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Cultura vamdivia

Desde su descubrimiento a mediados del siglo XX, la cultura Valdivia ha supuesto


un enigma para los arqueólogos, que han centrado toda su atención en los
orígenes de la cerámica americana.

Los yacimientos valdivianos comprendieron en un principio hasta seis sitios,


aumentando el número en los años posteriores.

Actualmente se encuentran en una región semi - árida, lo que ha permitido su


estado de conservación.

El primer sitio descubierto fue Punta Arenas de Posorja , en 1956. A pesar de que
los restos que encontraron estaban bastante erosionados, el descubrimiento
permitió ubicar a esta cultura en el periodo Formativo Temprano. [2]
La forma de asentamiento estaba organizada en torno a una plaza central donde se
localizaban las unidades cívico - ceremoniales.

El periodo en el que se ha considerado que hubo una mayor densidad demográfica


corresponde a los años 2425 - 2250 ANE donde se calcula que pudieron habitar
entre 1500 y 3000 personas.[1]
El desarrollo de la cultura valdiviana dio paso en la misma región a las culturas
Machalilla y Chorrera, y muchos de sus elementos culturales, como la cerámica, se
difundieron rápidamente hacia las áreas vecinas.

Como el resto de las sociedades de la época, la cultura valdiviana tendría una


organización de tipo tribal. Regulaban su vida a través de relaciones de
reciprocidad y lazos de parentesco, que aseguraban la supervivencia del grupo. Es
posible que contaran con jefes y especialistas en las relaciones con la esfera
sobrenatural.

Un buen resumen de la arquitectura formativa y de los poblados tempranos que


puede ser de interés para el lector fue escrito hace pocos años por Echeverría
(1998). La presencia de entierros debajo del piso arcilloso de las chozas
residenciales es bastante característico de muchas sociedades agrícolas. En efecto,
los entierros sirven como títulos de propiedad que indican cual linaje es dueño de
la propiedad. Quizás los valdivianos hacían lo mismo. En muchas sociedades
agrícolas en este nivel de desarrollo en el mundo, la propiedad pertenece a las
mujeres y los linajes se definen por el lado femenino ("sociedad matrilineal"). La
presencia de una "matriarca" en entierro muy especial en el montículo del osario
de Real Alto posiblemente refleje una organización matrilineal para la cultura
valdiviana.
Este mismo entierro sugiere algo más que un simple sistema matrilineal, porque
esta mujer recibió atención muy especial. Primero, su tumba fue recubierta por
piedras de moler. Luego, a los pies fue enterrado un hombre degollado y
descuartizado, evidencia de un posible sacrificio en honor a la mujer. Tercero, hay
evidencia de siete entierros secundarios en la misma tumba, probablemente
realizados durante distintos ritos posteriores. Otro dato interesante sobre el osario
es la presencia de entierros de niños en lo que parece ser recinto muy especial.

Según estas observaciones, la sociedad valdiviana se estaba transformando en una


sociedad no igualitaria. Uno de los rasgos del cacicazgo es la concentración de
autoridad en manos de herederos, y arqueológicamente se puede observar esta
práctica por medio de entierros con víctimas sacrificadas. Un niño con atención tan
especial probablemente nació con un rango privilegiado, ya que no tuvo tiempo en
la vida para ganar este estatus. En el sitio OGSE-80 de la cultura Las Vegas, se
encontraron alrededor de 190 individuos en 61 pozos. A pesar de esta riqueza de
evidencia, no hubo ninguna señal ni de desigualdad social ni de sacrificios.

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