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CONVENCIONES INTERNACIONALES DE CARÁCTER SECTORIAL

4.- Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o


degradantes.
6.- Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura.
7.- Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los
trabajadores migratorios y de sus familiares

CONVENCIÓN CONTRA LA TORTURA Y OTROS TRATOS O PENAS


CRUELES, INHUMANAS O DEGRADANTES.

Este es uno de los principales tratados internacionales en materia de derechos


humanos contra la tortura. Fue adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1984, y entró en vigor el 26 de junio de
1987.
La Convención está antecedida por una serie de considerandos o motivos, e
integrada por 33 artículos divididos en tres partes.
Este tratado internacional de derechos humanos. Sus siglas en inglés, (OPCAT)
Su objetivo principal es prohibir el uso de la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes, creando un instrumento para monitorear y
responsabilizar a los gobiernos, abriendo los lugares de detención al escrutinio por
parte de entidades independientes. La prohibición absoluta de la tortura y otros
tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes es aceptado como un principio
del derecho internacional consuetudinario. Los Estados dentro del convenio se
someten a un orden legal común dentro del cual asumen obligaciones para con las
personas sujetas a su jurisdicción, independientemente de su nacionalidad, ya que
su objeto y fin es la protección de los derechos fundamentales de la persona y no
la protección de los derechos de los Estados. Los Estados que han ratificado y
forman parte del OPCAT están obligados a crear un Mecanismo Nacional de
Prevención de la Tortura (MNP), para que realicen visitas regulares a lugares de
detención. Los artículos 2 y 16 de la Convención obligan a cada Estado Parte a
tomar medidas efectivas para prevenir los actos de tortura y otros tratos o penas
crueles, inhumanos o degradantes en todo territorio bajo su jurisdicción.
Reconociendo que los Estados tienen la responsabilidad primordial de aplicar
estos artículos, que el fortalecimiento de la protección de las personas privadas de
su libertad y el pleno respeto de sus derechos humanos es una responsabilidad
común compartida por todos, y que los mecanismos internacionales de aplicación
complementan y fortalecen las medidas nacionales, la prevención efectiva de la
tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes requiere
educación y una combinación de diversas medidas legislativas, administrativas,
judiciales y de otro tipo.
Reconociendo que estos derechos emanan de la dignidad inherente de la persona
humana, Considerando la obligación que incumbe a los Estados en virtud de la
Carta, en particular del Artículo 55, de promover el respeto universal y la
observancia de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Teniendo en cuenta el artículo 5 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos y el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
que proclaman que nadie será sometido a tortura ni a tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes.
Teniendo en cuenta asimismo la Declaración sobre la Protección de Todas las
Personas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes, aprobada por la Asamblea General el 9 de diciembre de 1975.

CONVENCIÓN INTERAMERICANA PARA PREVENIR Y SANCIONAR LA


TORTURA.

Es un instrumento internacional de los derechos humanos, creado dentro de la


Organización de Estados Americanos con el objetivo de prevenir y sancionar
casos de tortura y otras actividades similares
Su artículo 2 se entiende por tortura todo acto realizado intencionalmente por el
cual se inflijan a una persona penas o sufrimientos físicos o mentales, con fines de
investigaci6n criminal, como medio intimidatorio, como castigo personal, como
medida preventiva, como pena o con cualquier otro fin.
La Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura no ha cumplido con los
estándares de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura.
En México, la Constitución presenta algunos aspectos que interfieren con el
cumplimiento de prevenir y erradicar la tortura, como es el caso del arraigo, la
detención sin orden judicial (artículo 16) y la prisión preventiva oficiosa (artículo
19).
Instituto Belisario Dominguez refiere que ni la Ley Federal para Prevenir y
Sancionar la Tortura (LFPST) ni la reforma al Código de Justicia Militar han
cumplido con lo establecido en los tratados internacionales, de acuerdo con un
informe sobre la tortura en México, del Relator Especial de Naciones Unidas.
Entre 2005 y 2013, se registraron 11 mil 254 quejas de tortura y malos tratos, lo
que generó un total de 223 recomendaciones de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos (CNDH), sobre las que no existe una sola sentencia penal.
La investigación del IBD destaca que, en 2013, los Organismos Públicos para la
Protección y Defensa de los Derechos Humanos de las entidades federativas
registraron 12 mil 110 hechos violatorios del derecho a no ser sometido a tortura
y/o tratos crueles, inhumanos o degradantes; y para 2014, la cifra aumentó a 16
mil 62 hechos violatorios

CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS


DERECHOS DE TODOS LOS TRABAJADORES MIGRATORIOS Y DE SUS
FAMILIARES

(CRMW por sus siglas en inglés) Es un acuerdo diplomático global para garantizar
la dignidad y la igualdad en una era de globalización. El Convenio establece
normas mínimas para los trabajadores migrantes y los miembros de sus familias,
con objeto de eliminar la explotación de los trabajadores en el proceso de
migración. Los gobiernos de los Estados que ratifican la Convención o se adhieren
a ella se comprometen a aplicar sus disposiciones adoptando las medidas
necesarias. También se comprometen a velar por que los trabajadores migratorios
cuyos derechos ya hayan sido vulnerados puedan pedir reparaciones efectivas.
La Convención define los diferentes grupos de trabajadores migrantes en
categorías específicas: fronterizas, estacionales, autónomas, marítimas e
itinerantes, y consta de nueve partes: alcance y definiciones; no discriminación
con respecto a los derechos; derechos humanos de todos los migrantes; otros
derechos de los migrantes documentados o en situación regular; disposiciones
aplicables a determinadas categorías de migrantes; promoción de condiciones
equitativas, humanas y lícitas en relación con la migración internacional; aplicación
del convenio; provisiones generales; y disposiciones finales

¿A quién protege?
El artículo 1o. dispone que la CIPTMF es aplicable a todos los trabajadores
migratorios y a sus familiares sin distinción alguna. Se entiende como familiares a
“las personas casadas con trabajadores migratorios o que mantengan con ellos
¿Los migrantes indocumentados pueden formar sindicatos aunque no tengan
papeles ni permiso para trabajar?
La CIPTMF consagra el derecho de sindicación de los trabajadores migratorios
independientemente de su estatus migratorio (artículo 26.1)
¿Los migrantes indocumentados tienen derecho a la seguridad social y a la
atención médica?
Sí, el artículo 27.1 de la CIPTMF regula que los trabajadores migratorios y sus
familiares gozarán en el Estado de empleo, con respecto a la seguridad social, del
mismo trato que los nacionales.
¿Todos los países están obligados a cumplir la CIPTMF? No, sólo están obligados
a cumplirla los países que la hayan ratificado. A pesar de lo anterior, hay que
mencionar que, independientemente de si han firmado o no la CIPTMF, todos los
países están obligados a respetar los derechos humanos de los trabajadores
migratorios, muchos de los cuales se encuentran consagrados en otros
instrumentos internacionales o forman parte del orden jurídico del Estado en
donde se encuentra el trabajador.
¿Por qué es importante conocer la CIPTMF? Porque es necesario que todos los
migrantes conozcan los derechos que se les reconoce, tanto en el ámbito nacional
como en el internacional, y que les corresponden por el solo hecho de ser
personas, sin importar el país en que se encuentren. Existen disposiciones
constitucionales y legales que se pueden exigir a todos los funcionarios del país
en el que una persona se encuentre, incluyendo a las autoridades de su propio
país, aun en el extranjero.
Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer
La CEDAW está considerada como el documento jurídico internacional más
importante en la historia de la lucha sobre todas las formas de discriminación
contra las mujeres.
A partir de 1945 la ONU reconoce los derechos de las mujeres de manera
evolutiva. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (CEDAW), es considerada también como la carta
internacional de los derechos de las mujeres, fue aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979 y entró en vigor el 3
de septiembre de 1981. México la firmó en 1980 y la ratificó el 23 de marzo de
1981.
La Convención es el instrumento vinculante, universalmente reconocido, que no
solo lucha contra la discriminación de la mujer, sino que también protege los
derechos de las niñas para preservar su dignidad y bienestar; asimismo, alienta
todas las políticas públicas que les puedan ofrecer oportunidades de igualdad.
Discriminación contra la mujer
La Convención tiene como finalidad eliminar efectivamente todas las formas
de discriminación contra la mujer, obligando a los estados a reformar las leyes con
tal fin y discutir sobre la discriminación en el mundo. En su artículo 1, la
CETFDCM define la discriminación contra la mujer como:
Cualquier distinción, exclusión o restricción hecha en base al sexo que tenga el
efecto o propósito de disminuir o nulificar el reconocimiento, goce y ejercicio por
parte de las mujeres, independientemente de su estado civil, sobre la base de
igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y libertades
fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural, civil o en
cualquier otra esfera.
El Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer (o, por sus siglas en inglés, OP-
CEDAW) es un protocolo que establece los mecanismos de denuncia e
investigación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer
Derechos reproductivos
Es el primer tratado de derechos humanos que ratifica los derechos
reproductivos de las mujeres.
Convirtiéndose en una herramienta de defensa y ejercicio de las mujeres, contra
cualquier forma de discriminación referente a este tema.
Por derechos reproductivos se entienden aquellos derechos que buscan
proteger la libertad y autonomía de todas las personas para decidir con
responsabilidad si tener hijos o no, cuántos, en qué momento y con quién. Los
derechos reproductivos dan la capacidad a todas las personas de decidir y
determinar su vida reproductiva
Los derechos reproductivos, al igual que los derechos humanos, son inalienables y
no están sujetos a discriminación por género, edad o raza.
El origen del concepto de Derechos Reproductivos, en el marco de Naciones
Unidas y la Organización Mundial de la Salud aparece en la Conferencia
de Teherán de 1968 y en la definición de Bucarest (Conferencia sobre Población
de 1974) como un derecho fundamental tanto de las parejas como de los
individuos. La inclusión e integración de la planificación familiar dentro del campo
de los derechos reproductivos y de la salud reproductiva se produce por primera
vez en la Conferencia Internacional para mejorar la salud de las Mujeres y los
Niños por medio de la Planificación Familiar, en Nairobi, Kenia, (5 a 9 de octubre
de 1987).
El Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y
Desarrollo, celebrada en El Cairo en septiembre de 1994, da esta definición de los
derechos reproductivos:
Los derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos que ya están
reconocidos en leyes nacionales, documentos internacionales sobre derechos
humanos y en otros documentos aprobados por consenso. Estos derechos se
basan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas e individuos a
decidir libre y responsablemente el número de hijos, el espaciamiento de los
nacimientos y a disponer de la información y de los medios para ello, así como el
derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva. También
incluye el derecho a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin sufrir
discriminación, coacciones o violencia, de conformidad con lo establecido en los
documentos de derechos humanos.
Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo,
El Cairo, Egipto, 5–13 de septiembre, 1994, Doc. de la ONU
A/CONF.171/13/Rev.1 (1995)
Derechos reproductivos
Algunos de los Derechos reproductivos son los siguientes:

 Autonomía y autodeterminación del propio cuerpo.


 A la vida.
 A la procreación.
 A la salud reproductiva.
 A informarse médica y adecuadamente sobre la reproducción humana, sin
censura política ni religiosa.
 Al acceso a los servicios sanitarios de salud reproductiva y de planificación
familiar, como parte del sistema público de salud.
 Al acceso a los avances científicos en materia de reproducción.
 A decidir sobre la reproducción sin sufrir discriminación, coerción o
violencia.
Formarían parte de los derechos reproductivos el derecho a escoger libremente
la pareja sexual así como concertar libremente el matrimonio; la planificación
familiar para decidir sobre la reproducción, el acceso a los métodos
anticonceptivos. También son derivados de los derechos reproductivos el derecho
de la mujer a no ser despedida por motivo de su embarazo, y el derecho a la baja
maternal pagada.
En algunos países (España y otros países de Europa) se reconoce también el
derecho a baja por paternidad, puesto que se entiende que en las primeras
semanas la mujer, aun sin trabajar, puede no ser capaz de hacerse cargo de su
casa y de su hijo sola, y el nacimiento de un hijo es responsabilidad de ambos
padres.
Violencia contra las mujeres
Cuando se redactó la Convención la violencia contra las mujeres no encajaba en
los parámetros jurídicos tradicionales, por ello la única referencia de la CEDAW
está en el artículo 6:
Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas, incluso de carácter
legislativo, para suprimir todas las fromas de trata de mujeres y explotación en la
prostitución de la mujer"
En 1992, tras el impulso de la III Conferencia Mundial sobre la Mujer en Nairobi
(1985) se aprobó la Recomendación General nº 19 de la CEDAW referida
específicamente a la violencia contra la mujer.

El Protocolo Facultativo de la Convención establece procedimientos tanto para


las comunicaciones como para las investigaciones. Para las comunicaciones
autoriza al Comité a recibir peticiones relacionadas con violaciones de los
derechos consagrados en la Convención y a emitir decisiones en la forma de
“opiniones y recomendaciones”. El procedimiento para las investigaciones, permite
al Comité iniciar investigaciones acerca de violaciones graves o sistemáticas
cometidas por un Estado Parte.  En México, el Senado aprobó el Protocolo
Facultativo el 14 de diciembre de 2001 y entró en vigor el 15 de junio de 2002.
El cumplimiento y aplicación de la Convención por parte de los países adheridos
está supervisado por el Comité para la eliminación de la discriminación contra la
mujer. 
El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer está integrado
por 23 personas expertas independientes de todo el mundo, su principal función
consiste en vigilar y dar seguimiento a la implementación adecuada de la
Convención. Su funcionamiento se encuentra regulado por la Convención y el
Protocolo Facultativo.
Los países que se han adherido al tratado (Estados Partes) tienen la obligación de
presentar al Comité informes periódicos relativos a la aplicación de los derechos
amparados por la Convención. En sus reuniones, el Comité examina los informes
y formula a cada Estado Parte sus preocupaciones y recomendaciones en forma
de observaciones finales.
De conformidad con el Protocolo Facultativo de la Convención, el Comité dispone
de un mandato para: 
 Recibir comunicaciones de personas o grupos de personas que le presenten
denuncias sobre violaciones de los derechos amparados por la Convención.
En algunos países existen grupos de trabajo que realizan informes
sombra sobre el cumplimiento de la Convención por parte de los estados.
 Iniciar investigaciones sobre casos de violaciones graves o sistemáticas de los
derechos de las mujeres. Estos procedimientos son facultativos y solo están
disponibles si el Estado interesado los ha aceptado.

 El Comité también formula recomendaciones generales y sugerencias. Las


recomendaciones generales se remiten a los Estados y tratan de artículos o
temas que figuran en las Convenciones.

Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar


la Violencia contra la Mujer
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene como objeto esencial la
protección, la observancia, la promoción, el estudio y la divulgación de los
derechos humanos que ampara el orden jurídico mexicano, así como las
prerrogativas que se encuentran consagradas en instrumentos internacionales. La
violencia contra las mujeres contraviene el derecho de toda persona a ser tratada
con dignidad y respeto, en un entorno libre de violencia y discriminación. Ante
esto, los Estados del Continente Americano sumaron esfuerzos para crear, el 9 de
junio de 1994, en el Pleno de la Asamblea General de la Organización de los
Estados Americanos, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer (‘Convención de Belém do Pará’). México,
comprometido con los principios rectores —la no violencia y la no discriminación—
de la Convención, ratificó este instrumento internacional de naturaleza jurídica
vinculante el 19 de junio de 1998.
La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer conocida también como la Convención Belém do
Pará, por el lugar en el que fue adoptada el 9 de junio de 1994, fue el primer
tratado internacional del mundo de Derechos Humanos abordó específicamente la
temática y la violencia contra las mujeres y que consagró el derecho de las
mujeres a una vida libre de violencia tanto en el ámbito privado como en el
público.
 Establece el desarrollo de mecanismos de protección y la defensa de los
derechos de las mujeres como fundamentales para luchar contra el fenómeno de
la violencia en contra de su integridad física, sexual y psicológica. Define
la violencia contra la mujer como una violación de los derechos humanos y de las
libertades fundamentales. 
En 2004 se creó el Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do
Pará (MESECVI) para establecer un proceso de evaluación y apoyo continuo e
independiente. Se trata de una metodología de evaluación multilateral sistemática
y permanente que se fundamenta en un foro de intercambio y cooperación técnica
entre los Estados Parte de la Convención y un Comité de Expertas. El MESECVI
analiza los avances de implementación de la convención y los desafíos en las
respuestas de los Estados.
LOS ESTADOS PARTES DE LA CONVENCIÓN,
RECONOCIERON que el respeto irrestricto a los derechos humanos ha sido
consagrado en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y reafirmado en otros
instrumentos internacionales y regionales;
AFIRMARON que la violencia contra la mujer constituye una violación de los
derechos humanos y las libertades fundamentales y limita total o parcialmente a la
mujer el reconocimiento, goce y ejercicio de tales derechos y libertades;
SE PREOCUPARON porque la violencia contra la mujer es una ofensa a la
dignidad humana y una manifestación de las relaciones de poder históricamente
desiguales entre mujeres y hombres;
RECORADRON la Declaración sobre la Erradicación de la Violencia contra la
Mujer, adoptada por la Vigésimoquinta Asamblea de Delegadas de la Comisión
Interamericana de Mujeres, y afirmando que la violencia contra la mujer trasciende
todos los sectores de la sociedad independientemente de su clase, raza o grupo
étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión y afecta
negativamente sus propias bases;
SE CONVENCIERON de que la eliminación de la violencia contra la mujer es
condición indispensable para su desarrollo individual y social y su plena e
igualitaria participación en todas las esferas de vida, y de que la adopción de una
convención para prevenir, sancionar y erradicar toda forma de violencia contra la
mujer, en el ámbito de la Organización de los Estados Americanos, constituye una
positiva contribución para proteger los derechos de la mujer y eliminar las
situaciones de violencia que puedan afectarlas.
Por medio de la Convención de Belém do Pará, los Estados Parte acordaron que
la
violencia contra las mujeres:
[…] constituye una violación de los derechos humanos y las libertades
fundamentales y limita total o parcialmente a la mujer el reconocimiento, goce y
ejercicio de tales derechos y libertades.
[…] es una ofensa a la dignidad humana y una manifestación de las relaciones de
poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres.
[…] trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de su clase,
raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión y
afecta negativamente sus propias bases.
La Convención de Belém do Pará establece por primera vez el derecho de las
mujeres a vivir una vida libre de violencia. Este tratado internacional ha dado pauta
para la adopción de leyes y políticas sobre prevención, erradicación y sanción de
la violencia contra las mujeres en los Estados Parte de la Convención; formulación
de planes nacionales; organización de campañas e implementación de protocolos
y de servicios de atención, entre otras iniciativas, y ha sido un aporte significativo
al fortalecimiento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Según el artículo 2 de la convención;
Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y
psicológica:
a. que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra
relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el
mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y
abuso sexual;
b. que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que
comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas,
prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en
instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y
c. que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que
ocurra.

Los derechos que esta Convención consagra se contemplan en los artículos 3 al


6. Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito
público como en el privado. Este derecho incluye, entre otros: El derecho de las
mujeres a ser libres de toda forma de discriminación. El derecho de las mujeres a
ser valoradas y educadas libres de patrones estereotipados de comportamiento y
prácticas sociales y culturales basadas en conceptos de inferioridad o
subordinación. Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y
protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por los
instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos. Tiene
derecho a ejercer libre y plenamente sus derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales y contará con la total protección de esos derechos
consagrados en los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos
humanos.
¿Cuáles son las obligaciones a las que los Estados Parte de la Convención se
comprometieron?
 Abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia contra las mujeres y
velar por que los agentes del Estado cumplan con esta obligación;
 Actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la
violencia contra las mujeres;
 Incluir en su legislación y política interna normas que aseguren el
cumplimiento de los objetivos de la Convención;
 Adoptar medidas jurídicas que protejan efectivamente a las mujeres de sus
agresores; Abolir o modificar normativas y prácticas jurídicas que perpetuan
la violencia contra las mujeres;
 Establecer procedimientos legales que aseguren a las mujeres víctimas de
violencia acceso a la justicia y al debido proceso;
 Asegurar a las mujeres víctimas de la violencia mecanismos efectivos para
lograr el resarcimiento, la reparación del daño u otros medios de
compensación;
 Fomentar el conocimiento y la observancia del derecho de las mujeres a
una vida libre de violencia; Modificar los patrones socioculturales de
conducta de hombres y mujeres, eliminando prácticas educativas que
refuercen ideas, actitudes o estereotipos, tanto de hombres como de
mujeres, que perpetuan la violencia contra las mujeres;
 Fomentar la educación y capacitación de agentes del Estado encargados
de aplicar la ley y las políticas de prevención, sanción y eliminación de la
violencia contra las mujeres; Brindar servicios especializados para la
atención de mujeres víctimas de violencia;
 Fomentar y apoyar programas de educación que difundan los aspectos
sobre la violencia contra las mujeres;
 Ofrecer programas eficaces de rehabilitación y capacitación a las mujeres
víctimas de violencia, que les permitan insertarse de manera plena en la
vida pública, privada y social;
 Alentar a los medios de comunicación para que elaboren directrices
adecuadas de difusión que contribuyan a erradicar la violencia contra las
mujeres;
 Garantizar la investigación y recopilación de estadísticas y demás
información pertinente que permita visualizar la violencia que sufren las
mujeres, y Promover la cooperación internacional para el intercambio de
ideas y experiencias.

¿Cuáles mecanismos interamericanos de protección se contemplan?


1. Los informes nacionales Los Estados Parte deben incluir en los
informes nacionales que se remiten a la Comisión Interamericana de
Mujeres, información relativa a las medidas adoptadas para: Prevenir y
erradicar la violencia contra las mujeres; Asistir a las mujeres afectadas
por la violencia en las dificultades que presenten, y Reportar los factores
que contribuyan a la violencia contra las mujeres. En 2004 se creó el
MESECVI-Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do
Pará, cuyo trabajo se fundamenta en los informes nacionales en donde
los Estados Parte dan a conocer los avances realizados para la
implementación de la Convención.

2. La Opinión Consultiva de la Corte Interamericana de Derechos


Humanos En caso de alguna duda de interpretación, México, al igual
que los demás países signatarios y la Comisión Interamericana de
Mujeres, puede solicitarla, aunque hasta el año 2013 no ha sido
utilizada.

3. La denuncia o queja ante la Comisión Interamericana de Derechos


Humanos Este organismo recibe tanto las quejas o denuncias
individuales como provenientes de organizaciones de la sociedad civil,
cuando se considere violado el artículo 7 de la Convención, que
contiene las obligaciones de los Estados Parte. Derivado del
compromiso asumido por México en relación con la Convención de
Belém do Pará, el 1 de febrero de 2007 se publicó la Ley General de
Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y a partir de ese
evento se promulgaron las leyes locales de acceso de las mujeres a una
vida libre de violencia, en todas las La Comisión Nacional de los
Derechos Humanos en la eliminación de la violencia contra las mujeres
entidades federativas que conforman la República Mexicana.

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