Históricamente, China y la Unión Europea han sido ejes fundamentales frente a
las relaciones tanto bilaterales como multilaterales que se han llevado a cabo desde hace décadas. Desde hace algunos años, las diversas relaciones en conjunto con los aspectos que emergen de ellas han provocado un desarrollo amplio y pleno de globalización entre los Estados. Como ejemplo de ellos, se concibe el hecho de una política exterior manejada en tres niveles: Bilateralmente, la cual es a través del parlamento europeo frente al Parlamento Nacional Asiático. En segundo lugar, de una manera Regional, mediante la Asamblea Interparlamentaria de la Asociación de Naciones y finalmente, a través de la Reunión de Asia- Europa. Cabe mencionar, que anteriormente las relaciones políticas comerciales entre ambas partes eran nulas, debido a la influencia de terceras naciones que no tenían relaciones previas con el Estado a tratar; siendo de la UE (Unión Europea) la mayor contraparte hacia China. Fue hasta finales de los 80’s que China, con su potencial desarrollo económico y comercial, logro posicionarse como una de las mejores potencias econo-politicas a nivel mundial y con ella dar pie a que las demás naciones comenzasen a efectuar múltiples relaciones para el mutuo crecimiento. A su vez, la intervención de países, como Estado Unidos, afectaba de manera indirecta el brote de una política exterior entre UE y China; curiosamente mientras EUA no reconocía el socialismo de China ningún otro Estado-nación establecía relaciones con China, ya que se veía muy volátil e inestable. Destaca también mencionar que la Unión Europea y China es el segundo mayor bloque que existe después de EUA con la Unión Europeo y se tiene denominada como una “alianza estratégica” siendo temas multipolares los que se mejorarían a futuro siendo que tanto como UE se beneficia de China y viceversa.