Vivimos en una sociedad económica donde los sistemas contables y tributarios
deben ser eficientes y sofisticados, con el objetivo principal de que respondan a las expectativas comerciales y financieras del mercado volátil y cambiante de la actualidad, esto debido a fenómenos económicos como la globalización que han aumentado de manera exponencial el volumen comercial y productivos de las economías y las personas, para lo cual los estados y gobiernos deben crear mecanismos tributarios y contables que se ajusten a las necesidades tributarias de la sociedad, que ayuden a mejorar las condiciones fiscales y de inversión que impulsen el crecimiento y desarrollo económico de las economías. Es de esta manera que nacen mecanismos y entidades especiales como el régimen simple y las entidades sin ánimo de lucro en Colombia, que buscan recaudar los impuestos de las personas naturales que tengan pequeñas empresas informales o devenguen un sueldo igual o inferior a un salario de $2,840, en el caso de las entidades sin ánimo lucro, el objetivo final de ellas es impulsar el desarrollo económico y social a través del costo de una tasa impositiva nula para aquellas empresas cuyos beneficios o utilidades sean retribuidas en la sociedad.