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Una de las definiciones más amplias y desde las que más fácil resulta entender
el enojo es dado por Izard (1977, 1991) que como ya se ha visto lo describe
como una emoción primaria que se presenta cuando un organismo es
bloqueado en la consecución de una meta o en la obtención o satisfacción de
una necesidad. Tanto Izard (1993) como Danesh (1977) o Berkowitz (1993a,
1999), parten de que el organismo responde ante la percepción de una
amenaza con un impulso de ataque, que sería el enojo, o con un impulso de
huida, más relacionado con el miedo y la ansiedad. Esta idea, sin embargo,
puede ser matizada si recordamos el planteamiento de Rothenburg (1971) en
el que, en organismos superiores, la ira ocurrirá en contextos de relaciones
significativas y ha de tener un significado comunicacional. Así, el enojo, para
autores como Averill (1982), es una respuesta emocional que se da de acuerdo
con un rol social y que cumple una función en ese sistema social.
Todo el mundo se enoja, pero la ira fuera de control no es sana para nadie.
Cuando usted no puede controlar su ira, usted se puede meter en problemas,
meterse en peleas o diversas situaciones desagradables.
El enojo es una emoción común de todas las personas. Pero si éste hace
daño a los demás, entonces hay que buscar ayuda profesional. Las
terapias de grupo se especializan en el control de las emociones y como
dije al inicio, el enojo es una emoción, por lo tanto, hay respuestas muy
positivas para el problema del control de este.
Esta terapia para el manejo del control del enojo ofrece muchos
beneficios entre ellos tenemos:
Recibir apoyo para combatir problemas comunes.
Desarrolla relaciones más satisfactorias.
Descubre patrones eficaces para relacionarse con los demás.
Se aprenden a conocer las formas en que los demás lo perciben.
Aumenta su autoconocimiento y autoestima.
Genera objetivos.
Se maneja bajo un enfoque holístico.
Oportunidad de escuchar los problemas de las demás personas del
grupo. Esto ayuda a sentirse identificado.
Las personas sentirán que no están solas en la lucha contra el enojo.
Ayuda a ver los problemas desde un punto de vista más positivo.
La oportunidad de asistir en diferentes ocasiones bajo un plan y
seguimiento donde se toma en cuenta la participación y desarrollo de
cada individuo.
La ventaja de desahogar lo sentimientos que mayormente provocan el
enojo hasta aprender a canalizarlos.
Aprender técnicas para reaccionar en las diferentes situaciones que
podrían provocar enojo.
Además de la dinámica de pertenecer a un grupo, también existe un
seguimiento individualizado según se requiera.
También tiene la ventaja de hacer sentir a las personas acompañadas
y que puede continuar con la lucha para dominar el enojo.
Cuando el enojo y la rabia nos dominan, podemos perder el control y ser muy
agresivos o cometer actos de violencia.
Si siente que su ira está realmente fuera de control, si está afectando sus
relaciones y partes importantes de su vida, puede considerar la asesoría para
aprender a manejarla mejor. Un psicólogo u otro profesional de la salud mental
autorizado para ejercer puede trabajar con usted en el desarrollo de varias
técnicas para cambiar su pensamiento y su conducta.
BIBLIOGRAFIAS
www.Crecimientoybienestaremocional.com
www.psicologialibre.com