Hay pacientes no terminales aquejados de enfermedades que, en el mediano plazo, tienen un
mal pronóstico o son progresivas, sin cura posible en la actualidad y con probabilidad significativa de evolucionar a un deterioro grave de la condición física o mental, no solo implica un compromiso de su calidad de vida, si no que debe legalizarse, ya que Tener derecho a la vida no debe entenderse como tener derecho a la simple existencia, sino como el derecho a existir con una calidad de vida mínimamente digna. Ahora bien, todos sabemos que el proceso de morir es parte de la vida y que las personas tienen el derecho a intentar que los eventos que forman parte de su vida sean tan buenos y placenteros como sea posible.