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UNIVERSIDAD CATOLICA LOS ANGELES DE CHIMBOTE

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CICLO: V

PUCALLPA, OCTUBRE 2020

“LA PRISIÓN PREVENTIVA PREVISTA EN EL D. LEG. N° 1513, COMO

PARTE DE LAS MEDIDAS PARA EL DESHACINAMIENTO DE LOS

PENALES ANTE LA COVID-19”

Está previsto en el artículo 3 del Decreto Legislativo N° 1513, su horizonte se proyecta

a las prisiones preventivas vinculadas a los delitos que no se encuentran dentro de la

relación a los que corresponde la cesación obligatoria.

Se le denomina “revisión de oficio de la prisión preventiva”; sin embargo, dado que es

el juez quien insta la audiencia para debatir los requisitos de la cesación de la prisión

preventiva, bien puede denominarse “cesación de oficio”, comprendiendo al término de


“cesación” no como resultado, sino como actividad de revisión de sus presupuestos en

audiencia.

REQUISITOS

A diferencia de la cesación obligatoria, la cesación de oficio está condicionada a la

configuración de los siguientes requisitos:

a) El preso preventivo esté vinculado a la comisión de los delitos que no “gozan” de la

cesación obligatoria.

b) Concurran los presupuestos de la cesación de la prisión preventiva regulados en el

tercer párrafo del Artículo 283 del Código Procesal Penal; empero, el Decreto

Legislativo 1513 prevé que además deben valorarse conjuntamente cuatro supuestos

específicos:

 Que el procesado cuente con un plazo de prisión preventiva prolongada o

adecuada una o más veces, sin fecha programada y notificada para el inicio de

juicio oral. Bajo este primer criterio, bastará con verificar la falta de

programación de juicio oral, pese a haberse prolongado la prisión preventiva. Se

comprende que el plazo inicial de prisión preventiva se dio proyectando el

tiempo que abarcaría hasta la realización del juicio oral; en ese sentido, luego de

otorgada una prolongación, o adecuación incluso, sin que se realice o, se

programe el juicio oral, afecta el derecho al plazo razonable, agudizada en el

contexto crítico de la pandemia.

 Que el procesado se encuentre dentro los grupos de riesgo a la COVID-19,

según las disposiciones del Ministerio de Salud, así como madres internas con

hijos y mayores de 65 años. Al respecto, el Ministerio de Salud a partir del 13 de

mayo del presente año, considera como integrantes del grupo de riesgo a los

mayores de 65 años contraviniendo lo señalado por la Organización Mundial de


la Salud y la Organización Panamericana de la Salud quienes mantienen que el

grupo de riesgo lo componen también los mayores de 60 años. Si bien los 65

años limita y contraviene a lo establecido por OMS, sin embargo, nada impide

considerar los parámetros de la Organización Mundial de la Salud y la

Organización Panamericana de la Salud, pues no se trata de un requisito

cuantitativo, sino de un criterio de valoración que deben ser valorados y

expresados en la resolución que emita el Juez de la Investigación Preparatoria.

 El riesgo a la vida y la afectación a la salud de las internas e internos procesados,

y el riesgo de contagio y propagación a la COVID-19 al interior del

establecimiento penitenciario donde se encuentre recluido. Este criterio de

valoración tiene relación directa con el anterior, porque el interés es la

protección de la vida, integridad personal y salud. El anterior criterio establece

una supuesto que abarca a un grupo determinado de personas, pero con este

criterio, se hace referencia a la determinación de la propagación y riesgo de

contagio existente dentro del establecimiento penitenciario específico donde se

encuentre el interno. Este criterio valorativo encuentra su respaldado además en

el estado de cosas inconstitucional de las cárceles declarado por el Tribunal

Constitucional por el permanente y crítico hacinamiento.

 Las medidas limitativas a la libertad de tránsito dictadas en el Estado de

Emergencia Nacional y Estado de Emergencia Sanitaria que disponen el

aislamiento social obligatorio, inmovilización social obligatoria, cierre de

fronteras.

La delimitación de estos criterios de valoración y la necesidad de su discusión en la

audiencia no varía la naturaleza de la cesación de la prisión preventiva; son más bien,

presupuestos valorativos específicos que se encuadran dentro de los originales requisitos


de la cesación de la prisión preventiva; por tanto, es posible alegar invocar razones

adicionales a los criterios de valoración, pero vinculados a los requisitos tradicionales

de la cesación de la prisión preventiva, por ejemplo, nuevos elementos de convicción

que varíen la sospecha fuerte.

Los criterios valorativos expuestos en el Decreto Legislativo N° 1513, se vinculan con

los requisitos de la cesación de la prisión preventiva.

CONSECUENCIAS

La cesación de la prisión preventiva tiene como consecuencia que se sustituya la misma

por una medida de comparecencia simple o con restricciones.

El juez, en los supuestos de que dicte comparecencia con restricciones, puede imponer

todas las medidas o reglas de conducta necesarias para asegurar la presencia del

imputado en el desarrollo del proceso. No se descarta el uso de la vigilancia electrónica.

El Decreto Legislativo N° 1513, no descarta la posibilidad que se varíe el arresto

domiciliario; en tal caso, establece de manera imperativa que el domicilio donde se

cumple la medida, no donde reside la víctima del delito materia de proceso, ni tampoco

uno que se ubique a menos de quinientos (500) metros del domicilio donde reside la

víctima.

Finalmente, si el imputado: i) infringe las reglas de conducta, ii) no comparece a las

diligencias del proceso sin excusa suficiente, iii) realice preparativos de fuga,

o iv) cuando nuevas circunstancias exijan se dicte auto de prisión preventiva en su

contra, entonces la cesación de la prisión preventiva podrá ser revocada conforme el

Artículo 285 del Código Procesal Penal.

PROCEDIMIENTO
El juez de la investigación preparatoria, que dictó la prisión preventiva, es el

competente. Marca diferencia con el conocimiento del cese obligatorio de la prisión

preventivo, a cargo del juez de emergencia penitenciaria.

El primer párrafo del artículo 3 del Decreto Legislativo N° 1513 señala que, “(…) en un

plazo máximo de veinte (20) días, hábiles luego de promulgada la presente norma, [los

Jueces] revisan de oficio la necesidad de mantener o no la medida de prisión

preventiva”. El texto puede dar lugar a dos sentidos interpretativos: i) que los jueces de

investigación preparatoria, únicamente con su criterio, verificarán la necesidad de

mantener la prisión preventiva; o ii) que los jueces de investigación preparatoria de

oficio, es decir, sin solicitud de la defensa, convocarán a las partes procesales para

audiencia donde se verificará la necesidad de mantener o cesar la prisión preventiva”.

La segunda interpretación es la más adecuada para la optimización del derecho

fundamental a la defensa y al principio de contradicción; en efecto, es la defensa técnica

la más idónea para poder sostener y defender la configuración de los requisitos de la

cesación de la prisión preventiva, con base a los criterios de valoración del Decreto

Legislativo N°1513; lo mismo sucede con las alegaciones de pertenencia a un grupo de

riesgo a la COVID-19 basado en una enfermedad. 

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