Darío Sztajnszrajber
Hoy en lo que se trabaja mucho es en la capacidad de acceso mas que de consumo, lo que va
marcando las diferencias sociales hoy en el mundo de la globalización tiene mas que ver con lo
que se llama la “capacidad de acceso en tanto usuario”. Se está modificando de manera muy
radical es la idea misma de propiedad, hoy ya no se trata de propiedad en el sentido mas
clásico, si no de la capacidad de acceso que tiene uno en las diferentes redes que te posibilitan
como usuario ser parte de un engranaje o de otro. La capacidad de apropiación, de alquiler,
incluso de ciertas marcas, la capacidad que tienen muchos de poder ser accionistas de una
gran empresa es otra la lógica que esa lógica dual propia del Siglo XIX.
La clase media no existe en el planteo de Marx, no tiene lugar. Cada país ha desarrollado su
propia clase media, la clase media norteamericana de los ´50 no tiene nada que ver con la
clase media que se fue generando en la Argentina. Hay que pensar si la clase media se trata de
pequeños y medianos empresarios dueños de pequeños medios de producción, esa clase
media entonces saldría del capitalismo, sería como una parte del capitalismo, una pequeña
burguesía que conformaría esa clase media. En el caso norteamericano es al revés, la clase
media fue la que se ha ido conformando de los obreros que a partir del modelo Keynesiano
fueron consiguiendo una estabilidad laboral, sindicalizados, fueron teniendo su casa, sus
objetos de consumo, su auto, mandaron a sus hijos a la universidad y fueron conformando una
clase media que proviene de una clase obrera bien puesta. En la Argentina hubo en un
momento una clase obrera que fue construyendo la clase media, en la Argentina hay una
cultura de clase media que nada tiene que ver con el consumo de las clases populares,
entonces se produce ahí otro corte que la clase media tiene mas un elemento burgués que un
elemento de una clase obrera que decide ingresar al mundo del consumo. Incluso cuando hay
gente de la clase obrera que entra a la clase media se da como ese corrimiento a lo que sería
una cultura de consumo burgués. Eso es propio de la realidad de nuestro país que lo diferencia
de otros, no es ni bueno ni malo, lo que está claro es que la clase media es media, porque está
en el medio, como la enseñanza media, que no sabemos bien que es porque está en el medio.
Lo que es interesante para pensar es qué determina la inclusión en cada clase. Lo que plantea
Marx es que no pasa por lo que uno cobra, ni siquiera la cantidad de dinero que te ingresa, es
tu lugar en un esquema productivo. ¿Tenes gente trabajando para vos? ¿Tenes obreros que,
como prostitutas, trabajan para que vos seas feliz? Esa es la diferencia, el capitalista mas
bueno, el que paga los salarios más altos, el que deja que los obreros falten cuando quieran, es
lo mismo. La explotación no es un problema moral, es un problema técnico, mientras tengas
gente trabajando para vos a los que les robas parte de su trabajo, sos capitalista por más
bueno que seas. El problema es estructural, es porque la sociedad se ha conformado con un
sistema de trabajo donde hay muchos que trabajan para pocos. Eso es para mí la brillantez de
Marx de visualizar un aspecto como novedoso en las relaciones sociales de trabajo.
Está todo el aspecto propositivo del marxismo, siempre se dice de Marx que tiene un aspecto
crítico y uno propositivo. El aspecto propositivo de Marx hace muchísima mas agua que el
aspecto crítico, a pesar de Marx, porque muchas de las críticas que le hacemos al marxismo en
su propuesta de ordenamiento social se la hacemos a los proyectos concretos del socialismo
histórico que hubo en el Siglo XX y en especial en la Unión Soviética. La teoría propositiva de
Marx no necesariamente estuvo ahí bien reflejada, es mas casi ni hay en los textos de Marx
demasiado dicho sobre su propuesta de cómo ordenar u organizar una sociedad comunista,
hay muy poco, lo que nos llega a nosotros es la lectura de de sus seguidores. Tenemos el
marxismo leninista, hay mucho de Lenin pero ya no es marxismo.
Marx dice que el capitalismo sólo puede terminarse con una revolución violenta, nunca las
instituciones del capitalismo van a poder reformarse de tal modo que el sistema cambie, lo
que tenes es lo que se llama hoy keynesianismo, benefactorismo, un sistema político que
desde el capitalismo tenga políticas a favor del obrero, para Marx tapona la conciencia de
clases. Lo peor que le puede pasar al obrero es que esté en mejores condiciones de vida, por
eso la locura de ciertas lecturas de Marx que es la trotskista que es “cuanto peor, mejor”. El
trotskismo dice: “cuanto peor esté el obrero mas cerca estamos de la revolución”. Lo que hay
que lograr es extremizar a tal punto las contradicciones de clases que cuanto peor esté el
obrero mas se va a dar cuenta que tiene que agarrar las armas y hacer la revolución. Una vez
que se produce la revolución violenta ningún capitalista entregara todas sus cosas para el
obrero. El sistema capitalista sólo puede terminar con una revolución violenta, una vez que
pasamos la revolución violenta tenemos que poder lograr que todo el mundo empiece al
modo socialista que es cambiar la cabeza. Para cambiar la cabeza todo el mundo
internacionalmente tiene que pasar al socialismo, no puede haber 10 países que no, tenemos
que generar un estado de revolución permanente donde todos los países vayan yendo al
comunismo. Mientras esto suceda se produce la dictadura del proletariado, es un estado
intermedio donde el proletariado toma el poder del estado y desde ahí va deslavándole la
cabeza a la gente que cree en todas las pavadas del capitalismo y va alcanzando su propia
verdad. Una vez que termina este proceso y todo el mundo está asociado al comunismo, nadie
que nació en el capitalismo va a aceptar que sus ideas no son sus ideas. El problema para pasar
al comunismo es quitarse de la cabeza la propiedad privada. Llegado el momento cuando se
produce la revolución final de la dictadura del proletariado, se llega a ese punto último,
llegamos al comunismo ideal, real dice Marx. En ese estado comunista no hace falta mas el
Estado, llegamos a un momento de armonía general donde “cada uno vive de acuerdo a sus
capacidades y satisface sus necesidades”, gran frase de Marx.
En el comunismo final, todo lo que uno necesite, eleva la mano y lo tiene y todo lo que uno
quiera hacer lo va a poder desarrollar. No hace falta el dinero, no hace falta nada, la gente
hace lo que quiere y consume lo que necesita. Eso sólo se va a lograr cuando desaparezcan
todas las rémoras que provoca el sometimiento del hombre por el hombre que es pensar que
somos primero individuos y después una especie, poseemos las cosas primero para nosotros a
expensas del sufrimiento de los otros; cuando podamos disolver toda esa cultura individualista
va a llegar naturalmente esa armonía general que tiene mucho de mesiánico, mucho de ese
ideal propio del pensamiento religioso, del cielo, del mundo mas allá de este, donde todos
convivimos en esa especie de paz final y armónica, eso es muy marxista. Muchas de las
posturas neo marxistas posteriores a Marx retoman fuertes elementos mesiánicos.
Marx dice que él lo que entrevé que en el desarrollo de las sociedad industrial son actividades
que van a dejar de tener peso, se equivoca ahí. Cuando mira hacia adelante ve que el mundo
va a terminar siendo un conjunto de fábricas donde la automatización del trabajo va a generar
una mayoría trabajando en la fábrica y una minoría a cargo de la misma. Todos estos grises,
estas zonas mas propias de lo que fue después el Siglo XX, él no las ve.
Marx cree que esa revolución es un hecho concreto, esa revolución implica la socialización de
los medios de producción, la redistribución de todos los medios productivos, la organización
por parte de la clase obrera. Marx cree que todo lo que plantea es algo posible, la novedad de
Marx es que él cree que la clase obrera puede convertirse en sujeto de la historia, o sea, se
puede cambiar el mundo. No ha habido propuesta en la historia de la humanidad más radical
como instancia posible de una transformación del mundo hacia lo opuesto de lo que es, que el
marxismo, porque no te propone el ideal después de muerto, te lo propone como algo
concreto y posible. Marx creía que estaba a punto de ver la revolución socialista en Inglaterra.
El creía que se venía el comunismo en todo el mundo, lo veía como una instancia posible, de
hecho lo fue, pero fracasó.
El trabajo cooperativo es una de las formas que Marx entiende como formas posibles de
socialización del trabajo. Sería como una muestra de lo que vendría a ser el comunismo real,
en esa sociedad comunista nos organizaríamos para trabajar como nos organizamos en una
cooperativa. Para Marx la clave es el tiempo, no es la capacidad, no es que hay trabajos más
importantes que otros, esa es una lectura más de nuestra sociedad capitalista que es la lectura
del mérito, él encuentra un lugar de comparación del trabajo en el tiempo.
La ley deja de tener sentido cuando alcanza el mas allá. El mesianismo es la idea que hay mas
allá de este mundo un momento final donde todo lo que hoy no sucede y lo que marca
nuestras falencias va a terminar de suceder para bien, el mundo mesiánico es el mundo donde
todos van a vivir felices, se van a terminar todas las diferencias, todas las desigualdades, todas
las limitaciones. Ese mundo mesiánico no necesita ningún tipo de ley porque la ley que existe
hoy existe porque hay falencias, en la medida en que no hay falencias no es necesaria ninguna
ley. Para Marx una vez que se alcanza el comunismo ninguno de estas ideas que están dando
vueltas, que son ideas que generan la desigualdad, van a seguir existiendo, entonces no va a
haber ninguna necesidad. Todo el desarrollo histórico que Marx realiza de por qué se llega a la
contradicción del capitalismo, él supone que naturalmente va a desaparecer, ahí hay un
agujero en ese salto, todo esto que dije antes no tiene para mi la fuerza argumentativa para
demostrar que naturalmente en ese mundo comunista ideal no puedan surgir de nuevo
contradicciones de clase. Si surgieran contradicciones de clase, surgirían porque seguiría viva la
idea mas individual de la explotación de unos para otros. Se supone que si llegas al comunismo
real, esa idea que generaría la contradicción ya no estaría. Esa sería la explicación de por qué
no pasaría más.
Para el marxismo el Estado no existe, el estado lo es todo provisoriamente hasta que todos se
vuelvan comunistas, ahí el Estado desaparece porque no lo necesitamos. El Estado es una
mediación, existe en el capitalismo para que el capitalista tenga la cobertura legal para seguir
explotando a las masas populares. Para Marx nunca un estado puede ser emancipatorio ni
estar a favor del obrero. El Estado por naturaleza está siempre a favor del dominante.
Imagínense los gobiernos latinoamericanos de estos últimos 10 años que tienen este elemento
popular para algunos, populista para otros, para el marxismo es un horror porque se nutren de
la clase obrera para legitimar el dominio y no son para nada representativas de las necesidades
de la clase obrera. Obviamente alguien no marxista, alguien mas ligado al benefactorismo o
estas prácticas de políticas pro obreras del Estado te va a decir todo lo contrario; te va a decir
que nunca recibió tanto apoyo, tanto impulso, tanta representación política como en este tipo
de propuesta de Estado, ahí está la discusión a cerca del valor que tiene el Estado en relación a
los sistemas de dominio. Para Marx el estado siempre es un aliado de la clase dominante,
como la religión, el opio de los pueblos, tiene esa función, una función dormitiva, para que la
clase obrera no se de cuenta de su estado de dominio, entonces cree en Dios y todas esas
cosas. Nunca va a haber una religión emancipatoria, una religión revolucionaria, piensen que
las propuestas de la teología de la liberación religiosas mas revolucionarias, de religiosas no
tienen nada en el sentido tradicional, le tienen que quitar divinidad a Jesús, tiene que destruir
toda la sobrenaturalidad, Jesús es el Che Guevara para la teoría de la liberación, sino no
funciona.
Dice Marx que en ese estado comunista final donde cada uno hace lo que quiere y se satisface
de lo que necesita vive su individualidad a pleno, pero la individualidad nunca puede estar al
servicio de la explotación de la individualidad del otro. Entonces la locura del pensamiento
marxista, en el buen sentido, es que termina siendo el pensamiento que más que ningún otro
rescata la individualidad, que no es lo mismo que rescatar el individualismo, implica un cambio
de paradigma.
El gran fracaso del marxismo es que es una propuesta universalista que nunca puedo dar una
respuesta universal, puedo funcionar siempre en lugares chicos.