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BIODEGRADABLES Y COMPOSTABLES
Todos los plásticos compostables son biodegradables, pero no todos los plásticos
biodegradables son compostables. ¿Cuál es la diferencia? Vamos a conocer las principales
características de cada uno:
Envases plásticos biodegradables: son aquellos que están fabricados con materias primas
orgánicas que proceden de fuentes renovables como la celulosa, las legumbres, el plátano y un
largo etcétera, y que al ser eliminados como residuos se degradan al entrar en contacto con el
medio ambiente convirtiéndose en biomasa y nutrientes. Se trata de un proceso que puede tardar
años y en el que no interviene la acción del hombre.
Envases compostables: un envase es compostable si los materiales desechados se pueden
convertir en compost, es decir, en abono orgánico. Además, el proceso por el que se degrada por
la acción microbiológica es mucho más rápido, y en un corto periodo de tiempo se convertirá sin
dejar residuos visibles ni tóxicos.
Para que un envase biodegradable sea compostable debe cumplir con los requisitos de la
norma EN 13432, en la que destaca por ejemplo que el material debe degradarse como
mínimo un 90% en 6 meses en un ambiente rico en dióxido de carbono.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LOS
ENVASES BIODEGRADABLES
Los envases fabricados a partir de materias primas orgánicas renovables aportan un
ahorro de CO2, eliminan residuos y protegen al medio ambiente. Hacer un uso
responsable de los plásticos así como reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero es fundamental, y por ello también es importante analizar las ventajas y
desventajas de los envases biodegradables.
VENTAJAS DE LOS ENVASES BIODEGRADABLES:
Al estar formados por materiales naturales pueden ser consumidos por los
microorganismos y contribuyen a que el ciclo vital siga su curso.
No producen residuos y por tanto al descomponerse no liberan elementos químicos ni gases a
la atmósfera, reduciendo así la huella de carbono.
Desaparecen rápidamente o son reciclados para volver a ser usados.
DESVENTAJAS DE LOS ENVASES
BIODEGRADABLES:
No son muchas las desventajas que se pueden encontrar de los envases biodegradables,
pero también las hay. Algunas de ellas son:
Muy pocos plásticos biodegradables son derivados de residuos agrícolas, por lo que un aumento
de fabricación a gran escala podría tener un impacto negativo en la disponibilidad de
alimentos y causar un aumento de precio de los mismos.
Según un estudio de una agencia alemana de Medio Ambiente, los plásticos, aunque sean
biodegradables, muchas veces no acaban en los sistemas adecuados de compostaje, por lo que
son arrojados en basureros, lugares que no tienen las condiciones adecuadas para su
descomposición.
Al hilo de esto, cabe destacar que en Europa no existe una red de recogida de estos materiales ni
correcta separación de los mismos, por lo que a los consumidores se les hace muy difícil ver la
diferencia entre un plástico normal y uno biodegradable.
Tabla de contenidos
Los envases ecológicos para alimentos son beneficiosos para la sociedad. Son recipientes
fabricados por empresas de packaging con todas las garantías de seguridad para el uso
cotidiano de los consumidores y con posibilidad de utilizar de nuevo o reciclar al final de
su vida útil.
Muchos de estos materiales los tenemos todos los días en nuestra casa ya que en la
actualidad la mayoría de nuestros alimentos vienen envasados.
Características de los materiales empleados en los envases plásticos
PET, que conserva muy bien los alimentos, evitando perder sabor y aroma para que
lleguen al consumo con todas sus características.
HDPE es otro material de los utilizados para envases plásticos ecológicos que se
utilizan para contener alimentos sólidos y líquidos para consumo humano, dada su
resistencia a la humedad y dureza.
El PVC, este lo conocemos más como film se utiliza para envolver carne y fruta,
además de múltiples usos que son perfectamente normales en nuestra vida diaria.
LDPE se usa para bolsas de alimentos congelados y botellas exprimibles. Como
ejemplo del uso de estos envases flexibles tememos los típicos frascos de
mostaza, kechup, etc.
PP (Polipropileno) son los envases de alimentos típicos cuyo uso está indicado
para bandejas para microondas, entre otros.
PS, son los más utilizados como envases para huevos y contener alimentos.
ABS, por último, podemos hablar del policarbonato que sirve para embalar
distintas cosas como los CDs, lámparas, gafas de sol, etc. aunque también para
fabricar parachoques de automóvil.
Por ello, hoy en día los recursos económicos se emplean en investigación sobre el llamado
“biopackaging” o, dicho de otra forma, en envases biodegradables para alimentos.
Ácido láctico (PLA). El ácido láctico o PLA es fácil encontrarlo en bandejas, bolsas
y botellas dadas sus propiedades mecánicas similares a las de PET y PS y a que
posee una alta transparencia. PLA es uno de los envases que no tienen su origen en
el petróleo cumpliendo con la normativa europea DIN 13432, por lo que es un
material compostable que enriquece el sustrato terrestre.
Almidones termoplásticos (TPS). Hoy en día existen diferentes variedades de TPS,
lo que consigue que sus propiedades sean muy distintas para una mejor
usabilidad.
Polihidroxialconoatos (PHAS). Estos elementos también los podemos considerar
como materiales dentro de la familia de plásticos biodegradables. Las PHAS se
obtienen a partir de un proceso de fermentación bacteriana.
El consumidor cada día es más exigente y está mucho más sensibilizado con el tema de
la sostenibilidad y el cuidado de su salud a través de los alimentos. Eso repercute en
que las industrias del mundo de la alimentación demanden envases ecológicos para
envolver sus productos alimentarios
Estamos en la era del eco-packaging. Ha venido para quedarse. Los envases son
sostenibles y los embalajes ecológicos para que muchos de ellos se conviertan en sustratos
que enriquezcan el suelo terrestre.
En los Estados Unidos este tipo de regulación se impuso en sus establecimientos públicos
desde los años 40 del siglo pasado para evitar infecciones entre la población. Quizá su
legislación no fue específica sobre lo que debía ser reciclable y no, pero es disculpable
porque la ciencia no había llegado tan lejos como en este siglo XXI.
La conservación de los
alimentos es la máxima
prioridad
La tecnología busca mejores respuestas para la conservación de alimentos
Para los investigadores, así como para los consumidores, la conservación de los
alimentos representa el factor clave y el mayor reto de la industria alimentaria. Es
imprescindible proporcionar al consumidor la máxima garantía de calidad, fiabilidad y
seguridad en los alimentos que ofrecen, aunque no siempre representa una tarea fácil. La
gran mayoría de los alimentos se dañan con facilidad, por lo que es obligatorio asegurar
ciertas condiciones relativas al tratamiento, la manipulación y la conservación de alimentos
para asegurar que están en buen estado cuando llegan al consumidor.
Se debe evitar o retrasar el desarrollo de factores que alteren el producto, como los
patógenos, la oxidación o la deshidratación. En respuesta a ello, la tecnología de los alimentos
busca e investiga nuevas aplicaciones y tecnologías que aporten mejores respuestas para la
conservación de los alimentos. En este estudio, la tecnología se aplica a los envases, debido
a la demanda de los consumidores, que piden alimentos lo más frescos posibles o muy
parecidos a los frescos, nutritivos y envasados, que son los más fáciles y rápidos de
manipular.