El día 05 de octubre de 2020, a las 6 de la mañana los operarios Anderson
Guerrero y Edwin Velázquez llegan al establo y encuentran a 7 perros aproximadamente atacando a un ternero recién nacido en la zona de preparto. Los perros se alejan y notifican al veterinario, al examinar el ternero se observa que los perros habían mordido la nariz, perdiendo las fosas nasales y quedando al descubierto los cornetes nasales, presentando dificultad respiratoria por lo cual se decide eutanasiarlo, al observar la madre la vaca SM 055 se encontró que los perros mordieron el labio derecho de la vulva. Por la ubicación de las lesiones podemos concluir que los perros atacaron cuando la vaca inicio su trabajo de parto. Como medida preventiva y teniendo en cuenta que estos perros desenterraron una ternera muerta por clostridium lo cual hace que se conviertan en un foco de infección se decide sacrificar los perros, se tomó como carnada el ternero y la placenta en los que se aplicó Guayaquil (fluoracetato de sodio) cerca de la zona de mixer y en la zona de enfermería. Se montó una puerta de metal en malla en la entrada enfermería para que en los futuros partos no se repita el problema ya que con la voracidad y hambre de estos animales al olfatear sangre podrían volver. A la vaca SM055 se le realizan limpiezas de la herida cada 48 horas y se aplicó flumeg 2,2 mg/kg por 2 días para disminuir la inflamación.