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Lucas 12:29-34
Los beneficios de buscar a Dios son maravillosos; la Biblia nos dice que “los que buscan
a Jehová no tendrán falta de ningún bien” (Salmo 34:10). Pero no seremos llevados por
inercia, de manera accidental a una relación significativa con Él; el secreto para
desarrollar intimidad con Dios es actuar decididamente teniendo ese fin en mente. Como
dice en 1 Crónicas 22:19: “Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en
buscar a Jehová vuestro Dios”. ¿Cómo podemos, entonces, buscar con tesón conocerle
mejor?
1.- Por estudiar la Biblia: La Biblia es la relación escrita de los atributos de Dios y de la
manera como Él actúa. Muchos cristianos leen uno o dos pasajes cada mañana, pero
buscar al Señor exige mucho más que eso. El examen metódico y constante de ella hará
crecer nuestra fe y nos dará lo que necesitamos para vivir en santidad (2 P 1.3)
Partícipes de la naturaleza divina
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino
poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
Cuando abra la Palabra de Dios, dígale al Señor: “Quiero conocerte mejor. Háblame,
Señor, y muéstrame la verdad sobre Ti”. Usted puede tener la seguridad de que
“muéstrame la verdad” es una oración que Dios siempre responderá.
Cuando usted se enamora de alguien, anhela desarrollar una relación para conocer más
a esa persona. Cuando se produce la intimidad verdadera, las barreras desaparecen y la
ignorancia es sustituida por un conocimiento que tiene un nivel más profundo que lo
físico o lo emocional: se produce una conexión con el espíritu de la otra persona.
De manera parecida, si usted quiere buscar a Dios, abra su Biblia con el propósito de
hallar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Quién es este Dios? ¿Quién es este
Cristo? ¿Quién es este Espíritu Santo que mora dentro de mí y que expresa la vida de
Jesús a través de mi ser?
2.-Por mantener una vida de oración: Todos nosotros tenemos una lista de oración. En
realidad, centenares de asuntos, pero nada de lo que hay en esa lista debe abarcar
nuestro objetivo supremo cuando oramos, que es conocer más a Dios. Lo más
importante en mi vida no es mi servicio, ganar personas para Cristo, predicar sermones,
o ser un pastor. Lo más importante en mi vida es desarrollar mi relación con Cristo. Por
tanto, cuando usted se acerque a Él en oración, dígale: “Señor, abre mi corazón a Ti y
háblame; muéstrate a mí, y ayúdame a entender Tus caminos”.
La Biblia nos dice que cuando nuestra prioridad máxima es conocer a Dios, podemos
esperar una serie de beneficios, además de la gran bendición de tener intimidad con Él:
1) No tendremos falta de ningún bien. El salmo 37:4 dice que si Dios es lo primero en
nuestro amor e interés, Él nos concederá los deseos de nuestro corazón. Como nuestro
Creador omnisciente, el Señor nos conoce mejor que lo que nos conocemos a nosotros
mismos; Él está muy consciente de nuestros anhelos más profundos, incluso de algunos
de los que no nos hemos dado cuenta. Aún más, al buscarle aprendemos como piensa
Él, nuestros pensamientos comienzan a alinearse con los Suyos, y desearemos
solamente lo que Él desea. De esa manera, las bendiciones que Dios decide
amorosamente para nosotros, satisfarán verdaderamente los deseos de nuestro corazón.
2) Tendremos éxito en la vida. 2 de Crónicas 31:21 nos ofrece el ejemplo de Zacarías: “En
todo cuanto emprendió en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los
mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de todo corazón, y fue prosperado”. Igualmente, el
Señor le dijo a Josué que obedeciera el libro de la ley para que pudiera prosperar y tener éxito
en todas sus empresas (Josué 1:7, 8). El principio es que, al meditar en la Palabra de Dios,
llegamos a entender Sus caminos y Su voluntad, y nuestra relación con Él se profundizará. Si
conocemos más a Dios, haremos decisiones correctas en número cada vez mayor, y eso lleva al
éxito.
Ninguna otra cosa hará en favor del corazón humano lo que hará Su presencia; ninguna
otra cosa satisfará su espíritu como el estar a solas con el Señor Jesucristo. En eso
consiste el contentamiento.
Pregúntese esto:
¿Qué anhela su corazón? Al despertar cada mañana, ¿en qué piensa y qué desea en la
vida? Si es capaz de responder: “A Jesucristo”, eso es evidencia de que usted está
buscando verdaderamente al Señor.
Si usted desea tener más comprensión y mayor conocimiento de la voluntad de Dios
para su vida, no espere entonces. Ya sea que tenga 5 años o 95, comience a aprender
cómo buscar, obedecer, y seguirle. Ése es el camino que conduce al éxito y al verdadero
contentamiento.
Dios promete recompensar nuestra búsqueda de Él. Algunas veces seremos bendecidos con
un mayor entendimiento espiritual, y otras con un gozo inexplicable. Pero lo mejor de todo es
que buscar al Señor de corazón siempre nos permitirá encontrarlo (Jer 29.13). y me
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