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ÍNDICE
2 Estratificación de riesgo.........................................................................................4
3 Tratamiento.....................................................................................................................5
4 Revascularización......................................................................................................5
5 Angina microvascular...............................................................................................5
CARDIOLOGÍA
© Editorial Médica Panamericana/Universidad Francisco de Vitoria Madrid. (ISBN 978-84-9110-219-9)
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Tema 11. Cardiopatía isquémica estable II
CARDIOLOGÍA
© Editorial Médica Panamericana/Universidad Francisco de Vitoria Madrid. (ISBN 978-84-9110-219-9)
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Tema 11. Cardiopatía isquémica estable II
Siempre que se pueda, el estrés físico (ejercicio) es preferible al farmacológico, pues se trata de una situación más
fisiológica que proporciona datos fisiológicos adicionales (tiempo de ejercicio, respuesta de la tensión arterial y de la
frecuencia cardíaca, etcétera). Igualmente, son preferibles a igual rentabilidad aquellas pruebas que no supongan una
exposición radiológica al paciente.
Durante la ergometría, la alteración electrocardiográfica más útil para el diagnóstico es una depresión horizontal o
descendente del segmento ST ≥ 1mm.
En las pruebas que valoran la contractilidad basalmente y durante el estrés (ecocardiograma y resonancia magnética)
se pueden encontrar las siguientes respuestas: (Tabla 5)
Las pruebas que valoran la perfusión basal y durante el estrés (SPECT y RM de perfusión) pueden dar las siguientes
respuestas: (Tabla 6)
Como contraindicaciones generales a todas estas pruebas de estrés físico o farmacológico se encuentran: el infarto
agudo de miocardio en las 48 horas previas, las arritmias cardíacas no controladas, la estenosis aórtica severa
sintomática, la insuficiencia cardíaca no controlada, la miocarditis o la pericarditis aguda, la disección de aorta y el
tromboembolismo pulmonar.
Además de estas pruebas para detectar la isquemia, hoy en día se dispone de una técnica no invasiva que permite evaluar
la anatomía coronaria: el TAC coronario. En primer lugar, se realiza una determinación de la presencia y la cantidad
de calcio coronario, el cual es un marcador directamente relacionado con la cantidad de enfermedad aterosclerótica y,
en segundo lugar, si la cantidad de calcio es pequeña (score <400) se realiza una inyección intravenosa de contraste
yodado que permite valorar la presencia de estenosis luminales en las coronarias (coronariografía no invasiva). Su gran
ventaja es su elevado valor predictivo negativo (entorno al 99%), pero, por el contrario, supone una dosis de radiación
para el paciente y además la presencia de calcio afecta negativamente a su precisión (tiende a sobreestimar la lesión).
Tabla 5.
Contractilidad basal Contractilidad estrés Diagnóstico
Normoquinesia Normoquinesia Normal
Normoquinesia Hipo o aquinesia Isquemia
Aquinesia Aquinesia Necrosis
Tabla 6.
Perfusión basal Perfusión estrés Diagnóstico
Normal Igual que en reposo Normal
Normal Peor que en reposo Isquemia
Nula Igual que en reposo Necrosis
2 ESTRATIFICACIÓN DE RIESGO
En función del resultado de las pruebas complementarias realizadas, los pacientes se pueden clasificar según su riesgo
de muerte en tres grupos de bajo, medio y alto riesgo.
En el grupo de alto riesgo (riesgo de mortalidad ≥ 3%/año) debe realizarse una coronariografía invasiva junto al
tratamiento médico óptimo, y considerar la revascularización. En el grupo de bajo riesgo (riesgo de mortalidad <1%/
año) se debe iniciar el tratamiento médico, optimizándolo hasta minimizar la isquemia.
¬¬ Alto riesgo:
●● ECG de esfuerzo con descenso > 2mm a baja carga o persistente en la recuperación, elevación del ST inducida
por el ejercicio, o taquicardia o fibrilación ventricular inducidas por el ejercicio.
●● Área de isquemia > 10% (>2/16 segmentos con defectos de perfusión o ≥ 3/17 segmentos con disfunción inducida
con ejercicio o estrés farmacológico).
●● Enfermedad coronaria de tres vasos con estenosis proximales, estenosis del tronco coronario izquierdo.
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Tema 11. Cardiopatía isquémica estable II
3 TRATAMIENTO
El tratamiento de la cardiopatía isquémica tiene dos objetivos: el control de los síntomas y la mejoría del pronóstico.
Como norma general, el planteamiento inicial para la mayoría de los pacientes debe ser la modificación del estilo
de vida, el control de los factores de riesgo cardiovascular, la educación del paciente, el tratamiento médico óptimo,
realizando una coronariografía y una revascularización eventual (percutánea o quirúrgica) a aquellos pacientes con
síntomas persistentes o datos de isquemia extensa en test no invasivos.
¬¬ Fármacos para prevenir eventos: ácido acetilsalicílico a dosis bajas y estatina a todos los pacientes.
¬¬ Fármacos para controlar los síntomas: de primera línea, betabloqueantes o antagonistas del calcio. De segunda
línea (añadidos a los de primera si es preciso o como alternativa a ellos si hay comorbilidades o contraindicaciones):
nitratos, ivabradina, ranolazina.
4 REVASCULARIZACIÓN
Las indicaciones de revascularización para mejorar el pronóstico son: la enfermedad severa del tronco común de la
coronaria izquierda (>50%), la enfermedad significativa (>50%) de la descendente anterior proximal, la enfermedad
significativa de dos o tres vasos con disfunción ventricular izquierda asociada (FEVI inferior al 40%), la isquemia
inducible en un amplio territorio miocárdico (mayor del 10% del ventrículo izquierdo) y la enfermedad significativa
aislada cuando exista enfermedad de un único vaso permeable.
La indicación de revascularización para mejorar los síntomas comprende cualquier estenosis coronaria superior al 50%
en presencia de angina limitante o equivalente anginosos refractario a tratamiento médico.
La elección del mejor método de revascularización (percutáneo o quirúrgico) depende del riesgo quirúrgico del paciente,
la extensión de la enfermedad coronaria y la disposición anatómica de las lesiones. Se recomienda una estrategia de
revascularización basada en el consenso del equipo cardiológico (Heart Team) para pacientes con enfermedad de
tronco coronario izquierdo no protegida, enfermedad de dos o tres vasos, diabetes mellitus o comorbilidades.
5 ANGINA MICROVASCULAR
Puede establecerse este diagnóstico en el paciente con angina inducida por el ejercicio que no presenta lesiones
coronarias obstructivas en la coronariografía a pesar de tener signos objetivos de isquemia inducida por el ejercicio (por
ejemplo, depresión del segmento ST en el ECG de esfuerzo).
En todos los pacientes debe lograrse un control óptimo de los factores de riesgo cardiovascular. Se recomienda
que todos los pacientes reciban tratamiento de prevención secundaria, incluidos ácido acetilsalicílico y estatinas.
Los betabloqueantes están recomendados como tratamiento sintomático de primera línea. Se recomienda el uso de
antagonistas del calcio si los betabloqueantes no logran el adecuado control de los síntomas o no se toleran.
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