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Proceso del cambio organizacional

Por: Enrique Garcés Miranda

El sociólogo francés Augusto Comte, fundador y padre del positivismo (corriente socio-filosófica
que consiste en dar por auténtico cualquier conocimiento con una base científica y una afirmación
positiva) influyó de manera importante en la introducción de esta corriente en el sistema educativo
mexicano, concretamente en la materia de Sociología, impartida en la Escuela Nacional
Preparatoria (ENP).

Se daba un valor elevado al estudio de la sociedad, de los grupos y al desarrollo de los mismos; la
ideología de Comte se aplicaba y relacionaba en la mayoría de materias humanísticas, hasta que
poco a poco fue extendiéndose a más áreas del conocimiento.

Hay un pensamiento del positivismo que es aplicable a situaciones en general, pero sobre todo a
aquellas que requieren ser revisadas y transformadas. Para Achilles de Faria (2005) “Comte en su
afán de dar la importancia debida a cada circunstancia, dejó claro que los hechos reales deben
verificarse por la experiencia a través del análisis” (p. 47).

En el caso del DO y la aplicación de procesos de cambio, en la Unidad 2 ya se mencionó la


necesidad de hacer revisiones exhaustivas sobre los elementos que desea cambiar en la
empresa. La realidad de la organización -por sus resultados a nivel interior y exterior-, sumada a
las experiencias, es la que indicará la necesidad de cambio, pero para ello debe hacerse un
análisis a fondo de lo que se quiere modificar.

Existieron una gran cantidad de filósofos, matemáticos, sociólogos, etc., que con sus teorías
colaboraron para el desarrollo de la sociedad en todos los ámbitos: político, social, educativo,
industrial, económico, administrativo. Un gran número de teorías tenían enfoques diversos, pero
basadas en la lógica, la cual estudia la estructura de las ideas.

Pero estos fundamentos, de alguna forma, socio-filosóficos, ¿qué relación tienen con el DO?
Considera que René Descartes, filósofo y matemático francés, fue el creador del plano cartesiano,
y de muchas teorías basadas en el racionalismo, mismo que debe aplicarse a todos los casos de
la vida: razonar-pensar, después actuar. Este filósofo desarrolló las conocidas reglas del método,
que en el caso del DO y los procesos del cambio, son de gran utilidad, ya que coinciden
perfectamente con el proceso administrativo:

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Reglas del método

1) De la evidencia. Lo verdadero es lo que resulta totalmente evidente. Las empresas durante su


vida productiva pasan por situaciones diversas y parte de ellas son las crisis; se debe tener total
objetividad y reconocer lo que en realidad sucede, lo que está a la vista.

2) Del análisis. Cada una de las dificultades que se presentan, deben ser divididas y examinadas
de todas las formas posibles para resolverlas de manera eficaz.

3) De la síntesis. Ordenar los pensamientos partiendo de las ideas más sencillas hasta llegar a las
más complejas. La síntesis debe ser gradual. Para resolver una situación en la empresa y no
correr el riesgo de hacer una nueva planeación errónea es necesario seguir un orden lógico y
gradual, de lo sencillo a lo complicado. De esta forma se optimiza el tiempo.

4) De las enumeraciones y repeticiones. Enumerar de forma completa y revisar de manera


general, que no haya lugar a dudas, ya que así se garantiza que ningún aspecto se omita. La
repetición ayuda a llegar a la perfección; la repetición genera la constancia y en una organización
es básico revisar constantemente las planeaciones y acciones.

Desde el enfoque organizacional, las reglas antes mencionadas pueden ser aplicadas con total
confianza, pues parten de supuestos lógicos que llevan a resultados exactos.

Durante el siglo XX y XXI se han generado cambios muy importantes en la historia de la


humanidad; siempre han existido los cambios, hay una evolución en el hombre y la sociedad, pero
concretamente en estos siglos dichos cambios se han dado de forma revolucionada, agitada y
generando un gran impacto en los estilos de vida, a nivel hogar, laboral, educativo, empresarial.

La innovación ha sido un elemento clave en el desarrollo. En el campo de la tecnología, las


generaciones nuevas cada vez superan con mayor rapidez a las generaciones anteriores; los
cambios son muy rápidos, aunque antes se daban de forma lenta. La misma demanda en la
calidad y en la cantidad de servicios y productos obliga a fabricantes y a empresarios a cubrir de
forma rápida y eficiente las expectativas de la sociedad.

En la actualidad cualquier empresa que no esté dispuesta a innovar o sea resistente al cambio
difícilmente podrá competir en un mundo globalizado. El mundo en general se va transformando y
quien tiene miedo a cambiar no podrá competir y entonces entra en un círculo vicioso de
comodidad-miedo-comodidad y por ende no habrá avance, ni mucho menos crecimiento.

En las antiguas civilizaciones, concretamente Grecia fue la cuna generadora de muchos


pensadores, que desde entonces establecieron pensamientos sabios y lógicos que serían las
bases de la política, la educación, el desarrollo social, económico. La sociedad humana es el
punto clave, es la base de la convivencia, de la interacción; no se vive aislado, sino en unión con
2

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otros seres, se está vinculado a ellos por la solidaridad, unión de fuerzas, división de tareas,
trabajo conjunto.

A lo largo de los años, aunque las empresas se hicieron formales y mejor estructuradas
continuaron con esas formas antiguas de convivencia (entiéndase por antiguas, las bases de la
interacción humana, no los procesos, ya que éstos sí han ido evolucionando y se han hecho más
sofisticados).

Sin embargo, el hombre siempre vuelve a sus orígenes, por la necesidad de socializar, de convivir
y trabajar en equipo. Probablemente el desarrollo tecnológico ha llegado a complicar parte de las
relaciones humanas en cuanto a cuestiones personales, pero en el ámbito empresarial, dicho
desarrollo vino a facilitar la comunicación en la organización, agilizar procesos, rapidez.

Actualmente se cuenta con un gran número de herramientas que facilitan el generar ideas, pero
sobre todo plasmarlas y llevarlas a la práctica. Lo importante es ir a la par de las necesidades
sociales con ayuda de la preparación constante, a fin de anticiparse a situaciones y ser capaces
de generar el cambio a tiempo.

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Referencias

Achilles de Faria, F. (2005). Desarrollo Organizacional (Enfoque Integral). México:


Limusa.

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