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Introducción

Este trabajo evidencia la emergencia y las consecuencias que trajo lo ocurrido en el


pozo Lizama ubicado en el corregimiento La Fortuna Santander, en el cual ocurrió
un derrame inicial de 500 barriles, los cuales afectaron de manera negativa cada
una de las orillas de las quebradas La Lizama, Caño Muerto y el Río Sogamoso.
Días después Ecopetrol anunció que el afloramiento del pozo se detuvo, de esta
manera se iniciaron todo tipo de trabajos para lograr cerrar de manera definitiva el
lugar y proceder al sellamiento total del mismo.

Se calcula que hubo un derrame total de 23.000 barriles los cuales dejaron varios
afectados, 21 familias las cuales tuvieron que ser reubicadas, 3.157 árboles, más de
2.442 animales murieron; y 1.429 fueron rescatados y liberados. Los ganaderos
fueron unos de los más afectados ya que más de 16.000 animales quedaron sin
lugar en dónde poder pastar, a causa del intenso verano que vivió la zona los pastos
de las llanuras más altas se encuentran totalmente secos.

Este desastre ocasionó que los pobladores tuvieran que incurrir en gastos extras
para así poder hacer la compra de alimento para todo su ganado. Esto generó que
Ecopetrol tomara la decisión de reubicar a las comunidades afectadas que vivían
cerca de la ronda de los cuerpos de agua, pero sin sus cultivos y animales, estos
tuvieron que quedarse en las tierras afectadas sin nadie que pudiera cuidar de ellos.

De acuerdo a lo ocurrido, Ecopetrol afirmó que no hay presencia de crudo en las


aguas de las quebradas La Lizama y Caño Muerto, e implementaron cercas de 141
barreras las cuales se están utilizando de manera preventiva para evitar que el
crudo se filtre y afecte las quebradas.

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