AUTOR: VIVIAN R. BULLEMORE La adecuación típica de la omisión dolosa y la omisión culposa varían solo en el elemento subjetivo del tipo: dolo o culpa. Y el dolo o la culpa no varían sustancialmente en relación con las hipotesis comisivas. Concepto normativo de omisión: “la omisión es un concepto de valor y omite no quien no realiza algo, sino quien no realiza algo que era esperado o exigido”. Punto de vista jurídico: “omite quien no realiza la acción jurídicamente exigida”. Desde la visión de GRISPINI, no permite distinguir la tipicidad de la omisión de su antijuridicidad. La omisión deja de ser un concepto ontológico para convertirse en uno deontológico (normativo) que produce que la tipificación de las conductas omisivas ya no posea limites y el legislador pueda crear libremente delitos. La postura de MAYER de un concepto natural de omisión mediante asimilación a la acción es apoyada en Chile por Luis Cousiño que buscaba un concepto superior de acción, que comprendiera la acción y la omisión. Esta teoría sostiene que lo que se regula por el derecho son las conductas humanas y que ellas existen por que el hombre se encuentra siempre inserto en una infinita gama de cursos causales de modo que se revela una conducta tanto si los genera, altera, interviene o interrumpe (acciones), tanto como si tan solo los observa pasivamente, dejándolos servir a los propios propósitos, debiendo haberlos alterado, intervenido o interrumpido (omisiones), así se señala que omite quien permite o tolera el desarrollo natural de cursos causales que se orienta de modo que satisface sus propios fines. Según la anterior explicación se exterioriza la voluntad del sujeto. Para el autor es prácticamente imposible encontrar una exteriorización de voluntad en la omisión, sobre todo en la culposa, además si se identifica acción y omisión se llegaría a un punto en que toda omisión que se asimile a acción deba ser castigada, creando un dp excesivamente punitivo y represivo. Una tercera propuesta de RADBRUCH presenta un concepto natural de la omisión en oposición a la acción. Reconoce que acción y omisión son conceptos opuestos, y su contenido también debe serlo, planteando un “principio de inversión” que avala también H. Welzel. Se invierte el concepto de acción (ejercicio de poder final de orientar cursos causales de acuerdo a una finalidad previa) y se señala que la omisión es “no hacer aquello que se tenia el poder final de ejecutar”. Si la acción es una “finalidad exteriorizada”, la omisión es una “finalidad ociosa”. La ausencia de omisión existirá no solo cuando se actúa, sino también cuando se carece del poder final para ejecutar la acción. La distinción entre acciones y omisiones En el plano ontológico (hechos) solo hay acciones, ya que las omisiones son formas negativas de acción, pero en el plano deontológico (normas) hay acciones (causan resultado) y omisiones (no evitar un resultado). La diferencia fundamental en el plano jurídico-penal es que en el tipo prohibitivo resulta adecuada la acción que coincide con la descripción típica, mientras que en el tipo imperativo resulta adecuada cualquier acción que no coincida con la descripción típica. La solución jurídica a el problema debe buscarse en los criterios de causalidad, ya que si el agente impulsa la cadena causal que concluye en el resultado, incurre en un tipo de comisión, pero si no aparece impulsando dicha cadena causal, sino que mantiene una actitud pasiva, incurre en un tipo omisivo. Los tipos prohibitivos ordenan al sujeto a abstenerse de crear un nuevo curso causal lesivo, o de alterar un preexistente inocuo. La norma penal se infringe actuando Los tipos imperativos ordenan al sujeto intervenir en los cursos causales preexistentes inicuos y lesivos para los bienes jurídicos, sea alterándolos o interrumpiéndolos. La norma penal se infringe no actuando. Las distintas clases de omisión En toda omisión lo que existe es una infracción a una norma imperativa, una negativa del sujeto activo en orden a hacer o ejecutar lo que el ordenamiento jurídico expresa (omisión propia) o implícitamente (omisión impropia) le ordena hacer o ejecutar. Podemos distinguir dos especies de omisión: a) Omisión propia o simple Esta expresamente tipificada en la ley y se exige la presencia de una norma jurídica que imponga el deber de actuar, el conocimiento de la situación fáctica que impone ese deber por parte del sujeto activo y la posibilidad real de este de actuar. Si concurriendo estas condiciones, el sujeto no actúa, incurre en una omisión propia, independiente del resultado concreto que pueda producirse o a lesión al bien jurídico involucrado, el tipo penal se agota con la sola infracción a la norma imperativa. Ejemplo: omisión de socorro (art 494 n° 11 cp) y la no devolución de la especie al parecer perdida o hurto por hallazgo (art 448 cp) b) Omisión impropia o comisión por omisión No se encuentra expresamente descrita por el legislador, sino que se construye a partir de las hipotesis comisivas. Se agrega como exigencia un elemento adicional importante: “la posición de garante”, la que supone un vinculo especial entre el autor de la omisión y el bien jurídico protegido. Este vínculo sitúa al agente en una posición de garante de incolumidad del bien jurídico protegido, obligándolo a impedir resultados que lo lesionen, así, el no actuar y permitir que lo lesionen se equipara al hecho de actuar positivamente en contra de ese bien jurídico. El tipo penal consiste en no impedir el resultado que el sujeto activo debía impedir dada su posición de garante respecto del bien jurídico protegido. Son tipos penales que parten de supuestos en los cuales mediante una clausula general se determina que, bajo ciertas condiciones, en especial la posición de garante, no evitar el resultado equivale a la realización activa del tipo. Ej: salvavidas que observa mientras alguien se ahoga comete un homicidio por omisión impropia.
1.2 ELEMENTOS DE LA OMISION IMPROPIA
AUTOR: JUAN MANUEL SORIA A los elementos de la omisión simple (la situación típica, la realización de una conducta distinta a la debida y la capacidad de acción) se le suman: a) LA POSICIÓN DE GARANTE: constituye el fundamento jurídico que opera basado en equiparar la omisión impropia a un supuesto de acción, apoyándose en que en ciertas situaciones proteger el bien jurídico depende de una prestación positiva de un sujeto especifico (garante), en quien confía el eventual perjudicado. Existe un dilema entre distintas posiciones de garante que ha elaborado la ciencia penal y la jurisprudencia (en casos concretos) PRIMER GRUPO: TESIS FORMAL 1. FEUERBACH (1826): desde una perspectiva formal, solo considera a la ley y al contrato como fuentes del deber de actuar 2. STUBEL (1828): Incluye al hecho anterior (injerencia) como otro fundamento para obligar a intervenir. 3. NAGLER: teoría de la posición de garante Estos 3 argumentos construyen el grupo de “fuentes formales del deber”, reconocida por la doctrina clásica. SEGUNDO GRUPO: TESIS MATERIAL 1. ARMIN KAUFMANN: genera un vuelco hacia una distinción material de las fuentes de posición de garante, destacando deberes: a) De asistencia función de protección de un bien jurídico o Las estrechas relaciones familiares (solidaridad natural que surge del vínculo jurídico familiar). o La comunidad de peligro (voluntariamente se participa de una actividad riesgosa en la que varias personas se comprometen a auxiliarse entre si) o La asunción voluntaria de un sujeto de proteger a otro, a tal punto que el segundo, frente al riesgo, confía en la protección del primero b) De aseguramiento o control de una fuente de peligro o El actuar precedente o injerencia, que impone a quien provoque una situación de peligro, el deber de evitar que ese peligro derive en un resultado lamentable. o La vigilancia de una fuente de peligro que opera bajo el dominio del sujeto (ej. Maquinarias e instalaciones). o Responsabilidad frente a conductas de terceras personas, en virtud del deber de vigilar los males que estas puedan causar. (ej. Padres respecto de sus hijos). JAKOBS Y SU FUNDAMENTO MATERIAL DE LOS DEBERES FUNDAMENTO DE RESPONSABILIDAD a) Configuración de un ámbito de organización, en paralelo a los delitos de dominio por comisión y de acuerdo con el sinalagma: libertad de organización/ responsabilidad por las consecuencias. Este fundamento incluye: o Los deberes de aseguramiento (deberes de relación y por injerencia preocupación del sujeto para que su organización no produzca daño) o Deberes de salvación (inhibir cursos causales peligrosos) o Asuncion de deberes (compromiso de cumplimentar una expectativa en una situación concreta, ej. Guía de expedición y turista inexperto) o Deber de impedir autolesiones (donde la contribución a la victima puede significar una verdadera lesión. b) La exigencia institucional, en correspondencia a delitos de infracción de deber por comisión. Aquí la equivalencia de la omisión con la acción se da en tanto la institución tenga igual relevancia social que el nexo base del ámbito de organización. Jakobs destaca: o Relación paterno filial (deber de guarda del mundo vital de los hijos) o El matrimonio o Relaciones sustitutivas (adopción y tutela de mayores y menores de edad). o La confianza especial (evitar que en las relaciones sociales las personas se manejen sin razón de manera contradictoria, ej. La actividad medica). o Los deberes estatales, cuando son efectos en la relación de poder con los ciudadanos que no dependen de la organización de estos últimos en particular, sino que aquejan a cualquiera. Estos deberes deben ajustarse a los fines de previsión social elemental (ej. frente a catástrofes naturales, peligros masivos), seguridad exterior e interior (ejercito y policía), y los principios básicos del estado de derecho vistos desde la perspectiva del monopolio de poder estatal (ej. Sujeción de los jueces a la ley). La perspectiva de la posición de garante no es uniforme, por ende, su expansión (como sinónimo de inseguridad jurídica), junto a procurar evitar la equiparación por mera infracción de deber, llevo a la doctrina a crear un límite, que exige, desde un plano superior normativo, el “presupuesto de correspondencia de la conducta omisiva con el tipo activo de resultado”, generando restricciones en algunos delitos como el de propia mano y de expresión, o figuras especiales como la estafa. Sobre la “correspondencia” se trata de una exigencia propia de la clausula general de la comisión por omision, que es inexistente en nuestro país. Solo mencionar qu es un elemento singular de valoración a la hora de ponderar si el tipo legal e la parte especial posee aptitud para abarcar apropiadamente la hipotesis omisiva. B) EL RESULTADO La exigencia de que se produzca un resultado material de lesión. En otros países donde rige la “cláusula legal de equiparación” como otro elemento acotante de la expansión omisiva, se destaca ya que, bajo esta consideración, quedan fuera del grupo los tipos, ej. De mera actividad. C) LA CAUSALIDAD HIPOTETICA El problema de la comisión por omisión es que el garante omisivo no causa el resultado, por esto, en su imputación objetiva debe establecerse una causalidad hipotética, que permitiría sostener que de haberse realizado por parte del garante la conducta omitida, se podría haber evitado la consecuencia fatal. Lo general es que la relación entre omisión y el resultado se ajusten a parámetros supuestos, donde se demanda a acreditar con una “probabilidad rayana a la seguridad o certeza”, que a través de la conducta debida se podría haber evitado el resultado, pudiendo recaer en la mera imputación conforme a la teoría de la condición. TEORIA DEL INCREMENTO DEL RIESGO DE ROXIN Otra opinión dominante hoy en día es la “TEORÍA DEL INCREMENTO DEL RIESGO DE ROXIN”, la que estima suficiente la omisión de disminuir el riesgo de resultado para sostener el reproche al resultado, bajo la concepción de los delitos omisivos como “delitos de infracción de deber”. Criticas a esta teoría son: a) Si bien incrementar el riesgo es suficiente para la imputación de tentativas omisivas de resultado, no se debe anticipar el reproche del resultado. b) Bajo esta perspectiva, los delitos de lesión se convierten en “tipos de peligro concreto”, y los resultados materiales en meras condiciones objetivas de punibilidad. c) Su aplicabilidad pone en crisis el beneficio de la duda a favor del acusado o “in dubio pro reo”. TESIS DE LA IDENTIDAD DE GIMBERNAT ORDEIG Rechaza la probabilidad lindante con la certeza y también la teoría de la disminución del riesgo, propone exigir que, como fruto normativo de la desestabilización por omisión de un foco de peligro, este culmine con SEGURIDAD (faz objetiva) e intencionalmente (faz subjetiva de supuesto doloso) en un resultado típico. Esta tesis busca dar certeza jurídica a la imputación objetiva de la omisión. TESIS DE BACIGALUPO Critica a Gimbernat señalando que la no evitación de que un riesgo permitido se convierta en uno no permitido, no confirma una causalidad segura, en razón de la conducta la conducta omitida, y además, que la “identidad de una acción” solo sería admisible respecto de otra acción, mas nunca de su propia negación (omisión). TESIS DEL AUTOR La “probabilidad rayana en la certeza” es la que mejor se adecua al análisis de imputación omisiva y no cae en los reparos de la disminución del riesgo o las exigencias de la teoría de la identidad. Añade además una exigencia complementaria dada por la necesidad de perfeccionar el análisis mediante las reglas de imputación objetiva. Lo sostenido por JESCHECK resume esta posición: “en la omisión no cabe requerir certeza absoluta respecto a la causalidad, ya que su examen no puede hacerse conforme a un hecho real, sino solo con relación a un caso hipotético. Sin embargo, la medida de la inseguridad restante solo responde a la limitación de la capacidad humana de conocimiento… lo que no significa que en la omisión haya que usar la teoría de la adecuación para analizar la causalidad, sino que las conclusiones de la teoría de la condición en la omisión son menos fiables que en el actuar positivo. Solo cuando consta la probabilidad rayana en la seguridad que la acción esperada hubiera evitado el resultado podemos preguntarnos usando la teoría de la adecuación… al igual que en la acción, si la producción de un resultado era “sencillamente improbable” dado el poco grado de peligrosidad de la omisión. Hoy en día se aplica en su lugar la teoría de la imputación objetiva”. EL TIPO SUBJETIVO Al dolo omisivo se le debate si tiene la misma estructura que los casos intencionales activos, debido a la dificultad para ubicar en la omisión el momento exacto en que el sujeto opta por la pasividad. Surgen las siguientes opciones: a) Suponer la inexistencia del dolo en la omisión (LAMPE) b) Conformarse con el conocer y soslayar el querer (JESCHECK) c) Reemplazar el dolo por un no querer realizar la conducta debida (SUBJETIVISTAS) En el juicio de imputación omisivo siempre se notará la realización de una conducta distinta a la debida, que puede ser un “mantenerse inactivo”. Esta realidad propia del “aliud agere” de LUDEN, sirve de instrumento para analizar el dolo, ya que permite colegir fácilmente el instante relevante de la omisión típica, junto con los elementos de su faz subjetiva (dolo), los que no distan sustancialmente de los elementos del tipo comisivo. Por otro lado, autores como SILVA SANCHEZ rechazan la perspectiva del aliud agere. Es requisito por lo tanto del tipo doloso omisivo, que el sujeto “conozca la situación típica y las circunstancias que generan el deber de actuar, y para los casos de delitos de resultado también deberá acreditarse que tiene los conocimientos necesarios para prever el curso causal que lo generará. ZAFFARONI, ALAGIA y SLOKAR agregan al aspecto cognoscitivo del dolo un elemento potencial consistente en la representación del sujeto de la conducta debida y en caso de un eventual resultado típico, la via por la cual puede evitarse. Desde la óptica del aliud agere, se le exige el aspecto conativo del dolo omisivo: … también se requiere en el dolo de la estructura omisiva la aprobación o ratificación del resultado eventual, solo como mínimo de dolo (eventual), y no cuando existe la finalidad directa de que el resultado se produzca. Al igual que en la estructura activa, cuando se realiza la conducta que causa el resultado, habrá dolo directo, cuando se la lleva a cabo a costa de la producción del resultado, hay dolo eventual. Ambas formas de dolo, por diferencias en su aspecto conativo también son posibles en la estructura de la omisión. 1.3 COMISION POR OMISION: LA INJERENCIA COMO FUENTE DE LA POSICION DE GARANTE AUTOR: CRISTOBAL IZQUIERDO SANCHEZ
Anexo Tecnico - Justificacion Necesidad Interventoria "Mantenimiento, Adecuacio N, Remodelacio N y Mejoramiento de Las Instalaciones de La Escuela Militar 2