¿DE QUÉ FORMA LA UNIVERSIDAD DEBE CONTRIBUIR AL FORTALECIMIENTO

DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA?

La labor del Congreso de la República implica estar atento a los fenómenos sociales que influyen
en el ámbito legislativo, el cual debe ser congruente con la realidad nacional y qué mejor forma
de contribuir al desarrollo de esta labor que hacer parte a la comunidad universitaria, jóvenes que
somos espectadores y a la vez propulsores de los cambios que a diario se presentan y repercuten
en el proceso normativo de manera que podamos llegar a un ordenamiento jurídico más y mejor
articulado para lograr su eficacia y hacer valer la democracia de nuestro Estado Social de
Derecho, en donde la participación no sea de manera aislada sino armonizada desde el análisis de
los problemas, la toma de decisiones y posibles soluciones para generar la responsabilidad de
todos.

La universidad puede contribuir a este fortalecimiento haciendo un seguimiento permanente en la

actividad legislativa del Congreso de la República; exigir rendición de cuentas de los elegidos;
añadir dentro del plan de desarrollo académico actividades en la que los estudiantes aporten
críticas constructivas, situaciones carentes de regulación y posibles situaciones para hacerlas
llegar al Congreso de manera que la universidad tenga un espacio participativo aunque no sea
deliberativo.

¿QUÉ RESPONSABILIDAD HAN TENIDO LAS UNIVERSIDADES EN RELACIÓN

CON LA AUSENCIA DE VALORES ETICOS DE LOS PROFESIONALES, QUE HAN
GENERADO LOS ALTOS NIVELES DE CORRUPCIÓN EN NUESTRA SOCIEDAD?

Deberíamos hablar de corresponsabilidad al ser la corrupción un problema de todo el país, pero

es evidente que las universidades juegan un papel muy relevante cuando hablamos de corrupción
ya que asociamos conductas delictivas con la falta de formación axiológica que debería ser
incluida en todos los programas profesionales, técnicos y tecnológicos, y en gran medida esto es
razonable porque aunque no sea responsabilidad completa de las universidades, estas fallan en el
momento de omitir el cumplimiento de su misión, pues ofrecen una formación integra
incluyendo la recuperación de los valores de la persona y de principios esenciales que realmente
no se desarrollan ampliamente dentro de las clases. Los docentes se esfuerzan en trasmitir una
serie de conocimientos relacionados al programa propio pero dejan de lado, en la mayoría de
ocasiones, el saber ser.

Se quedan cortas las universidades al incluir materias de humanidades dentro de los planes de
desarrollo académico, ya que poco se vincula la parte ética dentro de la formación de los futuros
egresados, es decir, no se tiene una amplia dimensión a futuro de la moralidad y la ética de los
estudiantes y todo esto sumado a una formación no integral de la persona puede dar como
resultado el camino a la corrupción.