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decla Whewell, y no mediante conceptos indefinidos ys por causa profund: i rofundamente arraigada en nosotr los mados efectivos de desarrollar la cane ie eaina de un fendmeno aunque hayamos establecido Se car rclavion satisfactoria entre él y otros fenémencs: Glens, Pero, come ya habia vst Bacon, hac mucho tempo, Soe ess primeros médicos que aplicé sétodos estadls- estos rasgos careteisticos mentales los olor de ta Tob, ico ot SSudio'de las enfermedades fué ol Dr. William Farr fom erapbeados cot a jaeyor cones auent a enror sf 20 mayor cautla, (1807-1888), En su celebrado informe sobre La ‘Mortalidad por crfiere on Inglaterra (1848-49) que fué causa de las grandes gigjoras subsiguientes en ol suministro de aguas melranptie moretpard el ndmero de muertes por cada diez mil babi aorta altura de los distritos‘en que vivian, y enconted car eejgctin inversa entre ellos, es decir, que cuanto Mayes una vellfura del distito sobre ol nivel del mar, menor cra el cra ys bide casas de mucrtes por el oéleia. Logré inchso Trerae rus resultados mediante una f6rmula matemétce pos it arene, vor calelar la mortalidad si so conocia Ta alters dele sat ta tConcluy6 que la elevacién del suelo estaba mis cistrnte relacionada con Ta mortalidad por el célera en Tres que en cualquier otro lugar eonoeido, que era eussto De Gee Gicluir por un mero ajuste de. datos numéricos. Sin fargo, era mip de lo que necesarlamente Propordons © atadistica, puesto que una correlacion na puede hac Gua sugerir una conexién easel: so puede probarl (se ba art eario usd relacién entre-el némero de ninos nacidos oh conto de Alemania y el mimero de ciguenias que habia & Jf epidn!), Se requirié una investigacién clentilien large ¥ Hy peciente para que Toberto Koch, el hacterilogo alemén, a Patience, won la ayuda del smicroscopio, el microorganismo ai contamina el-agua potable y cs/causa del,cblera, In realid {ecluso hoy dia, las epidemias de eélera no se comprenden saga: Em el cavo del Dr. Farr, parece probable que ls pr verdad al Témesis de los pozos superficiales de agua ps raids distritos bajos, favoreciese su, contaminacién y fuese fnotivo del aumento do los casos de niortalidad. ‘Los Cnones, 0 Métodos, de Mill, por ser una coasec ‘cia directa de la definieiba de causa, y por estar 1a noctén d ‘Vamos a examinar ahora con alg nosis examinar ahora con agin detalle el curso de una inet catia atu que mos maemo se é estas dieultades en In prétin, Var a escoger una omer a por mis den autos ol Enso sobre af reoio do Wels ahs tia pira piney de relieve Tos Gace die eden cometerse al usar el Método de la Diferencia. No se tata slo de‘une investgncién bien Nevada sno Stel ie “también la ventaja de so duracién modorada y de tater de 9 aro familar todo el mondo, 2286 de ‘amos a empezar con unos euantos detalles sobre dest ator. William Charles Well (1757181, eee _Charestown, Carolina del Sur y ea hip de cemigrantes.esco- “gees So pide le hizo evar unaichagues de lana y un som gf bree azul para que no olvidase Escoci,y alos once as fue doe esa om Dues esp de une eine ela coe Universidad de Edinburg, vis Charestown, ende fut le un médico local, Cuand ia Gers dei idepenenc, vols ¢ Enbugs enbe studos médees reglares, que continud mis tarde en ol Ho tal de San Bartolomé y en Leyden. Por lino practcb en Londes, viviendo muy frugalnente y dedicado a la cenc ace miamen ee ae arniasonescetiens gue presen at Hol Sotly bin una en la que incidentalentedesarallé una toria de leccin natural que antcipabs muy caramento la de Chast Se fa fué presentada muy. modestament le Tnego, 0 se basaba en una gran variedad de eae pro los que Darvin descubrié y ordend para su objeto, lo puede explicar que haya pasado casi totalmente inadver- 84 LA Clentin, SU Matodo ae 155 FILOSC FIA GC. BURNITO~M B12 ‘A su famoso Ensayo sobre et rocio, publicado en 1814, se le concedi la Medalla Rumford de la Royal Society. | Muy pocas favestigaciones cientficas se llevan a eabo de acuerdo con un plan definido de procedimiento. Primero, el hecho de que los cientificas son humnanos, signifiea que estén Sujetos, a pesar de las precauciones, a los acontecimientos 43° sirieios, aceidentes y trastomos que siempre acompafian las “empresas humanas; y aunque éstos pueden algunas veods Ye Guuuse al minimo, rafamente pueden suprimirse por comple to wrlo cual equivale a decir que toda investigacién cients. a es una serie de aconteeimientos en Ia Historia, que n0 po: Grian ocurtir dos veces de la misma mantra. Pero, incluso st Jor elementos extranos pudieran evitarse siempre, subsiste Lucho de que las concepeiones e ideas cientifcas fructiferas, peceh en cireunstancias raras ¢ Imprevisibles, y pocos hom- Qrer'de elencia pueden resist Ia tentacién de dejarse arrass tar por sus consecuencias. Esto puede ser causa de que Ie fivestigacién, de que. se trate s¢ Heve a cabo por nuevos c&- iryaos ‘que, i no, sélo podrian haberse alcanzado —caso de Thaberse Megado a ello—, después de uni serio mucho mis larga de investigaciones menos inspiradas, Por este moti posas investigaciones actuales son in modelo de plan met Trea Incluso el maravilloso tratado de Wells sobre él rock, favo que ser modificado un poco con objetd de poner de ms Wheat las. etapas fsucesivas; y,-ademés, esto se logra mejor vandiante el uso de letra cursiva en el texto, que por apartados con titulos propios* Tin prinbr higar,intentaremos; definir et problema Jo mis Glaramente que nos permitan los conocimientos existentes. Ash: Gebemos distinguir el rocfo de la Iluvia-y de ottos productot Ge la humedad en la atmésfera, como las nieblas. Esto puede hacerse deGniéndolo como agua formada sobre las substarr > Log Jestores interesadas en cémo, puede ulzarse una, fn cite te sts isan dow iterpetactones, mds bien aa, dle de esc uel, Een a A elas Dicourse on on ey Pfilorophy. (Um dscuro pliinarsobne el estudio de in" adctia natural), 1830 tida. cias expuestas al sible. Después de haber definido el problema, empezamas eon un resumen critico de las observaciones levacas a cabo por ante. riores investigadores en esta manteria, poniendo en claro cu les se aceptan como una base fdedigna para ulteriores invest gaciones, y cuiles, en caso de que les haya, no se consideran satisfactorias. Wells menciona que Aristételes dijo que el rocio aparece tan s6lo en las noches despejadas y serenas, y esti de acuerdo con esta generalizacién, pero anade que no debe ser tomada demasiado estrictamente, pues é! mismo ha observado oefo tanto en noches ventosas y sin nubes, como en noches nubladas y sin viento. En realidad, se inclina a pensar que un viento ligero favorece Ia formacién del rocio: en todo caso, él nunea encontré que el rocio se formase en noches que reunian las dos circunstancias de ser nubosas y yentosas. ‘Ademés, el filésofo natural holandés Musschenbroeck, de Leyden, sostiene que después de la salida del Sol no se forma rocio. Wells, sin embargo, encontré que se forma més roclo lun poco antes y, en los lugares colocados a la sombra, um poco después de la salida del Sol, que a cualquier otra hors. ‘Un autor francés, un tal M. Pridiir, es citado por Wells por hhaber opinado que el rocfo se forma slo por la tarde ¥ por Ia matiana, y desaparece en el curso de 1a noche. Wells de- libre, cuando no hay una humedad vi- | mostr6 que esa opinién era errénea colocando al aire libre substancias durante todas las horas de Ia noche y viendo oémo se formaba rocio, con To que demostrs su buena voluntad de sacrificar el sueiio en interés de Ia flosofia natural, buena dis- posicién que debemos suponér no sintié M. Prieur. Después de estos preliminares, empezamos nuestra inves- tigacién sobre Ia causa del rocio. El primer paso consiste en comparar fenémenos similares, = conocidos por observacién, con la esperanza de que podamos encontrar alguna faceta comin. Pues, por definicién, siempre que el efecto es manifesto, Ia causa debe estar presente, ¥ es mucho mis facil hallar un‘aspecto comin en una colecciéa de ‘casos diversos, que adivinar la causa partiendo directamente 187 PL EET oT e é fens arezcan similares de un tinieo caso. gQué fendmenos hay que parezean si on ee kee ee es Hagumos una lisa, algo al estilo de las Tablas de Casos Positivas, de Bacon: 1. Si repay sobro un esej, aparece Ia humedady eum no sea visible en la respiracin : 2. Algunas veces se forma la humedad en el exterior de los yasos de agua frfa y sobre objetos similares que han sido Sacados de refrigeradores ', cuando hace un tiempo ca luroso. ; Ta humedad se forma también en el interior de las venta alee os oyagonss. de fexoearl do el aire exterior esté mis frfo que el interior. 4, Guando una belada prolongada va seguida do viento ci Tiente, se forma humedad sobre las paredes y los muebles. 1a comparacién de estos casos nos revela en. seguida que, deatiy do da variedad, todos ellos coneverdan en in aspect, aaiber, que el objeto cubierto de roto est, ex odes los casey, mis frfo que el aire que entra en contacto, con él: Dé tue quizis pueda esto ser una causa, ya que estd siempre pre- aaah at pitsente el efecto; hagamos pues 2 eae fs de que la causa del rocio nocturno es la irialdad del suelo Ja vegetacién, y ofgos objetos que se cubren de roclo, en rela- ‘cidn con la atmésfera que esti-ett contacto con ellos. ‘Ahora debemos probar esta hipdtesis mediante obseroacio- nies hechas especialmente con este objeto, es decir, mediante fexperimentos. Wells enloc6 un termémetro en contacto con at fos cubiertos de rocio, y colocé otto a varias alturas en a aque estaba encima de ellos, Enconts6 que, exreada tno 6 sus experimentos, Jos bjetos eubirtos de, reco, allaban rms frios que el aie que los rodeabe, y asi hizo la induceién de que ast sucede en todos los casos de formaciéa de roet Hasta aqui pues, Ia hipétesis es satisfectoria. Pero aunque en tos casos de espefos, ventana, ete. anotados, es obvio que la frialdad de los objetos precedia.a la formacién del roclo, y er + Wells, por supuesta, no utiliza exactamente estos ejemplos. 158 por consiguiente una causa, en el caso del rocio nocturno esto no es tan cierto, y algunos observadores sostenian que la at. masfera deposita el agua y que el agua enfriaba las superficies sobre las que se depositaba; lo cual equivale a decir que la frialdad relativa dle Ja superficio era un efecto y no una causa. La nica manera de proceder en una situacién como ésta es reunir mis hechos, es decir, hacer més observaciones. Estos hechos so pueden obtener variando las cireunstancias, y toman- do nota de los efectos logrados. Al hacer esto debexaos tener en cuenta la importante méxima: variar solamente una circuns- tancia a'la vez; de otra manera, no.podemos decir, desde lne- go, hasta qué punto el efecto es debido a.una u otra de las cunstancias variadas. Después debemos hacer una clasifica- ién rigurosa de los resultados separando aquellas circunstan- cias que favorecen la formaciéa de xocio,.y las que no la fa. vorecen. La elasifcacién tiene una parte de especial importan- cia en las efencias biolégicas, las cuales tratan con un margen muy vasto de hechos que muestran importantes semejanzas. El valor de la clasificacién consiste en que permite hacer ase- veraciones de orden general. Ademés, en toda investigaciénjvonseguimos una gran ayu- da si podemos introduce algin sistema de medida, porque eu tonees podemos, mediante nuimeros, tener en cuenta y compa- rar diferencias demasiado complejas para ser descritas en len- guaje ordinario, y el desarrollo de los instrumentos de medida, puede ampliar esta ventaja més alld del aleance de los sontidos hhumanos, Wells estiind las cantidades de rocio formado, pe- _ sando piozas de lana antes y después de ser expuestas 4 1a at- mdsfera, método que después de un cuidadoso control, resulté efective. Las temperaturas, como ya se ha dicho, las midié ‘mediante termémetros. Pero tan pronto como Wells comenz6 a ‘medir con todo cuidado las temperaturas ex noches.distintas y en diferentes condiciones, descubrié que a veces los cuer- Pos pueden estar més frfos que la atmésfera y, sin embargo, no formarse rocio sobre ellos. Esto demuestra que el enfria. miento puede tener lugar sin que se presente el rocio, de ma- nera que el rocfo no es causa en este caso. Se podia, desde 150 a iad ecere ie tone ved of cokers ecomaned— ses wage Ra ep wn depo eh £ BL. STEVENSON. Sis ria om dean ini a el enn fuente, produeida en la stmésfera parol ro dela noche, La semjanca extre fas gotas de ros y as perlas condujo ala antiquateoria de que las pevias eran oclo congelado, Las Ostras, se suponit, abandonatan por Ias noches us| Fefueiosy sallan ala superite oa ea de gotas derocio. Con el transcursodel tempo estas gota se endiresian formande peti, Bneleapitulo VI se desonbe Yonallza una investigacion elena sabre Ia formacion del roto. (fotografia Fron Greaves, A. RB S. 160 6. Seghin Anstdttes, el luego, sostener todavia que el rocfo enfria las superfcies sobre las que se forma, pero que en ese caso actuaba alguna otra causa, Sin embargo, la innecesarin multiplicaciga de las causas complica mucho las investigaciones cientifieas, y se ha descu- bierto que se progrest mas rapidarente si nos fimitamos a las presunciones ¢ hipdtesis mds simples (esta méixima se ha co- nocido como la mdxima de la parsimonia o la “navaja de Oc- cam”, pero el ocuparnos aqui de ella nos llevaria a uaa digre- sién demasiado larga y, por consiguiente, aplazamos Ia sién). Hagamos pues la hipétesis mas simple de que el enfria- miento, que es una causa en los otros eas0s considerados, es también una causa en ef caso del rocio, y no un efecto, y ex pliquémonos a falta de roclo en algunos casos, como debida a Te sequedad de a atmosfera. Tenemos, después, que explicarnos el enfridmiento en el suelo, la-hierba y otros objetos expuestos a la intemperie, en las noches despejadas y serenas. Ahora bien, Musschenbroeck ha- bia observado que los métales colocados sobre el suelo no se cubren de rocio en circunstancias en que otras. substancias quedan fuertemente recubiertas, y su amigo Dufay, que era director del Jardin dé las Plantas te Paris, concluy6 que la for- macién de rocio es un fenémeno eléctrico, puesto que no tiene lugar sobre buenos conductores de la electricidad (metales), sino que aparece. solamente sobre los malos conductores. Si Dufay hubiese intentado comprobar esta atolondrada hipéte- sis mediante, algunos experimentos, pronto habria encontrado su error. Debemos ser més precavidos y aceptar sdlo como cou- clusién Ib que pueda mantenerse de una manera segura; asi, fn este caso, que Ja substancia expuesta a la atmésfers, tiene algo que ver con el efecto. Y esto incita inmediatamente a realizar més observacidn, variando las substancias y midiendo Jas temperaturas que alcanzan, Tan pronto como Wells hizo esto, aparecié una instructiva eseala de temperaturas, pues encontrd que las substancias que mas frias se vuelven al estar expuestas a la intemperie sobre el suelo, en una noche serena, eran todas “filamentosas y fel- pudas”, como lena, seda cruda fina, lino y pluma de cisne. A ta clnea su Mt x4 loess +. Darien roe 161 rentes ocasiones observé sus efectos con mucho més euidado y paciencia que sus antecesores. Confirms que dificilmente se Jopna rocio en una noche nublada, pero que si las nubes se dispetsan, aunque sea por pocas minutos, empieza a formarse foulo, y que éste puede evaporarse si de nuevo se cubre el Golo, Hay pues buerias razones para aceptar la hipétesis de Gque Tas nubes, junto con todos los objetos que sirven de eu. $Stas, actban como causas opwestas, y sospechar que su e- Gidn consiste en “devolver” por reflejo el calor irradiado por Gl suelo, enviandolo otra vez a éste, de manera que no se en fofe asf tanto como se enfriaria sin ello. ‘Durante el curso de los experimentos de Wells, se obser vyaron varios hechos que resultaron de gran valor para poner ‘in duida las teorias anteriores, aunque las investigaciones du- ante las cuales se observaron no habian sido levadas a cabo on este objeto, Esta es una situacion que surge a menudo en ja investigacién’ cientifiéa, y revela la gran impostancia que tiene variar contimuamente las circunstancias, aunque esto haya que hacerlo mas 0 miedos al azar. Pueden citarse dos ca sos, Cuando Wells estaba’ probando qué efectos producls ‘poner a la intemgferie substancias distintas, wna de las que pro- Be fue el carbon de lefia, que sé recubria fuertemente, de ro- Gio, Peto el eapbéa de lesa es un buen conductor de la elec. Gilded, el mefor conductor sélido después de los metales, de manera que este solo hecho invalidaba la hipbtesis de Dufay, Segin la cual el rocio se forma dificilmente sobre los buenos conductores de Ja electricidad. En consecuencia, si se sostiene Te teorla de que el rocio, es un clerto fenbmeno eléctriéa, no ‘se puede basar en esta generalizacién. Adeinis, el hecho de Gque se recogiese alguna hnmedad en la lana expuesta debajo Ge la tabla de madera, no tiene explicacién-en 1a teoria de ‘tistételes de que el rocio es una especie de.Tuvia invisible {que eae Tentamente, consistente en gotas diminutas formadas fn Ia baja atmésfera por el frio de’ la noche; pues, en una 0 the tranguila, no hay motivo para que eaiga sobre objetos pro~ tevidos bajo techo, Este tinico resultado experimental muestra, 164 | | sobre la superficie, ocasionando 10, que lamamos rocfo. Las Jor a su superfcte, y en casi todos los casos no se cubren de 0 la Tana, no pueden conducitlo com suficiente rapidex para om pues, To fnadecuada que es la teorla de Aristiteles y la neces q Bed de qii'ses nubetnaids por otce avers. eel ductal Las medidas de Wells con su termémetzo, confiemaron nado por el contacto del aire que contiene humedad, con una superco de una temperatura mis bse. Las teries ‘de expe- rimentos en los cuales se varinron las substancias expuestas, fameraodloe eettaats sk Aesala a algal. ven ae traron que se forma poco rocio sobre los materiales que. con- ducen bien el calor, y mucho sobre los materiales que lo con- ducen mal, y gondojo a le hipstesis adicional de aue e! fio orisinado era debido an pride de calor pr iahacin ba Gi lel, y que ste diaminul en presencia de mbes vot “Veamos ahora si podlemos unir estos hipétesis en tina teorfa satisfactoria.A la poesta del Sol, calor eeibido re ficie de la Tierra, y los objetos que estin sobre ella, se reduce casi a cero (pues el que recibe de 1a atmésfera, las estrellas, y Ia Lana es, si existe, fimo), Por lo tanto, nada contraresta la fnradiacién de calor al exterior por las superficie expuestas y. éstas, por tanto, se enfrian, Elire que entra en contacto con Ja superfcte. fra, se enfria también, y si contiene sufciente humedad y si el enfriamiento es suficente, se deposita agua complejidades y excepcfones aparentes son debidas a dos cat, Ss rials rer gr evn I epee expueste se enfrla, de manera que su temperatura es més baja que el acted casi, cates a tiga age : {que se hallan ‘en contacto con ella, y el que este calor q afluye pueda compensar el calor perdido por inadiaciéa hai el cielo, depende de que conduzca el calor bien o mal, Los metales colocados sobre el suelo conducen répidamente el ca- | rocio. Pero los malos conductores del calor, como el vidrio, evitar que sus supenicies se enfrien lo suficiente para ser am- pliamente cubjertas de rocfo. En segundo Tagan, la pévdida de,

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