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Señor

JUEZ CIVIL MUNICIPAL DE CUCUTA (R)


Ciudad

REFERENCIA: ACCION DE TUTELA

ACCIONANTE: LUIS ALEXANDER PINZON VILLAMIZAR


ACCIONADO: SECRETARIA DE TRANSITO DE LOS PATIOS –
NORTE DE SANTANDER.

LUIS ALEXANDER PINZON VILL mayor de edad y vecino de esta


ciudad, identificado como aparece al pie de mi correspondiente
firma, obrando a nombre propio, comedidamente manifiesto a
Usted que mediante el presente escrito entablo acción de tutela
para protección del derecho fundamental del DEBIDO
PROCESO, DE PETICION, IGUALDAD, consagrado en el
artículo 29 Y 67 de la Constitución Nacional, el cual está siendo
violado como consecuencia de omisión de pronunciamiento,
hecho que me perjudica directamente.

HECHOS

1. El día 20 de agosto de 2020, instauro derecho de petición,


a través del aplicativo web de la página oficial de la
Secretaria de Transito de los Patios, solicitando se anule
la orden de comparendo N° 54405000000015044530(FotoMulta),
por indebida notificación.

2. A la fecha no se ha obtenido respuesta al derecho de


petición, teniendo en cuenta que ya han trascurrido 1 mes
y 11 días, sin obtener una respuesta a mí solicitud.

PETICION

Con fundamento en los hechos narrados y en las


consideraciones expuestas, respetuosamente solicito al señor
Juez TUTELAR el derecho constitucional fundamental invocado,
ORDENÁNDOLE a la autoridad accionada que dé respuesta de
fondo al derecho de peticion dentro de un plazo razonable.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

1
La doctrina define el debido proceso corno todo el conjunto de
garantías que protegen al ciudadano sometido a cualquier
proceso, que le aseguren a lo largo del mismo una recta y
cumplida Administración de Justicia, al igual que la libertad, la
seguridad jurídica y la fundamentación de las resoluciones
judiciales proferidas conforme a derecho.

El debido proceso es el que en todo se ajusta al principio de


juridicidad propio del estado de derecho. Como las demás
funciones del Estado, la de administrar justicia está sujeta al
imperio de lo jurídico, sólo puede ser ejercida dentro de los
términos establecidos con antelación por normas generales y
abstractas que vinculan positiva y negativamente a los
servidores públicos. Estos tienen prohibida cualquier acción
que no esté laboralmente prevista y únicamente puede actuar
apoyándose en una previa atribución de competencia. El
derecho al debido proceso es el que tiene toda persona a la recta
administración de justicia.

Es debido aquel proceso que satisface todos los requerimientos,


condiciones y exigencias necesarias para garantizar la
efectividad del derecho material.

Dentro de los principios fundamentales del debido proceso


recogidos expresamente en la nueva Constitución se encuentra
el de que toda persona tiene derecho a promover la actividad
Judicial para solicitar la protección de sus derechos e intereses
legítimos. El artículo 229 de la Constitución dispone: "Se
garantiza el derecho de toda persona para acceder a la
administración de Justicia".

La Constitución impone los principios del debido proceso no


solo a las actuaciones de la Rama Judicial, sino a todas las
realizadas por las autoridades para el cumplimiento de los
cometidos estatales, la prestación de los servicios públicos y la
efectividad de los derechos e intereses de los administrados.

En criterio de la Corte, la congestión de las unidades de policía


judicial y de los despachos judiciales explica, pero no justifica la
morosidad en la justicia y el incumplimiento de términos.

El sindicado dice la Corte no tiene por qué soportar las


consecuencias de una inadecuada organización logística y
administrativa en la administración de Justicia.

Igualmente la Corte dice que la negativa de jueces y


magistrados a resolver oportunamente las solicitudes
formuladas en un proceso vulnera no solo el derecho
fundamental al debido proceso sino el de petición en aquel

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aspecto que lo hace realmente efectivo: la pronta resolución de
una petición.

l pronunciamiento tuvo origen en la Sala Número Uno de


Revisión de Acciones de Tutela, que confirmó una sentencia del
Tribunal Superior de Medellín que obligó a la justicia a cerrar
una investigación en la que, sin justa causa, el término para
recopilar evidencias había sido rebasado considerablemente.

Sobre ponencia del jurista Ciro Angarita y con voto de los


magistrados Eduardo Cifuentes y José Gregorio Hernández, la
Corte hizo defendió los derechos de petición y debido proceso.
En su criterio, el cumplimiento de los términos legales para
recopilar evidencias, resolver sobre la situación jurídica de un
sindicado, cerrar investigaciones, etc., es obligación
constitucional de fiscales, jueces y magistrados y atiende el
derecho ciudadano a un debido proceso.

Esa regla opera en todo nivel y jurisdicción.

La providencia dice que para esta Corte es claro que existe una
estrecha relación entre el debido proceso y el cumplimiento
estricto de los términos procesales. De tal manera que toda
dilación injustificada de ellos constituye agravio al debido
proceso.

El Consejo de Estado recordó que la falta de diligencia y la


omisión sistemática de los deberes por parte del operador
judicial hacen procedente la acción de tutela, para proteger el
derecho de acceso a la administración de justicia.

PROCEDENCIA Y LEGITIMIDAD

Esta acción de tutela es procedente de conformidad con lo


establecido en los artículos 1°, 2°, 5° y 9° del Decreto 2591 de
1991, ya que lo que se pretende es que se garantice el derecho
fundamental al debido proceso y toda vez que la petición
consiste en una orden para que aquél respecto de quien se
solicita la tutela actúe o se abstenga de hacerlo según el inciso
2° art. 86 de la C.P. siendo únicamente aceptables como otros
medios de defensa judicial, para los fines de exclusión de la
acción de tutela, aquellos que resulten aptos para hacer efectivo
el derecho, es decir, que no tienen tal carácter los mecanismos
que carezcan de conducencia y eficacia jurídica para la real
garantía del derecho.

La existencia de otro medio de defensa ha sido reiteradamente


explicada por la H. Corte Constitucional, en el sentido de que no
siempre que se presenten varios mecanismos de defensa, la
tutela resulta improcedente. Es necesario además una
ponderación de eficacia de los mismos a partir de la cual se
concluya que alguno de los otros medios existentes, es tan

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eficaz para la protección del derecho fundamental como la
acción de tutela misma y en tal sentido en la sentencia T-526
del 18 de septiembre de 1992, Sala Primera de Revisión,
manifestó:

"... Es claro entonces que el otro medio de defensa judicial a que


alude el artículo 86 debe poseer necesariamente, cuando
menos, la misma eficacia en materia de protección inmediata de
derechos constitucionales fundamentales que, por naturaleza,
tiene la acción de tutela. De no ser así, se estaría haciendo
simplemente una burda y mecánica exégesis de la norma, en
abierta contradicción los principios vigentes en materia de
efectividad de los derechos y con desconocimiento absoluto del
querer expreso del constituyente."

El artículo 60 del Código Contencioso Administrativo, señala


que si transcurridos dos (2) meses desde que se interpuso los
recursos de reposición o apelación, sin que la administración
haya notificado decisión expresa sobre ellos, deberán
entenderse negados, otorgando así, la posibilidad al recurrente
de acudir ante la jurisdicción para que le defina sus
pretensiones, a través de las acciones que para ello se han
establecido. De igual forma, el citado precepto consagra que la
ocurrencia del “silencio administrativo negativo no exime a la
autoridad de responsabilidad; ni le impide resolver mientras no
se haya acudido ante la jurisdicción en lo contencioso
administrativo”.

Para la Corte la obligación que tienen los funcionarios de


resolver oportunamente las peticiones no se satisface con el
silencio administrativo, y por consiguiente no puede
considerarse como otro medio de defensa judicial que excluya la
acción de tutela, por el contrario, para esta Corporación el
silencio administrativo es prueba fehaciente de vulneración del
derecho de petición.

En sentencia T-242 de 1993, MP. José Gregorio Hernández


Galindo, esta Corporación consideró que la obligación que
tienen los funcionarios u organismos de resolver oportunamente
las peticiones “no se satisface con el silencio administrativo” ya
que dicha figura tiene por “objeto abrir para el interesado la
posibilidad de llevar el asunto a conocimiento del Contencioso
Administrativo, lo cual se logra determinando, por la vía de la
presunción, la existencia de un acto demandable. Pero de
ninguna manera puede tomarse esa figura como supletoria de la
obligación de resolver que tiene a su cargo la autoridad, y
menos todavía entender que su ocurrencia excluye la defensa
judicial del derecho de petición considerado en sí mismo”.

Con lo anterior se puede inferir que es procedente la tutela para


este caso, ya que la configuración del silencio administrativo, no

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exime a la administración de resolver de manera definitiva sobre
lo que debía pronunciarse.

MEDIOS DE PRUEBAS

1. Copia de la constancia de radicación enviado a mi correo


electronico.

JURAMENTO

Bajo la gravedad del juramento manifiesto que, por los mismos


hechos y derechos, no he presentado petición similar ante
ninguna autoridad judicial.

NOTIFICACIONES

LUIS ALEXANDER PINZON VILLAMIZAR, en la calle 19 # 0-25


barrio blanco edificio fuente ovejuna oficina 105.
pinzon136@hotmail.com.

El Accionado en la a 28-102, Av. 10 #282, Los Patios, Norte de


Santander

Ruego, señor Juez, ordenar el trámite de ley para esta petición.

Del señor Juez

LUIS ALEXANDER PINZON VILLAMIZAR


CC. 88.221.491

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