NOVIEMBRE 2020
Versión extendida
INFORME ECONÓMICO MENSUAL– Noviembre 2020
Año 19 – Número 205
Inflación, salarios y actividad económica
Índice
EDITORIAL: Rebrote del COVID-19 y la “Niña” versus Biden, las vacunas y las commodities,
más el festejo asiático por el nuevo tratado de la AEIR
Rebrote del COVID-19 y la “Niña” versus Biden, las vacunas y las commodities, más el
festejo asiático por el nuevo tratado de la AEIR
En los mercados financieros globales predomina un clima optimista. Por ahora, los anuncios de
vacunas anti-COVID-19 pesan más que los duros rebrotes de la pandemia en Europa y
Norteamérica. Las commodities también se muestran firmes, pero, en el caso de los granos,
por el afianzamiento de un “efecto Niña” en ambos hemisferios, que augurarían buenos precios,
pero malos rindes, aquí y allá.
A todo este cuadro se agrega la elección de Joe Biden como presidente de los EEUU, todavía
no reconocida por su antecesor, Donald Trump. Aún no se conoce el plan económico
demócrata, pero sí sus ideas. Lo más probable es que se incline a políticas monetarias y
fiscales más expansivas, no obstante el estrecho margen para hacerlo. En materia de comercio
exterior y relaciones económicas internacionales el panorama es menos claro, pero se espera
que aminore la tensión con China, más en el discurso que en la realidad.
Como mostramos en el último editorial se conocieron las nuevas proyecciones del FMI, que
mejoraron el crecimiento del PIB de China en 2020 (de 1% a 1,9%) y redujeron
significativamente las caídas de los EEUU y Brasil. Más moderadamente, el FMI también ve un
mejor panorama para la economía global, el área del euro y México.
Cuadro 1. Proyecciones de crecimiento global 2020 y 2021, según el FMI
En duro contraste, la evolución del PIB de la Argentina en 2020 fue castigada en casi dos
puntos, a -11,8% del PIB, la tercera peor de LATAM, detrás de Venezuela (-25%) y Perú
(-13,9%), y entre las diez peores del mundo si se excluyen países muy pequeños, mayormente
turísticos o isleños, lógicamente muy golpeados por la pandemia.
En nuestro habitual Cuadro 2 se muestran los cambios del último mes en la evolución de
variables relevantes para seguir la coyuntura de la economía global desde el inicio de la
COVID-19. La depreciación del dólar continúa, a un ritmo suave y en parte por la expectativa
de tasas de interés aún más bajas luego del triunfo de Biden. De manera acorde, las
commodites se mantienen firmes, especialmente el cobre y los granos – en este último caso
por la previsión de un “efecto Niña”.
Cuadro 2. Los mercados globales desde el indicio de la pandemia
Con la probable aparición de las vacunas y la firmeza de los granos, aunque también con el
clima seco por la “Niña, el mundo se está poniendo algo menos hostil para la Argentina. Esto
puede ayudar al país en la inminente e imprescindible negociación con el FMI. Pero más aún
ayudaría que el gobierno anunciara, y llevara a la negociación con el FMI, un plan de desarrollo
de “productividad inclusiva”, que sorprendería a propios y extraños. La Argentina necesita, y
puede, aunar el aumento de la productividad al de la inclusión, a partir de un crecimiento
significativo de la inversión en capital físico y humano, que cree empleos formales como
herramienta fundamental para abatir la pobreza.
Juan J. Llach.
PANORAMA INTERNACIONAL
*Por Eduardo L. Fracchia
Biden y su impacto en la economía argentina, hasta ahora una incógnita
Biden, un joven senador que nos conoce desde Malvinas cuando nos “retó” por haber entrado
en guerra con UK, es hoy el Presidente electo de Estados Unidos
Puede ser que la política monetaria laxa de baja tasa de interés estimule la devaluación del
dólar respecto al euro y mantenga, como es el caso ahora, las materias primas más caras. La
soja en 420 dólares no está para nada mal.
Puntualmente Biden impulsa una agenda verde, es crítico del fracking, la técnica utilizada en
Vaca Muerta para la extracción no convencional de petróleo y gas. Esto puede ser complejo
por las inversiones americanas que precisamos en esa área central del país.
No parece para Biden que sea problemático que la región y Argentina en particular sigan
teniendo negocios con China.
Es prematuro conjeturar el impacto, podemos saber más hacia mediados del año que viene. El
actual gobierno peronista es más afín por su ideología a los demócratas como en su momento
el peronismo de los 90 liderado por un Menem conservador se acercó a Bush.
Es central y es una nueva ventana de oportunidad que nuestro país apueste fuerte por Estados
Unidos que dominará la economía mundial hasta entrados los años 30 de este siglo.
Históricamente desde 1900 nuestra relación fue tensa con Estados Unidos por no ser
complementarios en el comercio exterior. Es una oportunidad más para revertir ese proceso
siendo el capital americano el más significativo que recibe nuestro país desde la primera guerra
mundial cuando desplazó al británico.
Eduardo L. Fracchia.
PANORAMA INTERNO
*Por Eduardo L. Fracchia
Reflexiones sobre la economía ante la llegada del Fondo
Eduardo L. Fracchia.
PANORAMA INTERNO II
*Por Federico De Cristo
ancla cambiaria
El
¿Podrá el Banco Central evitar devaluar? A falta de fondos, porque las reservas que puede
utilizar para intervenir en el mercado de cambios están muy bajas, está limitando importaciones
que, por ejemplo, frenan la producción automotriz, al igual que en otros sectores. Pero el freno
a la actividad es solo uno de los aspectos. Al final, la restricción de importaciones para frenar el
tipo de cambio genera aumentos de precios, que es justamente lo que el gobierno quiere evitar.
Por ejemplo, en los últimos meses los autos usados con pocos años de antigüedad cuestan
más que un 0 km, que es difícil de conseguir, con demoras de algunos meses en la entrega, y
cuyo precio no se congela ni pagando el total por anticipado. La falta de autorización para
importar genera que el empresario no sepa a qué precio podrá reponer la mercadería, de modo
que buscará dolarizarse con los pesos que pueda cobrar, a la espera de la autorización de
importación. De este modo, parte de los precios se determinan según el dólar bolsa.
Entre otras medidas, el Banco Central está ensayando un aumento de tasas para descomprimir
la brecha entre el dólar oficial y el dólar que puede conseguirse comprando y vendiendo activos
financieros en pesos y dólares. Pero aumentar los intereses tiene un costo muy grande para el
gobierno: en lo que va del año, el Banco Central tuvo que emitir 495 mil millones de pesos para
pagar los intereses, y eso representa el 24% de la base monetaria promedio del año. Aumentar
aún más los intereses puede ser una estrategia que desestabilice el precario balance del
BCRA.
Todo parece indicar que un salto cambiario sería necesario, ya que descomprimiría la brecha
cambiaria, aumentaría el superávit externo y permitiría recomponer reservas, y a esta altura
parece difícil evitar el aumento de precios que en algunos productos se hace mirando el dólar
paralelo. Sin embargo, el gobierno sigue aferrado al tipo de cambio, el único ancla que hoy
tiene a disposición, ya que el ancla monetaria y fiscal no está disponible. Devaluar sin reservas
es peligroso, y sobre todo en un contexto de alta emisión monetaria y elevado déficit fiscal. Una
de las tres variables debe oficiar de ancla.
Tras la salida de la convertibilidad, por ejemplo, Lavagna mantuvo congelado el gasto público al
inicio, y luego limitó el aumento del gasto. Mientras tanto, el tipo de cambio había crecido y la
emisión aumentaba en gran parte por la compra de divisas. A partir del 2008, el tipo de cambio
fue el ancla en un contexto de aumento del gasto público y de la emisión para financiar al
gobierno. Como consecuencia, el tipo de cambio se atrasó hasta el colapso del cepo en 2015,
prolongado luego con dos años de endeudamiento. A partir del 2018, bajo la gestión de
Sandleris, el Banco Central congeló la base monetaria y optó por el ancla monetaria mientras el
tipo de cambio aumentaba y se trataba de contener el gasto público. Sin embargo, con la
pandemia el gasto público aumentó y se financió con emisión monetaria, dejando como único
ancla al tipo de cambio.
Es poco probable que el gobierno pueda limitar la emisión monetaria mientras persista el déficit
fiscal, dado que no cuenta con acceso al crédito. Pero si el gobierno tiene éxito en limitar el
crecimiento del gasto público e incluso lograr superávit, podría hacer una transición desde el
ancla cambiaria al ancla fiscal. Un posible ajuste natural sería liberar el tipo de cambio, lo cual
sería inflacionario, y por el aumento de inflación la recaudación crecería, disminuyendo el déficit
fiscal si no se ajusta el gasto público por inflación. De este modo, el ancla fiscal podría permitir
estabilizar la economía. Sin embargo, para ello se requiere fortaleza política y que la pérdida de
poder adquisitivo sea moderada. Los desequilibrios actuales son aún demasiado grandes y
requerirían de mucho capital político para administrar la situación. Posiblemente el gobierno
busque un mayor equilibrio fiscal y monetario antes de aventurar un mayor ajuste cambiario.
Federico De Cristo.
PANORAMA POLÍTICO
*Por Eduardo L. Fracchia
Se acercan las elecciones de medio término
Cristina sigue siendo un gran animal político. El Gran Buenos Aires es de ella, sobre todo el
tercer distrito electoral ampliamente ganado por el peronismo. Este protagonismo es siempre
un tema central para entender la elección de medio término en el distrito electoral más
relevante del país.
Aunque Cristina ya se posicionó como líder de la actual administración, será siempre una
incógnita el cogobierno con el Presidente, con marchas y contramarchas. No se vislumbran
conflictos de magnitud.
El kirchnerismo es hijo de la crisis de 2001 y Macri lo es, a su vez, del kirchnerismo. Por
contraste y al constituirse como alternativa polar, no se comprende a Cambiemos sin los 12
años K. Si Reutemann o De la Sota hubiesen sido presidentes en 2003 (no estuvieron lejos) es
difícil imaginar la aparición del PRO. La grieta sigue vigente y hay que ver si el kirchnerismo se
apaga o crece a futuro. La grieta actual, por otra parte, es moderada si se la compara con las
existentes en nuestros 200 años de vida independiente.
¿Habrá líder del peronismo en 2023 con capacidad de aglutinar lo que hoy está disperso en la
coalición oficialista?
El futuro del radicalismo, por otra parte, está abierto parece que va a seguir con Cambiemos
en una alianza hasta el momento estable con ciertas tensiones. ¿Cambiemos sustituirá al
radicalismo como partido de clases medias?
El 40% a nivel nacional otorga a Cambiemos oxígeno político para a futuro encarar las
reformas económicas pendientes y otras todavía por idear. Sin embargo, pese a la buena
elección en 2019 de Cambiemos en la general sigue siendo minoría en ambas cámaras.
El proyecto de Macri de instalarse en el poder (3° movimiento histórico de Alfonsín, Menem 99,
alternancia de Néstor y Cristina) fracasó. Ganar las elecciones de medio término fue un típico
respaldo que tuvieron Menem, Alfonsín y Kirchner, pero en el caso de Macri no alcanzó con
esa victoria en 2017.
La visión del gobierno de Cambiemos fue desarrollista queriendo Macri emular a Frondizi. Dado
el énfasis en el gasto social y la filosofía por el Ejecutivo demostrada, no parece que el
gobierno tuviese un enfoque neoliberal.
La economía definió las elecciones ya que ha sido un motor potente en cuanto a la decisión del
voto. No obstante, el rechazo a Cristina fue fuerte e influyó en el apoyo a Cambiemos.
No llegó a cumplirse el t est ácido de Juan Carlos Torre para la madurez del sistema, el cual
plantea que deben darse dos períodos consecutivos con gobiernos no peronistas pero se
entregó, después de muchos años, la banda desde un gobierno no peronista.
Es difícil hacer conjeturas fuertes sobre la elección de medio término. La clave es que el nuevo
gobierno está desgastado por la crisis sanitaria y la económica. En lo sanitario ha sido casi lo
peor de todo el mundo y en lo económico no termina de tener un norte claro compartido por la
dirigencia oficial. Es cierto tiene una herencia compleja que dejó Macri y una pandemia
devastadora de la macro. Existe una oportunidad bien acotada de apretar el acelerador y
consolidar el proceso de crecimiento que hace una década no se concreta en el país.
Eduardo L. Fracchia.
PRECIOS
*Por Martín Calveira
Fuente: INDEC
Resumen
● Las proyecciones de inflación minorista para este año establecen una inflación de 35,8%
para este año, mientras que para el año 2021 se sitúan en 48,9%. No obstante, se espera
que las proyecciones se modifiquen de acuerdo a lo que ocurra en el mercado cambiario.
● El nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en octubre una variación
de 3,8%. Se espera que este nivel más alto de variación permanezca durante los próximos
meses.
▪ Los precios internos se sitúan en un mayor nivel respecto del promedio del año. La
aceleración evidencia que los excesos monetarios pueden comenzar a tener efectos sobre
la economía.
▪ La inflación del mes de octubre de 2020 registró un aumento mensual de 3,8%. El ritmo de
crecimiento es mayor a las proyecciones de mercado y denota un aumento respecto al
crecimiento intermensual que se había registrado en septiembre de 2,8%.
▪ La inflación acumulada del año 2020 se sitúa en 26,9%, nivel menor al acumulado en el
mismo período del año anterior, el cual se había registrado en 42,2%. Mientras que en la
comparación interanual, el crecimiento de precios minoristas respecto de octubre de 2019
se situó en 37,2%.
▪ El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), realizado por el Banco Central estima
que la inflación minorista mensual de noviembre se situará en 3,6% y en relación a
diciembre en 3,9%, conformando un 35,8% durante el año 2020.
▪ Las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año
reiteran un escenario de profunda contracción. El desempeño interanual del PIB para el
año 2020 registraría una caída de 11,6%.
Fuente: INDEC
Resumen
● La producción de las Pymes Industriales cayó 6,9% en septiembre de 2020 frente a igual
mes del año pasado y el nivel de capacidad instalada del sector fue 62,5%, nivel similar al
de agosto.
▪ Por lo tanto, no se descarta un nuevo programa de financiamiento con el FMI con el objetivo
de matizar los efectos de la corrección de los excesos fiscales derivados del escenario de
pandemia y consecuente gestión de confinamiento social, pues la disponibilidad de
recursos durante la aplicación de un programa de estabilización macroeconómica es
determinante para el cumplimiento de ese objetivo.
▪ Por el lado del consumo, la CAME informa que las ventas minoristas cayeron -14,9% anual
durante octubre 2020, medidas en cantidades y en comercios todo el país incluyendo tanto
modalidad online como en locales. En lo transcurrido del año acumulan un descenso anual
de -26,2% explicado por las fuertes bajas registradas a partir del inicio de la cuarentena en
marzo.
Fuente: AFIP
Resumen
● La recuperación temporal del poder adquisitivo de la recaudación tributaria fue del orden del
8% interanual. El aumento real de los recursos tributarios es un factor favorable en el
desempeño futuro de las cuentas fiscales si se sostiene en el tiempo.
▪ En ese escenario, el poder Ejecutivo inició las gestiones con el FMI para negociar los
pasivos financieros por U$S 44.000 millones sin descartar una nueva línea de asistencia.
Ciertamente y a diferencia del acuerdo con acreedores privados, esto demandará
establecer un programa económico de crecimiento y sostenible a los efectos de generar
liquidez para los pagos futuros.
▪ El desempeño fiscal de este año debe observarse con una perspectiva de pandemia y con
la necesidad de converger a una dinámica de menor expansión fiscal para evitar impulsar
los precios de precios y sobre el tipo de cambio. El ajuste del gasto público es esperable en
un contexto de necesidad de eliminar la volatilidad cambiaria y su potencialidad en una
escalada inflacionaria.
▪ Se registra un aumento del poder adquisitivo de los ingresos del sector público nacional en
8,2% lo cual constituye un factor positivo para sustentar la posición financiera nacional. El
aumento del crecimiento de los recursos tributarios por encima de la inflación establece
cierto espacio para la gestión antiinflacionaria de administración del gasto público.
SECTOR EXTERNO
*Por Martín Calveira
Contracción del comercio exterior y presiones cambiarias
● El intercambio comercial del mes de septiembre de 2020 si bien disminuyó 9,3% en relación
con igual período del año anterior alcanzando un valor de U$S 8.838 millones, se constituye
como el mayor nivel del año.
● El nivel del tipo de cambio real (TCR) promedio hacia la tercera semana de noviembre
registra una apreciación respecto de noviembre de 2020 de 1,4% (diciembre 2010=1).
● El tipo de cambio real (TCR) se ubica un 6% por debajo del promedio histórico enero
1959-noviembre 2020, es decir, en promedio histórico, el nivel actual registra una
apreciación real.
▪ Se debe observar que en este período de gran contracción de la actividad no solo las
necesidades de importaciones disminuyen, sino que las exportaciones también evidencian
un marcado deterioro lo cual ralentiza el resultado comercial positivo.
▪ El tipo de cambio promedio mensual mayorista del Banco Central durante noviembre
continúa una tendencia de depreciación. Mientras que el promedio de cierre del mes de
octubre fue $ 77,56, el promedio mensual en lo transcurrido de noviembre se sitúa en $
79,25, es decir, un nivel de depreciación de 2,2%. Sin embargo, la comparación interanual
respecto de noviembre de 2019 registra una depreciación nominal de 32,7%.
▪ El nivel del TCR de cierre en la tercera semana del mes de noviembre, estimación para el
comercio y la competitividad, se encuentra 5,4% por encima (depreciación neta) del
promedio del año 2019. Esto como consecuencia de una mayor variación del tipo de
cambio nominal y el espacio otorgado por las fuertes depreciaciones del año anterior. No
obstante, si se observa el promedio histórico de la cotización oficial del período enero
1959-noviembre 2020 (base diciembre 2010), se ubica un 6% por debajo de ese promedio,
es decir, un nivel de TCR con una apreciación en perspectiva histórica.
▪ Si en lugar de utilizar el valor promedio mensual del tipo de cambio del mercado mayorista,
consideramos el valor de cierre del 13 de noviembre 2020 de $ 85,26 por dólar a los efectos
de captar las tensiones cambiarias, el TCR bilateral evidenciaría una mayor depreciación
respecto al promedio de 2019 en 13,4% y se ubicaría por encima del promedio de la serie
histórica enero 1959-noviembre 2020. Es decir, se registraría una depreciación real
respecto a la serie histórica de 1%.
▪ El dólar de “equilibrio” estimado por el IAE-Austral (valor del dólar según el TCR promedio
del período diciembre 2010-noviembre 2020) en la cotización formal efectiva del mercado
minorista sería de $/US$ 130,1. Esto representa que el TCR actual, tras el nuevo marco de
imposición a la compra y las fuertes tensiones, estaría en valores competitivos.
▪ Por lo tanto, se sostendría espacio de depreciación real del peso en el mercado formal
aludiendo a cierto nivel de competitividad de la economía dentro del nivel inflacionario
mensual actual. Esto debería ser un potencial espacio para sostener el resultado comercial
externo y un canal sustentable de generación de divisas, siempre que estemos en ausencia
de una reversión hacia niveles altos de crecimiento de la inflación mensual.
SECTOR MONETARIO Y FINANCIERO
*Por Martín Calveira
Fuente: BCRA
Resumen
● Es necesario que la gestión de los nuevos pasivos financieros en moneda extranjera del
gobierno se realice en forma controlada dado que las necesidades financieras de mediano
pueden implicar un nuevo panorama de fragilidad.
● Nuevamente, la pérdida neta de reservas internacionales desde el inicio del año representa
un deterioro patrimonial y de poder de gestión para la autoridad monetaria. Más aún en una
coyuntura de inestabilidad cambiaria.
▪ El riesgo país medido por el EMBI+Arg se establece en los 1323 p.b. durante la tercera
semana de noviembre, lo que representa una disminución en relación a finales de octubre.
▪ El escenario monetario nacional continúa en una fase de fuerte inestabilidad derivada del
sostenimiento de la demanda de dólares como consecuencia de expectativas negativas
sobre la gestión de política económica. La irrupción de un mayor nivel de incertidumbre
afecta las perspectivas económicas que se materializan en la dolarización de activos. A su
vez, la dinámica de precios y la postergación de la recuperación de la actividad
fundamentan el sesgo de dolarización de activos.
▪ Si bien la política económica dispone de instrumentos financieros a los fines de estabilizar
las variables monetarias en el corto plazo, es esperable que esos instrumentos se
gestionen con una perspectiva de consistencia financiera. De lo contrario, la eventual
incapacidad de pago es un elemento de deterioro para los tenedores institucionales de esos
títulos como el caso de la ANSES.
▪ Por otro lado, las reservas internacionales netas totalizarían los U$S 6.536 millones
promediando el mes de noviembre. Esto es, descontados las asignaciones por derechos
especiales de giro del FMI, las obligaciones monetarias con otras entidades (swaps) y los
depósitos por encajes en moneda extranjera de entidades financieras.
▪ El nivel de tasa de política monetaria en el cierre del mes de noviembre se situó en 36%
anual desde el 63% que había dejado la gestión previa, es decir, una acumulación de 27
puntos de recorte en el rendimiento de las LELIQ. A su vez, el nivel de tasa efectiva se
estableció en 43,6% anual.