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VOLVER A SER COMO LA IGLESIA PRIMITIVA.

¿Quiénes eran los cristianos primitivos?

Permítame, pues, definir este término. Cuando hablo de “los cristianos primitivos”,
me estoy refiriendo a los cristianos que vivían entre los años 90 y 199 d. de J.C.

  El apóstol Juan estaba vivo al principio de esta época. En esta primera


generación de cristianos primitivos, había gente que había conocido
personalmente a alguno de los apóstoles. Habían recibido instrucción de ellos.
Policarpo sirve como ejemplo de tales personas. El fue instruido por el apóstol
Juan. Esta época terminó con un hombre que fue enseñado por Policarpo: Ireneo.
Así había un solo eslabón humano entre él y los apóstoles.   

   Al decir “cristianismo primitivo”, me estoy refiriendo a las creencias y prácticas


de la comunidad de cristianos primitivos, en todo el mundo, que mantenían los
vínculos de compañerismo entre sí. No hablo de las creencias y prácticas de los
que eran llamados herejes. Usando la figura de la parábola en Mateo 13.24-30,
hablo sólo del trigo. No hablo del campo que contenía tanto el trigo como la
cizaña.   

  Esta es un breve introducción a los cristianos que vivieron entre los años 90 y
199 d. de J.C. Pero los cristianos del siguiente siglo generalmente mantuvieron las
mismas creencias y prácticas. Los grandes cambios en la doctrina cristiana se
hicieron después de 313, año en que el emperador romano Constantino legalizó el
cristianismo.

Los escritos de la iglesia primitiva pueden ser divididos en tres clases: (1) obras de
apología que defendían las creencias cristianas frente a los ataques de los judíos
y de los romanos; (2) obras que defendían al cristianismo contra los herejes; y (3)
correspondencia entre iglesias. Estos escritos dan testimonio de las creencias y
prácticas universales en la época después de la muerte de los apóstoles. Y es
esto lo que les da gran valor.

Llenarse de Espíritu Santo

"Se les aparecieron como lenguas de fuego, que se repartían y se posaban sobre
cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a
hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo les movía a
expresarse."(Hechos 2, 3-4 ).

Los cristianos no sólo hablamos de Dios; le experimentamos. Esto es lo que hace


que la iglesia sea diferente de cualquier otra organización en el planeta: que
tenemos el Espíritu Santo. Nuestro gobierno no tiene el Espíritu Santo. Las ONGs
no tienen al Espíritu Santo. Ninguna otra organización tiene el poder de Dios en
ella. Dios prometió su Espíritu para ayudar a su Iglesia. La Iglesia tiene y se llena
del poder de Dios.

Cuando se refiere a "hablar en lenguas extrañas" quiere decir hablar en el idioma


de quienes nos escuchan. La gente realmente escuchaba a los primeros cristianos
hablar en sus propios idiomas, ya fuese en farsi, en swahili, en griego o lo que
fuera. 

El Plan de Dios es para todos. No es sólo para los judíos. Pero no sólo se refiere a
idiomas de sus países de origen sino a hablar en el lenguaje que cada persona
entiende. ¿Estamos usando otros "lenguajes" para llegar a la gente? 

Utilizar los dones de todos 

"Entonces Pedro, en pie con los once, les dirigió en voz alta estas palabras:
"Judíos y habitantes todos de Jerusalén: percataos bien de esto y prestad
atención a mis palabras. ...Y haré aparecer señales en el cielo y en la tierra:
sangre, fuego y columnas de humo. ...Pero el que invoque el nombre del Señor se
salvará" (Hechos 2, 14, 19, 21). 
En la iglesia inicial no había espectadores; el 100% de las personas participaban
en proclamar el Evangelio de Jesús. Y, aunque igual que entonces, no todos
estamos llamados a ser sacerdotes, todos estamos llamados a servir a Dios.
Por tanto, debemos esforzarnos para que todos participen. La pasividad no es
una opción. Si alguien quiere sentarse y ser servidos por los demás, que busquen
otro sitio. 

Ofrecer una verdad que transforma

La iglesia primitiva no ofrecía una nueva psicología, ni un moralismo cómodo, ni


una espiritualidad agradable. Ofrecía la verdad del Evangelio que tiene el poder de
cambiar vidas. Ningún otro mensaje transforma vidas. Cuando la verdad de Dios
entra en nosotros, es cuando nos transformamos. 

En Hechos 2, Pedro dio el primer sermón cristiano, citando el libro de Joel del
Antiguo Testamento y afirmando que la iglesia primitiva se dedicó a la
"enseñanza de los apóstoles".

Crear comunidad

"Eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la unión fraterna,


en partir el pan y en las oraciones." (Hechos 2, 42). 

En la iglesia del primer siglo, los cristianos se amaban y cuidaban unos a otros. La
iglesia no es un negocio, ni una ONG ni un club social. La Iglesia es una
familia. Para que nosotros experimentemos el poder del Espíritu Santo como en la
Iglesia primitiva, tenemos que convertirnos en la familia que ellos eran.

Compartir según la necesidad

"Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común; vendían las
posesiones y haciendas, y las distribuían entre todos, según la necesidad de cada
uno."(Hechos 2, 44-45). 
La Biblia nos enseña a hacer generosos sacrificios por el bien del Evangelio. 

Los cristianos durante el Imperio Romano fueron la gente más generosa del
imperio y eran famosos por desprendimiento. 

Literalmente lo compartían todo, "según la necesidad de cada uno". Incluso la


vida. Muchos murieron por la fe en el Coliseo romano.

Crecer exponencialmente

"Alabando a Dios y gozando del favor de todo el pueblo. El Señor añadía cada día
al grupo a todos los que entraban por el camino de la salvación." (Hechos 2,47). 

Cuando nuestras iglesias demuestran las primeras seis características de la


iglesia primitiva, el crecimiento es automático. La gente veía a los primeros
cristianos como extraños, pero les gustaba lo que éstos hacían. Veían el amor que
se tenían los unos por los otros, los milagros que ocurrían delante de ellos y la
alegría que irradiaban. Querían lo que los cristianos tenían. Y la Iglesia crecía
exponencialmente. 

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