Está en la página 1de 9

1

Administración de Empresas

Desarrollo Empresarial Colombiano

Camila Benítez Charris


Eugenio Cañavera Arias
Leidy García Suarez
Liliana Salcedo Polo

IV Semestre

Parcial 1

Barranquilla
13 de Septiembre de 2020
2

Administración de Empresas

Desarrollo Empresarial Colombiano

Judith Marcela Zableh Orozco

Camila Benítez Charris


Eugenio Cañavera Arias
Leidy García Suarez
Liliana Salcedo Polo

IV Semestre

Parcial 1

Barranquilla
13 de Septiembre de 2020
3

Contenido

1 El Café: Punto de Inflexión en la Sociedad Colombiana.................................................4

2 Un punto de Inflexión..................................................................................................5

3 Reflexión...................................................................................................................8

4 Referencia..................................................................................................................9
4

1 El Café: Punto de Inflexión en la Sociedad Colombiana

“No hay nada como una taza de café para estimular las células del cerebro.”

Sherlock Holmes.

Disfrutar de una taza de café, en pleno siglo XXI, es un hábito rutinario de mucho placer en

las primeras horas de la mañana para un porcentaje considerable de los colombianos; sin

embargo, alguna vez has imaginado al disfrutar de él, ¿cómo un pequeño grano fue capaz de

estimular tantas células en tu cerebro, pero también ha sido una pieza clave en el camino hacia la

modernidad del país? Si en tu cabeza, la respuesta fue un no. La invitación es analizar la forma

cómo la siembra de café dinamiza y transforma, con hechos puntuales, de manera interna y

externa el proceso industrial y social en el territorio nacional; a partir del artículo de Cataño

(2012), El café de la Sociedad Colombiana.

Los inicios del café en la economía del territorio nacional colocan sobre la mesa muchos

temas que obstaculizan, de manera interna y externa, el intento por encontrar caminos hacia la

modernidad. Las dificultades internas, básicamente, se refieren a las características físicas de la

nación en la época; y las externas, a las circunstancias del mercado mundial. Pero más allá de los

limitantes que se mencionan en el desarrollo y desenlace del proceso, está el cambio de

paradigma en el diario vivir de los colombianos, su perspectiva urbana y la forma en que

visionaban y piensan el territorio nacional después de iniciar un proceso de siembra con

consciencia social.
5

2 Un punto de Inflexión

La siembra de café necesita de tierras altas y de clima frío, sin embargo, Cataño (2012) señala

que, el cultivo del grano se desplaza paulatinamente hacia las cordilleras: oriental, central y

occidental, en el territorio nacional. Lo que genera, a su vez, una necesidad de conectividad con

nuevos espacios, aún no explorados y que no estaban en el imaginario colectivo.

La expansión de la cosecha hizo que la producción de café necesitara del apoyo de las

vertientes a nivel geográfico y, por ende, de un gran número de mano de obra a su paso. Esto

conlleva a una exploración geográfica, que necesita a su vez, procesos de urbanización; porque

con la llegada de la mano de obra a territorios poco o nada poblados, se crea la necesidad de

iniciar estructura social viable en las comunidades en que se asientan; es decir, colegios, iglesias

e instituciones propias de la dinámica social. Rápidamente, el café se convirtió en un producto de

consumo nacional e internacional, lo que genera cambios en la estructura social, economía y

cultural del país.

Detrás de todo esto vino la formación y expansión del mercado interno. La producción del

interior se relacionó con la producción de la Costa, y la tierra fría intercambió sus mercancías con

las de los climas cálidos y templados. El cultivo del café amplió, además, la capacidad de

consumo y, tras ello, la industria y la actividad urbana. Aumentó el número de heredades y se

democratizó la propiedad (Cataño, 2012). Situaciones que previas a la siembra del cae eran

inimaginables.
6

La clase media rural, aparece exterminando la manera en cómo se concebía la estructura

social- feudalista, de la época. Estas nuevas familias, se encuentran interesadas en la dinámica

económica del país, y no solamente en la forma ideológica del mismo (Nieto, 1941). Lo que

permite que el hombre conciba la sociedad desde otro punto de vista que le amplia el horizonte

como ciudadano y su participación en el tejido social, económico y político.

Gracias a la exportación del café, el territorio nacional inicia un proceso en el que necesita

nueva mano de obra y se involucra a la mujer en la cosecha y la recolección del grano, porque se

acrecienta la industria y la actividad urbana. De manera paralela, se aniquila la confusión y el

desorden de los años anteriores, así lo afirma Nieto (1958), la paz y la tranquilidad reinan en

Colombia; sin embargo, Henderson (2006), nos recuerda que el café no logró apaciguar los

conflictos urbanos y rurales, del país.

Lo cierto es que, en Colombia, se inicia un proceso de maduración a nivel social, con impacto

positivo en los asuntos estatales, porque se generan hombres con nuevas formas de pensar. Como

lo describe Nieto (1941), los diversos tipos de hombres que han existido en la historia, las varias

vidas que se han realizado; permiten que la forma en cómo se piensa lo sociedad genere nuevas

conexiones neuronales en quienes hacen parte de ella, despertando interés sobre temas nuevos y

que implican modernidad.

A su juicio, el café impuso un hombre diferente; con nueva vida que exaltaba el trabajo, la

ganancia y la inversión; la audacia, la novedad y el riesgo. Ahora lo económico y la noción de

utilidad gobiernan la existencia de los moradores de pueblos y ciudades. El nuevo hombre es

dinámico, no conoce el reposo; rechaza la desidia y condena la indolencia, el ocio y la pereza.

Realza los negocios, la producción y el comercio; hace que su labor cotidiana sea fecunda y
7

creadora. De las tareas puramente agrícolas pasa a las comerciales, y de una combinación de

ambas a las industriales (Cataño, 2012).

En conclusión, el nuevo hombre, gracias a este proceso agroindustrial del país y que dinamiza

la economía nacional, expresa el sentimiento de un nuevo tipo de sociedad; porque deja atrás el

mundo rural y el aislamiento de vida comunitaria; como herencia de la Colonia, que se basaba en

el consumo local y se convierte en un hombre que fomenta una sociedad capitalista, industrial, de

amplio comercio nacional e internacional; generando cambios de forma y de fondo en el tejido

social y la dinámica económica, política y cultural del país.

El café desde su inicio impuso cambios en la dinámica social, porque su cuidado, cosecha y

recolecta se pensaba desde una estructura de individuo con nula intervención estatal; situación

opuesta al viejo latifundista descendiente de familias que se habían adjudicado orígenes

aristocráticos (Cataño, 2012). Desde este punto de vista, se anula cualquier intento de opresión,

generado en años anteriores a este proceso económico- historia donde era necesario venir de una

herencia económica y social para poder intervenir en asuntos políticos, económicos y

burocráticos del país.

De igual manera, la expansión del cultivo de café alentó espacios rezagados y olvidados en la

época colonial, alentando a un ascenso político de las regiones con mayor producción del grano;

porque se dieron cuenta que, al contribuir en un porcentaje mayor y considerable a los ingresos

estatales, era necesario un capital financiero sólido para desarrollar el comercio.

Eran los días en que se decía que no había más Ministro de Hacienda que el precio del café y

que un congreso de cafeteros tenía más influencia que el Congreso de la República (Nieto, 1958).
8

3 Reflexión

Nosotros consideramos que el café, evidentemente, juega un papel crucial y que se debe

subrayar en la dinámica comercial, social, económica, política y cultura de nuestro país; ya que el

inicio de la siembra en el territorio nacional a finales del siglo XIX permite que la estructura

social y el pensamiento de la forma como era la dinámica en las instituciones tengan cambios de

forma y fondo que podemos palpar hasta el día de hoy.

Si bien desde el enfoque del ensayo sociológico Nieto (1948), por momento no se muestra

neutralidad en la forma como emocionalmente impactaron los cambios que trae la dinámica del

café en la estructura económica del país, consideramos que es un gran referente para analizar y

describir el clima social opuesto, que de manera progresiva crea una moderna, novedosa

“revolución” en el país; porque exalta el éxito económico independientemente del origen social,

aparecen los economistas y los hombres de negocio, la economía se abre a una dinámica sana de

mercado interno y al comercio internacional: Conductas de permanente cambio.

4 Referencia
9

Cataño, G. (2012). El café en la Sociedad Colombiana, Bogotá, Universidad Externado de

Colombia.

 Henderson, J. D. (2006). La modernización en Colombia, Medellín, Universidad de

Antioquia. 

Nieto A., L. E. (1941). Economía y cultura en la historia de Colombia, Bogotá, Ediciones

Librería Siglo XX, 1941.

Nieto A., L. E. (1958). El café en la sociedad colombiana, Bogotá, Breviarios de Orientación

Colombiana.     

También podría gustarte