Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(sara: es decir, el hombre que construye el conocimiento) vive en la luna (lejos del mundo,
de la realidad) confiscada por los extrovertidos técnicos (la luna es propiedad del técnico,
de la modernidad, de la producción) 15
Hegel, a pesar de la doctrina del espíritu absoluto, en el cual él incluía a la filosofía, sabía a
ésta mero momento en la realidad, actividad fruto de la división del trabajo, y por tanto la
restringía. De ahí resultó luego su propia limitación, su desproporción con la realidad, y
tanto más ciertamente cuanto más a fondo olvidó esa restricción y rechazó como algo
extraño a ella la meditación sobre su propia posición en un todo al que monopoliza como su
objeto en lugar de reconocer cuánto, hasta en su composición interna, su verdad inmanente
depende de él. Sólo una filosofía que se desprenda de tal ingenuidad vale de algún modo la
pena de seguir siendo pensada. (16)
La dialéctica hegeliana ha fallado, siendo esta, el intento más grande para conocer la
realidad, siendo así, se propone una rendición de cuentas en la relación debida de la
dialéctica.
“Ninguna teoría escapa ya al mercado: cada una de ellas se pone a la venta como posible
entre las opiniones concurrentes, todas sometidas a elección, todas devoradas.” 16
(la dialéctica) “En cuanto idealista, estaba claveteada al predominio del sujeto absoluto en
cuanto la fuerza que negativamente produce cada movimiento singular del concepto y la
marcha conjunta. Incluso en la concepción hegeliana, que desbordaba a la consciencia
individual y aun a la trascendental kantiana y fichteana, tal primacía del sujeto está
históricamente condenada. 18
“La sal dialéctica es arrastrada por la corriente indiferenciada de la vida; lo fijado como
cosa, degradado como subalterno, no concebido junto con su subalternidad. El odio al
rígido concepto universal instaura un culto de la inmediatez racional, de la libertad
soberana en medio de lo no libre. (crítica a Bergson: las tan celebradas intuiciones aparecen
bastante abstractas en la misma filosofía de Bergson, apenas van más de la consciencia
fenoménica del tiempo que incluso en Kant subyace al tiempo tísico-cronológico (al
espacial según el análisis de Bergson).)” 20
“Lo que del idealismo queda es que el determinismo objetivo del espíritu, la sociedad, es
tanto una suma de sujetos como la negación de éstos. Están en ella irreconocibles y
desvigorizados; por eso es igual de desesperadamente objetiva y concepto, lo cual el
idealismo confunde con algo positivo” . 22
El pensamiento no ingenuo sabe qué poco alcanza de lo pensado, y sin embargo debe
siempre hablar como si lo tuviera completamente. Esto lo aproxima a la payasada.
Incluso tras el repudio del idealismo, no puede, por supuesto en un sentido más amplio que
en el demasiado positivamente hegeliano, prescindir de la especulación que el Idealismo
puso en boga y que con él cayó en desgracia. 26