La selección de la ubicación de la vivienda siempre ha uno de los pilares fundamentales,

adicionando a esto, el factor económico y el mejoramiento continuo en el aspecto social

siempre ha sido objetivo de la mayoría de las personas que están interesadas en el
consumo de vivienda, ya sea con el fin de suplir con la necesidad habitacional o con la
búsqueda de una inversión.

De modo que no toda la población tiene la posibilidad de hacer la selección de donde se

ubicara su unidad habitacional ya que para el caso de las familias con recursos
económicos limitados esta selección se basa en decisiones y capacidades diferentes,
generalmente incurriendo en la informalidad en zonas periféricas de la ciudad, donde los
terrenos en los cuales construyen sus viviendas no cuentas con los requisitos mínimos
para tener una vivienda digna haciendo alusión a servicios públicos como lo son agua y
luz entre otros aspectos importantes, ha esto adicionándole problemas de segregación
socioespacial, ya que las personas que cuentan con recursos económicos considerables
quieren rodearse de personas ( ubicarse o estar asociados por la ubicación) que
consideran sus “iguales” todo esto es detonante importante hacia la segregación que se
incurre, como se puede evidenciar en muchas de las ciudades importantes de Colombia.

En Bogotá como en otras de las ciudades de Colombia el precio de la tierra se encuentra

en algunas zonas fijado en base a un monopolio de segregación buscando principalmente
la denotación de un estatus social, es importante aclarar que en toda la ciudad los
diferentes tipos de rentas están presentes y la construcción de nuevas unidades
habitacionales son importantes por el crecimiento demográfico de la ciudad, pero estas
se están presentando no solamente hacia la extensión de la ciudad si no en la
modificación de terrenos que cuentan con centralidades urbanas excelentes donde existe
un buen índice de edificabilidad lo que genera que se de un alto precio unitario del
mercado, como se puede ver en barrios como chapinero alto y rosales donde se
encuentra acumulación de edificios.

De modo que los grupos sociales los cuales no ejercen si no sufren la segregación
socioespacial se ven desplazados de manera directa por el precio de la tierra,
generalmente los barrios ubicados en estas zonas son ciudad Bolívar, Suba, Usme que
son zonas que se encuentran en las periferias de la ciudad, donde la mayoría de las
personas que viven en estas zonas su fuerza económica radica en salarios mínimos, lo
cual hace dependientes del crecimiento económico que el estado fije año tras año, de
igual forma es común encontrar a lo largo y ancho de la ciudad zonas que no cuentan aun
con carácter urbano pero aun así son habitadas, en este radica mucho de los proyectos
sociales los cuales buscan dar este el carácter urbano a los diferentes unidades
habitacionales que están en estas zonas, generalmente su ocupación se da por la
invasión de estos terrenos, con lo cual estos proyectos quieren dar legalidad.

Aunque la segregación socioespacial es el motivo principal que este ocurra, es

importante saber el proceso de contagio mimético es una de las causas esenciales de
esta, ya que las generalmente como se había expuesto se buscan el referencial de
localizarse en las zonas que creen que familias de su mismo nivel socioeconómico se
establecerían, un claro ejemplo de esto como en Bogotá la ubicación de los grupos
sociales con mayor poder adquisitivo se encuentran al norte y noroccidente de la ciudad,
pero también hay que tener cuenta como los agentes schumpeterianos son parte del
mecanismo par la cual ocurre esta segregación ya que por medio de la incertidumbre que
generan basados en su enfoque hacia los grupos con este alto poder adquisitivo, de modo
que las familias buscaran seguir o toman en cuenta las decisiones de estos a razón de ser
los actores que cuentan con mayor conocimiento.

Si bien varios autores en especial Pedro Abramo expone que estas divisiones de la
ciudad son temporales y se encuentran limitadas por decisiones de los agentes, lo cual
nos muestra claramente, que el valor de la tierra se ve afectado por decisiones de
terceros, por tal motivo la importante la intervención directa del gobierno, para que genere
regulaciones estrictas en el precio de la tierra.

El estado ha generado proyectos para mejorar las condiciones habitacionales de las

personas en la ciudad de Bogotá, sus proyectos de formalización y generación de
viviendas de interés social a sido muy efectivo en cuanto al mejoramiento de las
condiciones de vivienda, pero aunque estos proyectos si generan este mejoramiento,
también se evidencia los problemas de segregación que están detrás de estos, ya que
sus interés comerciales no son abandonados ya que siempre se construyen en terrenos
periféricos económicos y luego se venden a familias bajo créditos largos con
considerables tasas de interés, por lo que factores externos como lo son la corrupción,
devolución de favores y el cumplir los intereses de unos cuantos siempre hacen parte de
estos proyectos.

Junto con los programas de viviendas de interés social, el estado también a buscado la
formalización de viviendas que se encuentran en asentamientos de invasión pero los
problemas de segregación e invasión de terrenos en las periferias hacen parte de todas
las ciudades Latinoamérica incluyendo a Bogotá, de modo que los gobiernos siempre
quieren unir los dos extremos de la ciudad en uno, pero los problemas, de corrupción
entre los problemas internos que se generan en estas zonas han sido los principales
detonantes para que la segregación se mantenga y se haga mas sesgada con el pasar
del tiempo.

Si bien el gobierno ha tratado de aliviar esta segregación, los programas que generan solo
son pequeñas suturas en una gran herida, ya que el problema principal esta en el
funcionamiento de los mercados de los suelos esto se da en primera instancia debido a la
autoridad inexistente o en otras palabras la poca regulación estatal, esto se da
principalmente, ya que las políticas actuales no ayudan a las personas con pocos
ingresos económicos a poder acceder a terrenos, y cuando lo logran se ven sometidos a
problemas de segregación por la ubicación de estos, aunque hay que tener en cuenta
que las convenciones que prefijan este valor son variantes debido a los propietarios o al
uso que se dé a la tierra ya que estos prefijan la convención en función a la rente que
genere al propietario.

Si bien es claro que en Bogotá el suelo es tan heterogéneo, lo cual se traducirá en

diferentes tipos de rentas, pero como se ha venido exponiendo se ha dejado en la
mayoría de los casos las periferias a proyectos de viviendas influyendo así nuevamente
en la segregación socioespacial, ya que estos terrenos tenían un uso agrícola que
residencial, luego se cambia esto dándole este carácter mediante la renta absoluta que es
la que genera que se de este carácter urbano por tal motivo el precio de estos terrenos es
más económico, en esta misma relación ocurre el caso contrario en la ciudad donde los
terrenos más “centrales” son mas costosos por lo que los proyectos desarrollados aquí
tendrán un mayor precio por unidad habitacional que los generados en la periferia.

Pero si bien el mercado del suelo es uno de lo actores principales es importante destacar
el papel mimético que juegan las familias, como se expresó anteriormente, ha esto se
adiciona el problema, de mantener las convenciones del uso actual del suelo que la
generación de innovaciones en el uso del suelo, ya que cuando se generan proyectos
nuevos de vivienda en zonas donde ya preexiste una convención del uso del suelo es
importante destacar el recelo que se genera por lo nuevos habitantes, ya que las
personas siempre se preocupan con quien van ha convivir.