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UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA “GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA DE INGENIERÍA CIVIL
NÚCLEO ANZOATEGUI
MECÁNICA DE SUELOS

CARGAS APLICADAS AL SUELO

ALUMNA:
PROFESORA:
MAZA ANGELA C.I. 26.257.075
EBRAIN ARTEAGA

BARCELONA, 23 DE OCTUBRE DEL 2019


INTRODUCCIÓN
En el siguiente trabajo de investigación se estarán definiendo los conceptos principales que
debemos, como ingenieros, tomar en cuenta y comprender en su totalidad a la hora de realizar
cualquier obra civil. Abarcaremos la información correspondiente a cargas, energía o fuerzas
que deben soportar los suelos sobre los que se construirán estas obras o estructuras.
Debemos primero tener conocimiento sobre la cimentación:
La cimentación puede definirse en general como el conjunto de elementos de cualquier
edificación cuya misión es transmitir al terreno que la soporta las acciones procedentes de la
estructura. Su diseño dependerá por tanto no solo de las características del edificio sino
también de la naturaleza del terreno.
La importancia del conocimiento de los caracteres propios del suelo se pone de manifiesto
desde el momento de la propia ejecución de la obra por su influencia sobre la seguridad de los
trabajadores en la realización de excavaciones y movimientos de tierras así como en la de los
elementos auxiliares de la construcción: cimbras, encofrados, pozos y zanjas de cimentación
líneas enterradas, etc.
Una cimentación inadecuada para el tipo de terreno, mal diseñada o calculada se traduce en la
posibilidad de que tanto el propio edificio como las fincas colindantes sufran asientos
diferenciales con el consiguiente deterioro de los mismos pudiendo llegar incluso al colapso.
Distribución de los esfuerzos en los suelos de fundación
La función de una fundación es la de transmitir al suelo todas las cargas que impone la
estructura de una construcción. La forma como se realiza esta transferencia depende de una
gran diversidad de parámetros, entre los cuales se pueden mencionar:
1. La capacidad portante del suelo de fundación
2. La profundidad en la cual se ubica la base
3. El tipo y magnitud de las cargas impuestas
4. Las propiedades elásticas del suelo
5. La rigidez y tamaño de la fundación
6. El comportamiento de la superestructura
7. La presencia del nivel freático
El problema de determinar el estado tensional en el suelo de fundación adquiere fundamental
importancia, para no superar el límite de su resistencia ni la magnitud de las deformaciones y
asentamientos admisibles. El estado tensional en cada punto depende del peso de la masa del
suelo por encima del punto y de la totalidad de las cargas exteriores aplicadas en él. Por lo
tanto, un análisis de este tipo debe abarcar el conocimiento de:
a) El estado tensional debido al peso propio, tomando en cuenta el agua subterránea
b) La distribución de presiones de contacto entre el suelo y las fundaciones
c) El estado tensional en el subsuelo debido a las cargas impuestas por la bases
Los esfuerzos verticales debidos al peso propio se transmiten en dos formas: por la presión
intergranular (presión efectiva), y por la presión ejercida en el agua de los poros (presión de
poros). De la presión efectiva, depende el grado de consolidación que alcanza el suelo bajo las
cargas, y la resistencia al corte de la masa. Cuando el suelo se halla bajo el nivel freático, la
presión total se reparte entre la intergranular y la del agua (presión de poros) que satura el
suelo. Si el suelo está seco, la resistencia depende sólo de la presión intergranular.

Capacidad portante de un suelo de fundación


En cimentaciones se denomina capacidad portante a la capacidad del terreno para soportar las
cargas aplicadas sobre él. Técnicamente la capacidad portante es la máxima presión media de
contacto entre la cimentación y el terreno tal que no se produzcan un fallo por cortante del
suelo o un asentamiento diferencial excesivo. Por tanto, la capacidad portante admisible debe
estar basada en uno de los siguientes criterios funcionales:
1. Si la función del terreno de cimentación es soportar una determinada tensión
independientemente de la deformación, la capacidad portante se denominará carga de
hundimiento.
2. Si lo que se busca es un equilibrio entre la tensión aplicada al terreno y la deformación
sufrida por éste, deberá calcularse la capacidad portante a partir de criterios de asiento
admisible.
De manera análoga, la expresión capacidad portante se utiliza en las demás ramas de la
ingeniería para referir a la capacidad de una estructura para soportar las cargas aplicadas sobre
la misma.
Capacidad a corto y a largo plazo:
Las propiedades mecánicas de un terreno suelen diferir frente a cargas que varían
(casi)instantáneamente y cargas casi permanentes. Esto se debe a que los terrenos son
porosos, y estos poros pueden estar total o parcialmente saturados de agua. En general los
terrenos se comportan de manera más rígida frente a cargas de variación casi
instantáneamente ya que éstas aumentan la presión interesticial, sin producir el desalojo de
una cantidad apreciable de agua. En cambio bajo cargas permanentes la diferencia de presión
intersticial entre diferentes partes del terreno produce el drenaje de algunas zonas.
En el cálculo o comprobación de la capacidad portante de un terreno sobre el que existe una
construcción debe atenderse al corto plazo (caso sin drenaje) y al largo plazo (con drenaje). En
el comportamiento a corto plazo se desprecian todo los términos excepto la cohesión última,
mientras que en la capacidad portante a largo plazo (caso con drenaje) es importante también
el rozamiento interno del terreno y su peso específico.

Propiedades elásticas del suelo


El módulo de elasticidad, elástico o de Young, es una medida de firmeza de un material, que se
utiliza comúnmente en diseño y aplicaciones de ingeniería. El suelo no es un material elástico,
pero se admite con frecuencia un comportamiento elástico-lineal, definiéndose un módulo de
elasticidad. Cabe aclarar que el suelo no se deforma de manera lineal, pero el módulo de
elasticidad E, puede obtenerse como tangente de la curva de carga de suelos para
deformaciones pequeñas, más allá de estas deformaciones el comportamiento pasa a ser
plástico y no es posible emplear este módulo.
El contenido de agua también afecta a los módulos. A bajos contenidos de agua el agua une las
partículas, aumenta el estrés y la succión entre las partículas y da lugar a un alto módulo de
suelo. Esto es especialmente evidente cuando se considera la rigidez de arcilla seca. Sin
embargo, esto no es cierto para los suelos de grano grueso. Si el contenido de agua se eleva
demasiado, las partículas son empujadas aparte y el módulo se reduce.
El módulo de elasticidad es una característica propia del suelo pero varia con el confinamiento,
es decir, un suelo resistirá mayores esfuerzos con menores deformaciones cuanto mayor sea el
confinamiento.
Métodos de distribución de esfuerzos en el suelo
1. Principio de esfuerzo efectivo:
σ = σ – μ.
El esfuerzo total (σ) representa la relación entre la carga total actuante sobre el área transversal
cubierta por dicha carga. σ = P / A
El esfuerzo efectivo (σ) representa la parte del esfuerzo total que es tomada por la fase sólida
del suelo, transmitiéndose entre los granos de la misma.
La presión de poro (μ) representa la presión a la que está sometida el agua en los vacíos del
suelo. También es conocida como presión neutral por la incapacidad del agua para tomar
esfuerzos cortantes.
El concepto fue descubierto por Terzagui, dando pie al nacimiento de la Mecánica de Suelos.
Éste comprendió que el suelo es un compuesto de tres fases: sólida, líquida y gaseosa, en el que
las partículas sólidas en contacto forman un sistema intersticial entre los vacíos o poros que
pueden estar parcial o totalmente llenos de agua; de manera que en la naturaleza podemos
encontrar suelos saturados con agua y nada de aire en los vacíos, suelos secos sin nada de agua
en los vacíos y suelos parcialmente saturados, con agua y aire en los vacíos.
De lo anterior se concluye que la respuesta de un suelo ante la aplicación de cualquier carga o
la transmisión de los esfuerzos de esa carga al interior del conjunto sólido, agua y aire, es una
acumulación del comportamiento de los tres componentes, haciendo que los fenómenos de
transmisión de esfuerzos sean complejos.
Debido a la naturaleza incompresible del agua, la presencia de ésta en el suelo, juega un papel
importante en el comportamiento del mismo, puesto que si por efecto de presiones exteriores
el agua adquiere presiones elevadas, ésta tenderá a fluir hacia zonas de menor presión, dando
lugar a la compresibilidad (relación esfuerzo – deformación) de la masa sólida del suelo y en
consecuencia a el asentamiento del mismo, tomando en cuenta que el tiempo tendrá gran
influencia en estos efectos.
2. Esfuerzos debidos a cargas externas:
Las cargas que se aplican en las superficies de los suelos generan dos tipos de esfuerzos,
esfuerzos superficiales (presiones de contacto) y esfuerzos sub-superficiales.

 Esfuerzos Superficiales (Presiones de Contacto): se generan en la superficie de contacto


suelo-cimentación, es la reacción que ofrece el suelo sobre la estructura de
cimentación. Estas presiones nos permiten conocer todos los elementos mecánicos
mediante los cuales es posible diseñar estructuralmente a la cimentación.
 Esfuerzos Sub-Superficiales: son inducidos por las cargas superficiales en el interior del
suelo, su conocimiento resulta básico en el cálculo de desplazamientos.
Existen diferentes métodos aproximados para la determinación de los esfuerzos normales
verticales en la masa del suelo, debidos a la acción de las cargas uniformemente distribuidas
actuando en los estratos superficiales del terreno. Todos ellos suponen que los esfuerzos
dentro de la masa se transmiten como una pirámide truncada cuyas aristas tienen pendientes
entre 1:1 y 2:1. La magnitud de los esfuerzos se va reduciendo con la profundidad, y además,
fuera de los límites de la pirámide, estos métodos suponen que las presiones debidas a las
sobrecargas pueden despreciarse.
3. Incremento del esfuerzo bajo una carga aplicada
Carga puntual:
Método de Boussinesq: Cuando una carga puntual actúa sobre el suelo, el esfuerzo σz a una
profundidad z queda definido por la siguiente expresión:
σz = (P/z2) * Po
Donde Po es el coeficiente de influencia y ya está estipulado en tablas.
Po = (3/2π) * (1/(1 + (r/z)2)5/2)
Al hacer un análisis de este caso, la distribución de los esfuerzos da como resultado un bulbo de
presiones que no es más que la zona del suelo donde se producen incrementos de carga
vertical considerables por efecto de una carga puntual. Esta zona está conformada por isobaras
que son curvas que unen puntos de igual esfuerzo y están representadas desde la del 10% hasta
la del 90% en intervalos de 10%.
Este método se puede aplicar para calcular en una primera aproximación la distribución de
tensiones producida en el terreno por una o varias zapatas.
Cargas circulares:
Método de Fadum: Es la integración de la ecuación de Boussinesq para carga puntual, aplicada
a una superficie circular en la que el área se divide en diferenciales de área. Para un punto
cualquiera (a) debajo del centro de una cimentación circular, de radio R, cargada con un valor
de esfuerzo de contacto q uniformemente distribuido, en una profundidad z cualquiera, el valor
del esfuerzo será:
σz = ϝ * q ()
Esfuerzo bajo un terraplén:
Método de Osterberg:
σz = ϝ * q (B1 y B2)
Donde ϝ es el valor de influencia que depende de B1/z y B2/z.

 B1 = ancho donde se desarrolla la pendiente del terraplén y donde varía la carga hasta
cero.
 B2 = ancho donde se considera que actúa la carga rectangular de longitud infinita
uniformemente distribuída (q).
 q = sobrecarga de forma rectangular uniformemente distribuida de longitud infinita,
actuando en el ancho B2 que en el caso de un terraplén uniforme de altura H y peso
específica ϒ, será q = ϒ*H.
Carta de Newmark: Es un método gráfico que permite encontrar de manera aproximada el
incremento de esfuerzo vertical debajo de cualquier punto de una fundación, con cualquier tipo
y forma de carga, basado en la solución para un punto bajo el centro de una fundación con
carga uniformemente repartida con forma circular.
4. Distribución del esfuerzo en sistemas no homogéneos:
Método de Burmister: Burmister estudió la distribución de esfuerzos y desplazamientos en un
sistema no homogéneo formado por dos capas, cada una de ellas homogénea, isótropa y
linealmente elástica. La primera capa es infinita horizontalmente, pero tiene espesor finito h. La
segunda capa, subyacente a la anterior, es semi-infinita. Se supone que entre las dos capas
existe un contacto continuo, siendo la frontera plana entre ellas perfectamente rugosa. E1 y E2
son los módulos de elasticidad de las dos capas; se estudió el caso de interés práctico, con la
aplicación al diseño de pavimentos, en el cual E1 >> E2.
Las curvas de influencia de Burmister muestran los esfuerzos en cualquier punto de la masa del
medio y no sólo en la vertical, bajo el centro del área cargada y además determinó que el
desplazamiento vertical elástico del sistema depende de un factor adimensional que a su vez
depende de la relación E1/E2 y h/r, de la presión uniforme del área circular, del radio del circulo
y del módulo de elasticidad de la capa semi-infinita.
Δ = 1.5 F ( p r/ E2)

Esfuerzo cortante en suelos


1. Resistencia al corte de un suelo
Esta resistencia del suelo determina factores como la estabilidad de un talud, la capacidad de
carga admisible para una cimentación y el empuje de un suelo contra un muro de contención.
Ecuación de falla de Coulomb: Coulomb observó que si el empuje de un suelo contra un muro
produce un desplazamiento en el muro, en el suelo retenido se forma un plano recto de
deslizamiento. Él postuló que LA MÁXIMA RESISTENCIA AL CORTE, τf, en el plano de falla, está
dada por:
τf = c + σ tg φ , donde:

 σ = Es el esfuerzo normal total en el plano de falla.


 φ = Es el ángulo de fricción del suelo (por ejemplo, arena)
 c = Es la cohesión del suelo (por ejemplo, arcilla)
Puesto que la resistencia al cortante depende de los esfuerzos efectivos, en el suelo los análisis
deben hacerse en esos términos, involucrando c’ y φ’, cuyos valores se obtienen del ENSAYO DE
CORTE DIRECTO:
Aplicando al suelo una fuerza normal, se puede proceder a cizallarlo con una fuerza cortante. El
movimiento vertical de la muestra se lee colocando un deformímetro en el bastidor superior. El
molde no permite control de drenaje, que en el terreno pueden fallar en condiciones de
humedad diversas (condición saturada no drenada, parcialmente drenadas o totalmente
drenadas), para reproducir las condiciones de campo se programa la velocidad de aplicación de
las cargas. En arenas, como el drenaje es libre, el ensayo se considera drenado. Para arcillas, la
incertidumbre queda, por lo que se recurre al TRIAXIAL.
Curvas típicas en arenas densa y suelta:
En las arenas sueltas, el volumen disminuye durante el corte porque las partículas se
DENSIFICAN en el plano de corte. En las densas, se presenta DILATANCIA porque la trabazón de
los granos hace que se separen para facilitar los desplazamientos relativos y el corte entre
granos.
En ambas, se observa τ = cte y V = cte, para grandes valores de la deformación. En estas
condiciones se considera se considera la muestra en el ESTADO DE RELACIÓN DE VACÍOS
CRÍTICA. En las densas, si aumenta ε, la rata de dilatancia disminuye hasta el valor crítico y el
cortante, hasta un valor residual, que es igual al de la arena suelta para ese nivel de esfuerzos.
Curvas típicas en arcillas PC (preconsolidada) y NC (arcilla normalmente consolidada):
Para arcillas NC la caída del esfuerzo τ desde el pico hasta el residual (curva τ -ε) se asocia con la
orientación gradual del esqueleto mineral, colocándose paralelo al plano de falla.
En las arcillas PC, la caída de τ es mayor, por efecto de la dilatancia que se pone en evidencia en
la figura ( ε ∆σ − V0 ). Para alcanzar el estado RESIDUAL se demandan valores de ε muy
elevados. La diferencia entre τpico y τresidual, permite establecer el ÍNDICE DE FRAGILIDAD (IF).
Cuando el material falla, la energía excedente se libera en forma térmica, ondulativa, etc.
CONCLUSIÓN
El comportamiento de un suelo sometido a esfuerzos, no es el mismo cuando la velocidad e
intensidad de los esfuerzos varía. La consolidación enseña que, un suelo que responde
rígidamente a una carga súbita e instantánea, responderá plásticamente, ante una carga de
largo plazo, en virtud de un proceso de drenaje que es controlado por la permeabilidad del
suelo.
En conclusión, podemos decir que a la hora de realizar una construcción debemos tener
bastante claro la forma y la intensidad de las cargas que soportará el suelo. Así como también el
tipo de suelo con el que se va a trabajar, para esto ultimo se deben hacer los estudios
necesarios para determinar el material.

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