Desde hace bastante tiempo atrás, la falta de una adecuada
información sobre la correcta alimentación trae graves consecuencias como la desnutrición o la obesidad. La población actual está en un grave error al creer en los anuncios o comer un tipo de alimento porque lo anuncian en televisión. Los anuncios por desgracia tienen un gran peso en los hábitos alimenticios de la población, crean falsos conceptos con la única finalidad de vender su producto. Otro problema añadido a la publicidad son los establecimientos de comida rápida o “fast food” y los productos precocinados, que suelen tener un alto contenido calórico. Estos productos han destacado por la comodidad y la rapidez de su preparación. Actualmente, nos encontramos luchando contra una pandemia que día a día cobra más víctimas. Aunque aún no hay una vacuna para combatir el virus, la prevención es el mejor aliado en estos momentos. En ningún caso la alimentación, por sí misma, evita o cura la infección por el nuevo coronavirus, o por cualquier otro virus. Pero el estado nutricional de una persona sí puede ayudar a reducir el impacto del virus en caso de un contagio, ya que los mecanismos de defensa y de respuesta frente a las infecciones, así como la capacidad de recuperación, están estrechamente relacionadas con el estado nutricional de las personas. Una correcta información acerca de los productos que debe consumir una persona diariamente ayudaría a prevenir la enfermedad. Una opción podría ser la creación de un kit informativo que tenga datos sobre productos naturales que fácilmente se puedan conseguir y no implique un gran gasto económico.