TEMA:
PUCALLPA - PERÚ
2020
DEDICATORIA
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ÍNDICE
DEDICATORIA ................................................................................................... 2
4. ATENTADO ................................................................................................. 7
7. LA SENTENCIA ......................................................................................... 11
CONCLUSIONES............................................................................................. 14
ANEXO ............................................................................................................. 16
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INTRODUCCIÓN
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ATENTADO TERRORISTA EN LA CALLE TARATA
Esta versión fue corroborada por un interno que, en una entrevista con la
Comisión de la Verdad y Reconciliación, el 18 de abril de 1992, manifestó lo
siguiente: “escuchó decir al interior del PCP-SL [...] que al ataque con el
coche bomba a Tarata estuvo dirigido a las entidades financieras ubicadas
en Miraflores, como el Banco de Crédito y otros de la Av. Larco, pero que al
estar movido el ambiente en la zona no pudieron llegar a este objetivo
llevando el coche bomba con rumbo a la calle Tarata en donde lo dejaron
para que se deslizara solo ya sin ocupantes y luego estallar”.
El 16 de julio de 1992 fue el día elegido para el atentado. Las tareas que se
ejecutarían fueron distribuidas de la siguiente manera: “Nicolás”, “Arturo”,
“Manuel” y “Lucía” (identificada posteriormente como Cecilia Rossana Núñez
Chipana), serían los responsables del “reglaje” (vigilancia previa en la zona);
“Percy”, “Antenor” y “Rosa” se encargarían de robar los vehículos a utilizarse
en el atentado. Finalmente, “Daniel” tendría la responsabilidad de planear la
ruta que seguirían.
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2. LA EJECUCIÓN DEL ATENTADO EN LA CALLE TARATA
El mismo día del atentado en la calle Tarata, el PCP-SL, atentó contra las
comisarías de San Gabriel, José Carlos Mariátegui y Nueva Esperanza
ubicadas en el distrito de Villa María del Triunfo, así como contra la agencia
del Banco Latino ubicada en el distrito de La Victoria. Estos atentados de
menor magnitud tenían como objetivo dispersar a las fuerzas policiales.
Desde muy temprano del día 16, “Carlos”, con apoyo de “Lucía”, “Antenor” y
“Franco”, combinaron el nitrato de amonio con petróleo y lo empaquetaron. A
las 4 de la tarde ingresaron al inmueble un automóvil Datsun para
acondicionarle los explosivos. En ella se trasladarían “Nicolás” y “Arturo”
llevando el primero un arma de fuego y pequeños explosivos (“contes”) para
distraer al personal de seguridad que estuviera en el lugar.
Los dos vehículos llegaron a las inmediaciones del Banco de Crédito, ubicado
en la siempre concurrida avenida Larco del distrito de Miraflores. Según
afirman, al encontrarse frente al local del banco la vigilancia particular de la
zona no les permitió estacionarse en el lugar planificado. Entonces deciden
ingresar a la calle Tarata.
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El Datsun, color guinda, sin placa de rodaje (101-D5-DINCOTE., pág. 20),
contenía aproximadamente cuatrocientos kilos de dinamita combinada con
anfo. El otro automóvil marca Toyota, con placa de rodaje LQ- 3655, que
sirvió para la fuga de los atacantes, fue abandonado en la cuadra seis de la
avenida Larco.
3. ATENTADO EN TARATA
4. ATENTADO
Alrededor de la hora pactada, ocurrió una oscilación de la luz seguida por uno
de los apagones que caracterizaba a la ciudad en ese tiempo. La idea original
era estallar los explosivos en el frontis de dicha entidad bancaria a las 21
horas y 20 minutos, pero un vigilante del establecimiento no les permitió
estacionarse en el lugar pactado. Decidieron, entonces, dejar el vehículo en
la intersección siguiente (que era la calle Tarata) y dejar que el carro avance
lentamente hasta el momento de su explosión. Una vez en la calle, el
conductor del vehículo disminuyó su velocidad y lo abandonó.
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mortales fueron las siguientes: Manuel Hijar Quintana (37), Leoncio Elio
Armas Cruz (38), Podsa Dadalani Vaschi (31), Root Dadalani Vashi (02),
Claudia Silvia Passini Bonfati (35), César Cortez Arens (22), Consuelo Arens
Porras de Cortez (45), Cecilia Cortez Arens (25), Antonio Javier Villanueva
Merino (43), Marco Antonio Franco Laines (21), Luis Daniel Romero
Cárdenas (78), Pedro Francisco Cava Arangoitia (27), Mónica María Rocío
Romero Ramírez (36), Carmen Victoria Paredes Stagnaro (30), Avelino
Paucara Ccompe (43), Víctor Javier Scaccabarrozzi Monzón (38), Carmela
Peña Roca (65), Ángel Vera (25), Violeta Palacios (18), Miguel Ángel
Gamarra (15). Osvaldo Cava Arangoitia, hermano de Pedro Cava Arangoitia,
joven odontólogo de veintisiete años de edad que murió el día de los hechos,
señaló lo siguiente ante la Comisión de la Verdad y Reconciliación:
“[...] Ese día del atentado, fue un jueves, yo lo recuerdo muy bien. [...] Yo
vivía en Tarata, [...] subí a buscar a mi hermano. En el trayecto del edificio,
al subir, me pude encontrar con los vecinos que vivían en el edificio. [...]
Muchos de ellos, por no decir todos, bajaban con los oídos con sangre,
con la nariz con sangre, con heridas en la cara. Todos tenían algún tipo
de lesión, definitivamente, no pude ver una persona en estado totalmente
normal. En el trayecto también pude ver cadáveres mutilados, pude ver
escenas que realmente me hacían pensar que estábamos viviendo una
guerra[...]”.
“Estaba en una esquina del Jr. Tarata con mi mamá, que trabajaba de
ambulante, cuando se escuchó una detonación. Sin embargo, sólo se
rajaron las lunas. Luego llegó lo peor. Se vio una luz y se dejó sentir la
segunda explosión. Todo se quebró, mi mamá gritó –'coche bomba'– y al
instante me cargó y me alejó algunos metros. Recuerdo cómo la gente
corría de un lado para otro, ensangrentada y gritando. Horrible. En eso le
dije a mi mamá que me dolía la pierna. Fue entonces que ella dio un grito.
Mi pierna no estaba, había volado. Mi mamá corrió en busca de mi pierna
para colocarla en su sitio, pero no la encontró. Me llevaron al Hospital
Casimiro Ulloa y meses después los doctores me colocaron una prótesis.
Sabe, ya no tengo pesadillas como antes, sin embargo, a veces todas
esas horrorosas imágenes aún dan vueltas en mi cabeza”.
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ocasionando también cuantiosos daños materiales, se destruyeron
parcialmente viviendas residenciales, locales comerciales y entidades
bancarias y financieras de la zona, entre ellos el Supermercado Mass, las
agencias de los bancos Hipotecario, Continental, Interbank, Popular,
Industrial, Crédito, la Financiera San Pedro, entre otros.
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del 6 de mayo de 1992.
7. LA SENTENCIA
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• Ana Luz Mendoza Mateo, fue identificada como “Gloria”, miembro del
Destacamento Zonal 18 y reconocida por varios integrantes de la
agrupación subversiva como miembro activo del PCP-SL. Fue condenada
a pena privativa de la libertad de cadena perpetua.
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• Carmen Ochoa Rúa, fue identificada como “Flora”, miembro del
Destacamento Zonal 18. Habría participado en múltiples atentados
terroristas. Se declaró fundada la excepción de cosa juzgada solicitada
por ella. Anteriormente fue condenada por la Sala Nacional de Terrorismo
a doce años de pena privativa de libertad por el delito de terrorismo, por
su participación en otras acciones subversivas.
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CONCLUSIONES
Si pasamos por Tarata, lo primero que divisamos es una amplia calle que carece
de tránsito vehicular. Es verdad, difícilmente vemos autos tratar de evadir a los
transeúntes para poder entrar en las cocheras de sus edificios. Tarata se ha
convertido en el lugar ideal de las parejas para que derrochen a vista de todas
demostraciones de afecto y amor; sin embargo, también es el lugar ideal para
los negocios, desde locales de ocio y entretenimiento, restaurantes, snacks &
café, negocios para artículos de oficina, cabinas de Internet y ambulantes. Por el
otro lado, en el centro de la calle Tarata yace un monumento a la memoria,
¿acaso nos hemos detenido un momento a leer lo que dice la placa del
monumento?
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
101-D5-DINCOTE., A. N. (s.f.).
Aucayama-Huaral., E. r. (s.f.).
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ANEXO
DIARIOS DE LA ÉPOCA EL ATENTADO TERRORISTA
17 de julio, el diario La República tituló:
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El diario El Comercio, en primera plana, valoró el encomiable trabajo de los voluntarios, quienes
aunaron sus esfuerzos para auxiliar a los heridos y llevarlos a buen puerto. Los cadáveres fueron
rápidamente llevados a la morgue de Lima.
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