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8.

lntercambiadores de calor _____


út verdadera libertad consiste en el
dominio absoluto de sí mismo.
MONTAJGNl.l

Quizá una de las aplicaciones más comunes del fenómeno que estudiamos se
encuentra en el diseño y selección de intercambiadores de calor. Aun cuando los
problemas que abarca el diseño de un intercambiador de calor son múltiples y de
carácter muy diverso, la metodología para predecir el comportamiento térmico es
relativamente sencilla.
Entre los distintos aspectos que han de considerarse en el diseño de un inter­
cambiador de calor cabe enumerar los siguientes: esfuerzos mecánicos y dilata­
ciones térmicas en las tuberías, problemas de conosión, depósito de sólidos en las
líneas de flujo, caídas de presión, peso y tamaño del intercambiador y, desde
luego, costo. Este último factor suele jugar un papel muy importante en el diseño
o selección de un tipo de intercambiador de calor y debe tenerse siempre en mente.
Actualmente se utilizan distintas geometrías de intercambiadores de calor. En
la figura 8.1 se muestra el esquema de uno del tipo de doble tubo y con flujos en
paralelo. En caso de que Jos fluidos circulen en direcciones opuestas, el intercam­
biador viene a ser de flujos opuestos o en contraconiente. En cualquiera de estos
casos, uno de los fluidos, el caliente o el frío, ocupa el espacio anular y el otro circu­
la dentro del tubo interior.
De manera similar, en la figura 8.2 se ilustra un intercambiador de calor del
tipo de coraza y tubo con dos pasos de tubos. En este caso, uno de los fluidos circu­
la po.r el interior de los tubos, mientras que el otro lo hace por el espacio que hay
entre ambos y la coraza del intercambiador. De acuerdo con el arreglo geométrico
que se tenga en los cabezales del intercambiador puede tenerse uno o más pasos
de tubos con el fin de incrementar el área de la superficie efectiva de la transferen­
cia de calor por unidad de volumen. El fluido que circula por el exterior de los
tubos es conducido mediante desviadores o mamparas.
Otro tipo de intercambiador muy usado es el de flujos transversales o cruza­
dos, con ambos tlujdos sin mezclar, como el que se muestra en el esquema de la
figura 8.3. Por otra parte, los flujos pueden conducirse de tal forma que uno ele
ellos se encuentra mezclado y el otro no. Un ejemplo de este a1Teglo se ilustra en

231
232 8. Intercambiadores de calor

el esquema de la figura 8.4, donde el gas se halla mezclado, en tanto que el otro
fluido, el caliente o el frío que circula por los tubos, permanece sin mezclarse.
En ciertas aplicaciones especiales (es el caso de regeneradores para turbinas
de gas), la transferencia de calor por .unidad de peso y unidad de volumen es de
gran importancia. Kays y London (véase sección de bibliografía) han investigado
modelos compactos propios para este tipo de servicio. Otros regeneradores indus-
triales que operan en forma periódica han sido investigados por Manrique y
Cárdenas (véase sección de bibliografía).

8.1. La diferencia media logarítmica


de temperaturas
Considérese de nuevo, para análisis, un intercambiador de calor de doble tubo y
flujos en paralelo como el que se muestra en la figura 8.1. Sus perfiles de tempera-
tura correspondientes, para el fluido caliente y para el frío, se presentan en forma
general en el esquema de la figura 8.5. Para efectuar el análisis térmico del inter-
cambiador de calor conviene usar una expresión similar a la ley de Newton de
enfriamiento en la forma:

q = UAI1T (8 .1)

donde q es el flujo total de calor que transfiere por el fluido caliente al frío , U el
coeficiente total de transferencia de calor que se supone constante a lo largo de
todo el intercambiador, A el área de transferencia de calor consistente con la defi-
nición de U y I1T es una diferencia promedio de temperaturas a través del intercam-
biador de calor. Si comparamos la ecuación 8.1 con la 2.22 para la transferencia

o
"O
·S
u:::

I
rl '- I
1--- -~~d.Q r - - A
-- -- -- ----- -- --- -~
I I
1 2 U
Figura 8.1. Intercambiador de calor de doble tubo con flujos en paralelo.
8.1. La diferencia media logarítmica de temperaturas 233

Figura 8.2. Intercambiador de calor de tipo de coraza*y de tubo con dos pasos de tubos,
un paso en la coraza.

de calor en un tubo (fig. 2.6) se observa que el coeficiente total de transferencia de


calor queda definido mediante las expresiones siguientes, según el área exterior o
interior que se seleccione. Si se basa en el área exterior del tubo que transfiere el
calor,
(8 .2)

Por otra parte, si se emplea el área interior del tubo que transfiere el calor en su
definición,

(8.3)

De lo anterior se desprende que el producto UA es constante en cualquiera de las


dos definiciones, es decir, UIAI = U2A 2 = UA.
Una inspección de la figura 8.5 revela que las temperaturas de los fluidos por
lo general no son constantes, sino que varían de un punto a otro a medida que el
calor pasa del fluido caliente al frío , e incluso para una resistencia térmica cons-
tante, el flujo de calor por unidad de área varía a lo largo del intercambiador. En
consecuencia, para que la ecuación 8.1 sea válida debe determinarse un valor
apropiado de /),.T consistente con el funcionamiento real del intercambiador.
A la luz del razonamiento anterior, el flujo de calor dq transferido mediante un
elemento diferencial de área dA está dado por la expresión siguiente:

dq = UdA(Tc - T¡) (8.4)


234 8. Intercambiado res de calor

Flujo de gas
~~~
~~~
~ ~
~ ~ ~ i'-!Iuido caliente o frío

Figura 8.3. Intercambiador de calor de flujos transversales, con ambos fluidos sin mezclar.

pero, a su vez, un balance de energía en los fluidos caliente y frío a través de este
diferencial de área indica que

(8.5)

(8.6)

donde C se refiere a la capacidad calorífica del fluido (W/K) y los subíndices e y


f a los fluidos caliente y frío, respectivamente.
Al combinar las ecuaciones 8.5 y 8.6 se obtiene

dI;; - dT¡ = d(I;; - T¡ ) = _dq (_lCe + _1C¡ J


y, al sustituir la ecuación 8.4,

(8.7)

Separando ahora las variables tenemos que


8.1. La diferencia media logarítmica de temperaturas 235

Flujo de gas

Figura 8.4. Intercambiador de calor de flujos transversales, con un fluido mezclado y otro
sin mezclar.

En consecuencia,

1 J
.enTe2 -T12 =-UA [ _1 +_ (8.8)
~! -TI! ee el
Por otra parte, un balance de energía a lo largo de todo el intercambiador de calor
indica que

(8.9)

_1_ _ TI2 - TI!


(8.10)
el q

Al sustituir las ecuaciones 8.9 y 8.10 en la 8.8 se obtiene

(8.11)
236 8. Intercambiadores de calor

T
Tc1
dq = UdA(Tc - Tf )

TC2

Tf1
~--
dA-
Tf2

L-----r-------------------~~A

Figura 8.5. Perfiles de temperatura en un intercambiador de calor de doble tubo con flu-
jos en paralelo.

Comparando esta expresión con la ecuación 8.1 propuesta, resulta

(8 .12) .

Tal diferencia de temperaturas consistente con el funcionamiento real del inter-


cambiador de calor se denomina diferencia media logarítmica de temperaturas.
La ecuación 8.12 establece que la diferencia promedio de temperaturas a lo largo
de todo el intercambiador de calor con flujos en paralelo puede calcularse como la
diferencia de temperaturas en uno de los extremos siguientes: 1. menos la diferen-
cia en el otro, 2. dividiendo el resultado entre el logaritmo natural del cociente de
estas diferencias. Desde luego, puede emplearse la misma expresión cuando la
temperatura en uno de los fluidos es constante en todo el intercambiador, como en
el caso de un condensador o un evaporador. Cabe mencionar que si la diferencia
de temperaturas (Tc! - Tf ¡) no es más grande que (Tc2 - Tf2) por más de 50%, la
diferencia media logarítmica no difiere de la diferencia aritmética promedio por
más de 1%. Por otra parte, es posible demostrar que la ecuación 8.12 también es
aplicable a intercambiadores de calor de doble tubo operando con flujos opuestos.

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