El uso y desarrollo de los plaguicidas se produjo a partir de los
años 50, con la llegada de la era "química".
No obstante, los beneficios aportados por la aparición de la química,
también han ido asociados a multitud de efectos negativos y perjudiciales para nuestro medio natural. La creciente pérdida de biodiversidad y las fuertes modificaciones o perturbaciones en la relación y proporción entre depredadores y presas, son un ejemplo de ello. Así mismo, no podemos olvidar los graves efectos y consecuencias para la propia salud humana que muchos de estos plaguicidas provocan de forma directa o indirecta. Dispersión de los plaguicidas en el medio ambiente
La contaminación de los plaguicidas en el medio ambiente está provocada
por los siguientes factores: Aplicación directa en los cultivos agrícolas. Derrames accidentales. Uno inadecuado de los envases y de los propios productos. Filtraciones en depósitos de almacenamiento. Limpieza o lavado inadecuado de maquinaria de aplicación y tanques contenedores. Residuos descargados o vertidos en el suelo.