En 26 de septiembre de 2016, el presidente de la república de Colombia en ese entonces
Juan Manuel Santos firmó el tan discutido acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc, dicho acuerdo dejaba una gran expectativa en la gente que habita en las regiones que por largos años han tenido una gran afectación por culpa de conflicto armado. El acuerdo prometía una reforma rural, reparaciones individuales y colectivas, un sistema de justicia enfocado en los derechos de las víctimas y la reincorporación de cerca de 13.000 excombatientes de las Farc. El tiempo límite para cumplir ese acuerdo es de 10 años de los cuales ya van dos y hay diversos interrogantes con respecto al cumplimiento de dicho acuerdo. En un debate de control político, la congresista Juanita Goebertus después de haber recopilado información de diferentes fuentes personales, sacó a la luz publica algunas de las situaciones y cifras que evidencian que el cumplimiento del acuerdo se ha dificultado, la congresista dice que, con la salida de Juan Manuel Santos todo se ha tornado de una manera diferente. Según la congresista Goebertus, en el gobierno actual del presidente Iván Duque han indemnizado a 183.934 víctimas en el cuatrienio, una cifra baja para ella según las estadísticas de los últimos 15 años. Esto sin contar que pretende modificar la Ley de Víctimas y restitución de tierras. Después de 2 años de la firma del acuerdo, la situación para la reparación de víctimas es complicada. La congresista dice que duque y su partido político han tomado al menos tres decisiones que van en sentido contrario con respecto a las promesas que en los últimos años se les ha hecho a las víctimas Se puede concluir que el gobierno del presidente Iván Duque esta en desacuerdo con muchos de los puntos de dicho acuerdo que fue firmado por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos. Se evidencia claramente que Iván Duque no esta de acuerdo con que se reparen “victimas” porque fueron personas que en muchos casos masacraron, violaron, mataron, secuestraron a muchas personas y no les importaba absolutamente nada, entonces al cumplir con dicho acuerdo en su totalidad se estaría “premiando” a estas personas con curules en el senado, con reubicación de las víctimas y otros tipos de reparación. La situación debería ser al revés, aquellas personas deberían estar pagando condenas por tanto dolor causado en las familias de las personas que murieron a mano de ellas.