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Magistrado Ponente Doctor ELADIO RAMÓN APONTE APONTE
 
 
El 1° de noviembre de 2010, se presentó ante la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia, una solicitud de avocamiento interpuesta por los
ciudadanos abogados Nelson Ramírez Torres, Fernando Ovalles Rodríguez y
Heriberto Durán Ortiz, inscritos en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo
los números 8.447, 18.676 y 57.205, respectivamente,actuando en su carácter de
defensores privados de la ciudadana MARÍA ALEXANDRA PÉREZ-VERA
HERRERA, titular de la cédula de identidad N° 9.967.743, en la causa N° 44C-
15228-10, que cursa en contra de su defendida ante el Juzgado Vigésimo Segundo
en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, por la presunta comisión de los delitos de aprovechamiento de acto falso
y fraude, tipificados en los artículos  322 y 463 (numeral 3) del Código Penal del
Código Penal, respectivamente, en perjuicio de las ciudadanas María Elena Covian
Díaz y Kaihang Zhao.
 
El 2 de noviembre de 2010, se dio cuenta en la Sala de Casación Penal de la
presente solicitud y se designó ponente a la Magistrada Doctora Miriam Del Valle
Morandy Mijares.
 
El 7 de diciembre de 2010, en virtud de la designación de los Magistrados y
Magistradas (Principales y Suplentes) del Tribunal Supremo de Justicia, realizado
por la Asamblea Nacional y publicado en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela bajo el N° 39.569, asumió la ponencia la Magistrada
Doctora Ninoska Beatriz Queipo Briceño.
 
El 1° de marzo de 2011, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de
Justicia admitió la solicitud de avocamiento, ordenó la remisión de la causa con
todos sus recaudos y la paralización del proceso.
 
El 14 de marzo de 2011, se dio entrada al expediente original
N° 44°C-15228-10, relativo al juicio seguido contra la ciudadana María Alexandra
Pérez-Vera Herrera, remitido por el Juzgado Cuadragésimo Cuarto de Control del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas.
                        El 28 de julio de 2011, se reasignó la ponencia, correspondiendo al
Magistrado Doctor Eladio Ramón Aponte Aponte, quien con tal carácter, suscribe la
presente decisión.
 
La ciudadana Julimer Hiliana Márquez Mendoza, Fiscal Décima Sexta (E)
del Ministerio Público de la Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, al presentar formal acusación, el 27 de julio de 2010, contra  la ciudadana
María Alexandra Pérez-Vera Herrera, señaló los hechos siguientes:
 
“…En fecha 18/03/2009, en horas imprecisas, el
ciudadano CLAUDIO DI PIETRO CALANGELO, efectuó la
compra de una vivienda ubicada en la Urbanización La Floresta
del Municipio Chacao del Estado Miranda, la cual era propiedad
de la ciudadana MARIA ALEXANDRA PÉREZ-VERA
HERRERA, quien le efectúa la venta del bien inmueble. Sin
embargo, en fecha 02/04/2009, es decir, Quince (15) días después
de la compra de la vivienda, el ciudadano CLAUDIO Dl PIETRO
CALANGELO, presuntamente vende la vivienda a la anterior
dueña, la ciudadana MARIA ALEXANDRA PEREZ-VERA
HERRERA, quien a su vez, vende nuevamente el inmueble a una
tercera persona. Sin embargo, el ciudadano CLAUDIO DI
PIETRO CALANGELO, fallece a los pocos meses, y momento en
el cual la viuda del mismo, ciudadana MARÍA ELENA COVIAN
DIAZ, efectúa la declaración sucesoral, se da cuenta que la
vivienda que ella creía dentro de su patrimonio, al parecer había
sido vendida nuevamente por su esposo, sin el consentimiento de
ella, por lo que decide buscar la documentación de las compras y
ventas efectuadas, hallando dichos documentos en los documentos y
notarías correspondientes, percatándose que la firma y las huellas
dactilares donde presuntamente su esposo le vendía nuevamente la
casa a la ciudadana MARIA ALEXANDRA PÉREZ-VERA
HERRERA, no correspondían a las de su esposo, incurriendo en
fraude ante la Notaría en la cual se realizó la autenticación del
documento; y, a pesar de ello, la ciudadana MARÍA
ALEXANDRA PÉREZ-VERA HERRERA, había vendido
nuevamente la casa, a sabiendas que la propiedad aun le seguía
perteneciendo al ciudadano CLAUDIO DI PIETRO
CALANGELO, por cuanto el documento de la presunta venta que
éste le hacía a aquella, era falso…(sic)”. (Negrillas y mayúsculas
del Ministerio Público).
 
El ciudadano Eduin Daniel Villasmil, Fiscal Auxiliar Décimo Noveno del
Área Metropolitana de Caracas, presentó acusación formal el 8 de diciembre de
2010, contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, y señaló los hechos
siguientes:
 
“…María Alexandra Pérez-Vera Herrera, aprovechándose de
un acto falso, como lo fue el documento autenticado y su
posterior protocolización de la supuesta venta que le hiciera
Claudio Di Pietro Calangelo, documento que resultó ser falso,
en virtud que no fueron firmados por los otorgantes (Claudio
Di Pietro Calangelo, y María Alexandra Pérez-Vera
Herrera), ni sus huellas dígitos pulgares impresas
corresponde a ellos; sin embargo la imputada valiéndose de
este acto falso, documento que de manera dolosa fue
insertado en el Registro público Inmobiliario y a sabiendas
que el bien inmueble tipo casa quinta no era de ella por
cuanto ya existía una primera venta registrada a favor del hoy
occiso Claudio Di Pietro Calangelo, optó por venderlo como
propio a la ciudadana Kaihang Zhao, materializándose de
esta manera los ilícitos penales citados en perjuicio de las
ciudadanas: MARÍA ELENA COVIAN DÍAZ, Viuda del
ciudadano Claudio Di Pietro Calangelo y Kaihang Zhao…
(sic)”. (Mayúsculas del Ministerio Público).
                                                                
                                                      I
            A juicio de la Sala, es oportuno hacer referencia a las incidencias de este
proceso, de la manera siguiente:
 
            El presente proceso comenzó, con la denuncia efectuada el 1° de marzo de
2010, ante la División Contra la Delincuencia Organizada del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, por la ciudadana Maria Elena
Covián Díaz, según consta en los folios 1 y 2 del la pieza N° 1 del expediente.
 
            El propio 1° de marzo de 2010, es notificado el Fiscal Superior del
Ministerio Público de la Circunscripción Judicial Área Metropolitana de Caracas, de
la referida denuncia, como se desprende del folio 21 de la pieza N° 1 del
expediente.
 
            El 10 de marzo de 2010, la Fiscal Décima Sexta del Ministerio Público del
Área Metropolitana de Caracas, ordenó la apertura de la investigación, como se
percibe en el folio 25 de la pieza N° 1 del expediente.
 
            La Fiscal Décima Sexta del Ministerio Público del Área Metropolitana de
Caracas, el 21 de mayo de 2010, solicitó la privación judicial preventiva de libertad
contra la ciudadana  María Alexandra Pérez-Vera Herrera, acompañando los
recaudos de rigor, correspondiéndole conocer y decidir al Juzgado Vigésimo
Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, como consta en los folios 165 al 174 de la pieza N° 1 del
expediente.
 
            Por su parte, el 27 de mayo de 2010, el Juzgado Vigésimo Segundo en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, decretó la privación judicial preventiva de libertad contra la
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, expidiéndose la respectiva orden
de aprehensión, según se observó en los folios 175 al 191 de la pieza N° 1 del
expediente.
 
            El 14 de abril de 2010, la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, se
presentó voluntariamente a la sede del Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, como consta
en los folios 194 y 195 de la pieza N° 1 del expediente.
 
            El 15 de junio de 2010, se llevó a cabo la audiencia para oír a la
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, ante el Juzgado Vigésimo Segundo
en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, en cuya oportunidad, luego de oír a la imputada y a las demás partes,
procedió a acordar en esa misma oportunidad, la continuación de la investigación
por el proceso ordinario, decidiendo además, mantener la privación judicial
preventiva de libertad contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera y
emitiendo su decisión motivada correspondiente a la medida de coerción dictada,
constando todo en los folios 203 al 234 de la pieza N° 1 del expediente.
 
            La defensa de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, ejerció el
recurso de apelación contra la privación judicial preventiva de libertad, siendo
declarado sin lugar el 4 de agosto de 2010, por la Sala N° 4 de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, como
consta en los folios 128 al 165 de la pieza de apelación II.
 
            El 7 de julio de 2010, el Ministerio Público solicitó la prórroga para emitir el
correspondiente acto conclusivo, la cual fue acordada por el Juzgado Vigésimo
Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, mediante auto pronunciado el 12 de julio de 2010, como
riela en los folios 84 al 92 de la pieza N° 2 del expediente. 
 
            La ciudadana Fiscal Décima Sexta del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, presentó acusación
formal contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, el 27 de julio de
2010, como consta en los folios 121 al 133 de la pieza N° 2 del expediente, por los
delitos de falsificación de documento, uso de documentos falsos y fraude,
tipificados en los artículos 319, 322 y 463 (numeral 3) del Código Penal,
respectivamente, solicitando además, el mantenimiento de la privación judicial
preventiva de libertad.
 
            La defensa de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, solicitó la
revisión de la medida de privación judicial preventiva de libertad, y el
Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, decidió por auto del 13 de agosto de 2010, negar tal
solicitud de revisión, como se percibe en los folios 192 al 195 de la pieza N° 2 del
expediente.
 
            La defensa de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, contestó
mediante escrito consignado el 8 de septiembre de 2010, la acusación fiscal,
quedando inserta en los folios 227 al 257 de la pieza N° 2 del expediente.
 
            La defensa de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, solicitó al
Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, de conformidad con lo establecido en el artículo 34
del Código Orgánico Procesal Penal, la extensión jurisdiccional en la presente
causa, constando el respectivo escrito en los folios 2 al 17 de la pieza N° 3 del
expediente.
 
            El Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, mediante auto dictado el 13 de septiembre
de 2010 (folio 154 de la pieza N° 3 del expediente), acordó pronunciarse sobre esa
solicitud, en el marco de la audiencia preliminar a efectuarse.
 
            El 14 de septiembre de 2010, la defensa de la ciudadana María Alexandra
Pérez-Vera Herrera, solicitó al Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control
del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, la nulidad absoluta
(con base en los artículos 190 y 191 del Código Orgánico Procesal Penal), de la
solicitud fiscal de privación judicial preventiva de libertad, del auto que acordó
dicha medida de coerción, también del acto de imputación realizado en la audiencia
para oír a la imputada, como de la solicitud de prórroga concedida al Ministerio
Público para emitir el respectivo acto conclusivo, del auto que acordó conceder la
prórroga concedida al Ministerio Público para emitir el respectivo acto conclusivo y
por último, de la acusación formulada por el Ministerio Público contra su defendida.
 
            El 23 de septiembre de 2010, el Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, dictó un auto
conforme el cual, acordó decidir en el marco de la audiencia preliminar a llevarse a
cabo, la solicitud de nulidad absoluta impetrada por la defensa de la
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, como consta en los folios 213 y
214 de la pieza N° 3 del expediente.
 
            Posteriormente, la defensa de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera
Herrera, ejerció el recurso de apelación contra el auto emitido el 23 de septiembre
de 2010 por el JuzgadoVigésimo Segundo en Funciones de Control del mismo
Circuito Judicial Penal.
 
            La Sala N° 4 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, el 21 de enero de 2011, declaró sin lugar el aludido
recurso de apelación, confirmando la validez del auto pronunciado el 23 de
septiembre de 2010 por el Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control del
mismo Circuito Judicial Penal.
 
            La defensa de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, el 22 de
septiembre de 2010, presentó demanda de simulación y nulidad de venta contra los
herederos del ciudadano Claudio Di Pietro Calangelo, cuya copia corres inserta en
los folios 221 al 244 de la pieza N° 3 del expediente.
 
            El 11 de octubre de 2010, la defensa de la ciudadana María Alexandra
Pérez-Vera Herrera, solicitó nuevamente al Juzgado Vigésimo Segundo en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, la nulidad absoluta (con base en los artículos 190 y 191 del Código
Orgánico Procesal Penal), de la solicitud fiscal de privación judicial preventiva de
libertad, del auto que acordó dicha medida de coerción, también del acto de
imputación realizado en la audiencia para oír a la imputada, como de la solicitud de
prórroga concedida al Ministerio Público para emitir el respectivo acto conclusivo,
del auto que acordó conceder la prórroga concedida al Ministerio Público para
emitir el respectivo acto conclusivo y por último, de la acusación formulada por el
Ministerio Público contra su defendida, como consta en los folios 17 al 35 de la
pieza N° 4 del expediente.
 
            El 8 de diciembre de 2010, el ciudadano Eduin Daniel Villasmil, Fiscal
Auxiliar Décimo Noveno del Área Metropolitana de Caracas, presentó ampliación a
la acusación formal contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, como
consta en los folios 108 al 128 de la pieza N° 4 del expediente, por los delitos
de aprovechamiento de acto falso y fraude, tipificados en los artículos  322 y 463
(numeral 3) del Código Penal, respectivamente, solicitando además, el
mantenimiento de la privación judicial preventiva de libertad.
 
            El 24 de enero de 2011, la defensa de la ciudadana María Alexandra Pérez-
Vera Herrera, solicitó la revisión de la medida de privación judicial preventiva de
libertad a favor de su defendida, cuyo escrito riela en los folios 167 al 182 de la
pieza N° 4 del expediente.
 
            Por su parte, el Juzgado Cuadragésimo Cuarto en Funciones de Control del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, por auto del 27 de enero
de 2011, acordó mantener dicha medida de coerción, vistos los folios 183 al 193 de
la pieza N° 4 del expediente.
 
            El Juzgado Cuadragésimo Cuarto en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas ha convocado a las partes a la
audiencia preliminar, sin haberse efectuado la misma.
                                                                 
                                                                   II
                         FUNDAMENTOS DE LA SOLICITUD
 
Los solicitantes sustentaron su petición de avocamiento, en los términos
siguientes:
 
“…LA INVESTIGADA nunca fue citada.
Desde la página 2 hasta la 5, la decisión de  LA SALA 4
menciona los 18 argumentos en los que LA INVESTIGADA
fundamentó la apelación que interpuso contra la orden de
aprehensión dictada por JUZGADO DE CONTROL (…)
LA SALA 4 reseña, entonces, que LA INVESTIGADA, cuando
apeló de la orden de aprehensión dictada en su contra, alegó
su nulidad por no haber sido notificada por LA FISCALÍA de
la existencia de una investigación en su contra. A pesar de
ello, LA SALA 4  no se pronunció acerca de tal alegato
trascendental, por la lesión que tal omisión fiscal causó al
derecho a la defensa de LA INVESTIGADA–, infringiendo así
la prohibición establecida en el artículo 8 del COPP (sic),
(…)
La investigación se hizo a espaldas de LA INVESTIGADA. En
el expediente no consta diligencia alguna para citarla (…) En
el expediente no existe boleta alguna. La defensa no pudo ser
ejercida, porque hubo diligencias de investigación contra
MARÍA en las que no pudo intervenir personalmente con sus
abogados, pues ella jamás fue citada.
La investigación comenzó con la denuncia presentada, el 1°
de marzo de 2010, por la ciudadana MARÍA ELENA COVIAN
DÍAZ en la División contra Delincuencia Organizada del
Cuerpo de Investigaciones Penales, Científicas y
Criminalísticas  (CICPC), en la que, entre otras afirmaciones,
dijo ‘…comparezco por ante (sic) este despacho con la
finalidad de denunciar a una señora de nombre María
Alexandra Pérez-Vera Herrera…’.
A pesar de que MARÍA fue señalada por la denunciante en la
denuncia, y no obstante que durante marzo y abril de 2010 se
realizaron sin contratiempo las diligencias de investigación,
sin embargo la fiscal nunca pensó en su obligación de citarla
para imputarla formalmente (…)
Cuando solicitó la orden de aprehensión… la fiscal señaló
como residencia de MARÍA ‘el Sector Los Freiles, calle El
Tranvía, casa N° 147, Catia, Municipio Libertador, Caracas-
Distrito Capital’. Y se limitó a decir, en la primera página,
que ‘existen fundados elementos de convicción’; que existe
‘peligro de fuga dada la pena’ y de ‘obstaculización a la
búsqueda de la verdad’. A ello agregó en el petitorio el último
aparte del artículo 250 del COPP (sic) … e invocó la
aplicación de la sentencia N° 1381, del 30-10-2009, de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, para ‘evitar
que se sustraiga de las resultas de la presente investigación’.
(…)
2.- La orden de aprehensión
Esa solicitud fue acogida por EL JUZGADO DE CONTROL
mediante auto dictado el 27-5-2010…en la cual aquél (sic)
expresó (página 12) que de las actas procesales ‘se puede
constatar que estamos en presencia de la presunta comisión
del delito de Forjamiento de Documentos, Uso de
Documentos Falsos o Alterados, (sic) y Defraudación,
previsto y sancionado (sic) en el artículos 319, 322 y el
numeral 3 del artículo 463, todos del Código Penal vigente,
cuya acción no se encuentra evidentemente prescrita’; que
asimismo ‘se evidencia la existencia de irrefutables
argumentos que permiten estimar que la ciudadana…
participó de manera activa en el hecho en el cual le vendió un
inmueble al fallecido esposo de la ciudadana Maria (sic)
Elena Covian Díaz, el hoy occiso (¿?) (sic) ciudadano
Claudio Di Pietro Calanñelo (sic), por el valor de quinientos
mil bolívares fuertes (Bs 500.000,00 (,)(sic)  siendo que al
poco tiempo e haberse efectuado dicha venta, el ciudadano
antes mencionado presuntamente le vuelve a vender el
inmueble a la vendedora, manifestando la denunciante
desconocer la firma de la segunda venta, presuntamente
efectuada por su fallecido esposo…’.
3.- La ausencia de imputación de LA INVESTIGADA
A nuestra representada nunca le fue comunicada la existencia
de la investigación, ni fue previamente imputada de los
presuntos hechos punibles por los cuales fue expresamente
denunciada. (…)
De allí que incurriendo en fraude al COPP (sic) –por haber
omitido el acto formal de imputación y escudarse tras la
mentira  que la investigada no tenía domicilio conocido–, la
prenombrada FISCAL MÁRQUEZ, para, con manifiesto
abuso de poder, solicitar que LA INVESTIGADA fuese
detenida, invocó en apoyo de su solicitud –manipulándola– la
sentencia N° 1381, dictada por la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia (…)
EL JUZGADO DE CONTROL, sin reparar en la
contradicción contenida en LA SOLICITUD DE ORDEN DE
APREHENSIÓN (…) también abusando de su poder, decretó
la privación de libertad mediante auto dictado el 27-5-2010.
(…)
Es evidente que LA FISCAL MÁRQUEZ interpretó
antojadizamente esa sentencia N° 1381, por cuanto -para
complacer a la denunciante- acogió de ella sólo lo relativo a
la facultad del Ministerio Público de solicitar una orden de
aprehensión contra una persona, sin haberla previamente
imputado, pero ignoró lo referente a que esa persona debe ser
imputada en la audiencia de presentación a que se contrae el
artículo 250 del COPP (sic), y que el acto de imputación debe
realizarse, en todo caso, antes de finalizar la fase de
investigación. Ciertamente, el acto de imputación a nuestra
representada no lo cumplió LA FISCAL MÁRQUEZ ni en LA
AUDIENCIA DE PRESENTACIÓN, ni antes de finalizar la
fase de investigación, pues esta concluyó el 26-7-2010, fecha
en la cual LA FISCAL MÁRQUEZ presentó el escrito
acusatorio contra LA INVESTIGADA (…)
Uno de los puntos alegados en el recurso de apelación
interpuesto por LA INVESTIGADA contra LA ORDEN DE
APREHENSIÓN lo fue la nulidad de ésta por no haber sido
imputada ni en LA AUDIENCIA DE PRESENTACIÓN, ni
antes de que LA FISCAL MÁRQUEZ, al acusarla, pusiera fin
a la fase de investigación.
Haciéndose eco del abuso de poder desplegado por LA
FISCAL MÁRQUEZ y EL JUZGADO DE CONTROL en
contra de LA INVESTIGADA, la sala 4 de la corte de
apelaciones del mismo circuito judicial penal (LA SALA 4), en
decisión de fecha 4-8-2010 (de la cual, en 36 folios y marcada
“F”, consignamos su transcripción tornada de la página web
de este Alto Tribunal), declaró sin lugar la apelación
interpuesta por LA INVESTIGADA contra LA ORDEN DE
APREHENSIÓN. (…)
Si estamos hablando de la audiencia de presentación del
aprehendido, es evidente que es éste el protagonista de ese
acto procesal y, por tanto, el destinatario de la comunicación
de los señalamientos del Ministerio Público en cuanto a ‘las
circunstancias en las que se fundamentó la solicitud de
aprehensión y, por tanto... cuál hecho la motivó’. (…)
Ciertamente, como ya lo expusimos, en LA AUDIENCIA DE
PRESENTACIÓN, la exposición de LA FISCAL MÁRQUEZ
estuvo dirigida al JUZGADO DE CONTROL, a quien, además
de solicitarle que ratificara la orden de aprehensión y
tramitara el proceso por la vía ordinaria, le señaló que
precalificaba los hechos (cuáles hechos, si jamás hizo
mención de alguno?) ‘como FORJAMIENTO DE
DOCUMENTOS, USO DE DOCUMENTOS FALSOS O
ALTERADOS y DEFRAUDACIÓN, previstos y sancionados
en los artículos 319, 322 y 463, numeral todos del Código
Penal’.
PARA DEFENDERSE, EL IMPUTADO NECESITA SABER,
MÁS QUE EL NOMBRE DE LOS DELITOS Y DE LOS
ARTÍCULOS QUE LOS PREVÉN Y SANCIONAN, ¿QUÉ
FUE LO QUE TAN MAL HIZO COMO PARA QUE,
ADEMÁS DE HABER SIDO PRIVADO DE SU LIBERTAD
(SI ES EL CASO), LO ESTÉN ENJUICIANDO. ¡ES LA
ÚNICA MANERA POSIBLE DE QUE PUEDA DECIR NO
SÓLO SI LO HIZO O NO, SINO TAMBIÉN LAS RAZONES
POR LAS QUE LO HIZO (ALGUNA DE LAS CUALES, POR
CIERTO, PUEDE CONFIGURAR UNA CAUSA DE
JUSTIFICACIÓN O DE EXENCIÓN DE
RESPONSABILIDAD EN LA COMISIÓN DE ESE HECHO).
2.- Las declaraciones de LA DENUNCIANTE la víctima y de
LA INVESTIGADA en LA AUDIENCIA DE PRESENTACIÓN
Sobre lo declarado por la víctima, dijo la alzada (página 20):
‘Igualmente, constan en la referida acta la declaración de la
ciudadana Covian Díaz María Elena, en su condición de
víctima, mediante la cual describe los hechos supuestamente
constitutivos del injusto penal que le atribuyen a la imputada
de autos’.
Y, en relación con la exposición de nuestra representada,
después de transcribir la de LA DENUNCIANTE, señaló
(página 20):
‘Seguidamente, se plasma la declaración de la imputada, la
cual está relacionada con los hechos señalados por la
víctima’. (…)
La inexplicable falsedad de esa imaginaria relación que vio
LA SALA 4 entre ambas declaraciones la revelan los
contenidos de una y otra. En efecto, la señora Covian expresó
que LA INVESTIGADA le vendió EL INMUEBLE a su ex
esposo (DI PIETRO), por Bs. F. 500.000,00, mediante un
documento registrado, y que pocos días después éste le vendió
el mismo inmueble a aquélla por una cantidad igual, mediante
un documento notariado, respecto del cual no le parece que
sea de DI PIETRO la firma estampada como perteneciente a
él.
En cambio, en su declaración, LA INVESTIGADA no
aludió a ninguna venta, sino que señala que DI PIETRO le
planteó la posibilidad de que ‘... le pasara la casa a su
nombre por cuestiones de un préstamo y por cuestiones
fiscales, establecimos un relación de confianza, estaba (DI
PIETRO, se entiende) por montar un negocio de motos ()
(sic)  del cual tenía cierta maquinaria y él pensaba ser
proveedor de la parte económica (,) (sic)  eso lo hablamos a
finales de enero, para marzo se pone todo al día y redactamos
el documentos (sic) por parte de un abogado, nos
encontramos en el registro del centro empresarial del este y él
me entregó 100 mil bolívares fuertes, y dos cheques como
parte de ese negocio (,) (sic)  del banco mi casa y del banco
provincial, después de eso me dijo que si quería sería por dos
meses (,)  (sic)  podría ser mucho menos que él me la
devolvería (,) como a los diez días me dijo que estaba todo
listo (,)   (sic) que me la podía devolver el señor claudio (sic)
vuelve a redactar el documento y nos citamos para que se
haga ese documento el 2 de abril firmamos delante del
escribiente con pruebas de los testigos y con prueba del
notario.., después de eso nos encontraríamos para terminar
de cerrar el negocio de las motos...’. (Negrillas y paréntesis
de los expositores). (…)
NO EXISTE EL PELIGRO DE FUGA (…)
Ni la Sala N° 4 ni el auto apelado tuvieron en cuenta el
arraigo en el país, determinado por el domicilio, residencia
habitual, asiento de la familia, de los negocios o trabajo, ni
las facilidades para abandonar definitivamente el país o
permanecer oculto. Tampoco tomó en cuenta la magnitud del
daño causado, ni el comportamiento del imputado durante el
proceso, o en otro proceso anterior, es decir, como si no
existiese la voluntad del imputado de someterse a la
persecución penal. y tampoco indagó por la conducta
predelictual de nuestra defendida, la cual no tiene
antecedentes penales. (…)
¿En qué se fundamenté el auto apelado?
Nada de eso se tuvo presente, sino que el tribunal se
fundamentó, dio el requisito por cumplido con la presunción
del peligro de fuga porque al delito de uso de documento
corresponde una pena cuyo término máximo es superior a
diez años. (…)
De haber tomado la Sala N° 4 en consideración en su
conjunto los requisitos que exige el artículo 251, se hubiera
percatado que obran mas bien causales para presumir la no
existencia del peligro de fuga, como es el caso señalado en la
sentencia, -de que el imputado se haya presentado
voluntariamente ante la justicia a pesar de conocer que sobre
él pesa una orden de aprehensión-, ésta es una presunción de
que no existe el peligro de fuga.
En esta causa está demostrado que nuestra defendida MARIA
ALEXANDRA PÉREZ, se presentó de manera voluntaria (14
de junio de 2010) a la sede del Tribunal Vigésimo Segundo de
Control, a pesar de que conocía la existencia de la orden de
aprehensión. Por otra parte tampoco se puede hablar en esta
causa de la magnitud del daño causado porque, como lo
precisa la sentencia de la Sala Constitucional (Caso Ojeda),
no sólo no consta en autos tal monto del daño, sino que
estamos en presencia de una venta simulada, entre MARIA
ALEXANDRA PÉREZ y CLAUDIO DI PIETRO; y por último
el comportamiento de nuestra defendida demuestra que su
intención en ningún momento es apartarse de la persecución
penal. (…)
Si bien es cierto que la fiscal aludió el último aparte de ese
artículo 250, lo cierto es que nunca invocó sus extremos, esto
es, en ningún momento la fiscal se refirió, ni verbal ni por
escrito, ni siquiera a las frases “casos excepcionales de
extrema necesidad y urgencia”, como tampoco al requisito ‘y
siempre que concurran los supuestos previstos en este
artículo’. Jamás estuvo planteado que el juzgado de control
‘autorizará por cualquier medio idóneo la aprehensión’;
como tampoco existió la ratificación dentro de las, doce horas
siguientes (ni nunca) a la aprehensión. Obvio es que la fiscal,
sin base alguna, invocó el último aparte en cuestión.
Tan es así que no existían los supuestos de hecho del último
del artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, que el
auto dictado por el juzgado 22° de control, el 15-6-2010, nada
dice de los ‘casos excepcionales de extrema necesidad y
urgencia’; para nada menciona el último aparte en comento.
(…)
La arbitrariedad de la primera instancia la absorbió la
segunda, pues dice que de los dos documentos se desprende
que MARÍA, conociendo la falsedad de ellos vendió el
inmueble sabiendo que es ajeno. El engaño de las dos
instancias es obvio si nos preguntamos: (…)
Además, tal maniobra, cual válvula de escape, pone en relieve
que los jueces de LA SALA 4 rehusaron decidir el asunto
sabiendo que la razón asiste a la (sic) en sus alegatos de: 1)
Que el auto apelado erigió la gigante mentira de que el
documento de especie es falso. 2) Que el documento es válido
en todas sus partes, es decir, auténticas todas las firmas,
huellas, etc.(…)
Por otro lado, véase, en primer lugar, que por orden del
tribunal de control nuestra defendida quedó detenida el 15 de
junio de 2010; en segundo lugar, que LA SALA 4 dictó su
decisión el 4 de agosto de 2010, es decir, 50 días continuos
después de la detención; en tercer lugar, que la fiscal solicitó,
el 7 de julio prórroga del lapso para acusar (tenía 30 días
hábiles desde el 15 de junio y solicitó 15 más), el cual otorgó
el tribunal el 12 de julio; en cuarto lugar, que la fiscal
presentó su acusación el 26 de julio de 2010
Siendo así, si la investigación concluyó en dicha fecha, ¿cómo
se atrevió LA SALA 4 a decir que ‘nos encontrarnos en
la etapa inicial del proceso’ (mintió descaradamente) y que
‘se ordenó continuar las investigaciones’ que ‘aún faltan
múltiples diligencias por practicar’ (mintió descaradamente);
que dichas diligencias ‘podrían establecer la veracidad o no
de los documentos’ que nuestra defendida no tiene derecho a
alegar que el documento mediante el cual compró la
ciudadana KAIHANG ZHAO es perfecto en todas sus partes
porque es ‘prematuro realizar este tipo de denuncias’. ¡El
abuso de poder es harto evidente…(sic)”. (Negrillas,
subrayado y cursivas del escrito).
 
 
                                                                   III
 
            Ahora bien, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en
atención a lo descrito en los artículos 26 y 257 de la Carta Fundamental, y 13 del
Código Orgánico Procesal Penal, en interés de velar por la búsqueda de la verdad,
por una tutela judicial efectiva, y la prevalencia del debido proceso, pasa a revisar la
presente causa.
 
En cumplimento del deber recordado por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, de emprender una labor supervisora y conductora en materia
penal y procesal penal, conforme lo asentó en su decisión N° 366 del 1° de marzo de
2007; a saber:
“...la misión fundamental de la Sala de Casación Penal es la de
conocer y resolver los recursos de casación que se interpongan, de
acuerdo a los requisitos establecidos en el Código Orgánico Procesal
Penal y a la propia doctrina de dicha Sala. No obstante, la Sala de
Casación Penal está obligada, igualmente, a evitar que cualquier
proceso termine si existe alguna causal de nulidad absoluta, toda vez
que ella, conforme lo señala en artículo 334 de la Carta Magna, es
tutora del cumplimiento de la Constitución...”. (Subrayado y negrillas
de la Sala).
 
      En consonancia con ello, la Sala cumple una labor preventiva y correctora,
revisando  las actas que conforman la causa objeto de análisis, procurando
identificar, irregularidades que por su gravedad ameriten, la declaratoria de nulidad,
antes de continuar el proceso penal respectivo, en obsequio a lo dispuesto en el
artículo 191 del Código Orgánico Procesal Penal.
 
Primeramente, el artículo 106 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, indica:
“...Cualquiera de las Salas del Tribunal Supremo de Justicia, en las
materias de su respectiva competencia, de oficio o a instancia de
parte, con conocimiento sumario de la situación, podrá recabar de
cualquier tribunal, en el estado en que se encuentre, cualquier
expediente o causa para resolver si la avoca y asume el conocimiento
del asunto o, lo asigna a otro tribunal...”.
 
La Sala de Casación Penal, para conceder la debida importancia al
avocamiento, la ha caracterizado de la forma  siguiente:
“...el avocamiento es una institución jurídica de carácter discrecional
y excepcional que le otorga al Tribunal Supremo de Justicia, en todas
sus Salas, el derecho de solicitar un expediente a cualquier tribunal
que esté conociéndolo y una vez que lo reciba, el derecho de resolver
si se avoca o no al conocimiento del asunto y, si fuere el caso, el de
poder decidir con cuál propósito se avoca y cuáles órdenes imparte.
Así mismo, si bien es cierto que por vía jurisprudencial se han
establecido determinadas condiciones para la procedencia del
avocamiento, éste sólo deberá efectuarse por excepción y cuando los
eventuales recursos o soluciones puedan resultar ineficaces para
hacer Justicia, proteger el orden jurídico y los derechos colectivos e
individuales...”. (Sentencia Nº 369, del 23 de julio de 2002).
 
En segundo lugar, el artículo 107 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo
de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, establece lo siguiente:
 
“...El avocamiento será ejercido con suma prudencia, y sólo en caso
de graves desórdenes procesales o de escandalosas violaciones al
ordenamiento jurídico que perjudiquen ostensiblemente la imagen del
Poder Judicial, la paz pública o la institucionalidad democrática...”.
 
En este sentido, la Sala de Casación Penal ha mantenido el criterio, conforme
el cual, deben existir condiciones concurrentes para el procedimiento del
avocamiento, al exigir que éste, únicamente será procedente en un caso grave o de
escandalosas violaciones al ordenamiento jurídico que perjudique palmariamente la
imagen del Poder Judicial, la paz pública, la decencia o la institucionalidad
democrática del país, o cuando no se hayan atendido o fueren indebidamente
tramitados los recursos ordinarios ejercidos por los interesados, que procuren
restituir la situación jurídica infringida.
 
Por su parte, la Sala Constitucional, sobre esta valiosa institución, ha
expresado que:
 
“…la jurisprudencia de este Máximo Tribunal ha justificado el
ejercicio del avocamiento ante casos de manifiesta injusticia,
denegación de justicia, amenaza en grado superlativo al interés
público y social o necesidad de restablecer el orden en algún proceso
judicial que así lo amerite en razón de su trascendencia e
importancia; pues, esta figura procesal exige tal tratamiento en virtud
de su naturaleza excepcional, que permite excluir del conocimiento de
una causa al juez que esté llamado ordinariamente a hacerlo y con
ello limita los recursos que la ley le otorga a las partes para impugnar
las decisiones que de este último emanen. Efectivamente, la figura del
avocamiento reviste carácter extraordinario por cuanto afecta las
garantías del juez natural y del doble grado de jurisdicción y de allí
deriva que las Salas de este Máximo tribunal, cuando ejerzan la
misma, deberán ceñirse estrictamente al contenido de la precitada
norma, que regula las condiciones de procedencia de este tipo de
solicitud…”. (Sentencia N° 117 del 31 de enero de 2007).
 
 
 
En consecuencia, una vez estudiado el expediente de la presente causa, la
Sala constató que se trata de un caso de importancia, en razón de los hechos punibles
perseguidos:aprovechamiento de acto falso y fraude, tipificados en los artículos 
322 y 463 (numeral 3), del Código Penal, respetivamente.
 
Igualmente se apreció, que la causa se encuentra en Fase Intermedia, por
cuanto el Ministerio Público presentó acusación contra la ciudadana María
Alexandra Pérez-Vera Herrera, pidiendo su juzgamiento; y el Juzgado
Cuadragésimo Cuarto en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, una vez recibido el escrito acusatorio, acordó fijar la
audiencia preliminar, la cual sin embargo, se ha diferido en varias oportunidades,
atentando con ello contra las pautas de la tutela judicial efectiva (artículo 26
constitucional), del debido proceso (artículo 49 constitucional) y del principio de
regularidad procesal, inscrito en el artículo 104 del Código Orgánico Procesal Penal,
que han resultado enervadas, ameritando que la Sala, excepcionalmente, intervenga
en la presente causa, para corregir y subsanar el proceso de forma radical, antes que
continúe su curso, bajo el estigma de las mismas.
 
            Estas pautas obligatorias del debido proceso, de la tutela judicial efectiva y
de regulación judicial, se han vulnerado, al punto de observar, que el 11 de octubre
de 2010, la defensa de laciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, solicitó
nuevamente al Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, la nulidad absoluta (con base en
los artículos 190 y 191 del Código Orgánico Procesal Penal), de la solicitud fiscal
de privación judicial preventiva de libertad, del auto que acordó dicha medida de
coerción, también del acto de imputación realizado en la audiencia para oír a la
imputada, como de la solicitud de prórroga concedida al Ministerio Público para
emitir el respectivo acto conclusivo, del auto que acordó conceder la prórroga
concedida al Ministerio Público para emitir el respectivo acto conclusivo y por
último, de la acusación formulada por el Ministerio Público contra su defendida,
como consta en los folios 17 al 35 de la pieza N° 4 del expediente, y no recibió
respuesta por parte de este tribunal como tampoco recibió respuesta del Juzgado
Cuadragésimo Cuarto en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, que actualmente controla la causa, luego de una
incidencia de recusación.
  
 En este contexto, los alegatos de la defensa de la ciudadana María Alexandra
Pérez-Vera Herrera, se centran en indicar, que su defendida nunca fue citada por el
Ministerio Público durante la fase investigativa; que además, el Juzgado de Control
no evaluó su arraigo en el país y su asiento familiar, que no existe peligro de fuga ni
de obstaculización a la búsqueda de la verdad, por cuanto se presentó de manera
voluntaria, y que la privación judicial preventiva de libertad no es procedente.
 
Por otra parte alegó, que las declaraciones de la víctima denunciante y de la
investigada, se contradicen.
 
Por último indicó, que existen defectos en el acto de imputación efectuado a
su defendida.
 
En relación con los argumentos que expresan inconformidad con la falta de
citación de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, durante la fase
investigativa, conviene precisar, que luego de la denuncia efectuada por la víctima,
ciudadana María Elena Covián Díaz, el Ministerio Público solicitó la privación
judicial preventiva de libertad, la cual fue acordada.
 
Luego de ello, la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, se presentó
voluntariamente el 14 de junio de 2010, y el 15 de junio de 2010, se llevó a cabo la
audiencia para oír a la misma, ante el Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas.
 
De forma tal, que la ciudadana si estaba en cuenta que existía un proceso
abierto en su contra, por cuanto se presentó ante el Juzgado Vigésimo Segundo en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
por su propia y libre y voluntad.
 
A la par, la defensa de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, ha
estado presente en el proceso, actuando a favor de la aludida ciudadana, mostrando
sus argumentos por intermedio de sus escritos y diligencias, ejerciendo también los
recursos correspondientes.
 
Bueno es acotar, que la citación en materia penal, no es un fin en sí misma.
Esta tiene sentido, para asegurar que las partes puedan conocer los diferentes actos
procesales y de acceder a los medios para soportar su defensa y el resguardo de sus
derechos e intereses.
 
Sin embargo, las partes en un mundo tan dinámico y globalizado como el
actual, de cierto cuentan con mecanismos que permiten conocer las actuaciones de
diversa índole que le involucran en un proceso penal.
 
Por otra parte, la defensa argumentó, que el Juzgado de Control no evaluó su
arraigo en el país y su asiento familiar, que no existe peligro de fuga ni de
obstaculización a la búsqueda de la verdad, por cuanto se presentó de manera
voluntaria, y que la privación judicial preventiva de libertad no es procedente.
 
Importa referir, que constatadas las actas procesales, la Sala apreció, que la
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, en la audiencia para oír a la
imputada, efectuada el 15 de junio de 2010  ante el Juzgado Vigésimo Segundo en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
pudo a través de su defensa, impugnar la medida de coerción, exponiendo sus
alegatos y a través de sí  misma, declaró sobre los hechos investigados.
 
Asimismo se observó, que la defensa ejerció el derecho a recurrir del fallo
emitido por el Juzgado de Control que afectaba a la ciudadana María Alexandra
Pérez-Vera Herrera, ante la Sala N° 4 de la Corte de Apelaciones del mismo
Circuito Judicial Penal; y que contó con la oportunidad de solicitar la revisión de la
medida de coerción ante el propio tribunal que la pronunció, asegurándosele por
ende el derecho a la defensa.
 
En cuanto a la supuesta divergencia que existe, según lo apuntaron los
solicitantes, en las declaraciones en torno a los hechos investigados, de la víctima
denunciante, ciudadana María Elena Covián Díaz y de la investigada, ciudadana
María Alexandra Pérez-Vera Herrera, considera la Sala, que le corresponde
evaluarlas y calibrarlas a los diferentes tribunales que conozcan la presente causa, en
las respectivas instancias, por consistir materia de fondo de la controversia, como se
ha asentado jurisprudencialmente profusa y reiteradamente.
 
Ahora bien, con respecto al alegato que señala defectos en el acto de
imputación, la Sala observa, que ha ocurrido una anomalía de trascendencia, que
constituye una grave irregularidad que afecta a la  imputada, al proceso mismo y que
obliga a la Sala, que bajo la institución del avocamiento, se proceda a sanear el
proceso, para evitar que siga su curso en esta situación.
 
Necesario es precisar, que esta irregularidad consiste, en el incumplimiento
por parte del Ministerio Público, del respectivo acto de imputación formal, a favor
de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, con las características que la
ley y la jurisprudencia exigen.
 
            En efecto, con motivo de la audiencia de presentación para oír a la
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, efectuada el 15 de junio de 2010,
ante el Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, se constató en el acta levantada en los
folios 203 al 234 de la pieza N° 1 del expediente, que el Ministerio Público se limitó
a señalar en forma verbal, lo siguiente:
 
“...Esta representación fiscal ratifica la orden de aprehensión
solicitada en fecha 21-05-2010 así mismo trae a colación la sentencia
vinculante de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia,  de fecha 30-10-09 N° 381 con ponencia del Magistrado
Francisco Carrasquero, solicito que la presente investigación se
tramite por el procedimiento ordinario, precalifico los hechos por los
cuales se solicitó la orden de aprehensión como FORJAMIENTO DE
DOCUMENTOS, USO DE DOCUMENTOS FALSOS O ALTERADOS
Y DEFRAUDACIÓN, previstos y sancionados en los artículos 319,
322 y 463 (numeral 3) todos del Código Penal, solicito además se
acuerde en contra de la ciudadana medida preventiva de libertad, de
conformidad con lo establecido en los artículos 250, ordinales 1,2 y 3;
y 251 numerales 2,3 parágrafo primero y 252 (numeral 2) todos del
Código Orgánico Procesal Penal; visto que nos encontramos en
presencia de hechos punibles que  a la fecha no se encuentran
prescritos, el Ministerio Público cuenta con fundados elementos de
convicción que fueron expuestos al momento de solicitar la medida
privativa, por la magnitud del daño causado y por el cuanto a la pena
imponer por cuanto la ciudadana podría influir para que los testigos
se nieguen a comparecer a los llamados que se les realicen. Es todo...
(sic)”.
 
 
           
Luego de esta transcripción, se apreció también en el acta respectiva, que la
víctima denunciante, declaró en dicha oportunidad, la imputada fue impuesta de sus
derechos constitucionales, seguidamente procedió a declarar; inmediatamente
después, fue interrogada por el  Ministerio Público; luego fue interrogada por la
defensa, procediendo el Tribunal de Control al final, a emitir sus pronunciamientos.
 
Sin embargo, la Sala apreció que el Ministerio Público se limitó en este acto,
a referir la decisión de la “...Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, 
de fecha 30-10-09 N° 1381 con ponencia del Magistrado Francisco Carrasquero”,
y a argumentar  exclusivamente su opinión en torno a la solicitud de la privación
judicial preventiva de libertad, contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera
Herrera, concentrándose en obtener tal medida de coerción.
 
Ahora bien, la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, se presentó
voluntariamente el 14 de junio de 2010 en la propia sede del Juzgado Vigésimo
Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana
de Caracas, y fue presentada por el Ministerio Público ante el mismo Tribunal de
Control, el 15 de junio de 2010.
 
Pero, a manera de colorario es obligante es referir, que la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, ha establecido con carácter vinculante, lo
siguiente:
 
“...Visto ello, esta Sala considera, y así se establece con carácter vinculante,
que la atribución -al aprehendido- de uno o varios hechos punibles por el
Ministerio Público en la audiencia de presentación prevista en el artículo 373 del
Código Orgánico Procesal Penal, constituye un acto de imputación que surte, de
forma plena, todos los efectos constitucionales y legales correspondientes, todo ello
con base en una sana interpretación del artículo 49.1 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. Así se establece...”. (Sentencia N° 276 del 20
de marzo de 2009).
 
Este criterio, fue reiterado por la Sala Constitucional, en la decisión N° 893
del 6 de julio 2009, en la que indicó:
 
“...En torno a la imputación fiscal, la Sala igualmente ha diferenciado,
tomando en cuenta la naturaleza del procedimiento penal, la oportunidad en la cual
el Ministerio Público debe realizar el acto de imputación fiscal. En efecto,
dependiendo si el proceso penal es ordinario o especial en flagrancia, el acto de
imputación formal se realiza en distintas oportunidades, en procura al
cumplimiento del artículo 49.1 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Así pues, en el procedimiento especial de flagrancia y como lo establece el
artículo 373 del Código Orgánico Procesal Penal, el aprehendido en flagrancia
debe ser presentado por el Ministerio Público ante el juez de control, a quien
expondrá cómo se produjo la aprehensión y dependiendo de lo que se evidencie de
dicha aprehensión, el fiscal solicitará al juez la aplicación del procedimiento breve
o del procedimiento ordinario.
El delito flagrante tiene como prueba el hecho de la comisión, por lo que
obviamente se prescinde de la fase preparatoria o de investigación, prevista en el
procedimiento ordinario.
Así tenemos que, en el caso de un proceso que se inició en virtud de la
detención en flagrancia de la persona, la imputación fiscal queda cumplida en el
acto de la audiencia oral establecida en el artículo 373 del Código Orgánico
Procesal Penal, por cuanto la calificación de flagrancia comporta el procedimiento
abreviado, en el cual se obvia la fase de investigación...”. (Subrayado de la Sala).
 
 
 
De singular importancia para el presente caso, es la decisión de la Sala
Constitucional N° 1381 del 30 de octubre de 2009, que precisamente aludió el
Ministerio Público en la audiencia de presentación del 15 de junio de 2010, que
explana, con sentido orientador y aleccionador, lo siguiente:
 
“...Siendo así, en la audiencia de presentación celebrada el 17 de
octubre de 2007, el órgano llamado a oficializar la acción penal, a
saber, el Ministerio Público, informó al hoy accionante el hecho
objeto del proceso penal instaurado en su contra, lo cual, a todas
luces, configura un acto de persecución penal que inequívocamente le
atribuyó la condición de autor del referido hecho y, por ende, de
imputado, generando los mismos efectos procesales de la imputación
realizable en la sede del Ministerio Público. Entre tales efectos, estuvo
la posibilidad de ejercer -como efectivamente lo hizo- los derechos y
garantías contenidas en el artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, y en el artículo 125 del Código
Orgánico Procesal Penal.
 
Por su parte, considera esta Sala que si la comunicación de los
hechos objeto del proceso en la sede del Ministerio Público tiene la
aptitud de configurar un acto de imputación, a fortiori la
comunicación de tales hechos en la audiencia prevista en el artículo
250 del Código Orgánico Procesal Penal, con la presencia de los
defensores de aquéllos y ante un Juez de Control, el cual, por mandato
expreso del artículo 282 del Código Orgánico Procesal Penal, es el
llamado a controlar el cumplimiento de los derechos y garantías en la
fase de investigación, también será un acto de procedimiento
susceptible de señalar a la persona como autora o partícipe de un
hecho punible, y, por ende, una imputación que surte los mismos
efectos procesales de la imputación practicada en la sede del
Ministerio Público.
 
Tal como se señaló supra, la condición de imputado puede adquirirse
mediante cualquier actividad de investigación criminal que
inequívocamente conlleve a considerar a una persona como autor o
partícipe del hecho punible, y dentro de tal actividad está
comprendida la comunicación del hecho al encartado en la audiencia
prevista en el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, la
cual encuadra, por ende, en la hipótesis descrita en el texto del
artículo 124 del Código Orgánico Procesal Penal...”.
 
 
 
En esta dirección, es necesario reiterar, que el acto de imputar no es un
ejercicio automático y de inferencia. Por el contrario, es un ejercicio técnico, que
exige rigurosidad y meticulosidad, para obtener precisión. Esa precisión que el
imputado requiere para conocer a plenitud su situación procesal.
 
Imputar, es atribuir a alguien, la presunta autoría de un hecho o hechos
concretos que la sociedad reprocha, por ser contrarios al Estado de Derecho, por
violentar bienes jurídicos que esa misma sociedad tiene el interés de preservar.
 
Esta actividad se desarrolla con la constatación de unos hechos disvaliosos,
presuntamente cometidos por el sujeto a imputar, los cuales encuadran o se
subsumen en un tipo penal, el acceso real y efectivo a las actas procesales y el
ejercicio del derecho a la defensa, mediante la solicitud de diligencias de
investigación para desvirtuar lo señalado por el representante del Ministerio
Público. 
 
La imputación formal, tiene su basamento en los artículos 26 y 49 (numeral
1) de la Carta Fundamental, y en los artículos 8, 125, 126, 130 y 131 del Código
Orgánico Procesal Penal, inmanentes al derecho a la defensa y al debido proceso.
 
Estas normas, permiten asegurar a la ciudadana colocada en la condición de
imputada, conocer directamente a través de sus sentidos de viva voz y expresamente
transcrito en el acta, las circunstancias concretas e inequívocas que la vinculan al
proceso penal instruido en su contra, para el ejercicio real y efectivo del derecho a la
defensa.
 
Por lo que el acto de imputación, debe observar ciertos requisitos para
cumplir la función motivadora, indiciaria y garantizadora del derecho a la defensa y
del debido proceso, no puede dejarse a la suposición ni a la libre percepción de las
partes. No puede en fin, relajarse.
 
En este sentido, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia,
en torno al acto de imputación formal, ha expuesto con vehemencia, que debe ser tan
completa, que le permita a la ciudadana, estar informada de su condición dentro del
proceso, de los hechos y de los delitos que le son atribuidos, con su respectiva
calificación jurídica y grado de participación, así como de los medios probatorios y
elementos que sustentan la investigación.
 
 La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, ha señalado
recientemente, sobre el acto de imputación formal, los requisitos siguientes:
 
“...a) La imposición del precepto constitucional que exime a la
persona de declarar en causa propia y, aun en caso de consentir a
prestar declaración, a no hacerlo bajo juramento; b) La
comunicación detallada a la persona de cuál es el hecho que se le
atribuye, con indicación de todas las circunstancias de tiempo, lugar y
modo de comisión, incluyendo aquellas que son de importancia para
la calificación jurídica; c) La indicación de los preceptos jurídicos
que resulten aplicables; d) La comunicación de los datos que la
investigación arroja en contra de la persona; e) El señalamiento de
que la declaración es un medio para su defensa y, por consiguiente,
que tiene derecho a explicar todo cuanto sirva para desvirtuar las
sospechas que sobre él recaigan, y a solicitar la práctica de
diligencias que considere necesarias.
 
De la lectura de lo anterior, se deduce que el segundo de los
requisitos antes descritos, a saber, la comunicación detallada a la
persona investigada del hecho punible configura, a todas luces, un
acto de imputación. Igualmente, dicho acto constituye una
manifestación del derecho de toda persona a conocer los cargos por
los cuales es investigada, consagrado en el artículo 49.1 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela...”. (Sentencia
N° 582 del 10 de junio de 2010). (Subrayado de La decisión).
 
 
En el caso bajo estudio, se apreció, que la ciudadana María Alexandra Pérez-
Vera Herrera, se presentó voluntariamente el 14 de junio de 2010 en la propia sede
del Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, y una vez presentada por el Ministerio Público
ante el mismo Tribunal de Control, el 15 de junio de 2010, fue informada de los
delitos que pesan en su contra, declaró y fue interrogada por el Ministerio Público y
por su defensor, a los únicos fines de la aprehensión judicial preventiva de libertad
solicitada por el Ministerio Público.
 
Sin embargo, no consta expresamente en el acta de la audiencia de
presentación respectiva, (que por cierto debe ser constancia del cumplimiento del
acto y del aseguramiento de los derechos y garantías de las partes, por cuanto no
existe otra forma material de asentarse), que el Ministerio Público,
haya comunicado detalladamente a la citada ciudadana, cuáles son los hechos que se
le atribuyen, con indicación de todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo de
comisión y participación en cada delito, incluyendo aquellas que son de importancia
para la calificación jurídica, antes de declarar y ser interrogada.
 
Y no consta en dicha acta, porque simplemente no sucedió.
 
Dicha notable carencia, inadvertida por el Juzgado Vigésimo Segundo en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
órgano jurisdiccional, ante el cual se efectuó la audiencia de presentación, (el cual se
limitó exclusivamente a dejar por escrito, los alegatos expuestos por el Ministerio
Público verbalmente, para obtener la privación judicial preventiva de libertad sobre
la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera), desnaturalizó el acto formal de
imputación, colocándolo en condiciones de precariedad, que lo anulan del todo, por
cuanto no permitió satisfacer la realización de dicho acto.
 
En definitiva, el Ministerio Público se abstuvo de revelar y transmitir a la
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, los hechos disvaliosos materiales
(presuntamente realizados por ésta), más allá de su enunciación, que a través del
procedimiento de subsunción, señalaban su participación concreta y determinada en
cada uno de los delitos de: forjamiento de documentos, uso de documentos falsos y
defraudación, en calidad de autora.
 
Esta obligación, que es de irrenunciable interés a favor de la imputada, debió
ser cumplida, observada y acatada por el Ministerio Público, durante la fase
investigativa, como lo indica expresamente el numeral 8 del artículo 108 del Código
Orgánico Procesal Penal, bajo la tutela del Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones
de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que estaba
obligado a ello, constitucional y legalmente, en la fase preparatoria, en virtud de ser
garante del respeto a los derechos y garantías de la ciudadana María Alexandra
Pérez-Vera Herrera.
 
La propia Sala de Casación Penal, ha determinado con exactitud, que:
 
“...reitera al Ministerio Público su obligación de ser claro en la
determinación de la calificación jurídica que le otorgue a los hechos
investigados, así como al grado de participación de los investigados
en los mismos, recordándole la obligación legal de presentar el
respectivo acto conclusivo una vez que ha sido imputado un delito;
realizar una nueva imputación formal cuando cambie la calificación
jurídica e incluso el grado de participación del presunto responsable
en el mismo; todo esto a los fines de garantizar a los imputados el
derecho que le asiste de tener una tutela judicial efectiva, un debido
proceso y permitirle una adecuada defensa, conforme a lo establecido
en los artículos 26, 49 y 49.1 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. En Consecuencia, estos graves errores,
cometidos por el Ministerio Público, afectaron la regularidad del
proceso, alientan la impunidad y limitaron la intervención y defensa
de los ciudadanos, por lo que en atención a lo dispuesto en el artículo
191 del Código Orgánico Procesal Penal, obligante es declarar la
nulidad...”.(Decisión N° 390 del 19 de agosto de 2010).
 
 
Con mayor razón, cuando existe una sentencia vinculante emanada de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que permite satisfacer, el acto de
imputación formal.
 
 Por lo cual, si bien es cierto, que el acto de imputación formal, es potestad
del Ministerio Público, el tribunal está en la obligación de velar a su vez, porque este
se cumpla de acuerdo a los parámetros establecidos en la ley y la jurisprudencia.
 
Importa recordar, que los Juzgados en Función de Control, como tribunales
penales de primera instancia, tienen obligaciones que cumplir en la fase de
investigación de los procesos penales. Con base en los artículos 64, 106, 107 y 531
del Código Orgánico Procesal Penal;  A saber:
 
Decretar las medidas de coerción que fueren pertinentes, realizar la audiencia
preliminar, efectuar el procedimiento de admisión de los hechos, conocer las
acciones de amparo a la libertad y seguridad personales, salvo cuando el presunto
agraviante sea un tribunal de la misma instancia; y además, preponderantemente,
hacer respetar las garantías procesales durante las fases preparatoria e intermedia.
 
Estas obligaciones, se corresponden y están a la altura del juez moderno
venezolano, participativo, proactivo y protagónico, a la imagen del Estado Social y
Democrático de Derecho y Justicia, que consagra la Carta Fundamental.
 
Si bien es cierto, que el Ministerio Público lleva a cabo la investigación y el
acto de imputación formal; cuando este se efectúe en los Juzgados de Control, los
jueces tienen la función  jurisdiccional primordial, durante la fase de investigación
de velar por el respeto a las garantías procesales del ciudadano, que no es otra cosa,
que el respeto a los derechos de rango constitucional y legal vigentes; como lo
señala el artículo 64 del Código Orgánico Procesal Penal:
 
“...Corresponde al tribunal de control hacer respetar las garantías
procesales...”.
 
Y lo afirman, de la forma subsiguiente, las disposiciones contenidas en los
artículos 106, 107, y 531 del mismo Código Adjetivo; a saber:
 
Artículo 106.- Composición y atribuciones: “...El control de la
investigación y la fase intermedia estarán a cargo de un tribunal unipersonal, que
se denominará tribunal de control...”.
Artículo 107.- Funciones: “...Cuando en este Código se indica al Juez o
tribunal de control...debe entenderse que se refiere al Juez de primera instancia en
función de control...”.
 
Artículo 531.-Funciones jurisdiccionales: “Los jueces en el ejercicio de las
funciones de control, de juicio  y de ejecución de sentencia, según sea el caso,
actuarán conforme a las reglas indicadas en este artículo. El Juez de control,
durante las fases preparatoria e intermedia, hará respetar las garantías
procesales...”.
 
            Posteriormente, como ha quedado asentado, el Ministerio Público acusó a la
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, a través de la ciudadana Fiscal
Décima Sexta del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas, el 27 de julio de 2010, como consta en los folios 121 al
133 de la pieza N° 2 del expediente, por los delitos defalsificación de documento,
uso de documentos falsos y fraude, tipificados en los artículos 319, 322 y 463
(numeral 3) del Código Penal, respectivamente,
 
            Y luego de ello, fue ampliada dicha acusación, el 8 de diciembre de 2010,
por intermedio del ciudadano Eduin Daniel Villasmil, Fiscal Auxiliar Décimo
Noveno del Área Metropolitana de Caracas, quien accionó contra la ciudadana
María Alexandra Pérez-Vera Herrera, como consta en los folios 108 al 128 de la
pieza N° 4 del expediente, por los delitos de aprovechamiento de acto falso y
fraude, tipificados en los artículos  322 y 463 (numeral 3) del Código Penal,
respectivamente.
 
            La presentación de este acto conclusivo acaeció, sin subsanarse este vicio de
ausencia de imputación, contraviniendo los parámetros legales y jurisprudenciales
antes relacionados.
 
Observa la Sala, que las calificaciones jurídicas de los delitos presuntamente
acaecidos, no pueden constatarse, si no existe congruencia entre los hechos
materiales y concretos, que vinculan a la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera
Herrera al proceso.
 
Acerca de la ausencia de este particular requisito, la misma Sala
Constitucional, en su decisión número 582 del 10 de junio de 2010, declaró la
nulidad absoluta, en un caso específico:
 
“...No obstante, de la lectura detallada del acta contentiva de dicho
acto procesal, se desprende que si bien la ciudadana...ejerció su
derecho a declarar, el Ministerio Público en ningún momento le
comunicó a aquélla cuál  era el hecho que se le atribuía, ni le indicó
los preceptos jurídicos que resultaban aplicables, así como tampoco le
comunicó los datos que la investigación arrojaba en su contra,
incumpliendo así  las exigencias previstas en el artículo 131 del
Código Orgánico Procesal Penal. Es el caso, que tal
quebrantamiento, aun y cuando la hoy recurrente no lo haya
denunciado, ha ocasionado una flagrante vulneración de su derecho a
conocer los cargos por los cuales se le investiga, consagrado en el
artículo 49.1 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, y desarrollado en el artículo 125.1 del Código Orgánico
Procesal Penal, colocándola  en una posición de desigualdad frente al
órgano encargado de ejercer la acción penal en nombre del Estado, a
saber, el Ministerio Público y, por tanto, ha configurado un vicio de
nulidad absoluta que afecta inequívocamente la legitimidad de dicho
acto procesal. Así se declara...”.
 
 
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en obsequio al acto
de imputación, ha orientado que:
 
“… La imputación fiscal ineludiblemente debe llevarse a cabo en el
curso de la investigación, cumpliendo dicha imputación, con los
requisitos establecidos en el artículo 131 del Código Orgánico
Procesal Penal...la Sala ha señalado que no necesariamente la misma
debe llevarse a cabo antes de dictar una orden de aprehensión o la
medida de privación judicial preventiva de libertad. La obligación de
imputar al investigado, dentro del proceso penal
ordinario…”. (Sentencia Nº 893, del 6 de julio de 2009).
 
Este grave error, cometido por el Ministerio Público, e inadvertido por el
Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, en la propia audiencia de presentación para oír a la
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, afectó la regularidad del proceso,
alienta la impunidad  y limitó la intervención y defensa del citado ciudadano, en
virtud de lo cual, asiste la razón a los solicitantes y así se declara.
 
No obstante lo anteriormente visto, conviene advertir adicionalmente, que la
solicitud de avocamiento, ha sido admitida por la Sala, sobre la base de la petición
impetrada por la defensa de la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera. 

Sin embargo, ha señalado con profusión la Sala de Casación Penal, que mediante
esta institución, puede cumplir su misión supervisora y orientadora, “más allá de la
simple constatación de los planteamientos o argumentos de una determinada
solicitud realizada por cualquiera de las partes”.

           
 
Esta facultad, permite extender su apreciación a todas las actas procesales, si
el caso lo amerita, en resguardo de los principios y derechos constitucionales y en
procura de sanear al proceso para salvaguardarlo.
 
Y ello, debido a que la Sala actúa compelida por un motivo superior:

 “...porque el examen de las causas avocadas, no debe ser parcial, ni estar ajustado
o limitado únicamente a los aspectos alegados en la pretensión del interesado, por
el contrario, la naturaleza procesal del avocamiento como institución
extraordinaria exclusiva del Tribunal Suprema de Justicia conduce a que la Sala
avocada en una causa, observe integralmente el proceso, evaluando la
constitucionalidad y legalidad de sus diferentes incidencias, trámites,
procedimientos, medidas e instancias.
En derivación, la competencia de la Sala de Casación Penal en las causas avocadas
es plena y se extiende a la totalidad del proceso penal, y no queda subordinada a la
pretensión avocatoria del solicitante...”. (Decisión N° 256 del 8 de julio de 2010).
 
            Dentro de este marco, importa referir expresamente, que en el presente caso,
subsisten dos acusaciones presentadas por el Ministerio Público contra la ciudadana
María Alexandra Pérez-Vera Herrera.
 
            En efecto, la Sala observó, un primer escrito acusatorio presentado por el
Ministerio Público, a través de la ciudadana Julimer Hiliana Márquez Mendoza,
Fiscal Décima Sexta (E) del Ministerio Público del  Área Metropolitana de Caracas,
el 27 de julio de 2010, que riela en los folios 121 al 133 de la pieza N° 2 del
expediente, contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, por los
delitos de forjamiento de documentos, uso de documentos falsos o alterados y
defraudación, tipificados respectivamente, en los artículos 319, 322 y 364 (numeral
3) del Código Penal.
     
            Como observó también, un escrito de “ampliación a la acusación”,
presentado el 8 de diciembre de 2010, por intermedio del ciudadano Eduin Daniel
Villasmil, Fiscal Auxiliar Décimo Noveno del Ministerio Público del Área
Metropolitana de Caracas, que sin dejar sin efecto la anterior acusación, accionó
contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera por los delitos
de aprovechamiento de acto falso y fraude, tipificados en los artículos  322 y 463
(numeral 3) del Código Penal, respectivamente, como consta en los folios 108 al
128 de la pieza N° 4 del expediente.
 
            La Sala evidenció, que en verdad el segundo escrito acusatorio es en
realidad una nueva acusación contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera
Herrera, sobre la base de los mismos hechos indicados en el primer escrito
acusatorio.
 
            De forma tal, que la supuesta ampliación de la acusación, no contiene
hechos nuevos, sino que en verdad, es una nueva acusación fiscal.
           
            Entonces coexisten en la misma causa dos escritos acusatorios, que se
excluyen entre sí, por sus diferencias de forma y de fondo, al punto, que en el
primero es acusada la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, por los
delitos de   forjamiento de documentos, uso de documentos falsos o alterados y
defraudación, tipificados respectivamente, en los artículos 319, 322 y 364 (numeral
3) del Código Penal, mientras que en el segundo, es acusada por los delitos de
aprovechamiento de acto falso y fraude, tipificados en los artículos  322 y 463
(numeral 3) del Código Penal.
 
            Esta grave irregularidad, que constituye un desorden procesal, afecta
ostensiblemente los derechos al debido proceso (artículo 26 constitucional) y a la
tutela judicial efectiva (artículo 49 constitucional), de la ciudadana María Alexandra
Pérez-Vera Herrera.
 
            La Sala apreció asimismo, en el escrito acusatorio presentado a través de la
ciudadana Julimer Hiliana Márquez Mendoza, Fiscal Décima Sexta (E) del
Ministerio Público del  Área Metropolitana de Caracas el 27 de julio de 2010, que
riela en los folios 121 al 133 de la pieza N° 2 del expediente, por los delitos de
forjamiento de documentos, uso de documentos falsos o alterados y defraudación,
tipificados respectivamente, en los artículos 319, 322 y 364 (numeral 3) del Código
Penal, y  a su vez, en el escrito acusatorio presentado el 8 de diciembre de 2010, por
intermedio del ciudadano Eduin Daniel Villasmil, Fiscal Auxiliar Décimo Noveno
del Área Metropolitana de Caracas, por los delitos de aprovechamiento de acto falso
y fraude, tipificados en los artículos  322 y 463 (numeral 3) del Código Penal,
respectivamente, como consta en los folios 108 al 128 de la pieza N° 4 del
expediente, que en ambos actos acusatorios se relacionaron todas las pruebas de
forma global para sustentar todos los hechos delictivos.
 
La Sala observó, que los elementos probatorios indicados por el Ministerio
Público, no fueron discriminados por separado de manera razonada, absteniéndose
de vincularlos de forma pertinente y necesaria, en un nexo adecuado con cada delito
acusado, y sin establecer su relación vincular con la procesada, que permitiera
individualizar la presunta responsabilidad y su participación específica, atribuida a
esta ciudadana con respecto a cada uno.
 
El artículo 319 del Código Penal, contrae diversas conductas, veamos su
redacción: Toda persona que mediante cualquier procedimiento, incurriera en
falsedad con la copia de algún acto público, sea suponiendo el original, sea alterando
una copia auténtica, sea, en fin, expidiendo una copia contraria a la verdad, que forje
total o parcialmente un documento para darle apariencia de instrumento público o
altere uno verdadero d esta especie, o que lograre apropiarse de documentos
oficiales para usurpar una identidad distinta a la suya, evidenciándose que esta
norma trata diferentes supuestos.
 
A la vez, debe apuntarse, que el artículo 322 de del Código Penal, detalla
diferentes conductas criminosas, a saber: hacer uso de un documento falso o
aprovecharse de algún acto falso, disímiles entre sí.
 
Y que el artículo 463 (numeral 3), del Código Penal, también contiene varios
verbos rectores: enajenar, gravar arrendar un inmueble, a sabiendas que es ajeno.
 
Como se observa, la variedad de los verbos rectores inscritos en cada una de
estas disposiciones penales, antes relatadas, que tienen diferentes supuestos
conductuales, que se compadecen con las particularidades del capítulo reservado a
los hechos punibles que versan sobre la falsedad de los actos y de los documentos,
exige y reclama, que el Ministerio Público actúe con la debida especificidad,
rigurosidad y eficiencia técnica, obtenida de la evaluación de los hechos y la
subsunción del derecho. De allí que esta operación no sea simple. 
 
Además, prudente es recordar, que el Ministerio Público, al ofrecer los
medios probatorios, debe indicar expresamente su pertinencia y la necesidad, que se
centra en la conveniencia de relacionar los medios probatorios con los hechos
imputados, señalando expresamente la forma en la cual el medio probatorio se
adecúa a demostrar el hecho delictivo descrito en la acusación y  la participación de
la encausada.
 
Esta obligación, que no es más que la aplicación de la máxima romana “juxta
alegata et probata”, y está directamente relacionada con el principio de
congruencia, que se extiende a la relación que debe existir entre los hechos alegados
y las pruebas presentadas.
 
Bien lo acota, Eugenio  Fernández Carlier, al estudiar la estructura de la
tipicidad penal:
“...La garantía de seguridad jurídica no se podría lograr con tipos penales
equívocos. Sólo la nitidez en la determinación del delito impide la arbitraria
imputación a través de lo ambiguo...”.
 
Tal irregularidad, vulneró el derecho a la defensa, establecido en el numeral 1
del artículo 49 de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de la
ciudadana antes mencionada por lo que se insta al Ministerio Público a no incurrir
en esta grave irregularidad, en el momento de realizar el acto de imputación durante
la fase investigativa, o de llegar a presentar en la oportunidad correspondiente como
acto conclusivo, un escrito acusatorio.
 
En el mismo contexto, y sin afectar el alcance del pronunciamiento anterior,
la Sala considera obligatorio, realizar la observación siguiente:
 
El Ministerio Público señaló a la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera
Herrera, en la audiencia de presentación efectuada el 15 de junio de 2010 ante el
Juzgado Vigésimo Segundo en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas, por los delitos de forjamiento de documentos, uso
de documentos falsos o alterados y defraudación, tipificados respectivamente, en los
artículos 319, 322 y 463 (numeral 3) del Código Penal.
 
En esa oportunidad, el referido Tribunal de Control, decretó la privación
judicial preventiva de libertad de esta ciudadana.
 
Ahora bien, el Ministerio Público  en ocasión a la ampliación de la acusación,
efectuada el 8 de diciembre de 2010, por intermedio del ciudadano Eduin Daniel
Villasmil, Fiscal Auxiliar Décimo Noveno del Área Metropolitana de Caracas,
accionó contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera por los delitos
de aprovechamiento de acto falso y fraude, tipificados en los artículos  322 y 463
(numeral 3) del Código Penal, respectivamente, como consta en los folios 108 al 128
de la pieza N° 4 del expediente.
 
Pero el Ministerio Público, dentro del escrito acusatorio presentado el propio
8 de diciembre de 2010, (que riela en los folios 108 al 128 de la pieza N° 4 del
expediente), se abstuvo de dictar el respectivo acto conclusivo, con respecto al delito
de forjamiento de documentos, tipificado en el artículo 319 del Código Penal.
 
 La Sala tiene el firme propósito de reafirmar su criterio, conforme el cual, el
Ministerio Público debió proceder a emitir un acto conclusivo en su oportunidad
legal, con respecto al delito de forjamiento de documentos, tipificado en el artículo
319 del Código Penal, por el cual se procesa a la ciudadana María Alexandra Pérez-
Vera Herrera.
 
Esta irregularidad, crea una situación de incertidumbre jurídica a esta
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, que vulnera su derecho a la defensa
consagrado en el numeral 1 del artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, por cuanto se inobservan las normas sobre los actos
conclusivos, pues en el proceso penal acusatorio vigente, no existen las
averiguaciones abiertas, como pretende de hecho el Ministerio Público con esta
indefinición.
 
Por tanto, se insta al Ministerio Público a aclarar la situación procesal de la
ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, con la presentación del respectivo
acto conclusivo, con respecto al delito de forjamiento de documentos, tipificado en
el artículo 319 del Código Penal.
 
En base a los fundamentos que anteceden, es menester concluir, que la Sala
se encuentra frente a una causa, (como lo denunciaron los solicitantes), en la cual
existen violaciones que perjudican la majestad e imagen del Poder Judicial, y que
ameritan que la Sala subsane, para que el proceso penal siga su curso normal, y
que existen violaciones a los principios al debido proceso y a la tutela judicial
efectiva, consagrados en los artículos 26 y 49 de la Carta Fundamental, apreciándose
a la vez, la complejidad manifiesta del caso, que obliga a la Sala a actuar de forma
preventiva e inmediata en el proceso, para que este se constituya en instrumento
fundamental en la realización de la justicia, con el fin de evitar que pueda
profundizarse la escandalosa perturbación al ordenamiento jurídico, o que pueda
perjudicarse ostensiblemente la imagen del Poder Judicial.
           
En consecuencia, las condiciones válidas y concurrentes requeridas para el
avocamiento, están cumplidas a cabalidad, siendo necesario para la Sala de Casación
Penal declarar con lugar, la solicitud propuesta. Así se decide.
 
            En atención a lo dispuesto en los artículos 190 y 191 del Código Orgánico
Procesal Penal, obligante es declarar la nulidad absoluta de las acusaciones
formuladas  por la ciudadana Julimer Hiliana Márquez Mendoza, Fiscal Décima
Sexta (E) del Ministerio Público del  Área Metropolitana de Caracas,  el 27 de julio
de 2010, contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, como consta en
los folios 121 al 133 de la pieza N° 2 del expediente, por los delitos de falsificación
de documento, uso de documentos falsos y fraude, tipificados en los artículos 319,
322 y 463 (numeral 3) del Código Penal, y el 8 de diciembre de 2010, por
intermedio del ciudadano Eduin Daniel Villasmil, Fiscal Auxiliar Décimo Noveno
del Área Metropolitana de Caracas, contra la ciudadana María Alexandra Pérez-
Vera Herrera por los delitos de aprovechamiento de acto falso y fraude, tipificados
en los artículos  322 y 463 (numeral 3) del Código Penal, respectivamente, como
consta en los folios 108 al 128 de la pieza N° 4 del expediente, de los demás actos
consiguientes en el proceso, de acuerdo al contenido del artículo 195 eiusdem, y en
cumplimiento del mandato expresado en el artículo 196 ibídem, al tratarse de
violaciones de orden constitucional que afectaron a la ciudadana María Alexandra
Pérez-Vera Herrera, en cuyo caso se ordena retrotraer el proceso al estado de llevar
a cabo por parte del Ministerio Público, en un lapso de treinta (30) días contados a
partir de la notificación de esta decisión, un acto de imputación formal por parte del
Ministerio Público a la citada ciudadana, con prescindencia de los vicios
observados. Por tanto, remítase el expediente al Juzgado Cuadragésimo Cuarto en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, a los fines de darle la respectiva continuidad al proceso.
 
Por último, la Sala estima, observadas las circunstancias, que los efectos del
proceso pueden cumplirse y ser satisfechos, por lo que acuerda sustituir la medida de
privación judicial preventiva de libertad que pesa sobre la ciudadana María
Alexandra Pérez-Vera Herrera, desde el 15 de junio de 2010, debiendo imponerse en
su lugar,a favor de la referida ciudadana, las medidas cautelares siguientes: la
presentación periódica cada 8 días, ante el Juzgado Cuadragésimo Cuarto en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
y la prohibición de salida del país y de la jurisdicción del Tribunal, sin expresa
autorización por escrito, de conformidad con lo descrito en los numerales 3 y 5 del
artículo 256 del Código Orgánico Procesal Penal. Por tal razón, se ordena al Juzgado
Cuadragésimo Cuarto en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, expedir la correspondiente Boleta de excarcelación e
imponer a la citada ciudadana las medidas cautelares sustitutivas de libertad
acordadas. Así se declara.
                                              
 
D
E
CI
SI
Ó
N
 
Por las razones expuestas, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación 
Penal, administrando justicia  en nombre de la República y por autoridad de la
ley, ordena lo siguiente:

        
PRIMERO: Se declara con lugar la solicitud de avocamiento.
 
SEGUNDO: En atención a lo dispuesto en los artículos 190 y 191 del Código
Orgánico Procesal Penal, obligante se declara la nulidad absoluta de las acusaciones
formuladas  por la ciudadana Julimer Hiliana Márquez Mendoza, Fiscal Décima
Sexta (E) del Ministerio Público del  Área Metropolitana de Caracas,  el 27 de julio
de 2010, contra la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, como consta en
los folios 121 al 133 de la pieza N° 2 del expediente, por los delitos de falsificación
de documento, uso de documentos falsos y fraude, tipificados en los artículos 319,
322 y 463 (numeral 3) del Código Penal, y el 8 de diciembre de 2010, por
intermedio del ciudadano Eduin Daniel Villasmil, Fiscal Auxiliar Décimo Noveno
del Área Metropolitana de Caracas, contra la ciudadana María Alexandra Pérez-
Vera Herrera por los delitos de aprovechamiento de acto falso y fraude, tipificados
en los artículos  322 y 463 (numeral 3) del Código Penal, respectivamente, como
consta en los folios 108 al 128 de la pieza N° 4 del expediente, de los demás actos
consiguientes en el proceso, de acuerdo al contenido del artículo 195 eiusdem, y en
cumplimiento del mandato expresado en el artículo 196 ibídem, al tratarse de
violaciones de orden constitucional que afectaron a la ciudadana María Alexandra
Pérez-Vera Herrera, en cuyo caso se ordena retrotraer el proceso al estado de llevar
a cabo por parte del Ministerio Público, en un lapso de treinta (30) días contados a
partir de la notificación de esta decisión, un acto de imputación formal por parte del
Ministerio Público a la citada ciudadana, con prescindencia de los vicios
observados.
 
TERCERO: La Sala acuerda sustituir la medida de privación judicial preventiva de
libertad que pesa sobre la ciudadana María Alexandra Pérez-Vera Herrera, desde el
15 de junio de 2010, imponiendo en su lugar,a favor de la referida ciudadana, las
medidas cautelares siguientes: la presentación periódica cada 8 días, ante el
Juzgado Cuadragésimo Cuarto en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas, y la prohibición de salida del país y de la
jurisdicción del Tribunal, sin expresa autorización por escrito, de conformidad con
lo descrito en los numerales 3 y 5 del artículo 256 del Código Orgánico Procesal
Penal. Por tal razón, se ordena al Juzgado Cuadragésimo Cuarto en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, expedir la
correspondiente Boleta de excarcelación e imponer a la citada ciudadana las
medidas cautelares sustitutivas de libertad acordadas.
 
CUARTO: Remítase el expediente al Juzgado Cuadragésimo Cuarto en Funciones
de Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, a los fines
de darle la respectiva continuidad al proceso.
 
QUINTO: Háganse todas las notificaciones y copias certificadas correspondientes,
de la presente decisión, inclusive a la ciudadana Fiscal General de la República.
 
Publíquese, regístrese, ofíciese lo conducente y bájese el expediente.
 
       Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo
de Justicia, en Sala de Casación Penal, en Caracas, a los   (23)   días del mes
de  septiembre  de dos mil once. Años 201° de la Independencia y 152° de la
Federación.
 
                                                                                               
La Magistrada Presidenta,
 
 
NINOSKA BEATRIZ QUEIPO BRICEÑO
 
 
La Magistrada Vicepresidenta,                           
 
 

DEYANIRA NIEVES BASTIDAS


 
 
     
La Magistrada,
 
 

BLANCA
de LEÓN
           
           
 
 
 
El Magistrado,
 
 
ELADIO RAMÓN APONTE APONTE
                      Ponente
 
                                 
El Magistrado,
 
 
                                                                     
HÉCTOR CORONADO FLORES
 
 
La Secretaria,
 
 
GLADYS HERNÁNDEZ GONZÁLEZ
 
Exp. 2010-368
ERAA.
 
           
 
 
VOTO CONCURRENTE
 
Yo, Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada de la Sala de Casación Penal
del Tribunal Supremo de Justicia, presento voto concurrente en la decisión que
antecede, con fundamento en las siguientes consideraciones:
 
En el presente caso la mayoría de la Sala declaró Con Lugar la solicitud de
Avocamiento interpuesta por la representación de la Defensa de la
ciudadana MARIA ALEXANDRA PÉREZ- VERA HERRERA, ordenó retrotraer
el proceso al estado de que sea realizado un acto de imputación formal por parte del
Ministerio Público en un lapso de treinta (30) días contados a partir de la
notificación de la presente decisión, con prescindencia de los vicios observados que
dieron lugar a la presente declaratoria de Nulidad, decisión con la cual me encuentro
de acuerdo.
 
Ahora bien, mi desacuerdo radica en que, si bien la Sala observó los vicios
que dieron lugar a que sea realizado el acto de imputación a la ciudadana antes
mencionada, ello supone por sana lógica, que no procede hasta este momento
acordar ninguna medida cautelar, ni privativa ni sustitutiva de la privación de
libertad, por cuanto no ha sido realizado el acto de imputación.
 
 
 
Al respecto quien aquí disiente considera, tal como lo ha expresado en
diversos votos, que el denominado acto de imputación formal implica una garantía
procesal para el justiciable, que tiene como fin que éste conozca legalmente sobre
los hechos que se le imputan, es decir, la aprehensión flagrante  o el procedimiento
ordinario donde se realiza la presentación ante el tribunal para resolver sobre la
detención no colman este derecho, pues requiere el justiciable el conocimiento de
los hechos y la explicación jurídica del por qué se le sigue procedimiento penal y
por qué se le priva de uno de sus derechos más preciados, el de la libertad, todo ello
para la mejor defensa de sus derechos y para la materialización de las garantías que
debe cumplir el Estado en el ejercicio de “ius puniendi”.
 
            Ese derecho debe ser necesariamente verificado en la etapa inicial del
proceso no siendo, en mi criterio, válido el hecho de realizar la imputación en el acto
de presentación ante el tribunal de control, sea en los casos de flagrancia o de
procedimiento ordinario, por cuanto omitir el respeto de las garantías al debido
proceso en la etapa primordial del inicio de la investigación, cuando se origina de
manera concurrente el derecho a defenderse en el proceso penal, supone la asunción
de que lo principal es privar de libertad en cualquier caso y después que se ha
infringido ese primordial derecho, se le informa al justiciable por qué fue
aprehendido, sin derecho a defenderse de esa aprehensión, sin posibilidad de que el
proceso que deba seguírsele sea realizado en libertad, pues los fines del proceso
no sólo deben deducirse de las posibilidades de la ejecución de la pena que pudiera
llegar a imponerse, los fines del proceso giran en torno a la consideración de la
persona del justiciable como entidad sujeta, en desigualdad de condiciones, al poder
punitivo del Estado y es mediante el proceso que se ciñe al respeto de los derechos y
garantías donde se puede finalmente desvirtuar o no la condición de inocencia que
posee todo ciudadano sobre quien no pesa decisión judicial definitiva y firme que lo
declare culpable.
 
 
Por último, respecto de las citas de sentencias de la Sala Constitucional, quien
aquí disiente considera  que la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de
Justicia tiene asignada una serie de atribuciones Constitucionales y legales que
determinan su competencia jurisdiccional y material, por tanto, sus criterios, al igual
que el de cualquiera de las restantes Salas, se encuentran imbuidos de generalidad
hermenéutica suficiente e idónea en la interpretación de las leyes a los casos
concretos.
 
           
 
 
 
Al respecto, la función de la Sala Constitucional de dictar decisiones de
carácter vinculante para otras Salas no determina la obligatoriedad para las restantes
Salas de citar sus interpretaciones generales en los casos que resuelve, pues ello
violenta la competencia material que corresponde a cada una, además que la
competencia de la Sala Constitucional de dictar sentencias vinculantes para las otras
Salas sólo procede en determinados casos y de manera excepcional, sobre el
contenido y alcance de normas y principios constitucionales de acuerdo a lo previsto
en el artículo 335 de la Carta Magna.
 
 
De allí, que la cita reiterada de sentencias de la Sala Constitucional como
modelo o pauta a seguir en las sentencias de la Sala de Casación Penal, supone una
exacerbación de la interpretación de la función de aquélla, en detrimento de las
funciones Constitucionales y legales conferidas a esta Sala, asumiendo una posición
de inferior jerárquico dentro de la Organización del Poder Judicial que de ningún
modo se encuentra determinado Constitucionalmente, y de serlo, nos encontraríamos
ante otra definición de modelo de Estado que no corresponde con las características
del actual, trastocando así al Poder Judicial, rama y sustento del Poder Público, su
independencia funcional y en consecuencia, la conformación del Estado
democrático, de derecho y de justicia.
 
 
En tal virtud considero, que en el presente caso, si bien procede la
declaratoria de Nulidad por la violación de los derechos de orden constitucional
verificados en contra de la ciudadana María Alexandra Pérez Vera Herrera y
retrotraer el proceso a los fines de que sea realizado el correspondiente acto de
imputación formal ante el Ministerio Público, considero que debió la Sala decretar la
libertad Plena de la ciudadana hasta ahora investigada.
 
 
Queda en estos términos planteado mi voto concurrente en la presente
decisión. Fecha ut supra.
 
 
 
La Magistrada Presidente,
 
Ninoska Beatriz Queipo Briceño
 
 
 
 
 
 
 
La Magistrada Vicepresidenta,                                                                                                                 
La Magistrada Disidente,
 
Deyanira Nieves Bastidas                                                                                                                         
Blanca Rosa Mármol de León
 
El Magistrado,                                                                                                                                           
El Magistrado,
 
Eladio Aponte Aponte                                                                                                                               
Héctor Coronado Flores     
     (Ponente)      
 
La Secretaria,
 
Gladys Hernández González
 
 
 
BRMdeL/hnq.
VC. Exp. N° 10-0368 (EAA)

 
 
     
VOTO SALVADO
 
Quien suscribe, DEYANIRA NIEVES BASTIDAS, Magistrada de la Sala
de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, salva su voto en la presente
decisión, en base a las razones siguientes:
           
            La sentencia que antecede, de la cual disiento de la mayoría de esta Sala
Penal, decidió declarar con lugar la solicitud de avocamiento, la nulidad absoluta de
las acusaciones presentadas por los ciudadanos Julimer Hiliana Márquez Mendoza y
Edwin Daniel Villasmil, Fiscales Décima Sexta (E) y Auxiliar Décimo Noveno
ambos del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas,  en fechas  27 de
junio de 2010 y 8 de diciembre de 2010, respectivamente, así como de los demás
actos subsiguientes en el proceso penal seguido contra la ciudadana  MARÍA
ALEXANDRA PÉREZ-VERA HERRERA, ordenando en consecuencia retrotraer el
proceso al estado que el Ministerio Público en un lapso de treinta (30) días, 
contados a partir de la notificación de esta decisión, lleve a cabo un acto de
imputación formal; y acordó sustituir la medida de privación judicial preventiva de
libertad decretada contra la mencionada ciudadana por las medidas cautelares
previstas en los numerales 3 y 4 del artículo 256 del Código Orgánico Procesal
Penal, las cuales comportan presentación periódica de la imputada cada ocho (8)
días ante el Juzgado Cuadragésimo Cuarto de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, prohibición
de salida del país y de la jurisdicción del Tribunal (sin expresa autorización por
escrito del referido Tribunal).
 
En dicha decisión, la mayoría sentenciadora, a su criterio expresa que
“(…) ha ocurrido una anomalía (…)  que constituye una grave irregularidad que
afecta a la imputada, al proceso mismo y que obliga a la Sala, bajo la institución
del avocamiento, se proceda a sanear el proceso (…) esta irregularidad consiste en
el incumplimiento por parte del Ministerio Público, del respectivo acto de
imputación formal (…)”
Debo manifestar mi inconformidad con tal aseveración, pues de las actas
procesales se desprende a los folios 203 y 234 de la primera pieza del expediente,
que durante la fase de investigación en el presente proceso se efectuó en fecha 15 de
junio de 2010, la audiencia de presentación en la cual el Ministerio Público le
impuso y comunicó a la ciudadana  MARÍA ALEXANDRA PÉREZ-VERA
HERRERA, de la imputación del ilícito penal en su contra; audiencia oral en la que
se le instruyó a la imputada sobre sus derechos legales y constitucionales, a los
efectos que los ejerciera en procura de la garantía constitucional del derecho a la
defensa, ante el Juzgado Vigésimo Segundo de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas; quedando así
formalmente imputada en dicha audiencia la cual fue celebrada anterior a las fechas
en las que la vindicta pública emitiera el acto conclusivo de la investigación
(acusaciones).
De lo anteriormente expuesto, se evidencia que la sentencia de la cual
disiento de la opinión mayoritaria, ha sido contraria al afirmar  “(…) el
incumplimiento por parte del Ministerio Público, del respectivo acto de imputación
formal (…)”; lo cual queda sin sustento al revisar los folios 203 y 234 de la primera
pieza del expediente de marras.
 
Considero además, que al hacerse tal afirmación, contradice el criterio
sentado por esta la Sala Penal, quien ha señalado que el acto formal de la
imputación, cuya acción es propia del Ministerio Público, prevista en el numeral 8
del artículo 108 del Código Orgánico Procesal Penal, tiene oportunidad legal para
ser refutada, siendo que “(…) el momento para denunciar la (…)irregularidad de
falta de imputación fiscal, es en la audiencia preliminar (fase intermedia), para que
sea revisado, analizado y debatido, ante el Tribunal de Control, como órgano
jurisdiccional competente y encargado de velar la  regularidad del proceso, y del
cumplimiento de los derechos y garantías constitucionales de las partes que lo
integran, de conformidad con lo establecido en el artículo 104 del Código Orgánico
Procesal Penal (…)” (Vid. Sentencia N° 514 del 21 de octubre de 2009).
Como puede apreciarse de la sentencia antes transcrita, es criterio de esta Sala
Penal que el momento para atacar el vicio de la falta de imputación es en fase
preliminar, concretamente en la audiencia preliminar,  “(…)  para que sea revisado,
analizado y debatido, ante el Tribunal de Control, como órgano jurisdiccional
competente y encargado de velar la  regularidad del proceso, y del cumplimiento de
los derechos y garantías constitucionales de las partes que lo integran, de
conformidad con lo establecido en el artículo 104 del Código Orgánico Procesal
Penal (…)”; tal acto procesal (audiencia preliminar) en el presente caso, se
encuentra pendiente para su celebración, por lo que considero que, en esta
oportunidad, la decisión mayoritaria contradice el criterio de la aludida sentencia N°
514 del 21 de octubre de 2009, la cual dejó claro que “(…) las denuncias contra la
fase preparatoria (irregularidades dentro de la investigación), la acusación fiscal,
oponer excepciones (entre otras), deben ser invocadas en la oportunidad procesal
correspondiente, es decir, es la audiencia preliminar, que es donde se va a oír a las
partes, respetándoles su derecho a confrontar los alegatos y descargos, todo esto,
de conformidad con los principios de oralidad y contradicción, los derechos al
debido proceso, a la defensa y a la igualdad de las partes. (…)”
Al quedar sin fundamento, a mi criterio, el motivo de la nulidad absoluta de
las acusaciones presentadas por los Fiscales del Ministerio Público y de los demás
actos subsiguientes en el presente proceso penal; por las razones que antes aduje,
considero por vía de consecuencia que no hay fundamento que sustente la solicitud
de avocamiento, toda vez que ha sido criterio de esta Sala de Casación Penal, que
para su procedencia deben concurrir  los  requisitos  de  forma  y  de fondo 
establecidos  en sentencias Nos. 247 del 22 de julio de 2004 y 442 del 18 de
noviembre de  2004, a saber: “(…) A) Requisitos de forma: (…) 3.- Las
irregularidades que se alegan deben haber sido oportunamente reclamadas sin
éxito. Es decir, que pueden haberse planteado a través de una incidencia procesal
ante el órgano jurisdiccional competente o mediante el ejercicio de recurso
formal. B) Requisitos de fondo: (…) 2.- Que se hayan desatendido o erróneamente
tramitado los recursos ordinarios o extraordinarios que los interesados hubieren
ejercido. Esto significa la existencia de procedimientos recurribles ejercitados por
los interesados pero que han resultado vanos por la no solución de los mismo o por
la errada interpretación del órgano llamado a restablecer el orden infringido (…)”.
Del referido criterio, concomitantemente con la alegada sentencia N° 514 del
21 de octubre de 2009, se colige que las partes poseen recursos y acciones legales
dentro del proceso para atacar las irregularidades o decisiones que les sean adversas,
en el caso de la presunta falta de imputación formal, debe alegarse en su oportunidad
y ante el órgano jurisdiccional competente, situación que en el presente caso, debe
hacerse en fase preliminar, en el momento en que tenga lugar la celebración de la
audiencia preliminar, acto que se encuentra pendiente en el caso que nos ocupa, el
cual como expresé y ha sido criterio de esta Sala Penal, es la oportunidad legal para
atacar el vicio de la falta de imputación formal.
Queda de esta manera sustentada mi opinión en el presente voto salvado, sólo en
cuanto a lo antes ponderado. Fecha ut supra.
 
La  Magistrada Presidenta
 
 
NINOSKA BEATRIZ QUEIPO BRICEÑO
 
 
La Magistrada Vice-Presidenta
 
 
DEYANIRA NIEVES BASTIDAS    
                    Disidente                                                  
La Magis
 
BLANCA ROSA MÁRMOL DE LEÓN 
 
El Magistrado
 
ELADIO RAMÓN APONTE
Ponente
                                                                                                                                                                   
El Magistrado
 
HÉCTOR MANUEL CORONADO FLORES                  
                                                    
  Secretaria
 
GLADYS HERNÁNDEZ GONZÁLEZ
 
 
DNB/
Exp.10-368
 
 
VOTO SALVADO
 
 La Magistrada Doctora NINOSKA BEATRIZ QUEIPO BRICEÑO, pasa a
disentir de sus honorables colegas, en relación con la opinión mayoritaria sostenida
por ellos en la decisión que antecede. Opinión mayoritaria que la Magistrada
disidenta respeta pero no comparte, por lo cual se permite salvar su voto basándose
en las razones siguientes:
 La decisión de la cual disiento y aprobada por la mayoría de la Sala Penal, en
primer lugar, declaró con lugar la solicitud de avocamiento; en segundo lugar, 
declaró la nulidad absoluta de las acusaciones presentadas por la ciudadana Fiscala
Julimer Hiliana Márquez Mendoza, Fiscala Décima Sexta (E) del Ministerio Público
del Área Metropolitana de Caracas, el 27 de junio de 2010, y por el ciudadano
Edwin Daniel Villasmil, Fiscal Auxiliar Décimo Noveno del Área Metropolitana de
Caracas, el 8 de diciembre de 2010, y los demás actos subsiguientes del proceso
penal seguido contra la ciudadana MARÍA ALEXANDRA PÉREZ-VERA
HERRERA, en consecuencia, ordenó retrotraer el proceso a que el Ministerio
Público en un lapso de treinta (30) días contados a partir de la notificación de esta
decisión, lleve a cabo un acto de imputación formal; en tercer lugar, se acordó
sustituir la medida de privación judicial preventiva de libertad decretada contra la
mencionada ciudadana por las medidas cautelares previstas en los numerales 3 y 5
del Código Orgánico Procesal Penal referidas a la presentación periódica cada ocho
días ante el Juzgado Cuadragésimo Cuarto de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas; la
prohibición de salida del país y de la jurisdicción del tribunal (sin expresa
autorización por escrito del referido Tribunal).    

En criterio de la mayoría sentenciadora  “… ha ocurrido una anomalía de


trascendencia, que constituye una grave irregularidad que afecta a la imputada, al
proceso mismo y que obliga a la Sala, que bajo la institución del avocamiento, se
proceda a sanear el proceso (…) esta irregularidad consiste, en el incumplimiento
por parte del Ministerio Público, del respectivo acto de imputación formal…”.
Quien suscribe fundamenta su disidencia con el criterio de la mayoría sentenciadora,
en el sentido de que, realizada la lectura y revisión del expediente no se apreció
subversión del orden procesal ni constitucional,  en el juicio seguido contra la
ciudadana MARÍA ALEXANDRA PÉREZ-VERA HERRERA, pues el Juzgado
Vigésimo Segundo de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, en fecha 15 de junio de 2010
llevó a cabo la celebración de la audiencia de presentación de la imputada cuya acta
de audiencia consta en los folios 203 y 234 de la primera pieza del expediente;
efectivamente, en la audiencia oral se configuró la efectiva comunicación de la
imputación por parte del Ministerio Público, la ilustración del objeto de la  misma y
de los derechos de la imputada y, en todo caso, antes de la acusación.
Al efecto, el Tribunal Constitucional Español ha dicho lo siguiente:
 
“… la exigencia de que la acusación venga precedida por una previa
imputación en la fase instructora pretende evitar que se produzcan
acusaciones sorpresivas de ciudadanos en el juicio oral, sin que se
les haya otorgado la otorgado la posibilidad de participación en
dicha fase instructora…”. (Sentencia 19/2000).  
 
Cabe citar, que la Sala Penal ha señalado, que el acto formal de imputación, es una
actividad propia del Ministerio Público, establecida en el artículo 108 numeral 8 del
Código Orgánico Procesal Penal y la falta o ausencia del mismo dentro del proceso
penal, es un vicio de la fase preparatoria cuya denuncia en relación a su
irregularidad debe hacerse en la fase intermedia (audiencia preliminar), en tal
sentido:
 
“… el momento procesal idóneo para denunciar la referida
irregularidad de falta de imputación fiscal, es en la audiencia
preliminar (fase intermedia), para que sea revisado, analizado y
debatido, ante el Tribunal de Control, como órgano
jurisdiccional competente y encargado de velar regularidad del
proceso, y del cumplimiento de los derechos y garantías
constitucionales de las partes que lo integran, de conformidad con lo
establecido en el artículo 104 del Código Orgánico Procesal
Penal…”.(Sentencia N° 514 del 21 de octubre de 2009).
 
Otro aspecto del cual disiento, es lo afirmado por la Sala sobre la constancia expresa
en el acta de la audiencia de presentación de imputados; en cualquier caso la
intervención del Secretario Judicial en la fase preparatoria es escasa, limitándose a la
dación de fe de la presentación de los imputados ante el Tribunal de Control y
dejando constancia procesal en el acta que levanta del desarrollo de la audiencia, de
los actos cumplidos según la Ley Adjetiva Penal, de los intervinientes y las
decisiones tomadas por el Juez durante la audiencia. De manera que, la función del
Secretario en esta fase es documentar el acto procesal, al tiempo que lo dota de
autenticidad, empero su actuación es limitativa, en el sentido de que las actuaciones
orales deberían registrarse conforme al artículo 344 del Código Orgánico Procesal
Penal, y no esperar que los Secretarios reproduzcan con exactitud en el acta que
levantan el contenido de cada deposición.
Por otra parte, en cuanto a la acusación fiscal y su ampliación, quien discrepa, juzga
que en todo caso corresponde al Juez de Control ejercer el control judicial sobre la
misma en la audiencia preliminar. Al efecto,  la Sala de Casación Penal, ha señalado
que:
 
“… la audiencia preliminar, es la oportunidad procesal que tienen
las partes, para denunciar irregularidades de la investigación penal,
vicios de la acusación fiscal, oponer excepciones, entre otros, por
cuanto es la fase del proceso, que tiene como finalidad, la
depuración y el control del procedimiento penal instaurado, todo
esto, en atención alprincipio del control jurisdiccional, estipulado en
el artículo 104 del Código Orgánico Procesal Penal, donde se
establece la obligación de los jueces, de velar por la regularidad en
el proceso. (Sentencia Nº 119, del 31 de marzo de 2009).
 
En el mismo sentido, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, ha
expresado lo siguiente:
 
“…Debe esta Sala señalar (…) que la fase intermedia del
procedimiento ordinario, es de obligatorio agotamiento en el marco
del actual sistema procesal penal venezolano. Dicha fase se inicia
mediante la interposición de la acusación por parte del Fiscal del
Ministerio Público, a los fines de requerir la apertura de un juicio
pleno.
En tal sentido, esta segunda etapa del procedimiento penal, tiene por
finalidades esenciales lograr la depuración del procedimiento,
comunicar al imputado sobre la acusación interpuesta en su contra,
y permitir que el Juez ejerza el control de la acusación. Esta última
finalidad implica la realización de un análisis de los fundamentos
fácticos y jurídicos que sustentan el escrito acusatorio, fungiendo
esta fase procesal entonces como un filtro, a los fines de evitar la
interposición de acusaciones infundadas y arbitrarias…”.(Sentencia
1303, del 20 de junio de 2005).        
 
 
Por último, en el caso analizado por la Sala, se encuentra pendiente la celebración de
la audiencia preliminar, quien discrepa considera que, ha sido criterio de esta Sala de
Casación Penal y que con esta decisión la Sala se contradice, en el sentido de que
“… las denuncias contra la fase preparatoria (irregularidades dentro de la
investigación), la acusación fiscal, oponer excepciones (entre otras), deben ser
invocadas en la oportunidad procesal correspondiente, es decir, es la audiencia
preliminar, que es donde se va a oír a las partes, respetándoles su derecho a
confrontar los alegatos y descargos, todo esto, de conformidad con los principios de
oralidad y contradicción, los derechos al debido proceso, a la defensa y a la
igualdad de las partes…”. (Sentencia N° 514 del 21 de noviembre de 2009).
 
Quedan así expresadas las razones de mi voto salvado.
 
 
 
 
 
La Magistrada Presidenta,
 
 
 
 
NINOSKA BEATRIZ QUEIPO BRICEÑO
Disidenta
 
 
 
 
 
 
 
La Magistrada Vicepresidenta,
 
 
 
 
DEYANIRA NIEVES BASTIDAS
La Magistrada,
 
 
 
 
BLANCA ROSA MÁRMOL DE LEÓN
 
 
     El Magistrado,
 
 
 
ELADIO RAMÓN APONTE APONTE
 
El Magistrado,
 
 
 
HÉCTOR MANUEL CORONADO FLORES
                                        
 
La Secretaria,
 
 
 
                        GLADYS HERNÁNDEZ GONZÁLEZ
Exp. 10-368
NBQB.                      
 

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