́rculo geodési-
co. Usando el razonamiento hecho hasta ahora, existirá un punto y0 ∈ S(γ(t0 ), δ) don-
de d(·, q)|S(γ(t0 ),δ) alcanza su mı́nimo. Por la Afirmación 5.8.1 en este caso, tenemos
d(y0 , q) = d(γ(t0 ), q) − δ = R − t0 − δ (porque t0 ∈ A). Sea γ b : [0, δ] → S la única
geodésica tal que γ b(0) = γ(t0 ), γ b(δ) = y0 , L(b γ ) = d(γ(t0 ), y0 ) = δ (nótese que γ b no
t0 ∞
tiene porqué estar definida en todo R). La curva γ|0 ∪ γ b es C a trozos, une p con
y0 y tiene velocidad cte. 1 en norma donde tenga sentido. Si vemos que γ|t00 ∪ γ b mi-
nimiza la longitud entre sus extremos, será diferenciable por el Corolario 5.8.4. Por la
desigualdad triangular, R = d(p, q) ≤ d(p, y0 ) + d(y0 , q) = d(p, y0 ) + R − t0 − δ, luego
d(p, y0 ) ≥ t0 + δ. Entonces L(γ|t00 ∪ γ b) = L(γ|t00 ) + L(b
γ ) = t0 + δ ≤ d(p, y0 ) ≤ L(γ|t00 ∪ γ
b),
t0
luego γ|0 ∪b γ minimiza la longitud entre sus extremos, y por tanto es diferenciable en γ(t0 ).
Como γ|t00 y γ b son geodésicas con las mismas condiciones iniciales en γ(t0 ), coincidirán:
b(t) = γ(t + t0 ), ∀t ∈ [0, δ]. Veamos ya que t0 + δ ∈ A: t0 + δ ≤ R por definición de δ, y
γ
d(γ(t0 + δ), q) = g(b γ (δ), q) = d(y0 , q) = R − t0 − δ. 2
Dado p ∈ S y r > 0 (no necesariamente radio geodésico), denotaremos por Bd (p, r) a
la bola métrica en (S, d) centrada en p y de radio r. Sabemos que para radios geodésicos,
Bd (p, r) = B(p, r) = expp (B(0, r)).

Lema 5.8.7 Sea p ∈ S tal que expp está definida en todo Tp S. Entonces, expp (B(0, r)) =
Bd (p, r) ∀r > 0 (aunque la exponencial no tiene porqué ser un difeomorfismo).
122 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

Demostración. Fijemos r > 0. La inclusión expp (B(0, r)) ⊂ Bd (p, r) se deduce directa-
mente de la definición de distancia (5.1). Recı́procamente, si q ∈ Bd (p, r) entonces el
Lema 5.8.6 implica que existe una geodésica minimizante γ uniendo p con q y p.p.a. Ası́ γ
se escribe γ(t) = expp (tγ 0 (0)) luego q = γ(d(p, q)) = expp (d(p, q)γ 0 (0)) ∈ expp (B(0, r)). 2

Lema 5.8.8 Sea γ : [0, t0 ) → S una geodésica para la que existe el lı́mite q = lı́mt→t− γ(t) ∈
0
S. Entonces, γ puede extenderse como geodésica a [0, t0 + ε) para cierto ε > 0, con
γ(t0 ) = q.

Demostración. Claramente podemos suponer γ p.p.a. Tomemos un entorno totalmente


normal W de q, con radio asociado δ > 0. Como la curva γ : [0, t0 ] → S dada por

γ(t) si 0 ≤ t < t0
γ(t) =
q si t = t0

es continua y γ(t0 ) = q ∈ W que es abierto, existe t1 ∈ [0, t0 ) tal que γ((t1 , t0 ]) ⊂ W . Como
q = lı́mt→t− γ(t), podemos tomar t0 ∈ (t1 , t0 ) tal que d(γ(t0 ), q) ≤ 2δ . Como γ(t0 ) ∈ W y
0
éste es un entorno totalmente normal, B(γ(t0 ), δ) es bola geodésica. Por tanto, todas las
geodésicas radiales p.p.a. saliendo de γ(t0 ) están definidas al menos, en (−δ, δ). Como γ
es una de estas geodésicas radiales salvo una traslación de parámetro, deducimos que γ
está definida en [t0 , t0 + δ] y minimiza la longitud de γ(t0 ) a γ(t0 + δ). Como d(γ(t0 ), q) ≤ 2δ ,
en particular γ está definida en t0 , donde toma el valor q. 2
Demosración del Teorema de Hopf-Rinow, enunciado en el Teorema 5.7.1.

1 ⇒2. Sea p ∈ S. Probar que expp está definida en todo Tp S equivale a demostrar que
para cada vector v ∈ Tp S con kvk = 1, la geodésica γ(t) = expp (tv) está definida en
todo R. Supongamos entonces que para un v ∈ Tp S con kvk = 1, γ(t) está definida
en [0, t0 ) pero no en t0 (sabemos que γ está definida al menos en un entorno de
cero). Si probamos que existe el lı́mite lı́mt→t− γ(t) ∈ S, entonces el Lema 5.8.8
0
producirá la contradicción buscada. Sea {tk }k ⊂ [0, t0 ) con tk % t0 . {γ(tk )}k es
una sucesión de Cauchy en (S, d) porque d(γ(tk ), γ(tl )) ≤ L(γ)ttlk = |tk − tl |. Como
(S, d) es un espacio métrico completo, {γ(tk )}k es convergente luego existe q ∈ S
tal que γ(tk ) → q cuando k → ∞. Para probar que lı́mt→t− γ(t) = q, veremos que
0
lı́mt→t− d(γ(t), q) = 0: Fijo t ∈ [0, t0 ). Entonces, d(γ(t), γ(tk )) ≤ L(γ)ttk = |t − tk |.
0
Tomando k → ∞, tendremos d(γ(t), q) ≤ |t−t0 |, y esto es cierto para cada t ∈ [0, t0 ).
Por tanto 0 ≤ lı́mt→t− d(γ(t), q) ≤ lı́mt→t− |t − t0 | = 0 luego lı́mt→t− γ(t) = q.
0 0 0

2 ⇒3. Evidente.
5.8. MATERIAL ADICIONAL. 123

3 ⇒4. En un espacio métrico, todo compacto es cerrado y acotado. Recı́procamente, si


A ⊂ S es cerrado y acotado, entonces A ⊂ Bd (p, R) para cierto R > 0 (p es el punto
de S donde suponemos que expp está definida en todo Tp S). Por el Lema 5.8.7,
Bd (p, R) = expp (B(0, R)) ⊂ expp (B(0, R)). Como expp (B(0, R)) es imagen continua
de un compacto, también es compacto. Como A es cerrado dentro de un compacto,
también será compacto.

4 ⇒1. Sea {pk }k ⊂ S una sucesión de Cauchy respecto a la distancia d. Como {pk }k es
acotada, existe R > 0 tal que {pk }k ⊂ Bd (p, R), que es compacto (p es cualquier
punto de S). Por tanto, {pk }k admite una parcial convergente. Pero una sucesión de
Cauchy con una parcial convergente es ella misma convergente.

Finalmente, la última afirmación del Teorema 5.7.1 es consecuencia de Lema 5.8.6. 2


124 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

5.9. Ejercicios.
1. Sea γ : [a, b] → S2 (p0 , r) una curva p.p.a. con valores en la esfera de radio r > 0 y
centro p0 ∈ R3 . Demostrar que γ es una geodésica si y sólo si r2 γ 00 + γ − p0 = 0 en
[a, b]. Integrar esta EDO para deducir que

γ(t) = p0 + cos(t/r)p + sin(t/r)rv,

donde p ∈ S2 (p0 , r) y v ∈ Tp S2 (p0 , r), kvk = 1.

2. Sea γ : [a, b] → C una curva p.p.a. con valores en el cilindro C = {(x, y, z) | x2 +y 2 = 1}.
Demostrar que γ es una geodésica si y sólo si

x00 + [1 − (z 0 )2 ]x = 0, y 00 + [1 − (z 0 )2 ]y = 0, z 00 = 0 en [a, b],

donde γ(t) = (x(t), y(t), z(t)). Integrar esta EDO para deducir que

γ(t) = (x0 cos(at) − y0 sin(at), y0 cos(at) + x0 sin(at), bt + z0 ) ,

donde (x0 , y0 , z0 ) ∈ C y (a, b) ∈ S1 (1) ⊂ R2 .

3. Probar que todo meridiano (convenientemente parametrizado) de una superficie de re-


volución es una geodésica. Por meridiano se entiende la imagen de la curva generatriz
por un giro alrededor del eje de rotación. Demostrar también que un paralelo (es decir,
la circunferencia obtenida al girar un punto p0 de la curva generatriz) es una geodésica
si y sólo si p0 está a distancia crı́tica al eje de giro.

4. Demostrar que dado un punto p = (x, y, z) en el cilindro C = {x2 + y 2 = 1}, la


exponencial expp : Tp C = {(−ay, ax, b) | (a, b) ∈ R2 } → C viene dada por:

expp (−ay, ax, b) = (x cos a − y sin a, y cos a + x sin a, b + z) .

Demostrar que la restricción de expp es a U = {(−ay, ax, b) ∈ Tp C | − π < a < π}


es un difeomorfismo, y que el correspondiente entorno normal V = expp (U ) es V =
C − {(−x, −y, λ) | λ ∈ R}.

5. Sea α : [a, b] → S una curva diferenciable en una superficie S. Se define la energı́a de α


como Z b
E(α) = kα0 (t)k2 dt.
a
Demostrar que la relación entre la energı́a y la longitud es

L(α)2 ≤ (b − a)E(α),

y que la igualdad es cierta si y sólo si α está parametrizada proporcionalmente al arco.


5.9. EJERCICIOS. 125

6. Sea F : [a, b] × (−ε, ε) → S una variación diferenciable de una curva α : [a, b] → S en


una superficie S, con campo variacional V . Probar que si definimos EF (s) = E(Fs )
(energı́a de la curva longitudinal Fs ), entonces la primera fórmula de variación de la
energı́a viene dada por
Z b
1 0 0 0
E (0) = hV (b), α (b)i − hV (a), α (a)i − hV (t), α00 (t)i dt.
2 F a

Deducir que EF0 (0) = 0 para toda variación propia de α si y sólo si α es una geodésica.
En este sentido, la energı́a es un funcional más apropiado para estudiar geodésicas que
la longitud, que no distingue reparametrizaciones.

7. Probar que si γ : [a, b] → S es una curva diferenciable que minimiza la longitud entre
todas las curvas con sus mismos extremos, y γ está parametrizada proporcionalmente
al arco, entonces γ minimiza la energı́a entre todas las curvas con sus mismos extremos
(en particular, γ es una geodésica).

8. Probar que si γ : [a, b] → S es una curva diferenciable que minimiza la energı́a entre
todas las curvas con sus mismos extremos, entonces γ es una geodésica y minimiza la
longitud entre todas las curvas con sus mismos extremos.

9. Triedro y ecuaciones de Darboux.


Sea S ⊂ R3 una superficie orientable con aplicación de Gauss N : S → S2 y segunda
forma fundamental asociada σ. Dada una geodésica p.p.a. γ : I → S definida sobre un
intervalo I ⊂ R, se definen

T = γ0, Nγ = N ◦ γ, B = T × Nγ 0 .

Ası́, T, Nγ , B : I → S2 son aplicaciones diferenciables y {T, Nγ , B} forman una base


ortonormal positiva de R3 (llamada triedro de Darboux) con T (t), B(t) ∈ Tγ(t) S para
cada t ∈ I. Probar las siguientes igualdades (ecuaciones de Darboux):
 0
 T = σγ (T, T )Nγ ,
(Nγ )0 = −σγ (T, T )T − σγ (T, B)B,
 0
B = σγ (T, B)Nγ 0 .

10. (A) Sea p un punto de una superficie orientable S ⊂ R3 y v ∈ Tp S, kvk = 1, tal


que σp (v, v) 6= 0, donde σ es la segunda forma fundamental de S asociada a una
aplicación de Gauss N . Supongamos que la geodésica γ : I → S con condiciones
iniciales γ(0) = p, γ 0 (0) = v es plana, es decir existen p0 , a ∈ R3 , kak = 1, tales
que
hγ(t) − p0 , ai = 0,
126 CAPÍTULO 5. CURVAS GEODÉSICAS.

para todo t ∈ I. Usar las ecuaciones de Darboux para probar que existe un intervalo
abierto J ⊂ I que contiene a cero tal que γ 0 × Nγ = ±a en J y que dNp (v) es
paralelo a v (es decir, v es un vector propio de dNp ).
(B) Probar que si todas las geodésicas de una superficie conexa son curvas planas,
entonces la superficie es totalmente umbilical, esto es, es un abierto de un plano o
de una esfera.

(Material adicional). Los ejercicios que siguen se refieren al material adicional de


este capı́tulo.

11. Sea γ : [a, b] → S una geodésica en una superficie S ⊂ R3 y F : [a, b] × (−ε, ε) → S una
variación diferenciable de γ con campo variacional V . En este ejercicio probaremos la
segunda fórmula de variación de la energı́a. Para ello seguiremos los siguientes pasos.

(A) Deducir de la primera fórmula de variación de la energı́a que


T
∂F ∂F b
Z b
∂F ∂ 2 F
  
1 0
(5.33) E (s) = h , i − h , i dt,
2 F ∂s ∂t a a ∂s ∂t2

donde [·]T denota parte tangente a S.


(B) Derivar en s = 0 la expresión (5.33) obteniendo
 2 b
1 00 ∂ F b
EF (0) = h 2 (t, 0), γ 0 (t)i + hV (t), V 0 (t)i a − E1 ,

2 ∂s a

donde " T #
b
∂2F
Z

E1 = hV (t), (t, 0)idt.
a ∂s ∂t2

(C) Demostrar
 que en cualquier (t, s), la componente tangente a la superficie del vector
2
T  
2
T 
∂ ∂ F ∂ ∂ F
∂s ∂t2
− ∂t ∂t∂s es

h ∂F ∂F ∂F
− h ∂F ∂F ∂F
   
∂t , dNF ∂t idNF ∂s ∂t , dNF ∂s idNF ∂t ,

donde N representa una aplicación de Gauss (local) de S. Probar que la última


expresión es igual a

(K ◦ F ) k ∂F 2 ∂F ∂F ∂F ∂F

∂t k ∂s − h ∂t , ∂s i ∂t ,

donde K es la curvatura de Gauss de S (indicación: para esto último, discutir si en


un (t, s), los vectores ∂F ∂F
∂t , ∂s son linealmente dependientes o independientes).
5.9. EJERCICIOS. 127

(D) Deducir que la segunda variación de la energı́a es


 2 b Z b Z b
1 00 ∂ F 0
k(V 0 )T k2 dt− (K◦γ) kγ 0 k2 kV k2 − hγ 0 , V i2 idt.
 
EF (0) = h (t, 0), γ (t)i +
2 ∂s a a a

12. Sea γ : [a, b] → S una geodésica en una superficie S ⊂ R3 . Consideremos el espacio


vectorial Ωγ,0 de los campos diferenciables a lo largo de γ, tangentes a S y que se
anulan en a y en b. Se define la forma ı́ndice Iγ : Ωγ,0 × Ωγ,0 → R como la forma
bilineal simétrica asociada a la forma cuadrática
Z b
k(V 0 )T k2 − (K ◦ γ) kγ 0 k2 kV k2 − hγ 0 , V i2 dt.
  
Iγ (V, V ) =
a
Deducir de la segunda fórmula de variación de la energı́a que para cualquier variación
propia F de γ, se tiene
1 00
E (0) = Iγ (V, V ),
2 F
donde V es el campo variacional de F . En particular, si γ minimiza la energı́a entre sus
extremos, entonces Iγ es semidefinida positiva.
13. El radical de la forma ı́ndice definida en el ejercicio anterior es
Rad(Iγ ) = {V ∈ Ωγ,0 | Iγ (V, W ) = 0, ∀ W ∈ Ωγ,0 }.
Un campo diferenciable V a lo largo de la geodésica γ, tangente a S, se dice un campo
de Jacobi si cumple la ecuación diferencial ordinaria lineal
(V 00 )T + (K ◦ γ) kγ 0 k2 V − hγ 0 , V iγ 0 = 0 en [a, b].
 

Denotaremos por Jγ al espacio vectorial (4-dimensional) de campos de Jacobi a lo largo


de γ. Probar que Jγ ∩ Ωγ,0 = Rad(Iγ ).
14. Sea γ : [a, b] → S una geodésica no constante en una superficie S ⊂ R3 .
(A) Dada f ∈ C ∞ ([a, b]), demostrar que f γ 0 ∈ Jγ (campo de Jacobi) si y sólo si f es
una función afı́n. Probar también que todo V ∈ Jγ se descompone de forma única
como V = f γ 0 + V ⊥ , donde f es una función afı́n y V ⊥ ∈ Jγ es ortogonal a γ 0 en
todo instante.
(B) Probar que si V ∈ Jγ es ortogonal a γ 0 en dos instantes distintos t1 , t2 ∈ [a, b],
entonces V ⊥ γ 0 , y que la misma conclusión se da si existe t1 ∈ [a, b] tal que
V (t1 ), V 0 (t1 ) son ortogonales a γ 0 (t1 ).
(C) Deducir que la dimensión del radical de Iγ es menor o igual que 1 (indicación:
probar que Rad(Iγ ) ⊂ ker(φ), donde φ : {V ∈ Jγ | V (a) = 0} → {f : [a, b] →
R | f afı́n, f (a) = 0} es la proyección φ(V ) = f , donde V = f γ 0 + V ⊥ es la
descomposición del apartado (A)).

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