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1ARTICULO 23 DE LA CONVENCIÓN AMERICANA DE

DERECHOS HUMANOS

VII Ciclo
PUCALLPA

Curso :
DERECHOS HUMANOS Y JURISDICCIÓN INTERNACIONAL

Docente :
LUIS ARMANDO MARILL DEL AGUILA

Apellidos y Nombres Código


RIBEYRO CASTILLO, Sarita Yesenia 2017129587
RUIZ MANIHUARI, Sara Edelmira 2017129992
RUIZ RUIZ LEO, Junior 2015104893
RUIZ VALDERRAMA, Yhoshua Eliseo 2017130119
SAIRA DÍAZ ASHLEY, Nelly Noruska 2017130349
TORRES RAMIREZ, Sara Luz 2017130015
Julio 2020.

UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS


Facultad de Derecho y Ciencia Política
La CADH es el resultado de un camino largo y desigual, pero muy fructífero, en el
que un esfuerzo común de la mayoría de los estados miembros del continente
permitió gradualmente la realización de un objetivo noble y esperanzador: fortalecer
la defensa de los derechos humanos en el territorio estadounidense. En el itinerario
histórico muy interesante para la formación de SIDH, la aparición de la OEA es
particularmente evidente, como lo es su estatuto, que ha sido modificado cuatro
veces por el Protocolo de Buenos Aires (1967), el Protocolo de Cartagena de Indias
(1985), el Protocolo de Washington (1992). y el Protocolo de Managua (1993). Aún
más importante para el tema en cuestión es mencionar la concepción y el
nacimiento de CADH (1969) para lo cual es especialmente importante incluir
documentos que se refieran al trabajo preparatorio para su formación. En todos
estos antecedentes, sin ansias de agotamiento, trataremos la próxima vez.
Esto es particularmente importante en un orden que no está sujeto a una jerarquía
superior, como es el caso de la CADH. Además del principio de jerarquía normativa,
que, como sabemos, es discutible hoy, 43 la idea es que, si bien una ley o
reglamento puede interpretarse a la luz de su respectiva constitución o tratado
internacional, el Pacto de San José está condicionado solo a desarrollos
jurisprudenciales que la Corte Interamericana está desarrollando gradualmente. Por
lo tanto, un marco interpretativo que da cohesión y significado a los principios
contenidos en los artículos de la CADH, como el Preámbulo, se vuelve muy
importante, especialmente cuando se trata de comprender, por ejemplo, las
nociones de instituciones democráticas, derechos esenciales de la sociedad. control
de convencionalidad, entre otros.
A lo largo de los años, el trabajo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
se ha convertido gradualmente en un tribunal responsable de crear la base legal
para una convivencia mínima en el continente, la llamada ius constitutionale
comune, que se basa en el respeto y el respeto, garantizando plenamente los
derechos humanos. que están consagrados en la Convención y otros tratados que
complementan el SIDH. El preámbulo en última instancia podría desempeñar un
papel importante en la interpretación y aplicación de la Convención, ya que sirve
como base para determinar los derechos establecidos en la Convención. Así
entendido, el preámbulo de CADH tiene un sentido del derecho porque guía, realiza
y se relaciona con los derechos, y es el hilo común que armoniza, integra y le da al
sistema interamericano una racionalidad completa.
La convención Americana de los Derechos Humanos nos brinda la protección y el
reconocimiento de nuestros derechos sin exclusiones de manera que nos da la
potestad de poder hacer uso del ejercicio de aquellos derechos.

Artículo 23.- Derechos Políticos

1. Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y


oportunidades.
a) de participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o
por medio de representantes libremente elegidos;
b) de votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas,
realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que
garantice la libre expresión de la voluntad de los electores, y
c) de tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las
funciones públicas de su país.
2. La ley puede reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunidades a
que se refiere el inciso anterior, exclusivamente por razones de edad,
nacionalidad, residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental, o
condena, por juez competente, en proceso penal.

ANALISIS
Es un artículo importante porque muestra la imparcialidad y oportunidades para
representar a su país o región ya que el poder se emana del pueblo de esa manera
la ciudadanía se involucra en los diversos cargos con un procedimiento
transparente, veraz y confiable, siempre y cuando la ley así lo permita, cumpliendo
con los requisitos establecidos. cabe mencionar que los incapaces mentales no
tienen la oportunidad de participar en aquellos asuntos públicos, por no encontrarse
con la facultad de poder dirigir o tomar decisiones de un país o una ciudad.
Consideramos que hablar de Derechos Políticos nos conlleva a hablar de manera
inevitable de democracia representativa y su relación de interdependencia existente
entre los dos, puesto que cada uno necesita del otro para subsistir y la falta de uno
significaría el no cumplimento total o en parte de lo que aquello significa, busca y es
en esencia.
Pero, que es Democracia representativa; pues es el tipo de democracia en el que el
Poder Político procede del pueblo, pero no es ejercido por él sino por sus
representantes elegidos por medio del voto, considero que es a través de este
régimen que se podrá hacer cumplir lo estipulado en el artículo materia de análisis.
En el Perú existe una democracia representativa en el que dicho proceso (ejercicio
de los Derechos Políticos) está a cargo de tres entidades constitucionalmente
autónomas:
 Jurado Nacional de Elecciones (JNE)
Se dedica a la administración e impartimiento de justicia electoral, como
tamabien a fiscalizar la legalidad de los procesos electorales

 Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE)


Dedicada a organizar y ejecutar los procesos electorales, dictar disposiciones
para mantener el orden y la protección de las personas durante las
elecciones electorales.

 Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC)


Dedicado íntegramente a preparar y actualizar el padrón electoral en
coordinación con la ONPE
Resulta importante también resaltar el hecho de que la misma comisión
interamericana de derechos humanos reconoce la importancia de la democracia
desde un punto de vista jurídico para el correcto ejercer de los derechos políticos:
"En el derecho político hay cabida para una gran variedad de formas de gobierno,
siendo muchas las alternativas constitucionales que existen en cuanto al grado de
centralización de los poderes del estado, o la elección y las atribuciones de los
órganos encargados de su ejercicio. Sin embargo, EL MARCO DEMOCRÁTICO es
el elemento necesario para el establecimiento de una sociedad política donde
puedan darse los valores humanos plenos".
2.1.Artículo 23.1.a.: derecho a la participación política (derechos
políticos lato sensu)
El artículo 23 del CADH se refiere a la participación universal en asuntos políticos
directamente o por medio de representantes debidamente elegidos. En el área de la
Corte Interamericana de Justicia, los dos casos más representativos de violaciones
del Artículo 23.1.a. del CADH son los casos de Chitay Nech et al. Guatemala y
Manuel Cepeda Vargas vs. Colombia. En ambos casos, es una violación "radical" de
los derechos políticos porque implica otras violaciones graves de los derechos
humanos, por un lado, la desaparición forzada de personas y, por otro lado, el
asesinato sistemático de miembros de una fuerza política colombiana. Aunque el
acceso y la permanencia a cargos públicos también están restringidos en ambos
casos, estas violaciones graves y sistemáticas durante los conflictos armados
internos también significan la eliminación de la participación política de ciertos
grupos.
2.2.Artículo 23.1.b.: derecho al voto y derecho a la participación político-
electoral en condiciones de igualdad y no discriminación (derechos
políticos stricto sensu)
El artículo 23.1.b. establece el derecho a votar y a ser elegido en elecciones
periódicas auténticas, celebradas por sufragio universal e igualitario y por votación
secreta que garantiza la libre expresión de la voluntad de los votantes. Un primer
caso que avanzó en la definición de sufragio pasivo fue el caso Yatama, en el que
se enfatiza que la regulación por ley del derecho a ser elegido debe garantizar
condiciones iguales en circunstancias de participación y representación popular, no
siendo distinciones discriminatorias admisibles.
2.4. Artículo 23.1.c.: acceso y permanencia en condiciones de igualdad a
los cargos políticos
El caso Reverón Trujillo vs. Venezuela se ocupa del despido arbitrario de la jueza
María Cristina Reverón Trujillo en octubre de 2004 de la División Política y
Administrativa de la Corte Suprema de Justicia de Venezuela. Si bien la CIDH no
incluyó el Artículo 23 entre los artículos que consideró infringidos por CADH, los
representantes solicitaron que fuera incluido, 99 declararon que era un delito,
porque Reverón fue tratada de manera desigual en relación con su derecho a
ingresar y permanecer en un cargo público, en este caso al negarles la participación
en el proceso en el que se les podría haber dado el carácter del juez de título.
CONCLUSIONES
 Es de suma importancia para latinoamericana la creación de la Convención
Americana de Derechos Humanos; ha sido el primero de los pasos de los
tratados que le presidieron sobre derechos humanos, el mundo ya decidió
cambiar y ahí se va caminando poco a poco, sin embargo, creo que aun falta
mucho por hacer; es necesario que todos los países, se sometan a la
jurisdicción de cualquier órgano internacional de protección de derechos
humanos (ONU, Convención Americana de Derechos Humanos, etc.) en el
sistema de protección mundial.
 Mientras las sociedades no acepten o no entiendan y no se les obligue a
respetar los principios básicos y pilares de los demás derechos, el atropello
descarado de los derechos humanos seguirá siendo un problema de grandes
proporciones y no existirá sistema de protección legal que diga pero que
valga, porque ni el mundo ni nadie creerá en que existe tal mecanismo de
protección y promoción y más bien daremos un paso hacia atrás.
 Es inconcebible que algunos países de nuestro planeta sean los primeros
promotores en el respeto a los derechos humanos, pero que en
circunstancias especiales sean los primeros en desconocer la autoridad de
las instituciones supranacionales, rompiendo de esta forma con los
postulados universales de unión, solidaridad y legítima defensa, es necesario
además no dejar de lado la importancia única que nos brinda el capítulo
motivo de análisis, ya que con ello brinda la participación activa de las
naciones (países) y/o regiones para impulsar una justa protección de los
derechos humanos y una participación política toda vez que el poder emana
de sus miembros.
 Dado el progreso en la introducción de un modelo electoral liberal en América
Latina, la Corte IDH, en casos de derechos políticos, está llamada a
desempeñar un papel que supere un modelo estrictamente basado en la
participación electoral, hacia un modelo más amplio y más efectivo. de
participación política. Castañeda Gutman vs. México y Yatama vs. Nicaragua,
ya nos están diciendo sobre la dirección a seguir, donde se llamará a la Corte
Interamericana para abrir espacios para sectores tradicionalmente excluidos
de las elecciones y la participación política en general. El progreso en la
consolidación de los sistemas participativos nacionales en las decisiones
políticas, que comenzó en Nicaragua, pero que muestra un mayor progreso
en Bolivia, Colombia, Ecuador y Guatemala, parece ser un terreno donde no
se dice todo.
 Los nuevos ataques a la participación en las elecciones, como los procesos
de descalificación descritos en López Mendoza vs. Venezuela también tiene
resonancia en acciones que intentaron violar la antigua capital de la Ciudad
de México en 2004. Pero, paradójicamente, la lucha contra el fortalecimiento
de los procesos de rendición de cuentas en la región hace que la
descalificación sea una herramienta necesaria para el sistema democrático.
 • El futuro más alentador sería prohibir casos extremos de violaciones de
derechos políticos, como Chitay Nech y otros vs. Guatemala y Manuel
Cepeda Vargas vs. Colombia, desde el recuento de la historia de los
regímenes autoritarios en nuestra América. Sin embargo, para lograr este
objetivo, el SIDH debe ser sensible a las regresiones de naturaleza autoritaria
que descuidan un avance democrático en la región que no debe admitir
retrocesos, como las acciones de poderes fácticos fuera de los Estados; un
golpe de estado inaceptable como el ocurrido en Honduras en 2009; o, la
creciente diferencia entre partidos políticos y votantes. Este tipo de esfuerzo
parece consolidarse con la apertura expresada por la Corte Interamericana
en oraciones importantes como las que resolvieron los casos del pueblo
indígena mapuche v. Chile, y la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal
Constitucional vs. Ecuador, donde la Corte Interamericana no solo protege la
visión tradicional de la democracia, sino que también comienza a ampliar las
condiciones de protección para garantizar otros derechos esenciales para el
contexto democrático de los Estados, como la libertad de expresión, la
protesta pacífica, la división de poderes e independencia judicial.

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