Se trata de la solicitud primera A.P. ordenada por un Fiscal
Correccional en el año 1997 al Servicio de Psicología Forense, a partir de la lectura de una revista portorriqueña que publicó un artículo novedoso sobre Autopsia Psicológica. Pensó, a partir de dicha lectura, que sería de valor en una causa realizar un estudio retrogadado de la vida de una anciana fallecida aparentemente por muerte natural, la cual vivía sola con su servidumbre (empleada doméstica, enfermera con retiro y un tramitador esposo de la enfermera). Contaba la occisa con 89 años, era soltera y sin hijos, padecía de una enfermedad neurológica progresiva como esclerosis múltiple, con sintomatología variada y en comorbilidad o como consecuencia de ateromatosis de las arterias cerebrales de un estado demencial al momento de su muerte. Contaba con dos hermanos y sobrinos, pero sus familiares no la visitaban. Al morir deja testamento legando sus bienes e inmuebles y pertenencias en general a sus empleados. Sus familiares reclaman vía judicial la herencia y los otros muestran un testamento con firma notarial. Los familiares, aducen insanía, motivo por el cual se ordena la A.P.