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Universidad abierta para adulto

Escuela de psicología
Licenciatura en psicología

ASIGNATURA
Neuropsicología

Practica#6

Participante
Arantxa García peña

Matricula: 2018-06813

Facilitador
Williams Reyes

Modalidad: semi presencial

Santo domingo oriental,

República dominicana

Agosto 18,2019
Elige uno de los trastornos mencionados y escribe un informe
donde infieras y argumentes cómo es el día a día de una
persona que padece de esta condición. Toma en cuenta cuáles
áreas del cerebro se deterioran y las habilidades o tareas
cotidianas que se verían afectadas debido a su efecto.

El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección neurológica y de


desarrollo que comienza en la niñez y dura toda la vida. Afecta cómo una
persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende. Este
trastorno incluye lo que se conocía como síndrome de Asperger y el trastorno
generalizado del desarrollo no especificado.

Se lo llama "trastorno de espectro" porque diferentes personas con TEA


pueden tener una gran variedad de síntomas distintos. Estas pueden tener
problemas para hablar con usted y es posible que no lo miren a los ojos cuando
usted les habla. Además, pueden tener intereses limitados y comportamientos
repetitivos. Es posible que pasen mucho tiempo ordenando cosas o repitiendo
una frase una y otra vez. Parecieran estar en su "propio mundo".

Durante los chequeos regulares, el doctor debería examinar el desarrollo de su


niño. Si existen signos de TEA, su niño tendrá una evaluación completa y
exhaustiva. Esta puede incluir un equipo de especialistas que realizarán varios
exámenes y evaluaciones para llegar a un diagnóstico.

No se conocen las causas del trastorno del espectro autista. Las


investigaciones sugieren que tanto los genes como los factores ambientales
juegan un rol importante.

Actualmente, no existe un tratamiento estándar para el TEA. Hay muchas


maneras de maximizar la capacidad del niño para crecer y aprender nuevas
habilidades. Cuanto antes se comience, mayores son las probabilidades de
tener más efectos positivos en los síntomas y las aptitudes.
Los tratamientos incluyen terapias de comportamiento y de comunicación,
desarrollo de habilidades y/o medicamentos para controlar los síntomas.

Las destrezas de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las


personas con TEA pueden variar; hay desde personas con muy altos niveles de
capacidad y personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan
mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan menos. Por otra
parte lesiones graves de la corteza cerebral como las debidas a un daño
cerebral por traumatismo, parálisis cerebral o la prematuridad, también pueden
causar autismo. Sin embargo en estos casos hay un patrón lesionar bien
conocido en el que la sustancia blanca cerebral también está dañada.

Parece pues que los síntomas del autismo podrían estar relacionados con
alteraciones de la corteza cerebral que está implicada en las funciones de
asociación, de integración de información.

Es un problema cerebral más global que se manifiesta en muchas de las


funciones cerebrales: motricidad, lenguaje, cognición, memoria, percepción,
atención… Quizá es más adecuado empezar a planteárnoslo como una
disfunción específica del neurodesarrollo.

Sabemos que 1 de cada 5 niños con autismo presenta macrocefalia a los 4


años de edad, sin embargo este mayor tamaño del cráneo ya no está presente
en la adolescencia. Estos niños tuvieron un crecimiento acelerado del
perímetro craneal entre los 6 y los 14 meses. Aunque una vez más ni todos los
niños con autismo tienen un crecimiento craneal acelerado, ni mucho menos
todos los niños con crecimiento acelerado tendrán autismo.

El cerebro crece porque crecen las conexiones entre neuronas, esto hace que
la corteza cerebral vaya haciéndose cada vez más gruesa y la sustancia blanca
subyacente también. Diferentes estudios de resonancia magnética hechos a
niños con autismo, demuestran que el incremento de crecimiento craneal se
correlaciona con un mayor grosor de la sustancia gris y de la sustancia blanca.
Estos hallazgos no son suficientes, lo que más nos puede ayudar a
comprender la estructura cerebral del autismo es el estudio histológico –estudio
del tejido cerebral–. Pero el estudio histólogo del cerebro solo se puede hacer
postmortem, aún no tenemos técnicas suficientemente desarrolladas y seguras
para hacerlo in vivo.

El tejido cerebral en el autismo Durante la etapa prenatal del neurodesarrollo


primero se generan nuevas neuronas que después deben migrar hacia el lugar
definitivo que les corresponde para formar los distintos órganos nerviosos
cerebro, cerebelo, tronco del encéfalo, médula, nervios periféricos que no
acabarán de crecer hasta años después del nacimiento.

Los estudios cerebrales necrósicos de personas con autismo han permitido


identificar alteraciones en la corteza cerebral, cerebelo y estructuras
subcorticales.

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